Espectáculos
Viernes 18 de junio de 2010 LA GUIA DEL FIN DE SEMANA
LA NACION/Página 3
Música popular/música clásica/teatro/cine/televisión/danza
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GRACIELA CALABRESE
Mariana en el cielo con mandalas Continuación de la Pág. 1, Col. 5 especial, a partir de un libro con mandalas que acercó una de las alumnas de mis talleres”, cuenta Cincunegui en el espacio de creación que tiene en Palermo, donde nacen muchos de sus proyectos. Para cualquier niño o adulto sensible, el lugar es como una juguetería colorida, un espacio lúdico y de libertad, resultado de sus veinte años de trabajo en el rubro infantil. Instrumentos de todo tipo, tamaño y color –profesionales y de juguetes– salpican el espacio junto con libros infantiles y souvenirs de otras culturas. Todo está quieto y ordenado. Horas antes los chicos llenaban el espacio de bullicio, movimiento, juego, música y dibujos con mandalas. Los mandalas son círculos sagrados de culturas milenarias que se utilizan para la sanación y meditación, y los chicos del taller experimental de música que dirige Mariana los utilizaron para pintar y descubrir otros territorios de percepción interior. A partir de allí surgieron el concepto artístico y el sonido de su último disco, que presentará en La Trastienda. “Alasmandas habla de la circularidad y de canciones que te dejan entrar en algo mántrico, cíclico y que te recentra. Justo coincidió con mi momento de maternidad porque pensaba mucho en los nenes y el acelere que había. Sentía que los chicos no encontraban lugar para aterrizar tras miles de actividades. Entonces me pregunté: ¿qué está pasando con los chicos del año 2000 con tanta información? De la misma manera que cuando empecé a hacer rock para chicos me preguntaba qué les pasaba a los nenes de los 90.” Así surgió
esa música para mirar el mundo, canciones que circulan y calman”, procesa Mariana. Durante el invierno de 2008 los chicos de su taller se dedicaron a pintar mandalas y sacar un sonido grupal, que se transformó en el disparador de su nueva producción. “Funcionaba todo naturalmente: aparecieron las canciones de rondas de otras culturas, los mantras en las canciones de los Beatles y empezamos a investigar sobre los mandalas, de alguna manera anclamos una energía grupal, un sonido entre todos y fue como volver a uno”, reflexiona la cantante docente. Cuando el círculo fue cerrando y aparecieron las canciones –temas propios sobre bases mántricas universales y del cancionero popular
PARA AGENDAR
Alasmandalas, presentación del nuevo disco de música para chicos de Mariana Cincunegui. La Trastienda, Balcarce 460. Mañana, a las 16. Desde $ 40.
de América latina junto con himnos de John Lennon y Eduardo Mateo–, llegó la hora de la grabación. El producto final es de notable belleza. Además de las siete canciones arregladas por Daniel Johansen y grabadas por Mariana y los alumnos del taller de 7 a 13 años, aparecen los mandalas para colorear creados por los chicos. “Siempre me gustó pensar cómo la música puede acompañar a los chicos para crecer y qué cosas de las que traemos les podemos transmitir como legado. Me pareció muy rico que descubran desde canciones anónimas hasta temas cantados en árabe, sánscrito, inglés y portugués, y además que crearan sus propios mandalas para dejar como legado a los chicos de su generación. No me gusta hacer cosas aniñadas para los chicos, porque son seres cósmicos a los que no se les puede hacer perder el tiempo con tonterías o cosas de baja calidad.” Desde que comenzó a dar clases de música para chicos, a los 15 años, Mariana entendió el universo infantil de otra manera y eso guió su camino como docente y artista del público infantil. “Ellos son como una hoja en blanco y lo que incorporan se imprime como lo primero en su vida. Por eso hay que respetarlos y comprometerse con ellos. Eso es lo más lindo de este trabajo. Muchos de los chicos que salieron de los talleres experimentales siguieron en relación con la música y creo que es una compañía hermosa.” Mariana anuncia un montón de proyectos más con los chicos, como la noche de las linternas. Un niño curioso se asoma detrás de la puerta. Es un viejo alumno de Mariana. Tiene 13 años y le hace una visita. Extraña las tardes en esa casa de galletitas dulces y música.
Veinte años de rock infantil Piojos y Piojitos 1 y 2. EI primer volumen apareció en 1991 y tenía como leitmotiv una nueva versión de “El oso”, de Moris, por Fito Páez. “Era una maestra cantando en una sala con la guitarra y los chicos, y tenía la estética de un jardín con mucha onda, que pertenecía a mi mamá y se le ocurrió ese formato. Después en el volumen 2 me involucré artísticamente con una propuesta que recorría la compilación de temas de América latina como «La sopa» y «Ora bolas».”
Los Pandiya “Fue la banda de los noventa de rock para chicos porque era la época que explotaban Fito Páez y los Kuryaki, y a mí me gustaba esa música. Era muy jovencita y aparecí con esa estética que era la que me representaba. Recuerdo que fue producido con ayuda de rockeros como Mollo, Páez y Fontova. Yo miro la ficha técnica y no lo puedo creer.”
Alasmandalas “Con este espectáculo, además de hacer temas del último disco, vamos a cantar cosas de Piojos y Piojitos y de Los Pandiya. La banda la integran Roberto Fighetti (batería), Ezequiel Rivas (bajo), Santiago Valiente (guitarras) y Marcos Cabezaz (marimba y percusión)