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EXTERIOR

I

Giro político en EE.UU.

Viernes 5 de noviembre de 2010

El presidente busca retomar la iniciativa

Gesto de Obama a los republicanos Los convocó a una “mesa de diálogo” en la Casa Blanca para discutir la agenda política; analiza nuevos cambios en el gabinete SILVIA PISANI CORRESPONSAL EN EE.UU. WASHINGTON.– Las horas que siguieron al castigo electoral que sufrieron los demócratas confirman la batalla política que ya despunta para las elecciones presidenciales de 2012. En uno de sus primeros gestos tras el “palazo” que le propinaron los votantes, el presidente Barack Obama anunció que había convocado a un encuentro para “dialogar” con los victoriosos republicanos, quienes, si bien se descuenta que asistirán al convite, ayer ratificaron el mensaje de que “lo mejor” que podría pasar es que el mandatario no accediera a un segundo mandato. “Ya tenemos que estar trabajando para revocar la reforma del sistema de salud de Obama. Hay que imponerle ajuste y austeridad al gobierno”, dijo el líder del bloque republicano

en el Senado, Mitch McConnell, a la sazón, uno de los invitados a la “mesa del diálogo” presidencial. El cruce no hace sino confirmar el escenario de confrontación. Obama parte hoy a una gira asiática de más de una semana –hasta el próximo 14– en cuyo transcurso tomará distancia de la “burbuja” de la Casa Blanca, tal como él mismo la definió. Y evaluará posibles cambios en su elenco de gobierno, según confirmó su vocero, Robert Gibbs. “Esto será un campo de batalla de lo más sangriento”, pronosticó ayer, en diálogo con LA NACION, Thomas Molle, un consultor político de la Universidad de Arizona. Su previsión va en línea con la percepción de que el resultado de las elecciones de medio término obró como disparador de la carrera presidencial, que tendrá lugar dentro de dos años. El propio Obama se anticipó al movimiento y, al citar

públicamente a los republicanos para el próximo 18, subrayó que el país “no está en condiciones de soportar” dos años de pelea entre los dos partidos. El mandatario también invitó a la Casa Blanca a los gobernadores electos, muchos de los cuales son republicanos. “Tengo la esperanza de que vengan, tengo la esperanza de que sea una cita útil y no solamente la ocasión de una foto. Tengo la ilusión de que conversemos hasta muy tarde y de que se queden a cenar. Porque es mucho lo que tenemos que discutir por el bien de los norteamericanos”, dijo. Pero el republicano McConnell ya tenía su discurso de barricada previsto. Y, al exponer en la Heritage Foundation, un reconocido centro conservador, insistió en que “lo mejor” que le puede ocurrir a Estados Unidos es que Obama no obtenga un segundo mandato, como pretende.

“La única vía para lograr [las correcciones que pretendemos] es poner en la Casa Blanca a alguien que no las vete”, subrayó el senador por Kentucky, a la vez que cargó contra “la urgencia de terminar con el gasto discrecional de este gobierno”. Los republicanos quieren humillar a los demócratas en dos frentes inmediatos. Aspiran, por un lado, a dejar sin efecto la reforma de salud, por la que Obama batalló más de diez desgastantes meses. Por el otro, quieren que la Casa Blanca reivindique al ex presidente George W. Bush mediante la ratificación de sus beneficios fiscales para sectores pudientes. La Casa Blanca admitió estar dispuesta a negociar en el tema fiscal, pero McConnell se mostró reacio a buscar compromisos con Obama en el nuevo Congreso. Y, en forma paralela, hizo saber que si no logran la revoca-

ción de la reforma de salud, optarán por impedir su aplicación mediante el recurso de “cortarle fondos”, para lo que tienen más libertad de acción en la Cámara baja. “Es significativo que lo primero que aparece en la lista de «cosas pendientes» de los republicanos es devolver el poder a las grandes compañías aseguradoras de salud”, retrucó, a su vez, Jim Manley, vocero del líder de la mayoría en el Senado, Harry Reid. El cortocircuito quedó en evidencia apenas Obama pergeñó la “cumbre” de autoridades parlamentarias de ambos bandos, con la que pretende fijar el programa de gobierno de aquí a enero, cuando asumirán las nuevas autoridades. Entonces, su partido perderá el control de la Cámara de Representantes, que ahora todavía ostenta. El presidente convocó al encuentro a la saliente titular del cuerpo, la de-

mócrata Nancy Pelosi, y a quien será su previsible sucesor, el republicano John Boehner. También citó al titular del Senado, el demócrata Harry Reid, y al combativo McConnell. “Ahora –insistió– se trata de resolver los verdaderos problemas del país y no de apuntarse tantos políticos.” También, subrayó, “es obvio que debemos crear una mejor relación entre esta Casa Blanca y el Congreso”. Obama ensaya una estrategia para dejar en evidencia el bloqueo republicano. Pero, junto con eso, deberá evaluar una remodelación en su gobierno para responder a la nueva realidad. Ya dejó el equipo inicial su jefe de gabinete, Rahm Emanuel, y se prepara para hacer lo propio el jefe del Consejo de Asesores Económicos, Larry Summers. Según el vocero de la Casa Blanca, Obama aprovechará su gira por Asia para trabajar en la “reorganización”.

EL ESCENARIO

Los dos rostros de un gobierno dividido BEN FELLER Y JULIE HIRSCHFELD AGENCIA AP WASHINGTON.– Sin la menor coincidencia entre ambos, Barack Obama y John Boehner son las dos caras del dividido gobierno norteamericano: el abatido presidente y el triunfante líder de la Cámara de Representantes. Ambos dicen hablar en nombre del pueblo, pero tienen poco que decirse el uno al otro. Esta será la dinámica prevaleciente en esa relación. En sus primeras apariciones, ambos prometieron anteayer cooperar para crear empleos. Esa fue la cuestión clave en las elecciones del martes pasado. Un reflexivo Obama admitió el fuerte revés electoral que sufrió su partido. Boehner pareció dispuesto a no mostrarse triunfalista. Pero la realidad dice que son dos hombres de objetivos, estilos y antecedentes muy distintos. Y fue revelador que cada vez que uno hizo mención a la cooperación la frase estuviera acompañada por un insistente llamado a que la contraparte aportase más, esencialmente el tipo de enfrentamiento que existía antes de que los votantes inclinaran el poder en favor de los republicanos. “La nueva mayoría aquí en el Congreso será la voz del pueblo norteamericano”, declaró Boehner, entre cuyos objetivos está eliminar la reforma del sistema de salud de Obama.

Análisis opuesto El presidente ofreció un análisis opuesto, al advertir que todo mandato para debatir y volver a votar sobre lo decidido en los dos últimos años sería “malinterpretar las elecciones”. Son personas que esencialmente ven distintas soluciones a los problemas y no mantienen una buena comunicación entre sí. Así es como lo caracterizó Boehner antes de las elecciones, y la Casa Blanca no lo desmintió. Boehner tiene una tendencia al ingenio sarcástico y a veces pierde los estribos. Obama es un profesor de derecho, de educación impecable,

célebre por mantener la compostura y al que se le conocen pocos ataques de furia en público. Boehner fue el blanco de los ataques de Obama antes del inicio de la campaña: el presidente criticó al legislador de Ohio y lo caracterizó como la encarnación de las poco sabias ideas republicanas, tanto en el pasado como en el futuro. La Casa Blanca incluso escogió Cleveland como la sede de un discurso sobre la economía en septiembre pasado porque Boehner había pronunciado en esa ciudad otro sobre el mismo tema, dos semanas antes.

Cara a cara Los dos han protagonizado encendidos encuentros cara a cara, como una reunión en la Casa Blanca en 2008 en la que se trató el rescate financiero. Boehner ventiló de manera poco diplomática las preocupaciones de los republicanos sobre el plan, mientras que Obama –entonces candidato presidencial– dijo que algunos legisladores sencillamente no comprendían la urgencia de la situación. Obama llamó a Boehner para felicitarlo el martes por la noche, pero sólo hizo una vaga referencia a trabajar juntos y a reunirse en las próximas semanas. El presidente afirmó ayer que había invitado a Boehner y al líder de la minoría en el Senado, el republicano Mitch McConnell, a reunirse con él el 18 del actual, cuando el jefe de la Casa Blanca regrese de una gira por Asia. Obama ha dicho que quiere que ese encuentro bipartidista se transforme en un debate sustancial sobre la economía, la reducción de impuestos y un seguro de desempleo. También quiere que el Senado apruebe un tratado con Rusia sobre control de armas nucleares. Los republicanos consideran a Obama arrogante y poco dispuesto a tender vínculos; el mismo Boehner acusó este año al presidente de dar “sermones” en vez de ejercer liderazgo. Y se cree que nunca mantuvieron reuniones individuales, sino siempre en grupo o por medio de sus asistentes.

REUTERS

Barack Obama habla a la prensa durante una reunión con parte de su gabinete

OPINION

La necesidad de volver a la poesía NICHOLAS D. KRISTOF THE NEW YORK TIMES NUEVA YORK.– “¿Dónde quedó el hombre por el que voté?”, se preguntaba en mi blog un lector llamado Eddie, respecto del presidente Obama. “¿Transpira alguna vez?”, proseguía. “La situación es desesperante y no veo que a Obama realmente lo afecte.” Y luego concluía: “Para conducir al país, necesitamos una persona comprometida, apasionada… y no un maestro de catecismo que da pasos cautelosos, como un bebe”. Bueno, a Obama le llegó la hora de ponerse a sudar como caballo de carrera. Mi sensación es que el país se ha excedido al culpar a Obama de las penurias económicas, sin darle crédito por evitar otra Gran Depresión, entre otros logros. En Oregon, hago un sondeo de la decepción de la gente. Un amigo que sabe lo que es tener dificultades para conseguir atención médica y que obtendrá enormes beneficios con el plan de salud de Obama está indignado con el presidente, en parte, debido los rumores sin fundamento que circularon acerca de la reforma de salud. Otros están aterrados por las

medidas de estímulo, a pesar de que han generado las fuentes de empleo que se necesitan con desesperación. Resumiendo, Obama no logró articular un discurso que convoque siquiera a los beneficiarios de sus políticas. Se trata de un fracaso político y de marketing, pero es mucho más que eso. A un número asombroso de gente con la que hablé, Obama les parece remoto, desapegado, falso y arrogante. Pienso que eso es sumamente injusto, pero es la cruda realidad. Es desconcertante: Obama, el candidato, podía ser inspirador y elocuente, mientras que Obama, el presidente, ha sido chato. Me pregunto si no habrá incorporado demasiado la famosa sentencia de Mario Cuomo: “Se hace campaña en verso, pero se gobierna en prosa”. ¡Por favor, presidente Obama! La prosa no tiene por qué ser árida como una revista de leyes. Y no vendría mal que nos inspire con un poco de poesía. Para llegar a los votantes, Obama debe enfrentar la crisis tanto intelectual como emocionalmente. No sólo tendrá que centrarse en aplicar buenas políticas, sino también en transmitir mensajes. De nada sirve tener un excelente producto si nadie quiere comprarlo.

Bill Clinton sería un excelente tutor para Obama. A pesar de ser un hombre rico, durante la campaña se mostró como una víctima más de la recesión, mientras argumentaba con lucidez que los demócratas eran el mejor remedio. Clinton es un animal político, como Obama, pero invierte más energía en marketing. De todos modos, no hay que dar por perdido a Obama. Después del castigo a Clinton en las urnas en 1994, los periodistas escribimos comentarios ridículos, afirmando que a partir de entonces Clinton sería “irrelevante”. Y no fue así. Lo mismo sucedió con Franklin D. Roosevelt en 1938. “El New Deal ha sido detenido”, declaraba The New York Times en ese entonces. Pero Roosevelt aprendió la lección y ganó dos elecciones presidenciales más. Mi instinto me dice que también Obama es capaz de aprender la lección. Y la mayoría republicana en la Cámara de Representantes le ofrecerá un excelente blanco para su nuevo y renovado mensaje, sobre todo si se empecina en aumentar el déficit con reducciones impositivas para el 2% más rico de los norteamericanos. Sólo falta pensar en el senador por Carolina del Sur, Jim DeMint, padrino

de la facción del Tea Party en el Senado, que aconsejó a los legisladores del movimiento no dejarse cooptar, y les recomendó: “Cálcense los guantes. La pelea empieza hoy”. Esa pelea se propone dejar a Obama knock out. Durante años, DeMint se ha manifestado no sólo en contra de los docentes homosexuales, sino también en contra de las maestras que tienen sexo antes de casarse. DeMint intentó luego aclarar sus comentarios. Pero creo que los norteamericanos aspiran a un liderazgo que no signifique señalar con el dedo a las mujeres que se acuestan con sus novios. El imperativo moral debería ser brindar fuentes de empleo, escuelas dignas, atención médica y algún horizonte de oportunidades. Obama tiene un producto para vender, que es mucho mejor que el del Tea Party. Pero necesita conectarse mejor con el electorado. Tiene que dejar de ser cool y ponerse a sudar… Si puede hacerlo y la economía se recompone, todavía está a tiempo de ser recordado como uno de los grandes presidentes de Estados Unidos. Un presidente que habrá cumplido dos mandatos.

Traducción de Jaime Arrambide

EDICION DEL 5 DE NOVIEMBRE DE 2010 INDICE 1 Primera

Exteriorlibros&cho 2 Políticalibros&cho 8 Culturalibros&cho 15 Salud 16 Inf. General 18 Loterías 21 Editoriales 22

2 Economía

EDITORIALES 3 Deportes 4 Espectáculos Cartelera Televisión Agenda cultural

5 Adn 6 Clasificados

Guía de servicios

8 11 11

La reinvención de Obama. Después de su derrota merece destacarse la autocrítica del presidente de los Estados Unidos, que debería ser imitada en la Argentina. Pág. 22

LA FRASE DEL DIA 12

6 secciones / 96 páginas para Capital, Gran Bs. As., los partidos de Campana, Zárate, Capitán Sarmiento, Luján, Mercedes, La Plata y Chascomús. 5 secciones / 84 páginas para el resto del país.

“Aspirará a un Premio Nobel, a una teoría de la economía mundial, porque ya nadie discute que la inflación afecta al que menos tiene.” De Mauricio Macri sobre Amado Boudou. Pág. 11

MAÑANA EN LA NACION Las notas más leídas de ayer 1. Faldas incontrolables por el viento. 2. Las diez parrillas más baratas. 3. Mantener el clima de combate. 4. El avión más grande, en emergencia. 5. Presupuesto: avance del kirchnerismo. 6. Ohlaleando! 7. Un cráter desconcierta a los alemanes.

Cerveza Gourmet. El sommelier Alejandro Rodríguez habla del arte de degustar esta bebida, que tiene cada vez más consumidores. www.conexionbrando.com/1321640

Sexo a diario. Un blog con relatos y experiencias que describen el comportamiento sexual argentino. blogs.lanacion.com.ar/sexo/

La novia eterna Shakira, a los 33 años, con más de una década en pareja con Antonio de la Rúa, descarta el casamiento, aunque aclara que le gustaría tener un hijo. Entrevista imperdible. Revista