Enfoques
Página 2/Sección 6/LA NACION
[ PERSPECTIVAS ]
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Domingo 10 de febrero de 2008
Puerto Libre
Por Orlando Barone
DYN
La semana en foco
Disfraces del carnaval argentino
Lucha política o agonía partidaria Por Claudio A. Jacquelin De la Redacción de LA NACION Una de las grandes incógnitas que los dos primeros meses de gobierno de Cristina Kirchner no han logrado develar es si la Presidenta y su esposo son animales políticos de la misma especie. Las pocas medidas adoptadas en el primer bimestre de gestión impiden avanzar hacia alguna conclusión más o menos definitiva. Al margen, claro, de la permanencia de la mayoría de quienes acompañaron a Néstor Kirchner en su gobierno (hasta los más impopulares), lo que avalaría la idea de que las coincidencias entre ambos son mayoritarias, más allá de formas o estilos. Al mismo tiempo, sin embargo, son evidentes las diferencias entre el decir de la Presidenta y el hacer del ex presidente. Nada más elocuente que lo hecho por Néstor Kirchner desde que dejó la presidencia y empezó a trabajar para hacerse cargo del Partido Justicialista. La estrategia de sumar a todos sin importar pasado, ideología, prontuario, enemistades declaradas o insultos cruzados, con la única condición de que se sometan a su autoridad, ha sido el signo distintivo de su forma de hacer política. Primero, los seduce o los somete. Después, los suma y los premia. La flamante incorporación (con indulto de acusaciones incluido) de Roberto Lavagna no puede ser mejor ejemplo. Los éxitos alcanzados y el gozo con que disfruta de sus logros demuestran por qué él es el más esencialmente peronista o el más aventajado alumno ...“Kirchner, pri- de Juan Perón de todos los dirigentes mero, seduce o que el movimiento ha dado desde la somete. Después, muerte del líder. Kirchner, tamsuma y premia. bién a imagen y semejanza de Perón, Lavagna no fue ha manifestado un profundo desprecio la excepción”... por las estructuras partidarias cuando convenía, para evitar distraer su atención del poder, para no hacerse deudor de favores o para no encumbrar a dirigentes que un día disputarán su liderazgo. No parece encontrar correlato su acción política, entonces, con la prédica y las promesas de su esposa respecto de la calidad institucional y la revitalización de la vida partidaria, en la cual es esencial el diálogo y la posibilidad de plantear disidencias en planos de igualdad. Por el contrario, el movimiento que todo lo abarca, que nada debate y que se somete a la autoridad del líder ha regresado con más fuerza que nunca. Curiosamente, la politóloga que más seduce a Cristina Kirchner, la belga Chantal Mouffe, defiende la necesidad de la existencia de partidos claramente diferenciados que “luchen” por sus ideas, lo que define como “pluralismo agonístico”, lo contrario a la búsqueda de la indiferenciación, el consenso y el pensamiento único (a pesar de su simpatía por los movimientos populistas). Si el discurso de la Presidenta reflejara lo que realmente piensa, entonces no cabría duda de que entre ella y su esposo hay algunas diferencias importantes y que deberían enfrentarlos la reorganización partidaria y la cooptación de dirigentes de todo origen ideológico y trayectoria política a cualquier precio. Pero tal vez no haya ninguna inconsistencia en la criatura bicéfala que comanda el país y la adscripción al pensamiento de Mouffe. Los escasos signos vitales que emiten los partidos políticos y la forma adoptada por el partido del gobierno para reactivarse podrían llevar a concluir que en esta materia no hay conflicto en el matrimonio presidencial: no son pocos los que en lugar de entender lo agónico como lucha y confrontación caen en la acepción más popular de agonía: “estado que precede a la muerte”.
El Gran Capitán, el tren que une Posadas con Buenos Aires, llegó a destino el martes pasado con más de 20 horas de retraso y dejó en evidencia el estado crítico del sistema ferroviario argentino
[ PRISMA ]
Erotismo y poder Le Nouvel Obsevateur publicó un artículo, que ya le ha ocasionado una demanda penal, en el que señala que la verdadera obsesión del presidente francés Nicolás Sarkozy es su ex esposa Cecilia. Como se sabe, revela que ocho días antes de su matrimonio con Carla Bruni, habría enviado el ya famoso SMS diciendo: “Si vuelves, anulo todo”. La revelación ha provocado enojos múltiples: el del tumultuoso afectado, el de los franceses a quienes les parece que su presidente es la vergüenza de Francia y el de los franceses a quienes les parece indigna una prensa que publica detalles de la vida privada. Existe la necesidad de los políticos de mantenerse al máximo fuera de la realidad y de encarnar un cuento de hadas, como lo deja entrever una pareja que anuncia públicamente su idilio en Disney. Pero a la vez los pueblos necesitan los escándalos
Por Enrique Valiente Noailles Para LA NACION del amor para verificar lo inverso, es decir, que sus políticos están atravesados por la realidad. ¿Es un vicio o una virtud la supuesta declaración de último momento de Sarkozy? Algunos dirán que se trata de un acto de inconsciencia extrema, por jugar a último minuto con los sentimientos de su contraparte, así como por provocar un potencial escándalo en la vida de Francia. Otros dirán, por el contrario, que se trata de un acto de conciencia extrema. Es decir, la conciencia de alguien que se sabe finito, que ama todavía a otra mujer, y que considera que la vida es corta como para no hacer un gesto desesperado por lo que se ama. Pero no sólo Sarkozy es de lo más curioso, con su singular sueño de reemplazar a su
nueva mujer con su ex esposa. Carla Bruni no le va en zaga. “Quiero a un hombre con poder nuclear”, señala, dejando claro el vínculo entre erotismo y poder. Las declaraciones de Bruni son la transposición al plano amoroso del cinismo y la inescrupulosidad del mundo de la política, y tiene para el amor la misma franca impudicia que el político tiene para con la vida pública. “Reivindico no ser jamás el objeto de las relaciones con los hombres. Reivindico que, de vez en cuando, sean ellos el objeto.” ¿Será ése el disgusto de los franceses, ver cómo se inmiscuye en la presidencia alguien que, por extensión, podría estar tomándolos a ellos mismos como objeto? “Soy una depredadora, una domadora de hombres, una gata, una italiana”, agrega, no sin un toque de belleza. En todo caso, al menos, las cartas están sobre la mesa.
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Arcadio Esquivel / La Nación, de Costa Rica El mundo le dijo NO a las FARC.
David Horsey / The Seattle Post-Inteligencer, de Washington, EE.UU. Para los jóvenes norteamericanos, una progresión...
Chuck Asay / Colorado, EE.UU. Prioridades.
Los récords deportivos, más inalcanzables tendencias
NIKITA MIJALKOV: el cineasta trabaja en la segunda parte de Quemados por el sol, película con la que ganó el Oscar en 1994. El estreno está previsto para mayo de 2010, según adelantó el propio Mijalkov, quien no descarta una tercera y última parte, así como una serie televisiva de doce capítulos.
agónico recurso vegetal usado para una contienda que exigía un argumento político. El carnaval ha sido siempre pródigo en disfraces. Hubo épocas pretéritas (que me contaron o viví: soy tan viejo que un auto de mi edad es ya de colección) en que se disfrazaban los adultos y los niños. Los pobres y los ricos. Los hombres se disfrazaban de oso carolina, de bebote o de zorro, y las mujeres de bailarina rusa, hawaiana o dama antigua. No quisiera emocionarme. A los niños los disfrazaban de piratas, de cowboys o de gauchitos. Se usaba mucho la careta y el antifaz. Pero después dejaron de usarse porque en la realidad, no en los corsos, aparecieron las capuchas que convirtieron el juego de ocultarse en un triste juego de impunidad y de violencia. Hubo intentos más banales. Al comienzo de los noventa, cuando el uno a uno entronizó un carnaval colmado de seres encantados y de hechiceros que tramaron la simulación de un bosque de esplendor y riqueza, empezó la euforia importadora y nos llegó “Halloween”, la noche de la calabaza y las brujas, fiesta auténticamente nativa. Creo que fue en la boîte Hippopotamus donde se inauguró su reinado con disfrazados chic y señoritas que, para armonizar con la época, se disfrazaban de Scherazade o de odaliscas. A mí no me invitaron. Para ese tiempo los disfraces más apropiados eran de jeque con harem, o de millonario súbito y dama de compañía cara. Más original y consubstanciado con la época hubiera sido el disfraz de “container” portuario. Pero, por más reducido que diseñaran el disfraz, hubiera sido incómodo. Tampoco hubiera caído gracioso disfrazarse de “placard de juez de zapatos blancos” ni de valija clandestina, sea de diseño arábigo o caribeño; de procedencia oficial o extraoficial, o de financista itinerante privado de banca off shore sin garantía de reintegro. No cometeré la imprudencia de alentar a disfraces afines a esta época: el de filósofo de autoayuda best seller o taxista gandhiano que no sueña con pisar piqueteros. Ni tampoco al disfraz tan de moda de vedette lésbica o chica ninfómana de Gran Hermano. En tanto, no sé qué pensar de las murgas que reclaman un lugar en el corso. Me dan nostalgia los rescates arqueológicos de seres todavía vivos e ilusionados. Una murga es como un circo pobre queriendo abrir su carpa en las fauces de una ciudad que sólo le reserva lugar a los perros de pedigree con adiestradores bilingües. A las murgas les va a costar exhibir su pobreza en medio de una sociedad urbana que sólo ve imágenes por celular o Internet, y generalmente importadas. Ya nadie en esta ciudad aspira a disfrazarse de linyera. Nadie de vagabundo. Para qué. Sería demasiado real. Pero lo verdaderamente imaginativo sería crear un disfraz argentino no zoológico y sin rugidos. Libre de pelos y de rabia.
[ SERA NOTICIA ]
[ IDEAS EN MARCHA ] JORGE MACCHI: el reconocido artista plástico argentino está exponiendo en el Museo de Arte de la Universidad de Texas hasta mediados de marzo. La muestra, titulada “La anatomía de la melancolía”, reúne más de cuarenta obras, consideradas por el artista como las más importantes de las que realizó desde la década pasada hasta la actualidad.
Como ya casi nadie se disfraza (sería redundante), es difícil saber cuál sería hoy el disfraz ideal. Uno gracioso sería el de pasajero de tren que llega atrasado un día y medio; otro podría ser el de “gorila” ya que Alfonsín augura que se pondrá de moda. Es raro, porque el gorila nunca dejó de estar vigente, aunque últimamente no golpea puertas de cuarteles sino que se contenta con golpearse el pecho. En verdad de gorila no se disfraza nadie: es una indumentaria auténtica: una forma de mirar el mundo dando rugidos. Pero no a diestra y siniestra sino únicamente a siniestra. En las clases medias hay disfraces para todos los gustos. Por ejemplo a una mujer mayor le caería ideal el disfraz de “mujer al natural”: sí, morocha criolla, sin teñirse de rubia, en malla talle grande y comiendo un sandwich de salame y queso untado de manteca. Sería una mujer sin dieta, sin personal trainer y sin cirugía estética. Otra alternativa sería el disfraz de abuela nieta: una simbiosis entre Nacha Guevara y Floricienta. Lástima el disfraz de tomate: hubiera sido lindo. Colorado y brillante. Pero ya quedó antiguo. Quedó hecho un despojo de oferta: ahora liquidan un kilo por dos monedas de cincuenta, si se consiguen. El tomate fue el más grande bochorno de la historia mediática. Fue un
En los próximos veinte años el ser humano alcanzará el límite de su capacidad fisiológica en el ámbito del deporte, por lo que se tornará cada vez más difícil superar los récords deportivos. Esta es la conclusión a la que han llegado los expertos del Instituto de Investigación Biomédica y Epidemiológica del Deporte, en Francia, luego de analizar 3263 marcas mundiales en pista y campo, natación, ciclismo,
patinaje de velocidad y levantamiento de pesas desde 1896, cuando comenzaron a cronometrarse las primeras competencias olímpicas. Los especialistas descubrieron que desde 1968 comenzó a volverse cada vez más difícil romper los récords deportivos. Como ejemplo, citan el caso de Florence Griffith, quien en las Olimpíadas de Seúl, en 1988, logró la marca de 10,49 segundos en la carrera de cien metros, récord
que todavía nadie pudo superar. El resultado de la investigación demuestra que en 1896 los deportistas rendían el 75 por ciento de su capacidad fisiológica. Pero que ahora se alcanzó el 99 por ciento. Por tal razón, es probable que en el futuro deban redefinirse algunos aspectos deportivos relacionados con el entrenamiento y hasta con la organización de algunas competencias.
ELIAHU INBAL: el director israelí asumirá a partir del otoño boreal de 2009 la dirección de la orquesta filarmónica checa, una de las formaciones más importantes de ese país, que goza de amplio reconocimiento internacional. Inbal reemplazará a Zdenek Macal, quien fue director de esa orquesta por cuatro años y renunció en septiembre del año último, al parecer, debido a que sus elecciones del programa musical no satisfacían a la crítica ni al público. El israelí está en la actualidad al frente de la orquesta del Teatro “La Fenice”, de Venecia, tras haber dirigido entre 2001 y 2006 la Orquesta Sinfónica de Berlín. Previamente había estado al frente de la orquesta de la Radio de Frankfurt, donde logró un amplio aval de la crítica por su particular estilo al interpretar obras de Mahler, Bruckner y Berlioz.