Arquidiócesis de Santo Domingo Arquidiócesis de Santiago Diócesis de Barahona Diócesis de Baní Diócesis de Puerto Plata Diócesis de San Pedro de Macorís Diócesis de San Francisco de Macorís Diócesis de Mao-Montecristi Diócesis de San Juan de la Maguana

Valor del Mes:

Convocados por la Palabra Lema del Mes:

Se mantenían constantes en la enseñanza de los apóstoles (Hch 2,42)

Plan de Pastoral Septiembre 2017

Acción Significativa del Sector: Organizar un Maratón Bíblico en el Sector con diferentes paradas. Colocar letreros bíblicos en diferentes lugares. Realizar un recorrido bíblico por los Sectores. Visita por las casas con la Palabra Acción Significativa Familiar: Colocar la Biblia en su casa en un lugar visible, adornado y leerla en familia cada día. Índice Primera Parte: Lectura orante Lema del Mes. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3 Semana Bíblica. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7 Encuentros de Evangelización . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4 y 20 Visita a los Hogares con la Biblia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23 Maratón Bíblico. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 32 Feria Bíblica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 34 Segunda Parte: Celebraciones Dominicales, Lecturas de la Palabra de cada día y Meditación diaria del Evangelio. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 38 Celebración Solemnidad Nuestra Señora de las Mercedes. . . . . . . . . . . . 82 Colaboradores: P. Rigoberto Zamora, P. Cristian Paulino (Diócesis de San Francisco de Macorís), Pbro. Leonardo Casimiro, Luz Petronila Cruz, Geny Rosa, Bernardita Duran, Carmen María Fernández, Mercedes Vega Sadhala, y Denny López (Arquidiócesis de Santiago) Angela de León, Comisión Arquidiocesana de Animación Bíblica, P. Valerio Baines Sanz, oar, P. Gregorio Santana y Pbro. Daniel Lorenzo Vargas Salazar (Santo Domingo). Coordinadora: Eugenia López Diagramación y Arte final: Jesús Pérez Portadas: Giantfranco Santos Impresión: Editora Amigo del Hogar / Manuel María Valencia No. 4, Santo Domingo, D. N. / Tel.: 809.548.7594 / Para contacto Vicaría de Pastoral, Correo Electrónico: guiamensual.vipastoral@arzsd., [email protected] Teléfonos: 809-682-0815, 809-685-3141, Ext. 261-262, 809-221-3126 Redes Sociales: www.facebook.com/vicariadepastoralsantodomingo

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LECTURA ORANTE “La Palabra tiene en sí una potencialidad que no podemos predecir” (Francisco, La alegría del evangelio, 22). “Se mantenían constantes en las enseñanzas de los apóstoles” Hechos 2, 42 Orientaciones: Iniciamos el mes de la Biblia y es propicio recordar cada una de las enseñanzas que ella nos entrega, el cristiano es cristiano en comunidad, en la continua obediencia a los apóstoles, y esta obediencia resulta de la escucha de la Palabra en el contexto de la comunidad, de la Iglesia. Esta Lectura Orante comunitaria quiere ejercitarnos en esa práctica cristiana de la escucha. Para este encuentro se necesita un moderador para que ayude a mantener la coherencia de los distintos pasos. Duración: 30 minutos 1. Invocación al Espíritu Santo Se solicita la presencia del Espíritu de verdad, para que ilumine nuestro entendimiento a las enseñanzas recibidas a través de esta Palabra de Vida, que arda nuestro corazón y mueva nuestra voluntad. 2. Leo el texto de Hechos 2, 42-47 Leemos detenidamente el texto en dos ocasiones en voz alta y de ser posible en traducciones distintas (Biblia de Jerusalén o la del Pueblo Peregrino, entre otras), luego cada persona lee en silencio. 3. Medita (Qué me/nos dice la Palabra) ¿Quién habla en la lectura y a quiénes va dirigida? ¿Por qué dice el texto que se mantenían constantes, por qué hablan de un grupo? ¿Puedo ser cristiano sin comunidad? ¿La formación es parte importante de mi vida como cristiano? Reflexión Nuestro Padre celestial sabe que, aunque nuestro espíritu es fuerte, la carne es débil y nos instruye en que vivamos en comunidad, para de esta forma poder permanecer constantes en la fe, pues como una familia ayuda a uno de sus miembros cuando está enfermo así la comunidad alienta al que se ve tentado a salir del redil. Hoy la lectura nos muestra como esa primera comunidad luego de aceptar a Jesús como su Salvador no se quedó de brazos cruzados, esta comunidad se formaba con las enseñanzas de los apóstoles, porque solo conociendo a Cristo es que podemos amarle de una forma consciente y madura. Los convocados por la Palabra la estudian, meditan y crecen en la fe, van construyendo su casa en roca firme y aunque vengan tempestades no se desploma y permanecen unidos en comunidad.

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Se mantenían constantes en la enseñanza de los apóstoles

4. Ora (Qué le respondo al Señor) Ya el Señor me ha hablado a través de su Palabra contenida en la Sagrada Biblia ahora es momento de hablarle a Dios, responderle al llamado que me hace. 5. Contempla y actúa (Qué inspira en mi vida la Palabra) • ¿Como cristiano vivo en comunidad o prefiero la individualidad que no da fruto? • Investigo en mi parroquia si existe un equipo de Animación Bíblica de la Pastoral y si lo hay me integro en las actividades para encender el fuego de la Palabra de Dios en mi comunidad. • Participo en las actividades del mes de la Biblia. • Participo en los tiempos de misión • Me integro a la vida en comunidad. 6. Concluyamos con el Padre Nuestro, Ave María Gloria. Nos damos un abrazo fraterno y vivamos con gozo y como comunidad la Palabra que Dios ha puesto en nuestros corazones solicitando y acudiendo al llamado que Jesús nos hace hoy.

Primer Encuentro de Evangelización Semana del 4 al 9 de Septiembre

Convocados por la Palabra “Felices los que escuchan la Palabra de Dios y la cumplen” Lucas 11,28 Ambientación Septiembre es el mes dedicado a la Biblia, para ambientar el lugar donde realizamos el Encuentro de este mes se puede preparar un altar, en el centro del cual se pone una biblia grande, adornada con flores y velas, o lámpara de aceite. En las paredes y de manera clara se ponen los carteles con el valor y el lema del mes de septiembre. Todos los Encuentros se deben realizar con la Biblia, todas las personas participantes deben llevarla en las manos. Además, se recomienda a todos y todas los que tengan celulares con internet que se descarguen una Biblia católica, que sea una buena aplicación y fácil de usar; de esta manera no saldrán nunca de casa sin llevar la Biblia. Cantos: Se ponen unos cantos de acogida y de animación Oración inicial: Se inicia entronizando la Biblia en el lugar que se colocará en medio del grupo reunido. Algunos traen la Biblia con velones y flores desde atrás mientras todos cantan con alegría a la Palabra de Dios. Después de colocarla se hace la invocación del Espíritu Santo. Al final unos dicen el valor

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del mes: CONVOCADOS POR LA PALABRA. Y otros responden con el lema del mes: “Se mantenían constantes en las enseñanzas de los apóstoles”. Canto: Tu Palabra, aleluya, es eterna, es eterna… Introducción Estamos iniciando el Primer Encuentro de Evangelización del mes de septiembre dedicado a la Biblia, Palabra escrita de Dios. Cuando escribimos Palabra con mayúscula es para nosotros siempre la Palabra de Dios. Según el diccionario, Convocar significa “citar, llamar, congregar, invitar o reunir una o varias personas de manera simultánea para que concurra a un sitio o a un acto” Convocados por la Palabra nos hace entender que somos citados, llamados y congregados por la Palabra de Dios. Este mes dividimos el tema en dos partes: convocados por la Palabra y convocados para la Palabra. El primero podría dar más importancia al ser Discípulos, y el segundo a ser Misioneros; discípulos a la escucha de la Palabra y misioneros que llevan la Palabra a las demás personas. Sabemos, desde Aparecida, que los y las creyentes no podemos separar el ser discípulos y del ser misioneros, aquí los separamos un poco es para explicarlo mejor. Iluminación Bíblica: Nehemías, 8,1-12 Este es uno de los textos del Antiguo Testamente más importantes sobre los efectos de la Palabra de Dios. Partiendo de Nehemías nos preguntamos: ¿Quién la proclama? ¿Cómo la proclaman? ¿Se explica o se deja a la libre interpretación? Como la Palabra no es cuestión solo de proclamarla ni solo de escucharla, debe ser explicada, entendida y atendida, ¿Qué frutos produce en quienes la escuchan? ¿Cómo aplicamos esta lectura a nuestra vida y a la vida de la comunidad en que nos congregamos? Canto: Tu Palabra me da vida. Reflexión De la lectura del libro de Nehemías concluimos que Dios convoca al pueblo por medio de su Palabra: las personas examinan su conducta como individuos y como pueblo, concluyendo que han fallado, no han sabido responder a esa Palabra; el pueblo se postra rostro en tierra para reconocer su humildad, su arrepentimiento y también la adoración debida a Dios. Esas personas y el pueblo, después de escuchar, entender y atender a la Palabra de Dios transforman su modo de actuar. Esto nos indica lo importante que es ser y sentirnos convocados y convocadas por la Palabra de Dios. Este texto nos hace pensar si también nos sentimos conmovidos, si somos capaces hasta de llorar al escuchar la Palabra, si nos dejamos tocar el corazón, o si solo la oímos y no penetra en nosotros y nosotras. El Señor nos habla todos los días. Hay lugares especiales donde esa Palabra es más clara, debemos acudir y participar activamente en esos

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Se mantenían constantes en la enseñanza de los apóstoles

lugares o esos medios por los cuales Dios se hace presente con su mensaje. Los católicos y católicas debemos ser personas necesitadas, hambrientas de la Palabra de Dios. Sí, los católicos y católicas encontramos nuestro alimento diario, nuestro reponer las fuerzas, en la Eucaristía y en la Palabra. Por eso es necesario que, como personas individuales, y también como grupo, movimiento o comunidad nos interesemos en encontrarnos con Cristo por medio de su Palabra. Estando claros que “la ignorancia de las Escrituras es ignorancia de Cristo”, decía San Jerónimo. Escuchar a Dios para poder responderle Es tiempo de ahondar cada día más en la Palabra, tanto en la vida personal como en todo el apostolado. Esa Palabra llega a nosotros y nosotras para penetrar en el interior, no para quedarse en el oído; es necesario abrir el corazón y la inteligencia a Dios que nos habla. Debemos tener la costumbre, el hábito de leer, escuchar y prestar atención a la Palabra. Este es el consejo de la misma Biblia, desde el comienzo hasta el final. En el Génesis (el comienzo) se nos dice: “Oyeron los pasos del Señor que se paseaba por el jardín al fresco de la tarde y el hombre y su mujer se escondieron de su vista entre los árboles del huerto. Pero el Señor Dios llamó al hombre diciendo ¿Dónde estás?” (Gen 3,8-9). El Señor llamaba a Adán y Eva, ellos se escondieron, no querían escucharlo. En el Apocalipsis (el libro final) se nos habla:“Mira que estoy a la puerta llamando: si uno me oye y me abre, entraré en su casa y cenaremos juntos” (Ap. 3,20). De principio a fin se nos recomienda escuchar a Dios que nos habla, poner atención a esa Palabra, para que Dios entre en nuestra casa, en nuestra vida; dejemos entrar a Dios abriendo la puerta a su Palabra. Debemos frecuentarla en los lugares donde está, leyendo la Biblia, escuchando lugares donde se lee, comenta, explica y aplica; participando en cursos y retiros sobre ella; familiarizándonos con su uso y su comprensión; guardándola como un tesoro, que no lo tenemos escondido por miedo a que se pierda, sino bien a la vista para que nos sirva y sirva también a las demás personas. También merece un comentario el texto puesto como lema de este Encuentro, el de Lucas 11,28, “Felices los que escuchan la Palabra de Dios y la cumplen”. Para este evangelista el tema debe ser importante ya que en escenas separadas y ambientes distintos repite el mismo contenido: una vez cuando la madre y los familiares van a buscarlo (Lc 8,19-21) y la otra, el texto citado (Lc 11,20-21), cuando una mujer grita una alabanza sobre su Madre y le da esa respuesta sobre escuchar la Palabra de Dios. Se nos invita a formar parte de la familia de Cristo escuchando la Palabra. Dicho de otra manera, para formar parte del grupo, de la comunidad, de la familia de Jesús es necesario convertirse en sus discípulos por el camino de la escucha, y esto nos llevará a una nueva identidad, a formar parte de una nueva familia. No podemos formar parte de la Iglesia sin estar en comunidad, y formamos parte de la comunidad porque nos sentimos llamados, convocados, reunidos por la Palabra, que la escuchamos muchas veces, de forma continuada

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e intensa, también obediente, ya que los dos textos de Lucas nos piden escuchar y cumplir. Convocados por la Palabra nos supone participar asiduamente en su escucha, en ser comunidades reunidas por ella, ministerios basados en sus enseñanzas y todos, tanto personas, comunidades como ministerios que la amamos, la llevamos en el corazón y la ponemos en práctica en la vida. Canto: Atentos a escuchar… (O: Sois la semilla que ha de crecer, sois espiga…) Reflexión comunitaria ¿Dónde y cuándo nos habla Dios en el mundo actual? Señalemos los principales espacios de ese hablar de Dios. También las principales dificultades para escuchar la Palabra de Dios hoy. ¿Qué podemos hacer para escuchar más y mejor la Palabra? ¿Qué podemos hacer para que otras personas escuchen esa Palabra? Principales frutos de la Palabra en mi vida personal; damos algún testimonio. Oración final: Alguien ha preparado con tiempo esta oración y la realizan ahora. Debe ser una oración en la que se use la Palabra de Dios. De otra forma se termina recitando todos juntos algún salmo. Canto de despedida: Vívela (de Martín Valverde) https://www.youtube.com/watch?v=IoTsGVUxf00

Semana Bíblica

11 al 15 de Septiembre del 2017 Introducción Este año la Iglesia en su Itinerario de Evangelización, dentro del Plan Nacional de Pastoral, nos invita a la “Participación”. Aunque la fe es personal, estamos llamados a vivirla y expresarla en comunidad; como en los inicios de la Iglesia; las pequeñas comunidades fueron conformando la gran comunidad, que hoy es la Iglesia como la conocemos. Esas pequeñas comunidades, se congregaban alrededor de La Palabra, comunicada oralmente y después de manera escrita, cuando surgieron los evangelios y los demás escritos del Nuevo Testamento. Esa misma palabra, que congregaba a los primeros seguidores de Jesús, es la que hoy nos convoca a participar y vivir en comunidad. Este mes de septiembre, mes de la Biblia, tenemos como valor: “Convocados por la Palabra”. Ella nos convoca a todo nuestro ser y hacer como cristianos y seguidores de Quien es “La Palabra revelada del Padre”, Jesús. Nos convoca a compartir con otros nuestra fe, y por tanto a la participación en las diversas formas que propone la iglesia, como manera de ir haciendo comunidad. El termino participación hace referencia a comunión “koinonía”. La raí­z del término griego koinoní­a (la Vulgata traduce por communio, comunión)

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incluye como primer sentido el de “participación”; se trata de tener parte en alguna cosa o de tener alguna cosa en común, o también, de actuar junto con alguien. Así­pues, esta noción une en sí­misma significados diferentes, pero complementarios. Podrí­a decirse que, en el uso que hace de ella el Nuevo Testamento y sobre todo los escritos de San Pablo, se junta un sentido “mí­ stico”, con el que se remite al misterio í­ntimo de la vida divina en la que está llamado a participar el hombre por la gracia de Dios, con un sentido eucarí­stico y sacramental, que indica la comunión del hombre con Cristo, y con un sentido eclesiológico que indica la unión de los cristianos entre sí­, ligados por ví­nculos multiformes. Todo ello podrí­a resumirse diciendo que “el sentido original de “comunión” o “comunidad”, es “común participación en Jesucristo (1 Cor 1,9; 1 Jn 1,3.61) en su pasión (Flp 1,5), en su fe (Flm 6) y en su servicio (1 Cor 8,4). Basado en todos estos términos con los que está relacionado el concepto de participación, proponemos para esta Semana Bíblica, para el primer encuentro una celebración de apertura en la que nos dejamos convocar por la Palabra; para los siguientes 4 encuentros la propuesta es dejarnos convocar por la Palabra para amar, para vivir en comunidad, para vivir la caridad fraterna como participación en el servicio; y finalmente como somos convocados a partir el pan, como manifestación de intima comunión con Cristo Jesús. Sugerimos que esta semana Bíblica sea realizada en la primera o segunda semana de septiembre, para motivar los encuentros en los sectores y las visitas a los hogares con la Biblia. Primer día

CELEBRACIÓN DE APERTURA

Convocados por la Palabra “Esta Escritura que acaban de oír se ha cumplido hoy” (Lc 4,21) Recomendaciones para esta Semana Bíblica:  Les proponemos dar inicio a la misma con una celebración de la Palabra, que orientará los encuentros que realizaremos durante esta semana. Se trata de aprovechar esta semana, para que como discípulos-misioneros de Cristo, podamos confrontar nuestras vidas a la luz de la palabra de Dios.  Ubicar la asamblea de tal modo que los participantes se sientan acogidos y que el ambiente los atraiga o le inste a la oración.  Preparar un trono para ubicar la biblia durante esta semana de encuentro con la Palabra a través de la palabra escrita. Preparar 7 estrellas poniendo una de estas palabras en su centro: Leer, explicar, comprender, escuchar; llorar, dar, celebrar. Adaptamos para esta parte un Curso de Lectio Divina de Fidel Oñoro, de Colombia. 1. Monición: Queridos hermanos, sintiéndonos invitados, convocados por Dios a través de su palabra, les invitamos a entrar en esta semana

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bíblica que damos inicio con esta celebración de la palabra. Les invitamos a sumir la aptitud de discípulo frente a la palabra que se proclamará, sabiendo que el discípulo es como la oveja que escucha la voz de su Pastor y tras él encamina sus pasos. En esta celebración adoptamos esa actitud fundamental del discípulo, situándonos ante la Palabra de Dios que se nos ofrece en la Sagrada Escritura con toda reverencia y recibiéndola como la voz misma de Dios que nos habla. Los invitamos a exteriorizar nuestra mejor disposición poniéndonos de pie y acompañando con la mirada la procesión de la Palabra que es fuente de vida. 2. Procesión y entronización de la Sagrada Escritura: Entra el presidente de la celebración con la Biblia en alto y en medio de dos cirios. Todos cantamos “Tu Palabra me da vida…”. Al final del recorrido besa el libro y lo deposita en el lugar donde quedará expuesta durante esta semana. 3. Oración inicial: “Dios nuestro, Padre de la luz, / Tú has enviado al mundo tu Palabra, Sabiduría que sale de tu boca/ Y que ha reinado sobre todos los pueblos de la tierra (Eclesiástico 24, 6-8). /Tú has querido que ella haga su morada en Israel/ Y, que, a través de Moisés, los Profetas Y los Salmos (Lucas24, 44) / Ella manifieste tu voluntad Y hable a tu pueblo de Jesús, el Mesías esperado / Finalmente, has querido que tu propio Hijo, Palabra eterna que de ti procede se hiciese carne (Juan 1,1-14)/ Y plantase su tienda en medio de nosotros. / Él, nació de la Virgen María Y fue concebido por el Espíritu Santo (Lucas 1,35). Envía ahora tu Espíritu sobre mí: Que Él me dé un corazón capaz de escuchar (1 Reyes 3,9), / Me permita encontrarte en tus Santas Escrituras y engendre tu Verbo en mí. / Que el Espíritu Santo levante el velo de mis ojos (2 Cor 3, 12-16). / que Él me conduzca a la Verdad Completa (Juan 16,13) / y me dé inteligencia y perseverancia. / Te lo pido por Jesucristo, nuestro Señor, que sea bendito por los siglos de los siglos. Amén”. (E. Bianchi) 4. Proclamación de la Palabra: Nehemías (8,1-6.8-9.11.14-15.18) Salmo Responsorial: R./ Queremos escuchar tu voz, Señor Vengan, postrémonos por tierra, / bendiciendo al Señor, creador nuestro./ Porque él es nuestro Dios, / y nosotros somos su pueblo, / el rebaño que él guía. Ojalá escuchéis hoy su voz: / no endurezcan el corazón como en Meribá,/ como el día de Masá en el desierto: cuando sus padres me pusieron a prueba, y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras. Evangelio según San Lucas (4,16-21) 5. Pausa de silencio: Después de un breve silencio, quien preside puede orientar con estas palabras: En silencio acogemos con respeto la Palabra de Dios que ha sido proclamada: ella es un don de Dios, un

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signo del amor de Dios para nosotros. Recordemos el dictado patrístico: “Los ojos se posan en las palabras, pero luego el corazón reposa en el sentido”. 6. Breve meditación: Las siete estrellas de la enseñanza-aprendizaje de la Palabra de Dios (Lectores voluntarios para las estrellas. Cada uno tiene una estrella en la mano en la que está escrita la palabra correspondiente. Leerlas de manera pausada, y entre una y otra, procurar espacio de silencio). Quien preside esta meditación dice: En un momento de meditación vamos a retomar la primera lectura. Vamos a señalar algunos puntos llamativos en el texto de Nehemías. Con todo, cada uno de nosotros procurará ver los enlaces que tiene con el Evangelio. En el texto de Nehemías 8, el personaje dominante es Esdras, el sacerdote escriba, quien presta su servicio a la Palabra de Dios mediante la lectura y la explicación. Él se comporta como un maestro significativo porque nos revela cómo podemos llegar a ser maestros de la Palabra de Dios. En este episodio podemos ver siete “estrellas”, o sea una constelación de siete componentes que son la representación de este magisterio de la Palabra: 1ª. Estrella: Leer la Palabra de Dios, “por partes separadas”: Los hebreos no llaman a la Biblia “escritura”, como nosotros; la llaman miqrá, o sea “la lectura”. Hay que poner la palabra ante los ojos, en los oídos y en el corazón. 2ª. Estrella: Explicar: La explicación llamada “exégesis”, la que busca desentrañar los sentidos genuinos del texto, es necesaria. “Sin la penetración en las palabras, en el sentido de las palabras, ¿cómo puedo entender la Palabra?”. Esta es una frase de Máximo el Confesor, un místico palestino, nacido en las alturas del Golán, de padre samaritano y madre esclava persa; habiendo vivido en la tierra de Jesús, tuvo un final emblemático también para un maestro: le cortaron la lengua y la mano derecha, los dos elementos de la palabra y de la acción, para castigarle como anunciador de la verdad del evangelio. Máximo el Confesor, decía pues: “Si no conoces las palabras, ¿cómo puedes conocer la Palabra?”. ¡Hay que explicar! Hagamos esfuerzos en favor del estudio serio de la Palabra, evitemos las tentaciones, contra ciertas maneras superficiales o tendenciosas de leer la Escritura. Decir: “Toma la Palabra tal como suena, lee y practica”, puede llevar al fundamentalismo. 3ª. Estrella: Comprender: El “entender” bíblico, es un conocimiento sabroso. El “conocer” bíblico, como también el “amar”, es precisamente un conocimiento circular, simbólico. Así pues, tenemos tres palabrasestrellas en la primera línea: leer, explicar, comprender; en cambio, las otras cuatro estrellas están en la línea existencial. 4ª. Estrella: Escuchar: “Toda la gente seguía con atención la lectura. Aplicaban el oído”. En la Biblia el mismo verbo shamá” indica tanto “escuchar” como “obedecer”. Por tanto, Shemá” Israel no significa solamente “¡escucha, Israel!”, sino también “¡adhiere!”. La oración israelita Shemá” Israel, “Adonái elojénu Adonái ejád”, o sea, “Escucha Israel, el

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Señor es nuestro Dios, el Señor es uno”, indica no sólo un conocimiento de tipo intelectivo, sino el descubrimiento de una relación. De ahí lo que sigue: “Lo amarás con todo el corazón...”. El Amar viene inmediatamente después del escuchar. Por eso en el Salmo 40,7 se dice literalmente: “Me has cavado oídos”, me los has agujereado como se hacía con el esclavo; yo soy tu esclavo, tengo la oreja agujereada, en el sentido de que te he dado completamente mi adhesión. 5ª. Estrella: Llorar los pecados: El pasaje dice que los oyentes se echan a llorar, es decir, se convierten. La Palabra de Dios te hace llorar tus pecados. Es otro elemento producido por una verdadera lección: la inquietud de las conciencias; la Palabra de Dios va hasta el fondo del corazón, de otra manera todo se quedaría en una simple información. 6ª. Estrella: Dar: El texto muestra cómo las manos de los oyentes les llevan porciones de comida a los pobres. Esta es la primera reacción de la comunidad ante la lectura proclamada y explicada por el sacerdote escriba Esdras. La lección recibida de la Palabra de Dios me impulsa para ir hacia los pobres y todos los que pasan cualquier tipo de necesidad, para ofrecerles el pan de la Palabra y también el pan material. 7ª. Estrella: Celebrar: Todo termina en una fiesta. Aplicando lo que la Palabra pide, el pueblo decide celebrar la liturgia de las Chozas (también llamada “de los Tabernáculos”), que es la tercera fiesta hebrea. La última y gran enseñanza de la Palabra se produce, entonces, cuando ella se convierte en celebración litúrgica. En síntesis, tenemos siete palabras: leer, explicar, comprender; escuchar, llorar, dar, celebrar. Este es el camino de la enseñanza efectuada en la comunidad eclesial mediante los diversos ministerios del anuncio. Este es el camino que esperamos poder recorrer durante esta semana mediante la escucha orante de la Palabra del Señor, y que luego será anunciada en los sectores de nuestra parroquia. 7. Diálogo meditativo: (Cada uno con la persona que está al lado, comparte las siguientes preguntas, luego se comparten algunas experiencias en plenario. Es importante este momento, ya que la experiencia de un hermano puede iluminar la vida de los presentes). ¿Con qué disposición interna vine a esta celebración? ¿Cómo me siento? ¿Cuál de las 7 estrellas sobre la escucha-vivencia de la Palabra de Dios me llamó más la atención? ¿Qué resultados concretos espero de esta semana bíblica para mi vida personal, para mi trabajo pastoral y para mi parroquia? 8. Peticiones: La palabra nos dice y nos hace decir, presentamos al Señor peticiones espontáneas. El presidente motiva para recoger todas estas intenciones dentro de la oración por excelencia que es el Padre Nuestro. 9. Canto a María: Le encomendamos a la santísima Virgen María estos días de oración y meditación en que haremos la experiencia de fuerza vital de la Palabra de Dios. Con este canto también la invitamos para que nos enseñe su discipulado de la Palabra y nos contagie de su alegría en la misión. Cantamos: “Santa María del camino”.

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Segundo día Convocados por la Palabra para amar Canto: El amor de Dios es maravilloso. Oración: Oremos con el Salmo 107 Introducción: El amor como valor es la fuerza para impulsarnos hacia cualquier cosa de bien. El amor entre Dios y los hombres se había revelado en el Antiguo Testamento desde la creación del mundo (gene, 2: 23) hasta la liberación del pueblo de Israel (Éxodo, 6: 5,17) así como la entrega de su Hijo para nuestra salvación y liberación y liberación de nuestros pecados. Ese amor que desde el principio de los tiempos Dios Padre muestra por su pueblo y que llega a su plenitud en la entrega de su propio Hijo, es el amor que estamos convocados a vivir en la intimidad con nuestro Señor y a compartir con los hermanos en comunidad, a través de la Palabra. Compartiendo la vida: Para hacernos más cercanos, compartamos el siguiente diálogo. 1. ¿En cuáles ocasiones me he sentido especialmente amado por Dios? 2. ¿Recuerdo algún texto en la Biblia, en que Dios me recuerda que me ama? 3. ¿El sentirme amado por Dios me motiva a amar a otros? 4. ¿Recuerdo algún texto en la Biblia que me convoca a amar a los demás? 5. ¿Cuáles frases bíblicas son las que me hacen sentir que amo a Dios? Texto Iluminador: Juan 15, 9-12 Reflexión: Desde el principio de los tiempos Dios muestra su amor por el hombre y por su pueblo de muy diversas, pero Cristo Jesús, su único Hijo es su mayor manifestación de amor; Él es la Palabra encarnada del Padre. El evangelista nos habla de ese amor infinito del Padre por el Hijo y del que el Hijo a su vez es consciente. De la misma manera que Jesús experimenta el amor del Padre, nos ama, y nos lo expresa; y entonces nos convoca amarnos entre nosotros. Somos convocados doblemente al amor: Es la “Palabra Encarnada”, en Jesús, y la Palabra revelada y escrita en los textos bíblicos, las que nos invitan y proponen a vivir en el amor. Vivir en el amor y permanecer en el amor es cumplir los mandamientos del Padre que el mismo Jesús cumplió y que nos manda a cumplir a nosotros. La invitación es a dar frutos a través del amor. Fijemos nuestra mirada en un detalle, aunque la respuesta al llamado de Jesús a amarnos y cumplir sus mandamientos es personal, la invitación es comunitaria, por tanto, estamos convocados a “participar” de la vida de comunidad, a hacer comunión con los demás, que es la única forma en que el amor puede dar frutos, cuando encontramos alguien a quien amar y cuando nos dejamos amar por otros. Dejemos que la PALABRA nos sigan convocando a dar frutos de amor, participando de la vida de la comunidad, porque solo el amor tiene la capacidad de hacer que esa Palabra acogida se vuelva práctica, hechos y gestos de vida entre nosotros.

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La Palabra de Dios y la caridad efectiva “El compromiso por la justicia, la reconciliación y la paz tiene su última raíz y su cumplimiento en el amor que Cristo nos ha revelado. Al escuchar los testimonios aportados en el Sínodo, hemos prestado más atención a la relación que hay entre la escucha amorosa de la Palabra de Dios y el servicio desinteresado a los hermanos; todos los creyentes han de comprender «la necesidad de traducir en gestos de amor la Palabra escuchada, porque sólo así se vuelve creíble el anuncio del Evangelio, a pesar de las fragilidades humanas que marcan a las personas». Jesús pasó por este mundo haciendo el bien (cf. Hch 10,38). Escuchando con disponibilidad la Palabra de Dios en la Iglesia, se despierta «la caridad y la justicia para todos, sobre todo para los pobres». Nunca se ha de olvidar que «el amor –caritas– siempre será necesario, incluso en la sociedad más justa... Quien intenta desentenderse del amor se dispone a desentenderse del hombre en cuanto hombre». Exhorto, por tanto, a todos los fieles a meditar con frecuencia el himno a la caridad escrito por el Apóstol Pablo, y a dejarse inspirar por él: «el amor es comprensivo, el amor es servicial y no tiene envidia; el amor no presume ni se engríe; no es mal educado, ni egoísta; no se irrita, no lleva cuentas del mal; no se alegra de la injusticia, sino que goza con la verdad. Disculpa sin límites, cree sin límites, espera sin límites, aguanta sin límites. El amor no pasa nunca» (1 Co 13,4-8). (…) Por tanto, el amor al prójimo, enraizado en el amor de Dios, nos debe tener constantemente comprometidos, personalmente y como comunidad eclesial, local y universal. Dice san Agustín: «La plenitud de la Ley y de todas las divinas Escrituras es el amor... El que cree, pues, haber entendido las Escrituras, o alguna parte de ellas, y con esta comprensión no edifica este doble amor de Dios y del prójimo, aún no las entendió»”. (Benedicto XVI, Verbum domini, 103) Comprometiéndonos Repartir una papeleta en blanco de ambos lados a cada uno de los asistentes para que de un lado escriban uno o dos gestos de amor que tiene con los demás y del otro lado los gestos de justicia que siente Dios le llama a realizar como testimonio de amor a Él y a los hermanos. Luego en un clima de oración compartir el contenido de la papeleta con los más cercanos y se pasa a la oración final. Oración: Como signo de que vivimos el amor y cumplimos los mandamientos de Dios en Comunidad, tomados de las manos rezamos la oración de los cristianos: Padre Nuestro…. al final compartimos un abrazo de Paz. Canto: Les doy un mandato nuevo. Tercer día

La Palabra de Dios nos convoca a vivir en comunión

Orientaciones para este día: Dramatizar el hecho de vida propuesto en Compartiendo la vida punto 3. 1. Canto: “Entremos a la asamblea…” (Cancionero Vocacional 26);

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2. Oremos con el Salmo: 133 (132). Motivación: El mensaje de este día es una invitación a buscar la unidad y convivencia con nuestros hermanos de Fe, ya que el Señor nos convoca, a través de su Palabra, para poner en común los dones y bienes que Él ha puesto en nuestras manos, y así lograr más integración en las comunidades. 3. Compartiendo la vida: En una comunidad campesina del país, una joven llamada Pericia, los familiares y vecinos le llamaban “La Loca”, no conoció su padre y fue criada por su madre, junto a otro hermano. Ella ayudaba en los quehaceres de las casas a las personas del vecindario; pero nadie se preocupaba de que ella estudiara o tuviera una vida digna. Los muchachos se burlaban y abusaban de ella; trajo dos hijas al mundo, siendo adolescente y sin contar con los papas. Comenzó a trabajar donde quiera que aparecía un trabajo: en casa de familia, en bares, en lavaderos u otros; amanecía con las niñas donde le cogía la noche. Lloraba y sufría mucho, porque no quería que sus hijas vivieran su experiencia. Una catequista la vio en el parque pidiéndole a Dios que la ayudara, se acercó a ella y le hablo de la palabra de Dios, de la esperanza que contiene, la acompañó a casa de su madre, llamó a otros vecinos, le pidieron que le cuidara las niñas, que le perdonara para que ella pudiera salir adelante, que entre todas iban a colaborar; le consiguieron un empleo ayudando a cuidar una anciana, allí le enseñaron a orar, le hablaron de la importancia de congregarse tanto en la iglesia como en su familia para orar y conocer la palabra de Dios; una amiga de la familia le enseñó a leer y a escribir; al encontrarse con Dios comenzó a ayudar otras jóvenes y a compartir su experiencia en grupos de jóvenes; se siguió preparando haciendo cursos técnicos; siempre se reúne en casa de su madre con sus hijas y las colaboradoras vecinas. Hoy tiene un empleo, que puede sostener su familia y colabora también con sus vecinas en la medida de lo posible. Mantiene una red de comunicación con jóvenes y adultos, orientándoles y enviándoles mensajes de la Palabra de Dios que lleven esperanza, alegría y dan sentido a la vida. Participando en el Dialogo 1. ¿Conoce algún caso parecido a este en tu entorno? 2. ¿Qué parte de este hecho es una muestra de la comunión? 3. ¿Si te encontraras con una situación como esta, qué harías? 4. Texto Iluminador: 1 Juan, 3-10 La realidad vivida por la joven Pericia es una experiencia que nos interpela y nos invita a descubrir el valor de la comunión fraterna. 5. Reflexión: Cuando los cristianos se han encontrado con la Palabra de Dios, y la ponen al servicio de los demás, se cumple la promesa de Dios a su pueblo, al decir: “Siempre estaré con ustedes”, entonces, si Él está con nosotros y

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nosotros a su vez lo damos a conocer a los demás, se da una unidad entre cada ser humano, Dios y los que nos rodean, convirtiendo esa realidad en “comunión fraterna”, en luz para los que andan en la oscuridad. Esto lo verificamos al escuchar el relato de la vida de Pericia, la participación de la catequista y los vecinos en el cambio de actitud de la joven; ya que ella andaba sin rumbo, se puede decir en la oscuridad, porque no conocía la Palabra de Dios. La catequista extiende esa Palabra y la hace acción, siendo luz tanto para Pericia, su madre, sus vecinos y todo el que, como dice San Juan en el capítulo 1 de su 1era Carta “Lo que han visto y oído debe ser anunciado para que estén en comunión con el Padre, su Hijo Jesucristo y nosotros como mensajeros de luz´. Esta unión en el servicio lleva a Pericia a encontrarse con Dios, lo que la convierte en un agente de luz que da sentido a la vida de otros seres humanos, no solo en su comunidad, también a través de las redes sociales. Este hecho nos muestra que la unidad hace que la fuerza del Amor de Dios, la comunión y colaboración de otros seres humanos nos pone en camino a participar de la extensión del Reino de Dios y su justicia. Concluyamos con esta orientación del Papa Benedicto XVI: La Iglesia en “El Sínodo ha dirigido muchas veces su atención a los fieles laicos, dándoles las gracias por su generoso compromiso en la difusión del Evangelio en los diferentes ámbitos de la vida cotidiana, del trabajo, la escuela, la familia y la educación. Esta tarea, que proviene del bautismo, ha de desarrollarse mediante una vida cristiana cada vez más consciente, capaz de dar «razón de la esperanza que tenemos» (cf. 1 P 3,15). Jesús, en el Evangelio de Mateo, dice que «el campo es el mundo. La buena semilla son los ciudadanos del Reino» (13,38). Estas palabras valen particularmente para los laicos cristianos, que viven su propia vocación a la santidad con una existencia según el Espíritu, y que se expresa particularmente «en su inserción en las realidades temporales y en su participación en las actividades terrenas». Se ha de formar a los laicos a discernir la voluntad de Dios mediante una familiaridad con la Palabra de Dios, leída y estudiada en la Iglesia, bajo la guía de sus legítimos Pastores. Pueden adquirir esta formación en la escuela de las grandes espiritualidades eclesiales, en cuya raíz está siempre la Sagrada Escritura. Y, según sus posibilidades, las diócesis mismas brinden oportunidades formativas en este sentido para los laicos con particulares responsabilidades eclesiales”. (Benedicto XVI, Verbum domini, 88). • Al concluir este encuentro, ¿Qué opinión te merece el tema que hemos tratado? 6. Compromiso: compartir esta experiencia de vida, en tu familia y extenderla a alguien de tu comunidad que haya perdido la esperanza. 7. Oración Final: Formar un círculo y unidos de las manos orar con el Salmo 85 (84), 9 - 13. Se hacen oraciones espontáneas y se concluye con el Padre Nuestro, Ave María y un abrazo de paz que exprese la comunión fraterna. 8. Canto: “Juntos como Hermanos” (Cancionero Vocacional 30).

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Cuarto día

La Palabra nos convoca a vivir la caridad fraterna

Canto: Dame la mano #94. Donde hay amor 102 (Mi canto es joven) Oremos: con el salmo 100 (99), diciendo un verso que le haya llamado la atención. Motivación: Todos estamos invitados a vivir la caridad con el hermano que es el mismo amor de Dios, pues en el prójimo es que debemos manifestarlo; ya que Dios es abstracto y no lo vemos; entonces nos dice la palabra que si alguien dijere: Amo a Dios, pero aborrezco al hermano, miente, pues el que no ama a su hermano a quien ve, no es posible que ame a Dios a quien no ve. 1 Jn 4, 20-21, por lo que vamos a descubrir en el siguiente caso como se manifestó la caridad fraterna. Compartiendo la vida, (Se puede dramatizar) En la comunidad del noroccidente del país vivía una señora de unos 45 años, llamada Enemencia Pin, esta persona fue casada, tuvo un hijo, pero adquirió una enfermedad que le llaman elefantiasis. Este es un síndrome caracterizado por el aumento de algunas partes del cuerpo, especialmente las extremidades inferiores y los órganos genitales externos. Cuando el esposo fue viéndola empeorar le cogió miedo, asco y decidió irse de la casa, dejándola sin hogar propio (tenía que pagar una habitación) sin trabajo y con un hijo de 16 años que tampoco trabajaba y lo que hacía era estudiar. Dicha mujer carecía de mucha familia, a su edad era huérfana de padre y madre, solo tenía un hermano que chiripeaba para atender la familia que había formado. Enemencia seguía en su habitación, tenía pocas personas que la visitaban y sobre todo le daba mucha vergüenza dejarse ver, por eso evitaba llamar vecinos o algún conocido. Sus muslos, sus extremidades inferiores seguían creciendo y últimamente para ir de la cama al baño resultaba algo difícil. Un día Rosa, su vecina, escucho un estruendo fuerte de algo que cayó y se rompió; corrió a ver qué paso y encontró a la enferma en el piso, sangrando por los pies; pues al entrar al baño no cavia y arrancó el lavamanos, este cayó al piso y con los restos la corto. Esta vecina llamo otros vecinos y la sacaron al hospital. Los médicos le curaron las heridas, la vecina busco al hermano y este no se responsabilizó. Al salir del hospital, Rosa la recibió en su casa, ya que el joven hijo, en el liceo se había encontrado una novia y esta se lo llevó para su casa, se juntaron e hicieron vida común, se olvidó de la madre y rara vez preguntaba por ella. Enemencia lloraba y se deprimía, pero la vecina Rosa velaba por ella oraban juntas y la animaba. Transcurrieron cuatro años, Enemncia murió; Rosa le dio cristiana sepultura, pocos o ningún pariente se enteró. Participando en el diálogo 1. Hay acto de amor o caridad en este hecho?

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2. Ponte en el lugar de los tres personajes: Enemencia - Su familia - Rosa ¿Cómo reaccionarías tú? 3. Visto o convocado por la palabra ante cualquier situación ¿Cuál sería tu reacción? Texto iluminador: 1 Cor. 13, 1 -7 A continuación, pasemos a leer en voz alta y lento, que se entienda el texto dado; así podremos descubrir y edificar nuestra caridad por el hermano que me necesita. Actualizando la Palabra La vida de todo verdadero cristiano debe estar basada en la caridad que es el eterno amor del padre. Un cristiano que ama a Dios debe mostrar amor fraterno, ya que, en el encuentro con el prójimo, vecino, amigo es que nuestra vocación de servicio amor, entrega, se manifiesta. Aunque tuviera una fe para mover montañas si no tengo amor traducido en caridad con el hermano no hay nada, de nada me vale. Hay muchas personas por cualquier lugar que encontramos en nuestro caminar en el diario vivir a las que podemos amar sirviéndole hasta con un ayudarles a pasar, sostenerse, sonreírle, escucharlo, visitarlo, poner en sus manos algo que le ayude aligerar el problema inmediato; como también darle a conocer el amor del padre por medio de Jesucristo. Son muchos los medios en que podemos servir por amor al prójimo. No llegaremos a la presencia de Dios a ocupar un puesto a su derecha, aunque me haya pasado la vida hablando en lenguas de ángeles, si no practico la caridad. No basta decir amo a Dios, amo al hermano; hay que vivirlo y darse de alguna manera al servicio de la comunidad. Dios en su inmensurable amor, se hizo carne y se entregó por nosotros para salvarnos del mal. Derramo su sangre y sufrió en carne viva el flagelo de la soledad, de la traición, de la incomprensión, de la injusticia, de la calumnia; todo esto por amor al prójimo o al hermano. Nosotros debemos sincerarnos y mirarnos hacia dentro para ver si nuestras vidas van dejando huellas de caridad o sencillamente soy como una campana que resuena o un platillo estruendoso. Concluimos con estas palabras del Papa Benedicto XVI: “La Palabra divina ilumina la existencia humana y mueve a la conciencia a revisar en profundidad la propia vida, pues toda la historia de la humanidad está bajo el juicio de Dios: «Cuando venga en su gloria el Hijo del hombre, y todos los ángeles con él, se sentará en el trono de su gloria y serán reunidas ante él todas las naciones» (Mt 25,31-32). En nuestro tiempo, con frecuencia nos detenemos superficialmente ante el valor del instante que pasa, como si fuera irrelevante para el futuro. Por el contrario, el Evangelio nos recuerda que cada momento de nuestra existencia es importante y debe ser vivido intensamente, sabiendo que todos han de rendir cuentas de su propia vida. En el capítulo veinticinco del Evangelio de Mateo, el Hijo del hombre considera que todo lo que hacemos o dejamos de hacer a uno sólo de sus «humildes hermanos» (25,41.45), se lo hacemos o

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dejamos de hacérselo a Él: «Tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme» (25,35-36). Así pues, la misma Palabra de Dios reclama la necesidad de nuestro compromiso en el mundo y de nuestra responsabilidad ante Cristo, Señor de la Historia. Al anunciar el Evangelio, démonos ánimo mutuamente para hacer el bien y comprometernos por la justicia, la reconciliación y la paz”. (Benedicto XVI, Verbum domini, 99) Compromiso: visitar a un huérfano y proveerle con una ayuda. Oración final: Un voluntario se dirige al señor. Quinto día

La Palabra nos convoca a partir el pan

Orientaciones para el encuentro: Fomentar la participación dentro de las actividades que preparemos en muy importante pues de esa forma construimos comunidad. Este encuentro lo vamos a dividir en tres partes: oración inicial y reflexión breve, encuentro con la palabra y compartir fraterno. Sugerimos llevar copias del texto y de las preguntas para el encuentro con la Palabra ya que algunos no tienen Biblia o no saben buscar las citas. Canción: Tú eres Señor el pan de vida Oración: Nos ponemos en tu presencia y te pedimos que estas palabras de San Juan nos lleven a buscar el verdadero pan: “Yo soy el pan de la vida. Vuestros padres comieron el maná en el desierto y murieron; este es el pan que baja del cielo, para que quien lo coma no muera. Yo soy el pan vivo, bajado del cielo. Si uno come de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo le voy a dar, es mi carne por la vida del mundo.»” Amen. Juan, 6 – 46-50. Motivación: El Pan, don de Dios, es para el hombre fuente de fuerza. Pero, no es solo un medio de subsistencia: está destinado repartirse y compartirse. Casi en toda comida está presente el pan y esta supone una reunión y también una comunión. Compartir o comer el pan regularmente con alguien es ser su amigo, su íntimo, su familia (sal 41,10). La palabra de Dios en el A. T. sobre todo, a partir del exilio se insiste en la necesidad de compartir el propio pan con el hambriento: nos dice el profeta Isaías “Repartes al hambriento tu pan, y al alma afligida dejas saciada, resplandecerá en las tinieblas tu luz, y lo oscuro de ti será como mediodía.” Isaías, 58,10 De una manera especial la iglesia cristiana naciente nos habla de “la fracción del pan “que se reparte a favor de todos: el cuerpo del Señor viene a ser la fuente misma de la unidad de la iglesia (Hechos de los apóstoles). La comunidad es también alimentada con el pan de la palabra, el mismo Jesús nos invita a descubrir el alimento de la palabra que sale de la boca de Dios (Mt 4,4).

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Canción: Jesús, mi watch?v=UVT36FWo_jg

mejor

amigo

https://www.youtube.com/

Alimentémonos con el pan de la palabra: Hechos 2, 42-47 Agrupar a los participantes en pequeños grupos (4 o 5) para que compartan la lectura y contesten las siguientes preguntas: 1. ¿A qué acudían asiduamente los primeros cristianos? 2. ¿Cuáles características ves en esta comunidad? 3. ¿Cómo resolvían las necesidades de los demás hermanos? 4. ¿Cómo compartían el pan? Reflexionemos sobre la Palabra de Dios y Eucaristía “Lo que se afirma genéricamente de la relación entre Palabra y sacramentos, se ahonda cuando nos referimos a la celebración eucarística. Además, la íntima unidad entre Palabra y Eucaristía está arraigada en el testimonio bíblico (cf. Jn 6; Lc24), confirmada por los Padres de la Iglesia y reafirmada por el Concilio Vaticano II.[191] A este respecto, podemos pensar en el gran discurso de Jesús sobre el pan de vida en la sinagoga de Cafarnaúm (cf. Jn 6,22-69), en cuyo trasfondo se percibe la comparación entre Moisés y Jesús, entre quien habló cara a cara con Dios (cf. Ex 33,11) y quien revela a Dios (cf. Jn 1,18). En efecto, el discurso sobre el pan se refiere al don de Dios que Moisés obtuvo para su pueblo con el maná en el desierto y que, en realidad, es la Torá, la Palabra de Dios que da vida (cf. Sal 119; Pr 9,5). Jesús lleva a cumplimiento en sí mismo la antigua figura: «El pan de Dios es el que baja del cielo y da la vida al mundo... Yo soy el pan de vida» (Jn 6,33-35). Aquí, «la Ley se ha hecho Persona. En el encuentro con Jesús nos alimentamos, por así decirlo, del Dios vivo, comemos realmente el “pan del cielo”».[192] El Prólogo de Juan se profundiza en el discurso de Cafarnaúm: si en el primero el Logos de Dios se hace carne, en el segundo es «pan» para la vida del mundo (cf. Jn 6,51), haciendo alusión de este modo a la entrega que Jesús hará de sí mismo en el misterio de la cruz, confirmada por la afirmación sobre su sangre que se da a «beber» (cf. Jn 6,53). De este modo, en el misterio de la Eucaristía se muestra cuál es el verdadero maná, el auténtico pan del cielo: es el Logos de Dios que se ha hecho carne, que se ha entregado a sí mismo por nosotros en el misterio pascual. El relato de Lucas sobre los discípulos de Emaús nos permite una reflexión ulterior sobre la unión entre la escucha de la Palabra y el partir el pan (cf. Lc24,13-35). Jesús salió a su encuentro el día siguiente al sábado, escuchó las manifestaciones de su esperanza decepcionada y, haciéndose su compañero de camino, «les explicó lo que se refería a él en toda la Escritura» (24,27). Junto con este caminante que se muestra tan inesperadamente familiar a sus vidas, los dos discípulos comienzan a mirar de un modo nuevo las Escrituras. Lo que había ocurrido en aquellos días ya no aparece como un fracaso, sino como cumplimiento y nuevo comienzo. Sin embargo, tampoco estas palabras les parecen aún suficientes a los dos discípulos. El Evangelio de

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Lucas nos dice que sólo cuando Jesús tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio, «se les abrieron los ojos y lo reconocieron» (24,31), mientras que antes «sus ojos no eran capaces de reconocerlo» (24,16). La presencia de Jesús, primero con las palabras y después con el gesto de partir el pan, hizo posible que los discípulos lo reconocieran, y que pudieran revivir de un modo nuevo lo que antes habían experimentado con él: «¿No ardía nuestro corazón mientras nos hablaba por el camino y nos explicaba las Escrituras?» (24,32)”. (Benedicto XVI, Verbum domini, 54) Oración: invitar a los participantes a dar gracias a Dios por el pan físico y espiritual que El provee.

Segundo Encuentro de Evangelización Semana 18 al 23 de Septiembre

Convocados para la Palabra “Concede a tus siervos anunciar tu Palabra con toda valentía”, Hechos 4,29 Ambientación Como en el Encuentro Anterior, se pone el altar con la biblia adornada y los carteles del mes. En el mismo altar se pueden poner algunos materiales de los usados por los catequistas, los miembros del ministerio de liturgia, etc. en los cuales aparece tantas veces la Palabra de Dios. Se pueden poner frases bíblicas en las paredes y entregar a cada persona participante una frase de la biblia que después puede comentarla con los demás. Cantos Oración inicial: Oración inicial: Se inicia entronizando la Biblia en el lugar que se colocará en medio del grupo reunido. Algunos traen la Biblia con velones y flores desde atrás mientras todos cantan con alegría a la Palabra de Dios. Después de colocarla se hace la invocación del Espíritu Santo y se reza el Salmo 116 (115). Al final unos dicen el valor del mes: CONVOCADOS POR LA PALABRA. Y otros responden con el lema del mes: “Se mantenian constantes en las enseñanzas de los apóstoles” Se prepara una oración con y sobre la Palabra de Dios o se puede recitar todos juntos, muy despacio y con mucha unción el Salmo 116 (115). Canto: Jesús cada mañana despertaba presuroso. Introducción En el encuentro anterior reflexionábamos sobre la Palabra en nosotros, cómo nos sentimos reunidos y convocados por esa Palabra de Dios; pues bien, el don de recibir el Evangelio, el regalo de ser evangelizados, de

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sentirnos animados y orientados por la Palabra no es para quedárnosla en el interior, para aprovecharla para nosotros solos, no nos la podemos “robar” en un intimismo y personalismo individualista. Como ha señalado el Papa Francisco, se trata de “un don que no se puede conservar para uno mismo, sino que debe ser compartido. Si queremos guardarlo sólo para nosotros mismos, nos convertiremos en cristianos aislados, estériles y enfermos” (Mensaje para la Jornada Mundial de las Misiones, 20-X-2013). La Palabra llega a nosotros y nosotras para ser llevada a las demás personas, para participar en la acogida de la Palabra y participar en la misión de compartirla. Por eso el Papa, en la misma ocasión citada antes nos dice: “La fuerza de nuestra fe, a nivel personal y comunitario, también se mide por la capacidad de comunicarla a los demás, de difundirla, de vivirla en la caridad, de dar testimonio a las personas que encontramos y que comparten con nosotros el camino de la vida”. Iluminación Bíblica: Mateo 13,1-23 Este texto tan importante que lo ponen los tres sinópticos. El mismo Jesús nos hace la explicación y la aplicación de la parábola del sembrador. ¿Qué es la semilla que siembra el sembrador? ¿Quién la siembra? ¿Qué tipo de tierra somos nosotros y nosotras? ¿Qué frutos damos según esa Palabra? ¿Qué espera el sembrador que hagamos con la semilla-Palabra? Canto: Escucha, tú, la Palabra de Dios, no solo con tus oídos… Reflexión Al final del evangelio de san Marcos nos encontramos con este mandato de Jesús: “Vayan al mundo entero y prediquen el Evangelio a toda criatura”. Evangelio es lo mismo que Buena Nueva de salvación; esa Buena Nueva está principalmente en la Palabra de Dios, no exclusivamente, pero si de manera preferente. Si continuamos leyendo ese evangelio de Marcos nos damos cuenta de que el mandato de Jesús es una grave obligación para los cristianos y cristianas, porque la salvación de las otras personas depende de si prestan atención o no a la Palabra. Depende de su fe, sí, pero la fe depende de escuchar, y ese escuchar depende de si se la ha predicado o no. Lo mismo nos recuerda Pablo cuando dice en Romanos 10,14-17: “Pero ¿cómo invocarán al Señor sin haber creído en él? Y ¿cómo podrán creer si no han oído hablar de él? Y ¿cómo oirán si no hay quien lo proclame? Y ¿cómo lo proclamarán si no son enviados? Como dice la Escritura: “¡Qué bienvenidos los pies de los que traen buenas noticias! Pero es un hecho que no todos aceptaron la Buena Noticia, como decía Isaías: Señor, ¿quién nos ha escuchado y ha creído? Así, pues, la fe nace de una proclamación, y lo que se proclama es el mensaje cristiano.” La lectura leída y escuchada antes nos habla de la semilla de la Palabra que da fruto. El primer fruto que dar es la misma Palabra, es decir, llevar la Palabra a las demás personas. Pongamos el ejemplo de una familia campesina que produce arroz; cosecha unos cuantos quintales, de ellos

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vende la mayoría y el resto se lo come en su familia y los reparte entre los familiares, ¿qué va a sembrar el próximo año si no ha guardado nada? Es decir, para poder cosechar el próximo año debe guardar para poder sembrar. Igual pasa con la Palabra de Dios que viene a nosotros y nosotras, uno de los primeros frutos de esa Palabra será sembrarla en las demás personas. Quien sigue a Cristo debe vivir a la escucha de la Palabra, convocado y transformado por ella, la encarna en su propia vida, se hace verdadero testigo de ella y participa activamente en misión de presentarla a los demás. Esta misión de los cristianos y cristianas comienza por poner a otras muchas personas ante la Palabra de Dios, de modo que cuando la escuchen, comparen su vida con ella y sean conducidos al encuentro personal con Cristo. En muchas ocasiones deseamos ver los frutos de inmediato y si no los vemos nos desanimamos, pero eso no nos corresponde: pocas personas participan en las reuniones, y menos si son de formación; a muchas personas católicas les gustan las grandes manifestaciones de la Iglesia pero no el compromiso; les gustan los retiros, sobre todo los sentimentales, en los que se canta y se llora mucho, pero no los retiros que llevan a trabajar por los demás, a luchar por mejorar la Iglesia y el país, al compromiso por mejorar las estructuras… Bueno, nos gustarían esos frutos, y nos desanimamos por no verlos…. ¿pero nos corresponde a nosotros y nosotras esos frutos de la Palabra en los demás? No. Para entender esto podríamos leer las otras parábolas de Jesús sobre la semilla, la siembra, la tierra y los frutos. No podemos arrogarnos tareas que no nos corresponden, las de alimentar, guiar, confrontar con la propia vida, iluminar y cambiar le corresponde a la propia Palabra; a nosotros nos corresponde transmitirla de boca y con las acciones, el testimonio de la vida. En lo personal, como miembros de las comunidades y en todo el trabajo eclesial de apostolado, la base fundamental debe estar en conocer, vivir y manifestar esa Palabra. Por lo tanto, es necesario tener una buena formación sobre la mima. Se hace urgente una buena formación en la fe y sobre la Palabra, comenzando por sus fundamentos bíblicos: “conocer más la Palabra de Dios escrita, profundizar en su sentido, en su lectura y en su interpretación a la luz de la fe, la Tradición y las ciencias humanas, de modo que todo cristiano pueda dar razón de su esperanza”. Aprovechemos a participar en las muchas y buenas oportunidades que nos brindan la Iglesia y el Plan Pastoral de nuestra Iglesia Dominicana. Para ir terminando ponemos unas palabras del papa Francisco: Me viene a la mente, ante todo, las palabras del Evangelio de Mateo donde se dice que Jesús «viendo a la gente, sintió compasión porque estaban cansados y agobiados, como ovejas sin pastor» (Mt 9,36). ¿Cuántas personas, en las tantas periferias existenciales de nuestros días, están “cansadas y agotadas” y esperan a la Iglesia, ¡nos esperan a nosotros! ¿Cómo poderlas alcanzar? ¿Cómo compartir con ellas la experiencia de la fe, el amor de Dios, el encuentro con Jesús? Es esta la responsabilidad de nuestras comunidades y de nuestra pastoral. Hay una segunda palabra que me hace reflexionar. Cuando Jesús narra sobre el dueño de una viña que, teniendo necesidad de obreros, salió de su casa en diferentes horas del día para llamar a trabajadores para su viña (cfr.

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Mt 20,1-16). No salió una sola vez. En la parábola de Jesús dice que salió al menos cinco veces… Salir en diversas horas del día para ir y encontrar a aquellos que están en búsqueda del Señor. Alcanzar a los más débiles y a los más necesitados para darles el apoyo de sentirse útiles en la viña del Señor, aunque sea solamente por una hora. Canto: Tus palabras alientan mi vida Reflexión comunitaria ¿Hemos participado en cursos de iniciación bíblica? ¿Se imparten en nuestra parroquia o comunidad? ¿Participan muchas personas? ¿Nos interesa conocer la Palabra? ¿En nuestra parroquia o comunidad, la formación impartida en los ministerios se realiza partiendo de la Palabra de Dios? ¿Estoy llevando la Palabra a otras personas? ¿De qué manera? ¿Qué podemos hacer en nuestra comunidad o parroquia para animar en la pastoral bíblica? Oración final Entre todas las personas participantes se hace una oración de petición y se termina con el Padre Nuestro, una oración tan bíblica y querida por Jesús. También se puede hacer alguno de los salmos. Canto de despedida: Vívela (de Martín Valverde) https://www.youtube.com/watch?v=IoTsGVUxf00

Acción significativa del Sector VISITA A LOS HOGARES CON LA BIBLIA Como cada mes de septiembre, nuestra acción significativa del mes nos lleva a visitar los hogares con la Biblia, Palabra de Dios, revelada y escrita. En esta ocasión reflexionaremos acerca de cómo ella nos convoca a vivir la vida en comunidad y en comunión, como manifestación de la participación a la que estamos llamados. Siguiendo el Itinerario de Evangelización que propone el Plan Pastoral de nuestra Iglesia Dominicana, nuestro tema y valor, es: “Convocados por la Palabra”; la Palabra nos convoca a muchas cosas, primero a dejarnos amar por Jesús, a amar como Él nos ama, nos convoca a vivir ese amor en comunidad y en la comunidad compartir nuestras necesidades y compartir nuestros bienes. Esta es la manera como cumplimos el mandamiento del amor al que la Palabra nos convoca. La Palabra nos convoca, a vivir para dar vida a los demás, lo que conlleva un salir de sí mismo y de nuestras propias situaciones para vaciarnos de prejuicios y poder acompañar, y apoyar a los demás en sus situaciones de dificultad o bien en sus alegrías. La mejor manera de acompañar o apoyar a la comunidad

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donde pertenecemos es sosteniéndonos de la Biblia, libro que desde la vida fue escrito para guiar el caminar de quienes deciden seguir a Jesús y creen en su estilo de vida, en su Palabra y en su manera de actuar, pero sobre todo en el proyecto de reino y vida que predicó. La exhortación a acoger la Palabra con respeto y dignidad, como un gesto de que nos dejamos convocar por ella. PRIMERA VISITA La escucha de la Palabra de Dios nos convoca a participar en comunidad 0. Preparación: En la casa colocar un lugar especial para hacer un espacio sagrado, teniendo como centro la Biblia que se colocará después de una pequeña procesión, (cantando “Tu Palabra me da vida” u otro cántico alusivo a la Palabra), cada persona colocará al lado un símbolo que sea importante en su vida, como manera de expresar como La Palabra le ha sostenido en su caminar. La familia de la casa que se visita, al colocar la Biblia en el espacio elegido, presenta su símbolo y brevemente explica como La Palabra iluminó ese hecho de vida que conmemoran con el símbolo elegido. 1. Saludo a la familia: Los que llegan dicen: “El Señor nos convoca en esta noche a escuchar su palabra y hace su entrada en este hogar, trayendo su paz”. Respuesta de la familia: “Bienvenida sea la Palabra de Dios, que nos visita en esta noche y nos prepara para que la escuchemos y para poner en práctica su mensaje de hoy” 2. Motivación: Cada año, la Iglesia Dominicana elige un tema para ser reflexionado e iluminado por La Palabra de Dios; en este año 2017, la labor pastoral está centrada en “La Participación” a todos los niveles, una participación que lleve los feligreses a formarse y capacitarse para que, a través de los grupos, movimientos y pastorales, con sus acciones den vida a la Iglesia, haciendo cumplir su misión principal que es extender el Reino de Dios, donde no le conocen. Que el Señor llene esta familia de bendiciones y despierte en ellos el interés por llevar la palabra de Dios a otros hogares. 3. Invocación al Espíritu Santo: Con una formula aprendida o de manera espontánea. Orar con el Salmo 119 (118), 1-8. 4. Lectura de la Palabra: Filipenses 2, 1- 18 Leer en voz alta, invitando a reflexionar el texto y a expresar que frase le ha impactado o tocado. 5. Reflexión: La Carta a los Filipenses fue escrita por San Pablo, en el año 56 D.C., se dice que en ese momento estaba prisionero en Éfeso, el mensaje que

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contiene también lo dirige a nosotros hoy, ya que nos invita a imitar a Jesús, nos recuerda que hemos recibido el Espíritu Santo, que nos llena del Amor de Dios y nos capacita para tener compasión y ternura con aquellos que se han alejado de la presencia de Dios, o han decaído en la Fe; nos dice que debemos ser humildes, que en nuestras acciones debemos estar unidos por el amor, ponernos de acuerdo para que con una misma alma hacer un proyecto común, evitar la rivalidad y la vanagloria, no buscar intereses propios, sino el de los demás; hacer como Jesús que se hizo semejante a los hombres, tomando la condición de servidor, siendo obediente hasta muerte, una muerte de cruz; con este gesto de entrega y amor a la humanidad, Dios lo engrandeció y le dio el Nombre que esta sobre todo nombre “Jesús” y ante el cual toda rodilla se doble y toda lengua proclame que “Cristo Jesús es el Señor Para gloria de Dios Padre”. Cuando el cristiano escucha la Palabra de Dios, y la pone en práctica es capaz de imitar a Jesús, en sus acciones cotidianas, compartiendo Su Buena Nueva con los demás, despertando en ellos el deseo de participar con alegría y disposición en los grupos y acciones que dan vida y cumplimiento a la misión de la Iglesia. 6. Canto: “Jesús Mi Amigo” (Cancionero Vocacional 32) 7. Oraciones espontáneas: Los participantes hacen una breve oración de manera voluntaria, pidiendo al Señor por las necesidades particulares y la comunidad responde diciendo: “Ayúdame Señor a escuchar y poner en práctica tu palabra, según el modelo de vida que propone Jesús”. 8. Propósito: Que esta familia se convierta en multiplicadora de la Palabra, llevando el mensaje que escucharon a las familias más cercanas que no participaron en esta visita. SEGUNDA VISITA Jesús dejó una herencia: vivir en comunidad 0. Preparación: En la casa colocar un lugar especial para hacer un espacio sagrado, teniendo como centro la Biblia que se colocara después de una pequeña procesión, (cantando “Tu Palabra me da vida” u otro cantico alusivo a la Palabra), cada persona colocara al lado un símbolo que sea importante en su vida, como manera de expresar como La Palabra le ha sostenido en su caminar. La familia de la casa que se visita, al colocar la Biblia en el espacio elegido, presenta su símbolo y brevemente explica como La Palabra iluminó ese hecho de vida que conmemoran con el símbolo elegido.

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1. Saludo a la familia: Los que llegan dicen: “El Señor nos convoca en esta noche a escuchar su palabra y hace su entrada en este hogar, trayendo su paz”. Respuesta de la familia: “Bienvenida sea la Palabra de Dios, que nos visita en esta noche y nos prepara para que la escuchemos y para poner en práctica su mensaje de hoy” 2. Motivación: Cada año, la Iglesia Dominicana elige un tema para ser reflexionado e iluminado por La Palabra de Dios; en este año 2017, la labor pastoral está centrada en “La Participación” a todos los niveles, una participación que lleve los feligreses a formarse y capacitarse para que, a través de los grupos, movimientos y pastorales, con sus acciones den vida a la Iglesia, haciendo cumplir su misión principal que es extender el Reino de Dios, donde no le conocen. Que el Señor llene esta familia de bendiciones y despierte en ellos el interés por llevar la palabra de Dios a otros hogares. 3. Invocación al Espíritu Santo: Con una formula aprendida o de manera espontánea. Orar con el Salmo 119 (118), 9-16. 4. Lectura de la Palabra: Se invita a leer el texto bíblico, Hechos 2, 43-47, se lee en voz alta, invitando a reflexionar el texto y a expresar que frase le ha impactado o tocado. 5. Reflexión: Para los laicos la manera más idónea de seguir el evangelio y predica de Jesús, es fomentar el espíritu comunitario y asumir el estilo de vida de las primera comunidades, poner en común la vida, no es solo poner lo material al servicio de todos y todas, sino tener el compromiso y la alegría de vivir en procura de que todos tengan vida y la tengan en abundancia (jn.10,10), desde la primera comunidad que es la familia, hasta la comunidad de tu sector, de tu parroquia, de tu entornos social, laboral y político, vivir en comunidad no es un estilo del momento, es entender que la vida se hace presente cuando logras ser el grano de arena que ayuda a construir la vida de los demás. El texto nos llama a compartir con alegría y generosidad y disfrutando de la estimación general del pueblo, ese pueblo laico que desde el Vaticano II, se hace iglesia desde el espacio de trabajo, desde su ser ciudadano, desde el compartir comunitario con sentido cristiano, entendiendo que Jesús nos dejó la enseñanza de estar al pendiente y encaminar a los y las más necesitados. El Concilio nos subraya la importancia de las formas organizadas del apostolado laical, que no solo se corresponden con la naturaleza social de la persona humana, sino que son «expresión de la comunión y de la unidad de la Iglesia en Cristo.(prefacio, Asociaciones de fieles, pontificio consejo para los Laicos); en la medida que te integras como comunidad, permites que el reino de Dios, se construya en la tierra.6. Canto:

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7. Oraciones espontáneas: Los participantes hacen una breve oración de manera voluntaria, pidiendo al Señor por las necesidades particulares y la comunidad responde diciendo: “Ayúdame Señor a escuchar y poner en práctica tu palabra, según el modelo de vida que propone Jesús”. 8. Propósito: Que esta familia se convierta en multiplicadora de la Palabra, llevando el mensaje que escucharon a las familias más cercanas que no participaron en esta visita. TERCERA VISITA Seguir constantes en las enseñanzas de Jesús 0. Preparación: En la casa colocar un lugar especial para hacer un espacio sagrado, teniendo como centro la Biblia que se colocará después de una pequeña procesión, (cantando “Tu Palabra me da vida” u otro cantico alusivo a la Palabra), cada persona colocara al lado un símbolo que sea importante en su vida, como manera de expresar como La Palabra le ha sostenido en su caminar. La familia de la casa que se visita, al colocar la Biblia en el espacio elegido, presenta su símbolo y brevemente explica como La Palabra iluminó ese hecho de vida que conmemoran con el símbolo elegido. 1. Saludo a la familia: Los que llegan dicen: “El Señor nos convoca en esta noche a escuchar su palabra y hace su entrada en este hogar, trayendo su paz”. Respuesta de la familia: “Bienvenida sea la Palabra de Dios, que nos visita en esta noche y nos prepara para que la escuchemos y para poner en práctica su mensaje de hoy” 2. Motivación: Cada año, la Iglesia Dominicana elige un tema para ser reflexionado e iluminado por La Palabra de Dios; en este año 2017, la labor pastoral está centrada en “La Participación” a todos los niveles, una participación que lleve los feligreses a formarse y capacitarse para que, a través de los grupos, movimientos y pastorales, con sus acciones den vida a la Iglesia, haciendo cumplir su misión principal que es extender el Reino de Dios, donde no le conocen. Que el Señor llene esta familia de bendiciones y despierte en ellos el interés por llevar la palabra de Dios a otros hogares. 3. Invocación al Espíritu Santo: Con una formula aprendida o de manera espontánea. Orar con el Salmo 119(118), 25-32. 4. Lectura de la Palabra: Se invita a leer el texto bíblico, 2 de Pedro 1,15 se lee en voz alta, invitando a reflexionar el texto y a expresar que frase le ha impactado o tocado.

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5. Reflexión: A través de la Biblia, que es La Palabra que nos dejaron quienes vivieron más de cerca las experiencias y tradiciones de Jesús, se nos llama a ser Apóstoles hoy día desde nuestra realidad, en ella buscar la presencia de Jesús, pero sobre todo ser constantes en las enseñanzas que nos deja La Palabra, enseñanza que se manifiesta en mi obrar con el hermano/a, a quien tratare como quisiera ser tratado; Escudriñar en la Biblia como mantener mi fe viva y ser constante en mi creencia, en momentos de adversidades, es el compromiso de todo y toda cristiana comprometido y a eso estamos llamados hoy día. Solo la constancia en la Fe y el Amor de Dios, nos puede permitir llegar al Reino con las manos llenas del servicio ofrecido, de la palabra enseñada, del amor entregado a los demás; Jesús, deja a los Apóstoles enseñanzas concretas para que continúen su predicación y sean firmes en su fe, y así lo testimonian varios versículos, de los cuales podemos citar: • “No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos.” Gálatas 6:9 • “Todos los atletas se entrenan con disciplina. Lo hacen para ganar un premio que se desvanecerá, pero nosotros lo hacemos por un premio eterno.” 1 Corintios 9:25 • “Y la constancia debe llevar a feliz término la obra, para que sean perfectos e íntegros, sin que les falte nada.” Santiago 1:4 • “Esfuércense por añadir a su fe, virtud; a su virtud, entendimiento; al entendimiento, dominio propio; al dominio propio, constancia; a la constancia, devoción a Dios; a la devoción a Dios, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor. Porque estas cualidades, si abundan en ustedes, les harán crecer en el conocimiento de nuestro Señor Jesucristo, y evitarán que sean inútiles e improductivos.” 2 de Pedro 3:5-8. Hoy día, para nosotros y nosotras que nos llamamos Cristianos, La Palabra debe ser la guía para continuar la enseñanza como los Apóstoles, tanto el seguir ahondando en los elementos que sostienen mi fe, como en lograr que otros y otras puedan enamorarse de La Palabra y desde el testimonio de los Apóstoles y de sus enseñanzas, igualmente entren a ser parte de esa comunidad de Apóstoles que cree y predica con el ejemplo, no juzgando sino actuando. Hoy que este mundo convulsionado por tantos consumismo, comercial y eclesial, envuelto en banalidades que se han vendido y la hemos hechos imprescindible en nuestras vidas, requiere, demanda con urgencia signos de esperanzas desde la Fe cristiana, verdadera, real, cercana y de acogida y a eso estamos convocados, a ser testigos de la conversión que hemos vivido, de las que vivieron los Apóstoles, de las que vivieron a quienes le predicaron, pero sobre todo estamos comprometidos a ser vida del evangelio, no predicando sino obrando en consecuencia, en nuestro día a día, en nuestra vida común y corriente, la cual debe ser enseñanza, el espejo de que la Palabra vive en mí y de que ha transformado mi vida y con ella la de los que me rodean;

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6. Canto: 7. Oraciones espontáneas: Los participantes hacen una breve oración de manera voluntaria, pidiendo al Señor por las necesidades particulares y la comunidad responde diciendo: “Ayúdame Señor a escuchar y poner en práctica tu palabra, según el modelo de vida que propone Jesús”. 8. Propósito: Que esta familia se convierta en multiplicadora de la Palabra, llevando el mensaje que escucharon a las familias más cercanas que no participaron en esta visita. CUARTA VISITA Preocupémonos los unos por los otros 0. Preparación: En la casa colocar un lugar especial para hacer un espacio sagrado, teniendo como centro la Biblia que se colocara después de una pequeña procesión, (cantando “Tu Palabra me da vida” u otro cantico alusivo a la Palabra), cada persona colocara al lado un símbolo que sea importante en su vida, como manera de expresar como La Palabra le ha sostenido en su caminar. La familia de la casa que se visita, al colocar la Biblia en el espacio elegido, presenta su símbolo y brevemente explica como La Palabra iluminó ese hecho de vida que conmemoran con el símbolo elegido. 1. Saludo a la familia: Los que llegan dicen: “El Señor nos convoca en esta noche a escuchar su palabra y hace su entrada en este hogar, trayendo su paz”. Respuesta de la familia: “Bienvenida sea la Palabra de Dios, que nos visita en esta noche y nos prepara para que la escuchemos y para poner en práctica su mensaje de hoy” 2. Motivación: Cada año, la Iglesia Dominicana elige un tema para ser reflexionado e iluminado por La Palabra de Dios; en este año 2017, la labor pastoral está centrada en “La Participación” a todos los niveles, una participación que lleve los feligreses a formarse y capacitarse para que, a través de los grupos, movimientos y pastorales, con sus acciones den vida a la Iglesia, haciendo cumplir su misión principal que es extender el Reino de Dios, donde no le conocen. Que el Señor llene esta familia de bendiciones y despierte en ellos el interés por llevar la palabra de Dios a otros hogares.

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3. Invocación al Espíritu Santo: Con una formula aprendida o de manera espontánea. Orar con el Salmo 119 (118), 33-40. 4. Lectura de la Palabra: se invita a leer el texto bíblico, hebreos 10, 2425; se lee en voz alta, invitando a reflexionar el texto y a expresar que frase le ha impactado o tocado. 5. Reflexión: La Palabra que siempre convoca, en esta ocasión nos convoca a ayudarnos los unos a los otros. El texto es parte de una exhortación más amplia, en particular aquí invita a cuidar uno de los otros, a estar vigilantes del crecimiento en amor y las buenas obras. En otras palabras, nos exhorta a formar comunidad y a animarnos mutuamente. Y en una segunda propuesta invita a participar de las reuniones, o de las asambleas, es decir invita a la participación en los encuentros de hermanos, sin poner excusas como otros. Es muy actual la Palabra, porque existen entre nosotros, muchos hermanos, que desean vivir una fe muy individualista y sin muchos compromisos con el otro y con la comunidad; y la fe, aunque es respuesta personal al llamado de Dios, solo es posible vivirla en el seno de una comunidad, donde amamos y apoyamos a otros y así mismo nos dejamos amar y apoyar de los demás. En este año de la Participación, el texto no puede ser más propicio para impulsarnos a no quedarnos encerrados en nosotros mismos, y motivarnos a “participar”, de las diferentes actividades y propuestas que presenta la Iglesia durante todo el año litúrgico. 6. CANTO: “Iglesia soy y tú también”. 7. Oraciones espontáneas: Los participantes hacen una breve oración de manera voluntaria, pidiendo al Señor por las necesidades particulares y la comunidad responde diciendo: “Ayúdame Señor a escuchar y poner en práctica tu palabra, según el modelo de vida que propone Jesús”. 8. Propósito: Que esta familia se convierta en multiplicadora de la Palabra, llevando el mensaje que escucharon a las familias más cercanas que no participaron en esta visita. QUINTA VISITA Convocados a vivir la Palabra en la familia 1. Preparación: En la casa colocar un lugar especial para hacer un espacio sagrado, teniendo como centro la Biblia que se colocara después de una pequeña procesión, (cantando “Tu Palabra me da vida” u otro cantico alusivo a la Palabra), cada persona colocara al lado un símbolo que sea importante en su vida, como manera de expresar como La Palabra le ha sostenido en su caminar.

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La familia de la casa que se visita, al colocar la Biblia en el espacio elegido, presenta su símbolo y brevemente explica como La Palabra iluminó ese hecho de vida que conmemoran con el símbolo elegido. 2. Saludo a la familia: Los que llegan dicen: “El Señor nos convoca en esta noche a escuchar su palabra y hace su entrada en este hogar, trayendo su paz”. Respuesta de la familia: “Bienvenida sea la Palabra de Dios, que nos visita en esta noche y nos prepara para que la escuchemos y para poner en práctica su mensaje de hoy” 3. Motivación: Cada año, la Iglesia Dominicana elige un tema para ser reflexionado e iluminado por La Palabra de Dios; en este año 2017, la labor pastoral está centrada en “La Participación” a todos los niveles, una participación que lleve los feligreses a formarse y capacitarse para que, a través de los grupos, movimientos y pastorales, con sus acciones den vida a la Iglesia, haciendo cumplir su misión principal que es extender el Reino de Dios, donde no le conocen. Que el Señor llene esta familia de bendiciones y despierte en ellos el interés por llevar la palabra de Dios a otros hogares. 3. Invocación al Espíritu Santo: Con una formula aprendida o de manera espontánea. Orar con el Salmo 119(118), 33-40. 4. Lectura de la Palabra: Se invita a leer el texto bíblico, Efesios 6,1-4 se lee en voz alta, invitando a reflexionar el texto y a expresar que frase le ha impactado o tocado. 5. Reflexión: Durante todo el año hemos sido convocados a participar, a hacer comunión, sobre todo en la comunidad de creyentes. No podemos dejar de lado que a la primera comunidad a la que pertenecemos a la familia, por tanto, la propuesta está hecha hacia ella también y muy especialmente. Participar es amar, tener caridad por el otro, fijarnos y ayudar en las necesidades del otro, y el otro nunca estuvo tan cerca como en la propia familia. Ella, además de ser escuela para el aprendizaje en el hacer comunidad con otros es el espacio donde se practica y se vive la fe. La Palabra hoy nos habla de la obediencia de los hijos a su padre, dentro de lo que es justo y así mismo del amor que deben profesarles y les recuerda a los padres tener paciencia, educándolo en la disciplina e instruyéndolo en el amor. Cuan necesarias y actuales, son estas Palabras hoy, cuando hay tantas familias, donde no se sabe quién es que obedece a quien, y a quien se le debe respeto. Estamos convocados hoy a dejarnos iluminar por la Palabra para guiar nuestra manera de ser familia, para que nuestras casas dejen de ser hoteles de comida y dormida y se conviertan en verdaderos hogares, donde todos participan con amor y entusiasmo. a. CANTO: “La familia que reza unida”

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b. Oraciones espontáneas: Los participantes hacen una breve oración de manera voluntaria, pidiendo al Señor por las necesidades particulares y la comunidad responde diciendo: “Ayúdame Señor a escuchar y poner en práctica tu palabra, según el modelo de vida que propone Jesús”. c. Propósito: Que esta familia se convierta en multiplicadora de la Palabra, llevando el mensaje que escucharon a las familias más cercanas que no participaron en esta visita.

Maratón Bíblico: Lectura continua de la Palabra 1. Explicación del Maratón Bíblico En algunas comunidades ya se tiene la costumbre de realizar un Maratón Bíblico en septiembre. Aquí proponemos algunas formas de poder realizarlo. Sugerimos que lo hagan en las parroquias, sectores, comunidades, familias y hasta en las escuelas. Maratón Bíblico es una lectura continuada de la Biblia. Puede ser de la Biblia completa, lo que nos costaría como siete días; puede ser leer libros enteros, o leer unos temas bíblicos según una serie de textos ya seleccionados. Leer en voz alta, ayuda a adentrarse en el pasaje. No se trata de comprender todo el mensaje en sus detalles, pero al leer o escuchar en voz alta aparecerán nuevas visiones de los pasajes leídos. Es importante crear un ambiente de silencio y sencillez para la lectura comunitaria. Esto ayuda a abrirse a escuchar la Palabra de Dios. Los que participan deben quedarse durante toda la lectura o en gran parte de ella. Los participantes se turnan leyendo cada uno un capítulo en voz alta. 2. Objetivos del Maratón Bíblico • Escuchar lo que Dios le dice a cada persona y a la comunidad a través de la lectura y escucha de su Palabra. • Orar, reflexionar, meditar y sacar conclusiones para la propia vida o la de la comunidad, mediante la escucha de la Palabra de Dios. • Movilizar a nuestro pueblo y congregarlo en torno a la Palabra de Dios, que es vida y da vida. • Reverenciar la Palabra de Dios por medio de la lectura y meditación de la misma. • Familiarizarse con el uso, la escucha de la Palabra de Dios y fomentar el hábito de lectura de la Biblia. • Promover la lectura de la Biblia entre todas las personas de todas las edades. • Escuchar “con el corazón abierto y sincero la Palabra de Dios, para que oriente sus pensamientos, sus elecciones y acciones” (Papa Benedicto). • Crear un espacio para la evangelización. • Meter más de lleno la Palabra de Dios en el Plan Pastoral Nacional de este año 2017, reflexionando y promoviendo la PARTICIPACIÓN.

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3. Maratón de la PARTICIPACIÓN Como el año 2017 lo tenemos centrado en la Participación, también lo hacemos con este Maratón Bíblico. Usemos el método que usemos, lo realicemos en el lugar que sea, con las personas que participen… el tema de reflexión, el tema central de la Lectura de la Palabra en este año es entender, reflexionar y motivar a la Participación. Quienes deseen participar y vivir en este Maratón, podrían tener algo donde apuntar, se van fijando en la participación que tienen los protagonistas de las lecturas bíblicas que se realizan, o en lo que se nos dice sobre la participación. En los momentos de descanso de la lectura, y de reflexión, comentamos sobre cuál ha sido la participación de ese personaje, cómo lo ha hecho, qué influencia ha tenido para la comunidad y a qué nos compromete en nuestra vida actual; es posible que no haya un personaje, sino unos consejos, actitudes, ejemplos…, eso mismo lo aplicamos a la Participación. 4. Modo de realizarlo En este punto tenemos muchas y diversas formas de poder realizar un Maratón Bíblico. Por ejemplo, algunas diócesis o parroquias podrían proponer una lectura completa de la Biblia; eso supone una preparación y publicidad previas; se elige el lugar, se pone buen sonido, se seleccionan los lectores (aunque también se puede dejar a la libre participación), se crea el suficiente ambiente de silencio, y de manera continuada se lee toda la Biblia. Deben hacerse tiempos de silencio, de descanso, de meditación, que puede ser al finalizar un libro, o cada hora, etc. También puede hacerse un Maratón parroquial, de los días y horas que se considere conveniente; puede hacerse un fin de semana corrido, o durante unas cuantas noches, o todos los martes o miércoles del mes de septiembre. Se eligen los textos, o los libros a leer, se buscan los lectores, se organiza el tiempo con sus momentos de reflexión y puesta en común sobre la participación. Esta misma propuesta puede hacerse por sectores o comunidades, en las escuelas, familias, centros hospitalarios, cárceles, etc. En los sectores y comunidades se puede ir cada día a una casa distinta para la lectura de un libro de la Biblia (procurando ir a las familias alejadas, en problemas, con enfermos). Dependiendo de las personas y de su costumbre en leer y escuchar, los descansos en la lectura serán más largo o más cortos; en esos descansos se realizan las reflexiones sobre la participación. En todos los casos es aconsejable no estar más de una hora sin hacer uno de estos descansos. 5. Textos propuestos para el Maratón Bíblico El Maratón Bíblico de año 2017 lo centramos en la Participación. Para buscar textos sobre participar, nos hemos detenido en la gran cantidad de citas bíblicas que la Hermana Ángela Cabrera nos proporcionó al comienzo del año de la Participación en el folleto: “Espiritualidad bíblica para la participación cristiana”; este escrito hace mucho énfasis en relación entre Participación y Comunidad. Los textos están tomados del Nuevo Testamento, y ponemos libros enteros, porque deben leerse en todos sus capítulos. Después de la lectura pausada y larga de alguno de los textos que vamos a citar a continuación,

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no se vuelve a leer el mismo texto otra vez, sino que debemos mirar los ejemplos de personajes que participan activamente, de quienes se oponen a esa participación, miramos actitudes, los consejos sobre el participar; también los obstáculos, tentaciones y dificultades para la participación. Como decíamos antes, se puede tener lápiz y papel e ir apuntando las ideas, para después meditarlas y ponerlas en común, si es el caso. Los libros propuestos son: El Evangelio de San Lucas, Hechos de los Apóstoles, Primera Carta a los Corintios, Carta a los Romanos, Carta a los Efesios, Primera carta de San Juan y la Carta de Santiago. Durante los días del Maratón los feligreses permanecerán en silencio reverente, pues es un espacio donde el mismo Dios habla y sólo hablarán para leer los paralelos y orar desde la Palabra. Se invitará para que participen como escuchas y lectores de la Palabra y como lectores a todas las Comunidades, Movimientos, Congregaciones religiosas e institutos seculares, las instituciones públicas y privadas, escuelas y colegios, juntas de vecinos en fin todas las instituciones que hagan vida en nuestra Parroquia y Zona. Se puede invitar a otras denominaciones cristianas que lo deseen hacerlo en un clima fraterno y respetuoso.

FERIA BÍBLICA 2017 Orientaciones para la Feria Bíblica: En este mes de Septiembre en muchas de nuestras comunidades e instituciones católicas realizamos una FERIA BÍBLICA. Una FERIA BÍBLICA es una exposición variada, creativa y festiva, que lleva a un acercamiento, a una valoración y a un conocimiento de los libros de la Biblia o temas bíblicos, al estilo de las ferias de libro. La Feria Bíblica puede organizarse en la Parroquia y en los sectores parroquiales; consideramos muy interesante el realizarla en los colegios católicos, y si se desea en todos los colegios y escuelas, aunque no sean católicos. Si se realiza en las parroquias, se reparten los personajes por sectores, por comunidades o por movimientos, o mezclándolos, para que todas las personas activas en la parroquia se sientan responsables en la preparación de la Feria. Si se organiza en los colegios puede hacerse por grados o por aulas, cada una prepara un personaje de los sugeridos, no importa que el mismo personaje se repita, esto ayudará a que la imaginación y el trabajo de los estudiantes se haga con una competitividad positiva. El tiempo de duración va a depender del sistema con el que se vaya a realizar. Puede ser de una semana en los colegios, y los stands se quedan durante todo el mes en exposición. Puede ser de un fin de semana, de un día o de más, según las comunidades. En las parroquias grandes puede llevarse a distintos sectores en días diversos.

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Sugerimos que sea al final de mes, por ejemplo, la última semana, para dar suficiente espacio de tiempo para su organización y preparación. De cualquier forma, se realice como se haga, es importante propiciar un espacio de festividad popular, donde, de una manera divertida, amena, entretenida y estimulante se representarán diversos personajes de la Biblia, y su aplicación a la vida actual. Cada comunidad o sector, o cada aula de la escuela, tendrá un pabellón (stand) donde presentará el personaje que le asignen. En ese pabellón o stand pueden tenerse música, hacer una dramatización, una danza o una canción que trate sobre ese personaje, pueden bajarse videos o realizar uno ellos mismos. Es importante que no estén muy pegados un pabellón de otro para facilitar que la gente lo visite sin estorbar el otro pabellón. Es conveniente que cada stand tenga algún material para entregar a las personas participantes. Se puede aprovechar la oportunidad para vender diferentes versiones de la Biblia católica. El tema de la FERIA BÍBLICA está relacionado con el valor del año 2017, LA PARTICIPACIÓN. Por ello este año sugerimos que la feria bíblica esté basada en algunos personajes de la Biblia que tienen una participación importante en la historia del Pueblo y de la Iglesia. Sugerimos una cantidad determinada de personajes, propondremos los nombres y algunos textos. Es una sugerencia. Cada comunidad, parroquia, escuela o colegio puede elegir todos los sugeridos, algunos de ellos, cambiarlos por otros o añadir algunos más… Deseamos una FERIA BÍBLICA participativa, amena, instructiva, práctica y que lleve a conclusiones sobre la Biblia y sobre la propia vida.

PREPARACIÓN DE LA FERIA BÍBLICA 1.- Crear una comisión de la Feria Es imprescindible que haya un grupo responsable de la organización, distribución del trabajo de preparación; pero también se encargan de la logística de los días de la feria: lugar, ambientación, sonido, distribución de los stands, etc. Esta comisión debe prepararse con tiempo suficiente. 2.- Distribución de los personajes La comisión citada, distribuye los personajes entre los sectores o comunidades y movimientos; o entre los cursos o aulas en las escuelas. Y les explica las líneas básicas sobre las que van a montar su stand. Deben animar a tener mucha imaginación y creatividad, sin quitarle la parte de formación y de vivencia. Cada stand debe explicar a los visitantes: • Nombre del personaje y época en que vivió. • Ambiente en el cual desarrollo su vida. • En qué libros y capítulos de la Biblia aparece. • Cómo participó e influyó, en la vida del Pueblo o de la Comunidad, en qué circunstancias desarrolló su participación. • Contenidos fundamentales de su participación. • Consecuencias para la vida y participación de los creyentes en el día de hoy.

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Aquí vamos a sugerir unos textos bíblicos, pero quienes preparen el contenido del personaje, deben investigar más sobre el mismo personaje. Para ello se sirven de las muchas páginas de internet, de los diccionarios bíblicos, de las introducciones a los libros de la Biblia puestas en las distintas versiones de las mismas. 3.- Trabajo de cada comunidad, grupo o aula Una vez se les ha indicado el personaje correspondiente, cada comunidad o grupo, se reúne a organizar el trabajo, deciden entre todas las personas qué, cómo lo van a realizar y comienzan a trabajar sobre ello. Recuerden el tema de la creatividad y de las propias iniciativas para llevar adelante esta Feria.

REALIZACIÓN DE LA FERIA BÍBLICA 1. El comité se encarga de la logística general de la Feria: Este comité se ha encargado de elegir el lugar, adornarlo, prepararlo con los recursos necesarios para el buen funcionamiento… 2.- Distribución del lugar El mismo comité organizador distribuye los stands. Sugerimos que ponga a los personajes según el tiempo bíblico, de manera que los más antiguos vayan primero. Deben dejar espacio suficiente entre estand y stand para que no se molesten ni interrumpan unos a otros. 3.- Cada grupo, comunidad o aula coloca su stand En el lugar señalado colocan el stand preparado con antelación. Si alguno piensa poner videos, deberá llevar su televisor y colocarlo en lugar que se vea, dándole suficiente sombra. 4.- Distribución del recorrido por la feria Hay muchas maneras de poder pasar por una Feria. Dado que algunos grupos han podido preparar videos, danzas, cantos, etc., sugerimos que la visita a los stands sea por grupos de personas. El comité organizador de la Feria hará la distribución de esos grupos de personas, que pueden ser por comunidades, o sectores, o por orden de llegada, o por edades… en los colegios y escuelas puede ser por aulas. 5. Inauguración de la Feria Debe hacerse de manera solemne, con una oración bien preparada y con algún canto. Se puede pensar en un concierto o actividad cultural. 6.- Inicio del recorrido por la feria Según los grupos de personas organizados por el comité se inicia el recorrido por la feria. Conforme vayan terminando el recorrido los grupos ya organizados, los participantes en los distintos stands van pasando por los demás stands para también informarse y formarse. 7.- Clausura de la Feria Bíblica Como se ha hecho en la apertura, se puede organizar alguna actividad cultural. Se termina con un brindis y una oración.

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PERSONAJES BÍBLICOS QUE SON EJEMPLO DE PARTICIPACIÓN La lista de personajes bíblicos que han tenido una participación destacada en el desarrollo del pueblo y la comunidad son muchos, demasiados. Aquí vamos a elegir a unos cuántos. Algunos están entre los más importantes, otros no. Recuerden que el tema es la participación que tuvieron en el funcionamiento del pueblo y de la comunidad, y qué aplicación nos enseñan para nuestra participación en el pueblo y en la comunidad hoy día. Destaquen cuáles fueron los momentos más importantes de su participación y como esa participación influyó en la marcha del pueblo y la comunidad. Abraham, el padre de la fe. Génesis, los capítulos del 12 al 23; Juan 8,48-59; Romanos 4,1-25. Josué, el ayudante: aparece en muchos libros de la biblia, no solo en el llamado libro de Josué, que comienza con la muerte de Moisés, por eso debe leerse ese libro y los anteriores. Del libro de Josué recomendamos leer desde el capítulo 1 hasta el 12, y también el capítulo 24. No dejen de leer la parte del Éxodo que habla de Josué como ayudante fiel y seguro. Elías, el profeta: Profeta de primera línea de Israel, casi podemos llamarlo el Padre de los profetas. Todo el libro primero de la Reyes y el segundo hasta el capítulo 10. Eclesiástico capítulo 48; Mateo 17, 1-13. Isaías, el profeta y el político. Ya sabemos que el libro que lleva su nombre tiene tres partes. La primera (capítulos 1 al 39) narra el mensaje del profeta Isaías con el objetivo de proclamar la santidad de Dios. La segunda (capítulos 40 al 55), cuyo redactor se llama Segundo Isaías y escribe en la época del destierro de Babilonia, es un mensaje de esperanza y de consuelo. La tercera (capítulos 56 al 66) se atribuye a un Tercer Isaías cuyos propósitos son animar la comunidad que abandonó el destierro y regresó a Jerusalén. Tuvo una influencia muy grande en el pueblo. JUDIT, la mujer valiente: Aparece solo en el libro que lleva su nombre. Mujer valiente que defiende a un pueblo esclavizado, cuya hermosura y astucia simbolizan la fe que no anula los medios políticos para luchar y eliminar los estrategias que usan los extranjeros represores. Recordemos que este libro es un mensaje del autor y no una biografía de la mujer llamada Judit. María, la Madre. Los textos son bastantes, debemos fijarnos principalmente en el Evangelio de Lucas en sus dos primeros capítulos; además 8,19-21; Mateo 1, 18-25; 2,1-23; Juan 2,1-12; 19,25-27; Hechos 1,12-14. Juan, el discípulo amado. Debemos leer su Evangelio, sus cartas y el Apocalipsis. Hijo de Zebedeo, pescador de Betsaida (Mc 1, 20), y de Salomé, una de las mujeres que estuvieron al servicio de Jesús y de los apóstoles (Lc 8, 3; 23, 55). Está entre los predilectos que le acompañan en la transfiguración, en la curación de la hija de Jairo, en el huerto de los Olivos… Además, Marcos 10,35-41, Hechos 1,12-14; 12. Pablo, el apóstol de los gentiles. Las primeras noticias sobre Pablo son negativas: Hechos 8,1. Debemos leer este libro de los Hechos desde el capítulo 9 hasta el final del libro. Además, sus cartas, pero principalmente los capítulos 1 y 2 de la carta a los Gálatas, y los capítulos del 10 al 12 de la segunda carta a los Corintios.

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Lecturas Septiembre 2017 Las citas de las Lecturas Diarias utilizadas son tomadas de: Calendario Litúrgico 2017 de la Conferencia del Episcopado Dominicano 1 Viernes

Feria Verde

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses 4,1-8 Hermanos: Por Cristo Jesús les rogamos y exhortamos: Han aprendido de nosotros cómo proceder para agradar a Dios; pues procedan así y sigan adelante. Ya conocen las instrucciones que les dimos, en nombre del Señor Jesús. Esto quiere Dios de ustedes: una vida sagrada, que se aparten del desenfreno, que sepa cada cual controlar su propio cuerpo santa y respetuosamente, sin dejarse arrastrar por la pasión, como hacen los gentiles que no conocen a Dios. Y que en este asunto nadie ofenda a su hermano ni se aproveche con engaño, porque el Señor venga todo esto, como ya les dijimos y aseguramos. Dios no nos ha llamado a una vida impura, sino sagrada. Por consiguiente, el que desprecia este mandato no desprecia a un hombre, sino a Dios, que les ha dado su Espíritu Santo. Palabra de Dios. Salmo Responsorial: 96,1.2b.5-6.10.11-12 R/. Alégrense, justos, con el Señor El Señor reina, la tierra goza, se alegran las islas innumerables. Justicia y derecho sostienen su trono. R/. Los montes se derriten como cera ante el dueño de toda la tierra; los cielos pregonan su justicia, y todos los pueblos contemplan su gloria. R/. El Señor ama al que aborrece el mal, protege la vida de sus fieles y los libra de los malvados. R/. Amanece la luz para el justo, y la alegría para los rectos de corazón. Alégrense, justos, con el Señor, celebren su santo nombre. R/. Lectura del santo evangelio según san Mateo 25,1-13 En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: «El reino de los Cielos se parecerá a diez doncellas que tomaron sus lámparas y salieron a esperar al esposo. Cinco de ellas eran necias y cinco eran sensatas. Las necias, al tomar las lámparas, se dejaron el aceite; en cambio, las sensatas se llevaron alcuzas de aceite con las lámparas. El esposo tardaba, les entró sueño a todas y se durmieron. A medianoche se oyó una voz: “¡Que llega el esposo, salgan a recibirlo!” Entonces se despertaron todas aquellas doncellas y se pusieron a preparar sus lámparas. Y las necias dijeron a las sensatas: “Dennos un poco de su aceite, que se nos apagan las lámparas.” Pero las sensatas contestaron: “Por si acaso no hay bastante para ustedes y nosotras, mejor es que vayan a la tienda y lo compren.”

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Mientras iban a comprarlo, llegó el esposo, y las que estaban preparadas entraron con él al banquete de bodas, y se cerró la puerta. Más tarde llegaron también las otras doncellas, diciendo: “Señor, señor, ábrenos.” Pero él respondió: “Se lo aseguro: no las conozco.” Por tanto, velen, porque no saben el día ni la hora.» Palabra del Señor. Meditación Iniciamos hoy el mes de Septiembre, Mes de la Biblia, en este año dedicado a la formación y la participación, somos de manera especial, Convocados por la Palabra, con el lema “Se mantenían constantes en la enseñanza de los apóstoles” (Hch 2,42). Participemos con alegría de las actividades que nuestra Iglesia Dominicana, siguiendo su Itinerario de Evangelización, ha preparado en las Diócesis, parroquias y sectores, para vivir este mes: Congresos, Semana Bíblica, Visita a los Hogares con la Biblia, Encuentros de Evangelización, Feria Bíblica, Maratón Bíblico, Caminata con la Biblia. En la familia, es el deseo de nuestra Iglesia, que en todos los hogares se coloque la Biblia en un lugar visible, adornado y se lea en familia cada día. Casi termina el año litúrgico actual, por ello, el evangelista con esta parábola de las diez doncellas, invitadas a la boda, cinco preparadas, y cinco fueron descuidadas, recordamos que no podemos vivir inmerso en las prisas, en nuestras cosas, pensando siempre en el futuro y recordando cosas del pasado, sino que deberíamos caer en la cuenta de vivir y disfrutar el presente, pero siempre sin olvidar que debemos estar preparados. Como las doncellas, debemos estar para vivir como si fuera nuestro último día, tener la maleta preparada con equipaje ligero, pero nuestro corazón y nuestras manos llenas de amor, porque el novio puede llegar en cualquier momento sin avisar para juntos celebrar el banquete celestial. En conclusión, debemos vivir alerta, vigilante, pero sobretodo vivir cada día lleno de amor y de entrega generosa. 2 Sábado

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39º Aniversario de la Ordenación Presbiteral de Mons. Francisco Ozoria Acosta, Arzobispo Metropolitano de Santo Domingo, Primado de América Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses 4,9-11 Hermanos: Acerca del amor fraterno no hace falta que les escriba, porque Dios mismo les ha enseñado a amarse los unos a los otros. Como ya lo hacen con todos los hermanos de Macedonia. Hermanos, les exhortamos a seguir progresando: esfuércense por mantener la calma, ocupándose de sus propios asuntos y trabajando con sus propias manos, como se lo tenemos mandado. Palabra de Dios.

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Se mantenían constantes en la enseñanza de los apóstoles

Salmo Responsorial: 97,1.7-8.9 R/. El Señor llega para regir los pueblos con rectitud Canten al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas: su diestra le ha dado la victoria, su santo brazo. R/. Retumbe el mar y cuanto contiene, la tierra y cuantos la habitan; aplaudan los ríos, aclamen los montes. R/. Al Señor, que llega para regir la tierra. Regirá el orbe con justicia y los pueblos con rectitud. R/. Lectura del santo evangelio según san Mateo 25,14-30 En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: «Un hombre, al irse de viaje, llamó a sus empleados y los dejó encargados de sus bienes: a uno le dejó cinco talentos de plata, a otro dos, a otro uno, a cada cual según su capacidad; luego se marchó. El que recibió cinco talentos fue en seguida a negociar con ellos y ganó otros cinco. El que recibió dos hizo lo mismo y ganó otros dos. En cambio, el que recibió uno hizo un hoyo en la tierra y escondió el dinero de su señor. Al cabo de mucho tiempo volvió el señor de aquellos empleados y se puso a ajustar las cuentas con ellos. Se acercó el que había recibido cinco talentos y le presentó otros cinco, diciendo: “Señor, cinco talentos me dejaste; mira, he ganado otros cinco.” Su señor le dijo: “Muy bien. Eres un empleado fiel y cumplidor; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; pasa al banquete de tu señor.” Se acercó luego el que había recibido dos talentos y dijo: “Señor, dos talentos me dejaste; mira, he ganado otros dos.” Su señor le dijo: “Muy bien. Eres un empleado fiel y cumplidor; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; pasa al banquete de tu señor.” Finalmente, se acercó el que había recibido un talento y dijo: “Señor, sabía que eres exigente, que siegas donde no siembras y recoges donde no esparces, tuve miedo y fui a esconder tu talento bajo tierra. Aquí tienes lo tuyo.” El señor le respondió: “Eres un empleado negligente y holgazán. ¿Con que sabías que siego donde no siembro y recojo donde no esparzo? Pues debías haber puesto mi dinero en el banco, para que, al volver yo, pudiera recoger lo mío con los intereses. Quítenle el talento y dénselo al que tiene diez. Porque al que tiene se le dará y le sobrará, pero al que no tiene, se le quitará hasta lo que tiene. Y a ese empleado inútil échenlo fuera, a las tinieblas; allí será el llanto y rechinar de dientes.”» Palabra del Señor. Meditación La parábola que hemos leído nos tiene que llevar a un serio examen de todos los aspectos de nuestra vida. Ningún ámbito se puede escapar a la crítica que la parábola hace de la pasividad. Las posibilidades (talentos) que tenemos en el orden del ser son inmensas. Hay que dedicar tiempo a descubrirlas, y sobre todo no hay que tener miedo al riesgo de ponerlos a funcionar, es decir, a disposición de los

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demás. No se trata de negociar con los talentos, para el provecho propio. Se trata de ponerlos al servicio de toda la comunidad. La parábola nos está hablando de una dinámica de progreso, de evolución constante hacia lo no existente, mejor dicho, hacia lo no descubierto todavía. El único pecado del hombre es negarse a profundizar, refugiar­ se en lo ya conseguido y disfrutar cómodamente de lo ya descubierto. El ser humano tiene que estar volcado hacia su interior para poder desplegar todas sus posibilidades. Los judíos del tiempo de Jesús prefirieron seguir confiando en el cumplimiento de la Ley y en el templo, que abrirse a la novedad del amor. El miedo no tiene sentido, porque la fuerza y la energía no la tenemos que poner nosotros. No podemos convertir la religión en una valla de protección que me da seguridades y me aísla de todo lo demás. Creer es confiar, perder todo miedo incluso al fracaso. El miedo es lo más contrario a la fe. 3

XXII Domingo del Tiempo Ordinario

II Semana Liturgia de las Horas Verde Convocados por Jesús a seguirle con todas las consecuencias Orientaciones para la Celebración Colocar el lema de este mes “Se mantenían constantes en la enseñanza de los Apóstoles” (Hechos 2,42), resaltar el valor del mes “Convocados por la palabra”/ Septiembre mes de la Biblia se adorna el TRONO DE LA PALABRA , que es el ambón / en la procesión entrar con la Biblia bien en alto/ se prepara un lugar bien adornado donde durante todo este mes para que se coloque la Biblia / Se destacan a todos los que proclaman la Palabra con una bendición especial / Se invita a llevar la Biblia a la Eucaristía de estos Domingos/ Motivar para que todos entronicen la Biblia en su casa y todos lean y mediten la palabra de Dios en familia y participen en la visita a los hogares , en los encuentros en los sectores, en la caminata con la Biblia y cualquier otra actividad que se realice. Monición de Entrada: Hoy con mucha alegría nos congrega el Señor, para que participemos de la Eucaristía en este Vigésimo Segundo Domingo del Tiempo Ordinario en el cual iniciamos el mes de Septiembre, dedicado a la Biblia. En este año de la formación y la participación nos sentimos convocados por la Palabra como lo hacían las primeras comunidades que se “ mantenían constantes en las enseñanzas de los apóstoles” (Hechos 2,42). En esta Eucaristía, demos gracias a Dios por haber sido convocados a participar de la misión de Dios, como el profeta Jeremías y haber sido hechos

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discípulos de Jesús, dispuestos a darlo todo por El y su Reino. Pidamos fuerza, para que las contradicciones y adversidades que encontremos en nuestro camino no nos impidan caminar con Jesús hasta el final haciendo en todo la voluntad del Padre. De pie recibamos a Jesucristo, quien nos ha convocado a seguirle, participando activamente y a mantenernos “constantes en la enseñanza de los Apóstoles” y que llega a presidir esta Eucaristía a través de su ministro. Oración Colecta Dios todopoderoso, de quien procede todo bien, siembra en nuestros corazones el amor de tu nombre, para que haciendo más religiosa nuestra vida, acrecientes el bien en nosotros y con solicitud amorosa lo conserves. Por nuestro Señor Jesucristo. Liturgia de la Palabra Primera Lectura: Jeremías 20, 7-9 Igual que Jeremías hemos sido convocados por Dios para ser sus profetas, con muchas contradicciones y deseamos como él, abandonar la misión. Pero, una vez llamados por el Señor es imposible callarnos y volver atrás. Escuchemos Lectura del libro de Jeremías 20,7-9 Me sedujiste, Señor, y me dejé seducir; me forzaste y me pudiste. Yo era el hazmerreír todo el día, todos se burlaban de mí. Siempre que hablo tengo que gritar: «Violencia», proclamando: «Destrucción.» La palabra del Señor se volvió para mí oprobio y desprecio todo el día. Me dije: «No me acordaré de él, no hablaré más en su nombre»; pero ella era en mis entrañas fuego ardiente, encerrado en los huesos; intentaba contenerlo, y no podía. Palabra de Dios. Salmo Responsorial 62,2.3-4.5-6.8-9 R/. Mi alma está sedienta de ti, Señor, Dios mío Oh Dios, tú eres mi Dios, por ti madrugo, mi alma está sedienta de ti; mi carne tiene ansia de ti, como tierra reseca, agostada, sin agua. R/. ¡Cómo te contemplaba en el santuario viendo tu fuerza y tu gloria! Tu gracia vale más que la vida, te alabarán mis labios. R/. Toda mi vida te bendeciré y alzaré las manos invocándote. Me saciaré como de enjundia y de manteca, y mis labios te alabarán jubilosos. R/. Porque fuiste mi auxilio, y a la sombra de tus alas canto con júbilo; mi alma está unida a ti, y tu diestra me sostiene. R/. Segunda Lectura: Romanos 12, 1-2 El Apóstol Pablo nos recuerda hoy, que estamos convocados por la palabra para ofrecernos como ofrenda agradable a Dios haciendo en todo su voluntad. Escuchemos.

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Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 12,1-2 Hermanos: Les exhorto, hermanos, por la misericordia de Dios, a presentar sus cuerpos como hostia viva, santa, agradable a Dios; éste es su culto razonable. Y no se ajusten a este mundo, sino transfórmense por la renovación de la mente, para que sepan discernir lo que es la voluntad de Dios, lo bueno, lo que le agrada, lo perfecto. Palabra de Dios. Aleluya: Cf.Ef 1,17-18 El Padre de nuestro Señor Jesucristo ilumine los ojos de nuestro corazón, para que comprendamos cual es la esperanza a la que nos llama. Evangelio: Mateo 16, 21-27 El Evangelio de hoy nos recuerda que el auténtico discípulo es aquel que convocado por la Palabra de Dios, está dispuesto a cargar con su propia Cruz y a perder su propia vida por Jesús, seguro que sólo así la salvará. Puestos de pie aclamemos a Jesús cantando a una voz. Lectura del Santo Evangelio según san Mateo 16,21-27 En aquel tiempo, empezó Jesús a explicar a sus discípulos que tenía que ir a Jerusalén y padecer allí mucho por parte de los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, y que tenía que ser ejecutado y resucitar al tercer día. Pedro se lo llevó aparte y se puso a increparlo: «¡No lo permita Dios, Señor! Eso no puede pasarte.» Jesús se volvió y dijo a Pedro: «Quítate de mí vista, Satanás, que me haces tropezar; tú piensas corno los hombres, no como Dios.» Entonces dijo Jesús a sus discípulos: «El que quiera venirse conmigo, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga. Si uno quiere salvar su vida, la perderá; pero el que la pierda por mí la encontrará. ¿De qué le sirve a un hombre ganar el mundo entero, si arruina su vida? ¿O qué podrá dar para recobrarla? Porque el Hijo del hombre vendrá entre sus ángeles, con la gloria de su Padre, y entonces pagará a cada uno según su conducta.» Palabra del Señor. Meditación El valor de este mes de la Biblia, “convocados por la palabra”, nos recuerda nuestra vocación, nuestro llamado. Así la Palabra de este domingo nos ha convocado para celebrarla en comunidad y participación. Pero también la Palabra de Dios nos lleva a reflexionar en el llamado del profeta (primera lectura) y de los apóstoles (evangelio), que fue no sólo para convocarlos, sino para que obedecieran a su palabra, por muy exigente que esta fuera. El camino de la propia vocación pasa necesariamente por la cruz. Jeremías, en sus famosas confesiones, nos muestra hasta qué punto llega la experiencia dramática de la vocación, de la llamada de Dios para cumplir una tarea en la vida. Él sabe que ha sido llamado por Dios para una misión ardua y difícil. Ha sido llamado para destruir y para construir. Sin embargo, en un momento determinado se siente traicionado por Dios: toda su vida no ha sido

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sino “destruir” y no se ve por ningún lado la promesa divina de la edificación del pueblo de Dios. Se siente seducido y engañado. Si el mismo Jeremías no lo hubiese manifestado, nadie habría podido intuir la profundidad de su abatimiento y la prueba tan dolorosa que enfrentaba su fe. La carta a los Romanos nos expresa una verdad mucho más consoladora, pero no por ello menos exigente. Nos exhorta a presentar nuestros cuerpos como hostia viva, santa, agradable a Dios. Es decir, nos exhorta al sacrificio, a la obediencia a la Palabra. Nos invita a tomar la vida y la vocación como una ofrenda al Dios uno y Trino. En el evangelio Cristo anuncia con claridad y exigencia que “es necesario” tomar el camino de la cruz para salvar a los hombres. Quien desee seguir a Cristo fielmente, deberá tomar su cruz y ponerse en marcha. El mensaje cristiano es un mensaje de gozo pascual, pero un mensaje que pasa por el camino de la cruz. La reacción de Pedro es, en cierto modo, explicable. De su amor a Cristo no se puede dudar. El domingo pasado escuchábamos su hermosa profesión de fe: “Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios”. Pero todavía no había entendido que el camino de Cristo es camino de renuncia y sacrificio, antes de ser de salvación y de gloria. A Pedro, como a nosotros, le gustaban los aspectos amables del seguimiento de Jesús. Pero el sacrificio, no. Le gustaba el monte Tabor, el de la transfiguración. Pero no el monte del Gólgota, el de la cruz. Jesús llama a Pedro Satanás cuando éste le recrimina que vaya a Jerusalén para padecer y morir. Pensar como Dios incluye inapelablemente algún tipo de Cruz, de las formas más diversas, pero cruz, en cualquier caso. Pensar como Dios es algo muy concreto: amar, perdonar, decir la verdad, practicar la justicia, compartir la vida, tener un hijo, sentir alegría... Todo esto es pensar como Dios y todo esto es crucificarle. Oración de los Fieles El que preside: Al Padre que nos ha convocado por medio de su Hijo, su Palabra Eterna, dirijamos nuestra oración diciéndole: Padre, que permanezcamos fieles a tu misión. Por el Papa Francisco, los Obispos, Sacerdotes, Diáconos, Religiosas y Religiosos, para que seducidos ya por el Señor, nunca vuelvan atrás en su vocación de profetas en el pueblo de Dios. Oremos. Por los gobernantes de todas las Naciones, para que ejecuten las obras que beneficien a su pueblo, especialmente a los pobres, aunque les traiga ataque y desprecios de los poderosos de este mundo. Oremos. Por los enfermos, los que llevan sobre sus hombros el peso de la cruz del sufrimiento, para que el Señor toque la fibra interna de nuestro corazón y nos estimule a ayudar a los más necesitados. Oremos. Por todos nosotros, convocados por la palabra, para que al participar de esta acción de gracias y a invitación de Jesús, estemos dispuestos a servirle a Él en su pueblo hasta las últimas consecuencias. Oremos. Por todas nuestras familias, para que guiados por la Palabra puedan asumir su rol, aun en medio de tantas amenazas que buscan destruirlas. Oremos.

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El que preside: Escucha, Padre, nuestra oración para que podamos ser capaces de hacer en todo tu voluntad, siguiendo a tu Hijo como sus verdaderos discípulos con todas las consecuencias que lleva ser fieles a Ti. Por Jesucristo nuestro Señor. Oración sobre las ofrendas Esta ofrenda, Señor, nos atraiga siempre tu bendición salvadora, para que se cumpla por tu poder lo que celebramos en estos misterios. Por Jesucristo, nuestro Señor. Oración después de la comunión Saciados con el pan del cielo te pedimos, Señor, que el amor con que nos alimentas fortalezca nuestros corazones y nos mueva a servirte en nuestros hermanos. Por Jesucristo, nuestro Señor. 4 Lunes

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Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses 4,13-18 Hermanos: No queremos que ignoren la suerte de los difuntos para que no se aflijan como los hombres sin esperanza. Pues si creemos que Jesús ha muerto y resucitado, del mismo modo, a los que han muerto, Dios, por medio de Jesús, los llevará con él. Esto es lo que les decimos como palabra del Señor: Nosotros, los que vivimos y quedamos para cuando venga el Señor, no aventajaremos a los difuntos. Pues él mismo, el Señor, cuando se dé la orden, a la voz del arcángel y al son de la trompeta divina, descenderá del cielo, y los muertos en Cristo resucitarán en primer lugar. Después nosotros, los que aún vivimos, seremos arrebatados con ellos en la nube, al encuentro del Señor, en el aire. Y así estaremos siempre con el Señor. Consuélense, pues, mutuamente con estas palabras. Palabra de Dios. Salmo Responsorial 95,1.3.4-5.11-12a.12b-13 R/. El Señor llega a regir la tierra Canten al Señor un cántico nuevo, canten al Señor, toda la tierra. Cuenten a los pueblos su gloria, sus maravillas a todas las naciones. R/. Porque es grande el Señor, y muy digno de alabanza, más temible que todos los dioses. Pues los dioses de los gentiles son apariencia, mientras que el Señor ha hecho el cielo. R/. Alégrese el cielo, goce la tierra, retumbe el mar y cuanto lo llena; vitoreen los campos y cuanto hay en ellos. R/. Aclamen los árboles del bosque, delante del Señor, que ya llega, ya llega a regir la tierra: regirá el orbe con justicia y los pueblos con fidelidad. R/. Lectura del santo evangelio según san Lucas 4,16-30 En aquel tiempo, fue Jesús a Nazaret, donde se había criado, entró en la sinagoga, como era su costumbre los sábados, y se puso en pie para

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hacer la lectura. Le entregaron el libro del profeta Isaías y, desenrollándolo, encontró el pasaje donde estaba escrito: «El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido. Me ha enviado para anunciar el Evangelio a los pobres, para anunciar a los cautivos la libertad, y a los ciegos la vista; para dar libertad a los oprimidos, para anunciar el año de gracia del Señor.» Y, enrollando el libro, lo devolvió al que le ayudaba y se sentó. Toda la sinagoga tenía los ojos fijos en él. Y él se puso a decirles: «Hoy se cumple esta Escritura que acaban de oír.» Y todos le expresaban su aprobación y se admiraban de las palabras de gracia que salían de sus labios. Y decían: «¿No es éste el hijo de José?» Y Jesús les dijo: «Sin duda me recitarán aquel refrán: “Médico, cúrate a ti mismo” y’ “haz también aquí en tu tierra lo que hemos oído que has hecho en Cafarnaúm”.» Y añadió: «Les aseguro que ningún profeta es bien mirado en su tierra. Les garantizo que en Israel había muchas viudas en tiempos de Elías, cuando estuvo cerrado el cielo tres años y seis meses, y hubo una gran hambre en todo el país; sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías, más que a una viuda de Sarepta, en el territorio de Sidón. Y muchos leprosos habla en Israel en tiempos de] profeta Elíseo; sin embargo, ninguno de ellos fue curado, más que Naamán, el sirio.» Al oír esto, todos en la sinagoga se pusieron furiosos y, levantándose, lo empujaron fuera del pueblo hasta un barranco del monte en donde se alzaba su pueblo, con intención de despeñarlo. Pero Jesús se abrió paso entre ellos y se alejaba. Palabra del Señor. Meditación La muerte de algunos amigos y cristianos de Tesalónica habría afectado profundamente a los otros fieles. Pablo quiere consolarlos avivando en ellos la fe en cuanto les había enseñado respecto a la resurrección de los muertos. No deben comportarse igual que los hombres que no tienen esperanza, igual que los paganos. De manera que la fe en la resurrección de la carne y en la vida eterna constituye para los cristianos una verdad central y muy querida. La esperanza en la resurrección se funda en el hecho de que Jesús ya ha resucitado y en la convicción de que todos los creyentes viven y mueren en Jesús y como Jesús: esto es, para la vida eterna. Cristo es “el primogénito de los muertos” (/Col/01/18), el primer nacido o resucitado para la verdadera vida. “Como Palabra del Señor les decimos esto...” Pablo está en el curso de la tradición y apoya su enseñanza en las palabras de Jesús. El contenido de su mensaje lo toma en este caso del testimonio apostólico tal y como lo hallamos formulado en el “apocalipsis sinóptico” (Mt 13 y lugares paralelos). Asimismo, Jesús, presenta su programa de evangelización fundamentado en la misma Palabra de Dios, con el texto del profeta Isaías. Comenzamos la lectura del evangelio según san Lucas, después de la lectura continua de los evangelios de Marcos y de Mateo. Lucas nos

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acompañará hasta el fin de noviembre -de la 22ª a la 34ª semana del tiempo ordinario-. Con ese tercer evangelista pasamos a otro mundo, que no es ya el de los judíos. Lucas nació en Antioquía de Siria. Pertenecía a la sociedad pagana cultivada, y ejercía la medicina como profesión. - Como era su costumbre los sábados, Jesús entró en la sinagoga de Nazaret. Notemos que la persona que anuncia esto, tan “humano”, anuncia por ello una “presencia de Dios”: No se trata solamente de filantropía, o de acción social... se trata, precisamente, del proyecto de Dios y de la acción del Espíritu... “el Espíritu del Señor está sobre mí, para...” - Hoy, en su presencia, se ha cumplido esta palabra de la Escritura. 5 Martes

Feria o Memoria Libre: Santa Teresa de Calcuta, Religiosa Verde o Blanco

Lectura de la primera carta a los Tesalonicenses 5, 1-6. 9-11 Hermanos: En lo referente al tiempo y a las circunstancias no necesitan que les escriba. Saben perfectamente que el Día del Señor llegará como un ladrón en la noche. Cuando estén diciendo: “paz y seguridad”, entonces, de improviso, les sobrevendrá la ruina, como los dolores de parto a la que está encinta, y no podrán escapar. Pero ustedes, hermanos, no viven en tinieblas para que ese día no les sorprenda como un ladrón, porque todos son hijos de la luz e hijos del día; no lo son de la noche ni de las tinieblas. Así, pues, no durmamos como los demás, sino estemos vigilantes y vivamos sobriamente. Porque Dios no nos ha destinado al castigo, sino a obtener la salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo; él murió por nosotros para que, despiertos o dormidos, vivamos con él. Por eso, anímense mutuamente y ayúdense unos a otros a crecer, como ya lo hacen. Palabra de Dios. Salmo Responsorial: 26, 1.4 R/ Espero gozar de la dicha del Señor en el país de la vida. El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré? El Señor es la defensa de mi vida, ¿quién me hará temblar? R/. Una cosa pido al Señor, eso buscaré: habitar en la casa del Señor por los días de mi vida; gozar de la dulzura del Señor contemplando su templo. R/. Espero gozar de la dicha del Señor en el país de la vida. Espera en el Señor, sé valiente, ten ánimo, espera en el Señor. R/. Lectura del santo Evangelio según San Lucas 4, 31-37 En aquel tiempo, Jesús bajó a Cafarnaún, ciudad de Galilea; y los sábados enseñaba a la gente. Se quedaban asombrados de su enseñanza, porque hablaba con autoridad.

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Había en la sinagoga un hombre que tenía un demonio inmundo, se puso a gritar a voces: ¿Qué quieres de nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido a destruirnos? Sé quién eres: El Santo de Dios. Jesús le intimó: ¡Cierra la boca y sal! El demonio tiró al hombre por tierra en medio de la gente, pero salió sin hacerle daño. Todos comentaban estupefactos: ¿Qué tiene su palabra? Da órdenes con autoridad y poder a los espíritus inmundos, y salen. Noticias de él iban llegando a todos los lugares de la comarca. Palabra del Señor. Meditación “Espero gozar de la dicha del Señor en el país de la vida” hemos repetido en el Salmo. Esa puede ser la conclusión del tema planteado en la primera lectura. Parece que la comunidad de Tesalónica estaba muy preocupada por la última vista de Cristo; como sucede también en algunos sectores cristianos de nuestro tiempo, que van poniendo por todas partes eso de “ya Cristo viene”. Y Pablo da la respuesta: no podemos vivir distraídos, pensando en cualquier cosa y en la oscuridad: “no durmamos como los demás, sino estemos vigilantes y vivamos sobriamente”. Además, Pablo nos da un consejo personal y otro comunitario. El personal nos dice que estamos destinados a obtener la salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo; él murió por nosotros, para que, despiertos o dormidos, vivamos con él. El consejo a la comunidad es anímense mutuamente y ayúdense unos a otros a crecer, como ya lo hacen. Jesús enseñaba... Estaban asombrados de su enseñanza, porque hablaba con autoridad. Estamos pues en los primeros días de la predicación pública de Jesús. Todos los evangelistas han subrayado la autoridad extraordinaria, el prestigio que emanaba de su persona y de su palabra. El ambiente judío de aquel tiempo estaba marcado por una gran influencia de las “escuelas”, de los grupos de escribas o letrados, que se dedicaban a comentar la Escritura a fuerza de referencias bíblicas. Ahora bien, Jesús expone unos comentarios nuevos que no se refieren a ninguna escuela de pensamiento: del fondo de sí mismo surge un pensamiento magistral revestido de autoridad... y que, más que apoyarse en tradiciones de escuela, apela directamente a la conciencia de sus interlocutores. El imperio del mal será destruido: la santidad misma de Dios, la infinita perfección del amor. Tal es el primer milagro relatado por los sinópticos. Una liberación. Un hombre “encadenado” que es libertado de la malévola influencia que pesaba sobre él. Un hombre que vuelve a ser normal, que vuelve a ser un hombre. “Sin hacerle ningún daño”... La fuerza malévola es verdaderamente dominada. El demonio ha encontrado a otro más fuerte que él. Tal es Jesús. Desde el primer día. Un Salvador.

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6 Miércoles

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Comienzo de la Carta del Apóstol San Pablo a los Colosenses 1,1-8 Pablo, apóstol de Cristo Jesús por designio de Dios, y el hermano Timoteo al pueblo santo que vive en Colosas, de hermanos fieles a Cristo. Les deseamos la gracia y la paz de Dios nuestro Padre. En nuestras oraciones damos siempre gracias por ustedes a Dios Padre de nuestro Señor Jesucristo, desde que nos enteramos de su fe en Cristo Jesús y del amor que tienen a todo el pueblo santo. Les anima a esto la esperanza de lo que Dios les tiene reservado en los cielos, que ya conocieron cuando llegó hasta ustedes por primera vez la Buena Noticia, el mensaje de la verdad. Esta se sigue propagando y dando fruto en el mundo entero, como ha ocurrido entre ustedes desde el día en que lo escucharon y comprendieron de verdad lo generoso que es Dios. Fue Epafra quien se lo enseñó, nuestro querido compañero de servicio, auxiliar fiel que Cristo nos ha dado. Él ahora nos ha hecho ver el profundo amor que sienten por nosotros. Palabra de Dios. Salmo Responsorial: 51, 10.11 R/. Confío en tu misericordia, Señor, por siempre jamás. Pero yo, como verde olivo en la casa de Dios, confío en la misericordia de Dios, por siempre jamás. R/. Te daré siempre gracias porque has actuado; proclamaré delante de tus fieles: “Tu nombre es bueno”. R/. Lectura del santo Evangelio según San Lucas 4, 38-44 En aquel tiempo, al salir Jesús de la sinagoga, entró en casa de Simón. La suegra de Simón estaba con fiebre muy alta y le pidieron que hiciera algo por ella. Él, de pie a su lado, increpó a la fiebre, y se le pasó; ella, levantándose enseguida, se puso a servirles. Al ponerse el sol, los que tenían enfermos con el mal que fuera, se los llevaban; y él, poniendo las manos sobre cada uno, los iba curando. De muchos de ellos salían también demonios, que gritaban: Tú eres el Hijo de Dios. Los increpaba y no les dejaba hablar, porque sabían que él era el Mesías. Al hacerse de día, salió a un lugar solitario. La gente lo andaba buscando; dieron con él e intentaban retenerlo para que no se les fuese. Pero él les dijo: También a los otros pueblos tengo que anunciarles el reino de Dios, para eso me han enviado. Y predicaba en las sinagogas de Judea. Palabra del Señor. Meditación Colosas es una ciudad de Asia Menor, cerca de Éfeso, actualmente en Turquía. Esta ciudad no fue evangelizada por Pablo, sino por Epafras. Toma

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la responsabilidad de escribir a la Iglesia de Colosas, porque le amenaza una “crisis” y esta crisis es una devoción excesiva a los ángeles (2.18) con el riesgo de que lleguen a ocupar el lugar de Cristo. Pablo, como es su costumbre, insistirá en destacar el papel central e irremplazable de Cristo. Pablo tiene la costumbre de llamar «santos» a los cristianos (Rm 1, 7; 6, 19; 15, 25; 2 Co 9, 1; 1 Co 1, 2; 6, 1; 14, 33 etc.). Esto no quiere decir que fuesen perfectos y sin pecado. Los llama así porque participan de la santidad de Dios al recibir su vida: «Dios nuestro Padre». La fe, la caridad y la esperanza caracterizan a los cristianos y es aquello sobre lo que versa la oración. La fórmula da a entender que el motor, el dinamismo de las otras dos virtudes, es la esperanza. El cristiano está en marcha. Sabe dónde va. Su vida tiene un sentido. Va hacia el cielo. Y la fe y la caridad son como un gustar anticipado de ese cielo que realizará en plenitud todas las aspiraciones del hombre. La obra de Jesús suscita una reacción egoísta entre las gentes: quieren aprovecharle, monopolizar el aspecto más extenso de su actividad y utilizarle como un simple curandero. Por eso vienen a buscarle (4.42). Nuestra relación con Jesús y el cristianismo puede moverse en ese plano: los aceptamos simplemente en la medida en que nos ayudan a resolver nuestros problemas (nos ofrecen tranquilidad psicológica, garantizan un orden en la familia o el estado, sancionan unas normas de conducta que pensamos provechosas). Todos sabemos que el mal se puede revestir de una apariencia buena, engañando a los que vienen a escuchar sus ruegos. Jesús no se ha parado. Sabía que todo lo que destruye al hombre es perverso y se ha esforzado por vencerlo. Por eso, Jesús tiene que anunciar el reino en otros pueblos (4.43). Su exigencia se traduce en un don que se halla abierto a todos los que esperan. Ciertamente, el evangelio es un regalo que enriquece la existencia: pero es un regalo que no se puede encerrar, un regalo que nos abre sin cesar hacia los otros. 7 Jueves

Feria Verde

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Colosenses 1,9-14 Hermanos: Desde que nos enteramos de su conducta, no dejamos de rezar a Dios por ustedes y de pedir que consigan un conocimiento perfecto de su voluntad, con toda sabiduría e inteligencia espiritual. De esta manera, su conducta será digna del Señor, agradándole en todo; fructificarán en toda clase de obras buenas y aumentará su conocimiento de Dios. El poder de su gloria les dará fuerza para soportar todo con paciencia y magnanimidad, con alegría, dando gracias al Padre, que los ha hecho capaces de compartir la herencia del pueblo santo en la luz. Él nos ha sacado del dominio de las tinieblas, y nos ha trasladado al reino de su Hijo querido, por cuya sangre hemos recibido la redención, el perdón de los pecados. Palabra de Dios.

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Salmo Responsorial: 97,2-3ab.3cd-4.5-6 R/. El Señor da a conocer su victoria El Señor da a conocer su victoria, revela a las naciones su justicia: se acordó de su misericordia y su fidelidad en favor de la casa de Israel. R/. Los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios. Aclama al Señor, tierra entera; griten, vitoreen, toquen. R/. Toquen la cítara para el Señor, suenen los instrumentos: con clarines y al son de trompetas, aclamen al Rey y Señor. R/. Lectura del santo evangelio según san Lucas 5,1-11 En aquel tiempo, la gente se agolpaba alrededor de Jesús para oír la palabra de Dios, estando él a orillas del lago de Genesaret. Vio dos barcas que estaban junto a la orilla; los pescadores habían desembarcado y estaban lavando las redes. Subió a una de las barcas, la de Simón, y le pidió que la apartara un poco de tierra. Desde la barca, sentado, enseñaba a la gente. Cuando acabó de hablar, dijo a Simón: «Rema mar adentro, y echen las redes para pescar.» Simón contestó: «Maestro, nos hemos pasado la noche bregando y no hemos cogido nada; pero, por tu palabra, echaré las redes.» Y, puestos a la obra, hicieron una redada de peces tan grande que reventaba la red. Hicieron señas a los socios de la otra barca para que vinieran a echarles una mano. Se acercaron ellos y llenaron las dos barcas, que casi se hundían. Al ver esto, Simón Pedro se arrojó a los pies de Jesús diciendo: «Apártate de mí, Señor, que soy un pecador.» Y es que el asombro se había apoderado de él y de los que estaban con él, al ver la redada de peces que habían cogido; y lo mismo les pasaba a Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Jesús dijo a Simón: «No temas; desde ahora serás pescador de hombres.» Ellos sacaron las barcas a tierra y, dejándolo todo, lo siguieron. Palabra del Señor. Meditación El evangelio no se limita a informar sobre ciertos acontecimientos del pasado. Su conocimiento lleva, sobre todo, a descubrir la manera de vivir digna del Señor. Con él, el creyente aprende cómo debe vivir, sea cual fuere su inteligencia de los misterios cristianos. Lo importante es vivir de una manera digna del Señor, agradándole en todo. Ahora bien: este conocimiento, que tiende a adueñarse del hombre entero, gobernando e inspirando su vida, no lo tiene el que quiere. Ni el mismo Pablo lo puede proporcionar. Prueba de ello es la necesidad de recurrir a la oración. Pablo ruega para que los colosenses reciban el don de conocer plenamente el designio de Dios con todo el saber e inteligencia que procura el Espíritu. “Conocimiento perfecto”. “Para que caminen como Dios se merece..., fructificando en toda obra buena y creciendo...” La “sabiduría” es el conocimiento de los caminos de Dios, de su objetivo, de su plan; indica

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al cristiano la dirección en que debe caminar, las normas a las que debe adaptar su vivir. Así para Lucas, en la pesca sobre el lago está simbolizada toda la actividad de Pedro y de la Iglesia. Hasta entonces Jesús actuaba de una manera directa y personal; desde ahora actúa por medio de los hombres que les escuchan o cumplen su palabra (lanzan en su nombre las redes sobre el lago). Mirando las cosas desde fuera, parece que Jesús envía a los discípulos a un lago de aguas malas, enigmáticamente vacías de peces. Sin embargo, la voz del Maestro ofrece mayor seguridad que toda la apariencia adversa de las aguas. Desde esa voz la pesca habrá de ser ampliamente milagrosa. (...). Para Lucas, discípulo es ante todo el mensajero y enviado de Jesús; en este sentido es necesario que la Iglesia (todos los cristianos) aviven su conciencia de misión. 8

Fiesta: Natividad de la Santísima Virgen María

Viernes

Azul o Blanco

Lectura del profeta Miqueas 5,2-5a Así dice el Señor: “Pero tú, Belén de Éfrata, pequeña entre las aldeas de Judá, de ti saldrá el jefe de Israel. Su origen es desde lo antiguo, de tiempo inmemorial. Los entrega hasta el tiempo en que la madre dé a luz, y el resto de sus hermanos retornará a los hijos de Israel. En pie, pastoreará con la fuerza del Señor, por el nombre glorioso del Señor, su Dios. Habitarán tranquilos, porque se mostrará grande hasta los confines de la tierra, y éste será nuestra paz.” Palabra de Dios. (O esta lectura de romanos, a elegir entre una de las dos)

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 8, 28-30 Hermanos: Sabemos que a los que aman a Dios todo les sirve para el bien: a los que ha llamado conforme a su designio. A los que había escogido, Dios los predestinó a ser imagen de su Hijo, para que él fuera el primogénito de muchos hermanos. A los que predestinó, los llamó; a los que llamó, los justificó; a los que justificó, los glorificó. Palabra de Dios. Salmo Responsorial: 12, 6ab.6cd. R/ “Desbordo de gozo con el Señor.” Porque yo confío en tu misericordia: / alegra mi corazón con tu auxilio. R. Y cantaré al Señor por el bien que me ha hecho. R. Lectura del Santo Evangelio según San Mateo 1,1-16.18-23 Genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abrahán. Abrahán engendró a Isaac, Isaac a Jacob, Jacob a Judá y a sus hermanos. Judá engendró, de Tamar, a Farés y a Zará, Farés a Esrón, Esrón a Aram, Aram a Aminadab, Aminadab a Naasón, Naasón a Salmón, Salmón engendró, de Rahab, a Booz; Booz engendró, de Rut, a Obed; Obed a Jesé, Jesé engendró a David, el rey.

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David, de la mujer de Urías, engendró a Salomón, Salomón a Roboam, Roboam a Abías, Abías a Asaf, Asaf a Josafat, Josafat a Joram, Joram a Ozías, Ozías a Joatán, Joatán a Acaz, Acaz a Ezequías, Ezequías engendró a Manasés, Manasés a Amós, Amos a Josías; Josías engendró a Jeconías y a sus hermanos, cuando el destierro de Babilonia. Después del destierro de Babilonia, Jeconías engendró a Salatiel, Salatiel a Zorobabel, Zorobabel a Abiud, Abiud a Eliaquín, Eliaquín a Azor, Azor a Sadoc, Sadoc a Aquim, Aquim a Eliud, Eliud a Eleazar, Eleazar a Matán, Matán a Jacob; y Jacob engendró a José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, llamado Cristo. El nacimiento de Jesucristo fue de esta manera: María, su madre, estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo. José, su esposo, que era justo y no quería denunciarla, decidió repudiarla en secreto. Pero, apenas había tomado esta resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo: “José, hijo de David, no tengas reparo en llevarte a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de los pecados.” Todo esto sucedió para que se cumpliese lo que había dicho el Señor por el Profeta: “Mira: la Virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrá por nombre Emmanuel, que significa “Dios con nosotros”. Palabra del Señor. Meditación Los evangelios o la Biblia no hablan del nacimiento de la Virgen María. Podríamos recurrir a otros textos, por ejemplo, a los apócrifos, donde sí aparece ese nacimiento y de maneras distintas. Pero nosotros y nosotras, el pueblo católico no necesitamos muchos documentos para tratar de celebrar el cumpleaños de nuestra madre María. ¿Si no aparece en la Biblia, por qué celebramos este nacimiento? Porque queremos celebrar todos los años el cumpleaños de la Madre. Sería como si una mamá campesina, que ha dado la vida por sus hijos, ha conseguido hacerlos buenos profesionales, y no tiene acta de nacimiento, ni siquiera está inscrita, nadie sabe cuándo nació… Los hijos deciden poner una fecha fija para celebrar todos los años una gran fiesta por esa mamá tan extraordinaria que les dio el Señor. Este es nuestro caso. Esta fiesta es de mucha alegría, así nos lo demuestran las lecturas elegidas para hoy, y así la presentan todas las oraciones de la Eucaristía. María no es Dios; María es su madre. María no es la salvadora, es la “Aurora de la Salvación”; es decir, es el amanecer, el comienzo de la salvación. De todos los santos celebramos el día de su muerte; solo de María y de san Juan Bautista celebramos su nacimiento; y lo hacemos porque ellos dos tienen una misión importante en la salvación de la humanidad. Juan es quien presentó a Cristo en público; María es quien lo trajo al mundo. Cristo es humano por completo, es Dios encarnado, inculturado, y lo es, en un pueblo, en una familia y de unos antepasados concretos. Esto

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está puesto para decirnos que la importancia de María no es por ella, sino por su Hijo. La Madre será importante en tanto en cuanto nos lleve a encontrarnos con Cristo. Y esta fiesta del nacimiento o del cumpleaños de María debe llevarnos a tener a Cristo en el centro de la vida. Celebremos con fe, con devoción y agradecimiento este nacimiento de la Madre de Dios y nuestra Madre. 9 Sábado

Feria o memoria libre, San Pedro Claver, Presbítero Verde o Blanco

Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Colosenses 1, 21-23 Hermanos: Antes estaban también ustedes alienados de Dios y eran enemigos suyos por la mentalidad que engendraban sus malas acciones; ahora en cambio, gracias a la muerte que Cristo sufrió en su cuerpo de carne, han sido reconciliados y Dios puede admitirlos a su presencia como a un pueblo santo sin mancha y sin reproche. La condición es que permanezcan cimentados y estables en la fe, e inamovibles en la esperanza que escucharon en el Evangelio. Es el mismo que se proclama en la creación entera bajo el cielo, y yo, Pablo, fui asignado a su servicio. Palabra de Dios. Salmo Responsorial: 53, 3,4.6 R/. Vean que Dios es mi auxilio. Oh Dios, sálvame por tu nombre, sal por mí con tu poder. Oh Dios, escucha mi súplica, atiende a mis palabras. R/. Pero Dios es mi auxilio, el Señor sostiene mi vida. Te ofreceré un sacrificio voluntario dando gracias a tu nombre que es bueno. R/. Lectura del santo Evangelio según San Lucas 6, 1-5 Un sábado, Jesús atravesaba un sembrado; sus discípulos arrancaban espigas y, frotándolas con las manos, se comían el grano. Unos fariseos les preguntaron: ¿Por qué hacen en sábado lo que no está permitido? Jesús les replicó: ¿No han leído lo que hizo David, cuando él y sus hombres sintieron hambre? Entró en la casa de Dios, tomó los panes presentados que sólo pueden comer los sacerdotes, comió él y les dio a sus compañeros. Y añadió: El Hijo del Hombre es señor del sábado. Palabra del Señor. Meditación Como les dice Pablo a los colosenses, el encuentro con Cristo les ha llevado a cambiar la vida por completo, de sus malas acciones “han sido reconciliados y Dios puede admitirlos a su presencia”. Se nos vuelve a insistir en la necesidad de ese encuentro con Cristo porque en su sangre hemos sido reconciliados. Pero habla también del comportamiento de la comunidad, que si tiene a Cristo en el centro se convierte en “un pueblo santo sin mancha y sin reproche”. Es un planteamiento para nuestras comunidades: tienen la obligación de ser

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santas y sin reproche. Ante las demás personas que no creen o no están en la comunidad debemos dar testimonio de santidad y no dar malos ejemplos. El Evangelio, por su parte, continúa el enfrentamiento de Jesús con los fariseos; en esta ocasión el tema se refiere a trabajar en sábado. Jesús nos ha liberado de todo yugo. “El Hijo del hombre es Señor del sábado”. Como el Esposo está ahí, ha llegado el tiempo de la boda y ha pasado la época de las referencias antiguas. Al atardecer del día sexto, Dios había descansado para consagrar la creación, y los hombres habían consagrado el sábado para alabar a Dios por sus maravillas. Un día para santificar el tiempo... Como Jesús está ahí, toda la vida del hombre se define como “santa”: es tiempo del hombre y tiempo de Dios. En adelante, nada de cuanto es humano es ajeno a Dios. Escándalo de nuestra fe: ya no hay separación entre lo profano y lo sagrado. Entrar en contacto con Dios, no exige ya que salgamos de nuestra condición de hombres, ya que Dios ha entrado en la historia haciéndose palabra de hombre, de un hombre pequeño. Inversión increíble de la fe, que en vez de levantar una barrera entre el mundo de la tierra y el de Dios, santifica la condición mundana del hombre. El hombre tiene una fastidiosa tendencia a dar una importancia desmesurada a los “medios”, olvidando a veces el fin. El sábado, el domingo, son importantes, debemos dedicarlos a Dios, a su servicio, sirviendo y viviendo en familia el triunfo total de Cristo sobre el mal. Y pongamos a la persona humana por encima del sábado, por encima de las leyes y de las normas, como nos lo ha enseñado Jesús. 10

XXIII Domingo del Tiempo Ordinario

III Semana Liturgia de las Horas Verde 40º Aniversario de la Ordenación Presbiteral de Mons. Freddy Antonio de Jesús Bretón Martínez, Arzobispo Metropolitano de Santiago de los Caballeros Convoquemos con la Palabra a la conversión de quien peca Algunas orientaciones : Colocar el lema del día en un lugar visible/ resaltar el lema del mes con su valor a vivir durante todo este mes/ se puede entrar en la procesión con la Biblia /Se puede dramatizar el Evangelio. Se puede destacar a los padres, maestros, animadores de comunidad que les corresponde corregir a los suyos. Se puede presentar una oreja grande como signo de la disposición de escuchar. Monición de Entrada Hermanos y hermanas: con la alegría de los hijos e hijas de Dios, nos congregamos como comunidad de fe, para participar del gran Banquete Eucarístico en este Vigésimo Tercer Domingo del Tiempo Ordinario.

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En la Palabra de Dios somos convocados al amor fraterno como signo de que la escuchamos y practicamos. Una de las expresiones de ese amor es ser capaces de practicar la corrección fraterna, invitando a la conversión a quien peca o advirtiéndole del peligro de desviarse del camino del bien. Pidamos al Señor la capacidad de escuchar hoy y siempre la Palabra que nos llega a través de la Escritura Sagrada, así como a través de los hermanos que nos corrigen. Asimismo, es importante abandonar el chisme por detrás que daña y destruye siendo capaces de hablar con amor y de frente con quien necesita corrección. Alegres recibamos cantando a Jesús que viene a través de su ministro a estar en medio de nosotros presidiendo esta Eucaristía en la que vivimos lo que dice el lema del mes: “acudían asiduamente a la enseñanza de los apóstoles” Oración colecta Señor, tú que te has dignado redimirnos y has querido hacernos hijos tuyos, míranos siempre con amor de padre y haz que cuantos creemos en Cristo, tu Hijo, alcancemos la libertad verdadera y la herencia eterna. Por nuestro Señor Jesucristo. Liturgia de la Palabra Primera Lectura: Ezequiel 33, 7-9 Como profetas de Dios, estamos llamados a convocar al que ha pecado a cambiar de conducta, ya que al no hacerlo por miedo o comodidad el Señor nos pedirá cuenta de su perdición. Escuchemos. Lectura de la profecía de Ezequiel 33,7-9 Así dice el Señor: «A ti, hijo de Adán, te he puesto de atalaya en la casa de Israel; cuando escuches palabra de mi boca, les darás la alarma de mi parte. Si yo digo al malvado: “¡Malvado, eres reo de muerte!”, y tú no hablas, poniendo en guardia al malvado para que cambie de conducta, el malvado morirá por su culpa, pero a ti te pediré cuenta de su sangre; pero si tú pones en guardia al malvado para que cambie de conducta, si no cambia de conducta, él morirá por su culpa, pero tú has salvado la vida.» Palabra de Dios. Salmo Responsorial: 94,1-2.6-7.8-9 R/. Ojalá escuchen hoy la voz del Señor: «No endurezcan su corazón» Vengan, aclamemos al Señor, demos vítores a la Roca que nos salva; entremos a su presencia dándole gracias, aclamándolo con cantos. R/. Entren, postrémonos por tierra, bendiciendo al Señor, creador nuestro. Porque él es nuestro Dios, y nosotros su pueblo, el rebaño que él guía. R/. Ojalá escuchen hoy su voz: «No endurezcan el corazón como en Meribá, como el día de Masa en el desierto; cuando sus padres me pusieron a prueba y me tentaron, aunque habían visto mis obras.» R/.

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Segunda Lectura: Romanos 13, 8-10 Para quien convocado por la palabra se acoge a su enseñanza, asume el amor como única norma de vida, que se expresa en hacer siempre el bien a los demás. Escuchemos Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 13,8-10 Hermanos: A nadie le deban nada, más que amor; porque el que ama a su prójimo tiene cumplido el resto de la ley. De hecho, el «no cometerás adulterio, no matarás, no robarás, no envidiarás» y los demás mandamientos que haya, se resumen en esta frase: «Amarás a tu prójimo como a tí mismo.» Uno que ama a su prójimo no le hace daño; por eso amar es cumplir la ley entera. Palabra de Dios. Aleluya 2cor.5, 19 Dios estaba en Cristo, reconciliando al mundo consigo, y a nosotros nos ha confiado la palabra de la reconciliación. Evangelio: Mateo 18, 15-20 Cuando recibimos una corrección fraterna nosotros somos convocados a la conversión, a través de algún hermano, o de varios o de toda la comunidad en la que el Señor está presente. Escuchemos. Lectura del santo evangelio según san Mateo 18,15-20 En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Si tu hermano peca, repréndelo a solas entre los dos. Si te hace caso, has salvado a tu hermano. Si no te hace caso, llama a otro o a otros dos, para que todo el asunto quede confirmado por boca de dos o tres testigos. Si no les hace caso, díselo a la comunidad, y si no hace caso ni siquiera a la comunidad, considéralo como un gentil o un publicano. Les aseguro que todo lo que aten en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desaten en la tierra quedará desatado en el cielo. Les aseguro, además, que, si dos de ustedes se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, se lo dará mi Padre del cielo. Porque donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.» Palabra del Señor. Meditación En el diálogo con Dios, aprende el verdadero profeta cuál es su misión. Ceñido a la escucha de la palabra infinita, cumple su cometido traduciendo y trasmitiendo la llamada de Dios. Su salvación está en ser fiel mensajero del Dios que busca salvar. Con el Evangelio el día de hoy iniciamos una extensa serie dedicada a la vida comunitaria. Hoy se nos presenta la comunidad cristiana como lugar de corrección fraterna y de oración. Lo que permitía la unidad de la Iglesia. Otro aspecto importante para esa unidad nos lo indica el lema de este mes: “Se mantenían constantes en la enseñanza de los apóstoles”. Y el catecismo de la iglesia cuando nos habla de la unidad nos da criterios muy claros, que tienen que ver con la apostolicidad, como reza el lema del mes.

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Se mantenían constantes en la enseñanza de los apóstoles

“Esta es la única Iglesia de Cristo, de la que confesamos en el Credo que es una, santa, católica y apostólica” (LG 8). Estos cuatro atributos, inseparablemente unidos entre sí (cf. DS 2888), indican rasgos esenciales de la Iglesia y de su misión. La Iglesia no los tiene por ella misma; es Cristo, quien, por el Espíritu Santo, da a la Iglesia el ser una, santa, católica y apostólica, y Él es también quien la llama a ejercitar cada una de estas cualidades. (CCE 811). ¿Cuáles son estos vínculos de la unidad? “Por encima de todo esto, revístanse del amor, que es el vínculo de la perfección” (Col 3, 14). Pero la unidad de la Iglesia peregrina está asegurada por vínculos visibles de comunión: • la profesión de una misma fe recibida de los Apóstoles; • la celebración común del culto divino, sobre todo de los sacramentos; • la sucesión apostólica por el sacramento del orden, que conserva la concordia fraterna de la familia de Dios (cf UR 2; LG 14; CIC, can. 205).” (CCE 815) La fraternidad es, pues, la primera consigna para la Iglesia: “Todos somos hermanos. Vivamos como hermanos”. Una fraternidad no sentimental o puramente humanista, sino fruto de lo que constituye la fe cristiana. El amor al hermano no se muestra sólo diciéndole palabras amables y de alabanza, sino también, cuando haga falta, con una palabra de ánimo o de corrección. El silencio a veces puede ser complicidad. La clave nos la da Pablo en la segunda lectura: el amor, la ley fundamental del cristiano: “A nadie le deban nada, más que amor. . . amarás a tu prójimo como a ti mismo. Uno que ama a su prójimo, no le hace daño”. El que ama sí que puede corregir al hermano, porque lo hará con delicadeza, lo hará no para herir, sino para curar, y sabrá encontrar el momento y las palabras. Oración de los fieles El que preside: Presentemos al Padre nuestras oraciones diciéndole: “Que sepamos, Padre, practicar la corrección fraterna: Por Iglesia universal y sus pastores, para que el Señor les conceda la paz, la unidad, y la humildad de poder corregir y ser corregidos, acogiéndose al amor misericordioso de Dios. Oremos. Por los que dirigen en las naciones, para que se dejen convocar por la Palabra y se dejen corregir por sus pueblos cuando deciden o practiquen lo que hace daño al bien común. Oremos. Por los más pobres, los enfermos y los abandonados, para que sepan escuchar la palabra de Dios y reciban la solidaridad de sus hermanos que le muestre tu amor. Oremos. Para que, en todos los sectores, se abran a la escucha de la palabra de Dios, recibiendo con amor la visita bíblica en los hogares y vean al Señor que los visita para llevarles paz y consuelo. Oremos. Por todos nosotros, para que escuchando la palabra de Dios aprendamos a amarnos y corregirnos fraternalmente y aceptemos con humildad la corrección por nuestro bien. Oremos.

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Por las familias amenazadas, para que permanezcan unidas en el amor, orienten y guíen a sus hijos e hijas, para que respondan con generosidad a la llamada del Señor, y le sirvan en la vida sacerdotal o religiosa. Oremos. El que Preside: Recibe oh Dios Padre Todopoderoso nuestra oración y concede a tu pueblo vivir en la fraternidad y el amor. Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor. Oración sobre las ofrendas Oh Dios, fuente de la paz y del amor sincero, concédenos glorificarte por estas ofrendas y unirnos fielmente a ti por la participación en esta eucaristía. Por Jesucristo, nuestro Señor. Oración después de la comunión Con tu palabra, Señor, y con tu pan del cielo, alimentas y vivificas a tus fieles; concédenos, que estos dones de tu Hijo nos aprovechen de tal modo que merezcamos participar siempre de su vida divina. Por Jesucristo, nuestro Señor. 11 Lunes

Feria Verde

Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Colosenses 1, 24-2, 3 Hermanos: Me alegro de sufrir por ustedes: así completo en mi carne los dolores de Cristo, sufriendo por su cuerpo que es la Iglesia, de la cual Dios me ha nombrado ministro, asignándome la tarea de anunciarles a ustedes su mensaje completo: el misterio que Dios ha tenido escondido desde siglos y generaciones y que ahora ha revelado a su pueblo santo. Dios ha querido dar a conocer a los suyos la gloria y riqueza que este misterio encierra para los gentiles: es decir, que Cristo es para ustedes la esperanza de la gloria. Nosotros anunciamos a ese Cristo; amonestamos a todos, enseñamos a todos, con todos los recursos de la sabiduría, para que todos lleguen a la madurez en su vida cristiana: esta es mi tarea, en la que lucho denodadamente con la fuerza poderosa que él me da. Quiero que tengan noticia del empeñado combate que sostengo por ustedes y los de Laodicea, y por todos los que no me conocen personalmente. Busco que tengan ánimos y estén compactos en el amor mutuo, para conseguir la plena convicción que da el comprender y que capten el misterio de Dios. Este misterio es Cristo, en quien están encerrados todos los tesoros del saber y el conocer. Palabra de Dios. Salmo Responsorial: 61,6-7.9 R/. De Dios viene mi salvación y mi gloria. Descansa en Dios, alma mía, porque él es mi esperanza; sólo él es mi roca y mi salvación, mi alcázar; no vacilaré. R/. Pueblo suyo, confía en él, desahoga ante él su corazón, que Dios es nuestro refugio. R/.

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Se mantenían constantes en la enseñanza de los apóstoles

Lectura del santo Evangelio según San Lucas 6, 6-11 Un sábado, entró Jesús en la sinagoga a enseñar. Había allí un hombre que tenía parálisis en el brazo derecho. Los letrados y los fariseos estaban al acecho para ver si curaba en sábado, y encontrar de qué acusarlo. Pero él, sabiendo lo que pensaban, dijo al hombre del brazo paralítico: Levántate y ponte ahí en medio. Él se levantó y se quedó en pie. Jesús les dijo: Les voy a hacer una pregunta: ¿Qué está permitido en sábado?, ¿hacer el bien o el mal, salvar a uno o dejarlo morir? Y, echando en torno una mirada a todos, le dijo al hombre: “Extiende el brazo”. Él lo hizo y su brazo quedó restablecido. Ellos se pusieron furiosos y discutían qué había que hacer con Jesús. Palabra del Señor Meditación El dolor y el sufrimiento es repetidamente valorado de modo particular en el Nuevo Testamento como manifestación de amor: Ahora me alegro de mis padecimientos por ustedes, dice san Pablo a los Colosenses. El propio Cristo reprende severamente a Pedro, cuando quiere hacerle abandonar los pensamientos sobre el sufrimiento y sobre la muerte de cruz. San Pablo enseña con su actitud y con su ejemplo que el cristiano puede y debe imitar la disposición del Señor ante el dolor: Ahora me alegro de mis padecimientos por ustedes y suplo en mi carne lo que falta a las tribulaciones de Cristo por su cuerpo, que es la Iglesia. Cristo ya había exigido a los suyos el sacrificio para alcanzar el Reino de los Cielos: Si alguno quiere venir en pos de mi… tome cada día su cruz. La fidelidad a Cristo exige este sacrificio. Entren por la puerta angosta, porque amplia es la puerta y ancho el camino que conduce a la perdición, y son muchos los que entran por ella. ¡Qué angosta es la puerta y estrecho el camino que conduce a la Vida, y qué pocos son los que la encuentran! El paralítico del evangelio no le pide nada; es Jesús quien está atento a cuanto suceda a su lado para ayudar. Jesús ofrece la curación, no importa el día de la semana. Jesús junta el sábado, el día de fiesta con la caridad, con la sanidad, para que nosotros también tengamos en cuenta que el domingo es el día especial para el Señor y para los demás. No podemos separar la comunión con Dios de la comunión con los hermanos y hermanas. Con su actitud de ir a la sinagoga a orar y a sanar, Jesús nos da a entender que nuestros días de fiesta, nuestros domingos son días de orar, ir a la Eucaristía y de sanar heridas, de preocuparnos por los más necesitados. No perdamos la costumbre de ser hospitalarios con toda la familia, reuniéndola en esos días de fiesta. 12 Martes

Feria o memoria libre: El Santísimo nombre de María Verde o Blanco

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Colosenses 2, 6-15 Hermanos: Ya que han aceptado a Cristo Jesús, el Señor, procedan como cristianos. Arraigados en él, déjense construir y afianzar en la fe que les enseñaron, y rebosen de agradecimiento.

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Plan de Pastoral - Septiembre 2017

Cuidado con que haya alguno que se deje capturar con esa teoría que es una insulsa patraña forjada y transmitida por hombres, fundada en los elementos del mundo y no en Cristo. Porque es en Cristo en quien habita corporalmente toda la plenitud de la divinidad, y por él, que es cabeza de todo principado y autoridad, han obtenido su plenitud. Por él fueron también circuncidados con una circuncisión no hecha por hombres, cuando los despojaron de los bajos instintos de la carne, por la circuncisión de Cristo. Por el bautismo fueron sepultados con él, y han resucitado con él, porque han creído en la fuerza de Dios que lo resucitó de entre los muertos. Estaban muertos por sus pecados, porque no estaban circuncidados; pero Dios les dio vida en él, perdonándoles todos los pecados. Borró el protocolo que nos condenaba con sus cláusulas y era contrario a nosotros; lo quitó de en medio, clavándolo en la cruz, y, destituyendo por medio de Cristo a los principados y autoridades, los ofreció en espectáculo público y los llevó cautivos en su cortejo. Palabra de Dios. Salmo Responsorial: 144, 1-2. 8-9. 10-11 R. ¡El Señor es bueno con todos! Te ensalzaré Dios mío, mi Rey, bendeciré tu Nombre por siempre jamás. Día tras día te bendeciré, y alabaré tu Nombre por siempre jamás. R. El Señor es clemente y misericordioso, lento a la cólera y rico en piedad; el Señor es bueno con todos, es cariñoso con todas sus criaturas. R. Que todas tus criaturas te den gracias, Señor, que te bendigan tus fieles; que proclamen la gloria de tu reinado, que hablen de tus hazañas. R. Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 6, 12-19 Por entonces, subió Jesús a la montaña a orar, y paso la noche orando a Dios. Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, escogió a doce de ellos y los nombró Apóstoles: Simón, a quien puso el sobrenombre de Pedro, Andrés, su hermano, Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago, hijo de Alfeo, Simón, llamado el Zelote, Judas, hijo de Santiago, y Judas Iscariote, que fue el traidor. Bajo Jesús del monte con los doce y se paró en un llamo con un grupo grande de discípulos y de pueblo procedente de toda Judea, de Jerusalén y de la región costera de Tiro y Sidón. Venían a oírlo y a que los curara de sus enfermedades; los atormentados por espíritus impuros quedaban curados; y toda la gente trataba de tocarlo, porque salía de él una fuerza que los curaba a todos. Palabra del Señor. Meditación Jesús sube a la montaña a orar y allí pasa la noche. Jesús ya tenía una gran cantidad de discípulos y debía elegir el equipo que constituiría el nuevo Israel. El pueblo de Israel se forma con los 12 hijos de Jacob,

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por eso Jesús elige 12 apóstoles por que viene a fundar un nuevo Israel. En la montaña del Sinaí fue donde Moisés dejó al pueblo en la falda de la montaña y subió él solo al encuentro con Dios. Allí, en el Sinaí, Israel quedó constituido como pueblo de Dios. Cuando Jesús bajó de la montaña acudía a él gentes de todas partes con sus dolencias, enfermedades y problemas, lo mismo le pasaba a Moisés, a él acudían de todas las tribus a presentarles sus problemáticas, para que él las resolviera. Jesús es la síntesis de todo: de Abraham, Jacob y Moisés. El viene a hacerlo todo nuevo. La presencia de Jesús es la revolución más grande que haya podido verse en Israel, pues experimentaron lo que dice el salmo: El Señor ama a su pueblo. Si también te consideras discípulo de Jesús por el bautismo y porque él te ha dado una nueva vida, el apóstol Pablo te invita, en la primera lectura, que, debes construirte y afianzarte en la fe que te enseñaron y que has vivido. Debes rebozar de agradecimiento. Sólo en Cristo radica la plenitud de la divinidad. Es Jesús mismo con su ejemplo, que nos enseña a no lanzarnos con ningún plan ni proyecto sin antes ponerlo en oración. No hemos venido a este mundo a hacer nuestros planes y proyectos, sino el plan y proyecto de Dios, pues ya tú eres su proyecto. La misión de cada uno es descubrir cuál es el plan de Dios contigo desde que te creó. Por eso hay que cultivar una vida intensa de oración. Sólo Dios te puede decir lo que quiere para ti y con qué fin y objetivo te creó y lo que quiere que hagas. 13

Memoria Obligatoria: San Juan Crisóstomo, Obispo y Doctor de la Iglesia

Miércoles

Blanco

Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Colosenses 3, 1-11: Hermanos: Ya que han resucitado con Cristo, busquen los bienes de allá arriba, donde está Cristo, sentado a la derecha de Dios; aspiren a los bienes de arriba, no a los de la tierra. Porque han muerto; y su vida está con Cristo escondida en Dios. Cuando aparezca Cristo, vida nuestra, entonces también ustedes aparecerán, juntamente con él, en gloria. En consecuencia, den muerte a todo lo terreno que hay en ustedes: la fornicación, la impureza, la pasión, la codicia, y la avaricia, que es una idolatría. Eso es lo que atrae el castigo de Dios sobre los desobedientes. Entre ellos andaban también ustedes, cuando vivían de esa manera; ahora en cambio, desháganse de todo eso: ira, coraje, maldad, calumnias y groserías, ¡fuera de su boca! No sigan engañándose unos a otros. Despójense de la vieja condición humana, con sus obras, y revístanse de la nueva condición, que se va renovando como imagen de su creador, hasta llegar a conocerlo. En este orden nuevo no hay distinción entre judíos y gentiles, circuncisos e incircuncisos, bárbaros y escitas, esclavos y libres; porque Cristo es la síntesis de todo y está en todos. Palabra de Dios.

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Salmo Responsorial 144, 2-3.10-11.12-13ab R/. El Señor es bueno con todos. Día tras día te bendeciré y alabaré tu nombre por siempre jamás. Grande es el Señor y merece toda alabanza, es incalculable su grandeza. R/. Que todas tus criaturas te den gracias, Señor, que te bendigan tus fieles; que proclamen la gloria de tu reinado, que hablen de tus hazañas. R/. Explicando tus hazañas a los hombres, la gloria y majestad de tu reinado. Tu reinado es un reinado perpetuo, tu gobierno va de edad en edad. R/. Lectura del santo Evangelio según San Lucas 6, 20-26 En aquel tiempo, Jesús, levantando los ojos hacia sus discípulos, les dijo: Dichosos los pobres, porque suyo es el Reino de Dios. Dichosos los que ahora tienen hambre, porque quedarán saciados. Dichosos los que ahora lloran, porque reirán. Dichosos ustedes cuando les odien los hombres, y les excluyan, y les insulten y proscriban su nombre como infame, por causa del Hijo del Hombre. Alégrense ese día y salten de gozo: porque su recompensa será grande en el cielo. Eso es lo que hacían sus padres con los profetas. Pero, ¡Ay de ustedes, los ricos, porque ya tienen su consuelo! ¡Ay de ustedes, los que están saciados, porque tendrán hambre! ¡Ay de los que ahora ríen, porque harán duelo y llorarán! ¡Ay si todo el mundo habla bien de ustedes! Eso es lo que hacían sus padres con los falsos profetas. Palabra del Señor. Meditación Las Bienaventuranzas son promesas en las que resplandece la nueva imagen del mundo y del hombre que Jesús inaugura, y en las que “se invierten los valores”. Son promesas escatológicas, pero no debe entenderse como si el júbilo que anuncian deba trasladarse a un futuro infinitamente lejano o sólo al más allá. Cuando el hombre empieza a mirar y a vivir a través de Dios, cuando camina con Jesús, entonces vive con nuevos criterios. El mensaje cristiano es desconcertante. ¿Cómo dice Jesús que son más felices los pobres, los hambrientos, los que lloran y los que son odiados? ¿Acaso no es mejor ser rico, comer bien, reír y tener buena fama? Las Bienaventuranzas nos dicen que es preferible ser pobre que apegarse a los bienes materiales. Porque sólo un corazón desprendido puede llenarse de Dios. El que tiene su corazón lleno de cosas, ¿dónde puede albergar a Dios? ¿Le quedará algún hueco para El? Podemos inspirarnos en las Bienaventuranzas para hacernos un programa de vida. El primer objetivo será despegarse cada día, poco a poco, de algo superfluo. Para eso hay que ponerse metas: cada semana, cada mes, etc. El segundo objetivo es el del “hambre espiritual”, el hambre de Dios. Vamos a cultivar nuestro espíritu con unos minutos de oración al día, con lecturas provechosas, con la cercanía a los sacramentos, procurando que en nuestra casa desaparezca el ruido y haya más silencio.

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Se mantenían constantes en la enseñanza de los apóstoles

El tercer propósito se refiere a los sacrificios. Hay que aprender a sobrellevarlos con elegancia, ofreciéndolos a Jesús como Él ofreció su cruz por nosotros. Y por último, tomando la cuarta Bienaventuranza, hay que lograr vivir cristianamente, con coherencia, dando testimonio aunque otros nos miren mal. Hagamos todas estas cosas con alegría, sabiendo que la recompensa será grande en el cielo. 14

Fiesta: Exaltación de la Santa Cruz

Jueves Rojo 38º Aniversario de la Dedicación de la Catedral Santa Cruz, de la Diócesis de Mao- Montecristi. Lectura del libro de los Números 21,4b-9 En aquellos días, el pueblo estaba extenuado del camino, y habló contra Dios y contra Moisés: “¿Por qué nos has sacado de Egipto para morir en el desierto? No tenemos ni pan ni agua, y nos da náusea ese pan sin cuerpo.” El Señor envió contra el pueblo serpientes venenosas, que los mordían, y murieron muchos israelitas. Entonces el pueblo acudió a Moisés, diciendo: “Hemos pecado hablando contra el Señor y contra ti; reza al Señor para que aparte de nosotros las serpientes.” Moisés rezó al Señor por el pueblo, y el Señor le respondió: “Haz una serpiente venenosa y colócala en un estandarte: los mordidos de serpiente quedarán sanos al mirarla.” Moisés hizo una serpiente de bronce y la colocó en un estandarte. Cuando una serpiente mordía a uno, él miraba a la serpiente de bronce y quedaba curado. Palabra de Dios Salmo Responsorial: 77,1-2.34.36-37.38 R/ “No olviden las acciones del Señor.” Escucha, pueblo mío, mi enseñanza, inclinen el oído a las palabras de mi boca: que voy a abrir mi boca a las sentencias, para que broten los enigmas del pasado. R. Cuando los hacía morir, lo buscaban, y madrugaban para volverse hacia Dios; se acordaban de que Dios era su roca, el Dios Altísimo su redentor. R. Lo adulaban con sus bocas, pero sus lenguas mentían: su corazón no era sincero con él, ni eran fieles a su alianza. R. Él, en cambio, sentía lástima, perdonaba la culpa y no los destruía: una y otra vez reprimió su cólera, y no despertaba todo su furor. R. Lectura de la Carta de San Pablo de los Filipenses 2,6-11 Cristo, a pesar de su condición divina, no hizo alarde de su categoría de Dios; al contrario, se despojó de su rango y tomó la condición de esclavo, pasando por uno de tantos. Y así, actuando como un hombre cualquiera, se rebajó hasta someterse incluso a la muerte, y una muerte de cruz. Por eso Dios lo levantó sobre todo y le concedió el “Nombre-sobre-todonombre”; de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en el cielo, en la tierra, en el abismo, y toda lengua proclame: Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre. Palabra de Dios.

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Lectura del santo Evangelio según san Juan 3,13-17 En aquel tiempo, dijo Jesús a Nicodemo: “Nadie ha subido al cielo, sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre. Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que todo el que cree en él tenga vida eterna. Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único para que no perezca ninguno de los que creen el él, sino que tengan vida eterna. Porque Dios no mandó su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salve por él.” Palabra del Señor. Meditación En la Cruz de Jesucristo Dios nos manifiesta su amor. Las palabras del Evangelio según san Juan, que meditamos hoy brevemente siguiendo la Liturgia de la Santa Misa para este día, son un comentario de Nuestro Señor a Nicodemo, hablándole de la vida que quiere Dios para los hombres, y que Jesús nos conseguiría con su muerte y resurrección. También nosotros, a pesar de nuestros defectos, de nuestros egoísmos, somos capaces de dar cosas buenas a quienes amamos. Por los que queremos con todo el corazón, somos capaces de cualquier esfuerzo. Estamos dispuestos también –si fuera preciso– a sacrificar lo más apetecible con tal de ayudar, proteger, consolar o favorecer de alguna forma a los que amamos. La medida de nuestro esfuerzo desinteresado es la medida de nuestro amor. En otros momentos insistirá Jesucristo en la necesidad de seguirle con nuestra cruz de cada día, si queremos ser de los suyos. Podemos afirmar, sin duda, que Jesús sobre el Calvario, siendo como siempre perfecto Dios y hombre perfecto, se muestra, sin embargo, más que nunca, en su humanidad y en su divinidad. Situémonos de modo ideal junto a Cristo paciente, marchando con la Cruz y ya en la cumbre del Gólgota, para sentir la medida de lo que falta aún a nuestra perfección. Concretamente, en su Cruz no vemos afán de revancha o rencor, ni odio, ni falta de esperanza o de paz; por el contrario, allí brilla el perdón, el interés por los demás hasta su último instante; una paz inmensa en la tarea bien concluida, absoluta confianza en Dios y en su Bienaventuranza, y, sobre todo, mucho amor, manifestado en la entrega total. Celebramos, pues, esa Cruz en el día de hoy. Y damos gracias a Dios, a través de Santa María, su Madre y Madre nuestra, porque nuestras penas y dolores –unidos a la Cruz de Cristo– pueden ser ocasión de alegría infinita y eterna, por voluntad de Dios. 15

Memoria obligatoria: Nuestra Señora, la Virgen de los Dolores

Viernes

Blanco

Lectura de la Carta a los Hebreos 5, 7-9 Cristo, en los días de su vida mortal, a gritos y con lágrimas, presentó oraciones y súplicas al que podía salvarlo de la muerte, cuando en su

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Se mantenían constantes en la enseñanza de los apóstoles

angustia fue escuchado. Él, a pesar de ser Hijo, aprendió, sufriendo, a obedecer. Y, llevado a la consumación, se ha convertido para todos los que le obedecen en autor de salvación eterna. Palabra de Dios Salmo Responsorial: 30,2-3ª.3bc-4.5-6.15-16.20 R/ “Sálvame, Señor, por tu misericordia” A ti, Señor, me acojo: no quede yo nunca defraudado; tú, que eres justo, ponme a salvo, inclina tu oído hacia mí. R. Ven aprisa a librarme, sé la roca de mi refugio, un baluarte donde me salve, tú que eres mi roca y mi baluarte; por tu nombre dirígeme y guíame. R. Sácame de la red que me han tendido, porque tú eres mi amparo. A tus manos encomiendo mi espíritu: tú, el Dios leal, me librarás. R. Pero yo confío en ti, Señor, te digo: “Tú eres mi Dios.” En tus manos están mis azares: líbrame de los enemigos que me persiguen. R. Qué bondad tan grande, Señor, reservas para tus fieles, y concedes a los que a ti se acogen a la vista de todos. R. Lectura del Santo Evangelio según San Juan 19,25-27 En aquel tiempo, junto a la cruz de Jesús estaban su madre, la hermana de su madre, María, la de Cleofás, y María, la Magdalena. Jesús, al ver a su madre y cerca al discípulo que tanto quería, dijo a su madre: “Mujer, ahí tienes a tu hijo.” Luego, dijo al discípulo: “Ahí tienes a tu madre.” Y desde aquella hora, el discípulo la recibió en su casa. Palabra del Señor Meditación No podíamos menos que contemplar a la Virgen María compartiendo la ofrenda de su hijo a la humanidad en el altar de la cruz. Por eso hoy recordamos a la Madre de Dios, y Madre Nuestra, la Virgen de los Dolores, que vivió en carne propia el sacrificio de Jesús en la cruz por amor a la humanidad. Es como si estuviéramos prolongando la celebración de ayer, pero contemplando la actitud de María, que, en representación de toda la Iglesia, se une, debajo de la cruz, al dolor salvador de Cristo. La muerte de Jesús en la cruz no tiene que ver nada con la tortura; él va a la cruz voluntariamente, por obediencia; pasó el sufrimiento, pero fue escuchado, porque Dios confirmó el valor salvador de su sacrificio resucitándolo. Y María como mujer de fe vivió este acontecimiento desde la esperanza en la resurrección. Por eso su dolor no es expresión de derrota, sino una manifestación de amor a su hijo, que carga sobre sí el dolor de la humanidad pecadora. María, debajo de la cruz, como nos la presenta el evangelio de este día, en cuanto nueva Eva, se convierte en primicia de la nueva humanidad que surge con la resurrección de Cristo. Representa como Madre a todos los seres vivientes, que han de acoger la salvación ofrecida por Dios en el madero redentor de la cruz de su Hijo; ella representa sobre todo a la Iglesia, que nace debajo de la cruz y que acoge a todos los discípulos de Jesús, representados en el apóstol Juan; El, por su parte, representa a

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toda la Iglesia, que acoge a María como Madre como el mejor tesoro que le dejara el Hijo de Dios. Las palabras de Jesús: “Madre, ahí tienes a tu hijo; hijo, ahí tiene a tu Madre, nos recuerdan, pues, que no debemos separar a María de la Iglesia y a la Iglesia de María. Ella fue la que mejor escuchó la palabra de Dios, manteniendo su sí hasta el final, porque en cuanto discípula de Jesús supo hacer suyas las palabras de su hijo: “Si alguno quiere venir detrás de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame”. 16

Memoria obligatoria: San Cornelio, Papa y San Cipriano, Obispo, Mártires

Sábado

Rojo

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a Timoteo 1,15-17 Querido Hermano: Pueden fiarse y aceptar sin reserva lo que les digo: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, y yo soy el primero. Y por eso se compadeció de mí: para que, en mí, el primero, mostrara Cristo Jesús toda su paciencia, y pudiera ser modelo de todos los que creerán en él y tendrán vida eterna. Al Rey de los siglos, inmortal, invisible, único Dios, honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén. Palabra de Dios. Salmo Responsorial: 112,1-2.3-4.5a.6-7 R/. Bendito sea el nombre del Señor, ahora y por siempre Alaben, siervos del Señor, alaben el nombre del Señor. Bendito sea el nombre del Señor, ahora y por siempre. R/. De la salida del sol hasta su ocaso, alabado sea el nombre del Señor. El Señor se eleva sobre todos los pueblos, su gloria sobre los cielos. R/. ¿Quién como el Señor, Dios nuestro, que se abaja para mirar al cielo y a la tierra? Levanta del polvo al desvalido, alza de la basura al pobre. R/. Lectura del santo evangelio según san Lucas 6,43-49 En aquel tiempo, decía Jesús a sus discípulos: «No hay árbol sano que dé fruto dañado, ni árbol dañado que dé fruto sano. Cada árbol se conoce por su fruto; porque no se cosechan higos de las zarzas, ni se vendimian racimos de los espinos. El que es bueno, de la bondad que atesora en su corazón saca el bien, y el que es malo, de la maldad saca el mal; porque lo que rebosa del corazón, lo habla la boca. ¿Por qué me llaman “Señor, Señor”, y no hacen lo que digo? El que se acerca a mí, escucha mis palabras y las pone por obra, les voy a decir a quién se parece: se parece a uno que edificaba una casa: cavó, ahondó y puso los cimientos sobre roca; vino una crecida, arremetió el río contra aquella casa, y no pudo tambalearla, porque estaba sólidamente construida. El que escucha y no pone por obra se parece a uno que edificó una casa sobre tierra, sin cimiento; arremetió contra ella el río, y en seguida se derrumbó y quedó hecha una gran ruina.» Palabra del Señor.

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Se mantenían constantes en la enseñanza de los apóstoles

Meditación En la primera lectura, Pablo continúa con el testimonio de su vida: se considera el primero y principal pecador. ¿Nos consideramos pecadores, o más bien consideramos pecadores a los demás y nosotros somos los buenos? Tal vez en nuestro interior nos consideramos malos o malas, y reconocemos nuestros errores y pecados, pero no los confesamos ante los demás, sino que los disimulamos y escondemos. No queremos que nos conozcan como somos. Sin embargo, Pablo no se reconoce pecador para quedar mal él, sino para resaltar la compasión y misericordia de Dios que se fijó en él. Si no aceptamos nuestros pecados, no estamos dejando actuar el amor y la misericordia de Dios en nuestras vidas, en nuestro mundo. Jesús está concluyendo el Sermón de la llanura. Sus discípulos que caminan con él ya tienen elementos para revisar su autenticidad en el discipulado. Jesús presenta tres imágenes: El árbol que se conoce por su fruto, el tesoro de donde se saca perlas, y la casa bien cimentada, todas ellas hablan de la coherencia de vida (palabra y obra) y nos invitan a una construcción cristiana más sólida: 1. La sinceridad en el seguimiento: nosotros por ser hijos de Dios somos llamados a dar frutos buenos. 2. La obediencia a su palabra 3. La solidez: quien escucha las palabras de Jesús y las pone por obra se parece a quien construye la casa sobre la roca…. La comparación del árbol que da frutos apunta a la radicalidad de vida que compromete a los seguidores de Jesús. ¿Dónde tenemos el corazón? Si nuestra vida tiene sentido, si Cristo es importante en ella, si estamos alegres, con esperanza, con ánimo, las palabras servirán para animar a los demás. De un corazón amargado, sin esperanza no pueden salir muchas palabras positivas. ¿Qué sale de nuestra boca? Es una fotografía de nuestro corazón. Un corazón sano es capaz de generar los valores, actitudes, sentimientos y compromiso que implica la propuesta de Jesús. 17

XXIV Domingo del Tiempo Ordinario

IV Semana de la Liturgia de la Horas Jesús nos convoca a perdonar siempre Orientaciones para la Celebración: Colocar el lema del día en un lugar visible/Recordar el lema y el valor del mes /Dar un saludo de acogida a los que participan por primera vez y a los que reintegran a la comunidad,si estos por algunas razón se habían alejado/se puede dramatizar el evangelio Se pueden hacer letreros con mensajes alusivos al perdón /seguir motivando para que todos participen en las actividades con motivo del mes de la Biblia.

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Verde

Plan de Pastoral - Septiembre 2017

Monición de entrada Hermanos y hermanas: Nos reunimos en torno al altar para participar de la mesa de la Palabra y de la Eucaristía, verdadero alimento que nos ayudará a seguir creciendo y fortaleciéndonos en la fe, para que perdonados y con la capacidad de perdonar a otros, llevemos a cabo la tarea que el Señor nos encomienda animados por el lema “Se mantenían constantes en la enseñanza de los apóstoles” (Hec.2, 42). La Palabra nos convoca a vivir en comunidad, en la que, dada nuestra condición de pecadores, se originan situaciones difíciles que crean ofensas mutuas entre sus integrantes. De ahí la llamada del Señor a perdonarnos siempre unos a otros, condición para EL perdonarnos. Sólo con la ayuda de Dios podemos perdonar sin límites. Por eso, en esta Eucaristía dejémonos llenar de la misericordia divina para ser cada vez más misericordiosos como el Padre. Recibamos con gozo al Señor Jesús que llega a presidir esta Eucaristía a través de su ministro. Oración colecta Dios todopoderoso y eterno, a quien podemos llamar Padre, aumenta en nuestros corazones el espíritu filial, para que merezcamos alcanzar la herencia prometida. Por nuestro Señor Jesucristo. Liturgia de la Palabra Primera Lectura: Eclesiástico 27, 33-28 El Señor que nos convoca a perdonar el prójimo, le da un valor tan grande, que cuando perdonamos de corazón al que nos ofende El perdona nuestros pecados. Escuchemos. Lectura del libro del Eclesiástico 27,33–28,9 El Furor y cólera son odiosos; el pecador los posee. Del vengativo se vengará el Señor y llevará estrecha cuenta de sus culpas. Perdona la ofensa a tu prójimo, y se te perdonarán los pecados cuando lo pidas. ¿Cómo puede un hombre guardar rencor a otro y pedir la salud al Señor? No tiene compasión de su semejante, ¿y pide perdón de sus pecados? Si él, que es carne, conserva la ira, ¿quién expiará por sus pecados? Piensa en tu fin, y cesa en tu enojo; en la muerte y corrupción, y guarda los mandamientos. Recuerda los mandamientos, y no te enojes con tu prójimo; la alianza del Señor, y perdona el error. Palabra de Dios. Salmo Responsorial 102,1-2.3-4.9-10.11-12 R/. El Señor es compasivo y misericordioso, lento a la ira y rico en clemencia Bendice, alma mía, al Señor, y todo mi ser a su santo nombre. Bendice, alma mía, al Señor, y no olvides sus beneficios. R/. Él perdona todas tus culpas y cura todas tus enfermedades; él rescata tu vida de la fosa y te colma de gracia y de ternura. R/. No está siempre acusando ni guarda rencor perpetuo; no nos trata como merecen nuestros pecados ni nos paga según nuestras culpas. R/.

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Se mantenían constantes en la enseñanza de los apóstoles

Como se levanta el cielo sobre la tierra, se levanta su bondad sobre sus fieles; como dista el oriente del ocaso, así aleja de nosotros nuestros delitos. R/. Segunda Lectura: Romanos 14, 7-9. Los que hemos sido convocados por el Señor y hemos aceptado su propuesta vivimos sólo para el Señor en esta vida y más allá. Escuchemos Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 14,7-9 Hermanos: Ninguno de nosotros vive para sí mismo y ninguno muere para sí mismo. Si vivimos, vivimos para el Señor; si morimos, morimos para el Señor; en la vida y en la muerte somos del Señor. Para esto murió y resucitó Cristo: para ser Señor de vivos y muertos. Palabra de Dios. Aleluya Jn13,34 Les doy un mandamiento nuevo-dice el Señor-, que se amen los unos a los otros, como yo los he amado. Evangelio: Mateo 18, 21-35 En este Evangelio de hoy el Señor Jesús nos convoca a perdonarnos mutuamente como condición para ser perdonados por el Padre. Y este perdón no tiene límite ni número. De pie, como signo de estar dispuestos a perdonar siempre, aclamemos cantando al maestro Jesús quien nos hablará. Lectura del santo evangelio según san Mateo 18,21-35 En aquel tiempo, se adelantó Pedro y preguntó a Jesús: «Señor, si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces le tengo que perdonar? ¿Hasta siete veces?» Jesús le contesta: «No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete. Y a propósito de esto, el reino de los cielos se parece a un rey que quiso ajustar las cuentas con sus empleados. Al empezar a ajustarlas, le presentaron uno que debía diez mil talentos. Como no tenía con qué pagar, el señor mandó que lo vendieran a él con su mujer y sus hijos y todas sus posesiones, y que pagara así. El empleado, arrojándose a sus pies, le suplicaba diciendo: “Ten paciencia conmigo, y te lo pagaré todo.” El señor tuvo lástima de aquel empleado y lo dejó marchar, perdonándole la deuda. Pero, al salir, el empleado aquel encontró a uno de sus compañeros que le debía cien denarios y, agarrándolo, lo estrangulaba, diciendo: “Págame lo que me debes.” El compañero, arrojándose a sus pies, le rogaba, diciendo: “Ten paciencia conmigo, y te lo pagaré.” Pero él se negó y fue y lo metió en la cárcel hasta que pagara lo que debía. Sus compañeros, al ver lo ocurrido, quedaron consternados y fueron a contarle a su señor todo lo sucedido. Entonces el señor lo llamó y le dijo: “¡Siervo malvado! Toda aquella deuda te la perdoné porque me lo pediste. ¿No debías tú también tener compasión de tu compañero, como yo tuve compasión de ti?” Y el señor, indignado, lo entregó a los verdugos hasta que pagara toda la deuda. Lo mismo hará con ustedes mi Padre del cielo, si cada cual no perdona de corazón a su hermano.» Palabra del Señor.

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Meditación El valor real de la ayuda al enemigo en su necesidad (Ex 23. 4 s.; Pr 25. 21) no se desconoce totalmente en el AT. En nuestro texto se rechaza expresamente el espíritu vengativo y se promete el perdón a los que saben perdonar. En él se anticipa ya lo que se dice en la petición del padrenuestro (Mt 6. 12 y 14s.; Mc 11. 25s.; Lc 6. 37). Pero la “salud” implica también pedir perdón por los pecados. Pues, según la mentalidad oriental y bíblica, el perdón de los pecados tiene frecuentemente como consecuencia la curación de las enfermedades (cf. Is 6. 10; 57. 18s.; Jr 3. 22; 17. 14; Sal 30. 3; 41. 5; 103. 3, etc). De ahí que estuviera generalizada la creencia de que la enfermedad era un castigo por los pecados cometidos (Jn 9. 2). El hombre piadoso que reconoce su debilidad se acuerda de los mandamientos del Señor y no se enoja fácilmente contra su prójimo. La alianza con el Señor es el fundamento y la última motivación de esa conducta que debe observar Israel con los demás. Pues también el Señor perdona y es paciente con ese pueblo de dura cerviz. El Evangelio es un pregón de perdón total y de liberación completa. Solamente así el antiguo deudor perdonado no se convertirá en nuevo opresor. Como hemos notado, el perdón es el tema sobresaliente en las lecturas de este domingo. El libro de Ben Sirach (Eclesiástico) nos habla de la actitud que el israelita debía adoptar ante un ofensor. El autor considera la inevitable caducidad de la vida terrena, la muerte de los vivientes y la consiguiente corrupción. Esta meditación le hace ver que es vano adoptar una actitud de ira y de venganza en relación con nuestros semejantes. ¿Qué misericordia seremos capaces de pedir a Dios el día del juicio, si nosotros mismos nunca ofrecimos esta misericordia a los demás? La idea de fondo es profunda: aquel que no perdona las ofensas recibidas, no recibirá la remisión de sus pecados. En el evangelio el tema se propone nuevamente en la parábola de los deudores insolventes. Jesús nos muestra que delante de Dios, no hay hombre justo que esté libre de débito. Más aún, expresa con vigor y firmeza que no hay quien pueda solventar la deuda contraída por los propios pecados. Si Dios, en su infinita misericordia, ha tenido compasión de nuestras miserias, ¿no debemos hacer nosotros lo mismo en relación con nuestros semejantes? Nosotros no podemos constituirnos en dueños de la vida y de la muerte, ni tampoco en jueces de nuestros hermanos. La Eucaristía celebra el memorial de Cristo y aplica la remisión de los pecados. Es reconciliación y la exige entre los hermanos, para una mejor participación. Para las acciones del sector se nos recomienda: Colocar letreros bíblicos en diferentes lugares. Realizar un recorrido bíblico por los Sectores. Visita por las casas con la Palabra. Aprovechemos pues el tema del perdón de este domingo para fomentar el perdón entre las familias del sector.

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Se mantenían constantes en la enseñanza de los apóstoles

Oración de los fieles El que preside: Invoquemos con toda confianza la misericordia del Padre diciéndole: Padre, que como Tú perdonemos siempre al que nos ofende. Por la Iglesia, para que sea siempre reflejo del amor misericordioso del Padre Dios y lugar de reconciliación para todos. Oremos al Señor. Por los políticos y gobernantes, para que promuevan la reconciliación entre los diferentes sectores sociales basada en la verdad y la justicia. Oremos al Señor. Por los enfermos, los pobres, los ancianos y todos los que sufren para que encuentren en nosotros una mano solidaria dispuesta siempre ayudarles. Oremos al Señor. Por nosotros, convocados por la Palabra a perdonar siempre, para que seamos capaces de vivir y promover la reconciliación entre nosotros. Oremos al Señor. Por las vocaciones sacerdotales y a la vida consagrada, para que el amor y misericordia de Dios siga llegando al mundo por medio de su Iglesia. Oremos al señor. El que preside: Acoge Padre Santo estas suplicas que con fe te hemos presentado por Jesucristo Nuestro Señor. Oración sobre las ofrendas Acepta, Señor, los dones que le has dado a tu Iglesia para que pueda ofrecértelos, y transformarlos en sacramento de nuestra salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor. Oración después de la comunión La comunión en tus sacramentos nos salve, Señor, y nos afiance en la luz de tu verdad. Por Jesucristo nuestro Señor. 18 Lunes

Feria Verde

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a Timoteo 2,1-8 Querido Hermano: Te ruego, lo primero de todo, que hagan plegarias, oraciones, súplicas y acciones de gracias por todos los hombres; por los reyes y por todos los que están en el mundo, para que podamos llevar una vida tranquila y apacible con toda piedad y decoro. Esto es bueno y agradable a Dios, nuestro Salvador, que quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento pleno de la verdad. Porque hay un solo Dios, y también un solo mediador entre Dios y los hombres, Cristo Jesús, hombre también, que se entregó a sí mismo como rescate por todos. Este es el testimonio dado en el tiempo oportuno, y de este testimonio – digo la verdad, no miento– yo he sido constituido heraldo y apóstol, maestro de los gentiles en la fe y en la verdad. Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar elevando hacia el cielo unas manos piadosas, sin ira ni discusiones. Palabra de Dios.

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Salmo Responsorial: 27,2.7.8-9 R/. Bendito el Señor que escuchó mi voz suplicante Escucha, mi voz suplicante cuando te pido auxilio, cuando alzo las manos hacia tu santuario. R/. El Señor es mi fuerza y mi escudo, en él confía mi corazón; me socorrió y mi corazón se alegra y le canta agradecido. R/. El Señor es fuerza para su pueblo, apoyo y salvación para su ungido. Salva a tu pueblo y bendice tu heredad, sé su pastor y llévalos siempre. R/. Lectura del santo Evangelio según san Lucas 7,1-10 En aquel tiempo, cuando terminó Jesús de hablar a la gente, entró en Cafarnaum. Un centurión tenía enfermo, a punto de morir, a un criado, a quien estimaba mucho. Al oír hablar de Jesús, le envió unos ancianos de los judíos, para rogarle que fuera a curar a su criado. Ellos presentándose a Jesús, le rogaban encarecidamente: «Merece que se lo concedas porque tiene afecto a nuestro pueblo y nos ha construido la sinagoga.» Jesús se fue con ellos. No estaba lejos de la casa, cuando el centurión le envió a unos amigos a decirle: «Señor, no te molestes; no soy yo quién para que entres bajo mi techo; por eso tampoco me creí digno de venir personalmente. Dilo de palabra, y mi criado quedará sano. Porque yo también vivo bajo disciplina y tengo soldados a mis órdenes, y le digo a uno: “ve”, y va; al otro: “ven”, y viene; y a mi criado: “haz esto”, y lo hace.» Al oír esto, Jesús se admiró de él, y, volviéndose a la gente que lo seguía, dijo: «Les digo que ni en Israel he encontrado tanta fe.» Y al volver a casa, los enviados encontraron al siervo sano. Palabra del Señor. Meditación Con el Evangelio de hoy el evangelista Lucas quiere enseñarnos que en Jesús las barreras de la religión desaparecen y que en y desde la fe es posible lograr lo que se le pide a Dios, puesto que él es Padre de todos. En la historia del evangelio de hoy se destacan dos valores fundamentales de la vida cristiana: la fe y la humildad. Lo primero que aprendemos del centurión del evangelio es que nuestra fe crece al escuchar. Pero también vale destacar que este hombre se humilla ante Jesús y reconoce sus limitaciones. En la carta a los Hebreos, encontramos esta definición de lo que es la fe; “la fe es garantía de lo que se espera; la prueba de las realidades que no se ven”. ¿Te has preguntado alguna vez, como es tu fe? ¿Es realmente una fe que conlleva la firmeza, seguridad? Puesto que cuando se tiene fe, se confía ciegamente en las promesas que Dios te ha hecho como el Centurión, “mándalo de palabra y quedará sano mi criado” (Lc, 7, 7). Cuando se tiene fe, el corazón está lleno de serenidad, la paciencia es una virtud que se ejercita. Cuando se tiene fe, se mira al futuro con optimismo, esperando confiado en lo que pronto llegará. Dios no deja promesa sin cumplir.

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Pero a veces creemos por las obras, por lo que vemos, no porque esperemos, porque confiemos. La fe significa que debemos creer, en aquello que los ojos nunca han visto, y en aquello que los oídos nunca han escuchado. 19

Feria o memoria libre: San Jenaro, obispo y mártir

Martes Verde o Rojo 20º Aniversario de Ordenación Episcopal de Mons. Freddy Antonio de Jesús Bretón Martínez, Arzobispo Metropolitano de la Arquidiócesis de Santiago Lectura de la primera carta de San Pablo a Timoteo 3, 1-13 Querido hermano: Es cierto que aspirar al cargo de obispo es aspirar a una excelente función. Por lo mismo, es preciso que el obispo sea irreprochable, que no se haya casado más que una vez; que sea sensato, prudente, bien educado, digno, hospitalario, hábil para enseñar; no dado al vino ni a la violencia, sino comprensivo, enemigo de pleitos y no ávido de dinero; que sepa gobernar bien su propia casa y educar dignamente a sus hijos. Porque, ¿cómo podrá cuidar de la Iglesia de Dios quien no sabe gobernar su propia casa? No debe ser recién convertido, no sea que se llene de soberbia y sea por eso condenado como el demonio. Es necesario que los no creyentes tengan buena opinión de él, para que no caiga en el descrédito ni en las redes del demonio. Los diáconos deben, asimismo, ser respetables y sin doblez, no dados al vino ni a negocios sucios; deben conservar la fe revelada con una conciencia limpia. Que se les ponga a prueba primero y luego, si no hay nada que reprocharles, que ejerzan su oficio de diáconos. Las mujeres deben ser igualmente respetables, no chismosas, juiciosas y fieles en todo. Los diáconos, que sean casados una sola vez y sepan gobernar bien a sus hijos y su propia casa. Los que ejercen bien el diaconado alcanzarán un puesto honroso y gran autoridad para hablar de la fe que tenemos en Cristo Jesús. Palabra de Dios. Salmo Responsorial: 100, 1-2.3-4.5-6 R/. Danos, Señor, tu bondad y tu justicia Voy a cantar la bondad y la justicia; para ti, Señor, tocaré mi música. Voy a explicar el camino perfecto. ¿Cuándo vendrás a mí? R/. Quiero proceder en mi casa con recta conciencia. No quiero ocuparme de asuntos indignos, aborrezco las acciones criminales. R/. Al que en secreto difama a su prójimo lo haré callar; al altanero y al ambicioso no los soportaré. R/. Escojo a gente de fiar para que vivan conmigo; el que sigue un camino perfecto será mi servidor. R/. Lectura del santo Evangelio según san Lucas 7,11-17 En aquel tiempo, se dirigía Jesús a una población llamada Naín, acompañado de sus discípulos y de mucha gente. Al llegar a la entrada de

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la población, se encontró con que sacaban a enterrar a un muerto, hijo único de una viuda, a la que acompañaba una gran muchedumbre. Cuando el Señor la vio, se compadeció de ella y le dijo: «No llores.» Acercándose al ataúd, lo tocó y los que lo llevaban se detuvieron. Entonces dijo Jesús: «Joven, yo te lo mando: levántate.» Inmediatamente el que había muerto se levantó y comenzó a hablar. Jesús se lo entregó a su madre. Al ver esto, todos se llenaron de temor y comenzaron a glorificar a Dios, diciendo: «Un gran profeta ha surgido entre nosotros. Dios ha visitado a su pueblo.» La noticia de este hecho se divulgó por toda Judea y por las regiones circunvecinas. Palabra del Señor Meditación Timoteo era uno de los obispos puesto por Pablo al frente de una comunidad, en este caso de la de Éfeso. Y como le va a tocar elegir otros obispos y diáconos, le da los consejos de cómo deben ser. Hoy diríamos que Pablo “marca el perfil” de los obispos y diáconos El evangelista nos relata cómo llega Jesús a la aldea de Nain, acompañado de sus discípulos. Cuando entra ve a una mujer viuda que llora por la pérdida de su único hijo. Aquella mujer se quedaba sola, desprotegida. Jesús sabe de su tribulación y no lo piensa dos veces. Se acerca y le dice que no llore, después se acerca al féretro y le dice al muchacho que se levante. Este se levanta y se va con su madre. Esto nos deja un gran mensaje: la misericordia de Dios es infinita y nosotros como hijos de Dios debemos tener misericordia, cercanía con los más pobres, empatía y acogida. Acompañar y trabajar para que desaparezcan las desigualdades, el dolor, la injusticia y todo lo que oprima al ser humano. Tenemos que tener presente las palabras de Jesús: A ti te lo digo ten fe, levántate. Tenemos que levantarnos y llevar esperanza en los lugares donde vive la desesperanza y amor donde hay desamor. También nos recuerda que en una sociedad donde vivimos de la estética y tratamos la muerte como un estigma, en lugar de verla como un proceso, que todo ser viviente debe pasar en muchas ocasiones, acompañamos a las personas que pierdan a sus seres queridos por cumplir, en lugar de hacer como Jesús y tener misericordia de los familiares y que sientan la cercanía y acogida de los amigos y hermanos. Solo de esta forma, podemos decir que somos seguidores de Jesús, y podremos acompañar al ser humano en su dolor y fragilidad. Memoria Obligatoria: San Andrés Kim Taegon, Presbítero, y San Pablo Chong Hasang y Compañeros Mártires Miércoles Rojo 20

Lectura de la primera carta de San Pablo a Timoteo 3, 14-16 Querido hermano: Aunque espero ir a verte pronto, te escribo esto por si me retraso; quiero que sepas cómo hay que conducirse en un templo

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Se mantenían constantes en la enseñanza de los apóstoles

de Dios, es decir, en la asamblea de Dios vivo, columna y base de la verdad. Sin discusión, grande es el misterio que veneramos: Se manifestó como hombre, lo rehabilitó el Espíritu, se apareció a los mensajeros, se proclamó a las naciones, creyó en él el mundo, fue exaltado a la gloria. Palabra de Dios. Salmo Responsorial: 110, 1-2.3-4.5-6 R/. Grandes son las obras del Señor. Doy gracias al Señor de todo corazón, en compañía de los rectos, en la asamblea. Grandes son las obras del Señor, dignas de estudio para los que las aman. R/. Esplendor y belleza son su obra, su generosidad dura por siempre; ha hecho maravillas memorables, el Señor es piadoso y clemente. R/. El da alimento a sus fieles, recordando siempre su alianza. Mostró a su pueblo la fuerza de su obrar, dándoles la heredad de los gentiles. R/. Lectura del santo Evangelio según San Lucas 7, 31-35 En aquel tiempo, dijo el Señor: ¿A quién se parecen los hombres de esta generación? ¿A quién los compararemos? Se parecen a unos niños, sentados en la plaza, que gritan a otros: “Tocamos la flauta y no bailan, cantamos lamentaciones y no lloran” Vino Juan el Bautista, que ni comía ni bebía, y dijeron que tenía un demonio; viene el Hijo del Hombre, que come y bebe, y dicen: “Miren qué comilón y qué borracho, amigo de recaudadores y pecadores”. Sin embargo, los discípulos de la Sabiduría le han dado la razón. Palabra del Señor. Meditación Pablo habla, de cómo conducirse en el templo de Dios. No habla del templo material o las capillas; en aquel tiempo no tenían ese tipo de edificios, se reunían en las casas y en los lugares donde podían hacerlo con tranquilidad. Para Pablo el templo es la comunidad. En esta lectura hace referencia a dos temas fundamentales, la comunidad y a Cristo. El centro de la comunidad no es su dirigente, ni quienes la componen, sino Cristo que es quien la reúne, le da vida y la mantiene. La comunidad es la asamblea del Dios vivo. Por eso, el enorme respeto que nos merece la comunidad. En nuestros sectores debemos tener una o más comunidades, la parroquia debe ser la “comunidad de comunidades”, es decir “la Asamblea de las Asambleas de Dios”. Y el otro tema, repetitivo en Pablo, es Cristo, a quien lo presenta hoy como humano y divino, proclamado, venerado, creído y exaltado. Cristo, siendo Dios, es nuestro motivo de fe y de veneración. Jesús en el Evangelio, compara a los indecisos con unos niños que han perdido la capacidad de reaccionar ante las invitaciones de sus amigos, pues ni bailan ni lloran. Es como cuando vemos el telediario y, después de una noticia trágica, pasamos a la información deportiva como si nada. Nos conmovimos unos segundos y luego nos olvidamos.

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Las sectas se aprovechan de la indecisión de muchos cristianos para derrumbarles su fe y para incorporarlos en sus organizaciones. Por eso hemos de estar vigilantes, afianzando cada vez más los principios de nuestra fe católica Lo mismo sucede cuando entramos en una iglesia y vemos un crucifijo. Ya no nos llama la atención. ¿Y si viéramos a un hermano nuestro retorciéndose de dolor, colgado en el madero por cuatro terribles clavos? ¿No haríamos todo lo posible por bajarle de ahí? Cristo espera que nuestro corazón vuelva a palpitar y reaccione ante nuestra realidad y la del mundo. Si nuestra fe está marchita, es hora de que rejuvenezca. Si Jesús sigue clavado en la cruz por nosotros, es tiempo de aprovechar la redención. Si no abrimos los ojos, vendrá alguien a tocar a nuestra puerta y nos arrebatará lo más valioso que tenemos, sin darnos cuenta. 21 Jueves

Fiesta: San Mateo, Apóstol y Evangelista Rojo

Lectura de la carta de san Pablo a los Efesios 4, 1-7. 11-13 Hermanos: Yo, el prisionero por el Señor, les ruego que anden como pide la vocación a la que han sido convocados. Sean siempre humildes y amables, sean comprensivos, sobrellévense mutuamente con amor; esfuércense en mantener la unidad del Espíritu con el vínculo de la paz. Un solo cuerpo y un solo Espíritu, como una sola es la esperanza de la vocación a la que han sido convocados. Un Señor, una fe, un bautismo. Un Dios, Padre de todo, que lo trasciende todo, y lo penetra todo, y lo invade todo. A cada uno de nosotros se le ha dado la gracia según la medida del don de Cristo. Y él ha constituido a unos, apóstoles, a otros, profetas, a otros, evangelizadores, a otros, pastores y maestros, para el perfeccionamiento de los santos, en función de su ministerio, y para la edificación del cuerpo de Cristo; hasta que lleguemos todos a la unidad en la fe y en el conocimiento del Hijo de Dios, al hombre perfecto, a la medida de Cristo en su plenitud. Palabra de Dios. Salmo Responsorial: 18, 2,-4.5-6 R. A toda la tierra alcanza su pregón. El cielo proclama la gloria de Dios, el firmamento pregona la obra de sus manos: el día al día le pasa el mensaje, la noche a la noche se lo susurra. R. Sin que hablen, sin que pronuncien, sin que resuene su voz, a toda la tierra alcanza su pregón y hasta los límites del orbe su lenguaje. R. Lectura del santo evangelio según san Mateo 9, 9-13 En aquel tiempo, vio Jesús al pasar a un hombre llamado Mateo, sentado al mostrador de los impuestos, y le dijo: -”Sígueme.” Él se levantó y lo siguió. Y, estando en la mesa en casa de Mateo, muchos publicanos y pecadores, que habían acudido, se sentaron con Jesús y sus discípulos.

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Los fariseos, al verlo, preguntaron a los discípulos: “¿Cómo es que su maestro come con publicanos y pecadores?” Jesús lo oyó y dijo: “No tienen necesidad de médico los sanos, sino los enfermos. Vayan, aprendan lo que significa “misericordia quiero y no sacrificios”: que no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores.” Palabra del Señor. Meditación Hoy celebramos la fiesta del apóstol y evangelista Mateo. Él mismo, en su evangelio se llama a sí mismo, Mateo, mientras que Lucas y Marcos le llaman Leví y también Mateo. Tenía los dos nombres, pero es la misma persona. No puede sino asombrarnos la escena evangélica que nos presenta la Iglesia en la fiesta de San Mateo. Se trata precisamente de las circunstancias que rodearon a la llamada a seguirle, que Jesús dirigió al que sería el apóstol y evangelista del primer evangelio, cuando pasaba junto a donde recaudaba impuestos. Podríamos detenernos en bastantes detalles del relato, que no deben pasarnos inadvertidos: la majestad de Jesús que, sin más, llama mientras va pasando a seguirle de por vida; lo que descubriría Mateo: hombre práctico como pocos, sin duda, difícil de engañar, para que una sola palabra de Jesús le bastara para comprender nítidamente que valía la pena cambiar su vida actual por el seguimiento de Cristo; el entusiasmo suyo tras la decisión, que le lleva a organizar una fiesta invitando a sus amigos; la actitud, en cambio, de los fariseos, que parecen incapaces de ver con buenos ojos algo de lo que el Señor realiza; el afán salvador, en fin, de Jesucristo: no he venido a llamar a los justos sino a los pecadores, concluye. La llamada al apostolado de Mateo, discípulo del Señor y, como veíamos, autor del primer evangelio; por las circunstancias que la rodearon, es una manifestación práctica y eficaz del deseo salvador universal divino, concretado por Jesucristo al llegar a la plenitud de los tiempos, en palabras de San Pablo. No he venido a llamar a los justos sino a los pecadores. Parece la declaración más sencilla y sincera que se podría hacer acerca del amor de Dios, y así se expresaba Jesucristo, Dios mismo encarnado. Dios, que quiere que todos los hombres se salven, como manifiesta el Apóstol a su discípulo Timoteo, no se comporta, en Jesús como tantas veces los humanos, que excluimos de nuestro trato –casi sistemáticamente– a quienes nos ofenden. Que el entusiasmo agradecido de Mateo, en su nueva vida con Cristo, nos contagie también a cada uno, y nos ayude a contemplar a Nuestro Señor, como el amigo incondicional que nunca se desdice de su amistad, aunque no seamos merecedores de ella. Sin duda, con esa actitud nos sentiremos más dispuestos a evitar lo que ofende a Dios; más aún, desearemos agradarle con amor en nuestro comportamiento de cada día.

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22 Viernes

Feria Verde

Lectura de la primera carta de San Pablo a Timoteo 6, 2-12 Querido hermano: Esto es lo que tienes que enseñar y recomendar. Si alguno enseña otra cosa distinta, sin atenerse a las sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo y a la doctrina que armoniza con la piedad, es un orgulloso y un ignorante, que padece la enfermedad de plantear cuestiones inútiles y discutir atendiendo sólo a las palabras. Esto provoca envidias, polémicas, difamaciones, sospechas maliciosas, controversias propias de personas tocadas de la cabeza, sin el sentido de la verdad, que se han creído que la piedad es un medio de lucro. Es verdad que la religión es una ganancia, cuando uno se contenta con poco. Sin nada vinimos al mundo y sin nada nos iremos de él. Teniendo qué comer y qué vestir nos basta. En cambio, los que buscan riquezas se enredan en mil tentaciones, se crean necesidades absurdas y nocivas, que hunden a los hombres en la perdición y la ruina. Porque la codicia es la raíz de todos los males, y muchos, arrastrados por ella, se han apartado de la fe y se han acarreado muchos sufrimientos. Tú en cambio, hombre de Dios, huye de todo esto, practica la justicia, la religión, la fe, el amor, la paciencia, la delicadeza. Combate el buen combate de la fe. Conquista la vida eterna a la que fuiste llamado, y de la que hiciste noble profesión ante muchos testigos. Palabra de Dios. Salmo Responsorial: 48, 6-7.8-10.17-18.19-20 R/. Dichosos los pobres en el espíritu, porque de ellos es el Reino de los cielos. ¿Por qué habré de temer los días aciagos, cuando me cerquen y acechen los malvados que confían en su opulencia y se jactan de sus inmensas riquezas? R/. Nadie puede salvarse ni dar a Dios un rescate. Es tan caro el rescate de la vida, que nunca les bastará para vivir perpetuamente, sin bajar a la fosa. R/. No te preocupes si se enriquece un hombre y aumenta el fasto de su casa: cuando muera, no se llevará nada, su fasto no bajará con él. R/. Aunque en vida se felicitaba: “Ponderan lo bien que lo pasa”, irá a reunirse con sus antepasados, que no verán nunca la luz. R/. Lectura del santo Evangelio según San Lucas 8, 1-3 En aquel tiempo, Jesús iba caminando de ciudad en ciudad y de pueblo en pueblo, predicando la Buena Noticia del Reino de Dios; lo acompañaban los Doce y algunas mujeres que él había curado de malos espíritus y enfermedades: María la Magdalena, de la que habían salido siete demonios; Juana, mujer de Cusa, intendente de Herodes; Susana y otras muchas que le ayudaban con sus bienes. Palabra del Señor.

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Se mantenían constantes en la enseñanza de los apóstoles

Meditación Pablo le aconseja a Timoteo enseñar y defender la sana doctrina y alejarse de toda codicia. Estas enseñanzas son para los obispos, presbíteros, Diáconos, la Vida Consagrada, para todos nosotros y nosotras, quienes debemos ser ejemplos por defender y vivir la “sana doctrina”, por no codiciar los bienes, por no usar la Iglesia para mejorar económicamente, sino para servir a los otros. Esa sana doctrina citada por Pablo es la Buena Noticia del Reino que Jesús iba proclamando de ciudad en ciudad. Y hoy, esa Buena Noticia la explica y aplica Jesús con la práctica de dejarse acompañar, de dejarse atender por la hospitalidad de un grupo de mujeres. Tres mujeres en primera línea. Cada una con su vocación particular y las tres seguidoras incansables de las huellas de Jesús. María Magdalena pasó a la historia por ser la primera persona que vio a Cristo resucitado. Todos recordamos esa escena: ella, llorando junto al sepulcro; el Señor que se le aparece como si fuera el hortelano. Luego el encuentro y el anuncio a los apóstoles. María Magdalena, la apasionada discípula que está junto a la cruz en el Calvario, junto a la Virgen y san Juan. Había otras mujeres que seguían al Maestro de Nazaret. Juana también le acompañó desde los tiempos felices de los milagros hasta el dolor del sepulcro tras la muerte de Cristo. Era una persona importante en la ciudad. Una de esas santas mujeres que sabían estar, al mismo tiempo, entre la alta sociedad de la época y entre los pobres que escuchaban las palabras del Mesías. También Susana ejerció un papel importante. Ella colaboraba con sus bienes para que el Señor y sus discípulos pudiesen dedicarse a lo importante: la predicación del Reino de los Cielos. Son mujeres de actualidad, con un testimonio muy vivo. Son el reflejo del amor a toda prueba, de la fidelidad y de la ayuda a la obra de Cristo. 23 Sábado

Feria o memoria libre: San Pío de Pietrelcina, Presbítero Verde o Blanco

Lectura de la primera carta de San Pablo a Timoteo 6, 13-16 Querido hermano: En presencia de Dios que da la vida al universo y de Cristo Jesús que dio testimonio ante Poncio Pilato: te insisto en que guardes el Mandamiento sin mancha ni reproche, hasta la venida de Nuestro Señor Jesucristo, que en tiempo oportuno mostrará el bienaventurado y único Soberano, Rey de los reyes y Señor de los señores, el único poseedor de la inmortalidad, que habita en una luz inaccesible a quien ningún hombre ha visto ni puede ver. A él honor e imperio eterno. Amén. Palabra de Dios. Salmo Responsorial: 99, 2.3.4.5; R/. Entren en la presencia del Señor con vítores. Aclama al Señor, tierra entera, sirvan al Señor con alegría, entren en su presencia con vítores. R/.

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Sepan que el Señor es Dios: que él nos hizo y somos suyos, su pueblo y ovejas de su rebaño. R/. Entren por sus puertas con acción de gracias, por sus atrios con himnos, dándole gracias y bendiciendo su nombre. R/. “El Señor es bueno, su misericordia es eterna, su fidelidad por todas las edades”. R/. Lectura del santo Evangelio según San Lucas 8, 4-15 En aquel tiempo, se le juntaba a Jesús mucha gente y, al pasar por los pueblos, otros se iban añadiendo. Entonces les dijo esta parábola: Salió el sembrador a sembrar su semilla. Al sembrarla, algo cayó al borde del camino, lo pisaron, y los pájaros se lo comieron. Otro poco cayó en terreno pedregoso, y, al crecer, se secó por falta de humedad. Otro poco cayó entre zarzas, y las zarzas, creciendo al mismo tiempo, lo ahogaron. El resto cayó en tierra buena, y, al crecer, dio fruto al ciento por uno. Dicho esto, exclamó: El que tenga oídos para oír, que oiga. Entonces le preguntaron los discípulos: ¿Qué significa esa parábola? Él les respondió: A ustedes se les ha concedido conocer los secretos del Reino de Dios; a los demás, sólo en parábolas, para que viendo no vean y oyendo no entiendan. El sentido de la parábola es éste: La semilla es la Palabra de Dios. Los del borde del camino son los que escuchan, pero luego viene el diablo y se lleva la Palabra de sus corazones, para que no crean y se salven. Los del terreno pedregoso son los que, al escucharla, reciben la Palabra con alegría, pero no tienen raíz; son los que por algún tiempo creen, pero en el momento de la prueba fallan. Lo que cayó entre zarzas son los que escuchan, pero con los afanes y riquezas y placeres de la vida, se van ahogando y no maduran. Lo de la tierra buena son los que con un corazón noble y generoso escuchan la Palabra, la guardan y dan fruto perseverando. Palabra del Señor. Meditación Terminamos la primera carta a Timoteo, y termina como comienza: invocando a Cristo como centro de toda la vida cristiana. En el evangelio de hoy vamos a meditar la parábola de la simiente. Jesús tenía una manera bien popular de enseñar por medio de parábolas. Una parábola es una comparación que usa las cosas conocidas y visibles de la vida para explicar las cosas invisibles y desconocidas del Reino de Dios. Jesús tenía una capacidad muy grande de encontrar imágenes bien simples para las cosas de Dios con las cosas de la vida que la gente conocía y experimentaba en su lucha diaria por la sobre vivencia. Esto supone dos cosas: estar dentro de las cosas de la vida y estar dentro de las cosas de Dios, del Reino de Dios. La simiente cae en cuatro lugares diferentes: camino, piedra, espinos y tierra buena. ¿Qué significa cada uno de estos cuatro terrenos? ¿Qué

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tipo de tierra soy yo? A veces la gente es piedra, otra vez espinos. Otras veces es camino o tierra buena. En nuestra comunidad, ¿qué somos normalmente? ¿Cuáles son los frutos que la Palabra de Dios está produciendo en nuestra vida y en nuestra comunidad? Acoger la Palabra “con un corazón noble y generoso”, perseverar luego en su meditación y en su obediencia (como decíamos en la primera lectura): ésa actitud espera Jesús de nosotros, nos conducirá a madurar en nuestra vida cristiana y a dar los frutos que Dios y la comunidad esperan de nosotros y nosotras. El Señor nos ilumine y nos capacite para dar buenos frutos. 24 Domingo

Solemnidad de Nuestra Señora de las Mercedes, Patrona de la República Dominicana Blanco o Azul

Orientaciones para esta celebración: Si tenemos el “altar-atril” de la Biblia de todo el mes, hoy se pone a un lado la bandera Dominicana, al otro lado un cuadro, que puede ser grande, de la Virgen de las Mercedes; se pone un ejemplar de la Constitución de la Republica; alrededor se van poniendo signos patrios y otros signos distintivos, pilones, tamboras, güiras… En la procesión de ofrendas se llevan unas cadenas y letreros que expresen las cadenas de nuestro pueblo dominicano como la corrupción, la impunidad, las desigualdades económicas y sociales, los vicios, la desunión, el individualismo y otros que se añadan. Al final de la celebración de puede dar a besar el cuadro de las Mercedes o hacer una procesión llevando su imagen. Monición de entrada En este Domingo celebramos con alegría la Solemnidad de Nuestra Señora de las Mercedes, declarada Patrona de la República Dominicana desde la Independencia Nacional en 1844, aunque la devoción se remonta casi al descubrimiento de la Isla, ya que en el 1615 es declarada Patrona de la Española, a raíz de un fuerte terremoto acaecido. La devoción a ella está ligada a la Orden de La Merced que tiene por finalidad liberar a los cautivos. Oramos por todos los servidores de la Pastoral Penitenciaria para que el Señor los haga profetas del Reino dentro de la dolorosa realidad de nuestras cárceles. Oramos y nos comprometemos a ser solidarios con quienes nos visitan, en hacer leyes buenas y justas para con los migrantes. Es un día patrio, ya que Ella es patrona de la República. Por eso hoy es día de celebrar, de pedir por nuestra patria y de comprometernos en trabajar por un país mejor. Para llegar a esta meta Ella nos indicó el camino que es hacer lo que su Hijo nos dice en el Evangelio, dejándonos convocar por su Palabra y manteniéndonos en la escucha constante de la enseñanza de los Apóstoles.

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Llenos de alegría, junto a nuestra Madre liberadora de los cautivos, y liberadora de nuestras esclavitudes, pues las tenemos, celebremos con su Hijo esta acción de gracias al Padre que nos liberó de las cadenas de la muerte y del pecado. Aclamemos a Jesucristo junto con María y recibámoslo a través de su ministro. Oración Colecta Dios, Padre de misericordia, que, en tu admirable providencia, hiciste que la Madre de tu Hijo participase de las angustias y sufrimientos humanos, concede, por la intercesión de la Bienaventurada Virgen María de las Mercedes, consuelo de los afligidos y liberadora de cautivos, que los que sufren cualquier forma de esclavitud, consigan la verdadera libertad de los hijos de Dios. Por nuestro Señor Jesucristo… Liturgia de la Palabra Primera Lectura: Jeremías 30, 8-11ª A través de Jeremías, el Señor nos convoca a no tener miedo, porque El está con nosotros y nos liberará de toda opresión, aun cuando pasemos por situaciones duras de opresión como estaba sufriendo el pueblo de Israel en ese momento. Escuchemos. Lectura del libro de Jeremías Acontecerá aquel día - oráculo de Yahvé Sebaot - que romperé el yugo de sobre tu cerviz y tus coyundas arrancaré, y no te servirán más los extranjeros sino a Yahvé su Dios y a David su rey, que yo les suscitaré. Pero tú no temas, siervo mío Jacob - oráculo de Yahvé - ni desmayes, Israel, pues mira que yo acudo a salvarte desde lejos y tu linaje del país de su cautiverio; volverá Jacob, se sosegará y estará tranquilo, y no habrá quien le inquiete, pues contigo estoy yo - oráculo de Yahvé - para salvarte: pues acabaré con todas las naciones entre las cuales te dispersé. Pero contigo no acabaré; aunque sí te corregiré como conviene, ya que impune no te dejaré. Palabra de Dios. Salmo Responsorial: 125, 1-5 R. Los que sembraban con lágrimas cosechan entre cantares. Cuando el Señor cambió la suerte de Sión, nos parecía soñar: la boca se nos llenaba de risas, la lengua de cantares. R. Hasta los gentiles decían: El Señor ha estado grande con ellos. El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres. R. Que el Señor cambie nuestra suerte, como los torrentes del Negueb. Los que sembraban con lágrimas cosechan entre cantares. R. Al ir, iba llorando, llevando la semilla; al volver, vuelve cantando, trayendo sus gavillas. R. Segunda Lectura: Gálatas 5, 1.13-25 Cristo Jesús nos convoca con su palabra a ser libres como El, obedeciendo siempre al Padre, dejándonos guiar por su santo Espíritu. Así podremos dar

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los frutos propios del amor y ser libres de toda obra de la carne egoísta. Escuchemos. Lectura de la Carta de San Pablo a los Gálatas Para ser libres nos libertó Cristo. Manténganse, pues, firmes y no se dejen oprimir nuevamente bajo el yugo de la esclavitud. Porque, hermanos, ustedes han sido llamados a la libertad; sólo que no tomen de esa libertad pretexto para la carne; antes, al contrario, sírvanse por amor los unos a los otros. Pues toda la ley alcanza su plenitud en este solo precepto: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Pero si se muerden y se devoran mutuamente, ¡miren no vayan mutuamente a destruirse! Por mi parte les digo: Si viven según el Espíritu, no darán satisfacción a las apetencias de la carne. Pues la carne tiene apetencias contrarias al espíritu, y el espíritu contrarias a la carne, como que son entre sí antagónicos, de forma que no hacen lo que quisieran. Pero, si son conducidos por el Espíritu, no están bajo la ley. Ahora bien, las obras de la carne son conocidas: fornicación, impureza, libertinaje, idolatría, hechicería, odios, discordia, celos, iras, rencillas, divisiones, disensiones, envidias, embriagueces, orgías y cosas semejantes, sobre las cuales les prevengo, como ya les previne, que quienes hacen tales cosas no heredarán el Reino de Dios. En cambio, el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, afabilidad, bondad, fidelidad, mansedumbre, dominio de sí; contra tales cosas no hay ley. Pues los que son de Cristo Jesús, han crucificado la carne con sus pasiones y sus apetencias. Si vivimos según el Espíritu, obremos también según el Espíritu. Palabra de Dios. R. / Aleluya, Aleluya Tú eres la puerta del Rey Altísimo. / Trono resplandeciente del que es luz, / Pueblos redimidos, aplaudan, / Por María se nos ha devuelto la libertad. Aleluya, Aleluya Evangelio: Juan 2, 1-11 Las palabras de María a los sirvientes: “Hagan los que El les diga”, se convierten en un camino a seguir, para todos los que hemos sido convocados a seguir a Jesús por medio de su Palabra. Con alegría aclamemos cantando a Jesús, que por la súplica solidaria de su madre actúa a favor de aquellos novios. Lectura del Santo Evangelio según San Juan 2, 1-11 Tres días después se celebraba una boda en Caná de Galilea y estaba allí la madre de Jesús. Fue invitado también a la boda Jesús con sus discípulos. Y, como faltara vino, porque se había acabado el vino de la boda, le dice a Jesús su madre: “No tienen vino.” Jesús le responde: “¿Qué tengo yo contigo, mujer? Todavía no ha llegado mi hora.” Dice su madre a los sirvientes: “Hagan lo que él les diga.” Había allí seis tinajas de piedra, puestas para las purificaciones de los judíos, de dos o tres medidas cada una. Les dice Jesús: “Llenen las tinajas

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de agua.” Y las llenaron hasta arriba. “Sáquenlo ahora, les dice, y llévenlo al maestresala.” Ellos lo llevaron. Cuando el maestresala probó el agua convertida en vino, como ignoraba de dónde era (los sirvientes, los que habían sacado el agua, sí que lo sabían), llama el maestresala al novio y le dice: “Todos sirven primero el vino bueno y cuando ya están bebidos, el inferior. Pero tú has guardado el vino bueno hasta ahora.” Así, en Caná de Galilea, dio Jesús comienzo a sus señales. Y manifestó su gloria, y creyeron en él sus discípulos. Palabra del Señor. Meditación Hoy estamos celebrando la solemnidad de Nuestra Señora de las Mercedes, patrona del pueblo dominicano, una advocación de la Virgen asociada a la redención de los cautivos, precisamente porque ella nos dio a Cristo, el autor de nuestra libertad, que en la cruz entregó su vida por nuestra salvación. El profeta anuncia, de parte de Dios, que el sufrimiento toca ya a su fin, que Dios va a sacar a su pueblo de la esclavitud, que lo va a liberar del yugo de Babilonia. Dios no se había olvidado de su pueblo desterrado en Babilonia, sino que por un momento, para ayudarlo a escarmentar, le había ocultado su rostro. Ahora le promete su compañía y le asegura aquella salvación que le había anunciado por boca del profeta: “Porque yo estoy contigo para salvarte – oráculo del Señor”. El Dios al que escuchamos en la Biblia no está a favor de la opresión de los seres humanos; antes bien, se pone de parte de los que sufren, de aquellos que están sometidos a todo tipo de esclavitud y viven subyugados a los poderosos y poderes de este mundo. La peor de las esclavitudes, que denigran y deshumanizan a los seres humanos, es el pecado, en todas sus manifestaciones. María representa a los que aguardaban la nueva alianza, a los que escuchan la Palabra, a los que esperaban el cumplimiento de la promesa. Por eso estaba en la boda, pero no como una persona pasiva, ajena a lo que está pasando. Ella es la que advierte la falta de vino y sin formular súplica alguna, espera confiada la intervención de Jesús, indicando que ahora es el tiempo de la obediencia. Pero para sorpresa nuestra, con el vino nuevo y mejor que el anterior, empieza algo nuevo. Ya el tiempo antiguo ha pasado. Jesús se desposa con la nueva comunidad, en la cual la Virgen tiene el primer lugar y un protagonismo singular. Ella no es la que obra el milagro de la conversión del agua en vino, pero su intervención fue necesaria para que ocurriera, para que Jesús, entregando su vida en la cruz, nos diera el vino de su sangre mezclado con el agua de su costado. Por eso, la Virgen, unida a su Hijo, participa activamente en la obra de la redención de los hombres. A nosotros no nos toca resolver los problemas que hay en muchos, ni remediar las necesidades de todos los pobres, pero sí debemos poner la parte que nos corresponde y, además nos toca advertir las necesidades

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y acudir a los que pueden ayudar a solucionarlas. No podemos vivir al margen de la realidad en que vive una gran parte de nuestros hermanos dominicanos, como si su suerte no nos importara, igual, como la Virgen, podemos “estar allí” para escuchar el dolor de nuestros hermanos, darnos cuenta de lo que les sucede, sonar la alarma y hasta proponer y realizar soluciones concretas. Oración de los fieles El que preside: Elevemos nuestras súplicas al Padre, por medio de Jesucristo, y con la intercesión de la Virgen María de las Mercedes diciéndole: Contempla Padre a María, madre de las Mercedes y danos tu libertad. Por la Iglesia Universal, por el Papa Francisco, por nuestro Obispo N., por la Conferencia Episcopal Dominicana, para que el Señor, por la intercesión de la Santísima Virgen María les acompañe en su misión evangelizadora. Por el Gobierno de nuestro País, para que el Señor, por intercesión de Nuestra Patrona, la Virgen de las Mercedes, les ayude a discernir la solución a los problemas de nuestra nación. Por todos los pobres, los huérfanos y las viudas, por los enfermos, los encarcelados y los que están esclavizados por el pecado, para que por intercesión de Nuestra Señora de las Mercedes, llegue hasta ellos el anuncio glorioso del Evangelio, que libera a los hombres de las ataduras del demonio. Por el pueblo dominicano, que celebra hoy con gozo la solemnidad de Nuestra Señora de las Mercedes, para que ella le lleve al encuentro de Jesucristo, y nos enseñe a amarlo como ella lo amó. Por nosotros, para que nos comprometamos a desarrollar nuestro Plan Nacional Pastoral, llevándolo a la práctica en las comunidades y sectores de nuestras parroquias. Oremos. Por todos los que trabajan en la Pastoral Penitenciaria para que sean verdaderos instrumentos de la liberación que solo Dios puede dar. Oremos. El que preside: Padre, al ver glorificada nuestra condición humana en la Virgen María, a quien nosotros veneramos bajo la advocación de Nuestra Señora de las Mercedes, nos animamos a pedirte confiadamente toda clase de bienes, temporales y eternos. Por Jesucristo, nuestro Señor. Oración de las Ofrendas: Recibe, Señor, las ofrendas de tu pueblo y concede, que los que celebramos la obra inmensa de la caridad de tu Hijo, nos afiancemos, por la intercesión de la Bienaventurada Virgen María, en el amor a Dios y al prójimo. Por Jesucristo nuestro Señor. Prefacio: IV de Santa María Virgen: “María, Signo de Consuelo y de Esperanza” Antífona de la Comunión: Cantares 8, 7 Las aguas torrenciales no podrán apagar el amor, ni los ríos extinguirlo.

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Oración después de la Comunión: Habiendo recibido, Señor, el sacramento de redención y vida, te pedimos por intercesión de la Bienaventurada Virgen María de las Mercedes, Madre solícita y celestial Patrona nuestra, que podamos servir con todas nuestras fuerzas al misterio de la salvación, y merezcamos ser admitidos en el Reino Eterno. Por Jesucristo nuestro Señor. 25

Feria

Lunes

Verde Primera Semana Liturgia de las Horas

Comienzo del libro de Esdras 1,1-6 El año primero de Ciro, rey de Persia, el Señor, para cumplir lo que había anunciado por boca de Jeremías, movió a Ciro, rey de Persia, a promulgar de palabra y por escrito en todo su reino: «Ciro, rey de Persia, decreta: “El Señor, Dios del cielo, me ha entregado todos los reinos de la tierra y me ha encargado construirle un templo en Jerusalén de Judá. Los que entre ustedes pertenezcan a ese pueblo, que su Dios los acompañe, y suban a Jerusalén de Judá para reconstruir el templo del Señor, Dios de Israel, el Dios que habita en Jerusalén. Y a todos los supervivientes, dondequiera que residan, la gente del lugar proporcionará plata, oro, hacienda y ganado, además de las ofrendas voluntarias para el templo del Dios de Jerusalén.”» Entonces, todos los que se sintieron movidos por Dios, cabezas de familia de Judá y Benjamín, sacerdotes y levitas, se pusieron en marcha y subieron a reedificar el templo de Jerusalén. Sus vecinos les proporcionaron de todo: plata, oro, hacienda, ganado y otros muchos regalos de las ofrendas voluntarias. Palabra de Dios. Salmo Responsorial: 125,1-2ab.2cd-3.4-5.6 R/. El Señor ha estado grande con nosotros Cuando el Señor cambió la suerte de Sión, nos parecía soñar: la boca se nos llenaba de risas, la lengua de cantares. R/. Hasta los gentiles decían: «El Señor ha estado grande con ellos.» El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres. R/. Que el Señor cambie nuestra suerte, como los torrentes del Negueb. Los que sembraban con lágrimas cosechan entre cantares. R/. Al ir, iba llorando, llevando la semilla; al volver, vuelve cantando, trayendo sus gavillas. R/. Lectura del santo evangelio según san Lucas 8,16-18 En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: «Nadie enciende un candil y lo tapa con una vasija o lo mete debajo de la cama; lo pone en el candelero para que los que entran tengan luz. Nada hay oculto que no llegue a descubrirse, nada secreto que no llegue a saberse o a hacerse público. A ver si me escuchan bien: al que tiene se le dará, al que no tiene se le quitará hasta lo que cree tener.» Palabra del Señor.

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Meditación El evangelio de hoy nos presenta tres dichos de Jesús. Son frases sueltas que el evangelista coloca aquí después de la parábola de la simiente (8, 4-18) y de su explicación a los discípulos (Lc 8, 9-15). Estas frases son: 1-La lámpara que ilumina: nadie enciende una lámpara y la tapa con una vasija o la pone debajo de un techo, sino que la pone sobre un candelero, para que los que entren vean la luz. Estamos en el mes de la Biblia, esa frase nos indica que la palabra de Dios es una lámpara para ser encendida en la oscuridad de la noche. Si se queda en el libro cerrado es como la lámpara tapada con una vasija. Está colocada encima de la mesa e ilumina la casa, cuando es leída para la comunidad esta enlazada con la vida. La palabra de Dios que escuchamos debo irradiarla a los demás, un cristiano no debe tener miedo a dar testimonio y a irradiar la buena nueva del evangelio. 2-Lo escondido se volverá manifiesto: nada hay escondido que no llegue a saberse y nada escondido que no llegue a conocerse. En esta frase se refiere a la enseñanza que Jesús dio especialmente a sus discípulos. Ellos no pueden conservarla para sí, deben divulgarla. 3- Al que tenga se le dará y al que no tiene se le quitara lo que cree tener: en aquel tiempo había mucha ideas preconcebidas sobre el Mesías, que impedían que la gente entendiera de forma correcta la Buena Nueva del Reino de Dios que Jesús anunciaba. Jesús pide a los discípulos que tomen conciencia de las ideas preconcebidas con que escuchan la enseñanza que él le ofrece. Quien quiera quedarse con lo que recibe, sin compartirlo con los demás pierde aquello que tiene, pues se va a podrir. La vida es para darla, compartirla, el que es egoísta la pierde. 26 Martes

Feria o Memoria Libre: San Cosme y San Damián, Mártires Verde o Rojo

Lectura del libro de Esdras 6, 7-8. 12b. 14-20 En aquellos días, el rey Darío escribió a los sátrapas de Transeufratina: “Permitan al sátrapa y a los ancianos de Judá que trabajen para reconstruir el templo de Dios en su antiguo sitio. En cuanto a los ancianos de Judá y a la construcción del templo de Dios, les ordeno que se paguen a esos hombres todos los gastos puntualmente y sin interrupción, utilizando los fondos reales de los impuestos de Transeufratina. La orden es mía y quiero que se cumpla exactamente. Darío”. De este modo, los ancianos de Judá adelantaron mucho la construcción, como habían profetizado el profeta Ageo y Zacarías, hijo de Iddó, hasta que por fin la terminaron, conforme a lo mandado por el Dios de Israel y por Ciro, Darío y Artajerjes, reyes de Persia. El templo se terminó el día tres del mes de Adar, el año sexto del reinado de Darío.

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Los israelitas “los sacerdotes, los levitas y el resto de los deportados” celebraron con júbilo la dedicación del templo, ofreciendo con este motivo cien toros, doscientos carneros, cuatrocientos corderos y doce machos cabríos, uno por cada tribu, como sacrificio expiatorio por todo Israel. Asignaron a los sacerdotes y a los levitas las categorías y los órdenes que les correspondían en el culto del templo de Dios en Jerusalén, como está escrito en la ley de Moisés. Los deportados celebraron la Pascua el día catorce del mes primero; como los sacerdotes y los levitas se habían purificado a la vez, todos estaban puros e inmolaron la víctima pascual para todos los deportados, para los sacerdotes, sus hermanos, y para ellos mismos. Palabra de Dios. Salmo Responsorial: 121,1-2.3-4ª.4b R/. Llenos de Alegría vamos alegres a la casa del Señor. Qué alegría cuando me dijeron: “Vamos a la casa del Señor” Ya están pisando nuestros pies tus umbrales, Jerusalén. R/. Jerusalén está fundada como ciudad bien compacta. Allá suben las tribus, las tribus del Señor. R/. Según la costumbre de Israel, a celebrar el nombre del Señor. En ella están los tribunales de justicia en el palacio de David. R/. Lectura del santo Evangelio según San Lucas 8, 19-21 En aquel tiempo, vinieron a ver a Jesús su madre y sus hermanos, pero con el gentío no lograban llegar hasta él. Entonces le avisaron: “Tu madre y tus hermanos están fuera y quieren verte”. Él les contestó: “Mi madre y mis hermanos son éstos: los que escuchan la Palabra de Dios y la ponen por obra”. Palabra del Señor. Meditación En la primera lectura, vemos como los judíos, después de estar deportados durante “setenta años” en Babilonia, han conseguido permiso para regresar a su tierra. Ha habido grandes cambios políticos y ellos han facilitado el retorno. Uno de los cambios políticos es que los persas, los nuevos conquistadores del mundo, deciden dejar en libertad de culto y de movimiento a los pueblos conquistados, aunque deban pagar los impuestos y ayudar cuando haya guerras. En este panorama social y político, los judíos tienen posibilidad y recursos para reconstruir el templo. Con esta reconstrucción se está simbolizando la vuelta a construir el pueblo, la religión, la fe y las distintas instituciones. Una vez terminada la construcción celebran una gran fiesta. El evangelio también debemos interpretarlo en el sentido comunitario: Jesús aprovecha la ocasión para decir cuál es su nuevo concepto de familia o de comunidad: “mi madre y mis hermanos son los que escuchan la Palabra de Dios y la ponen por obra”. El bautismo nos introduce en una nueva realidad: la de ser hijos de un mismo Padre y hermanos de todos los miembros de la Iglesia, porque así lo dijo Jesús.

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La paternidad o maternidad física, siendo muy importantes, no lo constituyen todo para la persona. Porque cada hombre o mujer no depende únicamente de sus progenitores, sino sobre todo de Dios, que da el ser a todo cuanto existe. Jesucristo insistió a sus discípulos en el tema de la fraternidad universal. Por este motivo, cualquier persona que sufre debe constituir un reclamo para mí. No puedo quedar indiferente, porque ¡se trata de mi hermano! ¿Cómo puedo abandonarle? Este es el fundamento de la caridad cristiana. Todos los actos en favor de los demás, por ejemplo, dar limosna a los pobres, no son un gesto filantrópico, sino que deben ser la respuesta a la necesidad de alguien que es como yo, hijo de Dios. Quizás si profundizásemos un poco en esta verdad, cambiaría completamente nuestro trato con los desconocidos. Seguramente se nos ensancharía el corazón al pensar que el alumno que tengo en clase, la señora que atiendo en la oficina, el trabajador que está en la calle es hijo de Dios y hermano mío. Ya no serían extraños para nosotros, sino que podrían decir de ellos: “Tu madre y tus hermanos están ahí fuera y quieren verte”. 27 Miércoles

Memoria Obligatoria: San Vicente de Paul, Presbítero Blanco

Lectura del libro de Esdras 9, 5-9 Yo, Esdras, al llegar la hora de la oblación de la tarde, salí de mi abatimiento y con los vestidos y el manto rasgados caí de rodillas, alcé mis manos al Señor mi Dios y dije: -Dios mío, me avergüenzo y sonrojo de levantar mi rostro hacia ti, porque estamos hundidos en nuestros pecados y nuestro delito es tan grande que llega al cielo. Desde los tiempos de nuestros padres hasta el día de hoy hemos sido gravemente culpables, y por nuestros pecados nos entregaste a nosotros, a nuestros reyes y a nuestros sacerdotes en manos de reyes extranjeros, y a la espada, al cautiverio, al saqueo y al oprobio, como ocurre hoy. Pero ahora, en un instante, el Señor nuestro Dios se ha compadecido de nosotros, dejándonos algunos supervivientes y otorgándonos un resto en su lugar santo; nuestro Dios ha iluminado nuestros ojos y nos ha reanimado un poco en medio de nuestra esclavitud. Porque éramos esclavos, pero nuestro Dios no nos abandonó en nuestra esclavitud; nos granjeó el favor de los reyes de Persia y nos dio ánimos para levantar el templo de nuestro Dios y restaurar sus ruinas, concediéndonos un valladar en Judá y Jerusalén. Palabra de Dios. Salmo Responsorial: Tb 2.3-4.6abcd.6efgh.6ijkl R/. Bendito sea Dios, que vive eternamente. El azota y se compadece, hunde hasta el abismo y saca de él, y no hay quien escape de su mano. R/.

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Denle gracias, israelitas, ante los gentiles, porque él nos dispersó entre ellos. Proclamen allí su grandeza, ensálcenlo ante todos los vivientes: que él es nuestro Dios y Señor, nuestro padre por todos los siglos. R/. Verán lo que hará con ustedes, le darán gracias a boca llena, bendecirán al Señor de la justicia y ensalzarán al rey de los siglos. R/. Yo le doy gracias en mi cautiverio, anuncio su grandeza y su poder a un pueblo pecador. R/. Conviértanse, pecadores, obren rectamente en su presencia: quizás les mostrará benevolencia y tendrá compasión. R/. Lectura del santo Evangelio según San Lucas 9, 1-6 En aquel tiempo, Jesús reunió a los Doce y les dio poder y autoridad sobre toda clase de demonios y para curar enfermedades. Luego los envió a proclamar el Reino de Dios y a curar a los enfermos, diciéndoles: No lleven nada para el camino: ni bastón ni alforja, ni pan ni dinero; tampoco lleven túnica de repuesto. Quédense en la casa donde entren, hasta que les vayan de aquel sitio. Y si alguien no les recibe, al salir de aquel pueblo sacúdanse el polvo de los pies, para probar su culpa. Ellos se pusieron en camino y fueron de aldea en aldea, anunciando la Buena Noticia y curando en todas partes. Palabra del Señor Meditación La primera lectura es una oración profunda salida de la boca y el corazón de Esdras. Es una oración de mucho sentimiento. Reconoce la culpa del pueblo, la culpa de ahora y de las generaciones anteriores, pide perdón; bendice la misericordia de Dios al fijarse en el pueblo esclavizado y concederle la libertad. Esta oración se entiende mejor si conocemos el contexto: el pueblo ha estado muchos años, dos generaciones, esclavizado en Babilonia. En dos generaciones han cambiado el idioma, ya no hablan hebreo sino arameo. Pero también han perdido su cultura, mucha gente del pueblo se ha alejado de Yahvé, ya no sigue sus antiguas costumbres y la moral se ha relajado bastante. Esto es una invitación a revisar nuestras oraciones: deben partir de nuestra situación personal, pero deben atender a las necesidades de quienes nos rodean y de todo el pueblo. El evangelio de hoy nos deja dos grandes enseñanzas: La primera es la profunda fe que debe tener el enviado a proclamar el Reino de Dios. Debe poner toda su confianza en Dios y no en sus propios recursos, sabiduría, medios técnicos, etc. Y esa fe exige también el desapego de las comodidades y la esperanza de que Dios proveerá todo aquello que necesite el apóstol para cumplir con su labor. La segunda enseñanza va dirigida a los fieles que acogen al misionero, sacerdote o religiosa que viene de parte de Dios. Porque si ellos han entregado su vida, su tiempo y su esfuerzo para darnos a conocer lo más importante, ¿cómo vamos a despedirles sin darles ni siquiera de comer?

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Jesús nos invita a atender las necesidades materiales de la Iglesia. Por ejemplo, ¿sabes cuántos seminaristas se están formando actualmente? ¿Y cómo lo harán para pagarse los estudios, la alimentación, el vestido, etc.? Sería muy triste que un joven dejase casa, familia y amigos para abrazar la vocación sacerdotal y luego no tuviese medios para completar su formación. Es buen momento para reflexionar en todo lo que nos da la Iglesia y ver qué aportamos nosotros a cambio. 28 Jueves

Feria o memoria libre: San Wenceslao, mártir o San Lorenzo Ruiz y compañeros mártires Verde o Rojo

Comienzo de la profecía de Ageo 1,1-8 El año segundo del rey Darío, el mes sexto, el día primero, vino la palabra del Señor, por medio del profeta Ageo, a Zorobabel, hijo de Salatiel, gobernador de Judea, y a Josué, hijo de Josadak, sumo sacerdote: «Así dice el Señor de los ejércitos: Este pueblo anda diciendo: “Todavía no es tiempo de reconstruir el templo.”» La palabra del Señor vino por medio del profeta Ageo: «¿De modo que es tiempo de vivir en casas revestidas de madera, mientras el templo está en ruinas? Pues ahora –dice el Señor de los ejércitos– mediten su situación: sembraron mucho, y cosecharon poco, comieron sin saciarse, bebieron sin apagar la sed, se vistieron sin abrigarse, y el que trabaja a sueldo recibe la paga en bolsa rota. Así dice el Señor: Mediten en su situación: suban al monte, traigan maderos, construyan el templo, para que pueda complacerme y mostrar mi gloria –dice el Señor–.» Palabra de Dios. Salmo Responsorial: 149,1-2.3-4.5-6a.9b R/. El Señor ama a su pueblo Canten al Señor un cántico nuevo, resuene su alabanza en la asamblea de los fieles; que se alegre Israel por su Creador, los hijos de Sión por su Rey. R/. Alaben su nombre con danzas, cántenle con tambores y cítaras; porque el Señor ama a su pueblo y adorna con la victoria a los humildes. R/. Que los fieles festejen su gloria y canten jubilosos en filas: con vítores a Dios en la boca; es un honor para todos sus fieles. R/. Lectura del santo evangelio según san Lucas 9,7-9 En aquel tiempo, el virrey Herodes se enteró de lo que pasaba y no sabía a qué atenerse, porque unos decían que Juan había resucitado, otros que había aparecido Elías, y otros que había vuelto a la vida uno de los antiguos profetas. Herodes se decía: «A Juan lo mandé decapitar yo. ¿Quién es éste de quien oigo semejantes cosas?» Y tenía ganas de ver a Jesús. Palabra del Señor.

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Meditación El Evangelio de hoy expone que el tetrarca Herodes se enteró de todo lo que pasaba, y estaba perplejo; porque unos decían que Juan el Bautista había resucitado de entre los muertos; otros, que Elías se había aparecido; y otros, que uno de los antiguos profetas había resucitado. Herodes dijo: «A Juan, le decapité yo. ¿Quién es, pues, éste de quien oigo tales cosas?» Y buscaba verle. Se presenta así la reacción de Herodes ante la predicación de Jesús, pues unos decían que Juan el Bautista había resucitado, algunos que Elías había aparecido y otros que uno de los profetas había resucitado. Por ello, Herodes no sabe situar a Jesús, de quien oye tales cosas, máxime que a Juan el Bautista lo había decapitado y por ello busca ver a Jesús. Obsérvese que las personas trataban de comprender a Jesús desde lo que ellos mismos conocían, pensaban y esperaban, pero siempre con criterios insuficientes, pues Jesús es mucho más grande aún y no cabe en su razón; mientras, Herodes quiere ver a Jesús por curiosidad e intriga, sin anhelo espiritual. Un fiel cristiano no se preocupa por las superficialidades que no dejan fruto de Vida Eterna sino por la vida en Dios, donde Jesús es la fuente de vida para todo hombre; por eso, el creyente debe buscar continuamente un encuentro personal con Jesús para relacionarse sanamente con Él, con la plena convicción y seguridad que Jesús siempre hará una renovación de toda su existencia. Y así poder decir como santa Faustina: “No termino de asombrarme cuando conozco y experimento el amor sin límites de Dios, con el que Dios me ama. ¿Quién es Dios y quién soy yo? No puedo continuar reflexionando. Solamente el amor entiende el encuentro y la unión entre dos espíritus, es decir Dios Espíritu y el alma de la criatura. Cuanto más lo conozco, tanto más me sumerjo en Él con todo el poder de mi ser.” (Núm. 729 DSF) ¡Jesús, en Ti confío! 29

Fiesta: Santos Arcángeles: Miguel, Gabriel y Rafael

Viernes

Blanco

Lectura del libro del profeta Daniel 7,9-10.13-14 Durante la visión, vi que colocaban unos tronos, y un anciano se sentó; su vestido era blanco como nieve, su cabellera como lana limpísima; su trono, llamas de fuego; sus ruedas, llamaradas. Un río impetuoso de fuego brotaba delante de él. Miles y miles le servían, millones estaban a sus órdenes. Comenzó la sesión y se abrieron los libros. Mientras miraba, en la visión nocturna vi venir en las nubes del cielo como un hijo de hombre, que se acercó al anciano y se presentó ante él. Le dieron poder real y dominio; todos los pueblos, naciones y lenguas lo respetarán. Su dominio es eterno y no pasa, su reino no tendrá fin. Palabra de Dios. (O la siguiente lectura del Apocalipsis, a elegir una de las dos)

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Lectura del libro del Apocalipsis 12, 7-12a Se trabó una batalla en el cielo; Miguel y sus ángeles declararon la guerra al dragón. Lucharon el dragón y sus ángeles, pero no vencieron, y no quedó lugar para ellos en el cielo. Y al gran dragón, a la serpiente primordial que se llama diablo y Satanás, y extravía la tierra entera, lo precipitaron a la tierra, y a sus ángeles con él. Se oyó una gran voz en el cielo: Ahora se estableció la salud y el poderío, y el reinado de nuestro Dios, y la potestad de su Cristo; porque fue precipitado el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba ante nuestro Dios día y noche. Ellos le vencieron en virtud de la sangre del Cordero y por la palabra del testimonio que dieron, y no amaron tanto su vida que temieran la muerte. Por esto, estén alegres, cielos, y los que moran en sus tiendas. Palabra de Dios. Salmo Responsorial: 137,1-2ª,2bc-3.4-5 R/ “Delante de los ángeles tañeré para ti, Señor” Te doy gracias, Señor, de todo corazón; delante de los ángeles tañeré para ti, me postraré hacia tu santuario. R. Daré gracias a tu nombre: por tu misericordia y tu lealtad, porque tu promesa supera a tu fama; cuando te invoqué, me escuchaste, acreciste el valor en mi alma. R. Que te den gracias, Señor, los reyes de la tierra, al escuchar el oráculo de tu boca; canten los caminos del Señor, porque la gloria del Señor es grande. R. Lectura del santo evangelio según san Juan 1,47-51 En aquel tiempo, vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él: “Ahí tienen a un israelita de verdad, en quien no hay engaño.” Natanael le contesta: “¿De qué me conoces?” Jesús le responde: “Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi.” Natanael respondió: “Rabí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel.” Jesús le contestó: “¿Por haberte dicho que te vi debajo de la higuera, crees? Has de ver cosas mayores.” Y añadió: “Yo les aseguro: verán el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre.” Palabra del Señor. Meditación Los ángeles aparecen muchas veces en la Palabra de Dios; cuando aparecen, lo hacen significando a un “enviado” o “mensajero”. Son muchos, muchísimos, pero no conocemos el nombre sino de unos pocos, de los principales, de los “arcángeles”, que significa “príncipes de los ángeles”. Los arcángeles más conocidos son Miguel, es decir “¿quién como Dios?”; Gabriel, “fuerza de Dios”; Rafael, “medicina de Dios”. En estos días en que vivimos tan dependientes de lo inmediato y tangible, tan condicionados por lo práctico a corto plazo, tan predispuestos a no aceptar sino lo que podemos directamente comprobar, pues la mentira se ha establecido entre los hombres, podría parecer de ilusos hablar de ángeles; sino fuera porque se refiere Jesús a ellos en distintos momentos y porque la Iglesia los describe como seres espirituales,

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no corporales, según enseña unánimemente la Sagrada Escritura y la Tradición. Los ángeles son criaturas espirituales que glorifican a Dios sin cesar y que sirven a sus designios salvíficos con las otras criaturas, declara el “Catecismo de la Iglesia Católica”. Los ángeles cooperan en toda obra buena que hacemos, afirma santo Tomás de Aquino. Y en el propio “Catecismo” leemos: Los ángeles rodean a Cristo, su Señor. Le sirven particularmente en el cumplimiento de su misión salvífica para con los hombres y la Iglesia venera a los ángeles que la ayudan en su peregrinar terrestre y protegen a todo ser humano. La Iglesia habla asimismo de la existencia de los demonios, que son ángeles caídos por haber rechazado libremente servir a Dios y su designio. Su opción contra Dios es definitiva. Intentan asociar al hombre en su rebelión contra Dios. Así lo afirma también el “Catecismo de la Iglesia Católica”. Y la misma idea, de modo repetido, han recordado los últimos Romanos Pontífices: que el diablo es un ser personal que induce a los hombres a separarse de Dios. La fiesta de los tres arcángeles que hoy celebramos, debe ser una buena ocasión para que fomentemos más el trato con estos espíritus celestiales. Los ángeles custodios están junto cada uno para asistirnos en nuestro camino hasta la casa del Cielo. No queramos menospreciar a ese príncipe del Paraíso, que desea colaborar con nuestras fuerzas, mientras deseamos ser cada día más agradables a Dios. 30

Memoria obligatoria: San Jerónimo, Presbítero y Doctor de la Iglesia

Sábado

Blanco

Lectura de la profecía de Zacarías 2,5-9.14-15a Alcé la vista y vi a un hombre con un cordel de medir. Pregunté: «¿Adónde vas?» Me contestó: «A medir Jerusalén, para comprobar su anchura y longitud.» Entonces se adelantó el ángel que hablaba conmigo, y otro ángel le salió al encuentro, diciéndole: «Corre a decirle a aquel muchacho: “Por la multitud de hombres y ganado que habrá, Jerusalén será ciudad abierta; yo la rodearé como muralla de fuego y mi gloria estará en medio de ella – oráculo del Señor–.”» «Alégrate y goza, hija de Sión, que yo vengo a habitar dentro de ti – oráculo del Señor–. Aquel día se unirán al Señor muchos pueblos, y serán pueblo mío, y habitaré en medio de ti.» Palabra de Dios. Salmo Responsorial: Jr 31,10.11-12ab.13 R/. El Señor nos guardará como un pastor a su rebaño Escuchen, pueblos, la palabra del Señor, anúncienla en las islas remotas: «El que dispersó a Israel lo reunirá, lo guardará como un pastor a su rebaño.» R/. «Porque el Señor redimió a Jacob, lo rescató de una mano más fuerte.» Vendrán con aclamaciones a la altura de Sión, afluirán hacia los bienes del Señor. R/.

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Se mantenían constantes en la enseñanza de los apóstoles

Entonces se alegrará la doncella en la danza, gozarán los jóvenes y los viejos; convertiré su tristeza en gozo, los alegraré y aliviaré sus penas. R/. Lectura del santo evangelio según san Lucas 9,43b-45 En aquel tiempo, entre la admiración general por lo que hacía, Jesús dijo a sus discípulos: «Métanse bien esto en la cabeza: al Hijo del hombre lo van a entregar en manos de los hombres.» Pero ellos no entendían este lenguaje; les resultaba tan oscuro que no cogían el sentido. Y les daba miedo preguntarle sobre el asunto. Palabra del Señor. Meditación Con una breve lectura del profeta Zacarías terminamos el tema de la reconstrucción de Jerusalén y de la comunidad del pueblo judío. La lectura anima al optimismo porque es una Iglesia hospitalaria, acoge en sí a toda persona sin distinción; no solo recibe a quien viene a ella, sino que está abierta, sale a buscar a las personas y los pueblos; es motivo de ánimo el saber que el Señor estará siempre en la Iglesia: “¡Alégrate y goza, hija de Sión!, que yo vengo a habitar dentro de ti oráculo del Señor”. Tenemos motivos de ánimo y optimismo porque el Señor está y ha prometido habitar en la Iglesia y en nuestras comunidades por siempre. Jesús vuelve a avisar a sus discípulos sobre la muerte. Y como de costumbre, los discípulos miran a otra parte, no se enteran o prefieren no darse cuenta del tema. Jesús les da este aviso, cuando la gente más lo alababa por sus palabras y acciones. Jesús despierta admiración, por sus gestos milagrosos y por la profundidad de sus palabras. También a nosotros nos gusta fijarnos en ese Jesús bonito y fácil. Pero Jesús “no es fácil”. A él le gusta ser servidor, por ejemplo, ponerse la toalla y lavar los pies a los discípulos; se entrega en la pasión, en la cruz para cumplir su misión de salvar a la humanidad entera. Y este Jesús servidor y sufriente no lo entendemos tan fácilmente. A muchos creyentes nos gusta quedarnos con el Jesús del consuelo, de las buenas palabras, de los momentos de ánimo, de perdón; no aceptamos el Cristo de los momentos de desánimo, de perdón; nos cuesta aceptar el Cristo de la renuncia, el sufrimiento y el servicio. Es que, si aceptamos al Jesús servidor y sufriente, debemos seguirlo, imitarlo, y eso nos cuesta. Sin embargo “debemos cargar con la cruz de cada día”, y ayudar, servir a los demás a cargar con esa cruz. Somos colaboradores suyos en la salvación del mundo; eso nos lleva a estar atentos a las necesidades, sufrimiento y pesares de los demás, para echarles una mano. Abramos nuestros oídos y entendamos qué nos pide Jesús.

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