Con el sello de Mariano Mores

se fuera de su Jujuy natal a Londres, cuando todavía era muy ... cara para presidir el Festival Interna- cional de Cine de ... los cines nacionales o los festivales.
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Espectáculos

Página 6/Sección 4/LA NACION

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Lunes 20 de agosto de 2007

Se estrenará en 2008

El secreto del film No 22 de la saga Bond

Estreno del jueves

Anteayer comenzó a filmarse en Italia Que el estreno del largometraje No 22 en la larga y fecunda vida cinematográfica de James Bond ya tenga fecha confirmada para noviembre de 2008 no es la única muestra de preocupación por el largo plazo entre quienes cuidan la salud cinematográfica del agente secreto más conocido del mundo. Después de anunciar hace dos meses, para sorpresa de muchos, que un director especializado en dramas como Marc Forster (Más extraño que la ficción, Cambio de vida, Descubriendo el país de Nunca Jamás) será el responsable del próximo film, Barbara Broccoli y su equipo de Eon Productions decidió anticiparse al calendario de rodaje rigurosamente planificado a partir de diciembre próximo. De hecho, la película No 22 de 007 se puso en marcha anteayer, en Italia. Para los miles de turistas que cada año se acercan a la bellísima Siena para revivir el Palio, un ritual que se remonta a la Edad Media, las 14 cámaras que el equipo de Bond dispuso a lo largo y a lo ancho de la Plaza del Campo y en estratégicas ventanas de los palacios que la rodean no pasaron de un detalle sin trascendencia frente al poderoso atractivo de la competencia: una carrera de caballos de frenético desarrollo cuyas consecuencias son devastadoras: ya hubo más de 50 animales muertos a causa de caídas, distintos maltratos y riesgos inaceptables, según las organizaciones de defensa de los derechos de los animales. Lo que no pasó inadvertida fue la presencia de Daniel Craig, que por segunda vez encarnará al agente con licencia para matar luego de su exitoso debut con Casino Royale. El actor británico presenció toda la competencia desde un balcón del palacio D’Elci, con vista ideal a la largada de una carrera que se desarrolló sin incidentes, lejos de las amenazas insinuadas en los últimos días por quienes cuestionan al Palio por el “daño criminal” que se inflige allí a los caballos. Las autoridades locales autorizaron el rodaje de la carrera, que según Forster se verá en los primeros 10 minutos de la película, pero rechazaron el pedido de hacer tomas desde un helicóptero y cualquier acercamiento de los equipos cinematográficos al rico patrimonio arqueológico de la ciudad. De hecho, hubo una expresa prohibición al interés por hacer tomas de los famosos acueductos subterráneos del lugar. Por más que el libro del próximo film permanece celosamente guardado, el diario italiano La Repubblica dejó trascender que el rodaje en el Palio formará parte de una de las secuencias iniciales del Bond 22: la fuga que el personaje creado por Ian Fleming comienza en las cuevas de mármol de Carrara y prosigue en las callejuelas de Siena, primero a bordo del histó-

rico Aston Martin de nuestro héroe y luego a pie, a pura acrobacia entre los techos y con una persecución por los acueductos, que serán recreados en los estudios Pinewood, de Londres. Más allá de estas escasas certezas, ¿de qué hablará el Bond No 22? Martin Campbell, director de Casino Royale, dijo que esta producción y la que está por rodarse funcionarían como una suerte de unidad, ligada con la idea básica de narrar desde el comienzo la historia de 007. “Por lo que sé, el proceso a través del cual Bond se convierte en lo que es seguirá desarrollándose en la próxima película. La idea es seguir con lo que empezamos en Casino Royale y, en este caso, creo que 007 se enfrenta con una organización, además de hacer frente a una revancha porque acaba de perder trágicamente a su chica”, dijo Craig hace un par de semanas, frente a la prensa internacional reunida por el próximo estreno de Invasión, nueva remake del clásico de terror La invasión de los usurpadores de cuerpos, junto a Nicole Kidman. El hermetismo sobre el guión se traslada a otro puntal de las películas de 007: la presencia femenina. De las próximas “chicas Bond” se sabe poco y nada; sólo rumores que vinculan el proyecto a la estrella de Bollywood (capital de la poderosa industria cinematográfica india) Shilpa Shetty, a la holandesa Carince van Houten (a quien veremos muy pronto en El libro negro, de Paul Verhoeven) y a la australiana Abbie Cornish. La única “chica Bond” confirmada, si cabe la expresión, es la venerable Judi Dench, quien volverá a ser M, la jefa de 007.

Un buen negocio Los artífices de la carrera actual de Bond no pueden sentirse más satisfechos. La apuesta por un nuevo rostro y por el renacimiento del personaje se vio correspondida por ingresos que cuadruplicaron los costos de producción de Casino Royale (150 millones de dólares), por lo que convirtieron el escepticisimo inicial por la presencia de Craig en una inusual expectativa por verlo pronto de nuevo en una aventura de 007. Pero como británicos hechos y derechos, Broccoli y compañía mantienen la flema y no quieren apurarse. A casi 48 años de la primera aparición de Bond con El satánico Dr. No, la película No 22 ya está en marcha y, de hecho, su preproducción se inició antes del lanzamiento de Casino Royale. Pero con el fin de tener todo bajo control decidieron llevar el estreno mundial a noviembre de 2008, sin ceder a la tentación inicial de hacer coincidir este esperado retorno con el centenario del nacimiento de Fleming, el 28 de mayo de 1908.

Los extraños caminos de la vida El director jujeño Miguel Pereira habla de El destino, su nueva película Tukuta Gordillo y Tristán Ulloa, por el desierto de sal El destino hizo que Miguel Pereira se fuera de su Jujuy natal a Londres, cuando todavía era muy joven, hace casi tres décadas y que volviera para sorprender como director con La deuda interna, una obra que habla de los argentinos desde lo profundo. El destino también hizo que en 2002 su colega, el director Jorge Coscia –entonces presidente del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales– lo convocara para presidir el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, cargo en el que prometió quedarse por sólo cinco años (así fue), y que le permitió darle a la muestra una identidad “latinoamericana” y que también sembró polémica por algunos de sus matices políticos, al menos hasta su despedida en marzo último. Fue esta actividad la que dificultó su vuelta al cine, no obstante pudo empuñar nuevamente su cámara para rodar El destino, basada en el relato El hombre que llegó a un pueblo, de su comprovinciano Héctor Tizón, que finalmente el jueves estrenará Primer Plano. Es la historia de Pedro, interpretado por el actor español Tristán Ulloa, que llega desde lejos a un paisaje vacío, empujado por una vida de delito. Lo delata su acento español, y tras un curioso suceso ocurrido a poco de su llegada, se esconderá debajo de una sotana y asegura llevar la palabra de Dios, como si en verdad fuera un cura. Antes, cumpliendo la ley de los perdedores, deja escapar la oportunidad de consumar un éxito. Ahora está a miles de kilómetros de Cataluña, en la soledad del altiplano americano, observando cómo el hombre que lo había traicionado se muere en un desierto de sal. Sin dinero y sin la mercancía, jamás pensó que ese lugar podría ser su salvación. La película, que participó en la sección oficial del Festival Internacional de Cine de Karlovy

Vary, donde ganó el premio del jurado ecuménico, y en el Festival de Valladolid, donde se llevó el lauro de la Sección Punto de Encuentro, tiene entre sus protagonistas a Carolina Román, Mimí Ardú, Tukuta Gordillo (también autor de la banda de sonido con el recordado Ricardo Vilca), Tomás Lipán, Daniela Carril, Titina Gaspar y Rubén Fleita. “Hace diez años que no hago una película para ver en cines. Es mucho tiempo –dice Pereira, en diálogo con LA NACION–. Cada vez hay más problemas para poder estrenar una película. De alguna forma es lo que traté de explicar en Mar del Plata: los festivales internacionales de cine funcionan como circuitos alternativos de exhibición; para los Estados Unidos, el cine es un negocio a escala planetaria, y lo poquito que queda es gracias a los cines nacionales o los festivales

internacionales y esto no es viable en cuanto a negocio”, dice con una resignación a la que se resiste. –No todo puede ser subsidiado… –Si no existiera el apoyo del Estado, el cine dejaría de existir fuera de Hollywood, porque no es viable como negocio. Aquí es necesaria la creación de un circuito fuera de estos esquemas funcionales a Hollywood. Hay que hacerlo, porque de lo contrario vamos a estar siempre con el mismo problema. Así como el cine subsiste aquí porque hay apoyo del Estado, también el Estado va a tener que intervenir en el tema exhibición, porque es imposible negociar con los circuitos comerciales. Ellos priorizan el negocio y está bien que así sea, es la lógica del libre comercio. Pero, entonces, ¿para qué apoyamos al cine si después no lo podemos mostrar? –¿Qué se puede hacer?

Cine y política Trayectoria y proyectos de Pereira “Al terminar la secundaria, cuando se me despertó la vocación por el cine, tuve la suerte de seguir mis estudios en Inglaterra y me recibí el 2 de abril de 1982 en Londres”, asegura Miguel Angel Pereira, que tiene 50 años y es padre de dos hijas inglesas. Hizo su primera aparición pública como director en Londres, en 1981, y representó al London International Film School en el Festival Internacional de Hong Kong antes de debutar como director de largometrajes con La deuda interna (1988), con la que ganó el Oso de Plata en el Festival de Berlín. Sus películas posteriores ratificaron su talento: La última siembra (1991), ganadora en Huelva, Canarias y Tokio,

y el documental Che… Ernesto (1997). Además, acredita numerosos cortos y telefilms, como 400 veces Jujuy (1993), Con palabras… Jujuy (1998), La transformación es el camino (1999), Un lugar llamado Jujuy (2002) y, para TV, La saga de Cirilo Donaire (2003). Una vez dijo: “La única forma de hacer cine argentino, es irse de la Argentina”, sin embargo, se quedó. Siguiendo los pasos de Fernando Solanas y Jorge Coscia, Pereira es candidato a diputado por Unión por Jujuy, agrupación que propone a Rubén Daza como gobernador para las próximas elecciones provinciales, y forma parte del Partido de la Victoria, integrante del Frente para la Victoria.

–Esa es la gran pelea que hay que dar, la que yo en escala minimalista doy desde una provincia. Lo que a la Argentina le sucede respecto al mundo, a Jujuy le sucede respecto al resto del país. En el mundo hay un sistema muy sofisticado de generación de imágenes con una red planetaria y todos los países que están fuera son receptores de otra iconografía, otros mensajes, otra forma de vida, otros tiempos. En Buenos Aires se hace un refrito de todo eso y se lo transmite al interior del país. Por eso mi empeño en hacer cine desde Jujuy no es casual, es una actitud política. Hay una frase que decía Jorge Coscia, “Un país sin cine es como una casa sin espejo”, y me parece genial. Pero cuando un provinciano se mira en el espejo, se transforma en Drácula: no se refleja. Los provincianos no nos reflejamos en los pocos espejos que hay en nuestra gran casa. –¿Cómo te afectó a vos? –Tardé cuatro años en encontrar financiación; otro, en producción; recorrí el exterior con algún éxito, y cuando llegó el momento de su estreno, ya planeado, tuve que esperar un mes o más, porque las salas están tapadas por tres o cuatro películas nomás, todas norteamericanas. Por eso decidí acercarme a la política: a lo mejor desde ese espacio puedo hacer algo para modificar esta realidad. Las escuelas de cine te preparan para el hecho narrativo y el manejo de la técnica, pero no para lo que pasa después. No te olvides que yo me recibí en Inglaterra, donde los que hacen cine tienen la posibilidad de trabajar para la TV, cosa que aquí todavía no ocurre. Ellos tienen muy en claro qué es cine industrial y qué es cine de autor o experimental; no se puede meter todo en la misma bolsa.

Claudio D. Minghetti

Marcelo Stiletano

Con el sello de Mariano Mores Bueno

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Daniel Craig será James Bond por segunda vez REUTERS

Dolores O’Riordan, para quien la escuche La ex Cranberries presenta su disco Desde que The Cranberries se separó en 2003, Dolores O’Riordan se mantuvo lejos de los estudios de grabación y de los escenarios. Este año, la cantante irlandesa volvió al ruedo con su primer disco solista, Are You Listening? En el marco de su gira, O’Riordan se presentará mañana, a las 21, en el teatro Gran Rex. Pero antes ofrecerá un show acústico en el estudio de FM 100, que tendrá lugar hoy, a las 20. Los asistentes al recital podrán descargar en sus celulares audios e imágenes del acústico, mediante el sistema de Bluetooth. Dolores O’Riordan comenzó su carrera musical en 1990, cuando se unió al grupo The Cranberries. La banda cosechó varios éxitos con temas como “Linger”, “Zombie” y “Ode To My Family”, entre otras, y la cantante se hizo muy conocida por su particular forma de cantar y sus constantes cambios de look. En 1995, O’Riordan participó en el concierto Pavarotti and Friends, cantando el Ave Maria de Schubert.

El debut solista de O´Riordan PARA AGENDAR

■ Recital de Dolores O’Riordan. Teatro Gran Rex Av. Corrientes 857. Mañana, a las 21. Entradas desde $ 45. Informes al 4322 8000.

El gran regreso. Espectáculo del pianista y compositor Mariano Mores (piano y dirección). Con Gabriel Mores (teclados y voz), Ado Falasca (teclados), Tomás Giannini (bandoneón), Ignacio Riccio (batería), Juan Scaffino (violín) y Eduardo Lettera (contrabajo). Silvia Mores, Daniel Cortés y Ariel Mores (voces). Gabriela Elías, Eduardo Pérez, Mónica Romero, Omar Ocampo, Aurora Lúbiz y Hugo Daniel (bailarines). Gabriela Elías (dirección coreográfica). El viernes, en el teatro Nacional. Próximas funciones: 24, 25 y 26 de agosto; 1° y 2 de septiembre.

Las actuaciones de la última década del pianista y compositor Mariano Mores giran en torno al autohomenaje. Sin embargo, puede aparecer cada tanto alguna sorpresa. Y es así como la serie de shows que el viernes pasado inauguró en el teatro Nacional va de los clásicos tangueros que suenan a toda orquesta al striptease con revoleo de boleadoras de un bailarín vestido de gaucho (uno de la época de Martín Fierro), y de ahí, otra vez a esos temas que son muy conocidos y que fueron escritos por el mismísimo Mores. Las melodías más populares son aquellas que se silban en las calles. Eso fue lo que le enseñaron a Mores cuando era muy jovencito. Aprendió la lección. Compuso la música de temas como “Uno”, “Cuartito azul”, “Cristal”, “En esta tarde gris”, “Cafetín de Buenos Aires”, “Adiós, Pampa mía” o “Taquito militar”. Por eso, hoy se puede dar el lujo de armar un espectáculo con una veintena de títulos que fueron exitosos, la mayoría propios. También puede sacar chapa de veterano del tango (aunque a estas alturas eso ya nadie se lo discute): “Debuté en este teatro en el 38”, dice en una de sus primeras intervenciones verbales. Un poco antes de ese primer y breve comentario, se habrán escuchado las primeras piezas, arregladas para un sexteto que por contar con una batería y dos sintetizadores tiende a ese sonido de masa orquestal que puede incluir emulaciones de oboe, steel drum y hasta el ochentoso efecto coral “oh” disparado desde un DX7 (el teclado que casi tres décadas atrás

MAXIE AMENA

Mores y una de las parejas de bailarines que lo acompañan en su nuevo espectáculo

delineó los timbres musicales de toda una época para la música pop). A ese anacronismo que destiñe o edulcora la interpretación se opone la potencia de los arreglos de Mores y de su nieto Gabriel (uno de los pilares de cada espectáculo de don Mariano). Quien quiera participar de un show tanguero compacto –que no llega a aturdir pero hace vibrar el piso– con una lista de temas clásicos, ésta puede ser una opción. Después de los primeros tangos aparecerán tres parejas de baile y luego Silvia Mores, enfundada en un vestido lleno de brillos, como la primera intérprete de una lista de cantantes que se completará con Daniel Cortés (un veterano compañero de ruta del protagonista), Gabriel Mores (que también canta, además de encargarse de los teclados) y Ariel Mores (el último aporte del

clan familiar a los espectáculos de don Mariano). El show está organizado con precisión e interpretado con justeza. Va de los tangos conocidos a un vals, y de ahí a la cosa campera, que es la que genera el ambiente sonoro para la entrada del gaucho acalorado, ese que comienza a dar miedito a medida que se va desprendiendo de sus ropas típicas. En realidad, el concepto no pasa por el desnudo del morocho argentino en noche de despedida de solteras, sino por una transformación que roza lo bizarro, de gaucho a compadrito porteño. El recital continuará con la estridencia habitual que lleva el inconfundible sello de Mores, con las constantes referencias autobiográficas y con cuadros que de un espectáculo a otro son cada vez más sofisticados y mejor resueltos. Son los casos de dos dúos. Gardel apa-

rece en una pantalla gigantísima cantando “Volver”, con el acompañamiento en vivo del grupo de don Mariano, y minutos después, con el mismo efecto (hay que decirlo: en ambos casos, suenan perfectos), Gabriel cantará a dúo con su padre, Nito (el hijo de Mariano, fallecido en 1984), gracias a un video que se proyecta en la misma pantalla. Luego de pasar por los tópicos que, a estas alturas, pueden ser previsibles en las actuaciones de Mores, y por esas sorpresas agregadas, el final será dentro de un estilo de tango for export, con todos los cantantes y bailarines en escena para los saludos finales junto al protagonista. Queda todavía media docena de funciones para aquellos que quieran darse una vuelta por el Nacional, para ver a esta gran figura del tango.

Mauro Apicella