Cobos pidió suspender las retenciones

D'Elía empezó con los “escraches” de claro cuño kirchnerista cuando ... Ahora, D'Elía ha puesto al Gobierno .... en particular”. El taxista Jorge Viviani dijo ayer a.
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POLITICA

Miércoles 4 de febrero de 2009

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EL CONFLICTO AGROPECUARIO Y CRECE LA TENSION ENTRE EL GOBIERNO Y LOS RURALISTAS

Cobos pidió suspender las retenciones El vicepresidente se sumó así a los gobernadores Schiaretti y Binner; mientras, el campo endureció las críticas y avanza hacia otro paro El vicepresidente Julio Cobos se sumó ayer al grupo de dirigentes que reclaman la suspensión de las retenciones a las exportaciones de granos, justo cuando el campo dio nuevos pasos con destino a otro paro agropecuario. Es, claramente, cada vez mayor la tensión entre el Gobierno y los ruralistas. Cobos ratificó su posición a favor del reclamo ruralista y pidió al Gobierno que él integra suspender la obligación de pagar derechos de exportación en las zonas afectadas por la sequía. Tras una reunión en el Senado con el intendente de Brandsen, Carlos Alberto García (UCR), Cobos distribuyó un comunicado en el que reclamó que también disminuyan los derechos de exportación en las zonas que no sufren por la falta de lluvias, para “asegurar la rentabilidad del sector y mantener los mercados ganados”. Además, planteó la necesidad de abrir las exportaciones de carne. Las palabras de Cobos sintonizaron con los recientes reclamos de gobernadores de provincias agropecuarias. El santafecino Hermes Binner reclamó una suspensión de las retenciones por 180 días y pidió una audiencia con la presidenta Cristina Kirchner para plantear la situación económica de su provincia, donde predominan la agricultura, la ganadería, la industria del aceite y la maquinaria agrícola. El gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, también sugirió que era necesario bajar la carga impositiva sobre los productores afectados. En la Casa Rosada rechazaron los reclamos. El Gobierno no tiene previsto modificar los montos de las retenciones ni suspender el cobro, justo cuando se vislumbra un panorama complicado para la recaudación fiscal. Para la Presidenta, la ayuda más adecuada al campo por la sequía consistió en la declaración de emergencia, que posterga el pago de impuestos nacionales hasta el año próximo, con una tasa de interés del orden del 14%.

La protesta rural Por la mañana, el presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Mario Llambías, alertó en Santa Fe que el campo volverá “pronto” a la protesta en diferentes rutas del país porque “las medidas que toma el Gobierno para el sector agropecuario llegan tarde y mal”. Para el dirigente, a partir de este mes “muchos sectores de la Argentina, como el industrial, van a tener que hacer despidos”. En las próximas semanas, las cuatro entidades que componen la Comisión de Enlace definirán la fecha y la forma de la nueva protesta, reclamada por los productores de base en las múltiples asambleas que se vienen realizando desde diciembre. El anuncio de la nueva protesta se haría el 12 de este mes, cuando vuelvan a reunirse los

EL ESCENARIO

Cuando la política no es diálogo, es violencia Continuación de la Pág. 1 Col. 1

PRENSA SENADO

El vicepresidente Cobos recibió ayer al intendente de Brandsen, Carlos García (derecha) dirigentes nacionales del sector.

El ataque a Rossi Por otro lado, el campo tomó nuevamente ayer distancia del ataque sufrido por el diputado kirchnerista Agustín Rossi, en Santa Fe. Ya lo había hecho anteayer, cuando el titular de la Federación Agraria Argentina (FAA), Eduardo Buzzi, rechazó el ataque, pero dijo que debía analizarse en el dramático contexto del agro. “Me recuerda aquella frase que se popularizó durante la dictadura: «Por algo será»”, contestó Rossi. Ayer, Buzzi retrucó: “Que no tenga duda nadie del Gobierno: nosotros no justificamos ninguna forma de agresión, no mandamos a los productores a que hagan eso ni tenemos nada que ver”. Para el Gobierno, el nuevo rechazo de Buzzi no alcanzó. Un ejemplo: el secretario de Agricultura, Carlos Cheppi, opinó que la agresión “demuestra la falta de voluntad que tienen algunos dirigentes en la búsqueda del diálogo y de consensos”. Tras esas declaraciones, se quejó el presidente de la Sociedad Rural, Hugo Biolcati: “Todo el mundo tiene claro que esto ha sido repudiado, que se trata de un grupo de exaltados. No sé para congraciarse con quién dijo eso Cheppi”. La comidilla política seguirá hoy en el Congreso, donde legisladores radicales, socialistas y de la Coalición Cívica presentarán una serie de proyectos con la suspensión de las retenciones por 180 días, rebajas del IVA para alimentos y mecanismos para evitar despidos.

“Si no fuera diputado, todavía estaría ahí” El diputado kirchnerista Alejandro Rossi, agredido anteayer en Santa Fe junto con su hermano Agustín, calificó de “energúmenos, brutos y animales” a los productores agropecuarios que le tiraron huevos. Y enfatizó: “Si no fuera diputado nacional, todavía estaría ahí defendiendo mi honor como hombre”. Luego de la agresión, Alejandro Rossi les dedicó un gesto obsceno a los productores mientras se iba del lugar.

Scioli calcula que la recaudación caerá al menos $ 200 millones Es la merma prevista por la emergencia rural MARIA JOSE LUCESOLE CORRESPONSALIA LA PLATA LA PLATA.– El estado de emergencia declarado ayer para los productores rurales castigados por la seca en Buenos Aires impactará con una caída del 50 por ciento en la recaudación impositiva correspondiente al inmobiliario rural de este año. El gobernador Daniel Scioli informó a LA NACION que la provincia dejará de percibir entre 200 y 300 millones –sobre un total de 450 millones proyectados– a partir del decreto que prórroga o exime el pago de impuestos. Los productores pueden también prorrogar vencimientos de bancos. Y dada la emergencia nacional pueden postergar, también, ganancias, bienes personales y ganancias mínimas presuntas. En un primer paso, el gobernador firmó ayer el decreto de emergencia y/o desastre agropecuario en la provincia, que comprende desde el primero de enero hasta el 31 de julio. El régimen no es de aplicación universal y automática. Dependerá de la calificación que reciba cada municipio. Alcanzará a unos 100.000 productores, de unos 84 municipios que presentaron los requisitos exigidos para ser reconocidos como zona de emergencia, según estimaciones del gobierno. Estos datos son dinámicos, ya que dependen de las lluvias

y otros factores climáticos. “Si no llueve la semana que viene vamos a tener muchos más distritos cambiando de emergencia a desastre”, dijo ayer el ministro de Asuntos Agrarios, Emilio Monzó. El funcionario precisó el procedimiento adoptado por la provincia para ayudar al campo. Primero el municipio declara la emergencia local. Luego el distrito eleva el pedido a la comisión de emergencia provincial. Esta reconoce la emergencia o el desastre en cada distrito. Luego, el productor particular se debe presentar con la declaración jurada para adherirse al beneficio. En el mismo sentido se tramita la prórroga de los impuestos nacionales. “Es el productor individual el que solicita acogerse a los beneficios; no es que se declara la emergencia y toda la provincia pasa a estar bajo ese régimen. Esto tiene que ser bien claro porque sino la gente dejaría de pagar los impuestos”, dijo Monzó. El ministro sugirió también que está a favor de otros beneficios, como la baja en las retenciones, principal reclamo de los hombres de campo: “Habría que estudiar el tema del trigo. Y habría que observar bien el rendimiento de la soja”.

Más información. La lluvia no alcanza para paliar la sequía. www.lanacion.com.ar

de la Federación Agraria, Eduardo Buzzi, reveló que hace varias semanas había sufrido un “escrache” parecido al de Rossi por parte de militantes que pertenecen, precisamente, a la corriente política de Rossi. El “escrache” es un método detestable (imaginado hace casi 70 años por el nazismo para identificar a sus enemigos) que se ha instalado cómodamente en la vida pública del país. Ninguna voz oficial condenó nunca, o lo hizo tardía y forzadamente, cuando los “escraches” afectaban a los adversarios del Gobierno. El oficialismo sólo se escandaliza cuando ese método maltrata a los suyos. Néstor Kirchner se enamoró, desde el momento inaugural de su poder, de un discurso confrontativo, agresivo y descalificatorio. Políticos, empresarios, diplomáticos extranjeros y periodistas estuvieron permanentemente en el centro de sus diatribas dichas al calor de fogosas tribunas. Eso es también violencia, porque los gobernantes terminan creando una extendida cultura social. Sus mejores y más queridos voceros han cultivado de igual modo la agresión verbal constante. ¿Qué fue, si no eso, la reciente frase del diputado Carlos Kunkel al despachar insensiblemente a los ruralistas con un “que le recen a Dios para que llueva”? El extenso período de violencia verbal, y física por momentos, se agrava ahora cuando los Kirchner han perdido gran parte de su poder. En todo caso, la violencia era antes, cuando el ex presidente y actual mandamás oficial controlaba todo, una dosis que administraba el propio poder. La decadencia política de ellos no ha cambiado los métodos, pero ha creado fuerzas autónomas dentro de una costumbre que echó raíces. En ese mundo de violencias y agresiones, las personas no valen nada, sea cual fuere su extracción política. El conflicto con el campo lleva ya casi un año. Primero fue la imprevista e inconsulta resolución 125, que despojaba a los productores de soja de casi el 50 por ciento de sus ingresos. Luego fueron las decisiones que cerraron las exportaciones de carne y de lácteos y condicionaron la de algunos cereales (que todavía siguen vigentes). Más tarde, tras la derrota parlamentaria y política del Gobierno en el Senado, sobrevino una época de venganzas con los campesinos que no ha concluido. La política es diálogo o termina siendo, en algún momento, violencia. El Gobierno nunca quiso abrir un período serio y confiable de diálogo con el sector rural, al que sigue mirando con los cristales de viejas y extinguidas ideologías. Según como están las cosas ahora, es difícil imaginar un período de campaña electoral en el que el matrimonio gobernante pueda visitar fácilmente

el interior rural del país. No es bueno que eso suceda en una democracia, donde todos deberían tener derecho a expresarse, pero la responsabilidad de la confrontación es siempre del que está obligado a crear climas políticos moderados y no lo ha hecho, es decir, del Gobierno. * * * Ese vaho violento devaluó también la vida institucional del país. El presidente de la Sociedad Rural, Hugo Luis Biolcati, habló el lunes con Hugo Moyano para pedirle su intermediación en el problema del campo. ¿Cómo lo hizo? Simplemente le contó que, de acuerdo con las condiciones actuales, los camioneros dejarán de hacer un millón de viajes de más de 300 kilómetros. Moyano entendió en el acto la dimensión del problema. Pero ¿qué tenían que hacer Biolcati y Moyano resolviendo el conflicto rural? ¿No hay acaso ministros, secretarios de Estado, jefe de Gabinete y presidenta de la Nación para conocer y resolver la grave cuestión rural? La violencia engendró también a personajes como Luis D’Elía, que conserva todas los privilegios de un funcionario oficial sin serlo. D’Elía empezó con los “escraches” de claro cuño kirchnerista cuando fue enviado a boicotear las estaciones de servicio de las petroleras Shell y Esso. Nunca pagó por el copamiento y la destrucción de una comisaría. Ahora, D’Elía ha puesto al Gobierno en la obligación de aclarar que no apaña expresiones antisemitas. Pocos gobiernos argentinos, como el de los Kirchner, han hecho tantos esfuerzos para acercarse a la comunidad judía. Sin embargo, los lazos que lo unen con sectores marginales y poderosos al mismo tiempo, que profesan ideologías confusas y en desuso, colocaron al Gobierno en la posición de demostrar que no cobija al antisemitismo, la más inhumana idea que puede albergar este mundo. Fueron patéticos los funcionarios que iban y venían con declaraciones contradictorias, porque no sabían qué opinión imperaba en la impenetrable residencia de Olivos. Nadie tiene derecho, en efecto, a pegarle a nadie. Los funcionarios deben ser, los ciudadanos más escrupulosos con sus palabras. No obstante, a un hermano de Agustín Rossi, Alejandro, también diputado, no se le ocurrió mejor idea que amenazar con “llevar un camión con 60 tipos” para enfrentar a los productores que escrachan. ¿Pasarán de la confrontación verbal al enfrentamiento civil? Las palabras preceden a los hechos. De paso, Alejandro Rossi acusó a “los medios” de “legitimar” la agresión a su hermano. ¿Dónde está la prueba de semejante acusación? ¿O será la prensa el próximo blanco de la violencia que forma parte ya de una Argentina implacable e inhumana?

Y LA PELEA SALARIAL

“No toquen un solo empleo”, dijo Kirchner a los empresarios

Los salarios La CGT. La central que conduce Hugo Moyano reclamó aumentos salariales discutidos “sector por sector”. Evitó así fijar pautas generales para todos los sindicatos en las negociaciones paritarias. También rechazó la posibilidad de que hubiera “pisos y techos” fijados previamente por el Gobierno.

Dio así una señal a los gremios; condenó la agresión al diputado Rossi JUAN PABLO MORALES LA NACION Néstor Kirchner levantó el dedo índice, miró a la gente que en las vallas le gritaba “presidente” y ensayó el tono más severo de la tarde. “¡Si tienen que ganar menos, ganen menos! ¡Pero no toquen un solo empleo!”, advirtió, con énfasis de campaña, mientras estallaban los aplausos en la nave principal del Mercado Concentrador de José C. Paz. El jefe del PJ desembarcó ayer otra vez en el conurbano. Y allí, en el terreno que lo verá como jefe de la campaña para 2009, instaló en público lo que considera las prioridades kirchneristas: defender el empleo ante los coletazos de la crisis internacional y asegurar el triunfo oficialista en octubre. Con el vigor de sus épocas proselitistas, Kirchner combinó críticas y autoelogios en todas sus variantes: cuestionó a “los centros de concentración económica”, se ufanó de haber “advertido” las debacles de la crisis y defendió la “lucha de la Presidenta” para enfrentarla. Después recalcó los ejes de su campaña: exigió respaldo para el

“plan de obras públicas más importante de la historia” (que él mismo comanda desde la quinta de Olivos) y hasta ordenó ir “casa por casa” para explicárselo a la gente. El líder peronista cuidó cada palabra en su primer discurso del año electoral. Intentó apelar a un mensaje político conciliador y pidió poner la otra mejilla” ante “las agresiones”, las “máquinas de impedir” y “las diatribas”. Sin embargo, en José C. Paz sobrevolaba la escalada del conflicto con el campo después de la agresión ruralista al diputado Agustín Rossi.

“Daño a la democracia” “Ante un acontecimiento que daña la democracia, no vamos a descalificar ni imputar a nadie. Sólo pido un fuerte aplauso para Agustín Rossi, por su nobleza y el espíritu y el trabajo que pone”, dijo Kirchner. Fue la única alusión directa al enfrentamiento con el sector agropecuario. En lugar de eso, se dedicó a instalar otra preocupación: el empleo. “Llegó el momento de ponerse al frente para cuidar el empleo y el trabajo –exigió Kirchner–. Les pido solidaridad y responsabilidad a los empresarios.” Cuando habla con sus

hombres de confianza, Kirchner cree que atender ese tema será clave para definir el futuro de su proyecto político. Las paritarias empezarán a negociarse en las próximas semanas. El otro eje clave es la obra pública. Ayer lo dejó en claro: “¡Nos tenemos que dedicar a eso! ¡Y mostrar que ponemos en marcha el plan más importante de la historia!”. El resto del tiempo ayer lo dedicó a elogiar vaticinios y decisiones de gestión, en las que él suele tener voz y voto. “Nos duelen los desocupados, las caídas de las empresas, pero nosotros alertamos del incorrecto funcionamiento de la economía mundial y del neoliberalismo”, dijo. Más adelante elogió la estatización de los fondos jubilatorios y consideró que las últimas medidas de su esposa fueron “oportunas e importantes”. Le deseó “suerte” al presidente norteamericano, Barack Obama, y les pidió “humildad” a quienes formaron la Alianza, por “fundir el país”. Sólo después del discurso volvió a hablar del campo. Cuando le preguntaron sobre las retenciones, se hizo el distraído. “No sé. Es un problema del Gobierno”, dijo, mientras la gente le seguía gritando “presidente”.

PRENSA GOBERNACION

Kirchner y Scioli, ayer, en José C. Paz

La UIA acepta negociar A horas de integrar la comitiva presidencial que lo llevará a España con la delegación de la CGT, el presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Juan Carlos Lascurain, modificó su discurso intransigente sobre las negociaciones paritarias y afirmó ayer que los trabajadores tienen “derecho a peticionar lo que les parece razonable”, aunque, dijo, “es preciso analizar la situación con la realidad de cada sector”. El sábado pasado, Lascurain había dicho a LA NACION: “Este no es un momento para hablar de aumentos” de sueldos. Ahora, aceptó la inminente

proximidad de las paritarias, pero remarcó que “la situación económica, que es inédita, merece que haya tranquilidad y se analice cada caso en particular”. El taxista Jorge Viviani dijo ayer a LA NACION que la postura de Lascurain “no vulnera la postura” de Hugo Moyano, jefe sindical que reclamó aumentos “por sector”, en negociaciones “sin piso y sin techo”. “La admisión de Lascurain es un gran paso adelante”, agregó Viviani, quien acompañará a España a Moyano y al titular de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), Antonio Caló.

Los empresarios. El titular de la Unión Industrial, Juan Carlos Lascurain, dijo primero que no era momento de hablar de aumentos salariales, sino de preservación de empleos. Ayer admitió que habrá paritarias, pero pidió “tranquilidad” y responsabilidad. El Gobierno. El kirchnerismo intentó primero fijar un tope salarial para las negociaciones, “de entre el 13% y el 15%”. Ayer, Kirchner se mostró cercano a la posición de los sindicalistas.