Cristina y Cobos, juntos pero separados

23 dic. 2008 - con Chile por el conflicto por el canal de Beagle. .... frontera, hasta el 24 de diciembre, ... ción papal que evitó la guerra con la Argentina.
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POLITICA

I

Martes 23 de diciembre de 2008

CONFLICTO POR EL BEAGLE Y CELEBRACION POR LOS 30 AÑOS DE LA MEDIACION PAPAL

El día que el equipo del Gobierno pareció unido La Presidenta no pudo ocultar su malestar

El vicepresidente Julio Cobos y la presidenta Cristina Kirchner estuvieron situados a seis metros de distancia, durante la misa celebrada ayer en la Basílica de Luján

RODRIGO NESPOLO

Cristina y Cobos, juntos pero separados Ambos asistieron a la misa en la Basílica de Luján, en la que la Iglesia pidió más diálogo y consenso; no se hablaron MARIANA VERON LA NACION LUJAN.– La Iglesia encontró ayer la ocasión ideal para reiterar ante la mirada atenta de todo el poder la necesidad de construir un diálogo y un consenso que ayer calificó, aún, como poco sólido. El párrafo central con los reclamos eclesiásticos, que pronunció en su homilía el obispo de San Isidro, Jorge Casaretto, resonó ante el silencio de la basílica de esta ciudad. Contemplaba el pedido, sola, en la primera fila, la presidenta Cristina Kirchner. A seis metros se encontraba el vicepresidente Julio Cobos, con quien la jefa del Estado no dialoga desde el conflicto con el campo. Hasta aquí llegó la jefa del Estado al atardecer, invitada por la Iglesia para participar de la celebración central por el 30° aniversario de la mediación papal que evitó una guerra con Chile por el conflicto por el canal de Beagle. “Los argentinos necesitamos privilegiar el bien común por sobre los intereses personales”, insistió Casaretto en la misa que, en rigor, presidió el máximo representante de la Iglesia, el cardenal Jorge Bergoglio. “Necesitamos dialogar más y tratar

de lograr acuerdos sociales más sólidos”, consideró en el final de su mensaje el presidente de la comisión de la pastoral social. La frase provocó miradas: estaban el gabinete completo, representantes de la oposición, dirigentes agropecuarios. Pero estaba también el vicepresidente Julio Cobos. Invitado por la Iglesia, el ex gobernador mendocino que se enfrentó con el Gobierno por el conflicto con el campo quedó ubicado seis metros detrás de la Presidenta, a su derecha. Nunca cruzaron una mirada. Menos aún, una palabra. El dato no es menor: ambos no se veían desde hacía casi cinco meses, cuando se encontraron en el despacho presidencial, se enfrentaron con reproches, y hoy mantienen una relación tan tensa como esquiva. Además del fuerte pedido de diálogo, Casaretto destacó ayer como un “desafío” construir “una paz social más sólida sobre la base de una mayor justicia y solidaridad”, y reiteró la necesidad, frente al Bicentenario, de “lograr un país con plena inclusión social”. La Presidenta sólo respondió una hora después, cuando lideró un acto frente a la basílica en el que estuvo acompañada desde el escenario por el obispo de Luján y Mercedes, Agustín

Textuales Los argentinos necesitamos privilegiar el bien común por sobre los intereses personales Jorge Casaretto OBISPO DE SAN ISIDRO

Hubiera sido un lindo gesto (el del acercamiento de la Presidenta) Julio Cobos VICEPRESIDENTE DE LA NACION

La verdadera forma de combatir la pobreza es construir la paz; luchar por la igualdad, por la distribución del ingreso. Y hay que hacerlo en democracia Cristina Kirchner PRESIDENTA DE LA NACION

Radrizzani; el nuncio apostólico, Adriano Bernardini; Casaretto, y el embajador de Chile, Luis Maira. Bergoglio sólo acompañó a Cristina Kirchner hasta la puerta de la basílica y, tras los saludos de rigor, se fue. No subió al palco preparado para la Presidenta.

Compromiso “Quiero comprometerme a seguir trabajando y luchando por la justicia, por la igualdad, por la equidad y contra la pobreza”, destacó en su corto discurso la Presidenta. Con un escenario montado de espaldas a la basílica, cantó el Himno Nacional y se volcó a saludar a los militantes, en su mayoría de Moreno y José C. Paz, que habían llegado para escucharla. “La verdadera forma de combatir la pobreza es construir la paz; luchar por la igualdad, por la equidad, por la distribución del ingreso. Y hacerlo en democracia”, reforzó la jefa del Estado. Minutos antes había relatado su recuerdo personal de hace 30 años, cuando dejaba Río Gallegos con su hijo mayor, Máximo, y envió un mensaje a la Iglesia al sostener que cuando su marido, Néstor Kirchner, era intendente, la primera obra que inauguró fue una rotonda a la

que llamó Cardenal Samoré. “Fue en agradecimiento, precisamente, al gesto de aquel hombre que, en representación del Vaticano, había impedido lo que era una tragedia, cometida también –es bueno decirlo y recordarlo– por dos dictaduras”, destacó la Presidenta. A pesar de la tensa relación que el kirchnerismo mantuvo en los últimos años con la cúpula del Episcopado, de a poco las rispideces comenzaron a alivianarse. Casaretto destacó ayer, ante los medios, la satisfacción de los obispos por la presencia de las autoridades nacionales. “La Presidenta representó muy dignamente al pueblo”, dijo, aunque se excusó de opinar sobre la relación con el Gobierno y hasta de las diferencias entre Cristina Kirchner y Cobos. En rigor, la Presidenta se había comprometido ante Bergoglio, en la última reunión que ambos tuvieron en la Casa Rosada, a asistir a la celebración eclesiástica que ayer tuvo paralelamente en Chile la mandataria de ese país Michelle Bachelet. Cristina Kirchner fue aplaudida al ingresar en la Basílica de Luján. Lo mismo le sucedió a Cobos, media hora antes, cuando entró solo y se ubicó en la primera fila.

LUJAN.– Julio Cobos volvió a integrar, aunque sea por una hora y para la foto, el equipo del Gobierno. El vicepresidente quedó ubicado en la primera fila de la basílica de esta ciudad, junto con todo el oficialismo, entre ministros, funcionarios, gobernadores y legisladores, todos kirchneristas. La misa por el aniversario de la mediación papal que organizó la Iglesia, y a la que fueron invitadas las autoridades argentinas sin distinción, no fue escenario para el reencuentro. El malestar de la Presidenta con su vice fue notable. Cristina Kirchner entró última, cuando su compañero de fórmula ya estaba sentado, pero la jefa del Estado llegó hasta el altar con la mirada clavada a su izquierda. Cobos estaba del otro lado. Nunca se miraron. Menos intercambiaron palabras. El ex gobernador mendocino se sentó junto con el presidente provisional del Senado, José Pampuro, y su par en la Cámara de Diputados, Eduardo Fellner. Aunque fueron pocas palabras, intercambiaron sonrisas y algún diálogo corto. “Está complicado el panorama ¿no?”, preguntaban los legisladores a la prensa, a sabiendas de que cualquier gesto de su parte hacia Cobos podría ser leído mal por la Casa Rosada y, sobre todo, por Néstor Kirchner. Para algunos ministros, el encuentro no pudo evitarse. Cuando el plantel de funcionarios comenzó a llegar, le tocó al jefe de Gabinete, Sergio Massa, saludar a Cobos. Aunque fría, la intendenta local, Graciela Rosso, soportó el mal trago. Quedó ubicada a la izquierda de Cobos. A falta de un saludo de la fórmula presidencial, hubo sí otro encuentro clave que pasó inadvertido por el público. Es que las miradas estaban en otro lado. Ellos se vieron, se saludaron con un movimiento de cabeza, y uno se paró, enfrentó al otro y se abrazaron: eran el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, y el presidente de la Sociedad Rural, Hugo Biolcatti.

EL ESCENARIO

Un llamado a la paciencia de Samoré JORGE ROUILLON LA NACION

Académico Dr. CARLOS ALBERTO BERTOLASI. Cerca del primer aniversario de la ausencia de mi querido esposo, el próximo 8 de enero, quisiera convocar espiritualmente a los muchos que tanto lo amaron, para que juntos recordemos la nobleza con que honró la vida

JUAN ALFREDO OPOCA. A 50 años de tu partida, te recordamos con una oración, una flor y el amor de siempre. Tus hijas Alicia Esther, Zelmira y demás familiares

SANTIAGO PEDRO ZUVIC, q.e.p.d., 23-12-2004. - A cuatro años de tu fallecimiento, te recordamos con el amor de siempre, deseando que Dios te ilumine, rogando por tu eterno descanso y queriéndote como siempre. Tu esposa Teresa, tus hijos y tus nietos

NELIDA SPINAZZOLA saluda a sus familiares y amigos por este único medio, deseándoles unas santas pascuas de Navidad y un venturoso año 2009, a la vez que hace votos para que todos los hermanos de distintos credos sean bendecidos con salud y paz

Pasados 30 años del comienzo de la intervención papal que detuvo una guerra con Chile, puede apreciarse el fruto de la acción paciente y perseverante ante las tempestades que parecen irrefrenables. También el escenario brindado ayer en la Basílica de Luján por la confluencia de autoridades de los tres poderes y más de 50 obispos de la Iglesia Católica, con la presencia de la Presidenta y de todo su gabinete, junto al cardenal Bergoglio, dirigentes de otros cultos y de varios sectores sociales, en una misa de acción de gracias a Dios por la paz con Chile podía ser difícil de imaginar tiempo atrás, cuando parecía prevalecer la distancia y cierto resquemor entre el Gobierno y la Iglesia. El presidente de la Comisión de Pastoral Social, monseñor Jorge Casaretto, recordó en la homilía de ayer el comienzo de un largo camino: cuando el cardenal Antonio Samoré, designado por el Papa para intervenir en el conflicto, volaba hacia aquí le decía a su colaborador monseñor Faustino Sain Muñoz: “Vamos a necesitar un océano de paciencia”. Fue necesario no perder el ánimo en aquel conflicto, se necesitó mucha paciencia para vencer la violencia, mucho diálogo para derrotar la obstinación. Y según Casaretto, gracias a Dios, Samoré tuvo esa paciencia: en medio de tinieblas belicistas entrevió esa famosa “lucecita” que terminó por convertirse en una gran luz que ilumina la relación fraterna entre dos pueblos. Esa misma paciencia, y trabajo perseverante, puede requerir el desafío actual de ambos países de construir en lo interno una paz social más sólida. Idea que resuena

más fuerte en nuestro medio, signado por la confrontación. Dicen que Samoré recordaba frecuentemente una máxima de San Alfonso María de Ligorio sobre cualquier tarea difícil: hacía falta un dedal de sabiduría, un cubo de prudencia y un océano de paciencia. Y a lo largo de la mediación dio ejemplo de sufrida paciencia, en la larga e incierta espera de las necesidades y reacciones de unos y otros. Samoré murió antes de que ambos países firmaran un tratado de paz y pudieran verse los frutos de la paz. Ayer, no faltaron ejemplos de esos resultados: las banderas de la Argentina y Chile portadas por chicos; la bendición de una familia chilena, radicada en Alberti, por el cardenal Bergoglio y abrazada luego por la Presidenta, personas concretas que en la vida diaria se beneficiaron de que no estallara la guerra. En la plaza, entre otros asistentes, se hallaba Ramón Paz, que era soldado en 1978 y estuvo dos meses entrenándose junto al estrecho de Magallanes, con el regimiento RI 24 de Río Gallegos. En diciembre fueron trasladados a la frontera, hasta el 24 de diciembre, en que se retiraron de ese punto de inminente conflicto. Ayer, con sencillez, el cardenal Bergoglio apenas habló. Brevemente pidió que Dios cure nuestras heridas y pecados, y que todos volvieran a sus casas con el deseo de trabajar por la paz. Dio la mano y saludó brevemente a la Presidenta, que dio un beso a dos o tres obispos. Hubo un ambiente tranquilo y hasta abrazos de los diputados del oficialismo y de la oposición. Y por delante mucho trabajo, mucho por recomponer en un país fragmentado, que precisa una paciencia y perseverancia para no desanimarse, como las que desplegó Samoré.

Una emotiva ceremonia en Chile SANTIAGO, Chile.– La presidenta de Chile Michelle Bachelet participó ayer del Tedeum realizado en la comuna de Maipú para conmemorar desde aquí la mediación papal que evitó la guerra con la Argentina. El oficio religioso fue celebrado por el presidente de la Conferencia Episcopal de Chile, monseñor Alejandro Goic, y el arzobispo de Santiago, cardenal Francisco Errázuriz. Tanto Bachelet como los presentes oraron para que “nunca más” volviera a presentarse una situación similar con la Argentina. “Corresponde dimensionar la trascendencia decisiva y definitiva que tuvo este proceso. Con ella se abrió una etapa histórica de cooperación en las relaciones entre ambos países”, dijo Bachelet.