Hablemos de economía
Antonio Morlanes Remiro Presidente de Aragonex ·
[email protected] - www.aragonex.com
Algunas incidencias bancarias
E
n esta ocasión y a la espera de no abusar de la confianza de quienes me leen, me voy a permitir no escribir un artículo como es habitual en esta sección. Hoy he considerado más apropiado, intentar realizar un relato breve, porque quizás de esta forma pueda plasmar mejor una realidad que viene sucediendo en estos tiempos que vivimos. Aunque la historia es real, los personajes no lo son y queda a la disposición de ustedes ubicarlos como mejor consideren, con la seguridad que acertarán, pues el que más y el que menos verá reflejada alguna experiencia en esta narración. Había un grupo de amigos que gustaban de reunirse en sus ratos de ocio y de vez en cuando dedicaban algún tiempo a soñar con diseñar y crear una empresa en la que pudiesen hacer realidad sus ilusiones. En una ocasión uno de ellos pensó que la vida de las personas en las grandes ciudades era un permanente correr para terminar aquello que precisaban hacer y, considerando esto, se llegó a la conclusión que lo que necesitaba esta gente era tiempo, pero que ellos supieran nadie vendía ni siquiera un ratito y esto es lo que deberían ofrecer, el tiempo que necesitaban los demás. Así pues comenzaron a diseñar una empresa que vendiese tiempo en funciones sencillas a quienes lo necesitasen; podía ser recoger un envío por correo, llevar el coche al taller, ir a la tintorería y multitud de pequeños encargos, pero que todos ellos tenían un común denominador, ocupaban el tiempo del que no se disponía. Una vez definido el objeto del negocio , hicieron sus cuentas o como mejor se denomina, ‘business plan’, y su sorpresa fue
La cronica de Zak
18
al comprobar que habían acertado en su idea de negocio, los números funcionaban y se obtenían unos confortables beneficios; ahora el reto consistía en calcular las inversiones necesarias y su financiación; determinaron que con 100.000 euros, podían hacer realidad su sueño; 20.000 euros sería la aportación de ellos al capital y 80.000 euros lo conseguirían a través de una entidad financiera, en cuanto estudiasen su proyecto de negocio. Así pues, se pusieron manos a la obra; ya hacían planes de cómo iba a funcionar su cartera de clientes. Con el corazón henchido por la emoción, se pusieron a registrar un nombre para la empresa, la primera sorpresa fue que sus peticiones eran rechazadas una y otra vez por ya existentes, al fin y transcurrida una semana desde el primer intento, consiguieron que se aceptase uno, no era el que más les gustaba pero con el tiempo se harían a él; depositado el capital en el banco, el notario se encargó de escriturar la empresa y de nuevo sorpresa, el registro mercantil tardaría quince días en hacer del todo legal su preciado proyecto, y mientras por tanto no existían y además el banco tenía bloqueados sus 20.000 euros y al notario y al registro les tuvieron que pagar de su bolsillo. Como todo llega en la vida, por fin terminó su camino burocrático, pero ya había transcurrido casi un mes. Como niños con zapatos nuevos, se dirigieron a su Bankio amostrar su proyecto, para conseguir la financiación a su Bankio y una vez entregada toda la documentación donde se definía el negocio y su ‘business plan’ que, debo decir, les gustó mucho, apareció la pregunta del millón,
¿Quién garantiza esta financiación que solicitan? ¿Pero no les había gustado y creían en su éxito?, se preguntaban. Pero las cosas son como son y ellos estaban decididos a hacer realidad su sueño, así que el padre de uno de ellos, se prestó a ser avalista, era una persona con buenos activos y además buen cliente del Bankio, que así lo confirmó; ya todo marchaba hacia su final, cuando el director de la oficina les informó que se les negaba la operación, uno de los socios de capital, tenía incidencias bancarias, el asombro fue monumental y la pregunta inmediata, ¿la empresa es correcta y bien capitalizada y el avalista cumple los requisitos exigidos?, la contestación fue afirmativa; no salían de su asombro; ¿Cuál es la diferencia de riesgo con incidencia o sin incidencia de uno de los socios de capital?, no había otra contestación que solo era una norma de la entidad.
Y en este momento, el sueño se esfumó, las ilusiones se desvanecieron y con esto, cinco puestos de trabajo que iban a crear, aportación de servicios a terceros con creación de riqueza, tanto para el consumo, como para el tesoro público y todo esto por la gallardía del Bankio, que decía no permitir que nadie tuviese incidencias bancarias. Claro que el colofón de esto debería ser el siguiente: señor Bankio, ¿usted tiene incidencias bancarias?, porque está claro que los ciudadanos le hemos prestado muchísimo dinero y usted no va a devolverlo, por tanto los que depositan/dejan su dinero a esa entidad, no debería hacerlo, pues tienen incidencias y estas con riesgo cierto. ¿Con qué vara medimos todo esto?, diferentes dependiendo de quién se trate; pues queridos lectores, tengan en cuenta que este relato se les puede hacer real a cualquiera de ustedes.
Antonio Correas Usón @nicocomic www.nicocomic.com
Noviembre 2018
La DPZ expone en el palacio de Sástago la colección Santamarca, una de las mejores colecciones de pintura de España
L
a Diputación de Zaragoza expone en el palacio de Sástago la colección Santamarca, una de las mejores colecciones privadas de pintura de toda España. Se trata de una antología formada por casi un centenar de obras entre las que destacan las seis escenas que Goya pintó dentro de la serie ‘Juegos de niños’ o tres cuadros sobre temas bíblicos de Luca Giordano. La muestra, organizada por la DPZ con la colaboración de la Fundación Fusara, podrá verse hasta el próximo 6 de enero. Quienes la visiten podrán disfrutar de una selección de cuadros de las escuelas española, flamenca, italiana, holandesa y francesa que abarcan desde el barroco hasta la pintura romántica con autores como Bartolomé y Vicente Carducho, Francisco Collantes, Frans Snyders o Paul de Vos. “A pesar de tratarse de una de las colecciones privadas más importantes de nuestro país, la colección Santamarca es muy poco conocida –destaco en la presentación de la muestra la diputada delegada de Cultura de la DPZ, Cristina Palacín–. Su última gran exposición data de 1984, y en Zaragoza por supuesto no se ha visto nunca. Por su parte, el director gerente de la Fundación Fusara, Ignacio Olmos, dudo en asegurar que la exposición
es “el mayor hito en los cien años de historia de la fundación y en la conservación de la colección Santamarca”. “Estamos muy agradecidos a la Diputación de Zaragoza por haber hecho posible este proyecto”, señaló Olmos. La colección Santamarca se formó durante la segunda mitad del siglo XIX por el entusiasmo del banquero y conde Bartolomé de Santamarca (18061874), quien, a diferencia de sus contemporáneos, no sólo adquirió piezas de los siglos pasados, sino que también patrocinó a pintores coetáneos como los hermanos Antonio y José de Brugada o Jenaro Pérez Villaamil. A su muerte, el conde se la transmitió primero a su viuda y después a su hija Carlota, duquesa de Nájera y condesa de Santamarca, quien, viuda y sin descendencia, la cedió al asilo Santamarca para niños huérfanos que ella misma había creado. En total se exponen 98 pinturas repartidas por once espacios distribuidos por las dos plantas del palacio de Sástago. A ellas se suman un espléndido busto póstumo del primer conde de Santamarca labrado en mármol de carrara en París en 1876 por el escultor Adam Salomón y una bella mesa de aparato producida en Italia en el siglo XIX confeccionada a base de madera dorada, mármol y escayola pintada.
Paisaje con escena señorial, de Antonio de Brugada.
Ensalada a la luz de la luna, de Antonio de Brugada.
Niños jugando a pídola o recorre calles; Niños jugando a soldados; Niños jugando al toro, los tres de, Francisco de Goya y Lucientes.
No Te CoMPLiQueS,
CoLaBoRaR CoN ATaDeS eS MuY FáCiL:
HAZTE SOCIO
www.atades.com / T. 976 235 010 /
[email protected]
APOYA LA CONSTRUCCIÓN DE NUESTRO NUEVO COLE
44
#HaztesociodeAtades #porAtadescualquiercosa
Noviembre 2018