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—El Comercio —domingo 8 de marzo del 2015
Contaminación en la zona de influencia de pluspetrol fotos: miguel bellido / enviado especial
“zona industrial”. El uso de las tierras de la comunidad de Santa Elena se da, según el apu Sindulfo Sandi, sin una real compensación. Pluspetrol señala que ellos operan en una “zona industrial” .
Alerta en el lote 8: la otra historia del río Corrientes No se ha declarado emergencia ambiental y sanitaria pese a contaminación. Desde hace 10 años se encontró plomo y cadmio en la sangre de los pobladores. vanessa romo espinoza enviada especial Trompeteros. En el bajo río Corrientes, a tres días en barcaza desde Iquitos, hay dos tipos de achuares en las comunidades loretanas alrededor del lote 8 de Pluspetrol: los que pueden probar que tienen sangre con metales pesados y los que viven con la incertidumbre de tenerlos. En el 2005, el Ministerio de Salud examinó a 90 personas al azar en 4 comunidades cercanas al lote petrolero –de las 37 que hay–, y esas 90 fueron las únicas que podían demostrar el plomo y el cadmio dentro de ellas. Los demás, que han comido los mismos animales y tomado la misma agua, no fueron analizados. Hay algo que los une, sin embargo. Nadie ha recibido tratamiento por este problema y nadie volvió a ser examinado. Aída Pinedo es una de la lista, como se hacen llamar esos 90. En la comunidad de Trompeteros, ubicada frente a los pozos de Pluspetrol, ella se pregunta si en algo habrá influido el que durante décadas haya tenido que separar el petróleo del agua del río con las manos para poder lavar, bañarse, tomarla. Tanto Petro-Perú desde 1970 como Pluspetrol desde 1996 vertían sus aguas residuales de petróleo al río Corrientes, la única fuente de agua de las comunidades que siguen en es-
pera del agua potable. La situación cambió en el 2006 luego de varios días de protestas indígenas y de que se paralizara la producción de crudo. Pero esa agua, según los estudios hechos en el 2013 por la Dirección General de Salud Ambiental (Digesa) y la Autoridad Nacional del Agua, está contaminada con metales pesados como el plomo e incluso con hidrocarburos en algunos puntos, según el Organismo Supervisor de la Inversión en Energía y Minería. Daniel Guerra, representante de Pluspetrol en el Perú, recuerda que no existen estudios que determinen que esta contaminación de la sangre sea consecuencia de la actividad petrolera. “Pero hemos dado S/.40 millones para que se hagan análisis y se mejore el estado de salud en las comunidades del Corrientes”, dice.
“A veces traen pescado de Iquitos, a 3 días de aquí. Las otras veces lo sacamos del río contaminado”. Aída toma un vaso de refresco, mira los pescados que se cocinarán en la reunión comunal que tienen en Trompeteros para discutir sobre este problema. “Allá al frente [en el lote 8] no pueden tomar esta agua, el pescado lo traen desde Lima, incluso”, dice. “Vivimos a tres días de Iquitos. A veces traen pescado, está S/.10 el kilo. Las otras veces tenemos que sacar el pescado del río contaminado, no hay mucho de dónde escoger. Así seguiremos muriendo seguro”. Eso le recuerda que hay un tercer tipo de achuares: los que murieron antes de tener una respuesta sobre sus enfermedades. De quien sea. Continúa en la página 6
manifestación. Es la primera vez en 19 años que Santa Elena se levanta en protesta. El móvil de esta es el pago por el uso de sus tierras. ubicación
Lote 8 Límite provincial Comunidad de Santa Elena
Prov. de Maynas
Villa Trompeteros Río Cor
rientes
LORETO
Zona detallada
El futuro del otro lote del río corrientes
Indígenas aún evalúan aceptar consulta previa El miércoles pasado, el presidente de Perú-Petro, Luis Ortigas, hizo un gran anuncio: la consulta previa para la licitación del nuevo lote 192 (ahora lote 1AB) estaba asegurada y comenzaría en abril. Según la ley de consulta previa aprobada en el 2011, todo plan o proyecto que el Estado implemente y que involucre a los pueblos indígenas del país debe ser consultado con ellos. La expectativa por la concesión de este lote es gigante: se trata del espacio de donde se obtiene la tercera parte de la produc-
ción nacional de petróleo. La firma de los acuerdos finales de la mesa de desarrollo multisectorial, la que fue instalada entre los indígenas y el Ejecutivo –liderado por PCM–, busca que se concrete esta consulta necesaria para la licitación. Sin embargo, las comunidades involucradas y representadas en cuatro federaciones no dan por sentado ese proceso. Carlos Sandi, presidente de la Federación de Comunidades Nativas del Corrientes (Feconaco), dijo a El Comercio que mientras no se materiali-
cen los acuerdos, no se permitirá la consulta. “Estamos cansados de la letra muerta con el Estado. No es que los pueblos indígenas firmen el acuerdo y se acepte todo, tenemos que ver que los proyectos se realicen para empezar a confiar en que la situación cambiará”, dice Sandi. El secretario técnico de la mesa dedesarrollodelaPCM,JavierAroca, afirma que esperan lograr esta consulta, ya que tras la firma de acuerdos –programada para la siguiente semana– empezarán a ejecutar proyectos en las comunidades.
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son 37 localidades de loreto que esperan atención Viene de la página 4 río arriba y río abajo
En el bajo Corrientes también los une una sensación de desamparo. En los últimos meses, el interés del Estado y de Pluspetrol ha estado alojado río arriba, en la zona del Corrientes que corresponde al lote 1AB y cuya concesión terminará en agosto de este año. Por eso fue que casi nadie sabía sobre la protesta de la comunidad de Santa Elena, que vive al costado del lote 8. En esos mismos días los reclamos de Nuevo Jerusalén, Pampa Hermosa y Andoas, todas del lote 1AB, concentraron los esfuerzos de la empresa.
“Antes el petróleo se concentraba en la orilla y había que separar el agua del crudo”. “Cuando declararon en emergencia ambiental y sanitaria la cuenca del Corrientes cerca, del lote 1AB el año pasado, esperábamos ser los siguientes”, dice Sindulfo Sandi, apu de Santa Elena. Se ha detenido en el puente Trompeterillos, un espacio que usa Pluspetrol para su maquinaria pesada y que pertenece a la comunidad. Estira la mano y señala el agua de la quebrada que pasa debajo del puente y que termina en el río Corrientes. Es viscosa, iridiscente. “Con mi viejito bajábamos a esta quebrada. Lo grasoso del agua no es nada. Antes el petróleo se concentraba en la orilla y había que separar el agua del crudo”. Repite el mismo movimiento de manos de Aída. Es un recuerdo transversal achuar. Se ha detenido pero sigue el recorrido para vigilar los espacios tomados en el contexto de la protesta. Reclaman que
Pluspetrol no ha cumplido sus convenios, que el año pasado se comprometieron a electrificar el pueblo y que ya estamos marzo del 2015 y no hay avance. Que han tumbado kilómetros de bosque para poner tuberías prometiéndoles un pago por cada árbol. “No hay compensación por el uso”, dice Sandi. El apu se vuelve a detener en una zona árida, con un gran pozo abierto y, dentro de ella,una masa oscura. “Yo he trabajado para una contratista de Pluspetrol. Teníamos que hacer estos huecos de 5 metros, poner la geomembrana [un plástico usado para evitar filtraciones] y echar el lodo de las perforaciones. El olor es asfixiante. Cuando se llenaba el pozo, se cubría con la geomembrana y se tapaba con tierra. A dónde irá ese lodo... no lo sabemos”, dice. Pluspetrol es tajante para descartar alguna mala práctica en su lote y en los alrededores. “Ningún hidrocarburo sale de nuestro sistema de operaciones”, afirma Guerra y asegura que esa sustancia de olor tóxico a la que se refiere el apu es, en realidad, un material arcilloso y que está regulado su almacén en la tierra. “Está en una zona industrial”, señala la empresa en un comunicado posterior. Una zona industrial rodeada de bosque primario. Promesas en cuaderno
Es el día 7 de la protesta de Santa Elena y ha llegado una comitiva del gobierno regional. La respuesta es sí a todos sus pedidos: la implementación de un puesto de salud, el análisis toxicológico de todos los 500 comuneros de Santa Elena, el monitoreo de su agua, un plan preventivo de sobres para purificar el agua mientras se construye una planta de tratamiento de agua. El apu sabe que es una nueva gestión de
más datos
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Según Pluspetrol, han firmado 6 convenios con la comunidad de Santa Elena para realizar proyectos por el uso de sus tierras. “Ahora la comunidad quiere que se le dé un monto aparte por este uso y estamos evaluando el tema”, dijo.
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El apu de la comunidad, Sindulfo Sandi, dice que la empresa incumple sus acuerdos. “Firmamos un convenio para que por dos años usen una cantera pero ya son 12 años y no ha habido compensación por ese uso”, asegura.
3 no es apta. Las comunidades no tienen sistema de agua potable y deben consumir el agua del río.
Reclamos. Exigen al Estado que les garanticen servicios básicos.
“En la PCM dicen que se concentrarán en los trabajos para las comunidades del lote 8 en las próximas semanas”.
gobierno regional. “No han venido a pintar el cuaderno, necesitamos acciones”, dice Luzmila Hualinga, madre indígena de la comunidad. Los funcionarios se van prometiendo volver. Antes de que se fueran también le pidieron la declaración de emergencia ambiental y sanitaria, el gran pendiente desde que los análisis afirmaran que tenían el mismo problema que
La empresa afirma que no se irá del lote 1AB sin remediar los pasivos ambientales que necesita arreglar. Período acaba en agosto.
tomados. Por 7 días, Santa Elena tomó cuatro pozos de petróleo.
los pueblos del Alto Corrientes. El Ministerio del Ambiente asegura que no declararon la emergencia porque la federación que los representa (Feconaco) no los incluyó en el pedido. Carlos Sandi, presidente de la Feconaco, reconoce que la concentración fue para las comunidades del lote que está por cambiar de operador pero no entiende por qué el mismo
Ejecutivo no tuvo la iniciativa con esos resultados. En la Presidencia de Consejo de Ministros también reconocen que se priorizó el lote 1AB pero que se concentrarán en los trabajos para el lote 8 en las próximas semanas. “Ya no esperaremos otros 10 años para ver cómo esa lista se llena de nombres de muertos”, dice el apu Sindulfo y recuerda que él mismo está en la lista.