Carlos Rozanski, el polémico juez acusado por sus

Tati Almeida, de Madres línea fundadora, no duda : “Es nuestro juez querido y ... (de Néstor primero y Cristina Kirchner después) a los juicios por la verdad ha ...
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ENFOQUES

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Domingo 20 de noviembre de 2011

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El perfil

Conectados

Carlos Rozanski, el polémico juez acusado por sus propios empleados

Pantallas flexibles para todos

El magistrado que condenó a cadena perpetua a Miguel Etchecolatz y Christian Von Wernich y hoy investiga los crímenes perpetrados en el llamado “circuito Camps” podría ir a juicio político por las denuncias sobre mal tratos e irregularidades en su juzgado

Usted puede estar leyendo esta columna en el diario, en una computadora o, sobre todo en los últimos tiempos, en una tableta o en el navegador de un lector de ebooks como el Kindle de Amazon. ¿Muchas opciones? Hay que acostumbrarse: serán cada vez más en el mediano plazo. Si bien por ahora la tecnología de tinta electrónica, diferente a las pantallas tradicionales que consumen mayor energía y no permiten ser vistas bajo el sol, no ha llegado a dispositivos masivos en la Argentina, ya está instalada en mercados más maduros, donde el Kindle y otros dispositivos con e-ink rompen récords de ventas. La gran escala que adquiere la industria de las pantallas genera el contexto necesario para el crecimiento de la investigación y el desarrollo de nuevos soportes que, posiblemente modificados desde la versión de laboratorio, tengamos en nuestras manos en los próximos años en forma de tabletas, celulares o dispositivos que hoy no nos imaginamos, pero que acercarán a las pantallas a las posibilidades del papel: flexibilidad, lectura en cualquier clima y perdurabilidad. Entre las novedades se encuentran las pantallas ultradelgadas: Sony desarrolló una lámina de 80 micrómetros (menos que un pelo humano) que puede ser doblada sin perder la calidad de imagen. Samsung anunció para 2012 un equipo con pantalla flexible que, seguramente, sería un celular. Así la pantalla es un control en sí mismo: Toshiba mostró cómo se podría flexionar un dispositivo, como si se tratara de una hoja, para hacer zoom en un mapa, una imagen o un texto en lugar de usar los dedos como sucede en la actualidad con los equipos más avanzados. Nokia también mostró un prototipo de celular flexible con cualidades similares. Los cambios también impactarán en sectores tan diversos como la medicina –se piensa en pulseras touch con información actualizada del paciente–, y en defensa, donde se pretende que los soldados lleven pantallas en su ropa.

ROMINA MANGUEL PARA LA NACION

A

costumbrado a los procesos difíciles y las amenazas de muerte, el presidente del Tribunal Oral Federal 1 de La Plata nunca imaginó que manejando temas tan delicados como ésos los problemas estallarían puertas adentro y serían planteados por sus propios empleados del juzgado. Y que la denuncia tendría el respaldo del secretario de DD.HH. de la CGT Julio Piumato. Carlos Rozanski, pelirojo y más bajo de lo que muestran las cámaras, asegura que es la cotidiana práctica de yoga lo que le permite estrenar los 60 años con cierta entereza en un momento complicado: ser uno de los magistrados más activos en los juicios de DD.HH. y, paradójicamente, estar acusado de violentar los derechos de la gente que trabaja con él. Pero lo cierto es que a fines de la dictadura los derechos humanos no formaban parte de sus preocupaciones. Histórico de Boedo, donde su familia todavía conserva una mueblería, usaba el pelo largo y estudiaba con parejo entusiasmo derecho y guión televisivo (con su libro Venta de Humo se convirtió en autor invitado del ciclo Compromiso y tuvo un paso fugaz ante las cámaras en 1985, como comentarista del juicio a las juntas). Sin militancia partidaria ni vinculación con los organismos de DD.HH. que hoy lo cobijan, sabía que quería hacer valer su título de abogado de la UBA, sin tener muy clara la especialidad. Hizo un poco de todo –laboral, penal, civil, comercial–, lo que necesitaran los potenciales clientes que llegaban a su estudio a la calle en el barrio de Pompeya. A través de un cliente para el que trabajó como manager, conoció a Piero de Benedictis, hoy uno de sus íntimos amigos, que influiría en su decisión de irse a vivir a Bariloche, adonde llegó con dos hijos entonces adolescentes y su mujer, psicóloga, con la que lleva casado cuatro décadas.

Pero no todas sus cruzadas fueron épicas. Más terrenales y conflictivas resultaron las denuncias en su contra que hoy se dirimen en el Consejo de la Magistratura y que abren un frente inesperado para el juez, que sueña con pasar a la historia como el que llevó adelante la mayor cantidad de juicios por la verdad. El escándalo empezó en 2009, pero estalló este año. Pablo Bertuzzi había sido nombrado tercer integrante del Tribunal Federal 1 de La Plata. Rozanski lo recibió con té de vainilla y los brazos abiertos. No esperaba que el recién llegado decidiera averiguar en qué situación se encontraba el Tribunal. Lo primero que dice haber visto Bertuzzi no le gustó nada: arrumbada en el piso dormía una vieja causa prescripta, que por falta de trámite había dejado en libertad a la banda acusada de “mejicanear” el dinero del secuestro del padre de Pablo Echarri. El recién llegado se presentó ante el Consejo de la Magistratura y solicitó la realización “urgente de una amplia auditoría tendiente a determinar el estado de situación del Tribunal”. El cuadro que describe Bertuzzi en su presentación es inquietante: abandono total de todas las causas que no tuviesen vinculación con delitos de lesa humanidad o personas privadas de su libertad. En la práctica, un millar de expedientes abandonados a su suerte, lo que hizo que en La Plata se hablara del TOF 1 como “Prescribilandia, la zona donde todo prescribe”. El Consejo envió dos auditores que comprobaron que durante el 2008 prácticamente no se habían llevado adelante juicios “comunes” y que existían unas cuatrocientas causas sin radicar. Pero

Reglas no escritas En el Sur llegó a ser juez, cuenta, tentado por un aviso publicado en el diario Rio Negro. Y ahí también conoció la exposición mediática y la polémica. Durante un juicio en el Bolsón, interrumpió el interrogatorio que un colega le hacía a una menor débil mental, víctima de una violación. Después de un fuerte cruce de palabras, Rozanski lo denunció por torturar psicológicamente a una testigo. Era la primera vez que denunciaba a un juez. Y no sería la última: volvió a hacerlo después de que el juez Leguizamón Pondal, que enfrentaba un proceso en el Consejo de la Magistratura local, se resistió a ser juzgado por Rozanski. ¿La razón? Rozanski era judío. Ser camarista en el Sur le dio el impuso y buscó lo mismo en Buenos Aires. Se sacó la nota más alta en el concurso y el entonces presidente Fernando De la Rúa, que se había comprometido a nombrar al mejor de la terna, lo hizo juez del TOF 1 de La Plata en el año 2000. Ahora vive en Villa Elisa, maneja un Ford Focus y gana un sueldo de alrededor de treinta mil pesos más extras.

también sostuvieron que la situación de atraso estaba justificada por la magnitud de los juicios que había tramitado: Christian Von Wernich y Miguel Etchecolatz. El mismo argumento que sostiene públicamente y sin dudar el juez Rozanski a la hora de explicar sus prioridades: “Las causas con detenidos y los juicios de lesa humanidad”. A partir de la conclusión de esa misma auditoría sobre un centenar de causas con detenidos y sin ellos con riesgo de prescribir, la Cámara de Casación decidió que se formara una suerte de tribunal paralelo que se ocupara de las causas comunes. En un hecho sin precedente, quedó parte del Tribunal en una vieja casona en la calle 47 ocupándose de las causas comunes, y Rozanski y los suyos se mudaron al anfiteatro de la AMIA para tramitar las causas de lesa humanidad. Rozanski contraatacó cuestionando a sus dos colegas del tribunal por intento de sabotaje de otra causa sensible, la de la Unidad Penitenciaria 9 de La Plata, y denunciándolos ante la justicia. Las denuncias de Rozanski en sede judicial fueron rechazadas in limine, pero ninguno de los dos jueces se quedó en La Plata. Uno se jubiló. Y Bertuzzi, que pidió el traslado al TOF 4 de la Capital, dice: “La convivencia con Rozanski era insoportable. Me era imposible ejercer como juez de la manera en la que yo creía correcta. Nunca me perdonó haber querido poner en orden el Tribunal”. Mientras tanto, el juez vio desfilar ante el Consejo de la Magistratura a once de sus empleados, que uno tras otro insistían en mostrar su cara menos amable y autoritaria. Pese a que en su amplia mayoría eran empleados a quienes el juez había elegido personalmente, denunciaron serias desprolijidades, malos tratos, órdenes de Rozanski para espiar a los otros jueces del tribunal. Uno resumió: “Dividió el Tribunal entre leales y traidores. No se puede vivir en un ámbito de espanto y de miedo sin saber qué nueva realidad se va a inventar el doctor Rozanski. Ir al despacho a una reunión podía significar someterse a una violencia simbólica significativa”. Para el juez, en cambio, el desfile de testimonios se trató de una triste ficción colectiva. Haciendo uso del derecho de todos los imputados, Rozanski estuvo presente en alguna de las declaraciones. Y más de

Quién es Nombre y apellido: CARLOS ROZANSKI

Edad: 60 En familia: Es un histórico de Boedo, donde su familia tiene una mueblería. Está casado con una psicóloga con quien tiene dos hijos. Carrera judicial: Estudió derecho en la Universidad de Buenos Aires. Fue camarista en el Sur y en el año 2000 se convirtió por concurso en juez del TOF 1 de La Plata.

una vez tuvieron que pedirle que moderara el tono de las preguntas para no intimidar a los testigos. Pero el panorama se complicó más cuando, en su calidad de representante de los judiciales, Julio Piumato ratificó la denuncia por “acoso laboral”, pidió protección frente a posibles represalias y dobló la apuesta solicitando también su juicio político. Quienes sospechan de Rozanski, se encolumnan detrás del sindicalista que se atreve a acusar a un considerado “intocable”, el juez de la causa Etchecolatz. La respuesta no se hizo esperar: Rozanski lo denunció por “presiones y amenazas” y aseguró que Piumato lleva adelante un plan para desestabilizarlo a él y afectar los juicios que lleva adelante. Rozanski se niega a develar en qué basa semejante conjetura, pero fuentes cercanas al juez aseguran que resultó al menos sospechosa la actitud de Piumato de convocar a una asamblea minutos antes de dar comienzo al juicio por los crímenes cometidos en la Unidad 9, el mismo lugar donde el propio Piumato estuvo detenido durante la dictadura. Vínculos fluidos Imperturbable, el juez sabe que cuenta con el respaldo de los organismos de DD.HH. Tati Almeida, de Madres línea fundadora, no duda : “Es nuestro juez querido y considero deplorables las denuncias”, dice. En eso se ampara Rozanski. Y, dice, en el apoyo público de los otros 19 empleados, también nombrados por él, que comparten su tribunal día a día y dicen que “cuando hablamos de Tribunal hablamos de nuestro segundo hogar”. Rozanski se jacta de no tener contactos políticos que lo sostengan, aunque admite vínculos fluidos con miembros de la Corte y de la Asociación de Magistrados, quienes han intercedido más de una vez en medio de sus conflictos. Y cierto abrigo en el Consejo de la Magistratura “más que por vínculos personales, por la afinidad de este juez con las causas que más le importan a la Presidenta”, asegura un consejero de los “históricos”. El impulso del Gobierno (de Néstor primero y Cristina Kirchner después) a los juicios por la verdad ha sido siempre prioritario. Esta semana, el senador Mario Cimadevilla sumó la denuncia de Piumato al resto de los expedientes que rondan en el consejo de la Magistratura y se convirtió en el consejero instructor del “caso Rozanski”. Después de pedir nuevas pruebas, puede elaborar un dictamen solicitando su absolución o pidiendo la indagatoria. “ Soy de la UCR –dice-; Raúl Alfonsín hizo campaña hablando del enjuiciamiento de las juntas cuando el peronismo proponía la amnistía. A mí con el tema de los derechos humanos no me van a correr”. Rozanski, que estaba a cargo del juicio en el que declaró Julio López antes de desaparecer, dice que está obsesionado en lograr que los testigos declaren tranquilos hoy en la megacausa que lleva adelante por los crímenes en el “ Circuito Camps”. Para sus críticos más duros, su tardío compromiso con los derechos humanos esconde ambiciones personales. Fin de año llegará con noticias: sabrá si todo lo que pasó quedará en un mal recuerdo o si deberá enfrentar un largo proceso que podría terminar con su destitución. Carlos Rozanski espera, ni tan manso ni tan tranquilo.

PABLO MARTIN FERNANDEZ LA NACION

@fernandezpm

Más información. Enlaces, videos y otros contenidos multimedia www.lanacion.com.ar/diario-dehoy/ suplementos/enfoques

Recomendados

1

http://www.eink.com El sitio de la empresa, relacionada con el MIT, que desarrolla la tinta electrónica para lectores de e-books.

2

http://youtu.be/9OvTLg4i2_U El video que muestra una pantalla flexible con un grosor menor al de un pelo humano.

3

http://youtu.be/kCZz4jFok_o Una muestra de distintos prototipos de pantallas transparentes y táctiles.

© LA NACION

Terapia (arriba también se sufre)

Hoy, Guillermo Moreno DIEGO SEHINKMAN PARA LA NACION

Moreno: (camina por el consultorio, pavoneándose, con las manos en los bolsillos)... Y decí que no controlo Aerolíneas. Si no, me siento yo mismo con este muchacho Cirielli y le digo: “A ver, mostrame las manos. Muy limpitas. Para mañana te quiero con más grasa en las cutículas”. Y ahí nomás le pongo el de siempre sobre el escritorio: “Mirá que no seré mecánico.... pero algo sé de fierros”. Terapeuta:... M: (tira el saco sobre el diván, se arremanga y sigue caminando) ... Después lo agarro a Jorgito Pérez Tamayo y le digo: “Si vos sos piloto, ¿entonces qué seré yo, que hice aterrizar el dólar blue? Escuchame bien: Si siguen jodiendo, me voy a disfrazar de azafata. Pero no les voy a preguntar si pollo o pasta. “¿Qué van a preferir los señores pilotos? ¿Nicho o tierra?”... T: Fíjese qué interesante. Sus rasgos de personalidad, digamos, tan... M: ¿tan qué? (se acerca al escritorio, ame-

drentando) ¿Tan psicopáticos? Mirá, no me acuerdo tu nombre. El cuentito de que soy un psicópata me lo sé de memoria. Imaginate que mi primera jermu era psicóloga (se ríe). La única que consiguió escapar del control de Guillermo Moreno... T: Me refería a que sus rasgos de personalidad podrían resultar disfuncionales en otro contexto (sonrisa nerviosa) Pero es notable cómo en Argentina funcionan... M: (con los pulgares agarrados del cinturón) Decime una cosa. ¿Vos te pensás que con los empresarios de este país funcionaría la doma racional? Acá si no metés espuelazo y rebenque no caminan. El empresario argentino es garca. La hace acá, se la lleva afuera y no reinvierte en su país. Además hay que controlarles la estructura de costos. Vos no tenés idea de lo que quieren ganar. Por eso, hacé de cuenta de que en mi oficina tengo una pared enorme con cientos de llaves de paso. Debajo de cada una, el nombre de la empresa, qué importa y qué exporta. Adivinaste: el que abre y cierra es papito (guiña un ojo) Quedate tranquilo. El país no explota. Moreno es gasista matriculado.

T: Se lo ve gozoso con sus técnicas... poco ortodoxas... M: (con toda naturalidad) ¿Cuáles técnicas? ¿Los aprietes? Claro que se goza apretando. Es lindo intimidar a los vendepatrias. O apremiarlos con insinuaciones. Y ni te digo cuando escucho cómo del otro lado del teléfono, al empresario, del miedo se le va cortando la respiración. A ver. Hasta si sos mal pensado podrías decir: “En dosis homeopáticas, eso es hacer terrorismo de Estado”. Ya lo pensé. No es lo mismo. Yo aprieto, intimido y apremio, para un gobierno democrático elegido por el 54 por ciento. Pero te decía: ¿sabés cuándo gozo más? (inspira profundo y pone una sonrisa de éxtasis) Cuando los veo que me quieren coimear y saben que no pueden. En el fondo, lo que los angustia... es que no me pueden comprar. Nunca les pasó en la historia. (guiña un ojo) Obviamente que después, el Pistola empuja para que le vendan parte del negocio a fulano, o para que lo dejen entrar como accionista a mengano. Los tiempos cambiaron. Ya no se usa el “guante blanco”. Ahora se usa guante de látex...

para que la gente amiga “entre”. T: ... M: (agresivo) ¿Qué te quedás mirando? Metele con la receta de los ansiolíticos que te vine a pedir, que tampoco tengo toda la mañana para andar contándote cómo funciona el mundo afuera de este consultorio... T: (escribiendo) Clonazepam 0,5. ¿Me permite el carnecito? M: (buscando en su billetera, orgulloso) Ahora, ¿te diste cuenta? El modelo no puede prescindir de mí. Mucha Cámpora, mucho pibito formado, pero yo me quiero ir a mi casa y la señora Presidenta no me deja. El otro día, tenés que ver en la General Motors de Santa Fe, cómo me mimó delante de todos... T: Su receta... M: ¿Sabés por qué para muchos soy una figura detestable? Porque le funciono de

espejo al país y no les gusta verse reflejados. Muchos dicen: “El drama no es que en Argentina exista un tipo como Guillermo Moreno. El drama es que, dentro de todo, ¡un tipo así funcione!”... T:... M: O dicen: “Cada vez que vemos a la Presidenta en un discurso hablar de la sustitución de importaciones, de cómo crece la industria argentina, de cómo en la cadena se fue sumando valor agregado, si corremos imaginariamente la cortina que tiene detrás, veríamos a Guillermo Moreno, sentadito, esperando órdenes con sus guantes de box puestos. Ahí tienen el modelo: la palabra sofisticada... que recubre el mecanismo primitivo... T:... M: (agarra el saco con petulancia) ¿Suena contradictorio, no? La industria argentina habrá mejorado mucho. Pero para Moreno, Cristina no consigue repuesto...