ASPECTOS DE LA SIEMBRA MECANIZADA DE PASTURAS Ing. Zoot. Guillermo O. MARTIN(h) Cátedra de Forrajes y Cereales Facultad de Agronomía y Zootecnia - UNT
Se han iniciado en el NOA, una serie de programas de incentivo y asesoramiento para el incremento de la superficie sembrada con pasturas. Los objetivos prioritarios son fundamentalmente el aumento de la capacidad de producción de carne de la región y un manejo más racional de los suelos, evitando el monocultivo agrícola intensivo. Según información suministrada por los últimos Censos Nacionales Agropecuarios, hay 14 millones de has. dedicadas a cultivos forrajeros, destacándose los siguientes: Cuadro 1: Superficie sembrada en la R. Argentina con forrajeras anuales y perennes (nº de has.). Anuales
.
.
.
Avena
Sorgo forr.
Maíz
Otras
2.800.000
750.000
700.000
1.300.000
Perennes
.
.
.
Alfalfa
Pasto
Praderas
Otras
llorón
Consociadas
860.000
5.000.000
1.400.000
1.200.000
En los últimos años, la mejora genética incorporada a las semillas forrajeras ha ampliado significativamente el espectro de utilización de las mismas; sin embargo su expansión se ha visto dificultada, entre otros factores, por deficiencias en los métodos y medios de siembra. Entre los aspectos que deben afinarse para una correcta implantación, se destacan: A) estricto control de calidad física y fisiológica en la semilla nacional e importada que se vende en el país. B) la siembra en línea con máquinas diseñadas para ese fin, posibilitando un gran ahorro de semilla. Al respecto debemos tener en cuenta que sólo en semilla de alfalfa, los productores argentinos gastan por año entre 70 y 85 millones de pesos. Según informes de INTA Pergamino, el 85% de las siembras de forrajeras en la Argentina, aún se realizan al voleo. Veamos el ahorro que podría darse sólo en el rubro Alfalfa, al sembrar un 30-35 % menos de semilla empleando máquinas.
C) dosificadores de precisión con mínimo daño a la semilla y facilidad para la variación de la dosis o densidad en mínima cantidad. D) estricto control de la profundidad de siembra con mecanismos que garantizen la deposición de la misma en los niveles adecuados (de 0,5 a 2,5 cmts. según la especie). E) abresurcos, órganos asentadores y dispositivos del tren de siembra, los que deben colocar la semilla en suelo firme y taparla adecuadamente. F) posibilidad de siembra directa o sobre suelos con labranza mínima. G) tolvas adecuadas para la siembra de gramíneas y leguminosas de grano fino.
Sembradoras para pasturas Entre las principales variantes tenemos: 1) Sembradoras para cultivo por manto o voleo: mediante ellas se busca una distribución relativamente homogénea sobre el terreno, depositando igual cantidad de semilla por cada unidad de superficie. Según el sistema de distribución de la semilla, se dividen en: a) máquinas con distribución por gravedad. b) máquinas con distribución por fuerza centrífuga. Las primeras llevan un cajón sembrador con dosificadores tipo rodillo acanalado de distintos tamaños, según las dimensiones de la semilla a sembrar. Estos dosificadores se complementan con tubos de bajada cortos o una chapa difusora sobre la que rebotan las semillas, desparramándose en forma de abanico. En las de fuerza centrífuga, las semillas son dosificadas por un orificio calibrado. Un removedor en el interior de la tolva regulariza el flujo a través del orificio. Las semillas caen sobre un rotor horizontal o vertical provisto de paletas que mediante fuerza centrífuga las dispersa sobre el terreno. En general, este tipo de máquinas no poseen órganos surcadores ni cubridores, requiriéndose para esta última tarea de otras máquinas. Una forma de tapar puede ser con una rastra de dientes liviana detrás de la sembradora o rastras de alambre o ramas si es una pastura de semilla pequeña. Otra forma de compactar el terreno es con la utilización de un rolo liviano de barras. 2) Sembradoras convencionales en línea: en ellas deben tenerse en cuenta las siguientes consideraciones. a) Abridores de surco: debe controlarse su alineación, para tener un espaciamiento constante entre ellos. En general en este tipo de sembradoras, el ancho efectivo de trabajo tiende a disminuír con el transcurrir de las campañas, por lo que se hace necesario controlar este aspecto. También debe considerarse el espacio en diagonal
entre abridores de surco. Cuando mayor es esa diagonal, manteniendo la distancia entre surcos o líneas, menores problemas de atascamiento del equipo. También debe controlarse el libre giro de los discos sobre sus ejes. b) Calibración de la densidad de siembra: estimados los kgs. de semilla a sembrar por ha. y conociendo el poder germinativo y la pureza de la misma, debe cargarse la máquina y colocar la palanca del dosificador según los kgs. a sembrar. Se avanza unos metros con la máquina embragada para permitir que se cargen los dosificadores. Se lleva la máquina al terreno, se colocan bolsitas de nylon en los tubos de descarga y se avanza 50 metros a la velocidad de siembra. Se recolecta la semilla de las bolsas y se calcula la densidad con la siguiente fórmula: Ancho de trabajo x 50 mts. = Superficie cubierta (m2). Se pesa la semilla depositada en esa superficie y: Densidad (Kgs./ha) =
10.000 m2 x peso semilla Sup. cubierta
De no lograrse el valor deseado, deberá variarse la posición de la palanca dosificadora. c) Regulación de los sistemas compactadores: es importante una buena compactación para evitar cámaras de aire. Actualmente se utilizan los “asentadores” de grano, que son pequeñas ruedas compactadoras que al mismo tiempo que asientan tierra sobre la semilla, evitan la tendencia de ésta a rodar y desplazarse. Es conveniente que los trenes de compactación posean ruedas de montaje individual y en disposición alternada.
Conclusiones Para el uso más eficiente de las sembradoras, debemos tener en cuenta: 1) Sembradoras de voleo: - Con tolva revatible para su fácil limpieza. - Velocidad adecuada y constante de avance para una distribución homogénea por unidad de área. - Mantener el ancho de trabajo para evitar superposiciones. 2) Sembradoras en línea: - Máquinas con levante y marcadores accionados por controles hidraúlicos. - Cada cuerpo de siembra con registro propio de carga y profundidad de siembra. - En terrenos bien preparados y nivelados, emplear máquinas de gran ancho de trabajo; en terrenos desparejos o poceados, máquinas de poco ancho de labor pero integrando tándems, simulando el trabajo con máquinas articuladas. En próximas notas,
abordaremos aspectos relacionados a la “intersiembra” mecanizada de pasturas, práctica que ha adquirido importancia en los últimos años.