Laboratorio NIRS – Facultad de Ciencias Agrarias – Universidad Nacional de Lomas de Zamora
LA CALIDAD DE SIEMBRA DEL MAÍZ. (Leandro La Ragione Senin)
El objetivo primario para alcanzar el máximo potencial de rendimiento en maíz es lograr una densidad poblacional adecuada con una distribución homogénea, constituyéndose
en
el
puntapié
inicial
para
lograr
un
cultivo
exitoso.
Normalmente se observan importantes diferencias entre la cantidad de semillas sembradas y el número de plantas al momento de la cosecha. Estas diferencias se deben al efecto de varios factores tales como mecánicos, biológicos, ambientales y de proceso. La manera en la cual los productores intervienen relacionando dichos factores entre sí y un adecuado asesoramiento técnico es determinante para alcanzar el éxito.
En esta nota abordaremos los factores mecánicos, además de reafirmar conceptos muchas veces erróneamente interpretados por productores y asesores agropecuarios, referidos a la variabilidad temporal y espacial de un cultivo de maíz.
Verificación práctica de la densidad de siembra.
Pasos: a. Controlar la densidad de siembra bajo las condiciones en las que funcionará definitivamente la sembradora: terreno, velocidad, profundidad, tipo de semilla, etc. b. Revisar cada uno de los cuerpos sembradores, verificando el grado de uniformidad en su accionar y realizar los ajustes necesarios en el caso de encontrar diferencias marcadas. c. Adecuar el mecanismo dosificador a las características de la semilla. En sembradoras con distribuidores mecánicos (sistemas monovalentes), elegir la placa más adecuada verificando en forma estática el completo llenado de las perforaciones con semillas. Optar por aquellas placas con perforaciones de un tamaño que permita alojar con algún grado de libertad las semillas. Evitar
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placas con perforaciones muy grandes (alguna perforación aloja dos semillas), o muy chicas (alguna perforación impide el paso de las mismas). En el caso de sembradoras con distribuidores neumáticos, elegida la placa adecuada, posicionados los enrasadores y regulada la presión de succión recomendada por fábrica, con la turbina en marcha y el equipo en posición estática y elevada, verificar visualmente que todas las cribas se carguen con una sola semilla al hacer girar la rueda de mando de los distribuidores. Siguiendo las indicaciones provistas por el fabricante de la sembradora, combinar la selección de engranajes del cambio más adecuada para obtener la densidad de siembra recomendada para el material a sembrar. Esta recomendación es válida en el caso de las sembradoras provistas de cajas de velocidades.
Para constatar los puntos mencionados anteriormente se debe sembrar una distancia superior a la necesaria para lograr la velocidad de avance adecuada. Sobre una línea de siembra descubrir las semillas sembradas en un tramo de 14,30 m (cuando la separación entre líneas sea 0,70 m) ó en 19 m de surco (cuando la siembra se realizó a 0,52 m entre líneas). Contar las semillas en dicho tramo y multiplicar el valor obtenido por 1.000 para conocer la población de semillas por hectárea. Reiterar el procedimiento en las otras líneas de siembra comparando el valor y realizando un promedio.
Evaluación práctica de la distribución espacial de las semillas de maíz en la línea de siembra.
La distribución espacial de las semillas hace referencia a la forma en que las mismas se distribuyen en el lote. El maíz tendrá una distribución espacial diferente si las líneas de siembra están separadas a 0,70 m o 0,52 m. Para una misma densidad (pl/ha), cuando la distancia entre líneas es mayor, la separación entre plantas es menor y viceversa. La uniformidad de la distancia entre semillas es otro de los elementos determinantes para una buena distribución espacial de las plantas. Una distribución uniforme de la distancia entre plantas impacta positivamente en el
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rendimiento del lote, mientras que una distribución espacial desuniforme lo afectaría negativamente al generarse situaciones de alta competencia entre plantas cercanas. De acuerdo a los resultados obtenidos por Liu et al.(2004), dicha aseveración no parece ser estrictamente correcta. Sus resultados demostraron que la variación espacial, dentro de límites coherentes, no tiene un impacto significativo sobre el rendimiento, pero sí lo tiene la variación temporal de la emergencia de las plántulas de maíz en el lote. Éste es el punto de mayor importancia. Esta variabilidad es causada por diferencias en los tiempos de emergencia, lo que genera individuos dominantes y dominados. Éstos últimos pueden sufrir un importante aborto de granos que no es compensado por la mayor producción de las plantas dominantes. La emergencia no uniforme se debe, entre otras causas, a diferencias en la humedad del suelo o su temperatura, profundidad de siembra desuniforme, variaciones en el contacto semilla-suelo, daños por insectos, herbicidas y/o fertilizantes. Pero una de las razones mas frecuentes es una pérdida del vigor de la semilla. Esta situación se produce por daños ambientales o plagas durante el período de llenado del grano, en semilla vieja y/o almacenada incorrectamente, o con problemas durante la cosecha y/o procesamiento. Todos los factores nombrados tienden a disminuir el vigor o generar valores diferenciales entre semillas dentro de una misma bolsa. El establecimiento de un stand temporalmente desuniforme en maíz puede provocar pérdidas de 1.000 a 4.000 Kg./ha por la combinación de una variabilidad elevada en la distancia entre las plantas del surco y emergencia no uniforme (Nielsen, 1996). Actualmente, con la siembra directa, la situación se agrava debido a la menor temperatura del suelo en el momento de la siembra, sobre todo si ésta se adelanta. El resultado es la generación de un ambiente de siembra que potencializa las diferencias existentes entre semillas, no tanto en su poder germinativo sino en su vigor. Como consecuencia se puede observar un agravamiento en la desuniformidad del momento de emergencia de las plántulas. Con los mayores potenciales de rendimiento obtenidos por la genética actual ésta pérdida podría ser mayor.
El ensayo mencionado (Liu et al. 2004) se realizó para cuantificar los efectos de las interacciones en la variación espacial y temporal en el rendimiento en grano del
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cultivo de maíz. Fue conducido en dos localidades de Canadá durante dos años. Se evaluaron nueve tratamientos sembrados manualmente repitiendo surcos en secuencias de seis plantas con espaciamientos uniformes y desuniformes, antes y durante la emergencia, y sus combinaciones.
Los tratamientos de espaciamiento consistieron en: i.
espaciamiento uniforme a 20 cm. entre plantas.
ii.
espacio de 40 cm. asociado a un doble golpe.
iii.
espacio de 60 cm. asociado a un triple golpe en cada una de las secuencias de seis plantas.
Los tratamientos de emergencia incluyeron: emergencia temprana, demora en emergencia de dos hojas y demora en emergencia de cuatro hojas. Sólo la variabilidad en la emergencia de plantas afectó la altura de planta, el índice de área foliar, acumulación de materia seca y rendimiento en grano. Comparada con la uniformidad en la emergencia temprana, una de las seis plantas con demoras de dos hojas en la emergencia redujo el rendimiento en un 4 %, y una de las seis plantas con demoras de 4 hojas redujo el rendimiento en un 8 %. A pesar de que las plantas próximas al espacio libre mostraron un crecimiento compensatorio, las cercanas a las plantas tardías en emerger no mostraron aumento compensatorio del crecimiento. Estos resultados indican que el cultivo de maíz presenta una mayor respuesta a la variación en la emergencia que a la variación espacial. Esta variación temporal redujo el rendimiento, pero la variación espacial no lo modificó significativamente. Por lo tanto, con el comentario de este artículo se intenta resaltar la importancia de lograr un buen stand de plantas en número, y fundamentalmente, con uniformidad en la emergencia. Si bien muchos trabajos muestran la importancia de homogeneidad en la distribución espacial, creímos importante remarcar que mayores pérdidas se producen por efecto de la desuniformidad en la emergencia.
A continuación se presenta una forma sencilla de evaluar la calidad en la distribución de semillas en la línea de siembra, la que permite determinar cual es la mejor
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condición de trabajo posible, compatible con las exigencias del caso. Si bien sabemos que existen diferentes "variables" que influyen en la calidad de la distribución espacial de las semillas de maíz dentro del surco (sistema dosificador, placas de siembra, calibración de las semillas, diseño del tren de siembra, etc.), para ejemplificar el procedimiento trabajaremos con la "velocidad de avance" como variable de evaluación. Según sus necesidades, con este procedimiento, usted podrá también analizar otras variables que afectan la distribución.
Pasos a seguir: a. Efectuar todas las regulaciones y ajustes de la máquina que sean necesarias para obtener el mejor resultado. b. En condiciones reales de campo, efectuar una siembra a una velocidad determinada. Reiterar la siembra a otras velocidades, identificando cada sector para evaluarlo por separado. c. Descubrir las semillas sembradas en un tramo de 10 metros, para una misma línea de siembra de cada una de las velocidades (o variables) ensayadas. La búsqueda
de
las
transversalmente
semillas
la
tierra
debe con
hacerse
respecto
cuidadosamente,
al
surco,
para
no
moviendo originar
desplazamientos que modifiquen la distancia real entre semillas. También será conveniente evaluar otras líneas de siembra para conocer el comportamiento de cada cuerpo y poder compararlos entre si. d. Medir y registrar en una planilla cada una de las distancias entre semillas para cada tramo bajo análisis. e. Con los datos recopilados, determinar para cada evaluación la población y la distribución de las semillas.
Controles
a
efectuar
durante
la
puesta
a
punto
de
la
sembradora.
El siguiente listado contiene los principales aspectos a controlar durante la puesta a punto del equipo de siembra. Adquirir la costumbre de revisar metódicamente cada punto para reducir el grado de error, le otorgará un "plus" de calidad en la tarea, que
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se traducirá económicamente. La inversión de tiempo y esfuerzo en esta actividad siempre será redituable. Antes de comenzar cualquier tipo de trabajo de puesta a punto, es imprescindible leer detenidamente el manual de instrucciones de la máquina, asegurando su interpretación. Se recomienda muy especialmente prestar atención a las advertencias y normas de mantenimiento y seguridad de operación del equipo.
Durante la puesta a punto del equipo de siembra, debe controlarse: a. La presión de inflado de los neumáticos. b. La nivelación longitudinal de la sembradora (altura de enganche). c. La presión del sistema de carga sobre los abre surcos. d. La presión del sistema de carga de las ruedas compactadoras y los tapadores. e. La unidad sembradora debe articular en sentido vertical. f. Las ruedas limitadoras de profundidad deben apoyar firmemente sobre el suelo. g. La placa dosificadora debe ser adecuada para el tipo de semilla que se utilizará. h. Todas las placas tienen que ser iguales para cada una de las líneas de siembra. i.
La selección de engranajes del tren cinemático debe ser acorde a la densidad de siembra.
j.
El correcto montaje de las partes de los sistemas dosificadores.
k. El contacto firme con el suelo, durante la marcha, de la rueda motriz de los dosificadores (especialmente en siembra directa). l. Las revoluciones por minuto de la toma de fuerza del tractor cuando ésta acciona la turbina en sembradoras neumáticas. m. La coincidencia del corte de las cuchillas delanteras con los discos abresurcos (especialmente en siembra directa). n. Que la profundidad de la cuchilla de corte sea igual o ligeramente superior a la de los discos abre surcos (especialmente en siembra directa).
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o. Que no existan rastrojos enterrados en la línea de siembra (especialmente en siembra directa). p. Que la velocidad de avance del equipo coincida con la establecida como óptima para lograr la densidad y distribución programada para esa situación de trabajo. q. Que avanzando a la velocidad de trabajo, las semillas queden depositadas a la profundidad preestablecida y en zona de suelo húmedo. r. Que la semilla quede en íntimo contacto con las partículas de suelo. s. Que la línea donde se aplica fertilizante en posición lateral no se superponga con la de siembra. t. Que la dosis de fertilizante no sea mayor a la programada cuando éste se aplica en la misma línea de siembra. u. Que la cantidad y distribución de semillas por metro lineal de surco sea la programada. v. Que la línea referencial del marcador de la sembradora asegure la equidistancia de los surcos entre diferentes pasos de la máquina. Todos estos aspectos deberán ser examinados cuidadosamente con el propósito de lograr un cultivo uniforme, permitiendo al productor disminuir las pérdidas de plantas a cosecha del cultivo de maíz.
Bibliografía consultada. •
Gargicevich, A. 2004. Sembradoras para maíz. Tres herramientas para mejorar la calidad de la siembra. - INTA AER Casilda. Junio.
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Liu, W., Tollenaar, M., Stewart, G., and Deen, W. 2004. Response of corn grain yield to spatial and temporal variability in emergence. Crop Sci. Vol. 44: 847854. May-Jun .
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Maroni, J. y Gargicevich, A. 1998. Uso eficaz de las sembradoras para maíz Morgan Mycogen.
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Maizar. El A B C de la siembra de maíz (notas técnicas).
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