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Sábado 20 de junio de 2009

Hombres de armas tomar

Una nueva ola de héroes llegó al cine de Hollywood

Sam Worthington apareció como coprotagonista en Terminator: La salvación pero en 2010 encabezará Avatar de James Cameron; Shia LaBeouf, ya va por su segunda Transformers y podría continúar la saga de Indiana Jones; Chris Hemsworth fue seleccionado por Kenneth Branagh pra interpretar al superhéroe Thor

Los que vienen Continuación de la Pág. 1, Col. 6 en pagarles a las estrellas que pueden reducir su salario para protagonizar un film independiente pero que no suelen bajar sus sueldos cuando se trata de películas de estudio. Así, antes que pagarle 25 millones de dólares a Bruce Willis por Duro de matar 4.0, treinta a Brad Pitt por La gran estafa o 75 a Tom Cruise –que siempre exige y consigue participación en las ganancias–, por Misión: Imposible II, Hollywood salió a buscar nuevos, jóvenes y más baratos pichones de héroes. Y parece que los encontró. Cinco actores con apenas un puñado de participaciones secundarias en películas de acción protagonizadas por otros representan el futuro del cine estruendoso, espectacular y taquillero.

Shia LaBeouf El protagonista de Transformers: la venganza de los caídos acaba de cumplir 23 años y en el comienzo de su carrera como protagonista de una sitcom del Disney Channel parecía más destinado a ser el eterno compañero del héroe, como lo fue en Constantine y Yo, Robot, que a convertirse en salvador de la humanidad de celuloide. Sin embargo este chico flaquito, hijo de un veterano de Vietnam que trabajó como artista de circo –hasta que se cansó de trabajar y dejó que su hijo lo mantuviera–, que encontró a su primer agente en las páginas amarillas, se convirtió en la gran esperanza del cine de acción. Además de participar en las dos partes de Transformers, LaBeaouf protagonizó Paranoia y luego peleó contra viento y marea para que Steven Spielberg y George Lucas lo contrataran en Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal. Y lo logró. Fanático del cine y algo problemático en su vida privada, tuvo un accidente de coche por manejar alcoholizado en el que se lastimó seriamente una mano, el muchacho va camino a con-

Taylor Kitsch (arriba) pasará de la televisión a la pantalla grande; Ryan Reynolds va de la comedia romántica a protagonizar la próxima película de los X-Men.

vertirse en el futuro de Indiana Jones (ver aparte).

Sam Worthington Este australiano, el más solicitado de los actores desconocidos, apareció de la nada y en apenas un año ya tomó a Hollywood por asalto. Protagonista de series televisivas en su país, al actor de 32 años se le escapó el papel de James Bond, era uno de los finalistas para conseguirlo; cuando eligieron a Daniel Craig, pronto se recuperó. Worthington apuntó al futuro y ganó. Fue seleccionado para un papel protagónico en Terminator: La salvación. Allí, el actor se midió nada menos que con Christian Bale, más conocido como Bruce Wayne, más conocido como Batman, y salió airoso. Y hasta logró “robarle” un par de escenas a puro músculo y carisma. Pero la cuarta parte de Terminator fue sólo el comienzo para Worthington. Casi en simultáneo con el film apocalíptico y futurista comenzó a trabajar en otro anclado en el futuro y en una galaxia muy lejana. Es el protagonista de Avatar (se estrena el 1° de enero de 2010), el primer largometraje de ficción de James Cameron desde Titanic, un film que, se dice, cambiará al cine de efectos especiales para siempre. Pero eso no es todo. Para completar una trilogía a pura acción Worthington ya comenzó el rodaje de la remake de El choque de los titanes dónde interpretará el papel protagónico de Perseo. Claro que no sólo de tiros, persecuciones y grandes despliegues físicos vive este actor que comenzó su carrera como actor de teatro en Sydney. En los próximos meses empezará a trabajar en el thriller The Debt con Helen Mirren y en el drama romántico Last Night junto a Keira Knightley.

Chris Hemsworth Su tiempo en pantalla en Star Trek es mínimo pero fundamental. En la remozada película dedicada

martillo–, Hensworth ya comenzó el camino para el superestrellato. O al menos, si la película funciona, se aseguró una buena cantidad de años de trabajo.

Taylor Kitsch

al clásico de ciencia ficción Viaje a las estrellas este actor australiano –algo debe haber en el agua de ese país si tres de los nuevos héroes nacieron en Australia–, interpretó a George Kirk, el padre del protagonista. Gracias a ese personaje que no debe pasar más de quince minutos en el film a Hemsworth se le abrieron las puertas de Hollywood. Ya lleva dos películas realizadas este año que están a punto de estrenarse y en poco tiempo comenzará con el rodaje de la remake

de Los jóvenes defensores, un film de acción que a mitad de los años ochenta protagonizó Patrick Swayze. Pero el gran papel de este actor de 25 años llegará a la pantalla en 2011. Es que el rubio fue seleccionado por el shakespeareano Kenneth Branagh que dirigirá Thor, la aventura sobre el dios nórdico protagonista del exitoso cómic de Marvel. Uno de los papeles más codiciados por todo joven actor en Hollywood –hasta se decía que Brad Pitt quería convertirse en el superhéroe del

Quién haya visto apenas un par de escenas de la serie Friday Night Lights (se ve los viernes, a las 22, por Sony) en las que aparece Tim Riggins sabe que sólo era cuestión de tiempo hasta que Hollywood se diera cuenta de que el actor que lo interpreta, Kitsch, es el héroe de acción que estaban necesitando. El actor canadiense fue capaz de convertir a su personaje, un irresponsable jugador de fútbol americano, en uno de los centros emocionales de la historia. Claro que el paso de la pantalla chica a la grande nunca es sencillo. Pero Kitsch ya está listo para las grandes ligas. Este año apareció en Wolverine junto a Hugh Jackman. Allí interpretó a uno de los mutantes más populares de la

Lo que viene

La historia de Indiana Jones continua En medio de la promoción mundial de Transformers: la venganza de los caídos Shia LaBeouf dio la gran noticia: “Steven [Spielberg] me acaba de decir que está trabajando en la historia. Me parece que vamos para adelante”. Todavía no se sabe el título o si Harrison Ford será de la partida pero todo indica que la quinta parte de Indiana Jones ya está en marcha.

serie de historietas X-Men, Gambit. A pesar de que no tuvo mucho tiempo en pantalla, fue el suficiente para que lo consideraran digno de un papel protagónico en cine. El gran paso será John Carter of Mars, un complejo proyecto de los estudios Disney que se estrenaría en 2012. En ese film de fantasía Kitsch interpretará al John Carter del título un veterano de guerra que es transportado a Marte dónde deberá salvar a una princesa de los extraterrestres que habitan el planeta rojo. Basado en una novela creada por Edgar Rice Burroughs (Tarzán) y adaptado para el cine por el prestigioso novelista Michael Chabon, este film, todo parece indicar, cambiará la carrera del actor para siempre. Era hora.

Ryan Reynolds Empezó en una olvidable comedia televisiva, siguió en una serie de olvidables comedias cinematográficas hasta que encontró su lugar en el medio del camino entre las risas y las hazañas heroicas. En pocas semanas Reynolds llegará a las pantallas locales como el coprotagonista de la comedia romántica de Sandra Bullock, La propuesta, pero fue su pequeño papel en Wolverine como el misterioso Deadpool el que le dio su gran oportunidad en el cine de alto presupuesto. Es que gracias a su interpretación, el personaje consiguió su propia película y el actor su primer paso al estrellato definitivo. Ese que todavía le resulta esquivo porque en Hollywood es más conocido por sus conquistas amorosas que profesionales. A saber: el canadiense de 32 años está casado con Scarlett Johansson pero antes estuvo comprometido con su compatriota, la cantante Alanis Morrisette. Seguro que los paparazzi que suelen perseguirlo ahora lo pensarán dos veces antes de molestar a uno de los nuevos héroes del cine.

Peso y medio, una obra rupturista de tango

El lado B de la danza El grupo Lado Ciego y Astillero, en el Borges “Nosotros buscamos, no contamos dramática inicial de la obra Peso y el tango. Hacemos un salto al abismo medio también surgió en el ámbito y no hay vuelta atrás.” Es el primer de un gimnasio, donde practicaba gancho cruzado directo al mentón que boxeo. “El entrenamiento era duríenvía Julio Zurita para hablar de la simo y en ese clima, rodeado de esos concepción grupal y la elección esté- gladiadores del box, en el que había tica de su grupo de danza Lado Ciego. mucha gente retirada o que trabajaba La intensidad vital de sus de otras cosas, me surgió la gestos y de sus palabras idea de la obra –relata ZuriPARA AGENDAR tiene esa continuidad en la ta–. Comencé a pensar en la Peso y coreografía de la obra Peso vida de esos tipos que salen medio, obra y medio. “No sé que pensaa trabajar a la madrugada con el grupo rán los demás, pero el baile y viajan colgados en esos de danza social es para las milongas, trenes sin ventanas. PenLado Ciego no para el escenario. Piensé en la experiencia densa y la orquesta so en un tango más allá de que es ir a Constitución o Astillero. las estructuras. No seguiestar en la calle sin saber Dirección y mos la partitura, nos gusta si volvés. Eso lo uní con la coreografía Julio Zurita. meternos en la expresión, dureza del box y me imaen lo que no está escrito.” giné la calle como un gran C. C. Borges, Así se presenta este bailacuadrilátero.” San Martín rín y coreógrafo, que pasó El bailarín, discípulo de y Viamonte. Hoy, a las por el Ballet del Teatro San la coreógrafa Ana Itelman, 20.30. Martín, que “trabajó de arcreó para el grupo de danza gentino” bailando tangos Lado Ciego una dramaturen Europa, como dice con gia propia que se corre de acidez; que fue invitado a las puestas habituales de Corea como coreógrafo asociado para tango. “La música de la orquesta una puesta asiática de la obra Evita, Astillero me disparó una cosa ácida y que regresó para experimentar con y más border que era lo que estaba el lenguaje del tango. buscando. Nosotros buscamos una El encuentro con el bailarín es en expresión actual. Me gusta bailar un gimnasio del microcentro, que una milonga y enroñarme en el tanoficia de sala de ensayo y ámbito de go, pero el escenario requiere otro entrenamiento del grupo. La célula trabajo. Esto no es un musical que

Peso y medio, potente y urbana

tiene otra dinámica, con bailarines que entran y salen. Esta es una obra en la que podemos mantener el interés del público por el trasfondo dramático. Como en el teatro”, apunta Zurita. La intensidad poética del coreógrafo apela a la potencia física de los bailarines (Poly Patocchi, Carolina Pujal, Juan Cupini y el propio Zurita), al sonido de ruptura de los tangos de Astillero y a la crudeza escénica de un cuadrilatero marcado con diarios viejos. “Los diarios me parecían una buena metáfora de cómo pasa el tiempo para estas personas y para todos. Es la mejor síntesis de cómo empieza y termina un día de cualquier tipo de Buenos Aires.”

Gabriel Plaza