Recordando al Gardel de una nueva generación

6 sept. 2014 - aliado, León Gieco (distinguido con una estatuilla a la trayectoria y au- tor de una de las frases de la noche: “Tengo 64 años y sigo rockeando.
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espectáculos

| Sábado 6 de Septiembre de 2014

gustavo cerati | homenajes en los premios a la música

Andrés Calamaro y Vitico, en uno de los pasajes más emotivos de la ceremonia

premios gardel

Recordando al Gardel de una nueva generación Tery Langer, guitarrista de Carajo, sintetizó el sentimiento de buena parte de los invitados presentes en la ceremonia de entrega Sebastián Espósito LA nACiOn

“Para nuestra época es el nuevo Gardel.” En medio de la emoción por el premio ganado, el guitarrista de Carajo, Tery Langer, daba en el blanco del sentimiento que anteayer invadió a los músicos, al público y a la gente de la industria discográfica. Gustavo Cerati nos dejó el día en que los Premios Gardel celebrarían su 16a. entrega y Capif (la Cámara Argentina de Productores de Fonogramas y Videogramas) tomó la decisión de seguir adelante con la ceremonia y permitir que el teatro Gran Rex se convirtiera en un ámbito para mostrar el cariño, el afecto y la admiración por el hombre que cantaba a los cuatro vientos aquello de que “siempre es hoy”. A veces no son las palabras sino

la ausencia de ellas lo que marca la temperatura. Eso es lo que sucedió prácticamente durante toda la noche del jueves en la avenida Corrientes al 800, a unas diez cuadras de la Legislatura porteña, lugar en el que velaron los restos del querido cantante. Porque hubo dedicatorias, palabras espontáneas y llantos en primer plano, pero lo que más hubo fue cierta tensión, extrañeza y la dificultad de desanudar las gargantas para hablar. Como Juana Molina, quien subió a recoger su premio visiblemente emocionada y debió recurrir a la actriz que hay en ella para poder decir algo. En la mañana de ayer subió un texto a Facebook que daba cuenta de todo esto. “...me abataté y no pude hablar –expresó por escrito–. Además de agradecer (que tampoco hice), me habría gustado decir lo que había sentido po-

cas horas antes, pero me taré. Hoy (anteayer), cuando me enteré de la muerte de Gustavo Cerati, lo primero que pensé fue en dos amigos muy queridos; a uno de ellos hace siglos que no veo. Fue una conexión íntima y directa. Y después pensé que a muchos pudo haberles pasado lo mismo, que sin ser él, Gustavo, el protagonista de esos recuerdos o pensamientos, haya sido el lazo. Pensé que a través de él y por él se había armado una red emocional que nos unió a todos, y todos estuvimos por un momento sostenidos en ella. Me conmovió que una persona formara parte de mí tan profundamente y no saberlo.” Emociones compartidas Por la tarde, mucho tiempo antes del tramo televisado, los premios Gardel comenzaron a desandar

su camino con la entrega de varias de sus estatuillas. Como las ternas a nuevo pop y nuevo folklore, que quedaron en manos de indios y Guauchos, respectivamente; o la de Mejor álbum de tango alternativo, que fue para Llega la mañana, de Esteban Morgado. A las 20, la alfombra roja empezó a ser transitada por los nominados. Todo era mesura y timidez. El cómo había que mostrarse en público en un día tan particular era una pregunta que sólo se podía responder internamente. Del otro lado de la calle se vivía un clima muy distinto: el griterío de las fans de Axel, que anteayer empezó su serie de conciertos en el Ópera, lucía desatinado. Con Sandra Mihanovich y Roberto Pettinato como conductores, la ceremonia se desarrolló con corrección y tuvo sus puntos más altos en la escenografía y las puestas en escena que acompañaron a cada uno de los pasajes musicales. Tan Biónica, de “blanco Ala”, le puso pop a la noche. La banda tocó a metros del suelo, como suspendida, y su cantante se movió entre un nutrido grupo de bailarines. Luego se sucederían Abel Pintos, Raúl Lavié, Babasónicos, El Polaco con Gladys y, tras la entrega del Gardel de Oro a Abel Pintos (ver aparte), el cierre a cargo de Los Tekis. La camaradería y el sentido de pertenencia también se ofrecieron como hilo conductor de los Gardel. Y ahí estuvo firme Andrés Calamaro para abrazarse con Pintos, felicitar a otros y componer dos momentos entrañables. Con el folklorista Ramón Ayala, a quien ayudó a subir al escenario para recibir su premio y cantar a capella “El cosechero” y cuando recibió el suyo por Bohemio en la categoría Mejor álbum artista de rock. “Esta tarde me llamaron para preguntarme por Gustavo y lloré como un chico –dijo ni bien recibió su estatuilla–. Hoy estoy más emocionado que otras veces porque la última vez que me dieron un premio estaba sentado adelante, con Gustavo, que fue el primero que se levantó para saludarme”. Tras estas palabras leyó un texto que tenía preparado, que enriqueció con una dedicatoria final a “la memoria del gran artista de rock de mi generación, nuestro compañero y amigo Gustavo Cerati”.ß

Abel Pintos volvió a bañarse en oro

Como el año pasado, se llevó la estatuilla más importante y ganó en otras tres categorías

Pintos y sus “gardeles” Siete premios Gardel en dos años y dos de ellos de Oro. Como Charly García en 2002 y 2003, Abel Pintos se alzó por segundo año consecutivo con el premio máximo: Álbum del año-Gardel de Oro. Además ganó en las categorías Mejor álbum artista masculino pop (Abel), Producción del año y Canción del año (“Aquí te espero”). Como en 2013, la emoción fue en aumento con cada una de las subidas de Pintos al escenario y hacia el final ya no hubo manera de que contuviera las lágrimas. Aún con la euforia a flor de piel, unos minutos después conversamos con él en camarines y, claro está, el recuerdo de Gustavo Cerati acompañó la charla. “Una de las cosas que aprendí de Gustavo es a reinventarse en cada disco. «Te fue bien con éste, genial, pero no apliques la misma fórmula en el próximo. Cambiá la piel, pero hacelo con la misma excelencia que en la etapa anterior.»” El gran año de Pintos empezó el día después de los Premios Gardel 2013 cuando entró a grabar Abel. “Bromeaba con mis músicos, les decía: «Vamos a intentar hacer una vez más el disco de nuestras vidas, pero no nos ilusionemos mucho, vamos a tener que esperar un disco más para el Gardel de Oro, porque me parece que no se puede»”.

rodrigo néspolo

En lo que va de esta temporada, el cantante presentó su disco con siete conciertos en mayo en el Luna Park y lo coronará con un show en el Estadio Único de La Plata, el próximo 8 de noviembre. En el medio, estas cuatro estatuillas y la aprobación tanto del gran público como de la industria musical, a seguir “desencajando”, a continuar con su apuesta a salir de los moldes. “Hoy se habló mucho de apertura musical, de la música más allá de los géneros y me alegra ser parte de la generación que está experimentando esto. Somos parte del primer atisbo de apertura, en unos años va a ser mucho más grande, sobre todo en lo espiritual.” Amigos, familiares, gente de su compañía discográfica y su gran aliado, León Gieco (distinguido con una estatuilla a la trayectoria y autor de una de las frases de la noche: “Tengo 64 años y sigo rockeando por los barrios”, aguardaban por él para abrazarlo, besarlo e inspirarse con esa felicidad que irradiaba el gran ganador entre ganadores de los Premios Gardel. Antes de partir, una vez más Cerati volvía a hacerse presente en la charla. “Gustavo encontró una estética que es lo más difícil de encontrar, porque hablar hablamos todos. Él lo hizo, él lo logró con creces.”ß