Espectáculos
Página 4/LA NACION
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Jueves 19 de agosto de 2010
CINE
Valiente retrato de una minoría dentro de otra Sobre los gays discriminados en la comunidad judía Buena ((( Otro entre otros (Argentina/2010). Guión y dirección: Maximiliano Pelosi. Fotografía: Matías Carneiro. Música: Santiago Río. Dirección de arte: Hernán Alvarez. Sonido: Carlos de Savastano. Documental producido por WAP y presentado por Juan Carlos Fisner en el Espacio Incaa Km 0-Gaumont y en el Malba. Duración: 72 minutos. Apto para mayores de 13 años.
PRIMER PLANO
Brenda Blethyn y Sotigui Kouyaté, lo más destacado del film de Rachid Bouchareb
Un relato conmovedor sobre la pérdida Dos actores admirables completan este relato centrado en seres solitarios enfrentados a la tragedia Muy buena (((( London River (Gran Bretaña-Francia- Argelia/2009, color; hablada en inglés, francés y árabe). Dirección: Rachid Bouchareb. Con Brenda Blethyn, Sotigui Kouyaté, Roschdy Zem, Sami Bouajila, Bernard Blancan. Guión: Bouchareb, Zoe Galeron y Olivier Lorelle. Fotografía: Jerome Almeras. Música: Armand Amar. Edición: Yannick Kergoat. Presenta Primer Plano. 87 minutos. Apta para todo público.
London River parte de un hecho real –los ataques terroristas que ensangrentaron la capital británica en el verano de 2005–, pero no pretende exponer los efectos políticos y sociales de los atentados ni indagar en el complejo conflicto que les dio origen, sino circunscribirse a un territorio más íntimo: el del drama humano que la tragedia deja como secuela
entre quienes desconocen el paradero de sus seres queridos. Es un tiempo de búsqueda y de espera, de incertidumbre y de angustia: no queda sino recorrer hospitales, salas de emergencia, comisarías o morgues; golpear cualquier puerta en busca de información, repartir fotos y datos del desaparecido, reconstruir sus rutinas para dar con quien pueda aportar algún detalle; permanecer junto al teléfono, que puede traer la mejor noticia, o la peor. En eso están Elizabeth y Ousmane, protagonistas excluyentes de esta historia simple, sincera y profundamente humana. Ella, cristiana, viuda y campesina, ha venido de su isla del Canal de la Mancha en busca de la hija que estudia en Londres y con quien no ha podido contactarse desde los atentados. Ousmane, africano y musulmán, ha llegado en procura
de un hijo al que prácticamente no conoce porque era chico cuando él se fue a trabajar a Francia como guardia forestal. A ambos los unen la incertidumbre y, en parte, el azar (se hospedan en el mismo barrio popular donde predominan los inmigrantes), pero también un libreto que les asigna caminos paralelos para que la película descubra cuántos prejuicios y desconfianzas los distancian y cuántos rasgos comunes (el actual drama que viven como padres y el vínculo con la naturaleza que les da su oficio, más otro nexo que el film demora en revelar) pueden aproximarlos. Las simetrías y los contrastes que el director franco-argelino Rachid Bouchareb (Días de gloria) busca subrayar se hacen a veces bastante obvios en su intención de promover un mensaje de tolerancia
y concordia, pero la sinceridad y el calor que hay en su relato y, sobre todo, el formidable trabajo de los actores confieren al film el valor de su emoción genuina. El compromiso de Brenda Blethyn con su personaje es total: gestos mínimos le alcanzan para transmitir el conflicto interno entre la irracionalidad de su prejuicio y su recelo ante lo desconocido, y cuando llega la cumbre dramática, su expresión de dolor resulta desgarradora. Con su dignidad de príncipe africano y su economía de recursos, Kouyaté (actor y colaborador de Peter Brook fallecido hace unos meses) es su complemento perfecto. Juntos proporcionan al film otra dimensión: la del encuentro –fugaz, es cierto, pero siempre conmovedor– de dos seres solitarios.
Fernando López
Esta ópera prima de Maximiliano Pelosi (de 33 años) describe con sencillez, sensibilidad y honestidad brutal las historias de vida de cuatro jóvenes judíos que han sufrido desde niños una fuerte y constante discriminación no sólo dentro de su comunidad sino incluso también en el seno de sus propias familias por su condición homosexual. Cansados de la segregación, estos cuatro hombres decidieron dar la cara (no así varias otras personas que en las fotos aparecen con sus rostros borroneados para que sus identidades no sean reveladas) para exponer con valentía su intimidad, las tragedias que los rodearon (muertes por VIH, suicidios, depresiones, exilios), pero también sus historias de amor, sus luchas, sus logros y sus sueños. Otro entre otros sostiene que entre el 6 y el 8 por ciento de los judíos argentinos son homosexuales (no menos de 15.000) por lo que el tema “afecta” a más de 60.000 personas. El asunto –como bien admiten tanto los
protagonistas como un rabino progresista que trabajó para incluir en las distintas actividades a los integrantes de la organización JAG (Judíos Argentinos Gays)– sigue siendo un tabú para la inmensa mayoría de la comunidad, que suele relativizar o directamente negar –muchas veces con actitudes represivas– la homosexualidad. Se da, así, la paradójica situación de una comunidad que, en varios aspectos, es discriminada puertas afuera y resulta discriminadora en su interior. “Toda la pluralidad y la diversidad que tenemos para otros temas no las aplicamos con los gays”, asegura el rabino. En este sentido, son valiosos no sólo los dichos de Gustavo (el caso más fuerte y conmovedor de todos), Daniel, Dan y Diego sino también los de sus familiares y amigos, que exponen casi sin proponérselo los prejuicios más arcaicos y asentados respecto de todo aquello que es “distinto” y que no alcanzan a comprender. La puesta en escena de Pelosi es bastante convencional (mucho testimonio a cámara) y con algunos hallazgos (la inclusión de fotos y videos caseros). De todas maneras, lo esencial aquí son la potencia y la profundidad de las historias personales, que nos permite conocer cómo vive la minoría de la minoría y, así, encontrar un poco de luz en medio de la oscuridad de la intolerancia y la discriminación.
Diego Batlle
Potentes historias de sufrimiento y dolor, pero también de amor y sueños
Amor y violencia en Barracas Víctor Ramos propone una historia en la villa 21, con personajes casi reales Buena ((( La 21, Barracas (Argentina/2009). Dirección: Víctor Ramos. Fotografía: Diego Boulliet. Montaje: Victoria Prosik. Con Julio Zarza, Miguel Zárate, Gisela Ledesma, Cristian Rey, Luis Duarte, Susana Yanacón. Hablada en español. Presentada por SOS Discriminación Int. Duración: 72 min.
La villa 21, donde transcurre la historia de la primera ficción dirigida por Víctor Ramos (debutó junto a la productora Vanesa Ragone con el mediometraje documental Los 100 días que no conmovieron al mundo, rodado en Africa), está ubicada en la ciudad de Buenos Aires, en un predio triangular de 66 hectáreas sobre la orilla del Riachuelo, que nació en la década del 40, pero creció hasta lo que es hoy a fines de los 80, donde actualmente viven más de 45.000 personas. Se dijo más de una vez que es la villa más peligrosa de la ciudad. Cuenta Ramos que hace cuatro años, cuando comenzaron a rodar el film que hoy llega a los cines, el barrio y Valentín Alsina, su vecino en la otra orilla, venía de vivir enfrentamientos que tuvieron un saldo de más de 60 víctimas fatales. Del encuentro de la organización S.O.S. Discriminación Internacional con la Fraternidad del Sur, la escuela de artes que funciona allí, surgió la posibilidad de un proyecto fílmico protagonizado por los mismos vecinos del lugar, que, después de algunas idas y venidas, pudo llegar a su estreno.
FRATERNIDAD DEL SUR/S.O.S. DISCRIMINACION INT.
Rostros de todos los días en la 21, aquí como protagonistas de una ficción
La historia es en extremo simple: dos grupos de armas llevar, uno de la 21, el otro de Valentín Alsina, que sin embargo se enorgullecen de sus códigos (villeros) bastante rígidos se enfrentan por un hecho de violencia contra una mujer. Ambos deciden hacer justicia por mano propia; uno se adelanta, el otro le echa más leña al fuego. Al mismo tiempo, los líderes de ambos bandos pujan por el amor de la hermana de la víctima, y el nivel de enfrentamiento grupal deviene personal. Ramos expone el paisaje, lo recorre con su cámara en mano, retrata el curioso tramado de callejuelas y pasillos –de un lado, muros precarios mal terminados; del otro, alambrados–, sus fiestas, ya sean bailes o procesiones (como la de San Juan,
cuando algunos de ellos se atreven a caminar sobre brasas) y también sus encuentros al filo del estallido. Como contraparte de la historia, en extremo elemental, Ramos suma a su favor la cámara en mano, encuadres precisos, una fotografía que logra climas, un ritmo sostenido, en el que mucho tienen que ver los temas bien villeros, sean raps o cumbias, de Cristian Rey (autor de Villero soy), Mariano Verdi y Benjamín López Barrios y las composiciones de personajes, en particular las de Julio Zarza y Miguel Zárate, creíbles, en el punto justo, quizá porque los suyos tengan mucho de ellos mismos, pero aun así demuestran talento innato para la actuación.
Claudio D. Minghetti
(Variedades) Aguilera, detrás de la música Mañana, a las 21, MTV estrenará para América latina un capítulo de Behind The Music dedicado a la cantante Christina Aguilera. El programa repasará la vida y la carrera de esta cantante que conquistó al público a partir de 2000. El especial cuenta con el testimonio de su madre, Shelly Kearns, su esposo, Jordan Bratman, y figuras de la música pop y del jazz de la talla de Justin Timberlake y Herbie Hancock, entre otros. Y para que sea una verdadera noche dedicada a la blonda cantante, ahora treintañera, luego de esta emisión se podrá ver
un capítulo de Storytellers, también dedicado a la diva pop.
Sandro regresa por TV Esta noche, a las 22, Volver emitirá Subí que te llevo, el clásico film musical de Sandro de 1980, con el cantante y María del Carmen Valenzuela.
Fiesta en el Goñi
Christina Aguilera
El Teatro Goñí (Cochabamba 2531), en el barrio de San Cristóbal, es el espacio del tango alternativo. Allí se presentarán hoy, a partir de las 22, Alan Hakstenn Grupp y Hojarasco. Entrada $ 15.