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TRIBUNA Por Carmen Montón*
Un Gobierno sordo a la violencia de género
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cabamos de cumplir 200 días con un Gobierno en funciones con todas las consecuencias nefastas para el país, pero frente a la violencia de género, el Gobierno de Mariano Rajoy ha estado en funciones desde el primer día. Acabamos de estrenar el verano, la época del año en la que sabemos que más asesinatos por violencia de género sufrimos. Todos los años, durante los meses de julio y agosto, la violencia se recrudece y los asesinatos se disparan. Si todos los años hay campañas de tráfico, por ejemplo, para prevenir accidentes en carretera durante los meses en los que más desplazamientos se registran, ¿por qué el Gobierno del PP ha suspendido las campañas de prevención contra la violencia de género en estas fechas? Una vez más, tenemos que hacernos la pregunta más dolorosa: ¿cuánto vale la vida de las mujeres para este Ejecutivo, en funciones o no? Aún más. Ni siquiera la excusa de los recursos vale, puesto que colocar la violencia de género en el discurso político no es cuestión de presupuesto. Hacer una rueda de prensa en la que se alerte y se pongan los datos de otros veranos encima de la mesa, tampoco. Comprometer a los medios de comunicación en una campaña de alerta, trabajar con las universidades en las convocatorias de verano… Se me ocurren mil acciones que no tienen que ver con los Presupuestos con las que se podría lanzar un mensaje claro de prevención. No son los Presupuestos, es la voluntad política. Frente a la violencia de género, el Gobierno de Mariano Rajoy ha es-
tado sordo, ciego y mudo. Según los últimos datos ofrecidos por el Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) referidos al primer trimestre del año en curso, en el Estado Español trece de cada 10.000 mujeres han sido víctimas de violencias machistas por parte de sus parejas o exparejas. O lo que es lo mismo, más de 32.000 mujeres han sido víctimas de violencia de género sólo en el primer trimestre del año. Unos datos que no han merecido comentario, reacción ni medidas por parte de los responsables. Al margen de las cifras oficiales, las asociaciones feministas continúan su recogida de datos extraoficial para dar un contexto real a la violencia de género. Así, según el portal feminicidio.net, por ejemplo, en el primer semestre de 2016 han sido asesinadas 48 mujeres y niñas como consecuencia de las violencias machistas. Y es que la violencia de género no está en funciones. La violencia de género no está de vacaciones. La violencia de género no cesa de destrozar la vida de miles de mujeres y de otros tantos niños y niñas, hijos e hijas de maltratadores. La violencia de género no cesa de asesinar a ritmo de decenas de mujeres por año. Y en verano, más. En el mes de agosto del año pasado, ante otro verano con picos de violencia insoportables, Pedro Sánchez, el secretario general del PSOE, presentó la propuesta de un pacto social, político e institucional contra la violencia de género. Un pacto que no se quedaba en el nombre, no era un brindis al sol ni muchísimo menos. El PSOE presentó un
Más de 32.000 mujeres han sido víctimas de violencia de género sólo en el primer trimestre del año. Frente a esta lacra, el Gobierno de Mariano Rajoy ha estado sordo, ciego y mudo
pacto en el que además de contextualizar la violencia de género proponía diez medidas urgentes e ineludibles que había que poner en marcha inmediatamente. Diez medidas que todos los partidos políticos deberían haber apoyado. Una de las diez medidas era, precisamente, activar de forma permanente el Plan Nacional de Sensibilización y Prevención de la Violencia de Género. No hubo respuesta por parte del gobierno de Rajoy, como tampoco la hubo cuando el PSOE llevó el Pacto en forma de Proposición No de Ley (PNL) al Congreso de los Diputados para su aprobación y puesta en marcha. No hay respuesta. Meses después, el 7 de noviembre, una histórica manifestación recorrió las calles de Madrid en un ejercicio de responsabilidad ciudadana frente a la violencia de género. Miles de personas expresaron su rechazo a la violencia, mostraron su repulsa a los maltratadores y asesinos de mujeres y exigieron una respuesta contundente frente al recorte de presupuestos, la desaparición de instituciones especializadas y, especialmente, frente a la falta de medidas de prevención y a la impunidad de los maltratadores. Se rompió el silencio. Tampoco fue suficiente para el Gobierno de Rajoy. Afrontamos un verano más sin medidas de prevención, confiemos en que sea el último, confiemos en que el próximo sea un Gobierno responsable que encabece la lucha contra la manifestación más brutal de desigualdad entre mujeres y hombres hasta erradicarla. l * Consellera de Sanitat Universal i Salut Pública de la Generalitat Valenciana y secretaria de Igualdad del PSOE. nº 1163. 11–17 de julio de 2016
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