Tom Jobim: apuntes para un retrato amazonaws com

29 jun. 2008 - to álbum Coldplay –que, ya exitosos hoy, auguran convertirse en la futura gran banda de estadios a nivel pla- netario– realizó una buena ...
521KB Größe 8 Downloads 85 vistas
Espectáculos

Página 6/Sección 4/LA NACION

2

3

Domingo 29 de junio de 2008

MUSICA POPULAR (Grabaciones)

La página de los discos

Un nuevo sello, con lanzamientos europeos

Tom Jobim: apuntes para un retrato

Los primeros CD que distribuye Sonoamerica

Tres caras del músico brasileño publicadas en DVD Jobim por Jobim. Al piano, contando su historia en música, cantando solo o en buena compañía, y deteniéndose en sus temas de siempre: Río, la bossa nova, la naturaleza. Las imágenes del documento lo tienen como protagonista absoluto, aunque el retrato es, inevitablemente, parcial. Primero, porque la extensa obra del gran creador carioca no podría caber en los 200 minutos de estos tres DVD que acaba de editar RP Music; segundo, porque –cuestión de derechos, seguramente– hay ausencias difíciles de disimular. Como la de João Gilberto, sin dudas su más grande intérprete. Claro que esa limitación no resta valor al trabajo, realizado por Roberto de Oliveira y extraído en buena medida de los shows que él dirigió entre 1985 y 1990, y en los que Tom aparecía junto con su Banda Nova. Un factor decisivo es, por supuesto, la presencia casi constante del propio Jobim; otro, el haber acotado el espacio de los testimonios en beneficio de lo musical; un tercero, la inclusión de materiales de valor inestimable: ya aquellos casi obligatorios, como la grabación de “Aguas de março”, con Elis Regina; ya los que habían sido poco difundidos, como los fragmentos de un show con Chico como invitado; ya los que constituyen sorpresas deliciosas, como el ensayo doméstico de “Falando de amor” al lado de una jovencísima Leila Pinheiro o como el imperdible tramo de charla y música con Edú Lobo durante la grabación del álbum que ambos compartieron en 1981. Sin olvidar, claro, las imágenes del show en homenaje al compositor de “Desafinado”, que reunió en Copacabana a Gal Costa, Chico, Caetano, Gil, Milton

y Paulinho da Viola la última noche de 1996. Maestro soberano. Así lo llamó con justicia Chico en su “Paratodos” y así se llama la entrega, dividida en tres capítulos, que sigue un orden más temático que cronológico. El primero, Chega de saudade, narrado por Nelson Motta, se abre sobre las postales en sepia de un Río de otro tiempo y la melodía de “Eu não existo sem você”, en la voz de su esposa, Ana Lontra Jobim. Allí, Tom evoca su encuentro con Vinicius y viaja atrás y adelante en el tiempo para abarcar desde aquel temprano “Vals sentimental”, que compuso en 1947 y que Chico rebautizaría “Imagina”, cuando le puso letra 36 años después, hasta las evocativas “Carta ao Tom 74” (con Vinicius y Toquinho) y “Anos dourados”. En este sector, entre muchos otros clásicos, “Se todos fossem iguais a você” llega en la voz de Gal, su cantante favorita. Sus preocupaciones ecológicas están en el centro del segundo DVD, Aguas de março, en el que la inspiración de Tom, bajo la influencia de Villa Lobos y Debussy, se vuelca en las obras ambiciosas de la época de Matita Perê y Urubu. El Botánico

Una historia en tres capítulos Maestro soberano es el nombre de este documental de Roberto de Oliveira, conformado por tres DVD en los que se repasa parte de su carrera, sus preocupaciones ecológicas y su amor por Río de Janeiro

carioca presta el marco inmejorable para este tramo en el que, entre muchas bellezas jobinianas, relumbra el “Vento bravo”, de Edú Lobo. El autor de “Upa neguinho”, precisamente, asume

el relato en el tercer DVD, Ela é carioca, cuyo tema es, claro, la ciudad que fue para Jobim inagotable fuente de inspiración. De “Corcovado” al “Samba do avião” y del “Samba de uma nota só” a la infaltable “Garota”, sobran aquí bellos testimonios de esa pasión. En el programa, hay espacio preferencial para el Quarteto Jobim-Morelenbaum y más todavía para la Banda Nova, cuyos coros femeninos bordean a veces la sobredosis, pero también permite apreciar el virtuosismo de Jaques Morelenbaum o de Danilo Caymmi y la musicalidad de Paula Morelenbaum, frecuente solista. La presentación es impecable y los extras proveen algunos momentos más de emoción y de muy buena música.

Fernando López

Con la idea de descubrir y acercar la nueva música que se produce en distintos puntos del planeta, el flamante sello Sonoamerica acaba de lanzar una serie de discos muy interesantes con lo nuevo de lo nuevo. Conecta o revienta. El grupo Zulú 9:30 refleja puro mestizaje y conciencia social en la Barcelona actual. Rumbitas, reggae, parranda pachanguera en la línea de Sargento García, Amparanoia y guiños a Manu Chao en “1000 Tormentas”. Ley Ginebra. La unión del músico madrileño Miguel Dantart y el poeta uruguayo Ramiro Guzmán con atmósferas electrónicas, dub y exquisita poesía rioplatense. Con ecos de Darnachauns y Albert Pla, el disco es una auténtica rareza y un verdadero manjar para los melómanos inquietos. Live as one. La banda inglesa conocida en la escena dub dance ofrece un disco disfrutable con aires del Marrakesh, el pulso jamaiquino, el reggae, el vibrante ritmo de los bronces, la sonoridad acústica y el formato sound system. Este nuevo

álbum del grupo con 15 años de trayectoria los volvió a poner entre los primeros puestos de la movida dub británica. Revolución prohibida. El grupo Jahmila está liderado por el músico argentino Alfredo Gómez y la madrileña Ana Carrill, ex integrante de Mano Negra. Animadores de la escena under italiana mezclan idiomas y ritmos populares como el flamenco, reggae, ragamuffin, funk y rock latino. Una sonoridad explosiva y con pegadizos himnos como “Tratando de ver” y “Babel”. Miseria espectacular. Los franceses de Okploide son parte de la nueva escena punk europea. La banda recurre al ska, los bronces y la velocidad de las guitarras para hablar de las desigualdades sociales en inglés y principalmente en español. La influencia de Mano Negra y La Polla Records está presente en canciones como “Perdida”. Sin embargo, el grupo encuentra una sonoridad propia y con buenas melodías en la antibélica “Guerra”.

Gabriel Plaza

El argentino Alfredo Gómez y la madrileña Ana Carrill, de Jahmila

(La compactera) Viva la Vida or Death and All His Friends Coldplay Life in Technicolor, Cemeteries of London, Lost!, 42, Lovers in Japan /Reign of Love, Yes, Viva la vida, Violet Hill, Strawberry Swing, Death and All His Friends (Capitol/EMI)

Arpegios Mateo Villalba Al estilo de Martín, En un pueblito de mi Corrientes, Siringa, Pampa guaraní, Simplemente Isaco, Danza paraguaya, El gran chamamé, Posadeña linda, Volver a la guitarra, Paso Jara y otros (Fogón).

Escuchar para creer. Para su cuarto álbum Coldplay –que, ya exitosos hoy, auguran convertirse en la futura gran banda de estadios a nivel planetario– realizó una buena jugada, no por novedosa pero sí por probadamente efectiva: convocó a Brian Eno. Así, como hizo antes U2, los ingleses decidieron mostrar sus inquietudes y el gran productor puso en juego, seguramente, sus Oblique Strategies para desempolvar ticks y evitar condicionamientos. En Viva la Vida ya no hay estribillos tan cantables, ni solos destacados (que son reemplazados por texturas, sintetizadores y cuerdas, como en “Yes”) y hasta Chris Martin ha “bajado” su voz, ha reducido su reconocido falsete. Para empezar, justamente eligieron un tema instrumental. Han logrado así un disco que parece dirigido a aquellos a quienes no les gustaba Coldplay, pero que tampoco es tan distinto como para decepcionar a sus fans de siempre.

Los adeptos al chamamé ya lo conocen. Si hubiera que contarles a los tangueros quién es Mateo Villalba se podría decir que es como uno de esos guitarristas de sonido puro y con mucha presencia. Y si su guitarra se puede comparar con las de Aníbal Arias o Bartolomé Palermo, su cuarteto andaría en paralelo con los grupos guitarreros de Palermo o Arias. Villalba tiene tanta trayectoria como canas, y esta nueva producción (como algunos de sus trabajos más recientes) es testimonio y referencia de la guitarra chamamecera. Hay algo más de una docena de piezas instrumentales, varios clásicos, otros poco conocidos y algún homenaje como el que le hace a Isaco Abitbol. También hay un par de temas cantados, aunque no son los que más se destacan en esta nueva producción discográfica en la que lo acompañan las guitarras de Miguel Guerrero, Jorge Torres Hidalgo y Hugo Dellamea.

Adriana Franco

Mauro Apicella

Something For You - Eliane Elias Sings & Plays Bill Evans Eliane Elias You And The Night And The Music, Here Is Something For You, A Sleepin’ Bee, But Not For Me, Waltz For Debby, Five, Blue in Green, Detour Ahead, Minha (All Mine), My Foolish Heart, But Beatifull/Here’s That Rainy Day, I Love My Wife, For Nenette, Evanesque, Solar, After All, Introduction To “Here Something For You” ( Blue Note).

Tangos de boca en boca Atilio Bertagni Ventanita de arrabal, Viejo gringo, Almita herida, Dos angustias, Bandoneón arrabalero, Milonga para Gardel, Argentina primer mundo, Un chabón jailaife, Un momento, Luna llena, Fruta amarga, Tango varón, Ni olvido ni perdón, Carritos cartoneros, Misántropo (Edición independiente).

Aunque existen infinidad de tributos a Bill Evans, de diferentes calidades, el de la pianista brasileña Eliane Elias refleja dos aspectos interesantes; por un lado, el formalismo de la propuesta que le da una estructura sólida a la música y, por el otro, un romanticismo, menos crepuscular que el del tributado, con una advertible gracia melódica. Sus solos inteligentemente estructurados equivalen a una declaración sobre la belleza de la forma en la que hay una evidente economía en su fraseo que trasciende a modo de síntesis. Su canto, delicado, casi incidental, no suena con la contundencia de su piano. En este sentido, Elias, acompañada por Marc Johnson en contrabajo y Joey Baron en batería, exhibe un alto nivel interpretativo. Hay al final del disco un tema inédito tocado por el propio Bill Evans, poco antes de fallecer, que Johnson rescató de un casete olvidado.

El cantor Atilio Bertagni tiene voz tanguera pero no afectada ni surca el prototipo de barítono que más frecuenta el género. Su voz es discreta y sin destaques técnicos; su repertorio, bastante variado. Saca de la galera algunas piezas poco transitadas por los cantantes y varias de reciente factura entre las que se destacan “Ni olvido ni perdón” o “Misántropo”, por ejemplo, que llevan la firma de Juan Vattuone. Quien las haya escuchado por la extravertida garganta de Vattuone encontrará aquí otra versión de cantarle las cuarenta a un ex presidente argentino o de ponerle sentimiento a una época de la Argentina que dejó profundas heridas. Con estas novedades se lo escucha mejor que en piezas más reas (y menos temperadas en las cuerdas vocales de Bertagni) como “Bandoneón arrabalero” y “Tango varón”.

César Pradines

Mauro Apicella