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Sociedad
IntErEsEs prEcIsos En El ámbIto laboral
| Lunes 18 de agosto de 2014 Cuándo tengas que trabajar, te gustaría...
Si tuvieras que trabajar, te gustaría... 74% Ser tu propio jefe, es decir, crear tu propio proyecto
Una encuesta realizada a estudiantes secundarios que tienen entre 12 y 17 años de edad permite acercarse a las expectativas futuras relacionadas con sus proyectos profesionales
El trabajo es importante porque... 71% Trabajar de lunes a viernes
21% Ser empleado, es decir, trabajar para una empresa u otro
Me permite ganar dinero
51%
23% Trabajar dos o tres veces por semana
Me da independencia
34%
3% Trabajar cuando necesite dinero
Me permite ayudar a otros
6%
Mis padres me dicen que es así, de ...
5%
Ns/Nc
3%
Otra
2%
2% Otra 1% No trabajar
FUENTE: INsTITUTo dE cIENcIas socIalEs - UadE
1% Ns/Nc
5% Ns/Nc
sociedad Edición de hoy a cargo de María Elena Polack | www.lanacion.com/sociedad
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Generación Z. Contradictorios y curiosos, así son los jóvenes tech Nacidos entre 1995 y 2005, indagan todo en Internet; quieren ser sus propios jefes, pero trabajar pocas horas El sueño de no tener jefes Viene de tapa
“Las características psicosociales específicas los diferencian de los de las generaciones previas, aunque también existen continuidades con la generación Y, su predecesora. Son estrictamente nativos digitales y la tecnología está presente en sus vidas desde el mismo nacimiento. Son ansiosos, esperan respuestas cada vez más rápidas en todos los ámbitos. Son curiosos e indagan todo en Internet, por lo que no siempre manejan información precisa”, los describe Maioli, investigador del Instituto de Ciencias Sociales de la UADE, que acaba de terminar un estudio específico sobre este grupo. En ese trabajo, el 74% de los encuestados privilegia ser su propio jefe y llevar adelante su propio proyecto, el cual vinculan fuertemente con el desarrollo de una profesión adquirida en la formación universitaria. Logran establecer vinculaciones entre el desarrollo de su profesión universitaria y la concreción de ese proyecto, dado que al momento de elegir su carrera lo hacen imaginando el desarrollo profesional de carácter más autónomo. “Quiero recibirme de ingeniero, ver si hago experiencia en una empresa de tecnología y luego me lanzo con mi propio emprendimiento. Por ahora, empezamos siendo nuestros propios jefes y nos va bien”, dice Alejandro, de PCgo. Él y su socio estudian Ingeniería Informática en la UBA. “La frase «nacieron con un chip en la cabeza» que muchos dicen al ver a chicos pequeños manejando los iPads o teléfonos es simplemente lo natural para ellos. Esto dispara en esta generación una inteligencia práctica y una agilidad mental que probablemente no se hayan visto en otras generaciones. Ahora bien, trae algunas consecuencias a nivel de la educación de esta generación todavía joven. Al ser extremadamente sensoriales, la lectura es un tema que los docentes van a sufrir. Leen cruzado, prefieren los cuadros y se entretienen con presentaciones interactivas. Aprenden colaborativamente mejor que la educación formal y tradicional. Son más afectos al trabajo en equipo que otras generaciones. La educación, en definitiva, tiene que estar acompañada por diversión y los sentidos para que puedan aprender”, enumeró Andrés Hatum, director del Centro de Investigación Grupo RHUO de IAE Business School. Pero, como sus predecesoras, esta generación no está exenta de contradicciones. “Al consultarles a los encuestados cuánto tiempo de dedicación estarían dispuestos a darle al empleo, señalaron sorprendentemente que estarían dispuestos a trabajar de lunes a viernes. Es decir, la
imagen del trabajador en relación de dependencia aún persiste, incluso entre aquellos que privilegian el trabajo a partir de proyectos o emprendimientos propios. Los encuestados entienden que el trabajo es una actividad importante en parte porque les permite obtener réditos económicos (51% de los encuestados) o porque les da independencia (34% de los encuestados). Se advierte de este modo una concepción del trabajo de carácter instrumental: es la actividad que les permite a los miembros de esta generación obtener recursos para desarrollar otros intereses; el empleo no es considerado un fin en sí mismo, sino más bien un medio para dar cuenta de la satisfacción de otros intereses”, sostiene Maioli. El 34% de los encuestados por UADE elegiría un empleo por el incentivo económico que le proponga. Otra porción menor privilegiaría la vinculación entre formación profesional universitaria y la ocupación: es decir, no aceptan que su trabajo cotidiano no se vincule con lo estudiado en la universidad, de modo contrario a las generaciones previas, donde esta situación podría ser más usual. La investigación se realizó en agosto y noviembre de 2013, incluyó 400 casos y abarcó estudiantes de escuelas medias porteñas, públicas y privadas, de entre 12 y 17 años. “Los miembros de la generación Z privilegian el trabajo flexible, se señala que tienen posiciones más narcisistas y que pretenden aprender nuevas habilidades en el trabajo. Les interesa aprender e incorporar nuevas competencias. Las tareas repetitivas les resultan aburridas y se orientan al cambio incluso dentro de la organización, de modo tal que puedan aprender nuevas habilidades y cambiar de entorno. Son ambiciosos en el desarrollo de su carrera ocupacional”, sostiene Maioli. Para Andrés Hatum, aunque aún es prematuro para preverlo, “el estilo de liderazgo de la generación Z va a permitir ver líderes colaborativos y el hecho de aprender, desaprender y renovarse va a ser algo habitual para permitir flexibilidad y agilidad para estar donde haga falta que estén”. “Creo que a esta edad muchos coincidimos, y me incluyo, en que la principal motivación a la hora de entrar en el ámbito laboral es la independencia que te permite manejar tu propio dinero, aunque admito que la curiosidad de poder poner en práctica todo lo que se va aprendiendo paralelamente en la facultad juega un rol importante también”, afirmó Lucas Hähner, que trabaja en una filial de Scania en Don Torcuato. Y terminó de confirmar el perfil laboral de su generación que estableció la investigación de UADE.ß
dIEgo spIvacow / aFv
Estudian, emprenden y no descartan tener que trabajar en relación de dependencia Juan Manuel Crudo vive en San Isidro y Alejandro Peña, en Florida, ambos en la zona norte. Tienen 19 y 20 años, respectivamente, y estudian Ingeniería Informática en la UBA. Son socios en PCgo, un emprendimiento que ofrece el armado de computadoras a la medida del usuario. Coinciden en que quieren ser sus propios jefes, pero no descartan tener que trabajar en relación de dependencia –como parte del aprendizaje– siempre que sea en el ámbito informático. Son dos típicos exponentes de la generación Z.
Nacieron bajo el signo de la velocidad Opinión Alejando Melamed PARA LA NACION
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espués de discutir –y no necesariamente acordar– durante años sobre cómo tratar a la generación Y (los nacidos entre 1982 y 1994, aproximadamente), quienes trabajamos en revisar y proponer abordajes referidos a la gente que trabaja en las organizaciones empezamos a dirimir qué haremos con los Z, los nacidos entre 1995 y 2005. Una generación es el conjunto de personas que, por haber nacido en fechas próximas y recibido educación e influjos culturales y sociales semejantes, se comportan de manera afín o comparable en algunos sentidos, sin dejar de considerar las lógicas excepciones y contraejemplos. De todas maneras, como todo análisis que nos permita accionar, sí estamos en condiciones de identificar ciertas características que comparten los jóvenes entre 9 y 19 años. Y si nos referimos al mundo de las empresas, acotaremos a aquellos que están ingresando en este momento o lo harán en los próximos dos años, con lo que –obviamente– nos referimos al segmento etario superior de este grupo generacional. En estos jóvenes se potencian las tendencias que se venían observando en los de la generación Y. Y hay una razón fundamental: la tecnología (cabe destacar que sólo los Y y los Z son “nativos digitales”, mientras que todos los anteriores son “inmigrantes digitales”) es un elemento que marca definitivamente a estas generaciones. ¿Pero qué es lo que sucedió? Mientras la Y nació con la computadora, la Z ya nace con el celular, la laptop y vive todo el crecimiento de las redes sociales como algo que ya ni siquiera la sorprende (pensemos que Google tiene menos de 16 años y Facebook nació hace 10 y Twitter, hace 8). La accesibilidad inmediata a cualquier cosa en cualquier lugar en cualquier momento es algo que
los moldea. Su “cableado” está marcado por este fenómeno, que exacerba lo “instantáneo” y lo global, el derribamiento de cualquier frontera física para llegar a un destino. También las velocidades de todo se incrementan: de los autos, de los trenes, de los aviones, pero también de Internet y sus muchos otros modos de hacer todo rápido y fugaz. Estos tiempos ya no son líquidos, como decía Bauman, sino directamente gaseosos. Y esa tecnología es “el medio” para acceder a bienes y servicios, pero también para socializar y homologar; se pierden ciertas diferencias –que muchas veces edifican– y se iguala todo mucho más rápido. Sí percibo, desde el punto de vista de las empresas, que uno de los desafíos más grandes que tendrán será volver a enamorar a los jóvenes, ya que el descreimiento en líderes y referentes es tan grande que tampoco creen en las propias empresas para darles trabajo. De allí que tengan como meta construir sus propias empresas, muchas veces tomando el ejemplo de quienes, como Bill Gates, Steve Jobs o Mark Zuckerberg, a muy corta edad iniciaron las suyas. Al estar hiperconectados y globalizados, una gran ventaja que traerán a los contextos laborales será la apertura y valoración de la diversidad, el cuidado responsable del medio ambiente y la sustentabilidad en múltiples direcciones, el trabajo virtual y remoto. Desde mi punto de vista, como cada nueva generación que se incorpora al mundo del trabajo, traerán innovación, visión superadora, ganas de hacer las cosas diferentes y muchas sorpresas que aún desconocemos. Los más “viejos” de los Z recién están empezando a incorporarse, pero todos los demás debemos empezar a prepararnos para recibirlos con las manos, mentes y corazones abiertos para empezar a recorrer juntos el camino. Bienvenidos zetas.ß El autor es doctor en Ciencias Económicas y escribió Empresas (+) Humanas
Serán más eficientes en el trabajo Opinión Alejandro Masco PARA LA NACION
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n su mayor parte, la generación Z será criada por padres X, nacidos entre 1965 y 1984 aproximadamente, por lo que muchas de sus experiencias formativas tendrán marcas, rasgos y huellas de esa generación. Por eso mostrará algunas diferencias si se los compara con su antecesora, la generación Y, cuyos padres fueron los llamados baby boomers. Las principales características de esta generación, basada en diferentes estudios, habla de su respeto por los valores. La generación X está criando a la Z con un estilo de mayor compromiso. A eso deben sumársele algunas nociones “heredadas”, como la ética del trabajo, las buenas costumbres y la capacidad de recuperación ante las adversidades. Esto, junto con una mejor educación gracias a la mayor cantidad de información accesible, hará que los Z sean más tolerantes, respetuosos y responsables. La tecnología en común entre generaciones es otro aspecto a remarcar. Los dispositivos de los baby boomers (por ejemplo, la máquina de escribir, los teléfonos de disco y la TV blanco y negro) fueron muy diferentes de aquellos con los que experimentaron sus hijos. En cambio, la generación Z crece con las tecnologías con las que sus padres también se sienten cómodos (teléfonos móviles, laptops, videojuegos, redes sociales online, entre otras). El entretenimiento es otro ejemplo. Los padres baby boomers crecieron con una programación de TV limitada, mientras que sus hijos tuvieron acceso a la TV por cable y a cientos de canales para elegir. Los padres boomers tuvieron juegos simples como el pinball y sólo experimentaron los videojuegos a través de los ojos de sus hijos. De estas experiencias compartidas en el entorno familiar se desprende una conclusión
en la que la brecha generacional se acorta cada vez más. Pero no sólo el clan o entorno familiar dejará marcas en la generación Z. También lo harán los diferentes procesos sociales y naturales que deberán atravesar. Aparecen por lo menos dos grandes tendencias: el cada vez más veloz cambio tecnológico y fenómenos sociales y ambientales, como el terrorismo global o las catástrofes naturales, que se generalizaron creando un mundo “menos estable” que hace que la adaptación al cambio se convierte en la norma y ya no en la excepción. La generación Z nació en un mundo inundado de nuevos dispositivos tecnológicos. Nació en la era de Internet. Se los considera muy conectados, ya que por las redes sociales atraviesan países y culturas creando grandes comunidades y colaborando en línea con personas que conocen y que no. Es por eso además que son sumamente habilidosos con los productos online, como exploradores de Internet o redes sociales. Gracias a ese saber tendrán la disponibilidad de ser más eficientes a la hora de trabajar. Los Z serán interpelados por la tecnología en su forma de pensar y así desarrollarán su estructura de pensamiento y análisis. Esta inmediatez que ofrece Internet será una característica esencial de su relación con la sociedad y las organizaciones. El acceso a la información y las relaciones personales, a través de Internet y las redes sociales, son inmediatas. ¿Por qué no los cambios en las organizaciones? Ellos querrán resultados inmediatos. Lo que cambia para estas generaciones es la noción del tiempo vivido. Si otras generaciones trabajaban pensando en el futuro y resignando el presente, la Z (también la Y) vivirá más en el presente. Si los resultados no llegan en el corto plazo en el ámbito laboral, es probable que cambien de trabajo rápidamente. Preparémonos. Esto… recién comienza.ß El autor es socio de HumanBrand, escribió Entre generaciones, no te quedes afuera del futuro