Sin tregua: aún en shock y bajo amenaza, Francia se

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el mundo

| Domingo 11 De enero De 2015

EL MUNDO

Edición de hoy a cargo de Inés Capdevila www.lanacion.com/mundo | @LNmundo | Facebook.com/lanacion [email protected]

Todos contra el terrorismo y por la libertad Líderes del mundo marcharán hoy en París

marine le Pen FrenTe naciOnaL

No participará de la marcha

La líder de la ultraderecha anunció que no asistirá a la movilización por que se siente excluida por Hollande

Participarán de la marcha

François Hollande

nicolas sarkozy

david cameron

anGela merkel

maTTeo renzi

Francia

Francia

reinO UniDO

aLemania

iTaLia

mariano rajoy

eric Holder

serGei lavrov

PeTro PorosHenko

donald Tusk

esPaña

esTaDOs UniDOs

rUsia

Ucrania

cOnsejO eUrOPeO

ATAQUE EN EL CORAZÓN DE EUROPA | un país en guardia

Sin tregua: aún en shock y bajo amenaza, Francia se moviliza para evitar nuevos atentados

El islam moderado teme las represalias Los musulmanes de Francia temen que se los ataque y discrimine

El gobierno no bajó el nivel de alerta y desplegó cientos de policías en los sitios históricos de una París dolorida y preocupada; cerca de 700.000 personas marcharon por varias ciudades del país PARÍS.– Lejos de bajar la guardia tras matar a los jihadistas que desvelaron a millones de franceses durante tres días de espanto y adrenalina, el gobierno de François Hollande confirmó el nivel de alerta máxima ante las nuevas amenazas de Al-Qaeda y reforzó la seguridad de cara a una multitudinaria marcha prevista para hoy en París. Miles de personas no quisieron esperar a hoy y se lanzaron a las calles en manifestaciones espontáneas para demostrar que la nación seguía de pie. El sentimiento de alivio se mezclaba con el dolor y la preocupación entre las autoridades y los manifestantes que colmaban las calles de las ciudades. En la sureña Toulouse, 120.000 personas salieron a rechazar el terrorismo, mientras al norte del país otras 75.000 marchaban en Nantes. Hubo manifestaciones en Burdeos, Lille, Rennes y Marsella, para sumar 700.000 personas unidas simbólicamente en toda Francia. El miércoles, dos atacantes entraron en la redacción de Charlie Hebdo, bajo amenaza islamista por haber publicado las caricaturas de Mahoma, y mataron a 12 personas. Al día siguiente, otro jihadista mató a una policía al sur de París y continuó su matanza anteayer, al asesinar a cuatro rehenes en un supermercado kosher de la capital. El gobierno llamó a los franceses a permanecer vigilantes, y miles de agentes de seguridad trabajaban para evitar nuevos atentados y atrapar a una sospechosa de complicidad con la serie de asesinatos que conmovieron al mundo, aunque, según la información de inteligencia, la mujer podría haberse fugado a Siria. Las fuerzas de seguridad desplegaron cientos de policías para resguardar sitios religiosos y turísticos, y se preparaban para la marcha en la que se mostrará la unidad contra el terrorismo. Dos decenas de jefes de Estado y de gobierno anunciaron su presencia, entre ellos, el primer ministro británico, David Cameron, y la canciller alemana, Angela Merkel. El ministro del Interior de Francia, Bernard Cazeneuve, insistió en que se hará todo lo necesario para garantizar la seguridad en la marcha y pidió “vigilancia extrema”. “Dado el contexto, estamos expuestos a riesgos”, advirtió. El contexto y los riesgos saltaban a la vista, como una herida abierta que no va a cerrar fácilmente

Le Pen: “Yo no soy Charlie” ^b^b^ El fundador y presidente de honor del ultraderechista Frente Nacional (FN), Jean-Marie Le Pen, se desmarcó del mensaje de homenaje a las víctimas del atentado contra el semanario Charlie Hebdo y aseguró: “Yo no soy Charlie”. “No voy a pelear por defender el espíritu de Charlie, que es anarco-trotskista”, indicó el padre de la actual presidenta del FN, Marine Le Pen, quien criticó que su formación no haya sido invitada a la gran manifestación en contra del terrorismo organizada para hoy en París.

ni con los mejores especialistas. Una muestra de la tensión se apreció ayer cuando se creó un perímetro de seguridad en el parque Disneyland, que luego fue levantado. Pero cualquier esquina era un murmullo de inquietudes y un remolino de ansiedad. Había una fuerte presencia policial en la capital francesa, con patrulleros en las zonas más sensibles, incluidos medios de comunicación. Los investigadores se centran en determinar si los atacantes formaban parte de una red extremista más amplia. Cinco personas están bajo custodia en la investigación, entre ellas, familiares de los agresores abatidos anteayer en dos operativos en París, luego de una búsqueda que duró 54 horas y sacó de los cuarteles a 88.000 agentes. La más representativa del lote de sospechosos, sin embargo, sigue prófuga. Se trata de Hayat Boumeddiene, la mujer de Amedy Coulibaly, el jihadista que dejó cuatro muertos en la toma del supermercado kosher del este de París. La policía la considera cómplice y cree que está armada, pero, según circuló ayer, se habría fugado a Siria. Y luego de vanas especulaciones sobre quién ordenó las masacres de tres días irracionales, la rama de Al-Qaeda en la Península Arábiga (AQPA) levantó la mano atribuyéndose el ataque para “vengar el honor” de Mahoma, al que la revista había satirizado en varias ediciones. El grupo terrorista anunció nuevos ataques en Francia si el país no cesa de “combatir” al islam, sus símbolos y a los musulmanes, señaló el portal SITE, especializado en el monitoreo de sitios jihadistas. SITE se basa en un discurso divulgado en video de Harith bin Ghazi al-Nadhari, uno de los principales líderes del grupo. “Algunos de los hijos de Francia faltaron el respeto a los profetas de Alá”, por lo tanto, un grupo de “soldados fieles de Alá” actuaron contra ellos y les enseñaron respeto, señaló el islamista. AQPA es una de las ramas más grandes de la red internacional de Al-Qaeda y Cherif Kouachi, que pasó una temporada entrenándose en Yemen en 2011, declaró antes de morir que actuaba en su nombre. Se confirmó que el ataque fue además para vengar las intervenciones francesas sobre bastiones jihadistas. La cadena francesa RTL difundió una grabación del atacante del supermercado donde arremete contra las campañas militares occidentales contra extremistas en Siria y Mali. Allí describe además al fundador de Al-Qaeda, Osama ben Laden, como una “inspiración”. El balance de los actos terroristas no tiene precedentes en los últimos 50 años y abre interrogantes sobre los dispositivos de seguridad contra estos jihadistas “inspirados”. Y el momento es crítico ante las nuevas amenazas. “Hay una falla, es evidente. Cuando hay 17 muertos, es que se produjeron fallas”, reconoció el primer ministro, Manuel Valls, quien recordó que “cientos de individuos parten hacia Siria o Irak” donde reciben “formación terrorista”. Francia contabilizó por lo menos a 1200 ciudadanos en Siria, entre los que viajaron al lugar, los que regresaron y los que murieron. Al-Qaeda y Estado Islámico habían amenazado a Francia, donde vive la mayor comunidad musulmana de Europa.ß Agencias AFP, AP, EFE y Reuters

Toulouse, que hace unos años fue escenario del terror, marchó contra el extremismo

EFE

Liz Alderman

THE NEW YORK TIMES

PARÍS.– Sin duda, los ataques terroristas de la última semana tuvieron a toda Francia en vilo, pero la sensación de desconfianza, y hasta de acorralamiento, se ha vuelto aún más profunda entre la población de musulmanes franceses –la más grande de Europa–, que parece prepararse para un potencial efecto rebote, tanto político como personal. Desde los ataques del miércoles contra las oficinas del semanario satírico Charlie Hebdo, varias mezquitas a lo largo de Francia recibieron impactos de bala o de pequeños artefactos explosivos. Muchas otras incluso fueron pintadas con grafitis racistas. En Córcega, según informó la policía, colgaron la cabeza de un cerdo en la puerta de un recinto de un lugar de culto. Esos actos llegaron tras las marchas semanales de decenas de miles de personas en Alemania, que manifestaron contra lo que llaman la “islamización” de Europa, así como de un ataque con explosivos a una mezquita en Suecia y las advertencias de funcionarios británicos sobre el auge de la islamofobia. Pero en Francia, el baño de sangre en París y sus alrededores que dejó 17 víctimas fatales –incluso dentro de un supermercado judío– acrecienta la preocupación de que el país llegó a un punto crítico y que podría producirse un enfrentamiento más abierto y potencialmente más violento con las comunidades musulmanas. Hassen Farsadou, presidente de la Unión de Asociaciones Musulmanas de Seine-Saint-Denis, dijo que los ataques terroristas eran “un acto criminal despreciable, que condenamos rotundamente”. “Pero somos los demás los que pagamos las consecuencias. Ahora el problema es ése, y muchos tememos que ése sea el problema en el futuro”, dijo. “La comunidad musulmana está muy atemorizada.” Farsadou dijo que ya había recibido más de mil llamadas de musulmanes, mayoritariamente mujeres, para informar de insultos contra ellos en las calles. Los musulmanes no son los únicos que temen ser blanco de ataques. La nación entera es presa del temor de que cualquier otro delito banal desencadene otra ola de ataques jihadistas. Los barrios judíos de Francia están en alerta máxima tras la toma de rehenes de anteayer en un supermercado kosher. El ataque potenció la sensación de comunidades enfrentadas unas contra otras. La policía dijo que el sospechoso Amedy Coulibaly –asociado a Said y Cherif Kouachi, los atacantes de Charlie Hebdo– declaró que quería defender a los palestinos y matar judíos. “Tengo la impresión de que ésta es una guerra de la jihad contra Occidente, cuyo blanco son los periodistas, la libertad de expresión y los judíos”, dijo al diario Le Monde el presidente del Consejo Representativo de Instituciones Judías de Francia. Entre crecientes sospechas y animosidades, y los pedidos cada vez más insistentes de la derecha francesa de medidas más estrictas contra los radicales musulmanes y los inmigrantes tras los ataques, surge la pregunta de cómo hará Francia para zanjar esa brecha.ß Traducción de Jaime Arrambide