Exterior
Miércoles 30 de mayo de 2007
LA NACION/Página 3
La guerra que no termina: se intensifica la violencia en Bagdad
Secuestran a cinco británicos en el Ministerio de Finanzas iraquí Decenas de insurgentes irrumpieron en la sede del organismo; más bajas de EE.UU. BAGDAD.– En un espectacular operativo comando, hombres armados irrumpieron ayer en el Ministerio de Finanzas de Irak y secuestraron a cinco civiles británicos, mientras dos atentados con coches bomba causaban la muerte de por lo menos 46 personas y el ejército norteamericano anunciaba la baja de 10 soldados en las últimas 48 horas. Varias decenas de hombres con el uniforme de comandos de la policía iraquí irrumpieron en la mañana de ayer en un edificio del Ministerio de Finanzas, fuera de la “zona verde” de Bagdad, donde secuestraron a cinco británicos. Inicialmente, los servicios de seguridad iraquíes habían afirmado que se trataba de cuatro alemanes empleados por ese ministerio, secuestrados “cuando daban cursos de informática”, pero la información no fue confirmada desde Berlín. “Cuarenta vehículos policiales llegaron y tomaron posiciones en torno del edificio. Hombres uniformados irrumpieron en el interior y se apoderaron de los cuatro expertos”, había explicado esa fuente. En Londres, sin embargo, el Foreign Office confirmó que cinco personas
Irán acusó de espías a ciudadanos de EE.UU. Son tres; uno de ellos está detenido TEHERAN.– En una decisión que puede paralizar el tibio acercamiento actual de Teherán y Washington, Irán anunció ayer la detención del ciudadano iraní-estadounidense Kian Taybajsh tras acusarlo de espionaje, y confirmó una acusación similar contra otros dos norteamericanos. Las acusaciones –que podrían conllevar la pena de muerte bajo la ley islámica– se producen un día después de que Irán y Washington realizaran la primera reunión en 28 años con el propósito de poner fin a la violencia en Irak. En esa reunión, la Casa Blanca le pidió a Irán que cesara de financiar a la insurgencia iraquí. Y hace unos días la Casa Blanca había acusado a Irán de haber albergado durante cuatro meses al clérigo radical chiita iraquí Muqtada Al-Sadr, considerado uno de los responsables de la lucha sectaria que sacude actualmente a Irak. El vocero del Poder Judicial, Ali Reza Yamshidi, dijo ayer que Taybajsh, activista en asuntos sociales y planificador urbano, “está detenido en Irán, acusado de perjudicar la seguridad del Estado a través de actividades de información y de espionaH. Esfandiari je para los extranjeros”. El responsable iraní, citado por la agencia IRNA, no facilitó detalles sobre la detención de Taybajsh, aunque según medios de prensa estadounidenses tuvo lugar el 11 de mayo. El vocero también confirmó que el Poder Judicial ha presentado una demanda por acusaciones similares contra Haleh Esfandiari, directora de departamento de Medio Oriente del Centro Internacional de Estudios Woodrow Wilson, en Washington, y contra el periodista Parnaz Asima, de Radio Farda, financiada por Estados Unidos. Ambos tienen la doble nacionalidad iraní-estadounidense. “Esfandiari fue formalmente acusada de poner en peligro la seguridad nacional con propaganda contra el sistema y espionaje para extranjeros”, dijo Yamshidi. La ciudadana iraní-estadounidense, que había viajado a Irán para visitar a su madre, fue detenida el 8 de mayo en Teherán y está siendo interrogada. En cuanto a Asima, no se le permite salir del país y también se cree que esa medida se aplica a Ali Shakeri, otro ciudadano con doble nacionalidad, aunque el vocero judicial negó que hubiera sido arrestado. Según fuentes no oficiales, la detención de Esfandiari tuvo lugar después de que el periódico oficialista Keyhan la acusó de espionaje y de haber cometido acciones contra la república islámica. Irán ha anunciado esta misma semana el desmantelamiento de “varias redes de espionaje” y aseguró que recibían ordenes de los servicios de inteligencia estadounidenses en Irak. Agencias EFE, Reuters y AP
habían sido secuestradas y que todas ellas eran británicas. “Podemos confirmar que un grupo de cinco británicos fue secuestrado en un incidente en el Ministerio de Finanzas, en el centro de Bagdad”, indicó un vocero de la cancillería británica. “Funcionarios de la embajada británica en Bagdad están en contacto urgente con las autoridades iraquíes para establecer los hechos e intentar asegurar una pronta resolución”, agregó. El gobierno británico convocó a una reunión urgente del llamado Comité Cobra, la comisión de crisis que integra a miembros del Poder Ejecutivo, la policía y los servicios secretos de Gran Bretaña, para analizar lo sucedido. Los cinco ciudadanos británicos secuestrados son un experto en Finanzas y sus cuatro guardaespaldas, informó la cadena británica BBC. Los guardaespaldas secuestrados trabajan al parecer para la compañía canadiense GardaWorld, una de las principales empresas de seguridad destacada en Irak que emplea a numerosos ex militares británicos. El secuestro se produce en mo-
mentos en que el gobierno británico se encuentra en plena transición tras el anuncio de la renuncia del primer ministro, Tony Blair, que dimitirá ante la reina el 27 de junio próximo día en que tomará la posta el actual ministro de Economía, Gordon Brown. Blair, cuya imagen se derrumbó por los malos resultados de la guerra, manifestó no sentirse arrepentido de apoyar la invasión a Irak ni de haber derrocado a Saddam Hussein. Sin embargo, Brown, que reconoció que se habían cometido “errores” durante el desarrollo de la guerra, estaría planeando el retiro de los 7100 soldados británicos que se encuentran desplegados en el país árabe, la mayoría en Basora, en el sur del país, para ganar apoyo interno de cara a las elecciones generales de 2009.
Violencia sectaria En este contexto, la violencia sectaria dejó por lo menos 46 muertos en la capital de Irak en dos ataques a un mercado y una mezquita chiita. La detonación de un explosivo en el barrio de Amel, en el oeste de la capital, que alcanzó a una mezquita chiita, causó la muerte de 25 personas y dejó 75 heridos, informó la agencia
de noticias Voces de Irak. El clérigo de la mezquita, el jeque Samir al-Balaghi, que también preside la oficina del líder miliciano Muqtada al-Sadr en Amel, contó que “un camión bomba estalló mientras los fieles abandonaban la mezquita”. En el otro ataque fue detonado un minibús cargado de explosivos en el centro de Bagdad, lo que provocó la muerte de por lo menos 21 civiles y heridas a otros 68.
Hallazgo de cadáveres Además, la policía iraquí encontró en varios lugares de la capital 33 cadáveres con las manos atadas, los ojos vendados y un disparo en la cabeza. Por su parte, el ejército norteamericano anunció ayer la muerte de ocho soldados en dos incidentes separados en la provincia de Diyala: seis murieron tras explosiones registradas cerca de sus vehículos y otros dos tras la caída de un helicóptero. Las bajas norteamericanas en mayo ascienden a 114, el mes más letal para el contingente estadounidense desde noviembre de 2004, cuando fallecieron 137 soldados. Agencias Reuters, DPA y EFE
AP
Cindy Sheehan, abanderada contra la guerra, dejará su lucha
Una madre desilusionada
FORT WORTH (AP).– Cindy Sheehan, la madre de un soldado muerto en Irak que se convirtió en una abanderada contra la guerra luego de acampar durante un mes frente a la finca del presidente George W. Bush, dijo ayer que estaba desilusionada con los demócratas y anunció que abandonará su lucha. “Me he estado preguntando por qué me estoy sacrificando y por qué los demócratas hincaron la rodilla ante Bush’’, dijo Sheehan. El hijo de Sheehan, Casey, murió a los 24 años en una emboscada en Irak. Sheehan inició su movimiento en agosto de 2005, cuando acampó durante 26 días frente a la casa de campo de Bush en Crawford, exigiendo en vano ser recibida por el presidente.
Las acciones de la activista llevaron a muchas mujeres a iniciar un movimiento que girara en torno a la causa de Sheehan, que se convirtió en una bandera contra la guerra de Irak. Sheehan, en lo que definió como una “carta de renuncia’’, escribió en su blog Daily Kos: “Adiós Estados Unidos... no eres el país que amo y me he dado cuenta de que no importa cuánto me sacrifique no puedo convertirte en el país que yo quiero a no ser que tú quieras’’. “Casey murió por un país al que le importa más quién será el próximo American Idol que saber cuántas personas morirán en los próximos meses mientras los demócratas y republicanos juegan a la política con seres humanos’’, escribió.