Información general
Domingo 20 de enero de 2008
LA NACION/Página 17
Operación Estadio 99: uno de los mayores golpes al narcotráfico en el país
Secuestran 1100 kilogramos de cocaína Iban a ser enviados a España; hubo una docena de allanamientos; hay 20 detenidos, entre ellos el ex chofer de Aníbal Gordon Por Hernán Cappiello
Gordon, de delincuente a represor
De la Redacción de LA NACION La primera pista la dieron involuntariamente Joaquín Sabina y Joan Manuel Serrat. Al menos su último concierto en la cancha de Boca Juniors ocurrido el 15 de diciembre último. Pisoteada por decenas de miles de espectadores que cantaban sobre el césped de la Bombonera estaba la clave del mayor cargamento de cocaína secuestrado por la Policía Federal en la última década. Las planchas de plástico para proteger el césped habían sido importadas temporariamente por una empresa que las iba a sacar de país en carritos con doble fondo donde se ocultaban 1100 kilos de cocaína. La operación fracasó. Ayer, en lo que se convirtió en uno de los mayores golpes al narcotráfico en la historia del país, la droga –con un valor en su lugar de destino de casi 50 millones de euros–, fue secuestrada ayer por la Policía Federal en un depósito de Avellaneda y en una quinta de Tortuguitas, en el norte del Gran Buenos Aires. Hay 20 detenidos, y el sindicado como el cabecilla de la banda fue identificado por fuentes policiales como Ernesto Lorenzo, un ex integrante del Batallón 601 de Inteligencia del Ejército y ex chofer del siniestro Aníbal Gordon. Lorenzo, que en las épocas de plomo era conocido con el alias de “Mayor Guzmán”, ahora sólo se hacía llamar “Willy”. No es desconocido el personaje para las autoridades, ya que había sido detenido en 2000 con drogas en una casaquinta de General Rodríguez. También fue detenido un ex comisario de la Policía Federal. En total, ayer se realizaron 13 allanamientos que incluyeron viviendas de esta capital y de la ciudad de Rosario, además de varias localidades bonaerenses. Entre los 20 detenidos hay argentinos, bolivianos y españoles.
Estadio 99 El operativo, realizado por la División Operaciones Federales de la Superintendencia de Drogas Peligrosas de la Policía Federal y el juez federal de Morón Juan Pablo Salas, se llamó “Estadio 99”. Estadio por las placas usadas para el césped de las canchas de fútbol y 99 por una impresión con ese número que tienen los ladrillos de cocaína. Se investiga si la marca es una señal de concentración del estupefaciente o un logotipo con el que los carteles colombianos suelen identificar sus cargas o sus destinatarios. El caso se inició cuando la policía recibió el dato de que la empresa Stadcover importaba en forma transitoria al país algo más que planchas plásticas. Con la ayuda de la Aduana, donde la empresa había sido recientemente registrada, se siguieron los pasos de Stadcover hasta el show de la Bombonera, y se advirtió que los pisos plásticos eran trasladados a un galpón de Avellaneda. En cambio, los carritos que los transportaban fueron llevados a un taller metalúrgico, donde se les hizo un doble fondo. Un scanner móvil permitió detectar que estaban vacíos, pero horas antes del embarque otra revisión descubrió los carritos verdes cargados de droga en un doble fondo. Con esta tecnología, que permite literalmente ver a través de las paredes, se halló la droga. Eran 6 en total, que tenían ladrillos compactados, envueltos con papel de regalo, algunos con el escudo de Racing, otros de Boca Juniors y otros con la leyenda Feliz cumpleaños. Así se dio la orden para allanar.
Lideraba el centro Automotores Orletti
La casa de Tortuguitas donde se encontraba la “cocina” de la cocaína RODRIGO NESPOLO
En el galpón de Avellaneda, de la calle Dean Funes al 200, rodeado de fábricas abandonadas y calles de tierra, se encontraron 700 kilos de droga lista para ser exportada en los carritos hacia España. El sereno de lugar, un ex policía, lloraba esposado al ser detenido allí en una oficina. Simultáneamente se allanó una quinta en Tortuguitas, base del Mayor Guzmán, en Almirante Brown al 3600. Allí se encontraron otros 400 kilos de cocaína compactada, ocultos en 15 bolsas escondidas en el sótano de la vivienda.
La “cocina” Pero, además, se encontraron allí precursores químicos y sustancias de corte, prensas y lámparas de secado, lo que hacen pensar que estaba instalada en ese lugar una “cocina” para preparar la cocaína, o que allí se la acondicionaba, compactaba y envasaba para su despacho al exterior. En el lugar se secuestraron también una pistola ametralladora Ingram calibre 9 mm, con difusor de ruidos, que es una especie de pistola ametralladora de mano, de gran poder de fuego y reducido tamaño. Otros cuatro kilos de cocaína fueron encontrados en Cucha Cucha al 1000, en la Capital, donde se secuestró más armamento, al igual que en los procedimientos efectuados en Rosario. Lorenzo ya había estado preso cuatro años por drogas, peor luego recuperó la libertad. Se hacían al cierre de esta edición procedimientos en España para dar con la banda que debía recibir la droga en Europa. La Aduana informó que “Stadcover de Argentina, es socia de Stadcover Eventos de España, que tendría relación con empresarios de Europa del Este.
Los procedimientos 1100 kg
50 millones de euros
Total de clorhidrato de cocaína secuestrada
En España, el kilogramo de cocaina está valuado en 45 mil euros (el cargamento iba al país ibérico).
13 Total de allanamientos en Capital, provincia de Buenos Aires y Rosario. Veinte son los detenidos.
Escobar
Pilar
Malvinas J. C.
Dónde estaba la droga: Tortuguitas: En el sótano de una casa de campo fueron encontrados 400 kilogramos de clorhidrato de cocaína compactada en 15 bolsas.
Avellaneda: En un domicilio de Avellaneda se encontró 700 kilogramos de clorhidrato de cocaína. Se hallaban ocultos en el interior de las bases de 6 carros metálicos de aproximadamente 3 mts. de lado por 10 cm de espesor.
Tigre
Argentinas
Paz Moreno
Hurlin. Ituzain. Morón
S. Fernando S. Isidro Capital Federal
Merlo Marcos
La Matanza
Paz Ezeiza
Almirante
Florencio
Brown
Varela LA NACION
Solamente la cabeza de los profesionales que tiene la Policía Federal, muy buenos, nos permitió concluir con uno de
los resultados más importantes
La droga iba oculta en el doble fondo de los carritos
El traslado de uno de los detenidos DYN
TELAM
Aníbal Fernández
Un año de investigación (Télam).– El ministro de Justicia y Seguridad, Aníbal Fernández, elogió la tarea del personal de la División Drogas Peligrosas de la Policía Federal y del juez Federal de Morón, Juan Pablo Salas, en la operación Estadio 99. Fernández destacó “la inestimable colaboración de doctor Salas, que ha trabajado con una vocación investigativa fenomenal”. El ministro expresó que “cuando la gente supone que nadie esta abocado a tareas de esta característica, hay mucha gente que está trabajando en muchas cosas y, entre otras, esto que es la investigación de nuestros profesionales en el seguimiento paso por paso de los sucedido”. Para Fernández éste fue “un trabajo de mucha paciencia y mucho cuidado,
porque a veces se hace difícil entre tres personas mantener un secreto, lo que significa que en la investigación de un año no se filtre la información, es prácticamente imposible”. “Solamente la cabeza de los profesionales que tiene la Policia Federal, muy buenos, nos permitió concluir con uno de los resultados más importantes, porque no debe haber muchos más en la Argentina, cuatro o cinco, en todos los años que yo llevo del conocimiento del tema”, destacó el ministro. Fernández agregó: “Nosotros nos quejábamos porque sosteníamos que la ley de droga había fracasado cuando [...] parecía que en la Argentina había que detener al que estaba comprando y no al que estaba vendiendo, que era el que producía el mayor daño”.
La vinculación de Ernesto Lorenzo, ex mayor del Ejército, con Aníbal Gordon, de quien era chofer, es un precedente que no le hará fácil probar su inocencia. El solo nombre asusta. Gordon se hizo conocido por su activa participación en la Triple A, el grupo parapolicial creado por José López Rega en la primera mitad de la década del 70 y, ya durante la última dictadura militar, Gordon fue uno de los represores en el centro clandestino Automotores Orletti. Desde 1968 pertenecía a la SIDE. Aunque sus mayores y más terribles crímenes Gordon los realizó durante la década del 70 y del 80, su trayectoria criminal había empezado mucho antes. Entre 1951 y 1972, estuvo involucrado en procesos de defraudación, robo y atentado a la autoridad. Entre otros hechos, dirigió el asalto a Aníbal Gordon un banco en Bariloche y un robo en una joyería porteña. Por este último caso recibió tres años y medio de prisión pero fue liberado en 1973, cuando se incorporó a la Triple A. Gordon fue responsable de una gran cantidad de delitos de extorsión, secuestros y crímenes políticos. Se le adjudicaron los asesinatos de Silvio Frondizi, Rodolfo Ortega Peña y se lo vinculó con el clan Puccio, responsable de cuatro secuestros en los años 80. El caso más resonante fue en el secuestro del periodista Guillermo Patricio Kelly, ocurrido el 24 de agosto de 1983. Por este delito fue detenido a principios de 1984 en las sierras de Córdoba. En 1986 lo condenaron a 16 años de prisión. Gordon murió en la cárcel, el 13 de septiembre de 1987. Sin embargo, su malicia lo sobrevivió. Varios de sus secuaces continuaron delinquiendo. Por ejemplo, a Honorio Carlos Martínez Ruiz, miembro de la banda que operó Automotores Orletti junto a Gordon, lo procesaron en 2005 por el robo de nueve cajas de seguridad en el Banco Nación.
Policías cuentan los panes de la droga secuestrada en Avellaneda TELAM
Hitos en la lucha contra la droga Si bien el decomiso de los 1100 kilos de cocaína secuestrados ayer a la mañana es el más importante que realiza la Superintendencia de Drogas Peligrosas de la Policía Federal, hay otro aún mayor, que significó un hito en la historia de la lucha contra el narcotráfico en el país. La denominada Operación Strawberry, en mayo de 1997, es hasta el momento el mayor golpe, con más de dos toneladas de cocaína secuestradas de un galpón de la localidad de General Pacheco. El nombre de la operación se debió a que la droga estaba oculta en tambores de pulpa de frutas, que en realidad era moras. El cargamento provenía de Colombia, del Cartel de Cali, y tenía como destino final la ciudad alemana de Hamburgo. En el caso habían trabajado agentes de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) y de las policía bonaerense, y bajo la órbita de la investigación del entonces juez federal Roberto Marquevich. No obstante, este operativo también se llevó el récord de ser uno de los más turbios, ya que se sospechó que la investigación había sido “armada”, lo que derivó en la apertura de una causa a agentes de la SIDE y al juez. Debido a la “maraña de irregularidades” de la investigación, según la palabras de la fiscal del juicio, Alejandra Perroud, se absolvió a los argentinos, colombianos y brasileños detenidos y la causa del juicio político contra Marquevich fue archivada porque no se alcanzaron los dos tercios de los votos necesarios para su destitución. Otro de los grandes operativos se realizó en marzo de 1995, por parte de la SIDE y la policía bonaerense, que secuestraron 1030 kg de cocaína, cuando un avión que traía la droga aterrizó en la pista de Palo Blanco en Catamarca. Se la conoció como Operación Café Blanco. Por otra parte, la Operación Langostino fue el primer gran caso de narcotráfico descubierto en la Argentina. El 12 de julio de 1988, en procedimientos realizados en la Capital y en la provincia de Buenos Aires, la Policía Federal secuestró 585 kilogramos de cocaína de alta pureza que iba a ser embarcada a Estados Unidos.