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espectáculos

| Sábado 24 de enero de 2015

La SEMaNa aL día

Los Oscar los prefieren hombres y blancos

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Secuencia

Fotos REUTERS

cine Natalia Trzenko

Opinión Sebastián Espósito

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U

n desequilibrio que llevará años corregir. cualquiera que sea la frase–¿el eufemismo?– que se utilice para explicar la ausencia de candidatos negros en los oscar y especialmente el desprecio que sufrió la directora de Selma, ava DuVernay, lo cierto es que los premios de la academia tienen una larga historia de polémicas raciales. En una industria como la del cine, afincada en una de las ciudades supuestamente más progresistas de los EE.UU., los oscar siguen siendo manejados por un grupo de varones caucásicos de mediana edad. a pesar de que eligieron a cheryl Boone isaacs como su presidenta (es la primera mujer en ocupar el cargo y, por supuesto, también la primera persona de raza negra en llegar tan alto dentro de la emblemática organización), nada parece haber avanzado demasiado. Muchos hablan de la “fatiga” que podría haberles causado a los integrantes de la academia de artes y ciencias cinematográficas haber premiado el año pasado a lupita nyong’o y a 12 años de esclavitud, pero lo cierto es que este año los veinte nominados en las categorías actorales son blancos y, a pesar de la buena recepción crítica de Selma –relato histórico sobre Martin luther King–, su directora no llegó a ser nominada. Tal vez porque el estudio no se ocupó de acercarles la película a los votantes o quizá porque (como reveló una investigación del diario los angeles Times en 2012) el 94 por ciento de los seis mil votantes de los oscar son blancos y el 77 por ciento son hombres. Se podrá argumentar que el talento no distingue colores, pero, aparentemente, en Hollywood sí cambia las oportunidades laborales. Está claro que debajo de su pátina dorada, la industria del entretenimiento es básicamente blanca.ß

Telenovelas para épocas de ayuno y oración

Los nuevos socios del desierto de Spinetta

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El backstage de GFriend en Seúl El grupo debuta en el K-pop con el álbum Season of Glass ^b^b^ La banda surcoreana pop GFriend presentó esta semana en Seúl su disco Season of Glass. Una multitud de adolescentes esperó por las seis chicas a la salida del espectáculo titulado The Show. ^b^b^ El debut del sexteto se produjo a tan sólo diez días del lanzamiento del simple “Glass Bead”, que a la fecha alcanza más de 500.000 visitas en YouTube.

yer se celebró el primer Día nacional del Músico. la fecha, 23 de enero, obedece al día del nacimiento de luis alberto Spinetta. El artista que nos abandonó sólo en cuerpo el 8 de febrero de 2012 hubiera cumplido 65 años. la iniciativa de contar con un día del músico, además del ya existente Día de la Música, que se celebra en la fecha de su patrona, Santa cecilia (el 22 de noviembre), vino de parte de los mismísimos implicados y fueron ellos quienes eligieron la fecha como homenaje permanente a uno de los creadores más prolíficos que dio el rock argentino, en particular, y la música popular, en general. En lo formal, la ley que designa al 23 de enero Día nacional del Músico fue aprobada en diciembre. Hubo un tiempo, hoy lejano, incluso mucho más lejano de lo que indican los años que han transcurrido, que el seguidor de Spinetta era un fanático incomprendido por el resto del público rockero. Su pasión era tal que hasta el propio Flaco se veía sobrepasado por tanta muestra de cariño y era capaz de detener sus conciertos para “ubicar” a su gente. El público de Spinetta en los 70 y los 80 estaba formado por eximios conocedores de su obra, por estudiantes universitarios y hippies que podían recitar de memoria cada una de sus letras y correr al quiosco a comprar la revista pelo para dar con un nuevo capítulo de la “biblia spinetteana”. porque cada vez que el Flaco recibía a la prensa, dejaba un tendal de declaraciones sobre la literatura, el mundillo musical y la vida sociopolítica argentina que enriquecían al lector que diera con ellas. ayer los músicos lo homenajeron en las plazas y parques del país. Hoy su público somos todos y seguimos creciendo. Gracias totales, luis alberto.ß

El Búho, un espacio de sabiduría que desaparece

televisión Ricardo Marín

teatrO Carlos Pacheco

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l registro de telenovelas en el que se encuadra Las mil y una noches, que actualmente suma rating en cifras de las grandes prácticamente en toda américa latina (incluida, por supuesto, la argentina), nació a partir de la necesidad planteada por las tradiciones islámicas. pero no en Turquía –de donde procede este programa–, sino en Egipto, donde existe, en pleno desierto, cerca de las pirámides una verdadera ciudad, llamada Media city, sede de unos enormes estudios de cine y TV comparables a la cinecittà italiana. allí se producen, desde fines del siglo pasado, un tipo muy específico de series a las que los especialistas de occidente designaron como “culebrones del ramadán”, según consigna el sociólogo y periodista Fréderic Martel en su libro Cultura mainstream. Son historias con la estructura del melodrama occidental, pero que suelen hacer hincapié en los valores que predica el islam. Su éxito se basa en que durante el mes del ramadán las familias rompen el ayuno tras la caída del sol con una gran cena en sus casas, donde también se suelen consumir estos ciclos con fruición. En Marruecos, Túnez, líbano, Siria y palestina se ven tal cual salen de Egipto. En arabia Saudita y los países de la península del Golfo, cortan algunas escenas –las de besos entre los enamorados especialmente– por considerarlas demasiado osadas. Turquía es uno de los países más occidentalizados del mundo islámico y desde hace una década produce sus propios culebrones, algo más aggiornados al gusto europeo y a las aspiraciones de muchos jóvenes de ese país. Desde 2010 iniciaron un abordaje del mercado latinoamericano para vender sus productos. al parecer, es más que eficaz.ß

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n momentos críticos en los que la cultura parecería estar en un segundo plano, nos reunimos con el deseo de hacer nuestro aporte para que ella permanezca en el lugar que toda sociedad merece.” con esta consigna se creó, el 18 de agosto de 2003, la sala El Búho, con la dirección de María Esther Fernández y nathán cusnir. Fue aquélla una jornada memorable porque se abría un nuevo espacio y, también, porque María rosa Gallo y alejandra Boero acompañaban a su amiga Fernández en el momento de concretar un gran sueño. Ubicada en Tacuarí 215, en Monserrat, el teatro acaba de cerrar sus puertas. En un breve comunicado divulgado por sus directores, se aclara: “Si bien la decisión nos excede –porque los dueños del local decidieron vender la propiedad en la que funcionaba el teatro–, estamos felices de poder cerrar un gran ciclo que superó ampliamente nuestras expectativas iniciales. En este sentido, nos vamos satisfechos de haber podido promover, capacitar, desarrollar e investigar en las distintas expresiones culturales”. El Búho mantuvo siempre una programación muy cuidada que combinaba teatro, música, cine, fotografía, y por su escenario pasaron una combinación de artistas con fuerte trayectoria y de jóvenes creadores. Fue, además, un espacio que funcionó como escuela de actuación, donde se capacitaron muchos intérpretes de la mano de la gran actriz María Esther Fernández, una mujer con una profunda sabiduría. Es una pena que un ámbito con estas características desaparezca de la ciudad. Sería bueno enterarnos, en breve, que El Búho retoma su labor en otro edificio.ß