REVISTA ILUSTRADA Dt RtEDUCACION DE DE LA OBRA

o ruedas, e·l Golf, la -equitación, el
4MB Größe 0 Downloads 0 vistas
469

REVISTA ILUSTRADA DE LA OBRA Dt RtEDUCACION DE MENORtS PP. TERCIARIOS CAPUCHINOS Dirección y Admi~i1lración:

Cenlro do

f1fudio1

PsítG·pedagógitOI

Casa Reformatorio del Salvador. AMURRIO [Aiava)



AÑO IV-NUM. 47-DICIEMBRE 1952

quid : bntre las escenas emocionantes de la vída del Padre San Francisco de Asís, llama poderosamente la atención aquella que tuvo lugar al fin de sus dias. Estaba d Santo postrado en su humilde y pobrísíma yacija. ~u profunda humíidad le impulsó a pedír perdón a ~.Jos hermanos que le rodeaban y a quienes creyó haber ofendido durante su vida. Entre los her_manos que le rodeaban hay uno más íntimo, más allegado, con cuya colaboración ha tejido el '·Henzo maravíl!oso de su vida seráfica y ejemplar: su cuerpo que posa ya daudicante y maltrecho. Víéndolo el Santo de tal guisa se díríge a él con estas senciHas palabras: -Perdóname, hermano ,cuerpo, por lo mal que te hz tratado. ¿Reconocimiento de un exceso en el ejercicio de la peníten·da? ¿Arrepentimiento dz una falta cometida en el trato demasíadamente duro~; con su:cuerpo? Recome·nzara su vida y procedería de ídéntíca manera. La santídad lleva en cada momento de la hagiografía el dístintívo de la circunstancia hístóríca en que se desarrolla. También los santos .son hijos de su tíempo y Ias ideas y modos dominantes en el obrar imprimen su impronta en el tejer de fa vida y dan una tóníca a la trayectoría de la mísma. Sólo pensando en el dualismo-y .antagonismo ien el juzgar "-reinante en aquel entonces en el campo de la ascesís-espírítu, materia- adquiere luminosidad y se grava de contenido divino y humano de la vida de los san·tos. Y apesar de esto ahí está San Francísco presentando excusas al hermano cuerpo. Se adivina ,e;n esta actitud suphcaníe dd santo estas preguntas: ¿Es posible que la santifícadón exíja esa dureza de trato con el cuerpo, obra admirable de Dios, compendio de cuantas maravíllas encierra este cosmos maravilloso? ¿Este que un día ha de resucitar coi-pus spirítalc, cuerpo espiritual, ;requiere como condición esz:ncíal e indispensable para tal resurreccíón un trato duro e inhumano? ¿Este cuerpo dignificado y divinizado por el Verbo al asumir en la Escarnación nuestra po~ ·bre naturaleza humana, y, por ende, destinado a participar de la suerte del cuerpo gloríoso de ·Cristo al resucítar glorioso ha de ser tratado como esclavo que intenta levantarse contra su na·tural dueño? ¿Hay que sojuzgarlo y domeñarlo negándole todo cuidado y educación? ¿Es enemigo declarado del alma? ¿No podemos hacer de él un aliado en la obra de nuestra formación espiritual, proo::urando lograr mediante una acertada educación esa síntesis armoniosa, objetívo a que debe ten-der todo esfuerzo formador? Este enjambre de preguntas yotr as muchas que prendidas de eHas se ·vienen a los puntos de la pluma pueden conducir-y de hecho han conducído-a un excesivo -:euíto del cuerpo, que en algunos casos ha degenerado en verdadera idolatría. Humanismo des-

G

1

470 viado, naturalismo exorbítado, nacionalismo nagerado y aún un estudio de la teología de las su justo centro conducen a esta supervaloración de la cultura física co:no m~dio único y uczp=ionat de' engrandecimiento humano. Nec quid nímis, debe ser la norma del humano hacer. Las demasias y los excesos son reprobables. La educación físíca, como la mortífícacíón y la penítencía-dcs elementos pcdetcsísimos de educación deben mantenerse en un justo y prudE.ncia1 medio. Por lo que se refiere a la primera~el exceso en la segunda no es tan frecuente-una vez más el Padre Santo ha dejado oír su voz, fijando las normas a las que deben atenerse los educadores. Con una vísíón exactar en la que se integran en unidad perfecta los elementos humanos-unidad que pierden de vista muchos educadores en su tarea visión en la que se rnantie:ne fírme e inconmovible la jerarquía de valores, hace un estudio cabal de los mismos- cuerpo, alma-y de la perfección de que son susceptibles mediante la educación física. Esta no debe olvídar en su ejucícío cuanto la revelación nos enseña acerca de estos valores. El carácter sagrado del cuerpo del que ni las cien das naturales ni el arte nos dan siquiera ídea; su condícién de habítacíén e íiJstrtn:ento del alrr.a; su elevación al servido inmediato de la mísma con )o que e1 Señor unió en síntEsis aémírzble el mundo espíritual y el material, no sólo con lazo puramente externo, síno larntíén substancial; en la unidad de la humana naturaleza; la dignidad de templo del .Espíritu Santo que el A¡:éstot le confíere (1 Cor., 6, 15, 19, 20); su glorificacíón en el día de la resurrección !1 Cor., 15, 44); la· verdad fundamental y trágica de las dos leyes que pugnan violentamente entre sí para,tencadenar el alma (Rom. 7, 23). La primada de ésta en el compuest_o que es el hombre, de Ja que, en última instancia, dimana el máximo poder plástíco y formativo, ya que es ella el factor determinante y definitivo de toda operación externa, y, por tanto de los ritmos armónicos de los mí(mbros en la gimnasia y de los movimientos ágiles y calculados en los fuegos; d recto criterio de la estirnadén de Jos valores de suerte que no se aprecie más a quim posee músculos n:ás ágiles y fuertes, sír,o a quien demuestre también mayor capacidad de someterlos al imperio del es¡:írítu; el en:plazan:íento justo de la educación física en la vída no elevándola a objetívo supremo de la misma ya que la grandeza primaria del hombre la forman aspíradones, tendencias y dotes mucho más elevadas, la consideradón de que el aforísmo antiguo •Mens sana incorpore sano• no eH mina otros valores de más subidos quílates ya que la historia nos d~muestra que cuer¡:os e.nfetmos y Ínutitados albergan a veces almas sanas, grandes y basta geniales y beróícas; que la t:nfermedad resi~naóa y pacientemente sufrida es un factor de nobleza espiritual que supera y trasciende a cuantas pUedan derivarse de 1a educación físíca y del deporté. Ahí están las normas claras y ac trtadí.símas que t1 Padre Santo ba ído de.sgrar:ando ~uave y paternalmente en e1 díscurso que ha pronunciado ante los ccm¡;:c-nentes del Congreso Nacional Italiano de deporte y educación física. Toéas las ccmptndía ccn:.o retrate en las ¡;:aíabras del Señor al joven rico: ~Sí quieres entrar kn la vida guarda los mandamientos• (Mat. 19, 17-20). Los mandamientos divinos son la salvaguarda de la vida pcpia y ajena, de la salud propia y de los demás. Con su observancia la eduCación física se convierte en una a.scesís de virtudes bun:anas y cristianas, porque el deporte ejercido a Ja luz dd dHálcgo (ntnña uta cantidad de al:mgacíón y renuncia, de sacrífícíos y abstinencias que sólo los verdaderos atletas católícos pueden ilevar a la práctica. El deporte y educacíón física así ejercitados respetan cuidadosamente d contenido religioso y moral que deben poseer. Y solamente así encuadrarán en la vída del hombre como elemento de equílíbrío, de armenia y de perfección y como pod~rosa ayuda en el curnplími(nto de todos sus deberes. re1ldd~; tun:1H j~:;?llB:b d~

!

471

NORMAS MORALU Y ~DUC.tdiVAS RESPHTO A LAS ACTIVIDADES D~PORTIVAS V GIMNASTICAS Su Santidad Pío XII, en el discurso dirigido a los miembros del Congreso Científico Nacional Italiano del Deporte y de la Educación Física, ha dicho, entre otras cosas, lo siguiente:

Los fines del deporta y de la gimnástica

«Aquí, como en otros casos, para llegar a claras y seguras dcduccwnes, debe establecerse como fundam::.nto pnnop1o siguiente: todo aquello que snve a la consecución ele un fm determmado debe s:1car Ia regla y la medida del mismo fin. Ahora b1en, el deporte y la gimnástica tienen como fín próximo la educación, el desarrollo y el fortalecimiento del cuerpo desde el punto de vista tanto estático e o m o dinámico; como fm remoto, la utillzación, por parte del alma, del mismo cuerpo para el desarrollo de la vida intenor o exterior ele la propia persona; ~omo fin todavía más alto, el contnbuír a su perfección; y por último, como fín supremo del hombre en general y común a toda forma de actividad humana, al acercar el hombre a DIOS)),

«Establecidas así las finalidades del deporte y de la gimnástica, se siaue como consecuencia que en ellos b se debe aprobar todo aquello que ayuda a la consecución ele estos fines ·naturalmente en el lugar que a cacla uno le conviene; sin embargo se ha de rechazar cuanto no conduce a estos fmes o aparta de ellos o sale fuera del lugar asignado a ,_.ada uno de los IDlSffiOS )) . El cuerpo no ocupa en el hombre el primer puesto ((La sana doctnna ensefia a res-

petar -el cuerpo, pero no a estlmarlo más de lo justo. La máxima c_s esta: cuidado del cuerpo, fortalecmucnto del cuerpo, sí; culto de l cuerpo, dlvi-mzación del cuerpo, no; como tampoco diVimZ>. (arttc. } I Reg.). Péro además : ¿hemos de ftjarnos tan _so! o en los hechos realizados, que motivaron la apertura del expediente? ¿No -es más prudente «abrír una investigación de los antecedentes del menor, de la Situación memoral, social y económica de ]a familla, de las condiciones en que e] menor ha sido educado y del medio en que haya dcsarroliado y desarroll-e su vida ele relación? » ( artículo 66 Reg.). En España juzgamos -el hecho, pero junto con el a[ sujeto: que la personalidad de éste es factor esencial en las clillgenclas, para poder darse cuenta de la categoría de reforma a emplear con el mtsmo. Rcfonna, sujeta a reqmsitos adecuados, que la técnica por un l.ado y la atracción cariüosa por otro 1 pondrán en íuego para consegmr los objetivos ·apetecidos. ~-I!ts de una vez tuvimos en nuestro Tribunal casos parecldos at que comentamos: un chico que enredando con una escopeta de caza, causó Ja muerte a su madre. I< ué grave y tnstc el sucedido. Pero e[ menor era un buen lujo de familia, con una conducta soCta! y rehg10sa excelente. \' voLvió a SU' casa, después de escuchar> compungido, una .afectuosa amonestacicSn. Las palabras dirigidas par.a consegtnr en el muchacho m.?~yor prudencu:t y reflexión pa.ra sus actos, ·estlmamos tuvwron más valor y \Chcaoa más í1rmc, que unos cuantos días de castigo en el. correcciOnal. Y además fueron acopladas al. régimen ele tutela de nuestros Orgamsmos. \' ele! contraste, la conclusión es clara : nosotros somos mejores.

los ·1 ribunalcs csp, Et capitán me dió el cargo d¿ meter en [a «cabaña» a los que él me des.igna:-a. ¿No t'C parece, lector, que e1 mé·:odo de la fuerza por ellos empleado, era poco convincente para lo que tratababan de hacer: engrosar Ja:, filas de la banda? Asi lo juzgué yo. Bajo promesas. de pasarlo bien, de tntatse de una cofa il:tcresante, introduje un.os cuantos. Ura vez dent:-o, dios se encargaron, con ia am,2naza del suplido, dz hacerles jurar :o mt:;mo que a mí. Pero no todos fueron, gradas a Dios, tan cobardes como yo. Hubo u10 que Jo contó todo al señor Maestro. No sabemos si éste dtdó de la efi
Yo había parado de tocar y, vuelto de espaldas al piano, hablaba con el chico nücntras calcu1aha el tiempo que tardarían cuatro muchachos -en barrer aquel espacioso salón. ---Bueno; me marcho y os dejo que hagáis la limpieza tranquilo$. --No se vaya todav.ía, Padre. Los otros vendrán con d Fray y aún tardarán un Tatito. ¿Por qué no toca una pieza bonita para que vea yo cómo toca?

9

478 -¡Vaya con eL melómano! ¿Qué quie¡-es qu-e toque ? -¿-Sabe, usted,
hasta la. edad adufta. Durante esta edad, la más interesante desde nuestro punto de vista de neducación de la juventud, aquél escoje para st.ts trabajos o para su diversión, por i':lstinto, ejercidos en los que sea necesatio empfear la fuerza o la destreza y se entrega a el!os , En dla se hacen más resistentes ]as vísceras, especialment
MATERIAL DEL T. A. T. Está t-€pNs-enta~o p8r la.:; lám~·.1as foto-·
LAMINAS

l.

DE

r.,\ PRIMERA

Un n'ño contempla

SER!E:

concentra~amen­

te un viol-ín. ~~ CUCJ.l ín.st:-umcnto c::tá, con

su arco. sobre la me~a en la que el n:ño' rnant!.cn2 su cahez.a apoyada en las m·.lnos. 2. Una joven con do:; rb·os en la mano de-e·_-hil ocupa e! p1·imcr p:ano. y detrás, s:rv!endo de fonJo. un ho:nbre con el ·~o-so desnudo gob:ema una tierra¡ a la derecha ut1e. mujer le con~empla :Eerenamcn::e. 3. BM (n:ños y va:-ones a.du'·o-) Un homb;e ca.í':b a medias apova su c y pen-"amientos de lo3 p:.-otagonistas reprcE.en.a los; d) cumplir aparentemente sin dar a conocer sus verdade:os sent:m·entos r·:specto a lo re?resentado en k (Livel b), ni merl:.ante acc:o:l~S (nivei a). b) Capa med:a: aquero que puede ~er OJ:-_f .·sa ·a en c:.:-cunst.lnc a.> prop cías (nivel b) u cbjct:vat:as en a.:ciones (nivel a). e) Capa extr:rior: lo que se proyecta •en i_:eas, ac~ua:::ones (nivel b), o id~s cxte::::or:zadas (nivel a). 7) Los cua~l:::os del T. A. T., por lo -.común, repre.:e:l~an el nivel b (cnpa inte:·ior o me.lia), de la p::ro ~a idad larvada. y 1:0 del nil•el a (_·a na e:ce -ior). P:dos C'l la sesión segunda t:c~len que ver más con la c.:z.p.t interior y los comp:ejos simbólicos. b) Lo t:o ¡-epr:mi:!o por imp2ra:::i-.:ru socia'cs se man.f es-a abie:·ta o 1-arvadamer,tc (capas bte;·ior y cxtcr.or). 10) Pue:1e w:eder que e~ ~exo del exam:na'o:- hf uya en Jas des,r;pdones del exami nado. 11) La s:wación actual del sujeto también infuy-e en su t:·abajo imaginativo a cama de las representaciones dominan-

2i

f4

f5

tes en un momento dado (constelacionesafectivas causadas po:: el estado de salud, p:-eo-:·upaciones fJ.miliares, desajustesen el t:·abajo, háb:tos tóxicos, etc.).

12)

f6

17

BM)

17 GF

ANALts:s

Ps:co.o.NAL:Trco.

Para Mu-

rray la gran impor~awb del T. A. T. está basa::a en la p~op:ed>, Facultad de Medicina, La G1mnástíca, Produción Clllem de dpo-tes, de n::plnrMfnH'· pe-a cu:tíva:· la música. para r-.::pr~fcnt:n· en e] tos Cfobs mucs~:a1. su a:tivi.!a-:l al cx~·er:or y así k:s Ltbo'Lt ·s ju ·_ra1. co.1 ot.os -t-:qu·;~o; c-:1 ds ·hta.> b:a·i_~a.1-es: lo:> que rcpr:::::C-:l~an fun :o e-; de t-e .tn lo ha :
defindvamente RuissefeCe a los inf:-ac" to:-es flamencos, a exc.epc:ón de los Difíciles que pasa:on a o'::ro establecimiento, el de Moll-Vil:e y se re~ervó St. Hubert a los men.o:-es wa~on.es, con lo que quedó resuelto el problema de la duplicidad de lenguas. Apa:te del comentario que· antes hicimos, hemos· de añadir respecto al estab~e­ cimiento de Saint Hubc:t, que los 160 meno:-es que aioja, se hallan divididos en nueve· Secciones, que forman tres irupos de N:ños, Adolescen::-es y Jóver:es, subdivididos en otros tres según su comportamiento, en cua-nto a Niños y Adolesce1,-. Fcr. Zeir, con el P. knmos.

m:lia:" que los co:·10C"ió mi p~d:-c cuando .ocupabl no ha estado en d Saltiiio desde que C'1 tna plácida noche ve:aniega se Te ocurrió Jo d:c R•{.mores. Ahora en c1 Abra, con el tcmpo:·a·lazo reinante, .s.o se puede hablar de rumores. De tn1enos para arriba. Pero, en fín, cmnplicndo lo mandado voy a rMmore~", directnccs del Caudillo, que tanto se preocupa por el amparo de los menores. Los señore-s Hmojosa y Rubio cheron las grac1ás al mimstro por sus palabras> y el tuw,.·o presidente del Consejo Supcnor de Protección de :rvienores dijo que pondría toda su buena vohu1tad y su empcflo en el s-ervicio de esta Obra de Protección de Menores, por la que :nemprc ha sentido una predilección espccl.aL ( Cl[ra).

donados... que la Sma. Viog-e:-t h '::ercede, po:- aquellas huérfa~;as cuya !lh'dre vive ... Por o·.ra p'lrte la Hermana de; ho.'p:tal, con más conocimien~o de causa, de..:ía que la desg:-aciada moría bien. To3o esto es de;to. pero nada de el1o impide que podamos excl y p:::-op:c::c.río de un cstabl-eomiento ¿e com~st¡bl-es, P.c,nctcaron C'1 d:icho e::;tab.eClmicnto tres muchachos de diec1vcho, die~ ctslCtc y chccises años respectiva:nc:1tc, loS CL1ales nl ser sorprendidos por e! dueño, la empr-endieron u botellazos con éste, qui.en resultó muerto como consecuencia

LEoN.·--Se autoriz!l e: j-!n¡cionam:·ento del T1·ibuna: ae }¡f.e¡¡ores. León era una de las pocas prov:ncias · españoia& en la,; que no func:on;:ba todavía el Tribunal de ?vlcno~es. Hve pocas s-ema;:as ha apa:·ecido ur:.a or~ic"1 en o BoJ.c-dn Oficial uuto:--1zando d fu:1cionam;ento del dicho T:·Jbu;-:al que tendrá a su rargo ].a tu~cla y pro::ccción de :o:; menores de 16 años de León y su pro,,incia,

52

521. :SEooviA.-Don Tomás García y García Ca!:t"ños, pre~1dente de~ Tribuna! Tute!.ar ae Menores d:: Segovia.-

la provincia de Cáceres, e[ día 16 de octubre de 1952.

ToLEDO.-lnauguractón de !a sa de Ob.sejo de Ja S:emens, Y C0".1Sejero de otregaJa dd P:-o~eso. Y se ofrcc:ó para todo lo que fuc~a ne;.:.es-n:o en b'en. d.e:l mismo. Nos :-ecor:'ó cómo él habi.a conoc:do Y t~·atado al Siervo ác Dios y, realment-e, creía que era un sa~1::o. El día 24 del mismo mes v. S. el Papa. a petición d-e la Postu1ació:l, se dignó d1.::sig:Hlr como C.lrd-enal Ponente d'Zrtura" del cof:e qu-e con~ie:1e lo.> documentos del P-:_-o:::eso Idonn~dvo de Bcatificació~l y Canon·zación d-el s;e~·vo de Dios, P. Lu:a Amigó. Po::- su par~e. nuestro R vdmo. P. Postu'a -'o:· G-eneral en Roma, P. R~rnard:no de Stra propaganda, para que otros conozcan a1 P. Luis, se encomienden a él y ayuden, a su vez.

(Continúa al finr