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Pedro especifica el fundamento de la doctrina. Lucas expone a Teófilo que los primeros cristianos perseveraban en la doctrina; aspecto que inquietará en el ...
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PEDRO Y LA SANA DOCTRINA Hechos 2:14-39 Por Erisbel R. Castañeda Pérez Usado con permiso Pedro especifica el fundamento de la doctrina. Lucas expone a Teófilo que los primeros cristianos perseveraban en la doctrina; aspecto que inquietará en el presente a quienes desean vivir esa verdad. ¿Qué entendemos hoy lo que significa, “perseveraban en la doctrina”? Pedro, en su primer discurso, proclama a oídos de sus oyentes lo que estaba sucediendo en ese momento en Jerusalén. Un acontecimiento retumbó los alrededores de la distante y desolada ciudad de David; “Jesús Nazareno, a quien ustedes crucificaron es Señor y salvador”. Por consiguiente, parece ser que lo que Pedro está diciendo aquí es el camino a seguir. En tanto que algunos nos proponen un poder alternativo o una significativa opinión pública. El apóstol nos hace saber la verdad sustancial del evangelio; el cual presenta, al igual que Pablo, a Jesucristo y a éste crucificado.1 Por el determinado consejo de Dios, el hombre cumple el plan de Dios; motivo por lo que la iglesia primitiva nos presenta la consumación del propósito divino revelándonos la persona del Hijo de Dios como Señor y Cristo. El evangelio se manifiesta en la revelación de Jesucristo como salvador y Señor.2 En tanto que el hombre posea otro salvador su vida no hallará la paz de Dios. El hombre busca salvarse a sí mismo a través de diferentes salvadores, los cuales sólo ofertan una oportunidad temporal distante de la verdad del Creador del universo. La persona que busca su salvación en un camino alternativo, sin Cristo, ha establecido para su vida los ídolos que le separan de la salvación. Por consiguiente, todo cuanto se interponga en la adoración a Dios, sea o no dentro de la cosmovisión cristiana, se ha convertido en algo que nos separa de la salvación de Jesucristo.3 Manifestación del Espíritu Santo. Hasta aquel día, quienes conocían de la venida del Mesías, no estaban al corriente de lo que podía significar una manifestación de Dios en la gracia de su Espíritu. A no ser a través de la profecía en que Joel anunciaba como evento futuro.4 Los testigos oculares el día del pentecostés hicieron comparaciones ilógicas a las señales que presenciaban. Éstos fueron exhortados, a través de Pedro por medio de su discurso, a recibir como privilegio la visitación de Dios a su pueblo. Instituyendo como permanencia la presencia divina. Uno de los aspectos que hace referencia las Escrituras en el papel pedagógico de la iglesia es la realidad donde sus pertenecientes no tendrán necesidad de ser enseñados por sus hermanos porque cada uno recibirá como bendición la dirección de Dios. Por consiguiente, la enseñanza de la iglesia relaciona el papel protagónico del Espíritu de Dios. El Espíritu Santo toma el fundamento doctrinal de Jesucristo para manifestarlo como revelación al perdido pecador. Lo que es de interés doctrinal a Jesucristo es objetivo pedagógico de su Espíritu Santo porque tomará de Jesús para darlo a conocer.5 El principio didáctico del Espíritu de Dios nos manifiesta el estilo del Nazareno reproduciéndose en la vida de sus seguidores. La verdad de que el Espíritu Santo revela, manifiesta, y educa a través de la doctrina de Cristo compromete al educador cristiano a enseñar la verdad de las Escrituras reveladas para salvación. El fundamento del mensaje bíblico se revela en la muerte y la resurrección de Jesucristo, tema presentado por el apóstol Pablo como la razón básica de su anhelo misionero. Según su exposición en las epístolas, nada era motivo para detener su empresa misionera. Jesús no sólo ha sufrido por restaurar a su pueblo, sino que ha resucitado presentándose con múltiples pruebas irrefutables.6 Así aportó a la historia humana el proyecto divino por el cual Dios brinda al irredento el camino de regreso a casa.7

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1 Corintios 2:2. Hechos de los apóstoles 2:21. 3 Rainer, Dr. Thom 5. / Geiger, Dr Eric. Iglesia simple. 79: Contacto, www.ericgeiger.com. 4 Hechos de los apóstoles 2:16-17. 5 Juan 16:13. 6 Hechos de los apóstoles 1:3. 7 Hechos de los apóstoles 4:12. 2

La muerte y la resurrección de Jesucristo desafían la mente humana a una expresión de arrepentimiento y entrega. En tanto que el hombre busca múltiples maneras de salvarse a sí mismo, Dios le salva por medio de la fe que la mente no puede procesar. Por consiguiente, el periodo que conocemos como La Ilustración8 llevó a una desenfrenada búsqueda de la lógica humana. Ahora hace que el hombre nuevamente se interrogue a sí mismo sobre sus posibles soluciones para la vida. En cambio, la profecía cumplida en Jesucristo sigue salvando la humanidad para llevarle de regreso a su Creador. El cristianismo, más que una cosmovisión personal, podríamos interpretarlo como una expresión de arrepentimiento hacia el pecado y una entrega incondicional a Dios. Jesús, en su muerte y resurrección, fundó un nuevo evento para la vida del ser humano. La gente esperaba la solución mesiánica como sucesos naturales a favor de los esperanzados. Sin embrago, la propuesta divina ofreció como respuesta la solución al hombre desde la perspectiva espiritual, emocional y física para su vida. Más que a resultados personales, Dios nos motiva a la fe y el arrepentimiento. En su primer discurso Pedro comunicó a sus oyentes que el hombre no puede vivir la fe de Jesucristo desde sus expectativas. La gente necesita entender a Dios, pero sólo podrá interpretarle de la forma en que él se quiera revelar. Por consiguiente, esa es la realidad que nos manifiesta la persona de Jesucristo, siendo en esencia la misión de la iglesia. Este escrito es una contribución del grupo de autores evangélicos cubanos denominado “Pluma Evangélica”. Tiene su sede en Jatibonico, Sancti Spíritus, Cuba. ObreroFiel.com – Se permite reproducir este material siempre y cuando no se venda.

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Periodo que llevó al hombre a rebelarse contra Dios y todo lo que significaba obediencia, donde pronunciaba la razón sobre la fe, la búsqueda del destino humano, y el desarrollo de la ciencia.