Espectáculos
Página 12/Sección 4/LA NACION
Variedades BONO PROTESTA
Concierto contra el G-8 ■ ROSTOCK (Alemania).– Simultáneamente con la cumbre del G-8 en el balneario alemán de Heiligendamm, estrellas como el cantante Bono, de U2, darán un concierto contra la pobreza el 7 de junio en la ciudad de Rostock. La iniciativa Tu Voz contra la Pobreza confirmó ayer en Berlín que sobre el escenario estarán también los alemanes Herbert Grnemeyer, Die Toten Hosen y Die Fantastischen Vier, entre otros. Los organizadores esperan la asistencia de miles de personas tanto al concierto como a una reunión contra la pobreza y a favor de una mayor implicación de los países industrializados en el desarrollo de los desfavorecidos. “Me perdí Woodstock, pero no me perderé Rostock. Si los jefes del G-8 creen que pueden ignorar esta campaña, cometen un grave error”, manifestó Bono. El escenario estará también abierto a músicos y oradores de ocho países en vías de desarrollo, que como P8 (Poor 8, ‘los 8 pobres’) representarán a los países más pobres del mundo. Los jefes de Estado y de gobierno del G-8 (los siete países más industrializados, más Rusia) se reunirán del 6 al 8 de junio en Heiligendamm. BARITONO
Murió el cantante Bruno Tomaselli ■ El último jueves falleció el cantante Bruno Tomaselli, artista del Teatro Colón, que actuó
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Matices de una celebración intensa Muy bueno
✩✩✩✩ Presentación de Jaime Roos. Con Hugo Fattoruso en teclados y acordeón, Gustavo Montemurro en teclados, Walter Haedo en percusión, Andrés Ibarburu en bajo, Nicolás Ibarburu en guitarra, Martín Ibarburu en batería, Freddy Bessio en canto y percusión, y Ney Peraza, Alvaro Fontes, Pedro Takorian y Emiliano Muñoz en canto, y Jaime Roos en voz y guitarra. El viernes, en el Luna Park.
“¡Qué bandurria!”, exclama con entusiasmo Jaime Roos y no se refiere a ese instrumento de cuerda sino al seleccionado de músicos que lo acompaña. La banda Contraseña está zapando y el jefe muestra una sonrisa amplia. Perfeccionista como pocos, se permite aflojarse y disfrutar. El concierto ya entró en su tramo final y nada cambiará el clima festivo que se respira en el Luna Park. La presentación de Fuera de ambiente, el primer álbum de canciones nuevas de Roos en una década, sirvió de pretexto para que el músico uruguayo se reencontrara con el público porteño. Y ese clima de celebración que se estableció no bien los músicos arremetieron con “Siga el baile”, eslabón inicial de una treintena de canciones, se mantuvo durante las más de dos horas que duró el concierto. “Yo soy hijo de Catalina y de ella vienen mis pies”, canta Jaime y emociona. Dedicada a su madre, “Catalina” es uno de los flamantes estrenos y, claro está, aunque la gente no la tenga incorporada, como sí sucede con los
FACUNDO BASAVILBASO
Jaime Roos, voz, guitarra y conducción de un seleccionado de notables músicos
clásicos, acompaña con una atención profunda. El jefe sabe cómo generar climas y como intercalar las canciones recientes con las inevitables. Sabe que todos esos corazones que fueron a verlo viven del amor al arte y al momento de cantarlo en otro de los estrenos de anteanoche, sorprende a un público tan receptivo como agradecido por la entrega. Precisos, pero desacartonados;
virtuosos, pero atentos al todo, cada uno de los integrantes de la banda que acompaña a Roos conoce al detalle su función. Pero como buen DT, el estratega deja espacio suficiente para que sus dirigidos se distingan. Así, el invitado de lujo, Hugo Fattoruso, reparte juego desde su teclado y su acordeón a piano; los hermanos Ibarburu demuestran que ya dejaron de ser una promesa de las divisiones
inferiores para convertirse en el corazón del equipo; el tecladista Montemurro acompaña con solvencia y sobriedad, y la percusión del “Negro” Haedo (“Candombe cinco estrellas”, arremete Jaime) es toda belleza, como diría el “Bambino” Veira. Las voces de Los Mareados, la agrupación vocal que secunda a Roos, se lucen a la hora de la murga y sólo el excesivo sonido de los agudos produce aislados pasajes
Vetamadre
El cuarteto presenta su disco Vientre
en un sinnúmero de importantes papeles junto a intérpretes de relieve internacional y destacadas voces argentinas. Bruno Tomaselli realizó su debut en el Colón en 1965, como el Barón Douphol, en La traviata de Giuseppe Verdi, junto a Anna Moffo, Carlos Cossutta y Gabriel Bacquier. En las siguientes temporadas cantó Silvio de I pagliacci junto a Corneil MacNeil y Jon Vickers en 1968, Marcello de La bohème, Scarpia en Tosca y Ford en Falstaff, entre otros tantos personajes. También se distinguió en las partes de carácter, sobre todo en las de vena cómica, como las que desempeñó en la Opera de Cámara del Teatro Colón. Mañana, a las 14, el programa de radio del Colón, que se emite en Radio Nacional Clásica (FM 97.3), evocará a Tomaselli con la difusión de una de sus tantas memorables actuaciones en el teatro.
Si para una banda el estreno en público de su nueva creación es un acontecimiento especial, para Vetamadre presentar en sociedad sus flamantes canciones es un acto de fe. “Ahora es el momento”, cantan en “Vientre”, el tema que da título al disco y que inicia el recorrido de trece canciones y un concepto que es éste, su cuarto disco, el más luminoso de su discografía. “Vientre es el disco que hubiese querido para empezar”, confiesa Julio Breshnev (ex Cosméticos), voz, guitarra y composición del cuarteto que completan Coca Monte en bajo, Martín Dejean en sintetizadores y Federico Colella en batería. Claro que el cantante enseguida se repliega y entiende que el nuevo álbum es el resultado de un trabajo que ya lleva diez años, siempre en la banquina de las modas y las tendencias de turno. Habitualmente emparentados con una línea estética que involucra a Pink Floyd con Radiohead, los Vetamadre logran en Vientre cristalizar un concepto y dar forma a un conjunto de canciones simples y personales. En la trilogía inicial de la banda primaba el encierro y la opresión; aquí, en cambio, la luz se divisa a mitad del camino. “Creo que lo del vientre tiene mucho que ver con salir –cuenta Breshnev–. Desde el arte de tapa (una mano que sale a la superfi-
cie) hasta el título, todo tiene que ver con nuestra necesidad de abrirnos un poco más al mundo. Y me parece que fue algo que nos sucedió a los cuatro por separado. Durante todo el período de gestación de Vientre pasamos por situaciones personales difíciles y embarazosas. ¡Y no es chiste! Eso llevó a que conversáramos bastante acerca de relacionarnos mejor con el exterior. –Este álbum es el resultado de la madurez de la banda, aunque no sea un término muy amigo del rock. Breshnev: –A nadie le gusta hablar de madurez, y menos a un rockero. Colella: –Paradójicamente, nosotros siempre hablamos de madurez y siempre encontramos un porqué para todo. Nosotros tuvimos que atravesar este camino para llegar a la actualidad. La madurez es sinónimo de aprendizaje; aprender es evolucionar, y evolucionar es crecer, y en eso estamos. Breshnev: –Como banda coincidimos después de que cada uno tuvo otras experiencias, incluso hubo un Vetamadre anterior. Cuando arrancamos, la idea tácita era ir moldeando el sonido, darle un buen tiempo al proyecto. Los cuatro en el fondo sabemos que tenemos muchísimas ganas de seguir amasando el hecho artístico y confesarlo, no adherir a la historia del rockero argentino que dice que
de cierta incomodidad. Sin embargo, a nadie le importa cuando el “Zurdo” Bessio canta “Brindis por Pierrot”: de sus cuerdas saldrá una interpretación tan sentida como deslumbrante, y si un puñado de tímpanos tiene que inmolarse, bueno, sabrá que lo hizo por una causa noble. “El mundo fue y será una maravilla, ya lo sé”, canta Jaime en ese “Cambalache” al revés que es “Viviendo”, una de las viejas canciones que el cantante rescató para la ocasión. Detrás, como telón de fondo, se suceden las imágenes de la obra del constructivista uruguayo Joaquín Torres García. El pintor dio vuelta el mapa de América para que nuestro norte fuera el Sur, y ésa es una de las ideas que surcará, casi imperceptiblemente, las más de dos horas de concierto. Del optimismo de “Viviendo” hasta la nostalgia de “Tema del hombre solo” (“basta de pasado, de futuro y de presente / Futuro es muerte, pasado gente”); de ese canto a la amistad incondicional que es “Postales para Mario” hasta la pintura rioplatense de “Cuando juega Uruguay”, el jefe y su gente irán mostrando cada una de las piezas del entramado sentimental. Así es como “Los olímpicos”, “Cometa de la farola” y “Adiós, juventud”, tres de los inevitables, despertarán las fibras más íntimas de los que están de uno y otro lado del escenario. “Amor profundo es lo que siento al cantar”, entonará Roos en la despedida definitiva, y nos recordará su secreto más íntimo.
Sebastián Espósito
Un tablista importado de Paquistán
La luz, a mitad de un extenso recorrido Bruno Tomaselli
Domingo 29 de abril de 2007
Badal Roy se presentará hoy Dejean, Breshnev, Colella y Monte, los nombres ocultos tras el
PARA AGENDAR
■ Vetamadre Presentación de Vientre, cuarto disco del grupo. La Trastienda Club Balcarce 460. Hoy, a las 20. Entradas, de 20 a 35 pesos.
cualquiera puede subir a un escenario. Lo nuestro es arte. –La gráfica es fundamental en Vetamadre y las tapas de sus discos establecen una línea estética. Breshnev: –Yo estudié diseño, ilustración, y siempre me gustó el arte gráfico. Si tenés un concepto, la gráfica lo refuerza, y como Vetamadre letrísticamente
tiene un concepto profundo, las imágenes aparecen solas. “Atilio”, tema del primer disco (Ruido del mundo), habla del ser humano sensible que pulula por el mundo. En el segundo, Libérenme, este personaje aparece con la cabeza tachada en medio de una autopista. Luego se fue trazando una historia medio mística y en Veratravés aparece mutado, como si fuera un alienígena, y yendo con la cabeza en alto, en dirección opuesta a los demás. Incluso cambió de color porque absorbió su cruz. En Vientre regresa, porque esa mano, que es humana, tiene una manga roja rota que se relaciona con este tipo, este Atilio que para salir al mundo rompe su caparazón y encuentra, dentro de él, un cuerpo humano. –Entonces se viene Atilio, la ópera rock. Breshnev: –Como Tommy, pero bien criollo. Por ahora, le conseguimos un papel en el próximo video. Atilio sale del subterráneo, abandona la ciudad y se va para el campo, que es también un deseo postergado de abandonar la urbe, algo así como nuestro “lado B”.
El tablista paquistaní Badal Roy, músico que tocó con Miles Davis y John McLaughlin , se presentará esta noche, a las 20.30, en Vaca Profana, Lavalle 3686. Roy llegó a los Estados Unidos para seguir con sus estudios de música. “Trabajaba junto con un sitarista en un restaurante del Greenwich Village cuando entró una persona que resultó ser McLaughlin y me invitó a grabar un disco con él. En ese momento no sabía quién era, aunque fui y grabé”, contó el músico. En esa grabación estaba Charlie Haden, Dave Liebman y Jack DeJohnette. Poco después me llamó el agente de Miles Davis (a quien tampoco conocía) y empecé a tocar en su grupo. “En el primer encuentro le pregunté qué quería que tocase y me respondió: «Just play», recordó Roy. Con Davis grabó doce discos y mantuvo una estrecha amistad. En Vaca Profana, Roy estará acompañado por Rodrigo Pahlen en guitarra, Marcelo Torres en bajo, Pablo Soma en flauta y Diego Alejandro en batería.
Sebastián Espósito
Por Alicia Petti
Una propuesta original
Dos mujeres y el policial Los sábados, un atípico radioteatro en la onda de la ciudad Todos los sábados, de 22 a 23, Radio de la Ciudad (AM 1110) pone en el aire Buenos Aires furia. Crónicas de un tal Ferrante, un ciclo de unitarios con temática policial que describe los casos que debe resolver un detective privado en cada episodio. Las autoras y directoras son Tamara Horowicz (25) y Ximena Espina (31), que provienen de la carrera de realización cinematográfica y en esta puesta en el aire aplican parte de lo aprendido, dado que participan actores (más de 70, la mayoría de ellos en forma gratuita), técnicos, sonidistas y musicalizadores. Ambas se muestran felices y entusiastas con este desafío de 18 capítulos que comenzó en marzo y finaliza el 30 de junio. –¿Cómo surge esta propuesta casi inédita, un ciclo policial en la radio? Espina: –La idea partió del director de la radio, Rodolfo Mascaldi, que me convocó para escribir y darle forma a este proyecto. Ahí nos encontramos con Tamara y empezamos a trabajar, algo que nos encantó de entrada. Si bien cada caso es aislado del otro, hay una continuidad en la historia personal del protagonista. Mario Ferrante es un investigador privado con un amor, una prostituta llamada Mercedes. También tiene amigos que a la vez son ayudantes o informantes como Pepe Fagalde, periodista de Crónica; Hilario Marini, un comisario del
que se hizo amigo en su breve paso por la policía, y el gallego del bar que está enfrente de su casa. –El ciclo exige una puesta en el aire diferente a lo habitual y cuentan con la participación de actores de gran renombre. Espina: –Podríamos decir que es una puesta casi teatral. Todo el mundo se entusiasmó mucho porque, y es muy bueno decirlo, el tema de la radio despierta las mejores expectativas. Hay algunos actores que alguna vez hicieron radio y quieren volver, y otros que nunca participaron y encuentran fantástica la idea. –¿A quién se parece este detective: a Columbo, a Philip Marlowe o es muy argentino? Horowicz: –Es muy argentino, pero no tiene nada que ver con la imagen de un policía. Nosotras somos ávidas lectores de policiales y en realidad lo sentimos más cercano a Marlowe, ya que investiga, crímenes, robos chantajes, desapariciones…. –¿A quiénes admiran en el género policial? Espina: –Agatha Christie, Alfred Hitchcock, Edgar Allan Poe y, lógicamente, Raymond Chandler. –¿En qué contexto se mueve el detective? ¿Vive sus aventuras en la actualidad? Horowicz: –Ferrante es muy porteño y la serie está pensada con cierta actualidad, si bien por ahí todavía no tiene un tiempo muy definido. Se pueden reconocer los lugares de Buenos Aires por los que él anda y donde se sitúan los hechos, porque
hacemos descripciones muy rigurosas. Nos inspiramos un poco en la realidad y otro poco en anécdotas, y a veces de alguna noticia puede salir una idea que después transformamos en otra cosa. –¿Cómo se hace la grabación de este radioteatro policial? Horowicz: –Grabamos las escenas en orden, tal como están planteadas en el guión. Según el episodio, participan generalmente entre diez y veinte personajes. Y nos divertimos mucho; es una experiencia muy gratificante. –¿Cómo desembocaron en esta ficción radial? Horowicz: –Ximena y yo estudiamos realización cinematográfica, pero todavía no estamos recibidas, y antes de meternos allí probamos otros trabajos en distintos ámbitos más o menos relacionados: radio, televisión, producción, casting, publicidad. También hicimos cortometrajes. Ahora no hacemos ninguna otra cosa: el radioteatro insume todos nuestros esfuerzos y vale la pena. –¿Cómo reacciona el público? Espina: –Sobre todo, con sorpresa. No imaginaban tanto despliegue de sonido, de diseño sonoro, de efectos, o la forma por ahí más visual desde la que está planteada cada historia, porque nos hemos metido en distintos mundos: el boxeo, una comunidad gitana. Para el próximo capítulo, convocamos a Arturo Goetz. Se va a llamar “La farsa de Vicente” y será una intriga ambientada en el mundo de los chimentos. Goetz es el director
Ximena Espina y Tamara Horowicz escriben y dirigen las aventuras de un tal Ferrante ALFREDO SANCHEZ
Por adentro ■ Protagonistas: el elenco estable está conformado por Gustavo Kameneztky (Mario Ferrante), Armenia Martínez (Mercedes), José Luis Filacchione (comisario Hilario Marini), Daniel Galarza (el Gallego) y Víctor Ducrot (Pepe Fagalde, periodista de Crónica). ■ Invitados: Roly Serrano, Patricio Contreras, Nahuel Pérez Biscayart, María Socas, Tina Serrano, Tom Lupo, Jessica Schultz, Manuel Callau, Lidia Catalano, Arturo Goetz. ■ Staff: Silvana Bianco está a cargo de la producción; Sebastián Rimavicius, de la dirección artística; Martín Algeroy, de la edición, y Gonzalo Pondal, de la operación técnica.
de una revista de chimentos, que esta muy enfrentado con el conductor de un programa de televisión, también de chimentos. Horowicz: –Y Ferrante está en el medio. Es como una situación personal. –¿Cómo se hace para escribir y dirigir a dúo? Espina: –No sé si somos tanto dos personas. De repente nos damos cuenta de que a veces decimos y escribimos lo mismo. Nadie sabe quién escribió qué parte. Nos olvidamos y no nos acordamos. Por eso nos reunimos todos los días. Horowicz: –Lo bueno es que jamás nos peleamos. La idea es ir para adelante, crecer y sacar cada vez un mejor producto. –¿Cómo es el tema de los efectos especiales? Espina: –Todo se hace en lo que sería una posproducción, en la mesa
de edición, con un grupo de gente de las áreas artística y técnica de gran idoneidad. Horowicz: –A veces creamos los ambientes en el momento, pero también a veces llevamos cosas concretas. Una vez, Ferrante tenía que tirar un tiro y llevamos un arma. –¿Es cierto que muchos actores trabajaron ad honórem? Espina: –A algunos les paga la radio y otros vienen porque les gusta la idea. Hay dos o tres actores que estuvieron en el 90 por ciento de los episodios. Y después llaman y preguntan: “¿Cuándo tengo otro papel?”. Horowicz: –Estamos felices y sabemos que estamos realizando algo diferente. Hacer ficción en radio abre un camino pleno de posibilidades: misterio, surrealismo, humor, improvisación. Lo que nos interesa a nosotras es la ficción.