“LAS MIRADAS” Una Vida de Oración Artículo escrito por Dr. Gerardo Laursen He escrito previamente sobre la oración específicamente en relación al evangelismo en ObreoFiel.com, titulado “El Papel de la Oración en el Evangelismo”. Pero aquí quisiera tocar el tema en perspectiva un poco más ancha (aunque solo en bosquejo general). Es porque el siervo de Dios debe ser una persona de oración y dependencia del Señor, no solo para evangelizar, sino que debe ser una parte fundamental de su ser. Vale refrescar el hecho que debemos llevar a cabo una vida de oración.
I. Una vida de oración se compone de la mirada hacia arriba - al Padre. Le adoramos por lo que es. Es eternamente perfecto en amor y justicia. Es el soberano creador. Es el único que merece nuestra adoración y obediencia. Is. 40:28, “¿No has sabido, no has oído que el Dios eterno es Jehová, el cual creó los confines de la tierra? No desfallece, ni se fatiga con cansancio, y su entendimiento no hay quien lo alcance.” Le damos gracias por lo que ha hecho. 1 P. 1:3, “Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos.” He aquí una lista de algunas bendiciones nuestras: Col. 1:9-14, “Por lo cual también nosotros, desde el día que lo oímos, no cesamos de orar por vosotros, y de pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual, para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios; fortalecidos con todo poder, conforme a la potencia de su gloria, para toda paciencia y longanimidad; con gozo dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz; el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo, en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados.” II. Una vida de oración se compone de la mirada hacia adentro – a nosotros mismos. Incluye confesión La promesa, 1 Jn. 1:9, “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.” Algunos pecados que fácilmente se pasan por alto: El de no perdonar, Mt. 6:14-15, “Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas.” ¿Lleva amargura contra alguien? ¿Insiste en sus propios derechos? Los con el conyugue, 1 P. 3:7, “Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo.” ¿Cómo se trata a la esposa? ¿Es una socia de la obra? ¿Está alegre que usted está en el ministerio?
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El egoísmo, Stg. 4:3, “Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites.” ¿Cuál es nuestro motivo para orar? Debe ser con el fin de glorificar a Dios. Ser fundador o pastor de una iglesia no significa que la iglesia es nuestra. Pertenece a Dios. El líder es un siervo. Que se vea a Cristo en nosotros. La tacañería. Los filipenses son un ejemplo de generosidad a pesar de su pobreza, con el fin de avanzar la obra. Se ve en Fil. 4:16, “pues aun a Tesalónica me enviasteis una y otra vez para mis necesidades.” Y resultó bendición, según Fil. 4:19, “Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.” 1 Jn. 3:17, “Pero el que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano tener necesidad, y cierra contra él su corazón, ¿cómo mora el amor de Dios en él?” ¿Estamos generosos con Dios? ¿Y con otros? ¿Hasta sacrificar? Incluye las maneras de pedir Con persistencia, Lc. 11:5-10, “Les dijo también: ¿Quién de vosotros que tenga un amigo, va a él a medianoche y le dice: Amigo, préstame tres panes, porque un amigo mío ha venido a mí de viaje, y no tengo qué ponerle delante; y aquél, respondiendo desde adentro, le dice: No me molestes; la puerta ya está cerrada, y mis niños están conmigo en cama; no puedo levantarme, y dártelos? Os digo, que aunque no se levante a dárselos por ser su amigo, sin embargo por su importunidad se levantará y le dará todo lo que necesite. Y yo os digo: Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.” La lección es que cuando esté en una dificultad, no se de por vencido tan rápido, hermano. Específicamente. Ore por los conocidos por nombre que se salven, por los parientes y amigos, que sus vidas glorifiquen a Dios: que lean la Biblia al diario, que estén activos en la iglesia, que usen sus dones espirituales, etc. En lugar de pedir a Dios que bendiga a todos los misioneros en el mundo, pida por nombre, y por su protección, salud, sostén económico, alcance a los en su alrededor por Cristo, etc. Con fe (en promesas), He. 11:6, “Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.” La fe se basa en lo que determinamos es la voluntad de Dios. Fe en fe misma no sirve. No se basa en el deseo que un sueño se cumpla. La fe requiere un objeto que es fidedigno: Dios y su palabra. “Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios,” Ro. 10:17. Según la voluntad de Dios, 1 Jn. 5:14-15, “Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho.” III. Una vida de oración se compone de la mirada alrededor – a otros. Se trata de la intercesión. Es lo que Jesús hace por nosotros: He. 7:25, “por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos.” Con su ejemplo, es lo que nosotros debemos hacer por otros. En el N.T., el apóstol Pablo ora por otros y pide que oren por él. Y él extiende la categoría a todos, en 1 Ti. 2:1, “Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres.” ¿Por quiénes ora usted? Y el tema es más grande que solo la salvación. Incluye crecimiento, salud, trabajo, denuedo, guía, servicio, etc. IV. Una vida de oración se compone de la mirada abajo - a la Biblia.
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Léala para ver promesas y enseñanzas. Es importante pasar tiempo con las narices en la Biblia. Así se comprende más de Dios y su voluntad, y la sana doctrina, que instruye cómo comportarse y le protege contra error, y se aumenta la fe. Cuando se lee algo de la grandeza de Dios, de una vez alabe a Dios en oración por tal atributo. Cuando se lee algo de bendiciones o privilegios, déle gracias. En resumen, una vida de oración es fundamental para ser un cristiano espiritual, y esta vida se compone de la mirada hacia arriba, adentro, alrededor y abajo. Con tal vida, el Señor contestará sus peticiones. ObreroFiel.com- Se permite reproducir este material siempre y cuando no se venda.
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