La tentación de saltar de la TV al cine

salto de Christian. A diferencia de Pauls, hasta que participó este año de Hermanos & detectives, a Rodrigo de la Serna hace tiempo que no se lo relaciona con ...
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Espectáculos

Página 2/Sección 4/LA NACION

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Sábado 13 de enero de 2007

Mercedes Morán Es muy selectiva con la TV y prefiere dedicarse a los proyectos de cine local e internacional

Gastón Pauls Contento con la repercusión de

Iluminados por el fuego, se lo verá en otro par de películas

Candidatos Tras Crónica de una fuga, De la Serna y Echarri son de los más requeridos para nuevos proyectos

La tentación de saltar de la TV al cine Cada vez más figuras emigran a la pantalla grande en busca del prestigio que la chica no suele darles tan fácilmente ¿Adónde van los actores cuando no están en la pantalla chica? La respuesta, este año más que nunca, es que van al cine. Cuando esas estrellas que encabezan elencos y consiguen que con su solo nombre un programa se haga y se mire, dicen que se tomarán un año sabático, lo más usual es que ese descanso valga sólo para la TV. Porque en realidad lo que quieren los protagonistas de la pantalla chica es serlo de la grande. Coincidencia o no, este año muchas de las caras más reconocibles de los exitosos ciclos de TV de 2006 harán cine, al tiempo que muchos actores que se hicieron conocidos en tiras, unitarios y series, darán un paso más hacia la dedicación exclusiva al séptimo arte. Una decisión difícil teniendo en cuenta que, salvo para unos pocos elegidos, los buenos papeles no abundan y la industria nacional cinematográfica está muy ligada a la industria televisiva que ellos quieren evitar. Además, la repercusión y el pago que reciben por hacer una película no llega ni a los talones de lo que se les ofrece en la pantalla chica. Sin embargo, muchos apuestan a la gran hazaña: a convertirse en el próximo Ricardo Darín o en el futuro Leonardo Sbaraglia, actores que pasaron del éxito televisivo y nacional al suceso cinematográfico e internacional.

Luz, cámara, acción Después de un año de arduo trabajo

en Sos mi vida seguramente Facundo Arana necesitaría muchos meses de descanso para sacarse de encima el traje y el casco de Martín Quesada, pero lo cierto es que el exorcismo deberá ser rápido. El 19 de febrero Arana comenzará el rodaje de Tocar el cielo, la nueva película de Marcos Carnevale, director de Elsa y Fred, y autor de Padre Coraje. Las primeras escenas se filmarán en Buenos Aires pero luego la trama, y la coproducción, lo obligarán a trasladarse a Madrid. La historia de “amistades, de vínculos no convencionales”, como la describe Carnevale, se estrenará a mitad de año. Arana no será el único integrante de la pareja de la comedia más vista que pasará un 2007 en la pantalla grande. Natalia Oreiro aparecerá en La peli, del director santafecino Gustavo Postiglione. Aunque el rodaje fue en 2006 y la actriz acomodó sus horarios para poder participar en la filmación durante los fines de semana, el estreno será este año. Además, Oreiro protagonizará Rambleras, la ópera prima de la uruguaya Daniela Speranza. Y si en la TV estuvieron en veredas enfrentadas el cine los hermanará. Pablo Echarri también le dará un respiro a su labor televisiva, después del éxito y el reconocimiento de Resistiré y Montecristo se transformó en el monarca de las tiras de ruptura creadas por Telefé Contenidos, para

retomar su carrera cinematográfica. Las buenas experiencias de El método, por el que fue nominado a los premios Goya, y Crónica de una fuga, de Adrián Caetano, le abrieron un camino alternativo que volverá a explorar con su próximo proyecto: se trata de Algo habrán hecho, un film que cuenta la historia de Alice Domon, una de las monjas francesas desaparecidas durante la dictadura militar.

Lejos del control remoto Si las comedias televisivas están entre los productos más frecuentados por las emisoras, en el cine local no parece suceder lo mismo. Las comedias anunciadas son minoría y, sin embargo, un buen número de ellas cuenta con protagonistas recién llegados de la pantalla chica. A saber: el rey y la reina de las sitcoms argentinas, Guillermo Francella y Florencia Peña, harán cine, aunque para que ningún trasnochado crea que se trata de la versión en largometraje de Casados con hijos, lo hará cada uno por su lado. Francella formará un dúo cómico con otro humorista de cepa teatral y televisiva: Dady Brieva. Protagonizarán Incorregibles, de Rodolfo Ledo, con producción de Telefé Cine. Peña, por su parte, filmará durante la segunda mitad del año Enloqueciéndonos, en la que intentará un género tan transitado por el cine de Hollywood

y tan poco logrado por el local, la comedia romántica. De hecho, en ese mismo género se estrenará en febrero ¿Quién dijo que era fácil?, la segunda película de Juan Taratuto, con Diego Peretti, uno de esos actores que después de pasar por todos los grados de la escuela de actuación televisiva se graduaron y fueron directo a la universidad del cine. Peretti empezó como actor de reparto de una serie (Poliladron), luego hizo papeles secundarios en tiras (R.R., D.T., Campeones de la vida y Gasoleros) y finalmente alcanzó el escalón más exitoso que la pantalla chica puede ofrecer, los unitarios (Culpables, Los simuladores, Locas de amor y Criminal), al tiempo que construía su currículum en la pantalla grande. Ahora hace dos años que no hace TV y su nombre aparece en dos de las producciones cinematográficas más esperadas de esta temporada: el film de Taratuto y La señal, la primera película como director de Darín, con el que también deberá compartir la pantalla. Reconocido en España gracias al éxito de No sos vos soy yo y Tiempo de valientes, Peretti puede ser el próximo producto de exportación cinematográfica que salga de la Argentina. Algo similar a lo que sucede con Mercedes Morán, que en los últimos tiempos intercaló su participación en Amas de casa desesperadas, con su trabajo para el cine tanto local como internacional. Lejos

Cordero de Dios, de Lucía Cedrón, y la anunciada La mujer sin cabeza, de Lucrecia Martel.

Cuadro de doble entrada

Una apuesta segura Guillermo Francella sigue siendo incondicional de la TV. De tanto en tanto se lo ve en films taquilleros

quedó la Roxi de Gasoleros y lejos quedaron las tiras. Hoy, si Morán aparece en televisión es exclusivamente en series semanales o unitarios. Así, con las Amas de casa... en carpeta filmará

El actor internacional Está nominado, por el film Salvador a los premios Goya, que se entregan el próximo 28 de enero

Sbaraglia, uno de los precursores Actúa casi exclusivamente en películas Hace más de seis años que Leonardo Sbaraglia no hace televisión en la Argentina. Su última participación lo tuvo como protagonista de uno de los episodios de Tiempo final. Antes, en 1997, había hecho El garante, una miniserie que cambió la cara de la televisión local y de paso empezó a torcer el rumbo de la carrera de este actor que empezó, en la base del prestigio actoral, una tira adolescente, Clave de sol, y que hoy está en su punto más alto. Unas cuantas películas reconocidas y luego Plata quemada, una coproducción con España que le abrió las puertas de ese país

bastaron para que Sbaraglia se transformara en un actor netamente cinematográfico. Aunque en la Madre Patria haya participado de una serie, Al filo de la ley, su ocupación central es el séptimo arte. En 2007 se verán Santos, Concursante, Estrenando sueños, De bares y Salvador. Por esta última película sobre la vida del anarquista Salvador Puig Antich, ejecutado en 1974 por el régimen franquista, en la que interpreta a uno de los villanos de la historia, el guardiacárcel Jesús, recibió una nominación como mejor actor de reparto para los premios Goya, que se entregarán el próximo 28 de enero.

Uno de los actores que perfeccionaron el uso de la puerta vaivén que comunica la TV con el cine es Gastón Pauls. Agobiado por el fervor que en su momento despertó su papel en Montaña rusa, Pauls se volcó rápidamente al cine, aunque nunca dejó de regresar al primer amor. Y hasta logró convertirse en una suerte de representante de causas nobles a partir de su labor en Ser urbano y Humanos en el camino. Este año, todo indica que el actor se lo pasará corriendo de un lado al otro de la bendita puerta: en Telefé hará la serie Todos contra Juan, en cine figura en el elenco de Maravilla, Ibiza y El salto de Christian. A diferencia de Pauls, hasta que participó este año de Hermanos & detectives, a Rodrigo de la Serna hace tiempo que no se lo relaciona con la TV. Aunque en su momento haya sido reconocido por sus papeles de reparto en producciones de Pol-ka y su papel en la excelente Okupas, el actor se ganó la chapa de cinematográfico luego de su gran interpretación en Diarios de motocicleta, de Walter Salles. Puede que el trabajo en una producción internacional le otorgue el mismo estatus a Julieta Díaz, a la que este año se verá en La mano de Dios, el film del italiano Marco Risi, en el que interpretará a Claudia Villafañe de Maradona. Más allá de participar en un episodio de Mujeres asesinas, está claro que en los últimos tiempos Díaz está concentrada en el cine. Además de trabajar con Risi, la actriz protagonizó Derecho de familia, de Daniel Burman, y ahora se prepara para el rodaje de La señal. Otra joven actriz que probó las mieles del éxito en el cine y que este año debió padecer el rigor del rating es Dolores Fonzi, que tal vez para curarse las heridas dejadas por las muy buenas, pero poco miradas de Soy tu fan y El tiempo no para, este año se dedicará a la pantalla grande: es la protagonista de La mujer rota y El club de la muerte, y se pondrá en la piel de Felicitas Guerrero de Alzaga en la película de Teresa Constantini, La Guerrero. En la televisión norteamericana cada vez que una serie tiene éxito al menos uno de sus protagonistas se anima a dar el salto de un lado al otro de Hollywood y busca trasladar el suceso de la pantalla chica a la grande. En la mayoría de los casos los intentos son fallidos y el que se fue con toda la gloria del rating debe volver con la deshonra de más de un fracaso de taquilla. Por cada George Clooney y cada Bruce Willis hay miles de David Caruso, el actor que dejó su papel protagónico en NYPD Blues para hacer la América en el paraíso del cine y ser expulsado después de un par de intentos fallidos. Hoy, Caruso es el mucho más humilde protagonista de CSI Miami. Entre el cine y la televisión argentina más que distancias que franquear hay vasos comunicantes, caminos de ida y vuelta que nunca se cierran aunque este año parece que la calle de las estrellas de la pantalla chica tiene una sola mano y que corre en dirección a la grande.

Natalia Trzenko