La revelación de la temporada teatral

13 ago. 2008 - secreto, de Pedro Almodóvar) y una tercera propia, con ciertos rasgos .... rio”, cuenta y, acto seguido, desem- polva la artillería de chistes que ...
845KB Größe 8 Downloads 62 vistas
Espectáculos

Página 4/Sección 4/LA NACION

2

3

Miércoles 13 de agosto de 2008

TEATRO (En primer plano)

La revelación de la temporada teatral Juan Pablo Geretto busca la ternura a través de la transformación en personajes femeninos entrañables El rosarino Juan Pablo Geretto nunca estudió teatro y eso resulta increíble. Como es increíble que 18.000 espectadores asistieran, a mediados del años pasado, al Monumento de la Bandera para verlo hacer Solo como una perra, su primer unipersonal, que, desde hace nueve años, es toda una marca a la hora de hablar de experiencias de varieté en la provincia de Santa Fe. Geretto hace seis años que vive en Buenos Aires. Tímidamente, dejó ver en algunos programas de televisión, al lado de Marcelo Tinelli, de Nicolás Repetto y de Jorge Guinzburg, sus personajes femeninos. Recién en esta temporada decidió salir más al ruedo y dar a conocer su segundo trabajo unipersonal: Como quien oye llover, que está presentando los jueves y domingos en El Cubo. La muy buena recepción que está teniendo no le resulta tan inesperada. No lo confiesa abiertamente, pero demuestra, a través de sus palabras, una confianza en su trabajo que es verdaderamente admirable. “El boca a boca que estamos teniendo es increíble –cuenta–. A la gente le da ganas de compartir el espectáculo. No sale y lo recomienda; sale y vuelve con más gente.” El intérprete está convencido de que algunos temas sobre los que trabaja son afines a todos y por eso todos iremos a escucharlos. “Es difícil que alguien rechace la ternura cuando es una necesidad muy grande. A veces uno no se da cuenta de que lo necesita pero, apenas te lo dicen, lo descubrís y ¿a quién no le gusta que lo mimen un poco, que lo franeleen desde algún buen lugar?” Como quien oye llover recala en el mundo de la infancia. Y si en Solo como una perra “se hablaba de la madre y el pueblo como un mismo concepto, acá se habla de la infancia, va más allá de la madre biológica; las que aparecen en escena son mujeres que te fundan o te construyen. De los hombres se habla menos, pero están. Es que yo me crié en un matriarcado, por lo cual mucho de los hombres no puedo hablar. ¿Será un problema mío? Estos temas me parecen un lazo común y me gustan los lugares comunes, donde podamos sentirnos cómodos y hablar de algo que nos compete a todos. Por eso hablo de la maternidad, del origen, de la infancia, de la casa, de las vecinas. Son situaciones por las que todos pasamos alguna vez”. Y sin duda Geretto necesita mantener esos recuerdos infantiles muy vivos porque allí encuentra un germen creativo que desarrolla en sus espectáculos. Respecto de sus personajes femeninos confiesa que “si esos seres te crían, están en vos; no hay nada más que oírlos

Trabajos realizados Teatro. Solo como una perra, Manicomic y Como quien oye llover. ■ Televisión. El show de VideoMatch, Circo criollo y Mañanas informales. ■ Radio. ¡Arriba, Juan!, por Radio 2 de Rosario. ■

SILVANA MIYASHIKI

Juan Pablo Geretto, entre los decorados de su espectáculo

Video. Podés ver la videocolumna de Pablo Gorlero sobre la obra en www.lanacion.com.ar

o prestarles el cuerpo y ellos van solos. Uno crece imitando lo que ve, no con la intención de hacer un personaje, es parte de la vida. Como esos hijos adoptivos que terminan pareciéndose a los padres por los gestos, por haber convivido. En este caso es así, son para mí madres adoptivas. Yo sé de qué hablo cuando hablo de ellas, vengo imitando sus gestos desde que nací”. A los 17 años, Juan Pablo Geretto salió de Gálvez, su pueblo natal, y se instaló en Rosario. En su tierra, hacía teatro con un grupo y en la gran ciudad se relacionó con un transformista correntino, a quien llama “la Correnti-

na”, de quien aprendió no sólo cuestiones del transformismo, sino mucho de lo que carga en su vida. Ese hombre “venía de Corrientes, del carnaval, y provocó una gran renovación en Rosario. Vivía en un barrio retirado y tenía una casa de chapa, donde criaba gallinas, y un vestido de lentejuelas, más caro que la propia casa. No era bueno como transformista, pero era un gran director, un apasionado, un gran posibilitador de cosas. Uno aprende de esa gente, del fanatismo. Yo lo extraño todos los días de mi vida”. Si algo llama la atención, además de sus creaciones femeninas, es la relación que Geretto mantiene con el público en sus espectáculos, a quien parece conocer a la perfección: “Es que vengo del puro transformismo de gueto, donde todo el tiempo tenía que relacionarme con el público, que, además, era casi siempre el mismo. Entonces, la diferencia la hacía la palabra, y ese entrenamiento que ellos me dieron trato de tenerlo siempre activo”. –Pero ¿tus personajes dejaron el gueto? –Es que necesitaba la repetición, que se volvieran más físicos. Pero siempre trato de volver a algún lugar así para mantener el entrenamiento, que es buenísimo. Me divierto mucho con los espectáculos de transformismo, lo paso muy bien, me dan mucha ternura. Mientras sigue haciendo giras por Santa Fe con Solo como una perra (los viernes y sábados, lo presenta en distintas ciudades del interior de esa provincia) y consolida su carrera en Buenos Aires, Juan Pablo Geretto piensa en su tercera propuesta. Sus procesos de creación son largos. “No sé si soy vago o no le pongo el cuerpo de inmediato. No tengo formación, nunca estudié teatro. Cuando hago un personaje mi problema está en el texto. Yo sé el contexto de ese personaje, conozco a la familia, lo que siente, lo que le pasa. Pero necesito que otros me saquen el texto del personaje. Empiezo, como cuando era chico, jugando. Hace diez años decidí que ésta iba a ser mi carrera y desde la más pura diversión.”

Ana María, una de sus criaturas

Carlos Pacheco

Araceli Haberland y Edgardo Dib, en escena

Historias sensibles en una puesta creativa Hasta que me llames, propuesta de Ana María Bovo Buena

★★★

Hasta que me llames, de Ana María Bovo. Dramaturgia: Stella Brandolín, Edgardo Dib y Araceli Haberland. Intérpretes: Araceli Haberland y Edgardo Dib. Diseño de luces: Leandra Rodríguez. Diseño de vestuario: Gente de Teatro, Jorge Maselli. Diseño de espacio escénico y banda sonora: Edgardo Dib. Arreglos musicales y piano: Gabriel Goldman. Dirección actoral: Stella Brandolín y Edgardo Dib. Puesta en escena y dirección general: Edgardo Dib. En La Carbonera (Balcarce esq. Carlos Calvo). Los viernes, a las 21. Duración: 60 minutos.

Cuatro temporadas atrás, la actriz y narradora Ana María Bovo inauguraba un espacio teatral dentro del Club del Progreso con un nuevo espectáculo: Hasta que me llames. Una experiencia netamente femenina que parte de la espera de un llamado telefónico. El texto cruza armoniosamente tres historias de la manera que le gustan a la creadora: una tomada de la historia real o la literatura (Penélope y Ulises), otra extraída de una película (en este caso La flor de mi secreto, de Pedro Almodóvar) y una tercera propia, con ciertos rasgos autobiográficos. El material ahora es retomado por el grupo Gente de Teatro y la propuesta se renueva. No sólo por la posibili-

dad de encontrarse con ese delicioso texto, sino porque él está interpretado a dos voces: una femenina y otra masculina. En un espacio acotado, las sillas están distribuidas de manera no formal; a través de ellas, irán andando los intérpretes mientras exponen sus historias, las hacen propias y las comparten de manera muy cercana con los espectadores. El director Edgardo Dib juega actoralmente con el material en dos planos. En algunos privilegia el relato propiamente dicho y, en otros, aporta acciones que le posibilitarán un mayor desempeño interpretativo. El juego no siempre resulta eficaz porque, algunas imágenes que conforman el texto, se resisten a escaparse de su eje. Parecería que pueden tener la potencia justa si se las transita con quietud y mucha concentración. Hasta que me llames presenta a dos buenos actores –Araceli Haberland y Edgardo Dib– muy dispuestos a jugar a pleno con las historias e introducir a los asistentes en ellas hasta convertirlos en los personajes que dan vida a los tres momentos. El trabajo no mantiene la misma intensidad durante su desarrollo, aunque expresa creatividad y la pequeña virtud de hacernos compartir nuevamente esos pequeños dramas con sensibilidad.

Carlos Pacheco

Con Berugo Engrupo se estrena este viernes, a las 21, en el Borges

Carámbula vuelve a las payadas El cómico regresa a las tablas, luego de una larga ausencia, y hará su famoso acto del payador Gabino Berugo Carámbula tiene la mirada anclada en el mostrador de un bar característico de Belgrano –barrio que ha hecho propio desde que pisó Buenos Aires en 1964– y no tardará en compartir sus razones: “Tengo ganas de comer una medialuna que estoy mirando desde que me senté”, confiesa el inventor de la ahora famosa “Alcoyana-Alcoyana”, frase surgida de su programa Atrévase a soñar, que alude a las coincidencias. “Porque los sueños... sueños son, pero aquí se hacen realidad”, prometía el conductor en aquel entonces, mientras una mujer –generalmente madura y desmejorada– subía por una escalera que la llevaba hacia un arco iris de madera y, luego, reaparecía envuelta en brillos, con un descomunal, por alto, peinado –fiel al estilo de los años 80–, al igual que el derroche de hombreras y una sonrisa a flor de piel. Es que uno de los pioneros del makeover fue Berugo y las señoras, aquellas fieles doñas Rosas que lo seguían en sus tardes plantadas frente a la pantalla, se lo siguen agradeciendo. ¿Cómo la cambiaban tan rápido?, todavía le preguntan en la calle. El uruguayo que se vino a Buenos Aires para hacer reír a los argentinos desde el programa Telecataplúm volverá a subirse a un escenario, luego de varios años de ausencia, para acompañar a sus coterráneos de Tocata & Fuga en el show Con Berugo Engrupo, que se estrena este viernes, a las 21, en el Centro Cultural Borges. “Las expectativas son las de siempre. Uno sabe cuándo el espectáculo que brindará va a ser de calidad o es una rascada atómica. En este caso, hay un muy buen nivel”, dice Berugo, y luego agradece la llegada de la medialuna de manteca.

Culto al humor Berugo camina lento por la rigidez que le ha dejado el mal de Parkinson que sufre desde hace cuatro años, pero esto no le impide subirse al banco de la plaza al momento del flash, y hacer la mímica del avion-

MARIANA ARAUJO

El actor, conductor y músico actuará junto con el grupo Tocata & Fuga

cito. Despacio, pero seguro, estira sus brazos y le devuelve a la cámara una sonrisa, seguida por una serie de pantomimas, las mismas que ha desperdigado en programas como Hiperhumor, que lo han consagrado como un cultor de la carcajada. “Sirve para echarles azúcar a los churros –dice, burlándose de su condición–. Me lo tomo así, y soy muy agradecido por tener eso. Me ha ayudado a convivir con la enfermedad.” Es que para Berugo, de 62 años, el humor suena casi igual al amor, y son muy parecidos. “Tengo un sentido del humor contra el cual no puedo lidiar. Ante una tragedia o un drama, lo primero que veo es la parte cómica. Para el trabajo me viene bárbaro, pero no puedo ir a un velorio, por ejemplo”, dice, y enseguida se sumerge en las épocas de Telecataplúm, aquel clásico que enmarcó el fino humor uruguayo en

la televisión argentina, comandado por un elenco superlativo, compuesto por Ricardo Espalter, Enrique Almada, Andrés Redondo, Henny Trayles, Eduardo D’Angelo, entre los cuales se destacaba Berugo, nacido en Las Piedras, al norte de Montevideo. “Nosotros hacíamos el sketch del velorio”, cuenta y, acto seguido, desempolva la artillería de chistes que le vienen a la mente. “Lo siento”, “No, déjelo acostado” o “¿Cómo murió?”, “Murió en una pelea; allá afuera dice sepelio hoy”. El animador, que comenzó a los cinco años tocando polcas en un banjo para luego convertirse en un profesor de guitarra, opina que la música –su primer amor– también es muy parecida al humor. “Si un tipo no escucha música y no se ríe nunca, disparale porque está incompleto; le está faltando algo”, dice, quien se dedicó al humor y a la música,

tanto que en 1976 se dio el gusto de lucirse en el disco Solo de guitarra. Para Berugo, “el mayor desafío” de su vida le llegará este viernes, cuando se suba nuevamente a las tablas y cierre el show con un monólogo, en el que volverá a ponerse el pañuelo del payador Gabino. “A Gabino no lo he dejado de hacer nunca, porque adonde voy me lo piden. Pensaba que era un pícaro, hasta que vi el baile del caño”, remata.

Victoria Pérez Zabala PARA AGENDAR

Con Berugo Engrupo, De Tocata & Fuga, junto con Berugo Carámbula. Centro Cultural Borges, Sala Astor Piazzolla, Viamonte esquina San Martín (5555 5359). Viernes y sábados, a las 21. Desde 30 pesos.