LA PALABRA DE DIOS EN EL CORAZÓN Y EN LA VIDA Por Stanley Clark Usado con permiso “¡Feliz año!” ¡Cuántas veces hemos escuchado la expresión en estos días pasados! Es el saludo cortés correspondiente en esta época del año. Supongo que la mayoría de las personas no piensan en lo que podría hacer que el año fuese feliz al saludarnos. ¿Hay algo que nosotros podemos hacer para que 2007 sea un año feliz? Estoy seguro de que hay una cosa que todos podemos hacer que contribuirá a que este nuevo año sea verdaderamente un año feliz, para que sea aun el mejor que hemos vivido. Estoy convencido que todos podemos cambiar nuestra vida de una manera significativa si nos comprometemos a hacer una sola cosa durante 2007. Un solo hábito puede hacer que nuestra vida sea diferente en el año que estamos iniciando: Dar un lugar de importancia a la palabra de Dios. Leamos un pasaje clásico sobre el tema: Deuteronomio 6:1 al 9 La finalidad de las instrucciones aquí es “para que tus días sean prolongados” (6:2) y “para que te vaya bien en la tierra que fluye leche y miel, y os multipliquéis” (6:3). Podemos ver estas instrucciones como indicaciones para que 2007 sea verdaderamente un año feliz. El primer mandamiento de todos, como dijo Jesús, es amar a Dios con todo el corazón, con todo el alma y con todas las fuerzas. Pero la obediencia a este mandato depende de lo que dice el versículo 6. “Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón.” El término “corazón” aquí tiene este sentido abarcativo frecuente en las Escrituras e incluye mente, voluntad y sentimientos. I. LA PALABRA EN EL CORAZÓN (Dt. 6:6): A. En la cabeza: Conocimiento de la Palabra. Tenerla presente. Tenerla en cuenta. Tenerla disponible, lista para servir de orientación en nuestra vida. B. En el corazón: Amar la Palabra, valorar la Palabra, obedecer la Palabra. II. LA PALABRA EN LA EDUCACIÓN DE LOS HIJOS (Dt. 6:7a) “y las repetirás a tus hijos.” III. LA PALABRA EN LA CONVERSACIÓN COTIDIANA (Dt. 6:7b) “hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino.” IV. LA PALABRA DESDE LA MAÑANA HASTA LA NOCHE (Dt. 6:7c) “y hablarás de ellas . . . al acostarte, y cuando te levantes.” Un texto con el cual empezar el día y un texto con el cual terminar el día. Nuestro primer pensamiento del día viene de las Escrituras y nuestro último pensamiento el recuerdo de un versículo. V. LA PALABRA EN EL ENTORNO PERSONAL (Dt. 6:8) “Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos.”

La tendencia entre comentaristas es entender que el lenguaje es metafórico, que Moisés no esperaba un cumplimiento literal. Sin embargo, es útil tener ayudas a la memoria para que podamos tener siempre presente la palabra del Señor. VI. LA PALABRA EN EL ENTORNO DE LA CASA (Dt. 6:9) “y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas.” Este texto dio lugar a la práctica judía de poner ciertos pasajes en una caja y fijarla en los postes de la casa. Otra vez el lenguaje es presumiblemente metafórico. Sin embargo, tener textos expuestos en nuestra casa ayuda a traer a la memoria las palabras de Dios. Es claro que lo que Moisés quiere decir en Deuteronomio 6:6-9 es que nuestras vidas deben estar saturadas, compenetradas, empapadas de la palabra de Dios. VII. LAS MANERAS DE RECIBIR LA PALABRA En los materiales de El Plan Maestro para el Discipulado Cristiano, se sugieren diferentes maneras de recibir la Palabra. Representan niveles de recepción de la Palabra. A. Oír la palabra (Mr. 4:23; Ro. 10:17) B. Leer la palabra (Ap. 1:3) 1. Hay que elegir una versión apropiada PRECISIÓN: BIBLIA DE LAS AMÉRICAS, Precisión y estilo: Reina-Valera Dinámica: Nueva Versión Internacional Popular: Dios Habla Hoy Libre y actualizada: Lenguaje actual Paráfrasis: Biblia al Día 2. Tener un programa establecido. El que no tiene un programa no lee regularmente o termina leyendo siempre los capítulos favoritos. C. Estudiar la Palabra (Hch. 17:11; 2 Ti. 2:15) D. Memorizar la Palabra (Sal. 119:9, 11; Dt. 6:6) E. Meditar en la Palabra (Jos. 1:8; Sal. 1:2-3)Podemos meditar en la Palabra de diferentes maneras: 1. Podemos detenernos en cada palabra de un texto y pensar en su significado. 2. Podemos personalizar el versículo pensando que nos está diciendo en forma personal las palabras. 3. Podemos convertir el texto en una oración dirigida a Dios.

CONCLUSIÓN: Para que 2007 sea un año verdaderamente feliz, sean cuales fueren las circunstancias de nuestra vida, ninguna cosa es más útil que tener la Palabra de Dios en nuestro corazón y en nuestra vida. ObreroFiel.com – Se permite reproducir este material siempre y cuando no se venda.