La gira mágica que le devolvió el fuego sagrado a Nalbandian

31 dic. 2007 - Tenis. BALANCE 2007. Era un año irregular, por debajo de lo que se puede ... rer, su rival desde los tiempos de juniors. Entre lesiones y bajas ...
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Lunes 31 de diciembre de 2007

Tenis

BALANCE 2007 OPINION Guillermo Vilas * Especial para LA NACION

NOS ACOSTUMBRO A ESTAS SORPRESAS No me sorprendió que haya ganado los Masters Series. No es llamativo, porque Nalbandian siempre jugó bien los torneos importantes. Personalmente, creo que venía jugando bien, no era que estaba perdiendo de mala manera. Desde luego, a veces también hace falta uno de esos partidos que cambia todo, como el que le ganó a Berdych, en Madrid, aunque eso también es mérito de David, que jugó muy bien para darlo vuelta. En una de esas no se esperaba un final tan fuerte, pero Nalbandian puede hacer cualquier cosa, y hay que acordarse que nos tiene acostumbrados a esta clase de sorpresas; en 2005 se quedaba fuera del Masters, pero entró a último momento, y al final lo ganó. Nalbandian puede ganar cualquiera de los cuatro Grand Slams, porque su juego se adapta a todas las superficies. Y en cuanto a la búsqueda del número 1, no hay misterios: hay que ganarles a todos para no esperar que se caiga alguien. * El mejor tenista argentino de la historia

En la lista de Maestros, con Coria y Cañas Desde 1991, año en el que se crearon los Súper 9 (luego Masters Series), sólo tres argentinos obtuvieron títulos. Con sus victorias en Madrid y en París, Nalbandian siguió a Cañas, ganador en Toronto 2002, y a Coria, campeón en Hamburgo 2003 y Montecarlo 2004.

5 son los años seguidos que Nalbandian finalizó en el top 10; su mejor ubicación fue 3ero, en marzo de 2006.

Imagen inmortal: Nalbandian, en Madrid, celebra el éxito ante Federer

La gira mágica que le devolvió el fuego sagrado a Nalbandian En la recta final de una temporada con altibajos, ya con Jaite como entrenador, conquistó los Masters Series de Madrid y de París; descolló frente a Federer y Nadal, y regresó al top ten Por José Luis Domínguez De la Redacción de LA NACION

E Doble festejo: junto con Nadal, en la premiación de París-Bercy; abajo, con el trofeo principal del Masters Series de Madrid, junto con Federer, su vencido en la definición

Desde el US Open sentí que mi tenis volvía de a poco. Estuve lesionado toda

UNA SERIE FANTASTICA

la primera mitad

David Nalbandian alcanzó 12 victorias seguidas en los torneos Masters Series. Este es el detalle:

de la temporada.

Madrid, etapa Rival y país

1ª rueda 2ª rueda Octavos Cuartos Semifinal Final

Arnaud Clemont Tomas Berdych Juan M. del Potro Rafael Nadal Novak Djokovic Roger Federer

París, etapa Rival y país

1ª rueda 2ª rueda Octavos Cuartos Semifinal Final

Ranking

40° 5-7, 6-2 y 6-4 11° 4-6, 6-4, 7-6 (7-2) 53° 6-2 y 6-4 2° 6-1 y 6-2 3° 6-4 y 7-6 (7-4) 1° 1-6, 6-3 y 6-3

Ranking

Nicolás Almagro Carlos Moya Roger Federer David Ferrer Richard Gasquet Rafael Nadal

Resultado

Necesitaba tiempo para recuperar mi nivel, pero nunca imaginé acabar el año tan fuerte.

Resultado

28° 6-4 y 6-4 16° 6-4 y 6-4 1° 6-4 y 7-6 (7-3) 6° 7-6 (7-3),6-7 (3-7) y 6-2 13° 6-2 y 6-4 2° 6-4 y 6-0

DAVID NALBANDIAN

// R EU T E RS

ra un año irregular, por debajo de lo que se puede esperar de David Nalbandian. Los cuartos de final en Barcelona, que en otro tiempo habría sido un piso, marcaba el techo de lo alcanzado en 2007. “David dejó pasar la oportunidad de apuntarle al número 1”, dijo Roger Federer, su rival desde los tiempos de juniors. Entre lesiones y bajas actuaciones, el unquillense mostraba retazos de su talento, pero el bajón lo haría retroceder hasta el puesto 25°, un lugar impropio para un jugador con tanta categoría. El 13 de julio, en un comunicado, anunció la contratación de Martín Jaite como coach. Y la rueda volvería a girar... “Cuando juego bien, le puedo ganar a cualquiera. Pero perdí la confianza, y no es fácil recuperarla”, aceptó tras un prematuro adiós en Cincinnati. Se fue del US Open en la tercera rueda, con una derrota ante David Ferrer, después de disponer de un match point. Sin embargo, dejó una imagen distinta. Viena pasó como un suspiro, y llegó a Madrid, con un récord de apenas 19 triunfos y 17 derrotas. Le costó mucho superar el debut ante el francés Clement. En la segunda rueda, Berdych le ganaba 6-4 y 4-0. Era otro capítulo de un año opaco... Pero algo empezó

a cambiar ese 17 de octubre. Porque Nalbandian consiguió dar vuelta ese match ante el número 11 del mundo. Era el envión que faltaba. Fierrero al fin, el cordobés pisó el acelerador. Del Potro no pudo exigirlo. En los cuartos de final, se medía por primera vez con Rafael Nadal. El duelo largamente esperado se resolvió con facilidad asombrosa: 6-1 y 6-2 sobre el segundo jugador del ranking. Para entonces, reaparecían algunas virtudes de siempre –la devolución, el revés de dos manos–, y una pequeña corrección había convertido al saque en un arma poderosa. En la semifinal, lo esperaba Novak Djokovic, que tuvo una temporada fantástica, hasta trepar al N° 3. Tampoco pudo con el avance de Nalbandian. En la final, se cruzaría con su eterno superclásico. Como en aquel inolvidable Masters de Shanghai 2005, como en el US Open junior de 1998, lo tendría enfrente a Federer. “Es bueno ver que está de regreso”, manifestó el N° 1. El suizo había revertido la rivalidad y estaba 86 en el historial. Empezó la definición con paso contundente (6-1), pero Nalbandian torció el desarrollo y se quedó con los dos sets siguientes. La hazaña de vencer a los tres mejores del ranking en un mismo certamen era una certeza. Desencajado, Federer no ocultaba su enojo. Su gran rival estaba otra vez dispuesto a luchar por cosas grandes...

Desde Madrid, Nalbandian viajó a Basilea, un torneo que lo vio campeón en 2002, y finalista los dos años siguientes. Pero en la ciudad natal de Federer, se topó con otro suizo. Como curiosidad, Stanislas Wawrinka fue el único verdugo del Rey David desde el US Open, ya que también lo había eliminado en Viena. Ese resbalón significó también un respiro para llegar con todo a París. En el Palais Omnisport de Bercy, Nalbandian demostraría que no fue casualidad lo hecho en Madrid. Después de sendos éxitos ante Almagro y Moya, volvía a quedar frente a Federer. Y al igual que Cañas (en Indian Wells y en Miami), se dio el gusto de ganarle dos veces en dos semanas. “¿Qué diablos estuvo haciendo todo este tiempo?”, rezongó el N° 1, a sabiendas de que su monstruo se había despertado. En los cuartos de final tendría el listón más duro. Ese triunfo sobre Ferrer en tres sets disputadísimos, fue el más valioso del torneo; después, el sprint fue sencillo: 6-2 y 6-4 sobre Gasquet, y demolición a Nadal en la final: 6-4 y 6-0. Otra vez la celebración de rodillas, el abrazo con el cuerpo técnico, el rito de alzar un trofeo, el séptimo de su carrera. La gira mágica había despejado los nubarrones. El Rey volvió, con la certeza de que puede ganarse ese lugar que quiere dentro de la historia del deporte.