Historias palaciegas

Olivares. «Fue -recuerda- la primera función que vi en el Teatro-Circo de. Albacete. Era un niño y me moría de la risa». Según Olivares, Jardiel mezcla muy bien ...
974KB Größe 14 Downloads 89 vistas
80 ABCOCIO

VIERNES, 30 DE JUNIO DE 2017 ABC abc.es/ internacional

©n escena

Compás de espera

Distribuido para [email protected] * Este artículo no puede distribuirse sin el consentimiento expreso del dueño de los derechos de autor.

«PERDONE QUE LE DISCULPE» *** Texto y dirección: Vicente León. Escenografía: A. Núñez. Vestuario: M. Elaidi. Iluminación: V. León y G. Barceló. Intérpretes: Gadea Barceló, Rubén Cabrera, Mauro Castrillón, Alba Domínguez, María Elaidi, Javi Escrivá, Rebeca Fernández, Marisol Martínez, Hugo Novoa, Alba Núñez, Natasha Prokhorova, Cristina Rouse y Pablo Zafrilla. Teatros Luchana. Madrid. JUAN IGNACIO GARCÍA GARZÓN

En este primoroso espectáculo de Vicente León hay rescoldos de dos antiguas propuestas del pedagogo, actor y director, «¡Que no!» y «Pase sin entrar», empapadas, no sé si intencionadamente, de la delirante y divertida lógica repetitiva de Raymond Queneau, gran maestre del OuLiPo (acrónimo de Ouvroir de littérature potentielle, en nuestro idioma: Taller de literatura potencial). Momentos de espera en una fila, una antesala, ante una o varias puertas, que propician un tapiz de conversaciones sin sentido salpicadas de sobreentendidos, frases hechas, refranes, vagos gestos de complicidad más aparentes que sinceros; en suma, simulacros de cortesía que ocultan el agujero negro de la incomunicación. Trece buenos intérpretes entusiastas y muy expresivos protagonizan la vertiginosa sucesión de cuadros hilarantemente bien resueltos que denotan un agudo sentido de observación de lo cotidiano y en los que, con el humor por bandera, tienen cabida lo escatológico y lo absurdo, lo reflexivo y lo irracional, el afán de aceptación y la cólera. Risas reconfortantes.

«El príncipe y la corista»

Historias palaciegas Pilar Castro debuta en la dirección con una nuevo montaje de la obra, que protagoniza Lluvia Rojo J.B.

n 1953, el británico Terence Rattigan estrenó en Londres «The Sleeping Prince», con Laurence Olivier y Vivien Leigh como protagonistas. El actor repetiría su papel en la versión cinematográfica de la obra, titulada «El príncipe y la corista», dirigida por él misa y que contó también con la siempre explosiva Marilyn Monroe. La obra de Rattigan, con versión española de Daniel Castro, sube de nuevo a escena y supone el debut como directora de Pilar Castro. A sus órdenes, un reparto que componen Javivi Gil Valle, Lluvia Rojo, Marta Fernández-Muro, Brays Efe y Bruno Lastra. «Es una función muy dinámica y divertida -dice Lluvia Rojo-, en la que pasan muchas cosas». A Pilar Castro le llegó la propuesta y aceptó el reto de dirigir. «Es unamanera de seguir vinculada al teatro y de continuar con el aprendizaje, porque no se puede dejar de aprender nunca». «A mí me da seguri dad -tercia Lluvia Rojo- porque es actriz y entiende muy bien a los actores; entiende por dónde estamos pasando y eso da mucha confianza, al margen de sus ideas, que me gustan mucho». La película de Olivier no es, creen, un referente demasiado pesado. «El público va a encontrarse algo totalmente diferente», dice Pilar Castro, mientras que Lluvia Rojo se pregunta si hay mucha gente que se acuerde de la película. «Todo el mundo la conoce, tiene una idea de ella, pero

E

dudo que la recuerde tanta gente». La directora explica que la historia de «El príncipe y la corista» es «muy feminista y muy liberal para el momento en que se estrenó. Una mujer que tiene la posibilidad de tenerlo todo pero prefiere renunciar a ello por tener libertad es algo muy moderno. Y es que la corista, es, dice Lluvia Rojo, «una defensora absoluta del

«Cuatro corazones con freno y marcha atrás»

Jardiel es para el verano J. B.

Mucha gente persigue la fórmula de la eterna juventud, pero ésta puede ser una condena. Es el trasfondo de «Cuatro corazones con freno y marcha atrás», una comedia de Enrique Jardiel Poncela estrenada en 1936 y que se presenta la próxima semana en la terraza del teatro Galileo, bajo la dirección de Gabriel Olivares. «Fue -recuerda- la primera función que vi en el Teatro-Circo de Albacete. Era un niño y me moría de la risa». Según Olivares, Jardiel

mezcla muy bien lo popular con lo elitista, bañado de absurdo. «Conecto de una manera muy natural con él. Me gustan muchísimo las situaciones, los personajes y, sobre todo, el uso del lenguaje, que no sé si se entendió bien en su época». Jardiel, sigue, «mezcla como nadie el humor y la poesía. Eso es Jardiel, esa unión. Y además es un autor muy moderno: esta función es prácticamente ciencia ficción». Poner en pie esta obra significa, para el director, «reconciliar al

Silvia Acosta y Patrick Martino

amor. Es una chica que lo tiene muy claro y no se deja engañar: es inocente, pero al mismo tiempo muy inteligente». La actriz se deja empapar por el personaje. «Es inevitable que existe un trasvase entre ella y yo; ocurre con todos los papeles que interpretamos, que nos habiten». Apostilla Pilar Castro: «Es un personaje maravilloso, que pasa por muchísimos momentos sin darse cuenta». «El príncipe y la corista»

Madrid. Teatro Cofidis Alcázar. Del 29 de junio al 2 de septiembre. Martes a viernes, 20,30 horas. Sábados, 19 y 21,15 horas.

público con un tipo de teatro que siempre se ha hecho de manera convencional y yo estoy intentando hacer de otro modo, darle una vuelta». La función la ha llevado Olivares a los años setenta, y el público entrará en un guateque -«pero no he cambiado ni una sola fecha del texto»-. El espacio, con el público distribuido en mesas, ha condicionado el montaje. Olivares ha integrado los propios jardines. «El propio espacio es un protagonista más». «Cuatro corazones con freno y marcha atrás»

Madrid. Terraza del Galileo. Del 5 de julio al 2 de septiembre