HIJOS INDEPENDIENTES, PADRES QUE SABEN SOLTAR. La ...

La independencia del niño se formar desde bien pequeños. Comienza cuando los padres evitan ser sobreprotectores y procuran no estar todo el tiempo.
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HIJOS INDEPENDIENTES, PADRES QUE SABEN SOLTAR. La independencia del niño se formar desde bien pequeños. Comienza cuando los padres evitan ser sobreprotectores y procuran no estar todo el tiempo encima de ellos. Cuidarlos sí, con distancia. Por ejemplo: Durante la lactancia es muy importante una mayor presencia de los padres para establecer un buen apego: darles de mamar o el biberón con mucho contacto físico. Pero luego, a medida que el niño va creciendo, los padres van soltando, y el uso de la mamadera o el pecho no debe superar los dos años. Los padres van poco a poco mostrando a los hijos que cada hecho tiene su consecuencia, positiva o negativa. La responsabilidad es un punto clave en la independencia del niño, y hay que dejar que resuelva solo determinados conflictos. Equivocarse no es malo, más bien es natural y necesario. Sólo así lograrán poner a prueba todos sus recursos.

A la vez, los padres van educando en valores. Los hijos aprenden que para cada logro hay un esfuerzo subyacente y que no pueden tener ya todo “ya”. Así, en un deportista o en un artista, el talento es muy importante, pero si no le suma el esfuerzo de un trabajo constante y sistemático, no podrá lograr grandes resultados. Lo importante es intentar no vivir por nuestros hijos. Podremos aconsejar con nuestra experiencia, pero al final, quienes deben aprender a enfrentarse a estos momentos son ellos, no nosotros. Es realmente importante que los pequeños aprendan cosas tan sencillas como ordenar su habitación, recoger su plato o cepillarse los dientes solos. Aunque muchas madres y padres terminan claudicando y haciéndolo ellos, esto no les hará bien. Deben ser los niños los que se responsabilicen de su propia vida, y pequeños actos como estos les ayudarán a comprender que ante determinados asuntos deben actuar ellos solos. Por eso es muy importante educar a los hijos en el ejercicio de la voluntad, que es un acto intencional. Con ella podrán tomar sus mejores decisiones.