Fiesta y tradición con sabor a Pernambuco

3 jul. 2010 - sabor a Pernambuco. La joven cantante y percusionista brasileña, ex integrante del movimiento Mangue Beat, valora el respeto a la diversidad.
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ENTREVISTA | ALESSANDRA LEÃO

Fiesta y tradición con sabor a Pernambuco La joven cantante y percusionista brasileña, ex integrante del movimiento Mangue Beat, valora el respeto a la diversidad POR LEONARDO TARIFEÑO De la Redacción de La Nacion

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rasil es un auténtico continente musical, y una de sus grandes capitales es el estado de Pernambuco. A los ritmos tradicionales de la región (el forró, el coco) se le suman las fusiones de sus artistas más modernos, y de la convivencia entre el arte de DJ Dolores, Coco Raízes de Arcoverde, Isaar França, Lenine, Caju & Castanha, y la herencia del desaparecido Chico Science, entre muchísimos otros, surge un horizonte sonoro siempre osado, complejo y enriquecedor. El último testimonio de esa vitalidad a toda prueba lo ofrece Alessandra Leão, creadora de uno de los discos brasileños más frescos de 2009 (Dois cordões) y marca registrada a la hora de inventar un verdadero puente cultural entre el África contemporáneo y el Brasil religioso, inaccesible y profundo. Leão se presentará este fin de semana en Buenos Aires en el marco del festival Rumbos, y su actuación trae un poco de lo mejor que por estos días se fabrica en esa usina musical que es la ciudad pernambucana de Recife. A principios de los años 90, Leão formó parte del movimiento Mangue Beat con su banda Comadre Fulozinha. El Mangue Beat reunió en Pernambuco a artistas, grafiteros y escritores alrededor de los grupos Mundo Livre S/A, Chico Science & Nação Zumbí, Mestre Ambrósio y Cordel do Fogo Encantado, y hoy Leão define esa movida como “una opción, y no una estética. Los grupos no tenían un programa en común, y lo que los unía era el respeto a la diversidad. Los conciertos que ofrecíamos presentaban a bandas con estilos muy distintos, pero a todos nos definía el interés y la curiosidad por lo que hacían los otros. Hoy percibo que se ha regresado a cierta separación, y cada uno quiere mantener su trabajo en un espacio más específico. Por mi parte, yo intento mantener 20 | adn | Sábado 3 de julio de 2010

vivo ese espíritu de amor a la diversidad. Escucho con la misma alegría a Vampire Weekend, Mercedes Sosa, Fela Kuti, Beck y Ali Farka Touré. Y no se trata de escuchar artistas y géneros muy distintos entre sí en pos de una investigación sonora; escucho música diversa porque me gusta”. Justamente ese respeto a la diversidad está en el origen de Dois cordões, una notable combinación de la sonoridad religiosa pernambucana (el coco, parte fundamental del candomblé regional) con la experimentación de Congotronics, disco debut de la banda congolesa Konono N°1, que Leão destaca como la mayor infuencia durante el proceso creativo de Dois cordões. “El coco da roda tiene cierto parentesco con el samba da roda bahiano, y lo que yo quería era buscar un sonido

“Los pernambucanos somos muy sufridos. Nuestra capital, Recife, es la ciudad más violenta de todo Brasil. Mostrar esa tensión entre el dolor y la alegría es lo que yo quería hacer en mi disco Dois cordões” denso y contrastante, más propio de Pernambuco. Curiosamente, esa dualidad la encontré en Congotronics, y tal vez por eso mi disco suena muy africano. El coco es festivo como el samba da roda pero posee una tensión única, que la música bahiana de candomblé no tiene. A mi manera de ver, esa tensión nos llega porque los pernambucanos somos muy sufridos. De Pernambuco salen la mayoría de los trabajadores de la caña de azúcar, y Recife es la ciudad más violenta de Brasil. Mostrar esa tensión entre el dolor y la alegría es la que yo quería para Dois cordões”.

BETO FIGUEIROA

–En su disco, a una canción de amor (“Bom dia”) le sigue otra sobre la violencia (“Atirei”). ¿Así representa esa tensión que marca a Pernambuco en general y Recife en particular? –Sí. Pero lo que yo más quería en Dois cordões era encontrar una sonoridad potente, con muchas texturas. Por eso toco con tres tambores ilû, y todo lo tocamos con las manos, sin palillos. Es una formación muy pernambucana, que incluye instrumentos usados por nuestros repentistas [cantantes que improvisan a la manera de los payadores argentinos], a los que conseguimos sumarles la referencia de cierta música africana. –¿En Latinoamérica hay algún otro sonido parecido al de los ilû? –Tal vez cierta música cubana, donde también la percusión más preponderante no tiene batería y siempre se toca con la mano. –El disco une a Africa y Brasil, y también a la música erudita con la popular. ¿Esa fue la intención original? –Sólo un poco. Caçapa, el productor y alma del disco, compone con la técnica erudita del contrapunto, e incorpora ese trabajo al campo de la música popular. Así que llegar al sonido de Dois cordões era natural, ya que mi escuela es la música tradicional pernambucana, y la de Caçapa, la academia. –¿La distancia entre los músicos eruditos y los populares es muy grande en Brasil? –No del todo. Un ejemplo de la unión entre ambos son los cantos polifónicos de algunas tribus indígenas del norte del país. Es cierto que los músicos popula-

EN BUENOS AIRES. Alessandra Leão toca hoy a las 21 y mañana 4 a las 20 dentro del festival Rumbos-Músicas del Sur, con entrada gratuita, en el Teatro 25 de Mayo (Av. Triunvirato 4444).

res tienen algún prejuicio con respecto a la academia, y los eruditos tienden a despreciar el diálogo con la cultura popular; sin embargo, no diría que esa desconfianza mutua sea un obstáculo en nuestro trabajo. –Registró sus dos discos –Brinquedo do tambor y Dois cordões– dentro de Creative Commons, y por lo tanto están accesibles para cualquier internauta. ¿Es una decisión ideológica o práctica? –Para una artista independiente como yo, que no pretende firmar con una discográfica multinacional, es una decisión lógica, para mí es importante que mi música circule lo más posible. Hace ya mucho tiempo que los músicos vivimos de los shows, así que poner una obra nuestra en Creative Commons no significa ninguna diferencia económica. De todas maneras, sería importante remarcar que no todo debería ser gratis, ya que de esa forma se cae en una dictadura de lo gratuito. En mi caso, mis discos están disponibles en Internet, pero quien quiera comprarlos puede conseguirlos en una edición simple o en otra más lujosa. De esa manera ofrezco materiales distintos, para públicos que también pueden ser distintos. Al final, lo más importante es que tanto el público como el artista tengan opciones. © LA NACION