Espectáculos
1945 2010
Página 2/LA NACION
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Miércoles 6 de enero de 2010
Palito Ortega
Alejandro Sanz
Lito Vitale
Teté Coustarot
Cacho Fontana
Antonio Birabent
“Nos deseábamos suerte de corazón, no había rivalidad (...) Estará ubicado en el cielo de los preferidos y en el corazón de la gente.”
“Mi más sentido pésame a toda la Argentina, que está de luto por que Sandro se fue... Querido maestro... ¡Buen viaje y gracias por tu música!”
“En un tiempo hubo antagonismo entre la música de entretenimiento y la más comprometida. Pero siempre lo respeté como una figura.”
“Fue un hombre que hasta en la enfermedad fue un ejemplo. Era la definición del hombre argentino. Intachable, amoroso.”
“Lo vi con paz en el rostro y aproveché para agradecerle a Olga lo que hizo por él, la felicidad que le dio en los últimos años de su vida.”
“Fue uno de los intérpretes más fabulosos que escuché en mi vida, compañero de andanzas de mi padre (Moris) y un baluarte de la canción.”
Consternación y dolor en su velatorio
Fervor popular en la despedida a Sandro Las puertas del Congreso se abrieron más temprano para permitir la entrada de sus seguidores, que hicieron hasta nueve cuadras de cola bajo un calor abrasador para verlo Por Diana Salinas Plaza
Sus “nenas” lo despidieron con llantos desconsolados
De la Redacción de LA NACION El desfile de miles de personas que pasaban por el Salón de los Pasos Perdidos para despedir a Sandro, ayer, parecía interminable. Con rosas en las manos y claveles, acompañados de carteles, calendarios con fotos del cantante en bata, vinchas o banderas que hacían honor al ídolo, expresaban su cariño con aplausos y cantos. Era, en síntesis, una versión algo lúgubre pero muy cercana del clima que se vivía en los recitales del astro, que murió antenoche en Mendoza, de un shock séptico, 45 días después de ser sometido a un doble trasplante de corazón y pulmones. A las 12.45, los familiares del artista decidieron abrir las puertas del Congreso para que ingresaran sus seguidores, entrada que estaba prevista recién para las 14, debido al intenso calor. A esa hora, 10 mujeres se habían desmayado, cifra que treparía hasta 30 con el correr de las horas. “Olé, olé, olé... Sandro, Sandro”, gritaban, aplaudían y sollozaban los que a las primeras horas de la mañana y la tarde constituyeron las largas filas que, junto con las sombrillas y los vasitos de agua proporcionados por un camión cisterna de AySA, buscaban calmar las altas temperaturas, que llegaron casi a los 36 grados de sensación térmica. El fervor de sus seguidores contrastó con la falta de caras famosas en su velatorio durante todo el día. La presidenta Cristina Fernández de Kirchner decidió a último momento no concurrir y envió en su representación a su jefe de gabinete, Aníbal Fernández. Se esperaba que al filo de la medianoche llegaran Susana Giménez y otros famosos. La gente, sin embargo, se preparaba para pasar toda la noche con el ídolo luego de que, al cierre de esta edición, su familia autorizara que las puertas de la sala siguieran abiertas hasta el día siguiente. Alrededor del Congreso, decenas de efectivos de la Policía Federal y los típicos vendedores ambulantes de rosas y comestibles, completaban la postal, que recorría incesantemente hasta ocho cuadras sobre Callao y doblaba por Bartolomé Mitre hasta Perón. Y es que anteayer, una vez que la prensa confirmó el lugar del velatorio, empezaron a llegar sus más fieles seguidores. Sin duda, las primeras fueron las “nenas”, que desde anteanoche a las 23.30 se estacionaron en las puertas del Congreso. No sin contar con jóvenes y personas de todas las edades, que poco a poco fueron engrosando las filas. Y que finalmente, cerca de las 13, pudieron ingresar a darle el último adiós a un Sandro que, confesaron, estaba casi irreconocible por su precario estado de salud. “Y este cumpleaños también estaremos en su casa, porque él no ha muerto, él vivirá por siempre”, dijo entre lágrimas María Luján de San Telmo, otra de sus “nenas”. Adentro, a cajón abierto, todos y todas pudieron dejarle sus flores y despedirse de él. “Adiós, mi amor… Adiós, ídolo”, le decían en medio de un silencio infinito, rodeado de coronas de flores y un cuadro con la presencia de los mártires de la Patria. Algunas se desvanecían. Sin embargo, el último adiós era en realidad una marcha sin pausa, por lo que no daba más tiempo que unas pocas palabras. Martín Guzmán, de 90 años, estaba entre los primeros de la fila. Vestido de blanco, con claveles rojo y amarillo en cada uno de los bolsillos de su camisa y rosas en las manos. “Sandro significa todo para mí. Soy gitano igual que él, espero darle el último adiós.” Afuera, cerca de treinta fans cantaron sus canciones y alentaron al público que esperaba por entrar. Sólo uno de ellos asistió pero no entraría a verlo. Ese fue Juan Carlos Andrizzi, de 64 años y uno de sus más famosos imitadores desde hace 30 años. Para él, el espectáculo aún continúa y espera simbólicamente afuera para saludarlo, como hacían en los viejos tiempos, cuando lo esperaba en los camarines para felicitarlo. Mientras tanto, una corona de flores sostenía un cartel que decía: “No me obligues a decirte adiós”.
“No se va, Sandro no se va” Entre los llantos de sus nenas y expresiones de congoja de todos los fanáticos que trataban de encontrar un respiro al calor con agua de un camión de AySA, los restos del cantante llegaron ayer a las 11.55 al Congreso. Sandro permanecerá allí hasta esta tarde, cuando el cortejo partirá al cementerio Gloriam, de Adrogué
FOTOS DE ANIBAL GRECO, HERNAN ZENTENO, MAURO V. RIZZI, PABLO BETANCOURT, RODRIGO NESPOLO Y EMILIANO LASALVIA
630
N fueron los días de esperanza, desde que se supo que Sandro estaba anotado en la lista del Incucai, hasta la última de las operaciones que le realizaron anteayer, en Mendoza. De esos 21 meses, 6 de ellos el cantante estuvo en lista de espera en emer-
gencia nacional.
255mil
Nfueron los usuarios que en lanacion.com visitaron las notas relacionadas al astro, durante las 24 horas posteriores a conocerse la noticia de la muerte de Sandro.
Dentro del Salón de los Pasos Perdidos, Diva, una de “las nenas”, se desvanecía de tanto llorar. A pocos pasos de ver los restos del ídolo de toda su vida, las rodillas se le doblaban y el llanto se volvía queja. “Por qué... No puedo... Mi amor”, decía entre espasmos y sin coordinar las palabras. Frente al ataúd, lo vio sin verlo, dejó la rosa en el lugar que le indicaron y su cuerpo no aguantó. “Soy su Pelusa de San Miguel, así me decía”, comentó a LA NACION minutos antes de entrar en el velatorio, cuando hacía la fila y esperaba con su portarretratos en el que una foto sellaba la realidad de un encuentro cara a cara con Sandro, el que posó junto a ella desde su casa, en Banfield, no sin un beso y un abrazo del coqueto y encantador artista. Fue de las primeras en llegar, al igual que Carmen Croce, Estela Maris y todas las que lo siguieron en cada show, en cada cumpleaños, en cada evento afortunado o desafortunado al artista. Son las nenas, que, como siempre, primeras, lo acompañaron. Incluso hasta el último de sus días, desde las 11.30 del lunes, encararon la fila del velatorio en el Congreso. A su lado, Estela Maris, de 50 años, hizo la remembranza de su amor por el ídolo: “Yo nací para conocer a dos personas, a mi madre y al amor de mi vida: Sandro”. En el momento, recordó el instante cumbre. Fue en un recital en el Gran Rex, en el que a través de una ruleta, su madre, Amelia González, se ganó el premio de bailar el vals y brindar con el ídolo, esa noche. Ella tenía enfisema pulmonar, lo que no le impidió asistir con todo el equipo médico que esto requería. “Sandro se enteró de que mi madre había ido y le dedicó una canción. Por esos días él ya estaba enfermo por su adicción al cigarrillo… Cuando abrías el armario, entrabas en la cocina, en el baño, en todas partes había algo de él. Un calendario, un afiche, algo. Así llegué a amarlo yo también”, detalló Estela. Pero lo mejor estaba por venir, cuando su madre, por necesidad, tuvo que entrar en el baño de hombres. “Sandro estaba ahí, la saludó y le firmó la foto: «Con todo mi amor, Roberto Sánchez» y así se despidió. No sin antes decirle: «Roberto, no fumes más», se abrazaron y lloraron”.
33,2
El preferido de los usuarios de Internet
de los cinco canales de aire en el mo-
Una canción tuvo 1,3 millones de visitas en YouTube
N puntos alcanzó el rating combinado
mento que fue anunciada la muerte del cantante, en pleno horario central.
25mil
N personas se acercaron al Congreso
en las primeras horas de velatorio.
20millones Nes la cantidad aproximada de discos
que vendió a lo largo de su carrera.
Los usuarios de Internet expresaron su sentimiento ante la partida del músico desde diversos sitios, y rememoraron anécdotas curiosas como el fanatismo que tenía el ajedrecista Bobby Fischer por el Elvis Presley argentino. A pesar de las diferencias generacionales y del tiempo que transcurrió desde su última presentación en vivo, debido a los recurrentes problemas de salud, la Red no estuvo ajena a la despedida de Sandro. Por su parte, los registros de entrevistas y fragmentos de películas de Sandro se multiplican en YouTube. Una de sus canciones, cargada hace dos años, es el registro más visto del sitio, con más de 1,3 millones de visitas.
Video. Largas filas para despedir a Sandro. videos.lanacion.com.ar
Fotogalería. En el extranjero lo recuerdan como el Elvis argentino. www.lanacion.com.ar/fotos
Más información. La despedida en Twitter (www.lanacion.com.ar/1218584). ¿Qué es el shock séptico? (www.lanacion. com.ar/1218558). Olga, la mujer que lo acompañó hasta el final (www.lanacion. com.ar/1218548). El recuerdo del ídolo en la Web (www.lanacion.com.ar/1218656)