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espectáculos
| Jueves 26 de diciembre de 2013
cine
El mérito y el misterio Último viaje a las vegas (last vegas, eeUU/2013, hablada en inglés). ★★★ buena. dirección: Jon Turteltaub. guión: Dan Fogelman. fotografía : David Hennings. música : Mark Mothersbaugh. edición: David Rennie. diseño de producción: David J Bomba. elenco: Michael
Douglas, Robert De Niro, Kevin Kline, Morgan Freeman, Mary Steenburgen, Jerry Ferrara. distribuidora: Alfa Films.duración: 105 minutos. calificación: apta para mayores de 13 años.
E
Morgan Freeman, Kevin Kline y Robert De Niro, entre maquinitas y problemas
fotos/alfa films
Una particular despedida de soltero en la ciudad del juego Últimos días en las vegas. Cuatro grandes
actores reunidos por primera vez en un film
Viene de tapa
Lo que de paso confirma la atención que el cine actual está prestando en estos días al público maduro, que no siempre se deja seducir por los superhéroes y la superacción que entusiasma a los espectadores más jóvenes y, en cambio, suele disfrutar de verse reflejado en la pantalla, preferentemente en tren de broma. La cuestión es que el veterano cuarteto ya no comparte el mismo barrio de Brooklyn (ni siquiera residen en un mismo estado) y, aunque han mantenido la amistad pese a algunos entredichos, presentan cada uno sus propios problemas, bien distintos de los de aquellos lejanos tiempos. Archie (Freeman), por ejemplo, ha sufrido un trastorno cardíaco y su hijo, sobreprotector en exceso, ejerce sobre él, día y noche, una vigilancia implacable; Sam (Kevin Kline) está felizmente casado, pero lo aburre bastante su monótona vida de jubilado: necesita un shock revitalizador. El caso más complejo es el de Paddy (Robert De Niro), que enviudó hace un año, no ha podido ni ha querido superar el duelo y para colmo todavía no le ha perdonado a Billy que no haya asistido al funeral de su ex mujer, de la que en algún momento estuvieron enamorados los dos. Es la primera vez que estas co-
tizadas estrellas (todos ganadores del Oscar, lo mismo que la principal figura femenina del film, Mary Steenburgen) actúan juntos. Y contra lo que pueda imaginarse, no formaron parte del proyecto desde un principio, sino todo lo contrario, según reveló el director Jon Turteltaub. Porque el guión no fue fruto del encargo de algún productor, sino que había sido comprado por la CBS Film y anduvo de mano en mano con la única indicación de que debía utilizarse para un film de costo reducido. Hasta que cayó en sus manos. Ya veremos cómo el realizador de Mientras dormías, El aprendiz de brujo y los dos capítulos de La leyenda del tesoro perdido terminó conformando este inédito póquer de ases. “Fueron llegando de a uno –recuerda–. Michael Douglas ya conocía el libro antes de que me lo propusieran a mí; por eso fue al que primero contacté, y dio el sí definitivo. En seguida, logramos interesar a De Niro. Con esos dos nombres, sabíamos que sería más fácil convencer a los que faltaban.” No se equivocó. A Freeman no hubo que ir a buscarlo: su agente había leído el guión y lo propuso para el papel de Archie. “Son tres actores que admiro y me encantaba no sólo la idea de trabajar con ellos, sino también la posibilidad de bailar para ellos”, confesaría
Douglas, De Niro y algunos asuntos pendientes después el mayor de los cuatro (cumplió 76) cuando ya había exhibido en una escena de la película sus destrezas de bailarín. “En cuanto a Kline, que tiene fama de decir que no a cualquier propuesta [y ése es el motivo por el que se lo ve poco en la pantalla], tomé mis precauciones –añade Turteltaub–: fui a Nueva York, mantuvimos una charla de no menos de cinco horas y lo convencí.” Despedida de soltero No importa cómo, los cuatro se reunirán en Las Vegas, un lugar que para Freeman equivale a desenfreno. Por lo menos, así lo definió en una entrevista que sostuvieron los cuatro juntos cuando concluía el rodaje del film, que tiene un título original bastante ingenioso, Last Vegas. Más tarde, en la misma charla, aclararía: “Todo el mundo, no importa de dónde sea, conoce Las Vegas. En realidad, es un estado mental, la sensación de que se puede hacer lo que se quiera. Hay gente que viene con sus chicos a pasar un fin de semana, otros vienen de compras, hay gente que busca aventuras sexuales, gente que quiere comer…”. “… y hasta gente que quiere jugar”, según agregó risueñamente su colega Douglas: “Es un popurrí, un popurrí decadente”. Michael conserva recuerdos de
los años cincuenta, cuando iba a Las Vegas a visitar a su famoso padre, Kirk, que era muy amigo de Frank Sinatra y Dean Martin. “Me acuerdo de haber asistido a algunos de esos shows, pero también recuerdo haber visto a Larry Packer, un famoso magnate australiano de la prensa, ganar 3 millones de dólares en menos de 45 minutos y darle 45.000 de propina a la camarera que le había servido una gaseosa.” Así de desmesurado y aparatoso es el ambiente en que trascurrirá la breve aventura de los cuatro en la ciudad del juego, que, por cierto, no es la misma que ellos conocieron cuando eran más jóvenes y además les reserva unas cuantas sorpresas que no suelen estar al alcance de jubilados, excepto quizá del dispendioso Billy, que ejerce su profesión de abogado en Malibú. Ya se encargará el guionista –Dan Fogelman, el de Loco y estúpido amor y los dos Cars– de introducir en el cuento las variaciones necesarias para que los visitantes deban frecuentar los escenarios más pomposos y llamativos, y para que se generen suficientes situaciones de humor, que Turteltaub alternará con escenas menos risueñas y ligeramente emotivas para describir el vínculo amistoso, que es –según él sostiene– el tema central de la película.ß
l principal mérito de esta especie de ¿Qué pasó ayer? de la tercera edad encierra también su mayor misterio. No es poca hazaña que sus productores hayan logrado reunir por primera vez en un elenco a cuatro pesos pesados de Hollywood como Michael Douglas, Robert De Niro, Kevin Kline y Morgan Freeman: hasta ahí llega el mérito. Que lo hayan conseguido ofreciéndoles un guión tan magro en ingenio ya forma parte del misterio. Quizás eso explica que, puestos a responder al compromiso, los cuatro pongan en juego más su oficio de comediantes, que ya se sabe dominan, que verdadera voluntad de divertir y divertirse, y que en el balance final resulte Mary Steenburgen la que mejor sabe sacar provecho de un papel relativamente menor: el de la veterana cantante que se cruza en el camino del cuarteto para que se repita cuarenta años después una situación similar a la que puso en conflicto a dos de los viejos compinches y determinó su destino. Uno es Paddy (Robert De Niro), de eterno duelo desde que perdió a su mujer y escasísima voluntad de salir de casa y menos para cruzarse con el otro, Billy (Michael Douglas). Éste, que ha hecho carrera como abogado en California, se siente todavía en condiciones de seducir señoritas que podrían ser sus hijas y, ya pisando los setenta (quizá
consecuencia de la muerte de su socio en el estudio), calcula que ha llegado por fin la hora de casarse y decide hacerlo con su circunstancial pareja. Es la excusa para que se produzca el reencuentro con sus amigos desde la infancia: para que haya despedida de soltero y para que sea en Las Vegas, lugar donde sobreabunda la oferta de bodas y la promesa de juergas. Con lo cual ya está todo listo para que las situaciones y los chistes respondan al más previsible humor geriátrico, Viagra incluido, y para que el cuarteto de jubilados se vea rodeado de tentaciones, desde la del juego, que se le da muy bien al simpático Archie (Morgan Freeman), liberado por pocos días de la vigilancia sanitaria de su hijo, hasta la de la pródiga oferta de compañía femenina a la pesca de jugadores afortunados, lo que pone a prueba hasta qué punto el juicioso Sam (Kevin Kline) se atreverá a aprovechar el permiso de infidelidad que le ha concedido su comprensiva esposa. Hay ciertos momentos divertidos, algún intento de emotividad y está el atractivo de la presencia de las estrellas, aunque nada es muy novedoso y el convencionalismo abunda. El film también muestra, lamentablemente, el vuelo corto de Jon Turteltaub como director y las limitaciones de su presunto desenfado.ß Fernando López
cine
Convincente drama visiones (argentina/2013). ★★★ buena. dirección: Juan de Francesco. guión: Nicolás Cisco. fotografía: Carla Stella. música: Osvaldo “Bayo” Bordoni. elenco: Roxana Randón, Adrián Ero, Kevin Sztajn, Lara Crespo, Julieta van Lacke. distribuidora: M.S.B. duración: 85 minutos. calificación: apta para mayores de 13 años.
L
a gitana está sentada, frente a una pequeña mesa con cartas de tarot en una callecita del barrio de La Boca. Algunos curiosos se acercan para conocer sus destinos, y ella, con acento español, les promete lo mejor y les solicita una ayuda monetaria. Luego de un rato, ella levanta su improvisado campamento y llega a su casa para encontrarse con Esteban, un vividor que se dedica a seducir mujeres, las enamora y luego las abandona, aunque previamente les deja un folleto con los datos de Marta, su socia, esa gitana. Es el pie para esta historia dramática y atípica que pendula entre lo policial y lo sobrenatural, elementos que el novel director Juan de Francesco supo manejar con indudable convicción,
basado en un interesante guión de Nicolás Cisco. Esa presunta gitana halló en Roxana Randón a una actriz que dotó a su personaje de la necesaria dosis de credibilidad y de emoción, elementos imprescindibles para que esa Marta, en definitiva silenciosa y solitaria, tenga la suficiente encarnadura que vira desde sus explosivas dosis de violencia hasta la ternura que le llegará justamente en sus momentos más difíciles. Paisajes de un Buenos Aires reconocible, captados por una fotografía de indudable calidad y personajes cotidianos que acompañan el derrotero de los dos protagonistas son otros hallazgos en este film que habla, en definitiva, de odio, de dolor y de secretos bien guardados.ß Adolfo C. Martínez