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ESPECTACULOS

I

Domingo 20 de febrero de 2011

CINE s GANARON LOS FAVORITOS EN EL FESTIVAL DE BERLIN

Una despedida sin sorpresas Continuación de la Pág. 1, Col. 2 para Ausente, de Marco Berger, y con el segundo puesto en el voto del público de la sección Panorama para Medianeras, de Gustavo Taretto (ver recuadro). El otro gran candidato en los sondeos previos, el húngaro Béla Tarr, debió conformarse con el Gran Premio del Jurado (segundo en importancia) por su bella y apocalíptica historia en blanco y negro The Turin Horse, mientras que –en otra decisión irreprochable– se le otorgó el Oso de Plata a la mejor dirección al alemán Ulrich Köhler por Sleeping Sickness, película que describe las vivencias íntimas de tres médicos extranjeros que realizan tareas humanitarias en Camerún. El restante Oso de Plata fue para el guión de The Forgiveness of Blood, drama filmado en Albania por el estadounidense Joshua Marston, mientras que la otra representante alemana, If Not Us, Who, épica histórica de Andrés Veiel ambientada en los años 60 y 70, ganó el premio Alfred Bauer.

Los dos principales galardones paralelos también fueron para los favoritos: el de la crítica internacional Fipresci recayó en The Turin Horse, mientras que el ecuménico fue para Nader and Simin. Así, jurados, periodistas y público coincidieron como pocas veces en consagrar a estos dos films.

La hora del balance El excelente palmarés que otorgó el jurado oficial no alcanza a disimular el flojo nivel que tuvo en general la competencia principal de 16 títulos. Los films de Farhadi, Tarr y Köhler, es cierto, fueron de gran nivel, pero también se exhibieron películas impresentables en cualquier festival, como la israelí Odem (Lipstikka) o la estadounidense Yelling to the Sky, además de varias otras bastantes mediocres. Se trata de un llamado de alerta que los programadores deberán escuchar para reposicionar a una Berlinale que ha perdido mucho prestigio frente a las selecciones de otros festivales como el Cannes o incluso el de Venecia, que suelen

TEATRO EN EL MUNDO

contar todos los años con directores de primerísima línea en sus muestras. Fuera de concurso tampoco se proyectaron demasiadas grandes películas, aunque el alemán Werner Herzog demostró su talento para el documental con The Cave of Forgotten Dreams, rodada en una milenaria cueva francesa donde se descubrieron pinturas rupestres, mientras que sus compatriotas Christian Petzold, Dominik Graf y Christoph Hochhäusler brillaron con el tríptico Dreileben, tres largometrajes independientes, pero con vinculaciones entre sí, surgidos de un debate previo entre los directores.

Saldo positivo Para el cine argentino, además de las distinciones a El premio, Ausente y Medianeras (un éxito de crítica y de ventas internacionales), queda como saldo positivo la muy buena campaña de marketing que a nivel institucional (con el aporte de 21 productoras y agentes de ventas nacionales) encabezaron el Incaa y el Ministerio de Relaciones Exteriores.

Una buena forma de sacarle provecho a una presencia inédita (por lo amplia) de películas nacionales, que se completó con Ocio, de Juan Villegas y Alejandro Lingenti, y El camino del vino, de Nicolás Carreras, ambas bien recibidas. Otro síntoma para destacar fue la recuperación que se registró en el European Film Market (EFM), el impresionante mercado que se realiza de forma paralela y a pocas cuadras del festival. Con un crecimiento en la cantidad de acreditados y un mayor nivel de ventas, se percibió un leve pero muy esperado repunte tras la debacle financiera internacional. Allí brillaron, además de la apuntada Medianeras, otros títulos nacionales, como El gato desaparece, Las viudas de los jueves e Igualita a mí. También se adquirieron films para su estreno comercial en los cines argentinos, como Pina, el tributo de Wim Wenders a la genialidad artística de la fallecida bailarina y coreógrafa alemana Pina Bausch. Arte y negocios, la fórmula por la que apuesta Berlín y que rige también al mundo del cine.

Los iraníes Sarina y Asghar Farhadi celebran su triunfo REUTERS

Buena cosecha para el cine argentino BERLIN.– Ausente, segundo largometraje de Marco Berger, ganó el popular y prestigioso Premio Teddy a la mejor película de temática gay y lésbica. El director argentino, de 33 años, ya había trabajado en una historia sobre la homosexualidad en su ópera prima Plan B y con su nuevo film, que describe la ambigua y tensa relación entre un profesor de natación y su alumno adolescente, obtuvo un galardón que en años anteriores recibieron Pedro Almodóvar, François Ozon, Todd Haynes y Derek Jarman. En 2005 lo había ganado otra argentina, Anahí Berneri, con Un año sin amor. Por su parte, Medianeras, de Gustavo Taretto, quedó segunda en el voto del público de la sección Panorama.

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POR PABLO GORLERO

Lombana, para comenzar un puente cultural entre España y los Estados Unidos a través de la colaboración entre artistas de ambos países. La obra se presentará en el Instituto de Arte Teatral Internacional (IATI), desde el próximo miércoles hasta el 8 de marzo, en una adaptación al castellano del también español Gerard Vázquez, quien hace ocho años le propuso a Lombana que la representara. El actor encarna a Zampanó, el personaje que Anthony Quinn interpretó en la película. Los actores Irene Aguilar e Israel Ruiz viajaron desde España, pero en el elenco también participan la argentina Nanda Avella, el dominicano Winston Estévez y la cubana Adela María Bolet.

ESTADOS UNIDOS

Geoffrey Rush, aclamado No en vano Geoffrey Rush tiene en su casa un Oscar, un Tony y un Emmy. Fue aclamado recientemente por el público y la prensa por su composición de Aksaentii Poprishchin, en la nueva versión de Diario de un loco, de Nikolai Gogol, que subió a escena en el hermosísimo Harvey Theatre, de Brooklyn. Fue adaptada por David Holman junto con Rush y el director Neil Armfield. El temible Ben Brantley, de The New York Times, calificó al actor de “maestro del absurdo” y lo comparó con Chaplin y Buster Keaton. Dice que su criatura hace reír, pero con lágrimas.

La versión musical de Doctor Zhivago, en Sydney AUSTRALIA

AUSTRIA AFP

El Doctor Zhivago canta En Sydney se acaba de estrenar una versión musical de Doctor Zhivago, basada en la obra maestra de Boris Pasternak, el mismo que en 1965 llevó a la pantalla grande David Lean, con Omar Shariff en el papel protagónico. A principios de los años 90, la compositora Lucy Simon presenció los ensayos de un musical suyo basado también en una famosa novela: The Secret Garden. Cuando vio la actuación de Anthony Warlow (uno de los mejores protagonistas de El fantasma de la ópera), pensó: “Este es mi Zhivago”. Y así fue, el intérprete fue el elegido para protagonizar esta obra que, luego, continuará una gira por Australia que la llevará a Melbourne y a Brisbane. El libro del musical Doctor Zhivago es de Michael Weller, las letras de Michael Korie, la música de la mencionada Simon y está dirigida por Des McAnuff (Jersey Boys, Big River).

La Strada

Mandy Patinkin AP

Der Boxer (El boxeador), en Viena AP

Más visiones sobre Anna Frank El aclamado Mandy Patinkin (Criminal Minds y Chicago Hope, en TV; Sunday in the Park with George y Evita, en teatro; Yentl, en cine) acaba de estrenar la obra Compulsion, inspirada en el periodista y escritor Meyer Levin, esencial en la divulgación de la existencia de El diario de Anna Frank. Ya la representó en los repertorios teatrales de Yale y de Berkeley, pero ahora el director Oskar Eustis logró que se interese el Public Theater, de Nueva York, donde se hará en una temporada limitada. La pieza indaga en la personalidad del periodista y en su obsesión por lo ocurrido durante la Segunda Guerra Mundial y sobre el legado de Anna Frank. El montaje de Eustis trabaja con tres actores y marionetas.

Fellini a escena

Geoffrey Rush, en Diario de un loco

En Austria se estrenó Der Boxer, una obra basada en la estrepitosa vida de Hans Orsolics, una legendaria gloria del boxeo de ese país, que terminó sus días alcohólico, envuelto en problemas financieros y con cáncer de pulmón. La obra fue escrita por Franzobel y se estrenó en el Burgtheater’s Kasino, de Viena. Está protagonizada por Johannes Krisch, uno de los actores más populares de Austria y ya despertó el interés del público de habla germana. ESTADOS UNIDOS

EFE

ESTADOS UNIDOS

La Strada, el filme que le valió el reconocimiento internacional a Federico Fellini y que ganó un Oscar en 1956, llegó por primera vez como obra teatral a Nueva York, en un tributo al cineasta italiano. Lo hace la compañía que también se llama La Strada, fundada por el actor español Luis Carlos de la

La vida de un boxeador

REUTERS