Con Sandro se fue una leyenda popular

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INFORMACION GENERAL

I

Martes 5 de enero de 2010

SUSANA GIMENEZ

MIRTHA LEGRAND

MARIA MARTHA SERRA LIMA

GRACIELA BORGES

RAUL PORCHETTO

GRISELDA SICILIANI

➾Cuanto más lo escuchás y lo

➾Lo conocí viendo Sábados circulares

➾Su mayor aporte fue la autoría de te-

➾Una persona que vivió tan bien

➾Creo que Sandro fue, más allá de

➾Es una obviedad decirlo, pero

ACTRIZ Y CONDUCTORA

mirás, más te das cuenta de la locura de todos por él. Era una estrella increíble. Agradezcamos todas las alegrías que nos dio. Recordémoslo así.➵

ACTRIZ Y CONDUCTORA

de Mancera. En aquel momento, no podía no llamar la atención con esos movimientos tan a lo Elvis. Era un gran ser humano, un tipo fuera de lo común… Estoy muy triste.➵

CANTANTE

mas que han sido cantados en toda América, en especial «Cosas de la vida», que lo escribió especialmente para una época linda de nuestras vidas. Es irreemplazable.➵

ACTRIZ

como Sandro va a vivir por siempre. Tenía muchos amigos, lo quería todo el mundo. El va a volver a vivir cada vez que escuchemos su música.➵

MUSICO

ACTRIZ

su trayectoria en la música melódica, el mejor cantante de rock del país. Nadie ha cantado como él, por su esencia y por su voz. Nadie ha logrado tanta versatilidad. ➵

inventó unas cosas que no hizo ni hace nadie más. Estaba adelantado a su tiempo. Cruzaba géneros porque no le importaban. Era un original en serio.➵

Con Sandro se fue una leyenda popular Continuación de la Pág. 1, Col. 3 sus seguidoras recibieron con dolor la noticia, reunidas frente a la casa de su ídolo. Poco antes, la novedad había sido comunicada a la viuda del cantante, Olga Garaventa. Enseguida, referentes de toda la comunidad artística argentina mostraron su tristeza ante el fallecimiento de aquel que recordaron como “un amigo” y una de las mayores expresiones de la música popular argentina. Ayer, en horas de la madrugada, Roberto Sánchez había sido operado por cuarta vez a causa de una afección bronquial y ya entonces el equipo médico que lo asistía adelantó que su estado era “verdaderamente crítico”. Por la tarde, el paciente debió ser llevado nuevamente al quirófano para que se le efectuara una aspiración con el objetivo de eliminar secreciones acumuladas en los bronquios y pulmones. “Se puede decir que está pasando el peor momento desde que ingresó en el hospital. El cuadro es grave y puede ser reversible o no, lo sabremos en las próximas horas. Dependerá de su respuesta a las terapéuticas instituidas”, dijo Burgos alrededor de las 19.15, al transmitir el que fue el segundo parte médico del día. Al lado de él, el cardiólogo Sergio Perrone había sido contundente: “Desde la primera perforación bronquial los riesgos [de muerte] son muy elevados, y Sandro lleva cuatro”, sostuvo en ese momento, aunque había agregado, sin perder las esperanzas: “Revertir el cuadro es difícil, pero no imposible”. Una hora y media después, se confirmaba el lamentable desenlace. Las fanáticas de Sandro ya habían comenzado a llegar al Hospital Italiano, donde el ídolo estaba internado desde el 20 de noviembre, apesadumbradas por el delicado estado del cantante. Muchas otras se acercaron al domicilio particular del ídolo en Banfield, donde año tras año se daban cita para celebrar el cumpleaños de Sandro, que las homenajeaba con una breve salida al balcón o, en los últimos tiempos, con mayor restricción sanitaria, les hablaba por el portero eléctrico.

Las fans del “Gitano” no encuentran consuelo Lo lloraron frente a su casa de Banfield

El dolor de los seguidores de Sandro en la puerta del Hospital Italiano de Mendoza, tras conocerse la muerte del cantante PABLO BETANCOURT

Complicaciones Desde que recibió el doble trasplante de corazón y pulmones, el 20 de noviembre pasado, a Roberto Sánchez se le practicaron cinco operaciones; las dos últimas, ayer, aunque técnicamente la segunda no fue una cirugía, sino una limpieza del “árbol bronquial”. “Cuando hay acumulación de secreciones, se obturan los bronquios y disminuye el oxígeno en sangre. Estamos tratando de impedirlo”, describió el cirujano Burgos cuando todavía el ídolo se debatía entre la vida y la muerte. En rigor, todo el proceso desde el trasplante lo atravesó “el Gitano” en un estado de severa inmunodeficiencia, como consecuencia del bajo peso y de la infección con una bacteria que lo afectaba incluso desde antes del implante. Luego de la primera cirugía de la víspera, Perrone y Burgos precisaron que cada minuto contaba y que Sandro estaba conectado a un respirador. En el segundo parte médico confirmaron que desde primera hora permanecía en terapia intensiva, definieron su estado como “grave” y explicaron que estaba “un poco despierto, tranquilo”. “Haremos todo lo posible por salvarlo, como lo hemos hecho desde el primer día. Tomamos decisiones minuto a minuto”, agregaron los médicos alrededor de las 19.15. Hasta ayer, cuando la salud de “el Gitano” volvió a involucionar, el ídolo había logrado respirar por sus propios medios por espacio de diez minutos cada media hora y permanecía con la ingesta de alimentos semisólidos y los ejercicios kinesiológicos que necesita para recuperar fuerza muscular. La última operación se le había practicado el 22 de diciembre, por una complicación en la tráquea. En la tarde de ayer, consultados por LA NACION, varios especialistas en trasplante, infectología y terapia intensiva habían coincidido en señalar que, a raíz del shock séptico y por el desgaste de su organismo, Sandro estaba estadísticamente más cerca de morir que de sobrevivir. El triste pronóstico se cumplió a las 20.40. El cuerpo de Sandro, junto con sus familiares, llegará a la Capital esta madrugada a bordo de un avión provisto por el gobierno provincial.

Llanto de las “nenas” frente a la casa de Sandro en Banfield

El doctor Burgos informa a la prensa el segundo parte médico del día LEANDRO ARANDA

Una larga batalla que no pudo ganar

LOS ANDES

En la Web

Desde 1998 padecía una obstrucción pulmonar crónica; desde entonces lo internaron cuatro veces Sandro y su enfermedad recorrieron un largo camino y libraron muchas batallas. Roberto Sánchez padecía una obstrucción pulmonar crónica desde 1998, como consecuencia, según había admitido en reiteradas oportunidades, de fumar durante décadas hasta 60 cigarrillos por día. Su dificultad para respirar lo alejó de los escenarios. Hizo reapariciones esporádicas asistido por un tubo de oxígeno. El 9 de julio de 2005 Sandro fue internado por una neumonía y su médico personal, Juan Antonio Mazzei, habló por primera vez de que no se descartaba la necesidad de un trasplante pulmonar. Lo que no se sabía entonces es que iba a requerir un implante múltiple, pues su corazón comenzaría a debilitarse de manera galopante por los esfuerzos que a Sandro le requería respirar. El 14 de diciembre de ese año el cantante tuvo que ser intervenido quirúrgicamente por un enfisema pulmonar. Permaneció internado algunos días en terapia intensiva, hasta que pasó a una sala común, aparentemente recuperado. No hubo noticias de nuevos traspiés en su salud hasta que en marzo de 2008 “el Gitano” quedó internado en el Instituto Argentino de Diagnóstico y Tratamiento (IADT). Su médico explicó entonces que se trataba de un control de rutina programado. No obstante, el 11 de abril siguiente el ex presidente del Incucai, Mario Perichón, deslizó que Sandro estaba en la lista de espera para un trasplante de corazón y pulmón. Esa indiscreción provocó el enojo del

cantante, que consideró que podría interpretarse como un pedido de trato preferencial. Por este episodio, la ex ministra de Salud, Graciela Ocaña, le pidió la renuncia a Perichón. En febrero del año pasado, Olga Garaventa, la mujer del ídolo, informó que la salud del cantante estaba muy deteriorada y que requería un trasplante de manera urgente. Sandro fue internado en marzo de 2009, ya de manera permanente, en el IADT y firmó su consentimiento ante el Incucai para someterse a la crítica operación de corazón y pulmón en el Hospital Italiano de Mendoza, donde el área de trasplantes está a cargo del cardiólogo Carlos Burgos. En mayo del año pasado, Sandro ingresó en la lista de emergencia como consecuencia de la agudización de sus problemas pulmonares. Desde ese momento su internación en Mendoza quedó supeditada a la aparición de un donante compatible. Entretanto, el Gitano regresó a su casa de Banfield, pero en julio del año pasado debió ser intervenido quirúrgicamente por una afección urinaria que comprometía el trasplante. Sólo el 16 de noviembre siguiente hubo nuevas malas noticias sobre la salud del ídolo. La vocera del cantante, Nora Lafón, rompió el silencio y expresó públicamente que Sandro transitaba por “horas decisivas” para su vida. El 20 de ese mes, Sandro fue operado de urgencia para recibir el corazón y los pulmones que tanto necesitaba, tras la aparición de un donante compatible. Fue una luz de esperanza que, 45 días después, se apagó.

El pecador que se volvió un hidalgo Continuación de la Pág. 1, Col. 6

EL MUNDO

MADRID, ESPAÑA

El diario español tituló en su página web: “Muere Sandro, uno de los cantantes más populares de América latina”.

EL TIEMPO

BOGOTA, COLOMBIA

“El cantante argentino murió a los 64 años en la provincia de Mendoza”, sostuvo en el título principal de su edición online, junto a un video.

EL PAIS

MONTEVIDEO, URUGUAY

El diario uruguayo, uno de los que más despliegue dio a la noticia, en su versión online publicó una gran foto y el título “Falleció Sandro”.

como un Sinatra criollo y kitsch, y lo seguían con una mezcla de perplejidad, condescendencia y profunda admiración en sus conciertos del Gran Rex. Sabiéndose ya unánime, Sandro gozó al final hasta del prestigio, el Olimpo que no muchas voces románticas alcanzan en vida. Después de muertas, cuando se vuelven inofensivas, esas voces suelen ser canonizadas por las clases medias biempensantes y hasta por los intelectuales. Sandro consiguió ese extraño privilegio cuando estaba lúcido y relativamente sano, y gozó varios años de esas mieles. Era, en los temas rápidos, una broma de su pasado. Una broma compartida con su público. Y era, en los lentos, un cantante excepcional, una deidad de la canción melódica. Como celebridad, levantó un muro contra las miserias del chisme y de la delación. Y a pesar de ser tan grande, jamás se dio importancia. Le oí pronunciar una vez una extraña frase: nunca consumas la mercadería que producís. No te creas la farsa del éxito, quería decir. No te entregues al personaje que inventaste ni al ambiente falsamente brillante que te arropa ni al ego que te acecha. No caigas en la tumba de la gloria. Es curioso. Murió un ídolo argentino que era un caballero, un campeón de la cortesía, un milagro de la amistad, un hidalgo. No muere un demagogo, ni un profesional del escándalo, ni un improvisado, ni un caprichoso, ni un fabricante de rencores. Muere alguien que se parece a lo mejor que los argentinos queremos ser, y también a lo que lamentablemente no hemos sido. Vaya redención para alguien que representaba el pecado.

Cuando lo supieron había cinco personas cerca de la casa. Se había ido Sandro, su ídolo. Se habían enterado a través de un mensaje de texto y ya no pudieron contener tantas emociones. “Perdoná Roberto, vos dijiste que no llore, pero mi corazón duele. Me duele el corazón, me duele el alma, me duele todo”, dijo Gladys Pereira, de 59 años y fanática desde pequeña. Una de tantas, tantas... En Beruti 251, esa calle empedrada, a dos cuadras de la estación de trenes de Banfield, la puerta de madera está rodeada de los carteles que habían dejado aquellos que deseaban que Sandro pudiera volver al barrio. “Fuerza maestro, fuerza Gitano, estamos con vos”, reza una de las cartulinas. Otro cartel tiene un tono más personal: “Sandro, el Gitano, nunca te olvidaré. Siempre estarás vivo en mi corazón. Te amo, Noemí de Banfield”. Silvia Nikoleaychuk, de 52 años y fanática de Sandro desde los cinco, dice, sin poder controlar su llanto: “Es un titán, me va a costar, es parte de lo más importante de mi vida. Hoy lloramos todos, no hay que ser egoístas; él descansa en paz”. Lejos de allí, Liliana Borelli, de 50, cuenta a LA NACION que en su casa todos son fanáticos del Gitano, y que no tiene fuerzas para ir hasta Banfield, porque su pena es demasiado grande. “Estamos muy mal, no esperábamos este desenlace. Era nuestra familia. La verdad es que gracias a Sandro conocimos a Roberto Sánchez, una gran persona”, resume, en una conversación telefónica. Nelly Fontana es, probablemente, la fanática de mayor edad que espera, frente a la casa de su ídolo, que la realidad, como sea, cambie. Tiene 79 años y está allí desde las 19, un par de horas antes del inmodificable final: “Estuvimos todos sus cumpleaños acá. Hoy teníamos que estar. Lo van a velar en el Congreso o en el Luna Park, es una personalidad. Todos los años, para el cumpleaños, la casa se llenaba de gente. ¿A qué ídolo le hicieron eso?”. Su hija, Laura, tiene 52 años y es fanática desde los 17; ella tampoco quiere moverse del lugar. Cerca está Alvaro, fanático de toda la vida, también, y representante en el lugar de los seguidores más jóvenes. Tiene 17 años y es vecino del barrio. Cuenta que ha sido su fan toda la vida: “Nunca pensé que esto iba a pasar. Para mí siempre va a ser un ídolo muy respetado, igual que para mi familia. Me siento muy triste porque pensé que iba a estar bien. Para mí era demasiado joven”. Las expresiones de congoja se repiten, los gestos que la denotan, también. Sentada en la vereda, desconsolada, aislada por decisión propia, una fanática murmura: “Pensé que lo iba a volver a ver vivo...” No dice más: a su voz la ahoga el llanto. A dos horas de recibida la noticia, colman la calle unas ochenta personas; hay fanáticos desconsolados y, también, vecinos asombrados. Cantan, como buscando alivio: “Sandro no se va, Sandro no se va” . De pronto, Silvia Herrera, de 51 años, fanática desde los siete y en la puerta de la casa de Sandro desde las 19, habla como para sí misma: “No, Sandro ya se fue”. Le queda de recuerdo eterno el nombre que le puso a su hijo en honor al ídolo: Roberto. La gente continúa llegando, dejan velas, rosas, fotos y estampitas como ofrendas para el ídolo que se fue. Liliana Bagalá, de 53 años, comenta con desazón: “Esto no lo esperaba. Rezamos mucho. El tenía muchas ganas de vivir. Como cantante fue lo más; como persona es, fue –se corrige–, un ser extraordinario. Te soy sincera, pensé que iba a salir”. Ella integra el “Grupo de las nenas”, que todas las noches, a las 22, rezaban ante un cirio encendido por la recuperación de su ídolo. Esta noche, las velas se encienden con otro deseo: que El Gitano Sandro descanse en paz.

Ana Falbo y Julieta Molina