Entre la comercialización y el margen

27 nov. 2010 - Esa investigación estuvo enfocada a la exploración de la variabilidad genética local, la introducción de lí- neas de bancos de germoplasma de.
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Campo

Sábado 27 de noviembre de 2010

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AGRICULTURA

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LA NACION/Sección 5/Página 7

Producción de cultivos especiales

Entre la comercialización y el margen Si bien no hay una plaza de referencia para el valor del garbanzo, se establecen criterios objetivos para ponderar su precio en la venta; ofrece una interesante renta por hectárea LOS CHAÑARITOS, Córdoba (De un enviado especial).- En el caso del mercado interno, el garbanzo tradicionalmente se comercializa sobre la base de un precio acordado por cada partida a retirar del campo, según señala un informe de la firma Desdelsur SA para LA NACION. En ese valor, el comprador pondera la calidad general del producto. A veces, según expresa la firma, el productor lo limpia o le da tamaño previamente con una zaranda. No existe un precio pizarra local o de bolsa de referencia internacional como hay para los granos tradicionales. De todos modos, la empresa Desdelsur informó que ofrece diariamente sus precios de compra para mercadería puesta en Zárate, con criterios objetivos referidos a la

calidad. La firma adquiere mercadería con destino a exportación y recibe el garbanzo en su planta de esa localidad bonaerense. Así, se puede recibir el producto a granel, directamente desde la trilla, según comentó José Antonio Allende, de Desdelsur. “Estos precios son el resultado ponderado de los porcentajes de cada grano retenido en las zarandas; el porcentaje de grano no retenido en las zarandas y/o con defectos (a los que se reconoce igual valor que el de la pizarra de soja) y el porcentaje de cuerpos extraños y granos no comercializables que se descuenta”, indicó la empresa. “Como referencia, al 23 de noviembre de 2010, un garbanzo de tamaño promedio de 8 mm, con 10% de granos no retenidos o defectuosos y 5% de cuerpos extraños tiene un

Se apunta a un mayor mejoramiento vegetal

Buscan ampliar las zonas de producción de la legumbre Con investigación y extensión, apuntan a la difusión del cultivo en las distintas regiones agrícolas LOS CHAÑARITOS, Córdoba (De un enviado especial).– En la Argentina, el mejoramiento genético de garbanzo se inició en la cátedra de mejoramiento genético vegetal de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad Nacional de Córdoba, en la década de1970. Esa investigación estuvo enfocada a la exploración de la variabilidad genética local, la introducción de líneas de bancos de germoplasma de Icarda (un banco de germoplasma de Siria), la comprensión de las fases de la floración, el uso de la técnica de hibridación, la determinación de la proporción genética de cada carácter componente del rendimiento y la cuantificación de las asociaciones entre los caracteres ente otros aspectos, según comentó a LA NACION Julia Carreras, profesora asociada de mejoramiento genético vegetal de esa casa de estudios.

“El rendimiento a nivel mundial es de 800 kilos; en Córdoba logran 2000 kilos”, dijo Julia Carreras En este contexto, surgió Chañaritos S-156, el primer cultivar de garbanzo inscripto. Chañaritos S-156 es una creación del criadero Alpha Sumaj, de la Facultad de Ciencias Agropecuarias, de la Universidad Nacional de Córdoba, cuyos obtentores son Elvio Biderbost y Julia Carreras. Luego, al equipo de la Universidad Nacional de Córdoba se sumaron investigadores de la Universidad de Salta y el INTA Salta. Así, en forma conjunta, las tres instituciones desarrollaron el segundo cultivar de garbanzo, denominado Norteño. “Con la interacción se logra que los productores posean semilla identificada nominada de cada uno de los cultivares”, dijo Carreras. Hoy, además, hay productores aportando a la mejora del garbanzo. Según Carreras, hoy en materia de investigación hay ensayos de evaluaciones de líneas tipo kabuli, tipo Desi y líneas con tolerancia a enfermedades fúngicas. “El rendimiento de garbanzo a nivel mundial es de 800 kilos por hectárea. Los productores de Córdoba, con semilla identificada nominada y con el paquete tecnológico incorporado al sistema, logran 2000 kilos

por hectárea en siembra directa y en secano, el que puede ser superado ajustando los elementos de manejo”, contó Carreras. “Existe en la Argentina la posibilidad de ampliar la zona de cultivo”, añadió. El productor Alberto Marchionni, titular de la firma Alberto L. Marchionni SA, está trabajando en el mejoramiento genético del cultivo de garbanzo. “Hemos importado 40 líneas y las estamos seleccionando en dos ambientes, en Hughes, Santa Fe y en Mar del Plata”, dijo Marchionni. “Además de estas líneas, estamos trabajando con variedades que se cultivan tradicionalmente en la Argentina (Norteño, Chañarito, Blanco Sinaloa, Sauco, etcétera). Con las mismas estamos evaluando diferentes densidades y fechas de siembra, tratando de ubicar cada variedad en el mejor ambiente para la zona en cuestión”, señaló.

En el sur bonaerense Entre otras regiones, se está buscando impulsar la producción de garbanzo en el sur bonaerense. Un informe realizado por Adrián Poletti, de la consultora Incrementar, da cuenta de experiencias en esa región. “Las pruebas del cultivo se iniciaron hace tres años gracias a la inquietud de un productor de la zona de La Dulce, partido de Necochea. Su interés principal estuvo en iniciar un proceso de por lo menos tres años de pruebas sobre legumbres de grano de ciclo invierno primaveral. De todos los cultivos ensayados, el garbanzo fue el que mostró mejor adaptación a la zona y logró la mejor combinación entre cantidades producidas, calidades logradas y estabilidad de rendimiento a lo largo de estas tres campañas, con producciones que rondan los 20 a 25 quintales según sea la variedad y ambiente”, comentó Poletti. Según el consultor, las dos variedades que se están evaluando son Chañarito y Norteño. “La primera, de ciclo levemente más largo, con buen potencial de rendimiento y resistencia a heladas”, comentó. Entre otros atributos, la segunda variedad tiene mayor potencial de calidad y un ciclo levemente más corto, según el consultor. Para Poletti, el cultivo de garbanzo es el que tiene el mayor potencial para ser introducido en forma más o menos rápida en la rotación de la zona. “La Argentina tiene potencial para estar situado entre los primeros cinco exportadores mundiales y la zona del sur bonaerense puede jugar un papel muy importante en concretar dicho objetivo”, finalizó.

valor aproximado a los US$ 600 por tonelada, puesto en Zárate y con pago a los 7 días. Dichos precios pueden ser US$ 50 más por tonelada en 9 mm [el garbanzo] y 50 dólares menos en 7 mm”, agregó. Gran parte de los compradores que están en el mercado o son acopiadores pueden orientar a los productores sobre los pasos a seguir para la exportación. “Desdelsur cuenta con un área técnica que multiplica semilla a partir de los materiales existentes y dispone de la misma para diversas formas de asociación con los productores de distintas zonas”, comentó Eduardo Solari, integrante de la empresa. En el caso de Agrocomodities SA, que preside Ignacio Gálvez, también se hacen asesoramientos y planes de negocios para quienes desean incursionar en este cultivo.

El grano del cultivo FOTOS DE IRMA MONTIEL

Para el productor Alberto Marchionni, cuyo firma ALM SA está trabajando en mejoramiento, la producción del grano “debe ser programada y relacionada con la demanda potencial”. Según Marchionni, cualquier “distorsión en el nivel de una de las variables produce cambios de precios bruscos,

siendo muy riesgosa la producción sin contrato previo con empresas exportadoras con trayectoria en el mercado”. Un punto atractivo del cultivo es el margen. Para el cultivo en secano en campo propio, el informe de Desdelsur considera tres escenarios de márgenes, con 1000, 1300 y 1600 kilos por hectárea con un garbanzo de un tamaño promedio de 8 mm con 10% de caída [es decir, que no responde al tamaño o es grano partido, por ejemplo]. Con un precio “esperado” de 600 dólares por tonelada, el margen proyectado se ubica en 277 dólares por hectárea para un rinde de 1000 kilos; 427,60 dólares para un cultivo de 1300 kilos y US$ 578,20 para el caso de un rendimiento de 1600 kilos por hectárea. Se considera, entre otros aspectos, un gasto directo de US$

225 por hectárea. Markus Braun, titular de la firma Cono Agropecuaria y miembro del CREA Cañada de Luque-Sitón, también es productor de garbanzo en el norte cordobés. En su caso, en materia de comercialización, primero comenzó vendiendo a exportadores locales, pero luego se inscribió como exportador. En 2007 hizo su primera venta al exterior con destino a Brasil. “Para esto contactamos a un broker; la primera exportación fue un hito muy importante para nosotros, porque requiere una dinámica de negocio completamente diferente a la de vender commodities”, señaló Braun. Crearon una marca propia (Aries Chikpeas) y en un año lograron colocar el producto en Chile, Portugal, España, Italia, Argelia, Puerto Rico, Colombia y Cabo Verde.