El profeta Isaías I. EL LIBRO El libro tiene una historia que cubre un medio milenio y la obra del "príncipe de los profetas" parece haber jugado un rol decisivo en la comunidad de Qumrán y en la Iglesia primitiva. El N.T. lo cita en más de 85 pasajes. A. Un libro de varios autores Hay razones de orden histórico, literario y teológico hacen pensar que el libro se compone de dos o tres partes: los cc. 1-39 serían preexílicos, 40-55 habrían sido escritos durante el exilio y 56- 66 inmediatamente después del retorno a Judea. 1) El primer Isaías vive en una época en la cual Asiria es la potencia que domina todo el Cercano Oriente; el déutero-Isaías, en cambio, conoce los primeros éxitos de Ciro y anuncia la próxima caída del imperio babilonio. 2) Isaías se expresa en un estilo clásico, moderado y firme, con rasgos sapienciales y señoriales; su sucesor, en cambio, usa un estilo romántico, apasionado y vibrante; discute, arguye y defiende su causa con vehemencia. 3) La perspectiva fundamental del profeta del s.VIII es la del juicio a Jerusalem y a sus habitantes, mientras que el profeta exílico proclama la inminencia de la salvación. B. El Protoisaías a) cc. 1-12: oráculos contra Judá y Jerusalem: preexílicos b) cc. 13-23: amenazas contra las naciones extranjeras: s.VIII c) cc. 24-27: el Gran Apocalipsis, texto litúrgico y escatológico: postexílico d) cc. 28-33: declaraciones elegíacas sobre Samaría y Jerusalem: preexílicas e) cc. 34-35: el Pequeño Apocalipsis: oráculos postexílicos f) cc. 36-39: apéndice histórico debido a los discípulos del profeta y paralelo a 2Re 18-20. Los oráculos fueron objeto de un trabajo redaccional que, a cada colección de amenaza, le hace seguir una palabra consoladora o liberadora, según la teología profética postexílica. Si los oyentes de Isaías se encuentran frente a una requisitoria despiadada y a una condena sin remedio, los discípulos del profeta (después del 587 a.C.) presentan estos oráculos bajo el signo de una promesa de salvación, porque consideran ya cumplida la condena y consumado el castigo: 1,2-26
6,1-8.18... 7,7-20 ... 10,5-15
+ 2,2-4
+ 9,1-6
+ 11,1-9
Si buscamos esta partición del texto, lo hacemos para ubicar las palabras en su contexto y captar mejor la intención original de los diferentes autores de esta pequeña "biblioteca" que conserva el testimonio del profeta del s. VIII y de los creyentes que han continuado su obra. 1
J. VERMEYLEN, Du prophète Isaïe à l'Apocalyptique, Isaïe I-XXXV, miroir d'un demi-millénaire d'expérience religieuse en Israël, vol. 2 (Paris 1976) 752-759: El Protoisaías no es obra de un solo hombre, profeta y poeta de talentos diversos; pero no es tampoco un mosaico de textos heterogéneos yuxtapuestos sin orden, como por azar. La obra ha conocido una historia compleja que se extiende por un medio milenio y comporta un gran número de etapas. No es posible discernir un único principio ordenador, ni afirmar que los aportes sucesivos se sitúen en una misma lógica de conjunto. Al contrario, en de cada estrato literario aparece como una cierta reacción a un estrato más antiguo... La primera relectura de los oráculos isaianos reunidos en pequeñas colecciones independientes parece remontarse a la época de Manasés. Ésta interpreta la predicación profética a la luz de las tradiciones populares sobre Sión, sede inviolable de la presencia divina... A los ojos de los contemporáneos de Josías, Isaías viene a ser el profeta mesiánico por excelencia... los círculos deuteronomistas que sobrevivieron a la catástrofe nacional del 586 presentan a Isaías como aquel que había anunciado el increíble acontecimiento que ellos contemplaron con sus propios ojos... Después del retorno de los desterrados, hacia la primera mitad del S.V, Isaías es presentado como una figura nacionalista, un visionario de la próxima liberación de su pueblo sometido al yugo de los paganos... Más tarde, hacia la segunda mitad del S.V, el Protoisaías era releído un vez más por la comunidad creyente de Jerusalem, preocupada por la fidelidad rigurosa a la Ley... la oposición cada vez más radical entre los "partidos" al interior de la nación encontrará expresión en una nueva edición del libro, que data seguramente del s. IV... por último, al final del período persa y al comienzo de la época griega, diversos círculos han releído Is 1-35 en función de sus preocupaciones respectivas, atribuyendo al profeta sus propias convicciones respeto al proselitismo y a la conversión de los paganos, a la polémica antisamaritana, a la reunión de los hebreos dispersos y al drama apocalíptico... Cada generación de lectores del Protoisaías ha percibido, entonces, a su modo, la figura del profeta y los puntos esenciales de su mensaje. Esta diversidad refleja las variadas situaciones políticas, sociales, económicas y religiosas de Israel; situaciones siempre inestables. Así la obra es testimonio de la fe viva, de los logros y fracasos, de las angustias y esperanzas de todo un pueblo... Subrayamos finalmente el temor que los sucesivos redactores de Is 1-35 tenían por interpretar fielmente la palabra del profeta... los redactores no se permitieron mutilar el libro ni trastocarlo totalmente, aun cuando algunas perícopas no cuadraban con sus interpretaciones. Les animaba una convicción común: el libro de Isaías no es un documento del pasado, una preciosa pieza de archivo, testimonio de una época superada, sino un mensaje actual, dirigido a los hombres del presente. Hoy como ayer, los oráculos del profeta y el libro que lleva su nombre se ofrecen al lector como un palabra de vida.
2
II. EL PROFETA Y SU ÉPOCA A. Un gran personaje de Jerusalem La actividad de Isaía se sitúa en la segunda mitad del s. VIII y en Jerusalem. Su mensaje y estilo revelan un alto rango social; habla con el rey de igual a igual, tiene conocidos en la corte y está familiarizado con el ambiente de los "sabios", funcionarios del estado. B. Ambiente espiritual El vocabulario y el estilo hacen pensar en el ambiente de la Sabiduría y de los "sabios". Está al corriente de sus costumbres y pretensiones, los encuentra en su terreno propio, el de la política. La conversión de Isaías asume, entonces, un significado particular: este maestro "de labios impuros, condenado al silencio" (6,5), descubre que su saber, que era su orgullo y su gloria, no sirve para nada: hay otra sabiduría, la del Señor, que debrá inspirar desde ahora su mensaje y su conducta, así como los asuntos del estado. C. Las intervenciones de Isaías 1) Durante el reinado de Jotam (740-735) 2) Bajo Ajaz (735-716?) 3) En los primeros tiempos de Ezequías (716-711) 4) Durante el asedio a Jerusalem (701)
3