El colegio o el profesionalismo, la última jugada de Alan Pichot

3 oct. 2014 - “Juego ajedrez todo el día”, asegura el flamante campeón mundial; a los 16 años, duda entre estudiar, que admite lo aburre, o perfeccionarse ...
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un fenómeno argentino

| Viernes 3 de octubre de 2014

“Es muy difícil definir hasta dónde puede llegar”

Carlos A. Ilardo PARA LA NACIoN

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ace diez años, los padres de Alan Pichot (Mariela y Daniel) fueron citados por las autoridades del colegio Jean Piaget porque su hijo, alumno de 1er grado, presentaba déficit de atención y de concentración en el aula. Semanas después, una serie de estudios cognitivos revelaron que ese niño de 6 años poseía un enorme talento, el resultado arrojó que tenía rasgos de súperdotado. Su coeficiente intelectual (131) era similar al del 5% de las personas más inteligentes del mundo. En el ajedrez, sólo Bobby Fischer, Garry Kasparov y Judit Polgar superan los 150. Acaso, las razones de esa asimetría hoy son indisimulables; el joven Alan Pichot, que acaba de consagrarse campeón mundial Sub 16 en el Festival Mundial de Ajedrez, en Durban (Sudáfrica), lo dice sin eufemismo: “Me aburre el colegio”. –¿No te gusta el colegio? –No sé si es que no me gusta; con mis compañeros y con los profesores me llevo bien, pero lo que estudio no me atrapa; no tengo ninguna materia que sea mi favorita. Tal vez la que más me interesa sea un poco la Historia Universal, pero nada más. –Estás cursando el 3er año, ¿te cuesta estudiar? –Este es el peor año, porque ante tanta competencia se me complicó el tema de las faltas; es cierto que el colegio me tiene mucha tolerancia pero casi no pude ir. La rectora Nora Jouanny, el profesor de geografía y Representante Legal de la escuela, Raúl Rodríguez y el anterior rector, Carlo Marque, siempre me estimulan; hasta la profe de matemática Carla, me tiene gran paciencia. Es que hasta ahora siempre pasé sin problemas y aprobando todas la materias. Pero estamos evaluando dar el año libre o aceptar una propuesta del Enard, de cursar el secundario en una escuela para deportistas de alto rendimiento. Sin proponérselo, la vida rutinaria de Alan y su familia, mamá Mariela, su pareja Héctor, y su hermano Ian, se les disparó de las manos; tras el regreso triunfal del continente africano hace 96 horas que los teléfonos no cesan de sonar, las casillas de correos electrónicos rebalsan, y los mensajes de textos no dan tregua; llueven las invitaciones a redacciones; recibe cámaras de TV que se autoinvitan al living de su casa; políticos de diferentes partidos, ya sea del gobierno de la Ciudad o de la Nación, le transmiten que lo aguardan en su despacho. Alan Pichot arribó anteanoche, a las 23.30 desde Sudáfrica, y ayer a las 12 fue recibido por el jefe de gabinete del gobierno porteño, Enrique Larreta; a las 13, por la Ministra de Cultura de la Nación, Teresa Parodi; a las 15, conversó con La NacioN en su escuela, William C. Morris, de Almagro, y en el club del barrio, el Círculo Torre Blanca, y entre las 17 y las 19, lo entrevistaron para la señal de cable de TN y C5N, respectivamente.

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| Viernes 3 de octubre de 2014

Sandro Mareco, entrenador de Pichot, elogia su intuición; “encara todo con mucha pasión”, remarca Diego Flores

“Me parece demasiado todo esto, ¿no’”, se sorprende Pichot por las repercusiones de su conquista en Sudáfrica, a poco de haber llegado a la Argentina

El colegio o el profesionalismo, la última jugada de Alan Pichot “Juego ajedrez todo el día”, asegura el flamante campeón mundial; a los 16 años, duda entre estudiar, que admite lo aburre, o perfeccionarse sobre el tablero

En el colegio y con la familia, en su primer día como monarca Además la producción de dos programas de radio lo tenían agendado para salir al aire a las 21 y a las 23. “Mientras Alan jugaba en Sudáfrica pensamos que sería bueno arreglar el departamento, estamos con pintores casi todo el día. Yo no me imaginé que Alan traería el título y ahora no hay lugar para recibir a la gente”,

confiesa la mamá, que de a poco se va acostumbrando a las miradas de los vecinos mientras brinda reportajes en la vereda o mientras sube en el ascensor. Al joven Pichot también le sucede. Cuando llega, al colegio un grupo de compañeros, Gonzalo, Lucio, Gerónimo, Sol, Mariquena, Micaela y

Gabriela lo aguardan en secreto y lo sorprenden con un abrazo. “Te vi en la tapa del diario”, dice uno mientras otro agrega: “Y, yo en la tele”. “Sí, a las 7 de la mañana ya salía tu cara en los noticieros de la televisión.” “Me parece demasiado todo esto, ¿no?”, dice Alan, representante de la Universidad 3 de Febrero en la Liga Nacional, con una mueca que le dibuja una media sonrisa que no oculta los síntomas de las cuatro horas de diferencia entre Durban y Buenos Aires. Y sin tiempo para la repregunta agrega: “Bueno, al menos espero que esta vez me brinden una ayuda en serio. A todos les digo lo mismo; me gusta el ajedrez, disfruto mucho de hacer esto, pero para progresar necesito competir con los mejores y los grandes jugadores

están en Europa”. En la edad de los primeros rubores y las inocentes ilusiones, Alan disfruta mucho de los momentos en familia y sin imaginárselo se ha convertido en una especie de súper héroe de su hermano Ian, de 8 años. “Él juega muy bien, casi como yo a su edad”, dijo Alan, quien prefiere minimizar que en 2006, cuando él cumplió los 8 años, se adjudicó el Magistralito Estrellita en el Miguel Najdorf por encima de 200 participantes. –¿Cómo era tú vida antes de ser campeón mundial? –Rutinaria, me levantaba a las 7 para ir al colegio; regresaba a casa a las 13, y mientras almorzaba iba preparando qué cosas repasar. Juego ajedrez todo el día. Desde las 14 hasta las 16 ó 17 práctico ejercicios de táctica y

emiliano lasalvia

luego me distraigo viendo la tele; me gusta “Sin Codificar”, o si no me quedo escuchando música. a la noche quiero cenar temprano porque así me queda tiempo para seguir jugando por Internet. Lo hago por un club, el Internet Chess Club. En el sitio ingresa un millón de jugadores al mes; alan utiliza el seudónimo de platyborg -un personaje animado- y su fuerza lo ubica entre los 20 mejores del planeta, junto a Hikaru Nakamura, Maxim Vachier Lagrave y Sergey Karjakin. –¿Y tú vida social? ¿salís con chicas o con amigos? –poco, en verdad no tanto, prefiero estar con la familia. Mis mejores amigos son del ajedrez. El tema es que uno arma grupos con gente de la misma fuerza de Elo. Entonces, por mi puntaje, en mi grupo de amigos son mayores que yo. Ellos, por ahí, prefieren otro tipo de salidas. Yo me engancho cuando dicen de jugar al fútbol. acaso, tras la euforia triunfal, chico de almagro e hincha de Boca, deberá discernir con atención para no confundir deseo con deserción. La sentencia de William Goethe aún tiene vigencia: “El talento es cosa de niños, el trabajo hace al hombre y el sacrificio al genio”. alan pichot ya no es un niño, empieza a sentirse hombre y el destino dirá si alcanza el genio.ß

“La actuación de alan fue excelente, pienso que si continúa trabajando duro y con humildad puede llegar muy lejos. Es muy difícil definir hasta dónde porque eso sólo el tiempo lo dirá, pero tiene muchas condiciones. Lo mejor es una excelente intuición e ideas combinativas, que sumados a mucha ambición y capacidades competitivas lo convierten en un jugador muy luchador, algo que es difícil de cambiar porque se nace con eso.” Con esas palabras, Sandro Mareco, entrenador de alan pichot y N° 1 del ranking argentino, define a su pupilo. Su opinión, además de autorizada y fundamentada, es coincidente con las de quienes han tenido llegada ajedrecística hacia el flamante monarca mundial. El tetracampeón nacional Diego Flores, quien fue su profesor en 2009, destaca lo que vio en el niño pichot hace ya media década. “Desde chico, alan ya exhibía grandes condiciones que demostraban que podía llegar lejos. Los papás lo apoyaron mucho y él encara todo con mucha pasión. Como era lógico en un chico de 11 años, al principio le costaba entrenarse, pero ya pin-

taba para ser un buen jugador. El gran salto lo dio algunos años después, cuando tuvo más constancia y más profesores”, explica. Sobre el reciente logro, Flores remarca: “Su conquista es muy positiva, no sólo para él, sino para el ajedrez argentino en general, porque le abrió puertas al deporte en los medios. La noticia en la tapa de los diarios y las repercusiones le sirven mucho al juego en cuanto a difusión. a alan el logro le va a servir para ganar confianza de cara a su futuro. Es un chico que no se pone nervioso y eso es una gran ventaja porque muchos jugadores jóvenes no tienen mucha paciencia. Si consigue el apoyo necesario, podrá destacarse, aprender y seguir avanzando. En la argentina ya es uno de los mejores jugadores y la capacidad para crecer la tiene”. otro jugador que dejó una huella en la vida del campeón fue Marcelo reides, quien también supo guiarlo en sus primeros movimientos. “La conquista de alan es un hito para él y para el ajedrez argentino, que después de panno y Zarnicki vuelve a consagrar a un campeón del mundo. Es un chico talentoso, cuyas cua-

lidades salientes son el esfuerzo, la pasión que le pone al aprendizaje y el amor propio que tiene. Yo lo entrené entre 2008 y 2010 y ya se veía que tenía un golpe de vista terrible, estaba un escalón por encima de los demás chicos. además, respira ajedrez. Más allá de lo que puede enseñarle un profesor, él está siempre con la computadora enterándose de lo que pasa en cada torneo del mundo, tiene una autonomía de estudio fantástica”. reides también es optimista sobre lo que viene: “Lo principal es que este título le va a abrir puertas, algo muy importante teniendo en cuenta el esfuerzo económico que hay que realizar para concretar cada viaje; acá descolló, hay que recordar que a los 7 años ya jugaba contra adultos y que a los 12 ganó un Sub 18. Después de cualquier clase se queda jugando partidas blitz… recuerdo una hermosa anécdota de hace unos años, cuando se enfrentó con el desaparecido maestro Francisco Benko. En ese momento fue un choque entre el jugador más longevo y el más pequeño, demostrando que la edad nunca será un impedimento para jugar al ajedrez”.ß

Frente a frente, Pichot y su entrenador Sandro Mareco, quien siempre lo elogia

frente al tablero Pablo Ricardi para La NaCIoN

Brilla tú diamante loco Un nuevo astro asoma en el ajedrez argentino. Alan Pichot se consagró campeón mundial de la categoría Sub 16. Esto remite a los anteriores campeones mundiales juveniles que tuvo nuestro país; todo comenzó en 1953 con el ingeniero Oscar Panno, nuestro mayor ajedrecista en el sentido completo de la palabra. Le siguió en 1959 el abogado Carlos Bielicki, ya en los 70 Marcelo Tempone, y en 1992 Pablo Zarnicki. Así, Alan se suma a esta ilustre prosapia de grandes campeones y mejores personas. Dice mucho de este joven el audaz y brillante estilo de ataque que desplegó en la partida decisiva. Partida No 935. Durban 2014. Blancas:Pichot,A. Negras: Litvinov, M. Ruy Lçopez Cerrada. 1.e4 e5 2.Cf3 Cc6 3.Ab5 a6 4.Aa4 Cf6 5.0-0 Ae7 6.Te1 b5 7.Ab3 d6 8.c3 0-0 9.h3 Cb8 10.d4 Cbd7 11.Cbd2 Ab7 12.Ac2 Te8 13.Cf1 Af8 14.Cg3 g6 15.a4 c5 16.d5 c4 17.Ag5 h6 18.Ae3 Dc7 19.Dd2 Rh7 20.Ch2 Ag7 21.Tf1 Tab8 22.f4. (No le falta coraje a Alan para asumir riesgos en la última ronda.) 22…exf4 23.Txf4 Ce5 24.Taf1 De7 25.Cf3 Cfd7 26.Cd4 Rg8 27.Cgf5! (Así atacaba Mijaíl Tal contra la Ruy López.) 27…gxf5 28.Cxf5 Df6 29.Th4 Dg6 30.Ad1 Cf6 31.Cxh6+ Rf8 32.Cf5 Cxe4. (Desesperación ante el inexorable ataque blanco.) 33.Txe4 Cf3+ 34.Axf3 Dxf5 35.Tf4 Dg6 36.Ag4! Te5 37.Ad4 Axd5. (Tampoco servía 37...Txd5 38.Txf7+ Dxf7 39.Txf7+ Rxf7 40.Df4+ etc.) 38.Axe5 dxe5 39.T4f2 Dc6 40.Ah5 Tb7 41.Td1 Ae6 42.Af3 (1-0)

Diagrama No 935. Juegan las blancas y ganan. La solución, el viernes próximo. Solución del diagrama No 934. Blancas:Re7,h2(2).Negras:Ra2, g7,h7(3). 1.h4! (1.Rf7? g5 2.Rg7 Rb3 3.Rxh7 Rc4 4.Rg6 g4 5.Rf5 Rd5) h5 2.Rf8! g6 3.Re7! y ganan. Grigoriev N. 1931.

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