ECLESIASTÉS: Notas expositivas Por Gary Williams INTRODUCCIÓN A ECLESIASTÉS 1. Autor y fecha 1.1.
1.2.
1.3.
1.4.
El autor de casi todo el libro (“el Predicador” o, mejor, “el Maestro”, ver abajo) es identificado en 1:1 y 12 como hijo de David y rey sobre Israel en Jerusalén. Las referencias a la excelencia de su sabiduría (1:16) y a su prosperidad (2:1-10) dejan poco lugar para dudar que el hijo de David a quien el libro se atribuye es Salomón (ver 1 R. 4:29-31; 9:17-21); de hecho él fue el único descendiente de David que reinó sobre “Israel” (ver 1:12) y no sólo Judá. Las referencias al Predicador/Maestro en tercera persona en 1:2, 7:27 y 12:8-10 pueden indicar que Salomón no escribió el libro directamente, sino que otra persona escribió lo que Salomón había expresado oralmente, o bien compiló y editó escritos de Salomón sobre el tema. La gran mayoría de los eruditos, incluyendo a muchos conservadores (por ejemplo PDAT, págs. 574-76; G.S. Hendry, “Eclesiastés”, en el Nuevo comentario bíblico, págs. 428-29; ver también la lista en Archer, pág. 527), sostienen que el libro no fue escrito por Salomón, sino por un autor posexílico que atribuyó el libro a Salomón por motivos literarios. 1.3.1. Esta teoría se basa en el lenguaje del libro: el hebreo, los arameísmos, los vocablos de origen persa (ver Eissfeldt, The Old Testament: An Introduction, pág. 496). Sin embargo, estas evidencias lingüísticas no son contundentes (ver Archer, págs. 528-33; Longman, The Book of Ecclesiastes, págs. 11-15; Eissfeldt, Introduction, pág. 496). 1.3.2. La teoría también se basa en los conceptos expresados en el libro. Por ejemplo, el libro sintoniza con el pesimismo de los judíos del período posexílico, cuando vivían bajo el dominio de los imperios gentiles (ver Eissfeldt, págs. 496-97). Sin embargo, esta apreciación es demasiado subjetiva, pues el pesimismo se halla en mayor o menor grado en cualquier lugar y época de la historia. No tiene que ser un fenómeno postexílico, ya que la literatura pesimista se conoce desde antes de 2000 a.C. en Egipto y en Mesopotamia (ver Eaton, Ecclesiastes, págs. 34-36; García Cordero, Biblia y legado del Antiguo Oriente, págs. 577-83, 597603, 620-31; PDAT, págs. 525-29). Para una buena defensa de la postura tradicional, de que Salomón fue autor del libro, ver Archer, págs. 523-38.
2.
El nombre. "Eclesiastés" es una transliteración del título en la Septuaginta, y éste es una traducción del título hebreo Qohélet, el cual, a su vez, es el nombre dado al autor a lo largo del libro, siete veces en total (1:1, 2, 12; 7:27; 12:8, 9, 10). El significado tanto del vocablo hebreo como de la traducción al griego es discutido. Lo más claro es que ambos tienen que ver con la palabra “asamblea”. Una interpretación común y razonable es que ambos términos significan "orador en la asamblea". Las versiones castellanas generalmente la traducen "Predicador" (RV60, RV95, VP, BDLA, RVA), aunque BJ se limita a la transliteración "Cohélet". A la luz del contenido del libro, quizás “Maestro” (NVI) sería una mejor traducción.
3.
Mensaje del libro. Existen opiniones muy diversas sobre este asunto. Esto se debe en gran parte al hecho que el libro parece contradecirse a sí mismo. Algunas de sus afirmaciones Introducción a Eclesiastés, pág. 2 son muy ortodoxas (p. ej., 8:12; 12:13-14), pero otras son todo lo contrario (p. ej., 1:2; 3:9). Éstas parecen contradecir aquéllas y muchas otras partes de la Biblia también. Las discrepancias sobre el mensaje principal del libro conducen a muchas diferencias en la interpretación de los pormenores del libro. A continuación presentamos algunas de las
posturas sobre el mensaje de Eclesiastés. 3.1. Su mensaje es mayormente positivo. Se puede distinguir dos corrientes dentro de este acercamiento. 3.1.1. Su mensaje es casi totalmente positivo. Por ejemplo, para Walter Kaiser, "el talante de Eclesiastés es de deleite, con la perspectiva de vivir y disfrutar todos los bienes de la vida una vez que el hombre teme a Dios y guarda sus mandamientos" (Eclesiastés: La vida total, pág. 40). Esta postura, adoptada por varios comentaristas conservadores, toma como pauta para la interpretación las partes positivas del libro, busca interpretar la mayor parte del libro en forma positiva, minimiza las partes negativas y procura armonizar las afirmaciones del libro con el resto de la Biblia. Resulta muy edificante y hasta inspiradora, pero infiel al contenido del libro. Pasa por alto algunas expresiones del libro, da una interpretación forzada a otras, y basa su interpretación en conceptos que se encuentran en otros libros bíblicos pero que son ajenos a Eclesiastés. Pierde de vista lo distintivo del Predicador/Maestro, porque si bien el libro termina con un mensaje positivo, lo hace solamente después de mantener una perspectiva bastante pesimista a través de todas sus páginas. 3.1.2. Su mensaje parece ser bastante negativo, pero en realidad el énfasis recae en lo positivo. Esta postura trata de tomar en serio los pasajes pesimistas, pero opina que el mensaje principal del autor se halla en los llamados a disfrutar las dádivas de Dios en la vida (2:24-26; 3:12-14; 3:22; 5:18-20; 8:15; 9:7-10). En medio de un mundo enigmático y hasta oscuro, se debe disfrutar los placeres sencillos de la vida. Esta perspectiva ha venido cobrando fuerza en las últimas décadas (ver, por ejemplo, G. S. Ogden, Qoheleth). 3.2. Su mensaje es mayormente negativo. Toma como pauta para la interpretación las partes negativas, busca interpretar la mayor parte del libro en forma negativa, minimiza las partes positivas y reconoce que muchas de las afirmaciones del libro contradicen otras partes de la Biblia. Creo que refleja el contenido del libro. Se puede distinguir dos corrientes muy diferentes dentro de este acercamiento: 3.2.1. Su mensaje es mayor y finalmente negativo. Según este acercamiento, generalmente tomado por la crítica tradicional, Eclesiastés mantiene un enfoque negativo y escéptico a través de todo el libro. Esta interpretación no se puede armonizar con las secciones positivas del libro, especialmente sus versículos finales. En vez de intentar semejante armonización este acercamiento desvaloriza las secciones positivas, calificándolas como agregados posteriores. De manera que no ofrece una interpretación del mensaje de la forma canónica de Eclesiastés, sino de una supuesta versión anterior del libro (la versión sin los agregados positivos). Considera que la versión previa fue más pura que la actual, pues ésta resulta contradictoria. Sin embargo, la versión previa, aun si realmente hubiera existido en algún tiempo, no es la versión canónica e inspirada que nos interesa a nosotros. En toda la Biblia la crítica tradicional ha recurrido a la teoría de versiones previas (o de capas redaccionales) para explicar las supuestas contradicciones en el texto, pero en las últimas décadas aun los no conservadores han venido reconociendo que semejante crítica no ayuda a entender los libros bíblicos, sino sólo los supuestos "pre-textos". Cada vez más se acepta que las tensiones en el texto canónico no son burdas contradicciones, sino claves imprescindibles para entender el mensaje de los libros como unidades literarias completas. 3.2.2. Su mensaje es mayormente negativo pero finalmente positivo. Este es el acercamiento de los conservadores que acepten que el mensaje del libro es mayormente negativo. Toma en cuenta especialmente los últimos versículos del libro. Interpreta el mensaje mayormente negativo como una perspectiva falsa que el autor adopta o cita a propósito precisamente para demostrar que no tiene sentido (cp. el método semejante de Francis Schaeffer en sus obras de apologética). Dentro de esta corriente se puede distinguir por lo menos dos posturas diferentes.
3.3.
3.2.2.1. Una postura es que en la mayor parte del libro el autor toma o cita la perspectiva de un mundo que excluye a Dios. Utiliza la expresión "bajo el sol" para referirse al mundo desprovisto de lo que está arriba del sol, o sea, sin Dios. Este es el acercamiento de Archer (ver págs. 523 y 537) y de muchos estudiosos evangélicos conservadores. Sin embargo, el Predicador/Maestro halla vana la vida precisamente cuando contempla la obra de Dios en el mundo (cp. 6:1-2; 8:17). 3.2.2.2. La otra postura es que en la mayor parte del libro el autor toma una perspectiva que no admite que habrá juicio y vida significativa después de la muerte. Utiliza la expresión "debajo del sol" para referirse al mundo de los vivientes en contraste con el de los muertos. Eclesiastés resulta siendo una apologética para demostrar que la vida no tiene sentido si no hay un juicio y vida significativa más allá de la muerte. Cualquiera que sea nuestra interpretación, debemos tomar en serio la tensión entre los pasajes negativos y los positivos dentro del libro. Ha habido cinco acercamientos principales para explicar estas tensiones. 3.3.1. Atribuirlas a capas distintas en la historia de la redacción del libro, aduciendo que un autor escribió los pasajes negativos y otro(s) le dio un retoque positivo. Cada vez más se descarta este acercamiento, por lo menos en la sección 1:212:8. El autor de 12:9-14 sí parece ser alguien distinto del Predicador; de hecho, parece ser el autor de la forma final del libro, cuya voz se oye también en 1:1-2; 7:27; 12:8. Muchos opinan que su punto de vista contradice el del Predicador/Maestro (para un conservador que toma esta postura, ver Longman, The Book of Ecclesiastes), pero creo que esto se debe a una interpretación equivocada del mensaje del Maestro. 3.3.2. Interpretar los pasajes aparentemente negativos para que no sean tan negativos, o interpretar los pasajes aparentemente positivos para que no sean tan positivos. Este acercamiento tiende a producir interpretaciones poco convincentes. 3.3.3. Interpretar las aparentes contradicciones como un reflejo del debate que el autor realizaba dentro de su propia mente. Esta puede ser una manera legítima de explicar algunas de las contradicciones. 3.3.4. Suponer que las aparentes contradicciones se deben a que el autor citaba a veces un punto de vista tradicional para luego refutarlo. Casi seguramente este acercamiento es correcto en varios pasajes. 3.3.5. Suponer que en ciertas secciones del libro el autor adopta una postura sólo para demostrar que ella conduce a la desesperación, y que en otras secciones expresa la postura que realmente cree, o que finalmente llegó a creer. Este acercamiento explica bien las contradicciones entre 1:2-11:6 y 11:7-12:14.
4.
Propósito: demostrar que la vida no tiene sentido si no hay un juicio divino y vida significativa después de la muerte.
5.
Estructura. Es difícil bosquejar el libro con mucho detalle, porque no siempre se observa un desarrollo lógico y ordenado evidente. Sin embargo, a grandes rasgos la estructura se resumen en el siguiente bosquejo. 5.1. 5.2.
5.3.
Encabezamiento, ¿por el editor? (1:1) Las palabras del Maestro (1:2-12:8) 5.2.1. Como no hay juicio después de la muerte, todo esfuerzo es inútil y la vida no tiene sentido (1:2-11:6). 5.2.2. Habrá juicio después de la muerte, lo cual da sentido a la vida (11:7-12:8). Epílogo, por el editor (12:9-14). 5.3.1. Las palabras del Maestro son verdad (12:9-11). 5.3.2. Las dos ideas principales del Maestro son (12:12-14): 5.3.2.1. Guarda los mandamientos de Dios (12:13).
5.3.2.2.
Dios traerá toda obra a juicio (12:14).
6. Algunas aplicaciones para nosotros 6.1.
Para el cristiano las recompensas eternas dan sentido a la vida, fortaleza para aguantar pruebas e injusticias y estímulo al servicio a Dios. No debemos menospreciar su importancia, ni pensar que constituyen una motivación inferior para el cristiano. 6.2. Toda filosofía que no cree en un juicio divino de ultratumba y las recompensas eternas se confronta con los problemas que describe Eclesiastés. 6.2.1. Si no hay recompensas eternas, hay que buscar justicia a todo costo aquí en la Tierra (el marxismo), o reconocer que no hay ni habrá justicia (el existencialismo). 6.2.2. Si no hay recompensas eternas, no tiene sentido morir por una causa. Las próximas generaciones ponen en olvido a los mártires y echan a perder sus sueños. 6.2.3. Si no hay recompensas eternas, para la persona que se desilusiona con la causa lo más sensato es buscar la comodidad personal (cosa que sucede con frecuencia en la política, y aun, en cierto grado, en el ministerio). 6.3. Debemos buscar el equilibrio en nuestro pensamiento y enseñanza entre lo eterno y lo temporal. Hay que servir a Dios ahora y hacer y buscar justicia ahora, pero debemos reconocer que la justicia completa no se realiza en esta vida. APUNTES SOBRE ECLESIASTÉS I. El Sobrescrito (1:1) A. B.
Casi todo el libro consiste en las palabras de Salomón. Las probables excepciones son 1:1,12:9-14 y la expresión “dijo el Maestro” en 1:2, 7:27 y 12:8. Sobre la paternidad literaria del libro, ver la hoja de "Introducción a Eclesiastés". A la luz del contenido del libro, probablemente “Maestro” sería una mejor traducción de Qohélet que el tradicional “Predicador” (sobre este vocablo, ver la hoja de "Introducción a Eclesiastés"). Quizás la razón por la cual Salomón se llama “Maestro” a través del libro es que habla no tanto como rey sino como maestro de sabiduría. Como tal, basará sus enseñanzas principalmente en sus reflexiones sobre el mundo que observa en su alrededor y en la creación del mundo por Dios y sujetará a la crítica aun a su propio gobierno.
II. El Discurso del Maestro (1:2-12:8) A. El esfuerzo humano es vano, porque todos tienen el mismo destino: la muerte (1:2-11:6) 1. El Maestro presenta su tesis (1:2-11) 1.1. El Maestro resume su tesis: todo esfuerzo extraordinario es vano en el mundo de los vivientes (1:2-3). 1.1.1. Todo es sumamente vano (1:2). 1.1.1.1. El vocablo hebreo hébel "vanidad" aparece 38 veces en el libro y es su término más importante. Literalmente significa "aliento, soplo, vapor", pero en la Biblia casi siempre se usa metafóricamente para referirse a lo que no tiene sustancia o valor. Dependiendo del contexto, se puede traducir “inútil”, “sin sentido o propósito” o “fugaz, temporal”. Aquí y generalmente en 1:2-11:6 (pero no en 11:7-12:8; ver la nota sobre 11:10) significa “inútil” o “sin sentido”, concepto generalmente expresado en las versiones mediante la traducción tradicional “vanidad” (cp. RV60, RV95, BJ, BDLA, RVA, RV95). "Vanidad de vanidades" es una forma superlativa; significa "la vanidad más grande” o “la peor de todas las vanidades”. 1.1.1.2. Los versículos 1:2 y 12:8, siendo casi idénticos, forman una inclusión que enmarca todo el discurso del Maestro.
1.1.2. El esfuerzo extraordinario no le proporciona al ser humano ninguna ventaja en el mundo de los vivientes (1:3). 1.1.2.1. El v. 3 es una pregunta retórica. Su respuesta, a la luz del v. 2, es "Ninguno. El hombre no saca ninguna ventaja de todo su trabajo" (cp. 2:11 y ver las preguntas retóricas semejantes en 2:22; 3:9; 5:11, 16; 6:8, 11). 1.1.2.2. El vocablo traducido "provecho" es yitrón, otro de los términos clave del libro. Sólo se usa en Eclesiastés, donde aparece diez veces. Dos palabras más de la misma raíz hebrea y con el mismo significado aparecerán cuatro veces, siempre en Eclesiastés. La raíz significa "sobrar". De manera que yitrón es lo que sobra, el excedente. Aquí, y generalmente en Eclesiastés, “ventaja” es una traducción más exacta que “provecho” (todas las versiones que he consultado generalmente traducen “provecho”). El Maestro no alega que el trabajo afanoso no aprovecha para nada, sino que no da ventaja (ver el párrafo siguiente). 1.1.2.3. El sustantivo `amal "trabajo" es todavía otro de los términos clave del libro. Es de la misma raíz que el verbo vertido por "se afana". Entre sus formas verbales, sustantivales y adjetivales la raíz aparece unas 35 veces en el libro. Connota trabajo esforzado. Aquí sirve para aclarar que lo que es vano (v. 2) es todo esfuerzo extraordinario. El Maestro no niega que cierto esfuerzo es necesario y provechoso (cp. 4:5; 2:24), pero su tesis es que el esfuerzo extraordinario, más allá del mínimo necesario, no proporciona ninguna ventaja sobre aquella persona que no se esfuerza en la misma medida. 1.1.2.4. Las afirmaciones pesimistas de los vss. 2-3 están condicionadas por la frase "debajo del sol" al final del v. 3. En el AT esta frase se encuentra sólo en Eclesiastés, donde se usa no para referirse al mundo sin Dios (algunos comentaristas evangélicos lo interpretan así, pero véase 6:1- 2; 8:17), sino al mundo de los vivientes en contraste con el de los muertos (cp. 2:17; 4:3, 15 [ver la nota]; 6:5 [el abortivo "no ha visto el sol"]; 7:11; 8:15; 9:6; 11:7-8). Partiendo de la postura que no hay juicio y vida significativa después de la muerte, sino que la vida humana significativa se limita a este mundo, el Maestro concluye que todo esfuerzo extraordinario es inútil (tal vez el pasaje que expone el tema con mayor claridad sea 8:10-9:6). 1.2. El Maestro presenta una primera evidencia que todo esfuerzo extraordinario es inútil: la repetición continua en la naturaleza y en la historia (1:4-11). 1.2.1. La repetición cíclica y monótona en la naturaleza muestra que el esfuerzo humano no cambia nada (1:4-8). 1.2.1.1. Las generaciones nacen y mueren sin cambiar el mundo (1:4). 1.2.1.2. Los movimientos cíclicos del sol, el viento y los ríos muestran que el mundo no cambia (1:5-7). Los movimientos pueden dar la apariencia del cambio, pero, como son cíclicos, el cambio es ilusorio. 1.2.1.2.1. El movimiento cíclico este-oeste del sol continúa día tras día sin parar (1:5). 1.2.1.2.2. El movimiento cíclico del viento, que sopla hacia el sur, y luego hacia el norte, continúa (1:6). 1.2.1.2.3. Los ríos continuamente corren al mar sin llenarlo nunca (1:7). 1.2.1.3. Por mucho que los seres humanos investiguen y observen la naturaleza, se fatigan antes de lograr explicarla (1:8). El paralelismo en el hebreo indica que este versículo está traducido mal en RV60, RV95, VP, y BJ. Se debe traducir como en RVA: "Todas las cosas son fatigosas, y nadie es capaz de explicarlas. El ojo no se harta de ver, ni el oído se sacia de oír" (cp. también BDLA). La primera oración es explicada por las otras tres.
1.2.2. El hecho que no reconocemos la repetición en la historia muestra que nuestros esfuerzos y logros son vanos, pues no serán recordados (1:9-11). 1.2.2.1. Nada nuevo acontece en el mundo de los vivientes (1:9). 1.2.2.2. Aun cuando se piensa que algo nuevo ha acontecido, en realidad ya ha sucedido antes (1:10). 1.2.2.3. El hecho que olvidamos lo que hicieron las generaciones anteriores implica que nunca se recordará lo que los seres humanos hacen (1:11). La implicación es que los logros nuestros también caerán en el olvido. 2. La experiencia personal del rey Salomón demuestra que el esfuerzo extraordinario es inútil (1:12-2:26). 2.1. El Maestro se identifica como Salomón (1:12). 2.1.1. Sólo dos reyes de Israel (es decir, no sólo de Judá) reinaron en Jerusalén: David y Salomón. El v. 1 aclara que de estos dos el Maestro es el segundo. 2.1.2. Muchos estudiosos aducen que el tiempo pasado del verbo "fui" implica que cuando el autor escribe Salomón ya no es rey de Israel, y que por este verbo el autor da a entender que él realmente no es Salomón, sino que sólo toma el papel de ese gran rey. Sin embargo, Salomón mismo pudo haber utilizado el tiempo pasado para hablar de lo que sucedió anteriormente pero cuando ya era rey (ver los verbos en tiempo pasado en los vss. 13-14). 2.2. Salomón relata en forma resumida que su esfuerzo por analizar la vida mediante la sabiduría fue inútil (1:13-18). Esta sección se divide en dos partes paralelas. En cada una el rey cuenta su frustración al intentar comprender lo que sucede en el mundo de los vivientes (1:13-14, 16-17) y luego concluye con una especie de proverbio pesimista (1:15, 18). 2.2.1. Tratar de entender mediante la sabiduría lo que se hace en el mundo de los vivientes sólo trae frustración (1:13-15). 2.2.1.1. Salomón intentó investigar mediante la sabiduría lo que se hace en el mundo de los vivientes (1:13a). 2.2.1.1.1. Intentó investigar mediante la sabiduría, es decir, mediante la observación de los acontecimientos en el mundo de los vivientes y partiendo de la creencia que la rectitud y el trabajo diligente conducen al éxito. 2.2.1.1.2. La frase "todo lo que se hace" abarca los hechos de tanto los seres humanos como Dios. 2.2.1.1.3. La frase "debajo del cielo" es equivalente a "debajo del sol". Se refiere al mundo de los vivientes (cp. las notas sobre 1:3 y 2:3). 2.2.1.2. La investigación dejó a Salomón frustrado (1:13b-15). 2.2.1.2.1. Tratar de entender lo que se hace en el mundo es una tarea que Dios ha dado al ser humano para afligirlo (1:13b). Hay un juego de palabras al final del v. 13. "Para que se ocupen en ella" (RV60, RV95, RVA, BJ) es una posible traducción, pero otra es "para que sean afligidos (o "humillados") en ella" (cp. VP; BDLA). 2.2.1.2.2. Salomón no pudo encontrar sentido en todo lo que se hace en el mundo de los vivientes (1:14). Hay un juego de palabras en la última frase del v. 14. "Aflicción de espíritu" (lit. “mal de espíritu") es una posible traducción (RV60, RV95, RVA). Otra es "anhelar el viento" (cp. VP: querer atrapar el viento"; ver también BJ, BDLA y las notas en RVA y RV95). Todavía otra opción es "pastorear el viento" (ver la nota en RV95). Ambos "anhelar el viento y
"pastorear el viento" son figuras que expresan la frustración que sentía Salomón, y aquí hacen buen paralelo con "vanidad" (hébel "aliento, vapor", ver la nota sobre v. 2). Estas traducciones también son apoyadas por la frase “trabaja para el viento” en 5:16 (traducida por RV60 como “trabajar en vano”; ver mi nota allí). Por otro lado, la traducción tradicional armoniza mejor con la frase “mal grande” en 2:21 y “fatiga de su corazón” en 2:22 (ver las notas allí). 2.2.1.2.3. La frustración de Salomón se debía a que en este mundo hay demasiados problemas insolubles y lagunas que no se puede llenar (1:15). Hay demasiadas excepciones a la regla de que los justos alcanzan éxito, y los injustos fracasan. 2.2.2. Tratar de entender la sabiduría sólo trae frustración (1:16-18). 2.2.2.1. Salomón se consideraba a sí mismo bastante sabio (1:16), lo cual concuerda con la opinión de 1 Reyes 3:12; 4:29-31. La frase "antes de mi" indica que "todos los que fueron antes de mí en Jerusalén" se refiere a los reyes anteriores (cp. VP). Esto es más seguro aún si se acepta la lección "sobre Jerusalén" (cp. BDLA; es la lección de muchos MSS hebreos, incluso del famoso Códice Leningradense) en lugar de "en Jerusalén" (aunque en 2:7 y 9 todos los MSS hebreos tienen "en Jerusalén"). Estos reyes incluían no solamente a David, sino también a los monarcas no israelitas que gobernaron Jerusalén antes de David (cp. 1 Cr. 29:25, donde, sin embargo, los LXX omiten "sobre Israel"). 2.2.2.2. Por lo tanto intentó comprender la sabiduría y su opuesto, la insensatez (1:17a). 2.2.2.3. Sin embargo, sólo encontró frustración en este esfuerzo (1:17b). El vocablo traducido "aflicción" es semejante a la palabra traducida de la misma manera en el v. 14, y ha de significar lo mismo. Para el juego de palabras en la frase traducida "aflicción de espíritu", ver la nota sobre v. 14. 2.2.2.4. Salomón encontró que entre más se sabe, más se sufre (1:18). Entre más observaba a los que actuaban según la sabiduría o la insensatez, más excepciones encontraba a la doctrina que los justos y diligentes (los sabios; cp. Pr. 2:10-15; 10:5) prosperarán y los injustos y perezosos (los insensatos) fracasarán. Estas incongruencias le afligían en su búsqueda para entender lo que sucede en el mundo de los vivientes. 2.3. Salomón relata que su búsqueda de los placeres fue vana (2:1-11). Esta sección exhibe una estructura de ABA: resumen introductorio (2:1-2), enumeración de los placeres probados (2:3-8), resumen final (2:9-11). 2.3.1. Resumen introductorio: Salomón probó los placeres y halló que son vanidad (2:1-2). 2.3.1.1. Salomón decidió probar los placeres (2:1a). En lugar de "bienes", tradúzcase literalmente "lo bueno". En hebreo “corazón bueno” es un modismo por “corazón alegre”. Se usa por lo regular del efecto de la buena comida y el vino. 2.3.1.2. Después de probar los placeres decidió que eran vanidad, porque no servían para nada significativo (2:1b-2). El vocablo traducido "placer" en el v. 2 es el mismo que se traduce más literalmente "alegría" en el v. 1. 2.3.2. Salomón probó una variedad de placeres (2:3-8). 2.3.2.1. Probó los placeres del vino (2:3).
2.3.2.1.1. En lugar de "y que anduviese mi corazón en sabiduría", tradúzcase "pero andaba mi corazón en sabiduría". Por medio de esta oración Salomón explica entre paréntesis que aun cuando él probaba los placeres del vino de manera aparentemente insensata, o sea, hasta la ebriedad, lo hizo como un experimento científico controlado por su mente (cp. VP, BJ, RVA, RV95). Esto también se indica mediante el verbo traducido "propuse", que literalmente significa "investigué" (no hallo semejante traducción en las versiones, pero el mismo verbo está traducido "buscar" en el 1:13). 2.3.2.1.2. El propósito de la prueba (y de todas las pruebas siguientes) era encontrar en qué cosa valía la pena que los seres humanos se ocuparan durante su vida. Seguramente Salomón, siendo sabio ya (cp. 1:16), estaba convencido que la búsqueda de los placeres no era una meta digna para la vida. Sin embargo, conduce su experimento para confirmar su creencia. 2.3.2.1.3. Aquí el significado de “debajo del cielo” es aclarado por la frase siguiente: “todos los días de su vida” (ver la nota sobre 1:13). 2.3.2.2. Probó el placer de construir obras (2:4-6). La repetición 4 veces en 2:4-6 de la expresión hebrea lî "para mí, me", recalca que lo que Salomón construyó no fueron obras públicas, sino privadas, para su propio disfrute. De hecho, lî aparece 8 veces en los vss. 4-8 (el verbo “tuve” en el v. 7 es literalmente “hubo para mí”), señalando el carácter egoísta de la búsqueda de los placeres. 2.3.2.3. Probó el placer de las muchas posesiones (2:7-8a). 2.3.2.3.1. Obtuvo esclavos (2:7a). 2.3.2.3.2. Obtuvo mucho ganado (2:7b). La última parte del versículo ("más que todos los que fueron antes de mí en Jerusalén") es un indicio más que el Maestro es Salomón (ver la nota sobre 1:16). 2.3.2.3.3. Amontonó riquezas (2:8a; cp. 1 R. 10:14-29; 2 Cr. 9:13-28). Los tesoros de los reyes serían el tributo de los reyes vasallos (cp. 1 R. 4:21-24; 2 Cr. 9:14, 23-24), y los tesoros de las provincias serían los impuestos pagados por los doce distritos administrativos de Israel (cp. 1 R. 4:7-19). 2.3.2.4. Probó el placer de los deleites (2:8b). 2.3.2.4.1. Consiguió cantores. 2.3.2.4.2. Consiguió placer sexual. 2.3.2.4.2.1. "Los deleites de los hijos de los hombres" es una traducción literal. Puede referirse a los deleites en general, pero no es imposible que aluda al placer sexual (una forma levemente diferente del vocablo traducido "deleites" se utiliza en la expresión vertida por "amor deleitoso" en Cant. 7:6). 2.3.2.4.2.2. No se sabe el significado de la última frase del versículo. La traducción "toda clase de instrumentos de música" (RV60, RV95) se basa en la mención previa de los cantores. Los LXX tradujeron “copero y coperas” (cp. BJ "coperos y reposteros"). No obstante, ambos sustantivos están en el género femenino, y hoy la mayoría de los estudiosos opinan que
las dos palabras se refieren al harén del rey (cp. BDLA, RVA, VP, y la nota de BJ). 2.3.3. Resumen final: Salomón probó todos los placeres y concluyó que son vanidad (2:9-11). 2.3.3.1. Llegó a ser más poderoso y rico que todos los que reyes anteriores en Jerusalén (2:9a). En cuanto al significado de "los que fueron antes de mí en Jerusalén", ver la nota sobre 1:16. 2.3.3.2. De nuevo aclara entre paréntesis que no perdió su objetividad en todo el experimento con los placeres (2:9b; cp. la nota sobre el v. 3). 2.3.3.3. No se negó a sí mismo ningún placer (2:10). 2.3.3.3.1. Este versículo no significa que Salomón se haya entregado a los vicios, sino que dio rienda suelta a todo apetito legítimo. 2.3.3.3.2. En este experimento lo que más placer le dio fue su trabajo. Ha de referirse al trabajo de construir las obras y conseguir los bienes y deleites. ¡El proceso de conseguir le dio más gusto que el disfrute de lo conseguido! 2.3.3.4. Sin embargo, al final concluyó que vivir por el placer, aun el del trabajo, era vanidad (2:11). Era inútil porque era egoísta; no servía ningún fin noble (cp. v. 2), y, por lo tanto, lo dejaba a él vacío. Sobre el significado del vocablo traducido "provecho", ver la nota sobre 1:3. En 2:18-21 Salomón dará más razones por qué sus obras y trabajo no le dieron ventaja. 2.4. La muerte hace vano el agenciarse de sabiduría y ahorros (2:12-26). 2.4.1. La muerte hace vano el esfuerzo por obtener sabiduría (2:12-17). 2.4.1.1. Salomón examinó la sabiduría y la insensatez (2:12). 2.4.1.1.1. La traducción "volví a mirar" (RV60, RV95, RVA) es literalmente correcta, pero da la impresión falsa que la frase significa "miré otra vez". El verbo traducido "volver" no se usa para indicar repetición de una acción. Sería mejor traducir "me volví para mirar" (cp. BJ), o menos literalmente "me puse a reflexionar" (VP). 2.4.1.1.2. Ningún otro tendría tantas oportunidades como Salomón de conocer la sabiduría y la insensatez (2:12b). 2.4.1.1.2.1. La traducción del v. 12b es difícil. Literalmente el TM reza "qué el hombre que vendrá después del rey? Lo que ya lo hicieron". Para hallar algún sentido, RV60 suple "podrá hacer" y "Nada, sino", y toma "lo hicieron" en sentido impersonal "ha sido hecho". BJ, VP, BDLA, RV95 y RVA hacen más o menos lo mismo, excepto que en lugar de "lo hicieron", VP sigue una lección variante "lo hizo". 2.4.1.1.2.2. La interpretación del v. 12b es difícil también. Algunos piensan que Salomón quiere decir que las generaciones posteriores deben seguir su ejemplo de examinar la sabiduría y la insensatez. Pero es más probable que quiere decir él debía examinar la sabiduría y la insensatez porque difícilmente algún otro tendría las mismas oportunidades de conocer tan ampliamente ambas cosas. 2.4.1.2. Su primera conclusión no sorprende: la sabiduría tiene "ventaja" (así dice el hebreo literalmente) clara sobre la insensatez, porque el prudente evita muchos errores en los cuales caen los necios (2:1314a). Esta conclusión parece obvia, y concuerda con la perspectiva
sapiencial tradicional (ver Pr. 1:26-29; 14:16; 28:26). 2.4.1.3. Pero luego se puso a pensar que un mismo suceso acontece a todos, sabios e insensatos, y esto lo condujo a concluir que el esfuerzo por conseguir sabiduría es inútil (2:14b-15). Después de la conclusión tradicional en 2:13-14a, Salomón ahora llega a otra contraria y, para él, de más fuerza. 2.4.1.3.1. Todavía no aclara cuál es el suceso que acontece a todos, pero los lectores ya tendrán una buena idea al respecto. 2.4.1.3.2. Aplica esta desilusión a sí mismo en el v. 15b. 2.4.1.4. Aclara que el suceso que acontece a todos es que mueren y son olvidados (2:16; cp. 1:11). 2.4.1.4.1. Esta conclusión está en tensión con la postura tradicional de que “la memoria del sabio será bendita, mas el nombre de los impíos se pudrirá” (Pr. 10:7). Probablemente el Predicador reconocía que al sabio se le recordaba con honra por algún tiempo, pero que generalmente ese tiempo no era muy largo. No era “para siempre”, sino que terminaba “en los días venideros”. 2.4.1.4.2. La última oración del v. 16 debe ser traducida como una exclamación de asombro y angustia: “¡Y cómo muere el sabio junto con el necio!” (RVA, cp. BDLA). 2.4.1.5. Al fin, el hecho que todos mueren y son olvidados condujo al Maestro a la conclusión que la vida es angustiosa, porque todo esfuerzo por superarse es inútil (2:17). Para el significado de la última frase de 2:17, ver la nota sobre 1:14. Las semejanzas entre estos dos versículos indican que 2:13-17 explica 1:13-14. 2.4.2. La muerte hace vano el esfuerzo por ahorrar (2:18-23). Salomón creía en el ahorro (cp. Pr. 21:20: “Tesoro precioso y aceite hay en la casa del sabio; mas el hombre insensato todo lo disipa”). Dejar una herencia sustancial era una meta loable (cp. Pr. 13:22a: “El bueno dejará herederos a los hijos de sus hijos”). Sin embargo, en su análisis de lo que sucede en el mundo de los vivientes (ver 1:13), el Maestro vio que el ahorro puede resultar inútil, o hasta dañino. Expuso sus reflexiones al respecto en tres párrafos (2:18-19, 20-21, 22-23), concluyendo cada uno con el estribillo "Esto también es vanidad" (vss. 19, 21, 23). 2.4.2.1. Le repugnaba a Salomón que todo lo que él acumulara mediante el esfuerzo y la sabiduría, al morir lo tendría que dejar a otros que tal vez no serían sabios (2:18-19). Posiblemente ellos lo administrarían mal. Esto le hacía odiar su esfuerzo para aumentar su haber, porque podría resultar inútil. 2.4.2.2. Salomón se desesperanzó al pensar que todo lo que acumulara con esfuerzo y sabiduría, al morir lo tendría que dejar a alguien que no había trabajado en ello (2:20-21). 2.4.2.2.1. La traducción "volvió a desesperanzarse" (2:20 en RV60; cp. también RV95, RVA) es literalmente correcta, pero da la impresión falsa que la frase significa "se desesperanzó otra vez". El verbo traducido "volver" no se usa para indicar repetición de una acción. Sería mejor traducir "se volvió a desesperanzarse", o más literalmente "me volví yo a desesperanzar mi corazón", aunque la traducción sería más clara si se usara algún otro verbo en lugar de "volver" (ver BJ: “Entregué mi corazón al desaliento”; cp. también VP, BDLA). 2.4.2.2.2. El v. 21a no se debe traducir como exclamación (como en RV60, RV95), sino como explicación (como en RVA, BJ, VP).
2.4.2.2.3. En lugar de "rectitud" (2:21), tradúzcase "destreza" (BJ, BDLA; cp. 4:4 donde RV60 vierte el mismo vocablo por "excelencia"). 2.4.2.2.4. La palabra traducida "mal" se parece al vocablo vertido por “aflicción” en 1:14, 17; 2:11, 17. Esto, más el hecho que Salomón emplea ambos términos como paralelos a “vanidad” (cp. 1:14; 2:11, 17, 21) apoya la traducción "aflicción" en 1:14, 17; 2:11, 17 (ver la nota sobre 1:14). 2.4.2.3. Es vanidad que al morir el ser humano no retiene nada de su arduo trabajo (2:22-23). El vocablo traducido "fatiga" (2:22) es el mismo que está vertido por "aflicción" en 1:17. El contexto sugiere que "fatiga" o, más literalmente "mal", es una buena traducción aquí, mejor que "anhelo" o "pastoreo", y por lo tanto da apoyo para la traducción "aflicción de espíritu" en 1:17, y también en 1:14; 2:11, 17 (ver las notas sobre 1:14, 17). 2.4.3. Habiendo visto la inutilidad de esforzarse por conseguir sabiduría y bienes materiales (2:12-23), Salomón concluyó que lo mejor que el ser humano puede esperar es disfrutar la comida, la bebida y el trabajo (2:24-26). La interpretación que se da a estos tres versículos influye bastante en la interpretación del resto del libro. 2.4.3.1. Salomón expresa su conclusión (2:24a). Algunos intérpretes parten de esta afirmación (aparecerán expresiones semejantes en 3:12, 22; 8:15 e ideas similares en 5:18; 9:7-10) para atribuir un mensaje y tono optimistas al libro. Sin embargo, si bien es cierto que disfrutar la comida, la bebida y el trabajo es un consejo sano, afirmar que el ser humano no puede aspirar a nada mejor que eso no es nada alentador. 2.4.3.2. Explica que el disfrute de la comida, la bebida y el trabajo es un don de Dios (2:24b-25). 2.4.3.2.1. Quienes interpretan el libro de manera positiva hacen hincapié en estos versículos, pues parecen ser una enseñanza piadosa tradicional. 2.4.3.2.2. El verbo traducido "se cuidará" (2:25) es bastante difícil. Literalmente significa "se apresurará" o "se apresura", pero eso no parece tener sentido aquí. Algunos traducen "se gozará" (cp. VP, BDLA, RV95, RVA) en base al contexto y un verbo cognado en el árabe (aunque el verbo árabe sólo significa "sentir"). Algunos MSS de los LXX tienen “bebe” (cp. BJ), probablemente sólo porque el mismo verbo aparece en el v. 24. La traducción de RV60 aparentemente también se basa sólo en el contexto. Todavía otra teoría es que el verbo significa “se afana, se preocupa”. Hasta ahora, no hay suficiente evidencia para decidir entre estas posibilidades. 2.4.3.2.3. En lugar de "mejor que yo" (la lección del TM en 2:25), léase con los LXX y la versión siriaca "sin él" (cp. BDLA, RVA, VP, BJ). RV95 equivocadamente toma “él” en el sentido de "uno mismo". 2.4.3.3. Explica que Dios da sabiduría y alegría a quien es bueno delante de él, y hace que el pecador amontone para aquél (2:26). Este versículo ha sido interpretado de por lo menos cuatro maneras muy diferentes. 2.4.3.3.1. Algunos lo interpretan positivamente como una conclusión piadosa ortodoxa (cp. Pr. 13:22; 28:8; Job 27:16-17) y el verdadero mensaje del libro: Dios bendice al bueno (la expresión traducida "el hombre que agrada a Dios" es literalmente "el hombre que es bueno delante de él") y hace
fracasar al pecador. Como esto contradice lo que Salomón acaba de decir en 2:18-21, hay que suponer que Salomón de repente se ha renunciado del pesimismo de los versículos anteriores. Sin embargo, el resto del libro, comenzando con la última oración del mismo 2:26, indicará lo contrario (ver especialmente 4:1-3; 7:15; 8:10-14; 9:1-3). 2.4.3.3.2. Algunos descartan el versículo como un agregado editorial para contrarrestar el pesimismo del autor. Este tipo de interpretación, común en el pasado en la crítica liberal, se ha venido descartando, pues ahora se reconoce que parte de la riqueza de la literatura de alta calidad es que con frecuencia presenta más de un punto de vista. 2.4.3.3.3. Algunos creen que el versículo quiere decir que Dios bendice o maldice arbitrariamente. Esta interpretación concuerda con las afirmaciones tocante a la soberanía de Dios a lo largo del libro, y en particular en los vss. 24b-25 y 3:14-15. Además, se puede notar que el v. 26 no dice que el bendecido por Dios es el bueno, sino el que es "bueno delante de él" (la traducción "que le agrada" capta bien la idea). Aunque "el que es bueno delante de Dios" normalmente se debe entender como "el que es en realidad bueno", en el presente contexto pesimista, y sobretodo a la luz de la última oración del v. 26, el lector tiene que preguntarse si "el que es bueno delante de Dios" no es aquel a quien Dios decide mostrar favoritismo (cp. VP: "a quien él mira con buenos ojos"). En ese caso "el pecador" puede ser aquel que no agrada a Dios (a quien Dios no le muestra favoritismo), especialmente porque todos los seres humanos, incluyendo a los que son "buenos delante de él", son pecadores (cp. 7:20; Job 9:2). De manera que la última oración del v. 26, juntamente con las frases "delante de él" y "delante de Dios" en el mismo versículo, convierten lo que parece ser una afirmación piadosa tradicional en una expresión cínica: el disfrute de la sabiduría y de la alegría es un regalo de Dios (2:24-25), pero él lo da a quien él quiere (2:26) y no en base al esfuerzo del recipiente (2:1823). Esto, dice Salomón, es vanidad. El problema principal con esta interpretación es que en Eclesiastés “pecador” no significa solamente “el que no agrada a Dios”, sino “el que comete pecado moral” (cp. 8:12: 9:18; 7:20, 26). 2.4.3.3.4. Una cuarta posibilidad es que en el v. 26 Salomón cita el punto de vista tradicional sólo para luego desmentirlo, pues no siempre concuerda con la realidad. La última oracion del v. 26 echa a perder la interpretación positiva de los vss. 24-26a. Quienes hallan un mensaje positivo en los vss. 2426 y en el libro en general tienen que encontrar alguna interpretación de la última oración del v. 26 que concuerde con su punto de vista. Algunos toman hébel "vanidad" en un sentido sólo moderadamente negativo, como "difícil de entender" (así Graham Ogden, Qoheleth [Sheffield: JSOT Press, 1987), pero esa interpretación de hébel no se puede defender a lo largo del libro. Otra solución es aplicar la última oración del versículo sólo a lo que el pecador hace: el acumular para dar a otro es vanidad. Sin embargo, en otros pasajes las expresiones semejantes a la última oración del v. 26 no se aplican sólo a los pecadores (cp.
2:19, 21). Parece, más bien, que el v. 26 no tilda de vano todas las afirmaciones del v. 26. 3. Todo sucede en el tiempo predeterminado por Dios, pero el hombre no puede descubrir ese tiempo (3:1-15). 3.1. Todo lo que sucede en el mundo de los vivientes tiene su tiempo propicio (3:1-8). 3.1.1. El principio general: todo tiene su tiempo (3:1). 3.1.1.1. A la luz de 3:2-8, este principio entraña por lo menos dos conceptos: todo sucede, y hay un momento propicio para todo lo que sucede. 3.1.1.2. La traducción "lo que se quiere" (RV60, RV95, RVA) se basa en el hecho que el vocablo hebreo normalmente significa "deleite, placer, gusto"; de hecho tiene esta acepción en 5:4, donde el hebreo traducido “no se complace” es literalmente “no hay complacencia”. Sin embargo, en Eclesiastés generalmente significar "ocupación" o "asunto" (cp. 5:8, donde RV60 traduce “ello”; ver también 3:17 y 8:6). Probablemente "asunto" o "actividad" es la mejor traducción aquí (cp. BJ, VP, BDLA). 3.1.2. Veintiocho ejemplos de actividades que tienen su tiempo (3:2-8). Los 28 ejemplos se presenta en 14 pares de polos opuestos. 3.1.2.1. Por una parte cada pareja funciona como un merismo, una figura literaria que menciona dos polos opuestos para indicar una totalidad. De esta cuenta, cada pareja ilustra el principio general: hay un tiempo para todo. 3.1.2.2. Por otra parte, las 14 parejas contrastadas recalcan que hay un tiempo propicio para actividades totalmente opuestas. Esto implica que puede ser difícil saber si determinado momento es oportuno para cierta actividad, o para su opuesto. Equivocarse al respecto puede acarrear consecuencias serias. 3.2. El hombre no puede sacar ninguna ventaja de su esfuerzo (3:9). Para entender qué relación tiene este pesimismo con 3:1-8 tendremos que leer los vss. 10-11. 3.3. Dios aflige al hombre dándole conocimiento suficiente para reconocer que Dios tiene todo planificado de antemano, pero insuficiente para entender ese plan (3:10-11). 3.3.1. Dios ha dado al hombre una tarea angustiadora (3:10). Este versículo nos invita a leer el siguiente para averiguar cuál es esa tarea. En cuanto a la posibilidad de que la frase traducida "para que se ocupen en él" también puede, mediante un juego de palabras, significar “para que se aflija en él”, véase la nota sobre la misma expresión en 1:13. 3.3.2. Dios ha ordenado un tiempo para cada cosa, y si esa cosa se realiza en ese tiempo, sale hermosa (3:11a; cp. 3:1-8 donde el mismo vocablo "tiempo" aparece 29 veces). En la literatura rabínica el vocablo traducido “hermoso”, cuando se usa con referencia a actividades, frecuentemente significa “conveniente, apropiado” (ver Fox, Qohelet and His Contradictions, p. 193). Ha de tener ese significado aquí también. 3.3.3. Dios ha puesto en la mente de los hombres el concepto de la historia, de los siglos que han pasado antes de su existencia, y los siglos que vendrán después (3:11a). Hay mucha discusión sobre el significado aquí de la palabra vertida por "eternidad". VP traduce "lo infinito", pero esa interpretación tiene escasa relación con el contexto. En general en el AT, incluyendo Eclesiastés, la palabra se usa para referirse al pasado remoto (cp. 1:10) y al largo futuro (cp. 1:4; 2:16; 3:14; 9:6). A la luz de la última oración del versículo, aquí ha de significar algo como “la larguísima historia del mundo”, o, como explica la nota de RV95, "la totalidad de los acontecimientos pasados y futuros". Es decir, el ser humano no sólo vive los “tiempos” enumerados en 3:2-8, sino que también entiende que esos eventos forman parte de algo más grande, la historia dirigida por Dios.
3.3.4. Sin embargo, el hombre no alcanza a entender el plan que Dios está desarrollando en la historia (3:11b). Esto implica, entre otras cosas, que no sabe cómo trabajar en armonía con ese plan. No entiende cuál es el tiempo oportuno para cada actividad (cp. vss. 1-8, 11a), ni cómo sacar ventaja de su trabajo (v. 9). 3.4. Concluye el Maestro que lo mejor que el hombre puede esperar de la vida es disfrutar la comida, la bebida y el trabajo (3:12-13; cp. 2:24). 3.4.1. A la luz del contexto, en lugar de "hacer bien" (3:12), se debe traducir "hacer lo agradable" (cp. RVA, VP, BJ y ver la expresión "goce el bien" en el v. 13). 3.4.2. El Maestro señala que la comida, la bebida y el disfrute del trabajo son don de Dios (3:13). 3.4.2.1. RV60, RV95, RVA y BJ implican que Dios da este don a todos. El hebreo más bien dice que todo hombre que coma, beba y disfrute su labor--es don de Dios (cp. VP). 3.4.2.2. Algunos intérpretes ven aquí una enseñanza positiva, y la toman como el mensaje principal del libro. Tal interpretación hace caso omiso del contexto. Si la afirmación del v. 13 es sincera, lo más que puede significar es que Dios da algunos dones, aunque son irrelevantes. Sin embargo, pienso que aun este limitado optimismo es irónico, como lo indicará el versículo siguiente. 3.4.3. No se puede cambiar nada, porque Dios ha predeterminado todo (3:1415). Esto implica, entre otras cosas, que el don de Dios mencionado en el v. 13 está predeterminado para ciertas personas, y ni ese don intranscendente se puede ganar con el esfuerzo humano. Por lo tanto, el trabajo esforzado no da ninguna ventaja (cp. v. 9). Aun el disfrute de la comida, la bebida y el trabajo son dados por Dios según su favoritismo, sin que el esfuerzo humano coadyuve en nada para ganarlo. Aunque este mensaje concuerda con el evangelio de la salvación por la gracia, aquí es una conclusión pesimista. 3.4.3.1. No se puede cambiar nada de lo que Dios ha predeterminado (3:14). Un propósito divino en esto es que el hombre, reconociendo su incapacidad de cambiar lo que Dios ha decidido, lo tema (3:14), es decir, lo adore y obedezca. 3.4.3.2. Dios ha predeterminado todo lo que sucede (3:15). Este versículo se parece a 1:9-10, pero el significado aquí probablemente es diferente. 3.4.3.2.1. Pienso que 3:15a se debe traducir: "Lo que fue, ya había sido; y lo que será, ya fue". No encuentro ninguna versión que concuerde con esta traducción, pero VP, BJ y BDLA están cerca. Lo que el Maestro quiere decir es que todo lo que ha sucedido y todo lo que sucederá ya ha sido decidido de antemano por Dios. 3.4.3.2.2. El 3:15b debe ser importante, porque es la última oración de la sección 3:1-16. Sin embargo su interpretación es sumamente difícil. Literalmente el hebreo reza: "Y Dios busca (o "buscará") lo (o "el") perseguido" (cp. nota de RV95). Todas las versiones que he consultado la interpretan como "Dios restaura el pasado", pero hay muy poca base para esa traducción más que su interpretación Introducción a Eclesiastés, pág. 16 del v. 15a. En lo personal, no sé qué significa la oración. Tal vez quiera decir que ningún evento se escapa del plan de Dios, o que Dios mediante su control de todo persigue al hombre. 4. No es claro si Dios va a rectificar las injusticias (3:16-22).
4.1. Al observar las injusticias en los tribunales, el Maestro espera que en el plan de Dios habrá un tiempo de juicio justo en esta vida (3:16-17). 4.1.1. El Maestro observa que hay injusticia en los tribunales (3:16). El vocablo "allí" indica que en vez de "en lugar de" (RV60, RV95), se debe traducir "en el lugar de" (cp. RVA, BJ). El pasaje se refiere a los tribunales, o tal vez al gobierno en general. 4.1.2. El Maestro espera que en el plan de Dios habrá un tiempo de juicio justo en esta vida (3:17). Es difícil saber a qué lugar se refiere el vocablo "allí". Algunos estudiosos enmiendan el texto hebreo, pero sin apoyo de parte de los manuscritos o versiones antiguas. VP, BDLA y RVA sencillamente omiten la palabra (si bien BDLA la incluye en el margen), pero hay menos evidencia aún para esa opción. Una posible interpretación es que, haciendo eco del mismo vocablo repetido dos veces en el v. 16, la palabra se refiere a los tribunales. Otra posibilidad, a la luz del contexto siguiente (vss. 19-21), es que se refiere al mundo de los muertos. Una tercera posibilidad, a la luz del paralelo estrecho entre el v. 17b y el v. 1, es que se refiere al mundo "debajo del cielo", es decir, al mundo de los vivientes. Me inclino por esta interpretación. El Maestro espera que algún día en este mundo Dios hará justicia. 4.2. El Maestro razona que Dios permite las injusticias para que los seres humanos vean que no difieren de los animales (3:18). 4.2.1. No es clara la relación entre 3:18 y 3:16-17. La traducción de v. 18a en RV60 y RV95 es más fiel al hebreo que la de VP, BDLA y RVA, pero ¿qué es lo que sucede "por causa de los hijos de los hombres para que Dios los pruebe y...vean que...son...bestias"? ¿Quiere decir el Maestro que todo tiene su tiempo (v. 17b) por causa de los hijos de los hombres? ¿O que Dios juzgará al justo y al impío (v. 17a) por causa de los hijos de los hombres? ¿O que hay injusticias en los tribunales (v. 16) por causa de los hijos de los hombres? Me inclino por esta última interpretación, porque las injusticias, mejor que las otras dos opciones, muestran que el hombre es como los animales (v. 18b). 4.2.2. El vocablo traducido "bestias" en los vss. 18 y 19 se refiere a los animales en general (cp. VP, RVA y la traducción del mismo vocablo en el v. 21 de RV60). 4.2.3. En lugar de "ellos mismos son semejantes a las bestias" el hebreo dice con aún más fuerza "ellos mismos son bestias/animales" (cp. BDLA, RVA). 4.3. El Maestro agrega que los seres humanos son iguales a los animales en otro sentido: tienen el mismo destino al morir (3:19-21). El motivo de la semejanza entre los seres humanos y los animales sirve para vincular el tema de las injusticias en los tribunales (3:16-18) con el de la inseguridad acerca de una vida significativa después de la muerte (3:19-21). Parece que el Maestro quiere decir que como no tenemos evidencia que Dios rectifica las injusticias después de la muerte (3:19-21), tenemos que esperar contra esperanza que lo haga en esta vida (3:17). 4.3.1. El Maestro razonó que el destino de los hombres al morir es igual al de los animales (3:19). 4.3.1.1. En lugar de "respiración" (RV60) o "aliento de vida" (BJ, VP, RVA, RV95), tradúzcase rúaj aquí por "espíritu" (cp. la traducción del mismo vocablo en el v. 21, donde sólo BJ y BDLA insisten en traducir "aliento de vida"; tal vez traducen así para no atribuir espíritu a los animales). El Maestro concluye que en la muerte el espíritu humano no difiere del espíritu animal. 4.3.1.2. El vocablo traducido "más" es de la misma raíz que la palabra traducida "provecho" en 1:3 (la cual sería mejor traducida “ventaja”; ver la nota allí). El Maestro ya ha dicho que el ser humano que se esfuerza no tiene ventaja sobre el que no se esfuerza (cp. 2:22; 3:9). Aquí su pesimismo se agudiza aún más: el ser humano no tiene ventaja ni sobre los animales. ¡Con razón concluye que todo es vanidad!
4.3.2. Ese destino común es la pudrición material (3:20). Los vocablos "va", "lugar" y "volverá" hacen eco de la exposición en 1:5-7 de los procesos cíclicos en la naturaleza. Ahora se entiende mejor porque el 1:4 relaciona con ese proceso cíclico el venir e ir de las generaciones. El ser humano viene del polvo y vuelve al polvo sin avanzar más que el sol, el viento y los ríos en sus constantes movimientos cíclicos. 4.3.3. En cuanto al espíritu, nadie sabe si los destinos del espíritu humano y del espíritu animal difieren (3:21). Por "arriba" el Maestro ha de querer decir "a la morada de Dios", y "abajo a la tierra" ha de significar "a la sepultura". 4.4. El Maestro concluye que a la luz de la inseguridad acerca de la vida después de la muerte, lo mejor para el ser humano es disfrutar su trabajo (3:22). 4.4.1. Sobre la interpretación de 3:22a, ver las notas sobre 2:24-26; 3:12-13. La conclusión expresada en estos pasajes, especialmente en 2:24-26 y 3:22, se asemeja bastante a la de Pablo en 1 Corintios 15:32. 4.4.2. El método de los sabios era de descubrir sus verdades mediante la observación y reflexión sobre la naturaleza y la conducta humana. Utilizando ese método el Maestro no hallaba evidencia clara de vida significativa después de la muerte, pues no había quien mostrara al hombre lo que había de ser después de su muerte (3:22b). Sin embargo, poco a poco el Maestro, de manera indirecta y soterrada, va construyendo de sus observaciones y reflexiones un argumento a favor de un juicio y una vida significativa después de la muerte, pues de otra manera, concluye él repetidas veces, la vida debajo del sol no tiene sentido. 5. Es vana la vida tanto del oprimido y como del individuo que se mata para prosperar (4:1-12). El Maestro emplea dos técnicas literarias para unificar esta sección: los motivos numéricos (vss. 3, 6, 8-12) y la estructura literaria. La estructura de los vss. 1-3, 4-6 y 7-9 es muy similar. Cada subsección tiene dos partes: primero el Maestro expone algo vano que ha visto (vss. 1, 4-5, 7-8) y luego ofrece una conclusión mediante un proverbio del tipo "mejor es X que Y" (vss. 2-3, 6, 9). Al final amplia la afirmación del v. 9 en los vss. 10-12. Emplea motivos numéricos en cada subsección, y éstos llegan a su clímax en la última subsección, y especialmente en la última oración. La yuxtaposición de los temas de la opresión (4:1-3) y del trabajo arduo (4:4-12) dentro de la sección 4:1-12 nos hace reflexionar sobre la relación entre ellos. Para las personas honradas, el trabajo esforzado era un medio legítimo para librarse de la opresión, pero el Maestro concluye que, así como la opresión, ese trabajo es una alternativa vana. 5.1. A la luz de las opresiones, es preferible no estar vivo (4:1-3). 5.1.1. La observación del Maestro: no hay consolación para los oprimidos (4:1). En lugar de "violencias" (RV60, RV95, BJ) tradúzcase "opresiones" (BDLA) o "actos de opresión" (RVA, VP). 5.1.2. La conclusión del Maestro sobre lo mejor (4:2-3). 5.1.2.1. Es mejor haber muerto que seguir viviendo (4:2). Aparentemente se refiere a los oprimidos. 5.1.2.2. Mejor aún es no haber nacido (4:3). 5.1.2.2.1. Tal vez el Maestro de nuevo se refiera a los oprimidos; en tal caso "no ha visto las malas obras" significa "no ha experimentado en carne propia las malas obras". Por otro lado, si el verbo "ver" se interpreta como en los vss. 1, 4 y 7, el Maestro también aplica su conclusión a sí mismo: le hubiera sido mejor no haber nacido y así no tener que ver las injusticias y luchar con el problema teológico de los sufrimientos de los oprimidos. 5.1.2.2.2. La expresión traducida "unos y otros" es literalmente "los dos". Este es el motivo numérico en los vss. 1-3. 5.2. El trabajo esforzado es vano (4:4-6). 5.2.1. La observación del Maestro (4:4-5).
5.2.1.1. El trabajo de alta calidad es vano porque despierta la envidia (4:4). En lugar de "despierta" el hebreo tiene literalmente "es". ¿En qué sentido es envidia el trabajo excelente? Algunos concluyen que el versículo quiere decir que el trabajo es producto de la envidia (cp. BDLA, RVA). Sin embargo, la interpretación de RV60 (y también de RV95, BJ, VP) es preferible, pues aun si aceptamos que de alguna manera el espíritu de competencia hace que el trabajo sea vano (una conclusión agradable al socialista), no lo hace tanto como el hecho que el trabajo bien realizado produce enemigos celosos. 5.2.1.2. Por otro lado, la pereza no es una alternativa viable, pues es autodestructiva (4:5). La expresión “cruza sus manos” era un modismo por “no trabaja” (cp. Pr. 6:10; 24:33). 5.2.2. La conclusión del Maestro sobre lo mejor: lo mejor es trabajar sosegadamente y satisfacerse con haber ganado sólo lo necesario (4:6). El motivo numérico se halla en el contraste entre "un puño" y "ambos puños" (lit. "dos puños"). 5.3. Matarse trabajando sin tener con quien compartir es vanidad (4:7-12). 5.3.1. La observación del Maestro: es vanidad trabajar sacrificadamente para acumular riquezas sin tener con quien compartirlas (4:7-8). 5.3.1.1. La expresión traducida "Está un hombre solo y sin sucesor" (4:8) es literalmente "hay uno y no hay un segundo". Este es el primer motivo numérico en esta sección, pero no será el único. La multiplicación de los motivos numéricos en los vss. 8-12 contribuye al sentido de clímax en estos últimos versículos de la sección. 5.3.1.2. La expresión "ni se pregunta" (4:8) no está en el hebreo, pero probablemente es correcto sobreentenderla. Otra posibilidad es que el Maestro interrumpe su enseñanza para dirigirse a sí mismo la pregunta (cp. 2:15, 19). 5.3.2. La conclusión del Maestro sobre lo mejor: es mejor no trabajar solo (4:912). 5.3.2.1. Expresa la conclusión en forma resumida (4:9). Nótese los motivos numéricos en este versículo. 5.3.2.2. Explica la conclusión (4:10-12). Da tres ejemplos de por qué es mejor no trabajar sólo. Cada ejemplo toma la forma de una oración condicional, y cada uno contiene motivos numéricos. 5.3.2.2.1. Si hay dos, pueden ayudarse mutuamente cuando caen (4:10). 5.3.2.2.2. Si hay dos, pueden calentarse mutuamente en la cama (4:11). Puede referirse al matrimonio, o a dos personas durmiendo a la intemperie. 5.3.2.2.3. Si hay dos, o mejor aún tres, pueden defenderse contra un atacante poderoso pero solitario (4:12). Con la referencia al cordón de tres dobleces, los motivos numéricos, que hasta ahora sólo han empleado las cifras uno y dos, llegan a su clímax. Este clímax clausura la sección de 4:1-12. 6. La fama, aun la bien merecida, es vana porque es temporal (4:13-16). Esta sección se vincula de cierta manera con 4:1-12 por el uso de un proverbio del tipo "mejor es X que Y" (v. 13) y por un motivo numérico (v. 16; ver la nota abajo). 6.1. El joven pobre es mejor que el rey viejo si el joven es sabio y el rey no lo es (4:1314). 6.1.1. En las sociedades antiguas el joven se consideraba inferior al anciano y, por supuesto, el pobre al rey. Sin embargo, la sabiduría, dice el Maestro, contrapesa la falta de riquezas, poder y años de experiencia (4:13a). Esta conclusión armoniza con la enseñanza sapiencial tradicional, en la cual la
sabiduría es la virtud preeminente. 6.1.2. El rey viejo insensato muestra su falta de sabiduría por su negativa a recibir consejo (4:13b; cp. Pr. 11:14; 12:15; 15:22; 20:18; 24:6). 6.1.2.1. La última palabra hebrea del v. 13, omitida en RV60 y RV95, puede significar "ya" o "todavía". BJ, VP, BDLA y RVA escogen la primera opción, dando a entender que el rey recibía consejo anteriormente, pero en su vejez ya no lo hace. Sin embargo, la acepción "todavía" cabe mejor aquí, dando a entender que a pesar de sus muchos años el rey nunca aprendió a recibir consejo. La traducción "ya" implica que la vejez era una desventaja, pero los antiguos, a diferencia de nosotros, no pensaban así. La traducción "todavía" implica que la vejez debe ser una ventaja, pero el rey insensato no ha sabido aprovecharla. 6.1.3. El joven pobre pero sabio demuestra que él es mejor porque desde los inicios menos promisorios ha llegado hasta a reinar (4:14). 6.1.3.1. A la luz del contexto, el v. 14 tiene que estar hablando no del rey viejo y insensato, sino del joven pobre y sabio. 6.1.3.2. No sabemos si el v. 14 se refiere a algún rey histórico. El v. 14a trae a la memoria la historia de José (Gén. 40-41), aunque él nunca llegó a ser rey, y el v. 14b evoca la historia de David, quien se llama a sí mismo "pobre" en 1 Samuel 18:23 (usando el mismo vocablo hebreo que aquí). Tal vez el Maestro sólo presenta un caso hipotético, basado en varios casos reales, o en un cuento conocido. 6.1.4. El joven pobre pero sabio, quien había de ser rey, gozó de mucho apoyo popular (4:15-16a). Estos versículos también evocan la historia de David. 6.1.4.1. El vocablo traducido "sucesor" es literalmente "segundo". Este motivo numérico enlaza este párrafo con 4:1-12. De hecho, el uso de "segundo" en el sentido de "sucesor" también se halla en el v. 8 (ver la nota correspondiente). 6.1.4.2. La palabra "aquél" al final del v. 15 tiene que referirse al rey viejo pero insensato mencionado en el v. 13. 6.1.4.3. La expresión traducida "que le seguía” (v. 16a) es literalmente "delante de ellos" o “delante de quienes él estaba”. 6.1.5. Sin embargo, después de su muerte el joven que llegó a ser rey popular no es querido más (4:16b). 6.1.6. Concluye el Maestro que este caso demuestra que la sabiduría puede ser inútil (4:16c). Curiosamente el paralelismo en los vss. 15 y 16 sugiere una interpretación bastante diferente de la que acabamos de exponer. He aquí una traducción literal en base al paralelismo: A. Vi a todos los vivientes los que caminan debajo del sol B. Con el joven sucesor quien se paraba debajo de él. A. No tenía fin todo el pueblo todos los que estaban antes de ellos. B. No se regocijarán en él también los posteriores. Esta traducción sugiere que el joven en realidad no difiere de los otros seres humanos. El también vive debajo del sol, o sea, en el mundo de los vivientes (v. 15). Una multitud innumerable ha vivido antes de él, sin tener conocimiento de él (v. 16a), y los que vienen después tampoco celebrarán su fama (v. 16b). Probablemente la primera interpretación que expusimos es la principal que debemos entender al leer el pasaje, pero mediante el paralelismo el Maestro también comunica un mensaje soterrado diferente, aunque relacionado. Tal vez este uso bastante complejo del doble sentido sea una manera literaria de decir que la vida también tiene significados escondidos debajo de los más aparentes. 7. La adoración de Dios debe ser guiada por el temor de Dios, para que no sea vana (5:1-7). Esta sección no es heterodoxa, pues armoniza bien con muchas partes de la Biblia, pero se opone a prácticas comunes en el pueblo de Dios.
7.1. Se debe evitar el sacrificio acompañado de la desobediencia (5:1). Para una enseñanza muy semejante a la de este versículo, cp. 1 Samuel 15:22. 7.1.1. La frase "guarda tu pie" es probablemente un modismo que significa "ten cuidado". 7.1.2. En este contexto "oír" significa "oír y obedecer" (ver VP y BJ, y cp. 1 S. 15:22 donde "se obedezca" y "obedecer" son traducciones del verbo hebreo "oír"). 7.1.3. Los insensatos creen que si cumplen con los sacrificios agradarán a Dios, sin reconocer que Dios exige también una conducta recta (cp. Sal. 40:6-8; Mi. 6:6-8). 7.1.4. Todas las versiones que he consultado traducen la última oración del versículo más o menos como RV60. Sin embargo, pienso que una traducción literal sería mejor: "porque no saben hacer el mal". El Maestro, burlándose de los insensatos, dice que no sólo son incapaces de hacer lo bueno, sino que son demasiado tontos aun para hacer la maldad (cp. 10:15). 7.2. Se debe evitar errores ante Dios (5:2-7). 7.2.1. Se debe pensar bien antes de hablar ante Dios (5:2-3). 7.2.1.1. El Maestro no aclara todavía a qué clase de palabras él se refiere. Tal vez aquí incluya todo lo dicho ante Dios, pero él aplicará la exhortación en forma más específica a partir del v. 4. 7.2.1.2. Como Dios es sumamente superior a nosotros, debemos escoger nuestras palabras con sumo cuidado cuando le hablamos (5:2b; cp. v. 7). 7.2.1.3. Así como la mucha preocupación trae sueños que intranquilizan el dormir, así también el hablar mucho trae insensateces (5:3). El vocablo traducido "el sueño" no se refiere al dormir en sí, sino a los sueños. Para ideas semejantes a la primera parte del versículo, ver v. 11 y 2:22-23 y . Quizás la comparación entre las dos partes del versículo implica que la voz del necio no tiene más sustancia que los sueños. O quizás la primera parte del versículo sea una polémica entre gente que decía que Dios les hablaba por medio de sueños; en tal caso, el Predicador estaría diciendo que sus sueños no son revelaciones de Dios sino resultados naturales de sus muchas preocupaciones. 7.2.2. Se debe pensar bien antes de hacer un voto ante Dios (5:4-7). Estos versículos se asemejan bastante a Deuteronomio 23:21-23. 7.2.2.1. Se debe evitar hacer votos sin cumplirlos (5:4-5). Los vocablos traducidos "promesa" y "prometer" son literalmente "voto" y "hacer voto" (cp. BJ, BDLA). 7.2.2.2. Incumplir un voto es asunto serio; es caer en pecado y castigo divino (5:6). 7.2.2.2.1. La primera oración del v. 6 dice literalmente "no dejes que tu boca haga pecar a tu carne". Para una idea semejante, cp. Santiago 3:6. 7.2.2.2.2. Algunos opinan que el "ángel" es el ángel de Jehová, o un ángel encargado de llevar la cuenta de las buenas obras y los pecados (cp. Tobías 12:12-15; Hch. 10:3-4), pero la palabra puede significar sencillamente "mensajero" (cp. RVA, BDLA). Algunos sugieren que es el mensajero del sacerdote, o el sacerdote mismo (cp. Mal. 2:7) encargado de asegurar que los votos se cumplieran (cp. las notas de RVA, BJ, RV95). Sin embargo, no sabemos si los sacerdotes tenían esta función. Otra opción es que el "mensajero" era el sacerdote que hacía expiación por los israelitas cuando presentaban sacrificios por pecados de ignorancia (cp. Mal. 2:7; Nm. 15:24-28).
7.2.2.2.3. "Ignorancia" se refiere a los pecados por yerro, los cuales se podían expiar con un sacrificio (cp. Lv. 4:2, 22, 27; Nm. 15:22, 29). El Maestro aclara que incumplir un voto no cae en la categoría de pecados por yerro, y por lo tanto, el sacrificio no expiaba dicho incumplimiento. 7.2.2.3. En lugar de hacer votos a la ligera, se debe temer a Dios (5:7; cp. v. 2). No es claro exactamente cómo se debe traducir el v. 7a, pero probablemente significa que las muchas palabras carecen de sustancia, así como los sueños y las vanidades (cp. v. 3). 8. Las riquezas son vanas (5:8-6:9). 8.1. Muchas riquezas se consiguen mediante la opresión y la corrupción, las cuales son endémicas debido a la burocracia (5:8-9). 8.1.1. El vocablo "provincia" no se refiere al área rural, sino a los distritos de un imperio (el significado más común) o de Israel (cp. 2:8; 1 R. 20:14, 15, 17, 19). Tal vez el Maestro escogió esta palabra porque literalmente significa "distrito judicial". 8.1.2. El v. 8b probablemente no se refiere a la soberanía de Dios, y definitivamente no se refiere a la jerarquía de los demonios (una interpretación de este versículo en la corriente de la así llamada "guerra espiritual"), sino a la burocracia que sirve como caldo de cultivo para la opresión y corrupción. 8.1.3. La traducción e interpretación del v. 9 son sumamente oscuras. Una traducción literal sería: "El provecho (o "la ventaja") de la tierra es en todo (o "en todos"); el (o "un") rey es para (o "por") un campo labrado (o "servido"). Tal vez quiera decir "El provecho de la tierra debe ser para todos, pero el rey es servido por un campo", o quizas "La ganancia de la tierra está metida en todo (es decir, lo económico influye en las opresiones e injusticias), y el rey está a favor de un campo labrado (es decir, el rey dictamina a favor de aquel que le soborna con un campo labrado)” o “La ganancia de la tierra está diluida entre todos los funcionarios, y aun el rey es servido (recibe provecho) por un campo”. 8.2. El amor a las riquezas es insaciable (5:10). La expresión traducida "no sacará fruto" es literalmente "no fruto" o "no ganancia". Es necesario suplir el verbo. El paralelismo indica que el verbo a suplirse no es "sacará" sino "se saciará de" (cp. BJ, VP, BDLA). 8.3. Entre más ingresos, más egresos (5:11). El dueño no acumula nada, sino que sólo ve sus riquezas ingresar para luego ser gastadas (v. 11b). 8.4. La abundancia no deja dormir al rico (5:12). Irónicamente, el rico vive más preocupado que el trabajador pobre. 8.5. Las riquezas ahorradas con mucho sacrificio se pierden (5:13-20). 8.5.1. Se pueden perder en un mal negocio, de forma que el que era rico quede sin nada para sus hijos (5:13-14). 8.5.2. Definitivamente se pierden cuando uno muere (5:15-20). 8.5.2.1. La expresión "para llevar en su mano" (5:15) indica que aquí el Maestro no habla de la riqueza que se puede perder en un mal negocio, sino de toda riqueza, pues aunque uno no pierda su riqueza durante su vida, no la puede llevar en su mano cuando muere. 8.5.2.2. La expresión traducida "en vano" (5:16) es literalmente "para el viento" (cp. BJ, BDLA, RVA). Esta frase apoya la traducción "anhelar el viento" en 1:14, 17, etc. 8.5.2.3. Además de perder las riquezas al morir, muchos tampoco las disfrutan ahora, porque pasan la vida con penas para ahorrar (5:17). En lugar de "comerá en tinieblas" (la lección de TM), léase con la Septuaginta "pasa en oscuridad y lamentación" (cp. BJ). La diferencia es de sólo dos consonantes hebreas que fácilmente se confunden. 8.5.2.4. El Maestro concluye que lo aconsejable es disfrutar la comida, la bebida y el trabajo mientras uno pueda (5:18-20).
8.5.2.4.1. Sobre la interpretación 5:18-19, ver las notas sobre 2:24-26; 3:12-13, 22. 8.5.2.4.2. En lugar de "gozar uno del bien de todo su trabajo" (v. 18), lo cual parece referirse a la ganancia del trabajo (cp. RV95, VP), tradúzcase "gozar uno del bien en todo su trabajo", o sea del disfrute en el trabajo mismo (cp. BJ, RVA, BDLA). 8.5.2.4.3. El disfrute de la comida, la bebida y el trabajo distrae a uno de pensar en la brevedad de la vida (5:20). 8.5.2.4.3.1. La oración traducida "Dios le llenará de alegría el corazón" es más exactamente "Dios (le) ocupará con la alegría de su corazón" (cp. RVA, BDLA). 8.5.2.4.3.2. El v. 20 convierte los aparentemente optimistas vss. 18-19 en un mensaje pesimista (uno debe disfrutar la vida para tratar de olvidar que ésta va a terminar; el disfrute es "el opio" de la vida), así como hacen las últimas oraciones de 2:26 y 3:22 al final de párrafos semejantes. 8.6. Hay quienes tienen las bendiciones de riquezas, honra, muchos hijos y larga vida, pero no las disfrutan (6:1-9). Estas bendiciones son de las principales que se mencionan en la literatura sapiencial. 8.6.1. A algunos Dios les da riquezas sin la capacidad de disfrutarlas (6:1-2). 8.6.1.1. Esta incapacidad de disfrutar las riquezas es un mal grande (6:1, 2b). El vocablo traducido "común" (6:1) es literalmente "grande". Puede indicar que este mal abunda (así RV60, RV95, VP, BDLA) o que es muy pesado (así BJ, RVA). 8.6.1.2. Este mal es resultado de la obra de Dios (6:2). Este versículo claramente muestra que para el Maestro el mundo "debajo del sol" (v. 1) no es el mundo sin Dios. 8.6.1.2.1. La expresión traducida "riquezas y bienes y honra" se utiliza con referencia a Salomón en 2 Crónicas 1:11-12. El vocablo traducido "honra" usualmente tiene ese significado, pero en este contexto probablemente significa "riquezas" o "esplendor, gloria" (cp. VP y ver 2 Cr. 1:11-12). 8.6.1.2.2. El verbo traducido "disfrutar" es literalmente "comer" (cp. RVA), pero tanto aquí como en 5:19 (donde RV60 traduce literalmente) ha de ser una metáfora por "disfrutar" (ver RV60, RV95, BJ, VP, BDLA). 8.6.1.2.3. La expresión traducida "los extraños" es literalmente "un extraño" (cp. BJ, BDLA) . En este contexto probablemente significa sencillamente "otro" (ver VP y cp. 2:18-21; 5:1117). 8.6.2. El que tenga muchos hijos, larga vida y mucha fama pero no disfruta la vida ni es honrado después de su muerte es peor que un abortivo (6:3-6). 8.6.2.1. El v. 3a presenta el caso hipotético de un hombre sumamente bienaventurado. 8.6.2.1.1. La magnitud de su bienaventuranza se subraya por la hipérbole "engendrare cien hijos". Sobre la bendición de abundancia de hijos, ver Salmo 127:3-5. 8.6.2.1.2. Sobre la bendición de largura de vida, ver Proverbios 3:2, 16. 8.6.2.1.3. El hebreo traducido "y los días de su edad fueren numerosos" (6:3) es difícil, específicamente porque el vocablo rab, traducido "numerosos" es singular; literalmente significa "grande" o "mucho". RV95 y RVA traducen más o
menos como RV60 (aunque RVA traduce literalmente "sus años" en lugar de "su edad"). BJ y BDLA traducen "por muchos que sean sus años" (VP más o menos igual). El léxico hebreo BDB, tomando en cuenta que rab es singular, propone "por mucho que lleguen a ser sus días". Sin embargo, hasta aquí en la oración todas las formas singulares se han referido al "hombre". Sugiero entonces "y si (el hombre) fuere tan grande como los días de sus años", de manera que el v. 3 habla de tres bendiciones clásicas: prole, longevidad y fama (o tal vez poder y riquezas). 8.6.2.2. El hombre "sumamente bienaventurado" realmente es peor que un abortivo si no halla satisfacción en sus bendiciones ni es honrado después de su muerte (6:3b). 8.6.2.2.1. El "bien" aquí se refiere a las bendiciones enumeradas en la primera parte del versículo. 8.6.2.2.2. Carecer de sepultura era un fin sumamente ignominioso, pero poco común. Aquí ha de ser una hipérbole por no ser honrado después de la muerte (cp. 2:16). Esta hipérbole negativa literariamente contrapesa la hipérbole positiva en la primera oración del versículo. 8.6.2.2.3. También la última oración del v. 3 parece ser una hipérbole, pero en los versículos 4-6 el Maestro aducirá que es literalmente cierta. 8.6.2.3. El Maestro explica por qué el hombre descrito en el v. 3 es peor que el abortivo (6:4-6). 8.6.2.3.1. Al abortivo le sucede la tragedia máxima: nunca conoce la vida (6:4-5a; cp. Sal. 58:8b, donde se expresa contra los injustos la siguiente maldición: “Como el que nace muerto, no vean el sol”). 8.6.2.3.2. Sin embargo, tiene más reposo que el hombre descrito en el v. 3 (6:5b; cp. Job 3:16-18). 8.6.2.3.3. Una larga vida que no se disfruta es sólo una condena perpetua (6:6a). El Maestro emplea todavía otra hipérbole aquí. 8.6.2.3.4. El que vive muchos años llega al mismo fin que el abortivo (6:6b). Entonces, el que no disfruta la vida es peor que el abortivo porque ambos terminan en la muerte pero éste llega allí con la ventaja de no haber sufrido las angustias de la vida (cp. Job 3:16-18). En cambio, el que vivió no tiene ninguna ventaja de contrapeso porque no disfrutó la vida. 8.6.2.4. El Maestro concluye que como el que disfruta los bienes materiales es mejor que el que se aflige tratando de entender la vida, la vida carece de sentido (6:7-9). 8.6.2.4.1. El hombre dedica toda su vida a trabajar para satisfacer sus apetitos, pero nunca lo logra (6:7). El vocablo traducido "deseo" es néfesh, literalmente "alma". "Deseo" es la mejor traducción en el contexto del v. 7, pero los versículos siguientes sugieren un juego de palabras también con el significado "mente" (cp. la nota sobre el v. 9; néfesh significa "mente" varias veces en el AT, especialmente en la literatura sapiencial). 8.6.2.4.2. En tal mundo, la sabiduría no le ofrece al ser humano ninguna ventaja (6:8). Si la meta de la vida es ganar más para satisfacer más los apetitos (v. 7), entonces el que es sabio pero pobre no tiene ventaja sobre el insensato (v. 8;
ver, en contraste, 4:13). 8.6.2.4.3. El v. 9a parece ser un proverbio que afirma que es mejor disfrutar lo que uno tiene (o fácilmente puede conseguir) que ir tras deseos fugaces. El v. 9b luego concluye que algo es vanidad. ¿Qué es vanidad? Muchos opinan que el Maestro quiere decir que la búsqueda de los deseos fugaces es vanidad. Otra opción es que él concluye que un mundo donde es mejor contentarse con lo que uno tiene en vez de perseguir los sueños es vanidad. Me inclino a una interpretación relacionada con la segunda, pero con una modificación importante. La expresión traducida "deseo que pasa" es literalmente "el caminar del néfesh `alma, deseo, mente'" (cp. la nota sobre el v. 7). El verbo "caminar" acaba de usarse en el v. 8 de la destreza práctica del sabio. Sugiero, entonces, que la frase significa "el caminar de la mente (sabia)". Con esta interpretación cabe perfectamente el v. 9b: de verdad es vanidad un mundo en el cual es mejor buscar los bienes materiales visibles (cp. "los deseos de los ojos", 1 Jn. 2:16) que preocuparse por el sentido de la vida y la conducta sabia. Esta interpretación también permite percibir un juego de palabras en el v. 7: todo el trabajo del hombre es para satisfacer sus apetitos, pero la néfesh "mente" nunca se sacia. Tal vez el Maestro habla de manera tan velada en estos versículos, con tantos significados dobles, para subrayar que la vida también es un enigma. 9. El ser humano no puede saber cuál es el bien en su vida (6:10-7:14). Esta sección es unida por la repetición 12 veces de la palabra tob “bueno, mejor, bien”. 9.1. La ignorancia humana tocante al plan de Dios para el mundo y para la vida de uno hace que la vida sea vana (6:10-12). 9.1.1. Todo lo que sucede en la vida del ser humano ha sido predeterminado por Dios (6:10a; cp. notas sobre 3:15). La frase traducida "tiene nombre" es literalmente "fue llamado su nombre" (cp. BDLA, BJ). Hemos de entender que quien llamó su nombre fue Dios (un uso frecuente de la voz pasiva en la Biblia). "Llamó su nombre" probablemente significa "lo conoció y controló" (cp. el uso de la misma expresión en Is. 40:26). De manera que el v. 10a afirma que Dios conoció y determinó todo lo que ha sucedido desde antes. 9.1.2. El ser humano es incapaz de criticar el plan divino (6:10b-11a). 9.1.2.1. Pienso que el v. 10b debe ser traducida "y es conocido, porque él es hombre" (ninguna de las versiones que he consultado traducen así). 9.1.2.1.1. El verbo "es conocido" está en paralelismo sinónimo con "fue llamado su nombre" (v. 10a). Ambos quieren decir que Dios conoce todo de ante mano. Este conocimiento previo va más allá de sólo saber qué va a pasar; implica predeterminar los eventos (cp. 1 P. 1:20, donde el verbo traducido "destinado desde antes" es literalmente "preconocido"; ver también Ro. 8:29). 9.1.2.1.2. El ser humano no determina lo que va a pasar, porque "el es (sólo) hombre". 9.1.2.2. El ser humano ni siquiera puede criticar lo que Dios determina de antemano, mucho menos cambiarlo, porque es mucho más débil que Dios (6:10b; cp. Ro. 9:19-21). El verbo traducido "contender" es literalmente "juzgar", y pienso que así se debe traducir aquí. De
nuevo, no encuentro ninguna versión que opte por esta traducción, pero el verbo no significa "contender" en ningún otro pasaje bíblico. 9.1.2.3. El que se atreva a criticar lo que Dios ha predeterminado sólo habla palabras inútiles (6:11a). Aquí, como en muchos otros lugares, el Maestro emplea lo que parece ser un proverbio conocido, pero le da un significado especial por el contexto donde lo coloca. 9.1.3. El ser humano no sabe qué hacer para sacar ventaja en la vida, porque no sabe qué es lo mejor para él ni durante su vida ni después de su muerte (6:11b12). 9.1.3.1. El vocablo traducido "más" (6:11b) es de la misma raíz que la palabra yitrón "ventaja" (cp. nota sobre 1:3), y probablemente debe ser traducido así aquí (cp. BDLA; RVA). 9.1.3.2. Posiblemente la pregunta retórica al final del v. 11 es una amplificación de 6:10b-11a. En ese caso el Maestro quiere decir que criticar lo que Dios ha predeterminado es inútil (así RV95 y VP, y probablemente también RV60, BJ y BDLA). Sin embargo, a la luz de la repetición de la pregunta retórica a lo largo del libro, pienso que aquí anticipa el v. 12. El hombre no logra ninguna ventaja, por sabio o esforzado que sea, porque no sabe qué es lo bueno para él durante su vida (6:12a) y tampoco qué pasará después de su muerte (6:12b). 9.1.3.3. La comparación de los días de la vida con la sombra (6:12) recalca su fugacidad (cp. 1 Cr. 29:15; Job 8:9; 14:2; Sal. 144:4). 9.2. El bien no necesariamente se halla donde se ha supuesto (7:1-12). Esta sección amplía el pensamiento de 6:12a. Lo hace mostrando los vacíos o deficiencias en una serie de proverbios ortodoxos sobre lo que es bueno. 9.2.1. Es mejor meditar en que todos terminan muertos que distraerse con alegría (7:1-4). Este pasaje parece contradecir 5:18-20. Sin embargo, allí el Maestro hablaba con ironía, mientras aquí con sinceridad. 9.2.1.1. Tan cierto como lo es que la buena reputación es mejor que las riquezas, también lo es que el día de la muerte es mejor que el del nacimiento (7:1). Este probablemente era un proverbio conocido, pero a continuación el Maestro le dará una aplicación novedosa. 9.2.1.1.1. El v. 1a no tiene relación directa con el contexto. Probablemente el Maestro lo incluye porque era parte del proverbio conocido. En hebreo fácilmente se nota que esta oración--tob shem mishémen tob--se construye sobre un juego de palabras. Aquí el buen perfume representa los bienes caros (cp. Am. 6:6; Mt. 26:7). El dicho encierra un lugar común en la enseñanza sapiencial tradicional (cp. Pr. 22:1). 9.2.1.1.2. El v. 1b es más sorprendente, aunque todavía armoniza con la enseñanza sapiencial ortodoxa. El día de la muerte es mejor, porque para ese día, en contraste con el día del nacimiento, se ha visto lo que el individuo ha resultado ser y hacer (cp. v. 8a). Por lo menos ésa sería la interpretación normal de la oración, pero en seguida el Maestro le dará otra diferente. 9.2.1.2. Es mejor ir a los velorios que a las fiestas, pues aquéllos ayudan más a entender la vida (7:2-4). Los vss. 2a y 4 forman una inclusión que enmarca los vss. 2-4. 9.2.1.2.1. Es mejor asistir a los velorios que a las fiestas (7:2a). Esta es la aplicación novedosa que el Maestro da a la segunda oración del v. 1a. 9.2.1.2.2. Es mejor asistir a los velorios porque allí uno se pone a reflexionar sobre el hecho que todos llegan al mismo fin: la muerte (7:2b).
9.2.1.2.3. El pesar del velorio alimenta el entendimiento (7:3). La paradoja es más evidente en el hebreo, donde v. 3b reza literalmente: "Mediante mal del rostro llega a ser bueno el corazón". El corazón aquí se refiere a la mente y el entendimiento (así como al final del v. 2 y generalmente en el A.T.). La comprensión que el velorio da es que todos llegamos al mismo fin (cp. v. 2b). Introducción a Eclesiastés, pág. 27 9.2.1.2.4. Los sabios meditan sobre la muerte, pero los insensatos se distraen con las fiestas (7:4). 9.2.2. La sabiduría no es tan buena como lo que se ha creído (7:5-14). Habiendo concluido los vss. 1-4 con un contraste entre los sabios y los insensatos, el Maestro ahora elabora ese tema a lo largo de estos versículos. 9.2.2.1. La reprensión del sabio es mejor que la alabanza de los insensatos, pero aun el sabio puede ser corrompido por el "soborno" (7:5-7). El v. 5, tal vez un proverbio conocido, habla del sabio y los insensatos (en ese orden); luego, en orden inverso, el v. 6 agrega un comentario sobre los insensatos y el v. 7 uno sobre el sabio. De manera que la estructura de los vss. 5-7 resulta ser quiástica. 9.2.2.1.1. La reprensión del sabio es mejor que la canción alegre de los insensatos (7:5). El valor de la reprensión es un lugar común en la literatura sapiencial (cp. Pr. 13:1; 15:31; 17:10; 25:12). El cambio de singular "sabio" al plural "necios" implica que la reprensión de un solo sabio vale más que las canciones de un ejército de insensatos. 9.2.2.1.2. La risa de los insensatos no aprovecha (7:6). Los espinos se queman rápido y con mucho ruido, pero poco calientan la olla. La risa de los insensatos es igual de ruidosa, fugaz e inútil. La frase "espinos debajo de la olla" contiene un claro juego de palabras en hebreo, pues los vocablos "espino" y "olla" se escriben y se pronuncian iguales. 9.2.2.1.3. Aun la enseñanza de los vss. 5-6 es inútil (7:6b). Probablemente la última oración del v. 6 no se refiere a la vanidad de la risa de los necios (aunque obviamente ésta es vana), sino, como normalmente es el caso en Eclesiastés, a la vanidad de la enseñanza tradicional, la cual se expresa aquí en los vss. 5-6. El v. 7 explicará por qué esa enseñanza es vana. 9.2.2.1.4. Hay sabios que se corrompen (7:7). 9.2.2.1.4.1. El paralelismo aclara que la opresión que entontece al sabio es la dádiva, y que ésta es dada por los opresores. La dádiva hace que el sabio deja de reconocer y reprender las injusticias de los opresores. 9.2.2.1.4.2. El "corazón" aquí es la mente, el entendimiento (cp. la nota sobre el v. 3). 9.2.2.1.4.3. Una vez más el Maestro ha expresado conceptos que concuerdan con la enseñanza sapiencial tradicional (7:5-6), para luego señalar una laguna o deficiencia en ella (7:7). 9.2.2.2. El pasado no fue mejor que el presente (7:8-10). La estructura de estos versículos es semejante a la de 7:5-7. Comienza con un proverbio probablemente ya conocido (7:8) para agregar luego un comentario sobre la segunda parte (7:9) y entonces sobre la primera (7:10), dando un quiasmo. A la vez, así como en 7:5-7, el segundo versículo de los tres habla de los insensatos, y el tercero de los sabios.
Desde ya esperamos que los vss. 8-9 reflejen la sabiduría tradicional, y el v. 10 el escepticismo del Maestro. 9.2.2.2.1. Probablemente el v. 8 era un proverbio conocido. Aparentemente tiene poco que ver con el contexto o con el mensaje del libro, pero en el v. 10 descubrimos que el Maestro lo citó porque la primera parte prepara el terreno para su conclusión no ortodoxa. El hecho que el v. 8b no tiene que ver con su conclusión sugiere que lo incluye solamente porque ya era ligado con el v. 8a en un proverbio existente. 9.2.2.2.1.1. La interpretación tradicional del v. 8a habrá sido que aunque los proyectos se inician con mucho entusiasmo y hasta jactancia, lo que cuenta es lo logrado al final (cp. 1 R. 20:11). El vocablo traducido "negocio" es literalmente "asunto, cosa" (cp. RVA, VP, BJ). 9.2.2.2.1.2. El juego de palabras en el v. 8b es aun más claro en el hebreo, el cual literalmente reza: "Mejor es (ser) largo de espíritu que alto de espíritu". Significa que es mejor ser paciente que altivo. En relación con el v. 8a, el alto del espíritu es aquel que al principio de un negocio se jacta de lo que va a lograr, mientras el "largo de espíritu" espera pacientemente hasta el fin para mostrar sus logros. 9.2.2.2.2. El insensato impacientemente se enoja (7:9; cp. Stg. 1:19). Este versículo es una aplicación del proverbio en el v. 8b acerca del "largo de espíritu", y concuerda con la sabiduría tradicional (cp. Pr. 16:32). 9.2.2.2.3. No es sabio añorar el pasado (7:10). Este versículo es una aplicación novedosa e inesperada del v. 8a. El vocablo traducido "pasados" en el v. 10 es de la misma raíz que la palabra vertida por "principio" en el v. 8. El Maestro aduce que si el fin de un asunto es mejor que su principio (v. 8a), entonces el pasado no es mejor que el presente (v. 10). Pero esta conclusión chocaba con el pensamiento sapiencial tradicional, el cual valoraba la enseñanza de los antiguos mucho más que las corrientes recientes (cp. Job 8:8-10). 9.2.2.3. La sabiduría preserva la vida, pero aun el sabio no puede entender lo que Dios hace en el mundo ni después de la muerte (7:1114). De nuevo el Maestro expone la sabiduría tradicional en los vss. 1112 para luego señalar una vacío importante en los vss. 13-14. 9.2.2.3.1. La sabiduría es tan buena como las riquezas porque da vida a sus poseedores (7:11-12). En la estructura de estos dos versículos, el v. 11a se explica en el v. 12a, y el v. 11b en el v. 12b. 9.2.2.3.1.1. La sabiduría es tan buen como una herencia (7:11a). 9.2.2.3.1.1.1. En lugar de "ciencia" (7:11, 12a), sería mejor traducir "sabiduría" (cp. BJ, VP, BDLA, RVA). 9.2.2.3.1.1.2. En el v. 11a la frase traducida "con herencia" (cp. RV60, RV95, BDLA, RVA, VP), puede también
significar "como herencia" (cp. BJ). A la luz del v. 12 esta opción es la mejor. 9.2.2.3.1.2. La sabiduría es una ventaja en el mundo de los vivientes (7:11b). El vocablo traducido "provechosa" se usa en Eclesiastés más exactamente en el sentido de "ventaja" (cp. RVA y ver la nota sobre esta palabra en 6:11). 9.2.2.3.1.3. La sabiduría, así como la plata, protege (7:12a). El vocablo traducido "escudo" es literalmente "sombra", pero en todo caso es símbolo de la protección (cp. BJ, VP, BDLA, RVA y ver el uso de la misma palabra en Gn. 19:8; Nm. 14:9; Jer. 48:45). 9.2.2.3.1.4. La ventaja que proporciona la sabiduría es que da vida a sus dueños (7:12b). Literalmente el v. 12b se puede traducir: "Y el conocimiento es una ventaja: la sabiduría da vida (o "preserva vivos") a sus dueños". 9.2.2.3.1.4.1. En cuanto a la palabra que he traducido "ventaja" (cp. RV95, RVA, VP), ver la nota sobre 1:3. 9.2.2.3.1.4.2. Todas las versiones que he consultado dan a entender que la sabiduría tiene ventaja sobre la plata. Sin embargo, el uso del vocablo "ventaja" en otras partes del libro, incluso en el v. 11, implica que el v. 12b quiere decir que la sabiduría da ventaja sobre los que no la tienen. Esa ventaja es la vida. El verbo traducido "da vida" puede significar "da vida plena", pero su uso más común es "preserva vivo". A la luz del v. 12a, éste ha de ser su significado aquí. De manera que la sabiduría da la misma ventaja que la plata: protege la vida. 9.2.2.3.1.4.3. La repetición de la raíz que he traducido por "ventaja" subraya la relación entre los vss. 11b y 12b. 9.2.2.3.1.4.4. El v. 12b parece contradecir pasajes como 1:3, 16-18; 2:15 que dan a entender que la sabiduría no da ventaja. Sin embargo, según el v. 12b la ventaja que la sabiduría ofrece es limitada (preserva la vida), y el v. 14 señalará que aun esa ventaja es poca. 9.3. Nadie puede entender lo que Dios hace en el mundo ni tampoco después de la muerte (7:13-14). La temática de estos dos versículos se asemeja a la de 6:10-12, dando una estructura ABA a la sección 6:10-7:14: A (6:10-12), B (7:1-12), A (7:13-14). Esta estructura se subraya por la semejanza entre la última oración de 6:12 y la última de
7:14.
9.3.1. El Maestro invita al lector a contemplar las contradicciones de la obra divina en el mundo (7:13-14a). 9.3.1.1. Es imposible hallar sentido en las aparentes contradicciones de la obra divina (7:13). El presente contexto (cp. vss. 11-12) y el uso de una oración semejante al v. 13 en 1:15 implican que la sabiduría, si bien ayuda a extender la vida, no alcanza para lo más importante: entender la obra de Dios en el mundo. 9.3.1.2. En el día del bien es fácil distraerse con la alegría, pero el día malo pone a uno a pensar sobre las contradicciones en la obra divina, pues él hizo ambos días (7:14a). La segunda oración del versículo hace una inclusión con 7:2-3; son los días malos que le hacen a uno reflexionar sobre el proceder enigmático de Dios. 9.3.1.3. La repetición en los vss. 1 y 14 de las palabras tob “bien, bueno, mejor” y “día” constituyen una inclusión que enmarca la sección 7:1-14. 9.3.2. Dios envía tanto el bien como el sufrimiento de tal forma que el ser humano no puede garantizarse que lo que hace hoy resultará para bien después (7:14b). Aquí el Maestro vuelve al problema principal en el libro, la incertidumbre sobre lo que pasa después de la muerte (cp. 3:22b; 6:12b).
10. Reflexiones sobre la sabiduría y la justicia conducen al pesimismo (7:15-29). 10.1. Para alargar la vida, hay que ser moderadamente justo y sabio (7:15-18). 10.1.1. El Maestro ha observado casos en los cuales la justicia conduce a la muerte y la maldad alarga la vida (7:15). Esta realidad no armoniza con la enseñanza sapiencial tradicional (cp. Pr. 3:1-2; 4:10; 7:24-27; 21:21). El vocablo "esto" no está en el hebreo (cp. BJ, BDLA). 10.1.2. El Maestro concluye que si hacer lo justo y sabio puede conducir a la muerte, es mejor no ser demasiado justo y sabio (7:16). Algunos interpretan que el Maestro aquí se refiere a la justicia fingida e hipócrita, pero más bien habla de los que mueren por hacer lo correcto. Su consejo es irónico. Demuestra una vez más que si no hay recompensas justas después de la muerte, las doctrinas sapienciales tradicionales no tienen sentido. Si todo termina con la muerte, hay que alargar la vida a toda costa. 10.1.3. Tampoco recomienda entregarse a la maldad e insensatez, porque eso también puede conducir a una muerte prematura (7:17). 10.1.4. La conclusión lógica es que se debe ser sabio y justo cuando convenga, y mal e insensato cuando eso convenga (7:18a). Aquí se pone de manifiesto una vez más el cinismo al cual llega uno si no hay juicio divino después de la muerte. 10.1.5. La razón por la cual uno debe alargar la vida a toda costa es que al que teme a Dios le espera el mismo destino después de la muerte que a los demás (7:18b). 10.1.5.1. Ninguna de las versiones que he consultado armoniza con mi interpretación del v. 18b, con la posible excepción de BJ. Literalmente el texto reza: "Porque el que teme a Dios saldrá con todos ellos". La palabra "bien" no está en el hebreo. 10.1.5.2. La repetición del vocablo "todo" al comienzo del v. 15 y al final del v. 18 constituye una inclusión que enmarca el párrafo 7:15-18. 10.2. Todo ser humano se ha hecho pecador y falto de sabiduría (7:19-29). 10.2.1. La sabiduría fortalece a quienes la tienen (7:19). 10.2.1.1. De nuevo el Maestro inicia un párrafo con una afirmación que concuerda con la enseñanza sapiencial ortodoxa (cp. el mismo fenómeno en 7:1, 5, 8 y 11). 10.2.1.2. Aunque el sentido general del versículo es claro, no lo son todos los detalles. En el v. 19a, el TM literalmente reza "la sabiduría es fuerte para el sabio", pero la LXX y el fragmento de Eclesiastés de
Qumrán rezan "la sabiduría ayuda al sabio" (cp. RVA). El vocablo traducido "poderosos" es vertido por "gobernantes" en VP, BDLA y RVA. 10.2.2. Sin embargo no hay ningún ser humano justo (7:20). La yuxtaposición de los vss. 19 y 20 nos obliga a buscar alguna relación entre ellos. El Maestro, como la literatura sapiencial en general, considera que “sabiduría” y “justicia” son casi sinónimos (cp. v. 16; 9:1; Pr. 1:3). Si bien la sabiduría fortalece (v. 19), hay un problema que desvirtúa esa verdad: no hay sabios, pues nadie es totalmente justo (v. 20). 10.2.3. Para que uno se convenza de su propio pecado, basta que considere las maldiciones proferidas en su contra o por su propia boca (7:21-22). 10.2.3.1. El pecado de uno se oye en la maldición proferida en su contra por su siervo (7:21). El verbo traducido "decir mal" en los vss. 21 y 22 es literalmente "maldecir" (cp. BDLA), pero todas las otras versiones que he consultado traducen aquí como RV60, tal vez con razón. 10.2.3.2. El que se defiende echando la culpa al siervo por haberle maldecido se ha condenado a sí mismo, pues debe admitir que ha cometido ese mismo pecado (7:22). 10.2.4. Aun cuando el Maestro investigó con sabiduría, no pudo hallar la sabiduría (7:23-24; cp. 1:16-18). No pudo explicar "lo que fue" (v. 24), es decir lo que ha acontecido (cp. 1:9, 15). 10.2.5. Cuando el Maestro exploró el estilo de vida caracterizada por la maldad y la insensatez, halló que todos son tramposos (7:25-28). 10.2.5.1. Además de buscar la sabiduría, el Maestro examinó la vida de maldad e insensatez (7:25; cp. 2:12). 10.2.5.2. Encontró que las mujeres que se buscan en la vida insensata son tramposas (7:26). 10.2.5.3. En su estudio de la vida insensata casi todos fueron tramposos, especialmente las mujeres (7:27-28). 10.2.6. El Maestro concluye que los seres humanos se han corrompido (7:29). 10.2.6.1. El vocablo traducido "he aquí" es literalmente "mira" (cp. BJ, BDLA, RVA) , de manera que la conclusión pesimista aquí se introduce con la misma palabra que la conclusión pesimista del apartado anterior (cp. 7:13-14). 10.2.6.2. El v. 29 alude a las historias de los primeros capítulos de Génesis. “Dios hizo al hombre recto” evoca Gn. 1:31, y “ellos buscaron muchas perversiones” hace eco de Gn. 6:5 (donde el vocablo traducido “pensamientos” es de la misma raíz que la palabra aquí vertida por “perversiones”). 11. La astucia es vana, pues ninguno, por astuto que sea, puede estar seguro que no sufrirá daño a manos de otros (8:1-9). 11.1. La enseñanza convencional: el astuto sabrá llevarse bien con el rey (8:1-5a), discerniendo los tiempos (8:5b). 11.1.1. No hay nadie como el sabio, porque él entiende las cosas (8:1a). En lugar de "declaración", tradúzcase "interpretación" (RV95, RVA; cp. también VP, BJ, BDLA). 11.1. 2. La sabiduría hasta da un aspecto de salud y prosperidad al ser humano (8:1b; cp. Job 29:24). 11.1. 3. Un ejemplo del beneficio que da la sabiduría: el sabio se sujetará al rey, sabiendo discernir los tiempos (8:2-5). Este pasaje es una evidencia que Eclesiastés fue escrito antes del Exilio, pues posteriormente Israel no tuvo rey. 11.1.3.1. El sabio obedecerá al rey (8:2). En lugar de "y la palabra del juramento de Dios", tradúzcase "y a causa del juramento de Dios" (cp. RV95, RVA, VP, BJ, BDLA). Esta frase puede referirse al juramento que Dios hizo al rey de bendecirlo (así interpreta BJ; cp. 2 S. 7:11-16;
Sal. 89:19-37), o el juramento de lealtad al rey que los súbditos hicieron delante de Dios (así interpreta RV95 y VP; cp. 2 S. 5:3; 2 R. 11:4, 17; 2 Cr. 23:3, 16). 11.1.3.2. El sabio no se rebelará contra el rey, pues éste tiene mucho poder (8:3-4; cp. 10:20; Pr. 16:14-15; 19:12; 20:2). 11.1.3.2.1. El contexto sugiere que el v. 3 se refiere a rebelión contra el rey (cp. BJ). En varias inscripciones acadias la expresión "cosa mala" tiene ese significado. 11.1.3.2.2. Quizás en este contexto el vocablo traducido "persistas" (8:3) debe verterse por "participes" (cp. BJ, BDLA). 11.1.3.3. El sabio obedecerá al rey, y así evitará problemas, pues sabe el momento propicio para cada acción y el proceder más indicado (8:5). En este contexto el vocablo traducido "juicio" (8:5, 6) probablemente debe ser vertido por "proceder" (RVA; ver también RV95; VP, BJ, BDLA). 11.2. Sin embargo, en realidad nadie sabe qué sucederá ni cuándo, para así evitar el mal, especialmente el mal causado por quienes detentan el poder (8:6-9). Aquí de nuevo el Maestro encuentra que la realidad no siempre armoniza con la enseñanza tradicional. 11.2.1. En realidad todo tiene su tiempo y manera para suceder, incluso muchas cosas dañinas, y nadie, ni siquiera el sabio, sabe qué sucederá en un momento determinado (8:6-7). 11.2.1.1. Estos versículos evocan 3:1-11, pasaje que dice que en el plan de Dios hay un tiempo para todo, pero el ser humano desconoce ese plan. 11.2.1.2. El contexto sugiere que en lugar de "porque" al principio del v. 6, se debe traducir "en realidad" (VP). Esta palabra aquí introduce el contraste entre la enseñanza sapiencial ortodoxa (8:1-5), y la realidad que el Maestro había observado (8:6-9). 11.2.1.3. En lugar de “lo que quisieres” (8:6), tradúzcase “asunto” (cp. BJ, VP y ver la nota sobre el mismo vocablo en 3:1). 11.2.1.4. Como hay un tiempo para todo, incluso para cosas malas, y como el hombre no sabe cuando vendrá el mal, muchos no logran defenderse de él (8:6b-7). 11.2.1.5. Los vss. 5 y 6 forma un quiasmo: el v. 5a corresponde al v. 6b, y el v. 5b con v. 6a. Otra posibilidad es unir v. 6a con el v. 5 para formar un trístico, y el v. 6b con el v. 7 para hacer otro trístico. En tal caso, habría un paralelo entre los dos trísticos. El v. 6b contradice el v. 5a; el v. 7a contradice el v. 5b; y hay cierta correspondencia entre el v. 6a y el v. 7b. 11.2.2. Hay un tiempo cuando nadie tiene la capacidad o la astucia de salvarse: el día de la muerte (8:8). No se sabe exactamente cómo se debe traducir la expresión vertida por "no valen armas". Otras opciones incluyen "no hay embajada de paz" (cp. RVA), "no hay escape" (cp. VP, BJ) y “no hay licencia” (BDLA). En última instancia todas estas interpretaciones conducen a lo mismo. 11.2.3. Hay tiempos cuando los seres humanos sufren a la merced de quienes los gobiernen (8:9). La palabra “tiempo” une este versículo a los anteriores. Lejos de poder discernir los tiempos para así siempre quedar bien con el rey (v. 5), ni siquiera el sabio sabe los tiempos (vss. 6-7), ni puede librarse del día de la muerte (8:8), y le puede llegar el tiempo de sufrir hasta la muerte a manos del rey u otro gobernante (8:9). 12. La vanidad de las recompensas injustas (8:10-9:10). 12.1. Hay inicuos que prosperan y justos que sufren, lo cual es vanidad (8:10-15). 12.1.1. Hay inicuos que son honrados después de su muerte (8:10). El hebreo de este versículo es difícil. La mayoría de los MSS del TM literalmente rezan: "Y
entonces he visto a inicuos sepultados, y vinieron y del lugar santo se fueron, y fueron olvidados en la ciudad que así hicieron. También esto es vanidad". Varios factores dificultan la interpretación. No se sabe si quienes vinieron y se fueron del lugar santo son los piadosos (RV60, RV95), los inicuos (BJ, VP, RVA) o los conciudadanos. No se sabe si el "lugar santo" es el templo, Jerusalén o la tumba. No se sabe si se debe leer "fueron olvidados" (la mayoría de MSS hebreos, RV60, RV95, BJ, VP) o "fueron alabados" (algunos MSS hebreos, LXX, RVA). Según RV60 y RV95 el versículo habla de dos males complementarios: los malos son sepultados con honra y los piadosos son olvidados. Según BJ, VP, BDLA y RVA sólo se habla de la honra que algunos inicuos reciben después de la muerte. A pesar de todas estas dificultades, el sentido general del versículo no está en duda: algunos no son recordados de manera justa después de su muerte. 12.1.2. También en la vida sucede con demasiada frecuencia que la maldad no se castiga pronto (8:11-12a). En estos casos ni los hombres ni Dios castigan al malhechor. El v. 12a no es la prótasis del v. 12b (contra RV60, RV95, BDLA, RVA), sino una continuación del pensamiento del v. 11 (cp. VP, BJ). Literalmente se debe traducir "...porque el pecador hace mal cien veces y prolonga sus días" (cp. Job 21:7). Para una lista de comentaristas que niegan que la primera palabra del v. 12 pueda significar “aunque”, ver Longman, The Book of Ecclesiastes, pág. 217, n. 43). 12.1.3. El Maestro conoce y cree la doctrina sapiencial ortodoxa de que los que temen a Dios prosperarán y los que no lo temen no prosperarán ni tendrán larga vida (8:12b-13; cp. Pr. 21:16; 3:2, 16, 18). 12.1.4. Lo que no tiene sentido es que a veces los seres humanos no reciben en la vida su merecido (8:14). 12.1.5. Una vez más el Maestro concluye irónicamente que a la luz de las injusticias en la vida, no hay nada mejor que disfrutar la comida, la bebida y la alegría cuando uno pueda (8:15; cp. 2:24-26; 3:12-13, 22; 5:18-20). 12.2. El Maestro concluye una vez más que nadie puede entender lo que sucede en el mundo (8:16-17). 12.2.1. El Maestro estudió lo que hacen en el mundo los hombres (8:16) y Dios (8:17a). 12.2.2. Concluyó que nadie puede entender lo que sucede en el mundo (8:17; cp. 1:13-18; 2:11; 7:13-14, 23-24). El "sabio" que profesa entender se engaña a sí mismo (8:17b). Específicamente, a la luz del contexto, nadie puede entender por qué Dios hace sufrir a justos y permite prosperar a malvados. 12.3. La justicia o injusticia del ser humano no influye en su destino (9:1-10). 12.3.1. Una de las cosas que el Maestro no logra entender (cp. 8:16-17) es que ni siquiera los buenos pueden influir en su destino por su conducta, sino que todo depende del plan escondido de Dios (9:1). De nuevo él cuestiona la doctrina sapiencial tradicional que enseñaba que Dios bendice a los que le obedecen. 12.3.1.1. En lugar de "declarar", tradúzcase "aclarar" (RVA), “explorar” (BJ) o “examinar” (margen de BDLA). Literalmente el vocablo significa "probar". 12.3.1.2. Que los buenos y sus obras estén en la mano de Dios no significa aquí que sean protegidos, sino, como el contexto inmediato y el de todo el libro aclara, que no pueden garantizar que serán bendecidos por sus buenas obras, pues todo depende de lo que Dios dispone. 12.3.1.3. Una vez más notamos que en la literatura sapiencial "justo" y "sabio" casi son sinónimos, así como "mal" e "insensatez" (cp. v. 3). 12.3.1.4. Lo que Dios dispondrá en cada caso es desconocido a los hombres. No saben si su destino será ser amados, o ser odiados. En cuanto a la frase “que sea amor o que sea odio”, ver la nota sobre el v. 6.
12.3.1.5. Hay bastante diferencia de opinión sobre el significado de la frase traducida "todo está delante de ellos" (cp. la variedad de traducciones en las versiones). En parte las diferencias se deben al hecho que según la LXX y otras versiones antiguas, la primera palabra del v. 2 debe ser "vanidad" en lugar de "todo" (en hebreo estos dos vocablos se escriben de manera muy semejante). Como sean la lección y la conexión sintáctica exactas, el contexto indica que la frase "todo delante de ellos" significa "todo el futuro de ellos". Es ese futuro lo que el hombre desconoce. Pienso que la lección del TM debe traducirse "...no saben los hombres todo lo que está delante de ellos" (cp. NIV en inglés). En cambio, la lección sugerida por LXX sería: "no lo saben los hombres. Todo lo que está delante de ellos es vanidad" (cp. RVA). Al fin y al cabo, las dos lecciones expresan más o menos la misma idea. 12.3.2. Todos, sea cual fuere su conducta, llegan al mismo destino: la muerte (9:2-3). 12.3.2.1. Ni la conducta ética ni la cultual modifica ese destino (9:2). La serie de cinco contrastes recalca esta conclusión. 12.3.2.2. Para el Maestro el que la conducta no influya en el destino es un "mal" porque contribuye a la maldad e insensatez que impera entre los seres humanos (9:3) y porque no recompensa a los justos y sabios (v. 1). 12.3.2.3. El Maestro aguarda hasta el final del v. 3 para revelar cuál es el destino común de todos los seres humanos; es la muerte. Sin embargo, ya ha hablado del problema de este destino común en 2:1416 y 3:19-21 (ver las notas sobre esos pasajes). 12.3.3. La muerte es lo peor, porque no hay recompensa para los muertos (9:46). 12.3.3.1. No hay recompensa en el mundo de los muertos, porque los muertos no saben nada (9:4-5a). 12.3.3.1.1. El viviente, por despreciable e insignificante que fuera, tiene una "seguridad" que no tienen los muertos (9:4). 12.3.3.1.1.1. Fuera de este pasaje, el vocablo traducido "esperanza" se utiliza en el AT sólo en 2 R. 18:19 = Is. 36:4, donde significa "confianza". Otros términos hebreos de la misma raíz tienen que ver con la confianza y la seguridad. Por lo tanto, pienso que aquí se debe traducir "seguridad" (cp. BJ). 12.3.3.1.1.2. El v. 4b había de ser un proverbio conocido. En su contexto aquí indica que la seguridad que tienen todos los vivientes les pone en ventaja en comparación con los muertos. 12.3.3.1.2. La "seguridad" de los vivientes es que van a morir (9:5a). El proverbio de 9:4b implica que los vivientes, a diferencia de los muertos, son conscientes, pero en su pesimismo e ironía el Maestro declara que el único conocimiento que tienen es que van a morir. 12.3.3.2. No hay recompensa para los muertos en el mundo de los vivientes, pues quedan en el olvido (9:5b-6). 12.3.3.2.1. A la luz del v. 5b (cp. también 2:16), el v. 6a no se refiere a los sentimientos de los muertos, sino a los sentimientos de otros hacia ellos. Una vez muertos, ya no son objeto del amor, odio o envidia, pues nadie los recuerda más. 12.3.3.2.2. Las palabras “amor” y “odio” en los vss. 1 y 6 forman una inclusión que enmarca el párrafo 9:1-6.
12.3.4. Como la conducta no influye en el destino del ser humano, lo recomendable es disfrutar los placeres mientras uno vive (9:7-10). El Maestro ha recomendado más o menos lo mismo en 2:24-26; 3:12-13, 22; 5:18-20; 8:15, pero ahora desarrolla el tema más. 12.3.4.1. Hay que disfrutar la comida y la bebida porque Dios está contento ya con nuestras obras (9:7). La ironía en los pasajes paralelos y en 9:4-5 nos advierte que el v. 7b también ha de ser irónico: si el malvado no va a llegar a peor destino que el bueno (cp. v. 2-3), Dios ha de estar contento con nuestras obras desde ya, y, por lo tanto, no hay por qué esforzarnos para hacer obras que le agradarán. 12.3.4.2. Hay que disfrutar los buenos vestidos y perfume (9:8). Los vestidos blancos y el perfume tal vez se usaban especialmente para las fiestas. 12.3.4.3. Hay que disfrutar la relación conyugal (9:9). Probablemente el versículo se refiere especialmente a la relación íntima, dentro del matrimonio (cp. Pr. 5:15-19). La repetición del vocablo "vanidad" dos veces nos recuerda que el Maestro aquí habla cínicamente. 12.3.4.4. Hay que disfrutar el trabajo (9:10a). 12.3.4.5. La razón por la cual debemos disfrutar el trabajo es que vamos a morir, y entonces no podremos hacer nada (9:10b). Esta oración nos recuerda que la exhortación a disfrutar la vida es irónica, y que el Maestro está demostrando que si no hay vida significativa después de la muerte, la reflexión sobre esa realidad sólo conduce al cinismo y desesperanza. 13. La sabiduría no asegura el éxito (9:11-11:6). 13.1. Los sabios no pueden tener seguridad de que prosperarán, porque la calamidad los toma por sorpresa (9:11-12). 13.1.1. "Ni es de los ligeros la carrera, ni la guerra de los fuertes" (9:11) suena como un proverbio popular. No significa que los ligeros y los fuertes nunca ganan, sino que a veces los que aparentemente deben ganar, no lo hacen. En los círculos sapienciales una aplicación de semejante proverbio seguramente era que los sabios son capaces de vencer a los ligeros y fuertes (cp. los vss. 1415a, 16a, 18a). Sin embargo, aquí en los tres paralelos siguientes el Maestro, en lugar de contraponer los sabios a los ligeros y fuertes, traza una semejanza entre ellos y la recalca con el vocablo gam “aun, también”, que en el hebreo acompaña los últimos tres “ni” (cp. BJ). Según la doctrina sapiencial el sabio prospera, pero en realidad no siempre resulta así. En lugar de "elocuentes" tradúzcase "conocedores" (RVA) o "doctos" (BJ). 13.1.2. Una razón por la cual los sabios no siempre prosperan es que les suceden calamidades inesperadas (9:11b-12). 13.1.2.1. La repetición triple de la palabra "tiempo" evoca 3:1-11, donde el Maestro habla de los tiempos que son parte del plan divino pero que son desconocidos al ser humano (ver también 8:5-9). Aquí las primeras dos veces es todavía ambiguo a qué clase de "tiempo" se refiere el Maestro, pero la tercera vez él aclara que se trata del "tiempo malo". 13.1.2.2. El hecho de que el tiempo malo acontece "a todos" (9:11b) sugiere que por "tiempo malo" el Maestro tiene en mente especialmente la muerte. Armonizan con esta interpretación tanto el v. 12 como la preocupación por la muerte que cala hondo en el libro. 13.2. No se valoriza la sabiduría del pobre (9:13-16). 13.2.1. El Maestro relata un caso en que un pobre, mediante la sabiduría, salvó a su ciudad de un invasor mucho más fuerte, pero el pueblo después olvidó al
pobre (9:13-15). Algunos, en lugar de "libra" (9:15), traducen "podría librar" (cp. VP, BJ, margen de BDLA). Sin embargo el tiempo del verbo no justifica esta interpretación, y el verbo "se acordaba" (9:15) sugiere que el pobre en efecto hizo una gran hazaña que luego fue olvidada. Varias veces en el libro el Maestro rebate la doctrina sapiencial de que la memoria de los sabios perdurará (cp. 2:16). 13.2.2. El Maestro concluye que la doctrina sapiencial tiene razón al valorar más la sabiduría que la fuerza, pero si el sabio es pobre, su sabiduría es menospreciada (9:16). 13.2.2.1. El v. 16a se ha ilustrado en 9:13-15a, y el v. 16b en 9:15b. 13.2.2.2. En lugar de "aunque...sea...sean" (RV60, RV95, RVA, VP), tradúzcase "pero...es...son" (cp. BJ, BDLA). La primera traducción implica que el Maestro está defendiendo el valor de la sabiduría, pero el contexto inmediato y el tono del libro en general indican que él más bien está señalando sus limitaciones. 13.3. Los insensatos pueden destruir hasta el éxito logrado por la sabiduría (9:17-10:20). 13.3.1. Un solo insensato puede deshacer el bien logrado por la sabiduría (9:1710:3). 13.3.1.1. El Maestro resume su tesis (9:17-18). 13.3.1.1.1. La sabiduría hace bien (9:17-18a). Estas oraciones concuerdan con la doctrina sapiencial ortodoxa. 13.3.1.1.1.1. Las palabras del sabio son de alto valor (9:17). A la luz del paralelismo tradúzcase “las palabras quedas de los sabios son más dignas de ser escuchadas que el grito del gobernante de los insensatos” (cp. RV95). Otra opción es traducir sencillamente “escuchadas” en lugar de “dignas de ser escuchadas” (cp. BJ, VP); de hecho ésta es una traducción más normal del participio hebreo, pero contradice la última oración del versículo anterior. 13.3.1.1.1.2. La sabiduría protege una nación mejor que la fuerza militar (9:18a; cp. vss. 14-15). 13.3.1.1.2. Sin embargo, un solo pecador puede deshacer mucho bien (9:18b-10:1). Estas oraciones señalan otra debilidad en la doctrina sapiencial tradicional. 13.3.1.1.2.1. La relación entre las dos partes del v. 18 es más clara en el hebreo que en el castellano, pues "mejor" (v. 18a) y "bien" (v. 18b) son traducciones del mismo vocablo hebreo. 13.3.1.1.2.2. En el contexto aquí, y en la literatura sapiencial en general, "pecador" (9:18b) es casi un sinónimo de "insensato, necio" (cp. 7:26; 9:3). 13.3.1.2. El Maestro ilustra su tesis (10:1). Las moscas representan la acción del insensato (cp. "una pequeña locura" en 10:1b) y el perfume representa el bien logrado por la sabiduría. La traducción del v. 1b en RV60 y RV95 está equivocada. Se debe traducir como BDLA: "Un poco de insensatez pesa más que la sabiduría y el honor" (cp. VP, BJ). 13.3.1.3. El Maestro amplía un aspecto de su tesis: la obra del insensato (10:2-3). 13.3.1.3.1. La mente del insensato es inferior a la del sabio (10:2). Como es normal en el lenguaje bíblico, lo que está a la derecha es superior a lo que está a la izquierda. 13.3.1.3.2. Las acciones más sencillas del insensato delatan su insensatez (10:3).
13.3.2. Los gobernantes pueden ser insensatos (10:4-7). El daño que pueden causar los insensatos (cp. 9:18) es especialmente grande cuando sean gobernantes. La sección de 10:4-16 está estructurada como un quiasmo. Los insensatos son peligrosos: A. En el gobierno (10:4-7) B. En su trabajo (10:8-11) C. En sus palabras (10:12-14) B. En su trabajo (10:15) A. En el gobierno (10:16-18) 13.3.2.1. La sabiduría tradicional enseñaba que cuando el gobernante se enojaba con su cortesano, éste, en lugar de renunciar su puesto en rebelión contra el rey, debía mantener la calma, y así lograría aplacar la ira del gobernante (10:4; cp. 8:3). 13.3.2.1.1. La literatura sapiencial bíblica y del Antiguo Oriente da varios consejos al cortesano en cuanto a cómo llevarse bien con el rey (cp. 8:3-4; 10:20; Pr. 16:13-15; 20:2). 13.3.2.1.2. En lugar de "mansedumbre" probablemente se debe traducir "calma, serenidad" (cp. BJ, VP, BDLA, RVA). 13.3.2.1.3. En hebreo hay un juego de palabras entre los verbos traducidos “dejes” y “hará cesar”, pues son formas distintas del mismo verbo. 13.3.2.2. Sin embargo, observa el Maestro, suceden casos en que llegan a gobernar quienes no saben hacerlo, sea por nombramiento del rey (10:5-6), o por revolución social (10:7). 13.3.2.2.1. Aparentemente el Maestro quiere decir que en tales situaciones los consejos, como el del v. 4, no servirán para salvarle al cortesano sabio. 13.3.2.2.2. Aunque el Maestro reconoce que hay pobres que puedan gobernar sabiamente (cp. 4:13-16; 9:13-16), considera que son casos excepcionales. Generalmente los ricos gobiernan mejor que los pobres, porque tienen más instrucción y experiencia en hacerlo (10:6-7; cp. Pr. 19:10; 30:21-22). 13.3.3. El insensato no sabe hacer su trabajo (10:8-11). 13.3.3.1. El insensato destruye hasta a sí mismo en su trabajo (10:8-9). El Maestro no dice explícitamente que los trabajadores mencionados en estos versículos son insensatos, pero tanto el contexto como sus errores sugieren que lo son. Otra posibilidad es interpretar estos versículos como ejemplos de accidentes que pueden caer de repente sobre cualquiera, por sabio que sea, pero el contexto para este concepto (9:12) queda un poco distante. 13.3.3.2. El insensato no sabe hacer el trabajo de forma eficiente (10:10). 13.3.3.3. Si el encantador no sabe encantar a la serpiente, no recibirá ganancia de su trabajo (10:11). 13.3.3.3.1. Este versículo ilustra enfáticamente que el trabajo insensato no rinde ganancias. 13.3.3.3.2. En lugar de "antes de ser encantada" (10:11a), tradúzcase literalmente "sin ser encantada" (cp. BJ; nota de BDLA). A la luz del contexto, el caso que el Maestro quiere presentar aquí no es uno en que el encantador encanta la serpiente tarde, sino uno en que el encantador no sabe encantar la serpiente. 13.3.3.3.3. En lugar de "de nada sirve el encantador" (10:11b), tradúzcase "no hay ganancia para el encantador" (cp. BJ,
BDLA). Hay ironía en el v. 11b, pues si la serpiente muerde a alguien, y especialmente si muerde al encantador, éste va a sufrir más daño que sólo no recibir ganancia. 13.3.3.3.4. El v. 11, además de concluir los vss. 8-11, también introduce los vss. 12-14, pues es una ilustración de cómo las palabras del insensato lo destruyen (el tema de 10:1214). La relación es más clara en el hebreo, pues la expresión traducida "el encantador" es literalmente "el dueño de la lengua" (cp. nota de RVA). Aparentemente en Israel se encantaba a las serpientes hablándoles. 13.3.4. Las palabras del insensato lo destruyen (10:12-14; sobre el mismo tema ver Pr. 10:8, 21; 15:2; 18:7). 13.3.4.1. Las palabras del insensato lo tragan (10:12). La expresión traducida "causan su propia ruina" es literalmente "lo tragan" (cp. BJ; BDLA). 13.3.4.2. Todo lo que dice el insensato es insensatez (10:13). "El principio" y "el fin" constituyen un merismo (una figura que emplea dos polos opuestos para representar una totalidad), indicando que todo lo que el insensato dice, desde el principio hasta el fin, son desvaríos. 13.3.4.3. El insensato habla mucho, aun sobre las cosas que nadie sabe, como qué sucederá en el futuro (10:14). Sobre la imposibilidad de saber el futuro, ver 6:12; 7:14; 8:7. 13.3.5. El insensato no sabe hacer en forma correcta ni la tarea más sencilla (10:15; cp. vss. 3, 10 y la nota sobre 5:1). 13.3.6. El rey insensato es una calamidad para su nación (10:16-17). 13.3.6.1. El rey inexperto es peligroso (10:16a). El vocablo traducido "muchacho" puede significar "jóven" o "siervo", y tiene ambos significados aquí. Al leer el v. 16 naturalmente entendemos “joven”, pero al llegar al paralelo antitético "hijo de nobles" en el v. 17, reinterpretamos la palabra en el v. 16 como “siervo”. Ambas interpretaciones comunican lo mismo: el joven o el siervo que llega a reinar debido a un golpe de estado generalmente gobierna mal por falta de formación y experiencia (cp. vss. 5-7). Sin embargo, el Maestro reconoce que hay excepciones (ver 4:13-16; 9:14-16). 13.3.6.2. Los gobernantes glotones son una maldición para su nación (10:16b). La glotonería aquí es manifestación que los gobernantes emplean sus puestos no para servir al pueblo, sino para servirse de él. 13.3.6.3. Los gobernantes bien formados y no glotones son una bendición para su nación (10:17). El hecho que comen a su hora y para reponer sus fuerzas implica que son trabajadores. 13.3.7. La pereza trae deterioro y hasta un colapso total (10:18). 13.3.7.1. En este contexto, el v. 18 tiene una aplicación especial a los gobernantes perezosos y los efectos desastrosos de su administración. 13.3.7.2. En la literatura sapiencial la pereza es un ejemplo clásico de la insensatez (cp. Pr. 6:6; 26:16). 13.3.8. A la luz del daño que los insensatos pueden causar aun a los sabios (9:17-10:18), el Maestro da dos consejos irónicos (10:19-20). 13.3.8.1. Hay que agenciarse de lo necesario para disfrutar la vida: pan, vino y especialmente plata (10:19). 13.3.8.1.1. En lugar de "banquete" tradúzcase "pan" (cp. VP). Aquí el pan representa la comida en general (cp. BDLA, RVA). 13.3.8.1.2. El vocablo traducido “los vivos” (RV60, RV95) también puede significar “la vida” (BJ, VP, BDLA, RVA). Esta acepción parece caber mejor aquí, pero, a la luz de pasajes como 9:9-10 la otra interpretación no es imposible.
13.3.8.1.3. El v. 19 parece ser otra forma del consejo irónico de que el ser humano debe contentarse con disfrutar la comida y la bebida (cp. 2:24-26; 3:12-13, 22; 5:18-20; 8:15; 9:7-9). 13.3.8.2. Hay que tener cuidado de no criticar al rey o a los pudientes, porque de alguna manera pueden darse cuenta (10:20). 13.3.8.2.1. "No digas en tu pensamiento" y "no digas en lo secreto de tu cámara" (10:20a) son hipérboles por "no digas a nadie, ni a tus amigos de más confianza" (cp. la hipérbole similar en Mt. 6:3). 13.3.8.2.2. Las aves (10:20b) son símbolos de las “orejas” del rey. 13.3.8.2.3. Este versículo ilustra de nuevo la verdad de 9:18b. 13.4. Tenemos que tomar decisiones importantes sin saber muchos factores (11:1-6). 13.4.1. Tenemos que invertir, pero no sabemos qué inversión fracasará (11:1-2). 13.4.1.1. La sabiduría ortodoxa aconsejaba que el que invertía tarde o temprano recuperaría su inversión con creces (11:1). Probablemente el Maestro aquí cita un proverbio conocido. 13.4.1.1.1. Aquí el "pan" ha de representar los bienes materiales (cp. 9:11). 13.4.1.1.2. Posiblemente el proverbio se base en el hecho que si uno echa pan sobre la superficie de un cuerpo de agua, el pan, flotando, después de un tiempo regresa a la ribera. Sin embargo, el verbo traducido “echa” en todas las versiones que he consultado nunca tiene esa acepción, sino que significa “envía”. Posiblemente, entonces, se debe interpretar el versículo como una referencia al comercio marítimo; se invierte para enviar la mercancía en los barcos, y se tiene que esperar un largo tiempo, pero la paciencia tiene su recompensa cuando al fin regresen las naves. 13.4.1.1.3. La interpretación judía tradicional es que este versículo es una exhortación a la generosidad (cp. Pr. 19:17; Lc. 16:9). De hecho, hay un proverbio islámico que reza: "Haz bien, echa tu pan sobre las aguas, y algún día serás recompensado". Sin embargo, a la luz del v. 2, la metáfora del v. 1 ha de referirse a la inversión. 13.4.1.2. El Maestro responde al consejo ortodoxo señalando que no se sabe cuándo una inversión va a fracasar, y, por lo tanto, lo más aconsejable es distribuir la inversión entre varias empresas (11:2). Una traducción más exacta del v. 2b sería "porque no sabes cuál será el mal (que vendrá) sobre la tierra" (cp. RV95, RVA, BJ, BDLA). Ha de haber alguna relación entre “sobre las aguas” (v. 1) y “sobre la tierra” (v. 2). 13.4.2. Tenemos que sembrar y cosechar sin saber las condiciones climáticas que vendrán (11:3-6). 13.4.2.1. La sabiduría tradicional predecía la lluvia mirando las nubes (11:3). Cuando las nubes subían del Mar Mediterráneo negras, se podría predecir que llovería en Israel, tan seguro como el árbol caído no se mueve. 13.4.2.2. El Maestro responde a la sabiduría tradicional que el agricultor tiene que sembrar y cosechar aunque poco puede predecir la lluvia y menos aún el viento (11:4-6). 13.4.2.2.1. El que espera seguridad acerca de las condiciones climáticas no sembrará por temor que el viento se llevará la semilla, y no segará por temor que la lluvia echará a perder lo cosechado (11:4). 13.4.2.2.1.1. Si bien las nubes oscuras daban lluvia
generalmente (11:3), no lo hacían siempre, y, más importante, no se podía predecir con exactitud cuándo aparecerían tales nubes. 13.4.2.2.1.2. Quizás la referencia al viento guarda alguna relación con 11:3b. Aun esa afirmación tan segura tenía su limitación. Si bien el árbol caído no se movía, los hombres no podrían predecir cuándo el viento soplaría lo suficiente Introducción a Eclesiastés, pág. 41 para tumbar el árbol, ni tampoco si vendría del sur, o del norte. 13.4.2.2.2. El desconocimiento del viento y de la lluvia es representativo del mucho que el ser humano ignora acerca de lo que Dios hace en el mundo (11:5). La expresión "el camino del viento, o cómo crecen los huesos en el vientre de la mujer encinta" (RV60, RV95, VP, BDLA) es un intento de traducir la lección de la mayoría de los MSS hebreos. Sin embargo, esta lección es difícil, pues literalmente reza: "...el camino del viento como los huesos en el vientre de la mujer encinta." Pienso que se debe leer con otros MSS y con el Targum: "el camino del espíritu en los huesos en el vientre de la mujer encinta" (cp. RVA, BJ). La diferencia entre las dos lecciones es de una solo consonante. En la segunda lección hay un juego de palabras, pues el v. 4 ha hablado de desconocimiento acerca del viento (rúaj), pero el v. 5 habla de desconocimiento acerca del espíritu (rúaj). 13.4.2.2.3. A la luz del desconocimiento humano, lo único que el Maestro puede aconsejar al agricultor es que trabaje duro, sin esperar saber jamás si está decidiendo correctamente cuándo sembrar y cosechar (11:6; cp. 3:2)). De nuevo el Maestro concluye una sección con un consejo un tanto escéptico e irónico (para un paralelo, ver 9:10). B. Dios juzgará nuestras obras (11:7-12:8). El Predicador concluye que Dios juzgará nuestras obras después de la muerte y que debemos prepararnos para ello. Esta conclusión difiere de la postura que el Predicador ha tomado en 1:211:6. En la literatura enigmática, y especialmente cuando el autor debate entre dos posturas, con frecuencia la conclusión del autor se encuentra en la conclusión de su obra (valga la redundancia). Tal es el caso aquí. 1. El Predicador invita a alegrarse en la vida pero también exhorta a recordar que luego pasaremos al mundo de los muertos (11:7-8). Las exhortaciones a "alegrarse, tener gozo" y a "acordarse", claves para estructurar 11:7-8 en dos partes, también lo son para 11:9-12:8 (ver "alégrate" en 11:9 y "acuérdate" en 12:1). 1.1. Invita a disfrutar la vida (11:7-8a). 1.1.1. Es agradable estar vivo (11:7). "Ver el sol" significa estar vivo (cp. 6:5; 7:11), y "la luz" aquí ha de representar lo mismo. El vocablo traducido "suave" es literalmente "dulce" (cp. BJ). 1.1.2. El Predicador aconseja alegrarse en toda la vida (11:8a). Se debe traducir el v. 8a de la siguiente manera: "Ciertamente si un hombre vive muchos años, que tenga gozo (o "que se alegre") en todos ellos" (cp. BJ, BDLA, RVA). Este medio versículo expresa un concepto hallado ya en 2:24-26; 3:12-13, 22; 5:1820; 8:15; 9:7-10; 10:19. 1.2. Exhorta a recordar que al finalizar la vida pasaremos al mundo de los muertos (11:8b).
1.2.1. El contraste entre "los días de las tinieblas" (11:8b) por un lado y "la luz" y "ver el sol" (11:7) por el otro indica que los días de las tinieblas se refieren a la existencia en el mundo de los muertos (cp. 6:4). 1.2.2. El Predicador recuerda que aunque estemos muchos años en el mundo de los vivientes (v. 8a), después pasaremos muchos días en el mundo de los muertos (v. 8b). Habla con cierta ironía, pues los “muchos años” de esta vida serán breves en comparación con los "muchos días" de las tinieblas (cp. 12:5). A estas alturas el lector supone que el llamado a recordar el destino de ultratumba tiene el mismo propósito que la exhortación similar en 7:2, aunque hay una diferencia entre los dos pasajes. El 7:2 habla de la muerte como el fin del hombre, mientras en 11:8 la expresión “días de las tinieblas” implica algún tipo de existencia después de la muerte. Tendremos que seguir leyendo para descubrir por qué el Predicador nos llama a recordar esa existencia, y por qué recalca su la larga duración. 1.2.3. A primera vista el vocablo hébel "vanidad" al final del v. 8 naturalmente se interpreta como "inútil” o “sin sentido", los significados que generalmente ha tenido hasta aquí en el libro. Con esa interpretación “todo cuanto viene” abarca tanto lo que falta de la vida terrenal como los muchos días en las tinieblas del mundo de los muertos. Sin embargo, las 33 veces que hébel ha aparecido en el libro hasta aquí, siempre se ha referido a la vida en la tierra. Además, a continuación el Predicador asegurará por primera vez que habrá un juicio (cp. v. 9), y que se realizará después de la muerte (cp. 12:7). Esas afirmaciones sí dan sentido a la vida terrenal y de ultratumba y, por lo tanto, nos obligarán a reinterpretar hébel aquí como "momentáneo, pasajero" (cp. la nota sobre el v. 10), y aplicar esa calidad no al mundo de los muertos (el Predicador acaba de decir que allí los días serán muchos y en 12:5 hablará de nuestra “morada eterna”), sino a la vida bajo el sol. Lo fugaz de la vida aquí se recalcará mucho en 12:1-7. 2. El Predicador invita al joven a alegrarse en su juventud pero a la vez le exhorta a acordarse de su Creador y Juez (11:9-12:8). Se dirige al joven como un maestro de sabiduría a un discípulo. 2.1. Invita al joven a alegrarse, pero también le exhorta a darse cuenta que Dios le juzgará pronto (11:9-10). 2.1.1. Invita al joven a alegrarse mientras sea joven (11:9a). 2.1.1.1. El verbo traducido "alégrate" es el mismo que está traducido "tenga gozo" en el v. 8. 2.1.1.2. A la luz del contexto, "anda en los caminos de tu corazón y en la vista de tus ojos" ha de significar "satisface tus deseos" (cp. BJ, VP, BDLA). En cuanto a la expresión "vista de los ojos", ver la nota sobre 6:9. 2.1.2. Llama al joven a actuar tomando en cuenta que sus obras serán juzgadas por Dios (11:9b-10a). 2.1.2.1. Llama al joven a darse cuenta que su obras serán juzgados por Dios (11:9b). Anteriormente el Predicador ha expresado dudas sobre semejante juicio (cp. 7:15-18; 8:10-14; 9:2-3). Aquí, sin embargo, ha llegado a la conclusión que habrá un juicio, aunque todavía no dice cuándo será, ni cómo reconciliar esta afirmación con sus observaciones anteriores. 2.1.2.2. Exhorta al joven a evitar los pecados (11:10a). Sobre el enojo, ver 7:9. 2.1.3. Señala al joven que la juventud es pasajera (11:10b). 2.1.3.1. El contexto indica que el vocablo hébel "vapor, aliento, vanidad" aquí no significa "inútil” o “sin sentido" (los significados que
generalmente ha tenido en el libro), sino "transitorio, pasajero" (cp. Stg. 4:14). 2.1.3.2. Este medio versículo sugiere que el juicio mencionado en el v. 9b se llevará a cabo después de la juventud. 2.2. Exhorta al joven a recordar a su Creador y Juez (12:1-8). 2.2.1. Le exhorta a recordar a su Creador mientras sea joven (12:1a). 2.2.1.1. El imperativo "acuérdate" hace eco del "acuérdese" del 11:8. 2.2.1.2. El Predicador no explica aquí porque se refiere a Dios como "Creador". Hallaremos la respuesta en el v. 7. 2.2.2. Le exhorta a recordar a su Creador antes que lleguen la vejez y la muerte (12:1b-7). 2.2.2.1. Ogden, Qoheleth, sostiene que los "días malos" y los años sin contentamiento (12:1b) no son la vejez, sino la existencia después de la muerte (cp. “los días de las tinieblas en 11:8). Con cierta base interpreta de la misma manera los versículos siguientes. Sin embargo, como el v. 3b parece ser una clara referencia a la vejez, es preferible interpretar los vss. 1b-5a en ese mismo sentido. Estos versículos se contrastan con las referencias a la juventud en 11:9-12:1a. El Predicador invita a disfrutar la juventud, porque no se puede disfrutar la ancianidad (cp. 11:9 con 12:1b. A la vez exhorta a obedecer a Dios en la juventud, porque en la extrema vejez no hay fuerzas para hacer mucho bien (cp. 12:1-5). Por otro lado, el Predicador también pone mucho énfasis en las molestias de la vejez en 12:1b-5a porque la ve como la antesala a la muerte (cp. 12:5b-7). 2.2.2.2. En la vejez la vista se debilita (12:2a). Ogden ve aquí una referencia a la existencia después de la muerte (cp. 11:7-8). Otra opción es que el oscurecimiento de las lumbreras celestiales es sólo una figura general de la tristeza y las calamidades de los días malos de la vejez. A favor de esta opción se puede notar que el debilitamiento de la vista se va a tratar en el v. 3, y el oscurecimiento de las lumbreras es señal de tiempos de suprema aflicción en la literatura profética. 2.2.2.3. En la vejez los dolores y tristezas no se quitan, sino que son como los días cuando las nubes vuelven después de la lluvia (12:2). 2.2.2.4. Como el 12:3b se refiere a la debilidad de las muelas y los ojos en la vejez (ver la nota a continuación), el 12:3a también ha de referirse a la debilidad del cuerpo en general, o de algunos miembros de sus miembros. "Los guardas de la casa" han sido interpretados como las rodillas, las costillas, las piernas, los brazo o las manos, y "los hombres fuertes" como los brazos o los muslos. Quizás debemos interpretar “los guardas de la casa” como los músculos (son ellos los que tiemblan) y “los hombres fuertes” como los huesos (son ellos los que se encorvan). Ogden opina que este medio versículo se refiere al temor que sienten aun los varones fuertes frente a la muerte. 2.2.2.5. En lugar de "las muelas" (12:3b), tradúzcase literalmente "las moledoras, las que muelan" (cp. BJ, RV95, VP). En el antiguo mundo moler era trabajo de las mujeres, con muelas manuales (cp. Ex. 11:5). La frase "porque han disminuido" sugiere que aquí el Predicador se refiere a las muelas de la boca que se van escaseando en la vejez (en una situación literal, cuando disminuyen las moledoras, las que quedan no cesan, sino que tienen que trabajar más). 2.2.2.6. En lugar de "los que miran" (12:3b) tradúzcase "las que miran" (cp. RV95, BJ, VP). El verbo “se oscurecerán” (la cual no tiene sentido si “las que miran” se interpreta literalmente) implica que "las que miran" son los ojos (ver el mismo verbo con el sujeto “ojos” en Sal. 69:23; Lm. 5:17). Además, en hebreo el vocablo "ojo" es femenino. 2.2.2.7. En lugar de "las puertas de afuera" (12:4a), tradúzcase más
literalmente “las puertas (dobles) que dan a la calle” (cp. VP, RVA, BJ, BDLA). Estas puertas han sido tomadas como símbolos de los pies, los labios, los ojos o los oídos, pero la referencia al ruido en la frase siguiente sugiere que la última interpretación es la correcta. 2.2.2.8. "Levantarse a la voz del ave" (12:4b) puede referirse al sueño ligero, y el abatimiento de las hijas del canto al debilitamiento de las cuerdas vocales, o a la sordera (cp. VP). Las "hijas del canto" pueden ser las cuerdas vocales, las canciones (así VP, BJ, RV95 y la nota de RVA) o las aves. 2.2.2.9. Como se caen fácilmente, algunos ancianos temen las alturas y hallan terrores en el camino (12:5a). 2.2.2.10. Muchos intérpretes opinan que el 12:5b se refiere al deseo sexual, aunque algunos toman el florecimiento del almendro como una referencia a las canas y la langosta como símbolo del peso más liviano o la lentitud con que los ancianos caminan (cp. BDLA). El significado exacto del vocablo traducido "apetito" es incierto; algunos lo traducen "deseo" (RVA) y otros, "la alcaparra" (considerada un afrodisíaco; cp. VP, BJ, BDLA, notas de RVA y RV95). 2.2.2.11. El 12:5c aclara que las metáforas de los vss. 3-5b se refieren a los fenómenos que se dan cuando una persona está al borde de la muerte. 2.2.2.12. Puesto que todas las metáforas de 12:6 involucran un quebrantamiento, deben referirse a la muerte. Tal vez el cuenco de oro es una lámpara (la palabra traducida “cuenco” se usa en este sentido en Zac. 4:3-4, donde está vertida por “depósito”) suspendida de la cadena de plata. Cuando la cadena se rompe, la lámpara se cae y se quiebra, y la luz, que representa la vida (cp. 11:7), se apaga. El agua viva de la fuente y del pozo es otro símbolo de la vida, la cual no puede ser obtenida más cuando se rompan el cántaro y la rueda. A la vez parece haber un juego con la palabra traducida "pozo", pues literalmente significa "hoyo", y se usa de la tumba (cp. Pr. 28:17; Is. 14:15; 38:18). Cuando la rueda se rompe, se cae al fondo del pozo, así como el difunto desciende a la tumba. 2.2.2.13. El 12:7 es el clímax de 12:1-7, y de todo el libro hasta aquí, pues anuncia la conclusión del Predicador de que el espíritu del difunto no desciende al polvo (ver en contraste 3:19-21), sino que vuelve a Dios (cp. Lc. 23:46; Hch. 7:59). El Predicador llega a esta conclusión porque a diferencia del cuerpo, el cual fue hecho del polvo, el espíritu del hombre procedió directamente de Dios (cp. nota sobre 11:5 y ver Gn. 2:7). El cuerpo lógicamente vuelve a su lugar de origen, el polvo (Dios también había dicho que así sucedería, cp. Gn. 3:19), pero la misma lógica indica que el espíritu vuelve a su fuente, Dios. Ahora entendemos porque el Predicador exhortó al joven a acordarse de su “Creador” (12:1), pues es el relato de la creación que da la pista para saber el paradero del espíritu del difunto. Ahora también se entiende que Dios juzgará todas las obras (cp. 11:9) cuando el espíritu vuelve a él. De manera que este regreso del espíritu a Dios no es necesariamente para pasar la eternidad con él, sino para comparecer ante el juez. (Hasta ahora no he encontrado esta interpretación del v. 7 en ningún lugar, pero me parece que tiene que ser la correcta). 2.2.3. Le subraya que la vida es pasajera (12:8). Este versículo es casi una repetición de 1:2, de manera que los dos versículos forman una inclusión que enmarca todo el discurso del Predicador (1:2-12:8). Sin embargo, 11:9-12:7 indica que el Predicador ha cambiado el significado del vocablo hébel. Ya no significa "inútil” o “sin sentido" como en 1:2 y la mayor parte del libro, sino "transitorio, pasajero, momentáneo", como en 11:8, 10.
III. Epílogo (12:9-14) Aparentemente el epílogo no fue escrito por el Predicador, sino por otro maestro de sabiduría. 1. Las enseñanzas del Predicador son de gran valor (12:9-11). 1.1. El Predicador fue sabio (12:9a). Introducción a Eclesiastés, pág. 45 1.2. El Predicador enseñó al pueblo (12:9a). 1.3. El Predicador diligentemente evaluó e investigó para luego componer proverbios (12:9b). 1.3.1. En lugar de "hizo escuchar", tradúzcase "sopesó" (RVA) o "ponderó" (BJ, BDLA). 1.3.2. En lugar de "hizo escudriñar", tradúzcase "escudriñó" (RV95; cp. VP) o “investigó” (BJ, BDLA, RVA). 1.3.3. Hay cierto debate si se debe traducir "compuso" (RV60, RV95, BJ, BDLA, RVA) o "coleccionó" (VP). 1.4. El Predicador escribió la verdad artísticamente (12:10). 1.5. Las palabras de los sabios (como el Predicador) fueron dadas por Dios para pastorearnos (12:11). 1.5.1. No cabe duda que las palabras del Predicador son aguijones que nos incomodan. 1.5.2. No hay mucha seguridad sobre el significado de la expresión traducida "las de los maestros de las congregaciones". Las primeras dos palabras no están en el hebreo, el vocablo traducido “maestros” es literalmente “señores”, y algunos, en lugar de "congregaciones", traducen "colecciones (de proverbios)" (cp. VP, BDLA, RVA). Pienso, sin mucha seguridad, que se debe interpretar que los “señores de las colecciones” eran quienes recababan y componían enseñanzas de los sabios. Ellos eran como “clavos hincados” porque sus escritos servían como guías seguras para el pueblo. 1.5.3. La última frase del v. 11 afirma la inspiración divina de los escritos sapienciales, aunque son producto de la reflexión sobre la naturaleza y la experiencia humana. 2. Lo más importante de la enseñanza de los sabios es que se debe obedecer a Dios porque él nos juzgará (12:12-14) 2.1. El estudio y la reflexión para escribir libros de valor requieren de mucho trabajo fatigoso (12:12; cp. 1:8). 2.2. De todo lo que se escribe, lo más importante es que hay que obedecer a Dios, porque él juzgará y recompensará toda obra, sea buena o sea mala, especialmente las obras encubiertas que no son recompensadas durante la vida (12:13-14). Si no hemos logrado entender el mensaje enigmático del Predicador, este resumen señala las conclusiones más importantes. Usado con permiso ObreroFiel.com – Se permite reproducir este material siempre y cuando no se venda.