INFORMACION GENERAL
Miércoles 22 de septiembre de 2010
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DIA DE LA PRIMAVERA s DISTURBIOS, ROBOS Y HERIDOS EN LOS BOSQUES DE PALERMO
Festejaron desde temprano en la plaza Intendente Alvear
En los bosques de Palermo, uno de los treinta detenidos
Entusiasmo juvenil en el recital de Miranda!, en Alcorta y La Pampa FOTOS DE TELAM, HERNAN ZENTENO Y RODRIGO NESPOLO
Un festejo empañado por la violencia Debieron ser asistidos 75 jóvenes; hubo cuatro apuñalados entre los 21 hospitalizados; una chica estaba grave, en coma alcohólico SOLEDAD VALLEJOS
Treinta presos por robos y armas ilegales
LA NACION “Bienvenida primavera: Disfrutala sin alcohol.” El eslogan bajo el que gobierno porteño organizó los festejos para celebrar el Día de la Primavera resultó una fatídica ironía. Por el uso de armas blancas, golpes, arrebatos y un desmedido consumo de alcohol, 75 jóvenes debieron ser asistidos ayer por el Sistema de Atención Médica de Emergencia porteño (SAME) durante el multitudinario festejo que comenzó por la mañana en varios parques y plazas de la ciudad, aunque fuentes oficiales no pudieron determinar la cantidad de gente reunida al aire libre. El parque Tres de Febrero, en Palermo –donde tocaron los grupos de música Miranda!, Infierno 18 y La Mosca, en el escenario montado en Figueroa Alcorta y La Pampa–, fue el epicentro de reunión de unos 10.000 jóvenes, según los organizadores; la mayoría, del conurbano bonaerense. Pero también había puestos del SAME instalados en los parques Sarmiento, Roca y en la Costanera Sur. Se trató, según confirmó el director del SAME, Alberto Crescenti, de uno de los festejos más violentos de la última década. A diferencia del año pasado, por ejemplo, donde se debió asistir a 80 personas, “este año hubo una gran cantidad de heridos de arma blanca, lo que denotó una mayor agresividad”. “Esta vez, de los 75 asistidos, hubo 21 jóvenes, entre los que se contabilizaron cuatro apuñalados, que debieron ser trasladados a los hospitales Fernández, Rivadavia, Argerich, Pirovano y Gutiérrez”, informó el doctor Crescenti, que también destacó los casos de dos jóvenes embarazadas lesionadas durante sendos arrebatos de sus pertenencias, un niño de dos años con serios politraumatismos por una caída de altura y una joven de 18 años que debió ser derivada de urgencia con un coma alcohólico y que, hasta anoche, permanecía grave. Durante la jornada, que sorprendió con 23° de temperatura por la tarde, LA NACION realizó una recorrida por algunos de los parques y comprobó que, ante la prohibición de la venta de bebidas alcohólicas en los negocios de la zona, varias personas las comercializaban, escondidas detrás de árboles. “En esta heladera entró casi todo: gaseosas y sándwiches; menos el alcohol. Acá [en locales de Palermo] no nos quisieron vender”, explicó Josué, que había llegado al Rosedal junto con un grupo de amigos desde Virrey del Pino, partido de La Matanza. “Este año fue un desastre. Hubo muchos grupos que vinieron con ganas de pelear. Revoleaban botellas y el hielo de la bebida. Tomaron mucho alcohol, parecían inadaptados”, contó a LA NACION Diego, un vendedor ambulante que hace 30 años trabaja en el Rosedal. A su lado, otro compañero agregó: “Hubo peleas de todo tipo, entre los chicos, piedrazos y botellazos”. Entre los miles de jóvenes, cabe destacar, no todos tenían la misma intención de provocar y pelearse. Muchos grupos de adolescentes, a
En la vereda del Rosedal: a la derecha, uno de los jóvenes exhibe un arma blanca; hubo cuatro chicos apuñalados durante los festejos pesar de los disturbios, festejaron y se divirtieron sin sobresaltos. Algunos aprovechaban el día libre para un cambio de look. Varios carteles anunciaban “rastas artesanales” y captaban gran cantidad de público, especialmente adolescente. Algunos varones enamorados regalaban flores a sus novias. El par del claveles cotizaba ayer a 3 pesos, con lo cual muchos vendedores callejeros hicieron su consabida ganancia. Gastón Petrini, un joven de 20 años vecino de Floresta, aseguró que fue con amigos a Palermo a pasear. “Con mi grupo no tomamos alcohol, vinimos a pasarla bien y a divertirnos. Pero fue un desastre, y la verdad que el Rosedal quedó todo sucio.” Por su parte, Mariela Tobares y Laura Ovejero se quejaron por la poca cantidad de cestos para arrojar basura. Ellas, dijeron, tiraron todo lo que usaron, “hasta los restos de cigarrillos en una bolsa plástica”. De hecho, durante los festejos y como parte de un operativo de limpieza, el Ministerio de Medio Ambiente y Espacio Público precisó anoche que se recolectaron casi 6 toneladas de residuos. Las autoridades prometían que, gracias a la intervención de tres lavadoras, tres barredoras, un camión compactador y una dotación extra de 30 trabajadores, el parque Tres de Febrero amanecerá limpio. También se reforzó la limpieza en otros espacios verdes, como los parque Centenario, Rivadavia, Patricios, plaza Monteagudo, parque Chacabuco, Avellaneda, plaza Los Andes y la Reserva Ecológica Costanera Sur.
Con la colaboración de María Delia Pérez y Gabriel Di Nicola Video. Día de la Primavera con incidentes y heridos. videos.lanacion.com.ar/video16808-1
EL ESCENARIO
Antecedentes ➔ 2010, el más violento: de la
última década, el festejo de la primavera de ayer fue el que mayor número de heridos y detenidos registró en la ciudad de Buenos Aires: 75 heridos por golpes, uso de armas blancas y el consumo de alcohol, y 30 detenidos.
➔ 2009, año récord: el año
pasado, en los festejos el número de pacientes revisados por el Servicio Ambulatorio Médico de Emergencia (SAME) fue de 80 personas, pero sólo 20 derivadas a hospitales y sin ninguna complicación seria, a diferencia de lo ocurrido este año, que la nómina de heridos incluyó una joven con coma alcohólico.
➔ 2006, detenidos con drogas:
ese año hubo 20 jóvenes detenidos, 14 de ellos por tenencia de drogas. Además, el número de personas atendidas por el SAME trepó a 68 en todos los parques públicos de la ciudad. 30 de ellos estaban en los bosques de Palermo.
➔ 2003, disturbios y arrebato:
fueron 24 los jóvenes que detuvo la Policía Federal Argentina (PFA) ese año. Lo más recordado fue el caso de un joven arrebatador que fue detenido frente a las cámaras de televisión que cubrían los festejos en el Rosedal.
➔ 2001, un herido de bala: en el
primer festejo del milenio fueron cinco las personas heridas, una de ellas, con un disparo en el empeine.
Una gresca que se venía anunciando ANGELES CASTRO LA NACION Las grescas en los bosques de Palermo con 75 heridos, incluidos un niño de 2 años y dos jóvenes embarazadas, demostraron que es hora de desterrar del imaginario popular conceptos equivocados, como que todos los estudiantes festejan su día con bucólicos picnics, aislados del entorno social de agresiones generalizadas, de los malos ejemplos. Hace varios años ya que la diversión de muchísimos jóvenes recorre un camino asociado al alcohol, cuando no a la droga, y a la falta de pautas claras de respeto mutuo. La situación incluye el corrimiento de numerosos parámetros y sitúa a grupos de chicos violentos y a madres adolescentes con sus hijos en el centro de una escena que, décadas atrás, les estaba vedada por los usos sociales. También hace varios años que los espacios públicos son usados más para degradarlos que para disfrutar de ellos. La delincuencia, se sabe, encuentra en estas reuniones al aire libre, y muchas veces con escasos controles policiales, una tierra fértil para actuar, como ocurrió ayer. Ya en ediciones anteriores del Día de la Primavera, como en 2003 y 2006, hubo una veintena de detenidos en cada ocasión. En diciembre de 2004, la tragedia de Cromagnon
dejó en evidencia que muchas chicas habían ido al recital de Callejeros con sus niños, algunos de los cuales murieron en el incendio. Las peleas violentas a la salida de los boliches, tanto en la Capital como en otros centros urbanos, confirma el deterioro de valores y de la educación. En todos estos casos, la responsabilidad que les cabe a los mayores surge de inmediato como tema de debate. Lo ocurrido en la víspera sólo vino a confirmar una realidad social que muchos, empezando por las familias y terminando por el Estado, se niegan a reconocer. Pese a todos los antecedentes, ayer nadie previno los desmanes. Pecó de ingenua la invitación del gobierno porteño a celebrar sin alcohol en el parque de Figueroa Alcorta y La Pampa. Escasos metros más allá, en el Rosedal, estalló el caos, bañado en litros de bebidas alcohólicas. Tampoco nadie parece haber previsto que rateros pudieran aprovechar la concentración de gente para delinquir. Hubo 30 detenidos, 12 de ellos menores de edad, acusados de robo y de tentativa de robo. Según se supo oficialmente, hubo 1000 efectivos de la Policía Federal para cuidar a decenas de miles de chicos distribuidos por numerosos parques de la ciudad. En un clásico de fútbol, en una sola cancha, suele haber hasta 1200 uniformados.
DOLOR DE LA FAMILIA DEL NIÑO MUERTO
Breve
Excarcelan al colectivero de la línea 15
LA MUJER DESAPARECIDA
JOSE MARIA COSTA
LA PLATA.– La hija de Erica Soriano, la mujer de 30 años embarazada de tres meses que está desaparecida desde el 21 del mes pasado, no pudo declarar ayer con el método de cámara Gesell de los Tribunales de Lomas de Zamora. El abogado de la familia Soriano, Ariel Urssino, dijo a LA NACION que la niña vivió un mes y medio con su madre y su pareja, Daniel Langostena, que se encargó de cuidarla mientras Erica salía a trabajar. En tanto, especialistas de la policía científica confirmaron ayer que la sangre hallada en la casa del novio de Soriano es humana y afirmaron que habrá que esperar otros diez días para cotejar el ADN para saber de quién es esa sangre.
LA NACION El viernes pasado fue un día de sensaciones encontradas para la familia García Otero. Por un lado, después de casi dos meses de internación por el accidente que le costó la vida a su hijo Facundo, de 5 años, Cecilia regresaba a su casa; por el otro, Carlos Verón, el chofer de la línea 15 de colectivos que les cambió la vida, fue excarcelado a raíz de un fallo de la Sala I de la Cámara Penal Federal, tras pagar una fianza de 10.000 pesos y esperará libre el juicio oral. La noticia de la liberación de Verón les generó impotencia. “En este caso hay muchas pruebas. Testigos que iban arriba del colectivo y caminando
por la calle que declararon que mi hermana iba por la senda peatonal y que el colectivo dobló donde no tenía que hacerlo. Muchas pruebas como para decir que fue un accidente”, explicó Oscar, hermano de Cecilia. Pero, a pesar de la sensación de impotencia, el hombre repitió, en más de una oportunidad durante la entrevista con LA NACION, la frase que guía a la pequeña y golpeada familia. “Nosotros vamos a salir adelante.” El accidente ocurrió el 20 de julio, en la esquina de la avenida Scalabrini Ortiz y Honduras, cuando Verón, que conducía el interno 58 de la línea 15, atropelló a Cecilia García Otero cuando cruzaba la calle con su beba de 2 meses en brazos y su hijo Facundo, de 5 años, que falleció tras el golpe.
“Mi hermana está con nosotros desde el viernes, haciendo una recuperación ambulatoria” contó el joven y explicó: “Ya le bajaron un poco las altas dosis de morfina, los injertos prendieron bien y ahora comenzó con el terapista físico por la movilidad de la pierna.” “Tiene mucho dolor porque tiene la cadera quebrada, así que hay que levantarla de la cama entre dos personas, ayudarla a moverse, llevarla al baño. Eugenia [la beba de 4 meses] está con ella, pero no la puede alzar por las lesiones del brazo.” La pequeña pasó la mitad de su vida lejos de su madre. “La beba está bien. Aunque también sufrió muchísimo y desde chiquita el desarraigo de la madre. Le sacaron la teta de golpe, la veía 15 minutos por día [para evitar
el riesgo de infección en las heridas] entonces, ahora se están conociendo de nuevo”, dijo Oscar. Ante la consulta de cuál sería su reacción en caso de encontrarse en la calle con Verón, Oscar dijo: “Nosotros somos una familia religiosa, que cree en Dios. Yo puedo pensar muchas cosas de él, pero no le diría o haría nada. No le pegaría, ni lo insultaría. Porque, la verdad, ya nos sacó todo. La tranquilidad de la familia y un nene hermoso, qué vamos a hacer. Es así”. Para autorizar la excarcelación, los jueces habían cambiado la carátula de la causa de homicidio simple a culposo. Luego, la Cámara le concedió la excarcelación al chofer tras pagar 10.000 pesos. Deberá presentarse cada 15 días ante la Justicia.
No pudo declarar la hija de Erica
Es evidente que no fueron a festejar. Treinta personas, entre ellas 12 menores, fueron detenidas ayer después de graves disturbios en el Rosedal, mientras una multitud celebraba el Día de la Primavera. Los detenidos, que al cierre de esta edición estaban alojados en las comisarías 2a., 23a. y 51a., estaban acusados de robo, tentativa de robo, lesiones, infracción a la ley de drogas y tenencia ilegal de armas. En el operativo participaron 1000 uniformados de la Policía Federal. No estuvieron presente agentes de la Policía Metropolitana porque, según explicó el vocero de la fuerza de seguridad porteña, la zona del Rosedal no es donde están desplegados por el momento y porque, además, tenían la cantidad justa de agentes para trabajar en la comuna 12, que abarca los barrios de Villa Urquiza, Saavedra, Villa Pueyrredón y Coghlan. Dos de los detenidos fueron apresados en San Telmo, hasta donde pudieron huir cuando fueron descubiertos en el Rosedal con dos armas de fuego, informaron voceros policiales. “Hubo grupos de arrebatadores que aprovecharon el día. Hubo mucho alcohol y mucha violencia”, afirmó a LA NACION un jefe policial. Además, una vecina del partido bonaerense de San Martín se presentó en la comisaría 23a. para denunciar que su hija de 16 años estaba desaparecida desde las 15. Cuando caía la noche y unos jóvenes ciclistas querían pasear por el Rosedal, un policía los previno: “Mejor vayan a sus casas. En cualquier momento empiezan los robos”.
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