Espectáculos
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Domingo 8 de febrero de 2009
CINE Slumdog Millionaire
Un director inglés en las calles de Bombay
Continuación de la Pág. 1, Col. 6 El resultado es un viaje, en parte real, en parte mágico, hacia el punto cero del sueño de la India: una villa miseria de Bombay; una película de amor, valores y codicia contada a través de los ojos de un niño que debe crecer demasiado rápido. Slumdog Millionaire es la historia de un joven que participa en la versión india del programa ¿Quién quiere ser millonario?, y cuya vida se revela a través de flashbacks, uno por cada pregunta del programa. Algunos pueden resultar un tanto brutales y hasta desagradables, pero así es la vida en una villa miseria india. Y a Danny Boyle, director de películas tan variadas como Trainspotting, La playa y Exterminio, esto no podía acobardarlo. Tal vez lo más notable de Slumdog Millionaire es que, a pesar de que el director no lo vea así, podría perfectamente haber sido una película de Bollywood. “Es casi como un homenaje al cine indio de los años 70”, dijo Loveleen Tandan, codirectora del film. Su protagonista es un desamparado que lucha para salir del pozo, con un hermano maligno, un personaje del bajo fondo y una mujer en medio. Todos los elementos
clásicos del cine popular de la India. Además, como corresponde, el film está lleno de canciones y hasta tiene un poco de danza; hay una verdadera estrella de Bollywood, la fabulosa Anil Kapoor, y algo aún más audaz para una película que aspira a conquistar al público norteamericano: casi la tercera parte está hablada en hindi, con subtítulos. Es como imaginar a Abbas Kiarostami haciendo un western con la mayoría de los diálogos en inglés. “Creyeron que estaba loco”, dice Boyle, sobre la reacción inicial de los productores de Hollywood. Pero la decisión de filmar en hindi tuvo que ver con que era imposible encontrar niños indios que hablaran inglés y que pudieran hacer de chicos curtidos de las villas, según le explicó Tandan, que es india. Boyle lo entendió enseguida y aceptó reescribir el guión en hindi. Así es como Tandan terminó contratando chicos de las villas de Bombay para los tres papeles infantiles más importantes. Pero decididamente Slumdog Millionaire no es una película de Bollywood en un aspecto crucial: fue rodada en las calles de Bombay, entre las laberínticas villas miseria con techos de chapas, el distrito rojo y la conocida estación
de tren de Victoria Terminus. Y la mayoría de los directores de Bollywood no filman en las calles de la ciudad; prefieren recrearla en el set o, directamente, eligen lugares exóticos, como Brooklyn. Es que, tal como aprendió el equipo de filmación de Slumdog Millionaire, hacerlo es casi una locura. Bombay no sólo es una ciudad superpoblada, sino que decenas de miles de personas viven directamente en la calle. La calle es su casa, su comedor, su dormitorio. ¿Por qué, entonces, no se arremolinarían alrededor del equipo de filmación? El productor Christian Colson recuerda que hubo momentos, mientras rodaban, en que estaban rodeados por unas 3000 personas, y no todas con actitud amigable. Boyle se dio cuenta rápidamente de que sería una tontería tratar de ahuyentarlas, no sólo porque iba a ser muy costoso, sino porque inmediatamente se armaría un nuevo grupo. A veces, recuerda, dejaba un lugar sin estar seguro de si había logrado la toma que necesitaban. Por suer-
te, invariablemente, resultó que sí. “Alguien muy obsesionado con el control diría que necesitábamos un ejército para cuidarnos –dice Boyle–. Pero el asunto no pasa por ahí. Cuando abandonás ese intento extremo de control, conseguís algo extra.”
Hubo muchas lecciones de entendimiento intercultural. Para organizar la agenda no se podía contar con lo que Colson llamaba el estilo militarista británico, sino que dependían de la burocracia de la India: los permisos llegaban minutos antes de tener que rodar una escena y, una vez al menos, después de ser rodada. También había que tener en cuenta cierto grado de “autenticidad”. En una ocasión, recuerda Colson, las autoridades indias se sintieron agraviadas por una escena en la que un sospechoso es torturado por un inspector de policía durante un interrogatorio. Las autoridades le dijeron a Colson que sacara al inspector porque ningún oficial de policía con ese cargo debía
FOTOS DE DISTRIBUTION COMPANY
Una película de extremos Arriba, el protagonista participa en la versión india de ¿Quién quiere ser millonario? . En el film, entremezclados con las preguntas, aparecen una serie de flashbacks que muestran su infancia y su búsqueda del amor, así como la dura vida en las villas miseria de Bombay
ser visto administrando torturas. Tuvieron que obedecer. Para Boyle, uno de las desafíos más duros fue elegir a Jamal Malik, el joven de 18 años que protagoniza la película. Tomó pruebas a un joven indio tras otro; muchos eran capaces, pero, entrenados para el cine indio, no lo convencían. Finalmente, se quedó con un actor que le recomendó su hermana adolescente: Dev Patel, de la serie británica Skins. Una elección que podría verse como la parte más disonante de Slumdog Millionaire porque, aunque es un buen actor, su acento revela lo que es: un ciudadano británico de origen indio, no un muchacho de las villas de Bombay. Danny Boyle dice que todo lo que sabía de Bombay provenía de las historias de su padre que, como soldado inglés durante la Segunda Guerra Mundial, había estado allí, en ruta a Japón, “esperando morir”. Estaba en Bombay “cuando tiraron la bomba en Hiroshima –recuerda Boyle–. El decía que entonces todos supieron que volverían a casa”. Pero la Bombay que muestra está basada en la novela Q&A, del escritor indio Vikas Swarup, y adaptado por Simon Beaufoy, el guionista británico conocido por la ganadora del Oscar Todo o nada (The Full Monty). Colson dice que le gusta pensar en Slumdog Millionaire como una historia dickensiana ubicada en la megalópolis asiática del futuro: “Oliver Twist en Bombay”, según define. Boyle, por su parte, no cree que haya hecho una película india. “No, no es un film de Bollywood. Es una buena historia, una narración”. Pero sí hay un motivo para que haya sido en Bombay. “Allí encontrás los extremos para una historia, algo que casi ha desaparecido aquí. Además, la llames Bombay o Mumbai, no es una ciudad que pueda reconstruirse en un set”, asegura Boyle. No se distingue por su arquitectura, sino por su atmósfera, por su ruido. Slumdog Millionaire captura todo eso, aunque, por ser una película, no puede incluir cómo huele, algo muy característico de Bombay; en parte, pescado seco; en parte, desperdicios humanos. “Enseguida sabés que no podés fingir –dice el director–. Sentís que la ciudad está en marcha, y vos tenés que subirte.”
Somini Sengupta
Nominado para la controversia Cuestionan a Danny Boyle por la supuesta explotación de dos niños actores “Los chicos nunca habían ido a la escuela y desde 2008 nos hemos hecho cargo, de común acuerdo con sus padres, de los costos de su educación. Ellos tienen asegurada la escuela hasta los 18 años, la salud y los costos básicos de vivir. Lo hicimos durante los últimos 12 meses sin querer publicitarlo, y si ahora decidimos darlo a conocer es sólo para responder a lo que se dijo últimamente en la prensa.” Hace unos días se conoció en Londres el texto de este comunicado que lleva la firma de Danny Boyle y del productor Christian Colson. Fue la respuesta de los máximos responsables de Slumdog Millionaire ¿Quieres ser millonario? a las crecientes denuncias sobre el supuesto aprovechamiento que el cineasta habría hecho de los niños Rubiana Ali y Azharuddin Mohammed Ismail, ambos de ocho años, que en la película interpretan al hermano y a la amiguita del protagonista cuando todos ellos son
chicos. “En total recibieron 2200 libras por un año entero de trabajo. Es menos de lo que hubiesen ganado trabajando como empleadas domésticas”, denunciaron los padres de los pequeños, planteo que determinó la respuesta de Boyle. Sin embargo, los padres aseguran que no tienen noticias del fondo de apoyo económico a los niños mencionado por el realizador. A fines de enero, el Corriere della Sera recordó que no es la primera vez que Boyle está envuelto en una controversia por sus proyectos cinematográficos. En 1999, un grupo de residentes de la isla tailandesa de Phi Phi denunció que el cineasta había dañado la barrera de coral cercana a la bellísima Maya Beach, donde se filmó La playa, con Leonardo DiCaprio. Mientras tanto, Boyle busca compensar estos sinsabores con la expectativa de acumular esta noche nuevos premios a la larga lista de galardones que colocan a Slumdog
Millionaire como firme candidata para llevarse el 22 de este mes el Oscar a la mejor película. Esta noche se entregarán los premios Bafta (equivalentes del Oscar para el Reino Unido) y allí también Slumdog Millionaire es la gran favorita, con 11 nominaciones. Hasta aquí, la película de Boyle (que costó 15 millones de dólares y hasta ayer recaudó 111 millones en todo el mundo) obtuvo cuatro Globo de Oro y se llevó otros dos de los galardones más importantes del año, otorgados por los sindicatos de directores y actores de Estados Unidos. Slumdog Millionaire espera el Oscar con 10 nominaciones, apenas tres menos que El curioso caso de Benjamin Button: película, director, guión adaptado, fotografía, edición, música original, canción original (por dos), sonido y edición de sonido
Marcelo Stiletano