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Página 6/LA NACION
CLASICA
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Martes 17 de noviembre de 2009
MUSICA POPULAR Jazon Mraz: tocará hoy y mañana en el Gran Rex
Un artista ecológico con alma de surfer gran repercusión fue “Lucky”, del cual el cantante realizó una versión a dúo con la mexicana Ximena Sariñana y otra con Colbie Caillat. El proceso creativo de este disco no fue distinto al de los otros, según cuenta Mraz. “No sé de dónde surgen las canciones. Yo sólo escribo, canto e invento cosas. Ha sido el mismo proceso espiritual desde que tenía 12 años”, comenta el músico, quien asegura que la inspiración para componer sus canciones proviene de los más variados lugares. “Cualquier cosa que haga ruido me inspira, sea un lavarropas, un bebe llorando o una aspiradora. Me encanta armonizar con lo obsoleto. La música es lo que pasa cuando las ideas que tengo hacen colisión con una melodía que está metida en mi cabeza. Aplicarle el mensaje a la música es la gran revelación y es un deleite cada vez que eso sucede y nace una nueva canción.” Expresar sus ideas e impresiones
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VANESA CRISOSTOMO
Malamud, Druker, Oddone, Catalán y Barragán, intérpretes ideales de Mariano Etkin
Punzante y fugaz poética en inmejorables manos Muy bueno
((((
Diez años después. Obras de Mariano Etkin. Concierto X de la XIII edición del Ciclo de Música Contemporánea del Complejo Teatral de Buenos Aires. Intérpretes: Haydée Schvartz, piano; Gerardo Cavanna, percusión; Graciela Oddone, voz; Sergio Catalán, flauta; Mariano Malamud, viola; Pablo Druker, dirección, y ensamble. En el Goethe Institut.
En las inteligentes notas que escribió para presentar este concierto monográfico, Mariano Etkin explica que, cuando se incluyen obras de un único autor vivo, se corre el riesgo de “mostrar en exceso por redundancia”. Pero, se apura en aclarar, la repetición no existe y el arte es siempre desvío. La primera pieza del programa, Camino de caminos (1989) –para flauta contralto, clarinete bajo, viola, piano y voz–, podría escucharse justamente según esas coordenadas: el modo en que lo mínimo se niega a la tautología; esto tiene además su correlato en el agrupamiento y en la desagregación instrumental. El crescendo del clarinete bajo, en la mitad exacta de la pieza, seguido por un silencio que incide como un filo antes de la entrada del piano, debe de ser uno de los momentos más punzantes de la música de Etkin. Arenas (a la memoria de Morton Feldman), de 1988, para piano solo, fue la pieza más antigua del programa. A pesar, o mejor dicho a causa, de su cercanía poética con
el compositor estadounidense, este homenaje resulta también una declaración programática. Ya de por sí la palabra arena nos depara, además de su alusión indirecta a la fugacidad, la imagen de un paisaje desértico; allí, en esa aridez, todo parece inmodificado, mientras que en verdad cambia incesantemente. Como en el desierto, se producen en la pieza imperceptibles accidentes, elevaciones, relieves. Difícilmente podrá igualarse la concentradísima lectura de Haydée Schvartz, que también tocó En rêve, de Liszt, y Désir, de Scriabin, las dos piezas ajenas, y agudamente contemporáneas, que Etkin eligió para completar el concierto. Entre ellas, el percusionista Gerardo Cavanna entregó una refinadísima interpretación de Los que nos va dejando (1998). Se estrenaron, finalmente, el Primer y el Segundo estudio para lágrimas, compuestos este año, para trío de clarinete (Marcelo Barragán), corno (Martcho Mavrov) y violonchelo (Néstor Tedesco). Aunque la materialidad sea distinta de la arena, el medio líquido de la lágrima contiene el mismo fondo emocional. Hay aquí un lirismo, cauto pero evidente, que precipita en citas y, ocasionalmente, en gestos puccinianos. Las transiciones tímbricas de esta música ejercen una fascinación casi ilusionista: impensadas hasta que se realizan. Son realmente, como el título del texto del programa, eslabones fantasmales.
Pablo Gianera
Llegar hasta esta instancia, de viajar por el mundo tocando sus canciones, es el resultado de toda una vida dedicada a la música. “Desde que era chiquito, ser músico es lo único que quería hacer –explica–. Mi carrera comenzó el minuto en el que pude hacer ruido. Mi vida es mi carrera musical.” Mraz nació en Virginia, en 1977, y estudió, durante un tiempo, teatro musical en la American Musical and Dramatic Academy, de Nueva York. Luego se mudó a San Diego, donde empezó a tocar en vivo y formó una banda. En 2002, el músico editó su primer disco Waiting for My Rocket to Come, que incluía “The Remedy (I Won’t Worry)”, su primer tema en llegar al Top 20 de Billboard. Un año más tarde, Mraz ofició de telonero de Tracy Chapman, experiencia que repetiría con Alanis Morrisette y los legendarios Rolling Stones. Salir de gira con estos artistas fue un verdadero aprendizaje para el cantante: “Aprendí que es importante ser amable con todo el mundo y con uno mismo. No es posible tener éxito en giras que duran mucho tiempo si estás ocupado consumiendo drogas y quedándote despierto toda la noche. Tenés que ocuparte de aquellos que te están cuidando. Estoy seguro de que ésa es la actitud que funciona en cualquier carrera”.
“Cualquier cosa que haga ruido me inspira: un lavarropas, un bebe llorando o una aspiradora”
Ser uno mismo En 2005, Mraz lanzó su segundo disco, Mr A-Z y salió de gira para promocionarlo. A pesar de que las presentaciones en vivo de Mraz fueron adquiriendo gran reputación, el cantante dice que no siente una preferencia especial por tocar ante el público o grabar en un estudio. “Sólo prefiero ser yo mismo y eso, a veces, significa estar arriba de un escenario y otras significa ser un científico loco, un explorador, un surfer, un profesor o un estudiante. No tengo una preferencia, siempre que se trate de expresar amor completamente.” Sin embargo, estar de gira es algo que Mraz sabe disfrutar. “Soy un esnob cuando se trata de una habitación de hotel encantadora. Me gusta quedarme ahí, leyendo, escribiendo y usando el gimnasio. El mundo es lo que ves cuando salís a comer, a tocar o lo que está afuera de la ventana cuando estás volando o manejando. Aunque, cuando estoy de gira, extraño a mi gato.”
WARNER
El músico vendió dos millones y medio de copias de su último disco
El gran éxito de We Sing. We Dance. We Steal Things, su tercer disco, que vendió más de 2.500.000 de copias, le abrió a Mraz un espectro mucho mayor de fans alrededor del mundo. El tema “I’m Yours” se convirtió en un hit en distintos países y fue nominado al Grammy en la categoría de canción del año. Otro tema del disco que tuvo
PARA AGENDAR
Jason Mraz se presentará por primera vez en el país, junto con su banda compuesta por ocho músicos. Teatro Gran Rex, Corrientes 857. Hoy y mañana, a las 21. Entradas desde $ 60.
es algo que Mraz hace periódicamente en su blog (www.jasonmraz.com). “El blog es como escribirles una carta a los amigos y a la familia. Es una forma directa y amorosa de inspirar al otro y tenerlo al tanto de las novedades.” Uno de los temas que están más presentes en el blog de Mraz es la ecología. El cantante, que tiene una granja que produce paltas y es fanático del surf, da consejos sobre cómo comportarse ecológicamente. “Es una cuestión muy importante para que cualquier persona la trate. Tu cuerpo se va a descomponer. Debería pasar lo mismo con todo lo que consumís.” Con la gira y el lanzamiento de Jason Mraz’s Beautiful Mess – Live on Earth, un CD y DVD grabados en Chicago, el músico está viviendo un gran momento profesional. Pensando en cómo le gustaría que fuera su futuro, Mraz tiene un solo deseo: “Que sea increíble”.
En el ND/Ateneo
Es todo lo que tiene; es todo lo que hay Lisandro Aristimuño presentó su último CD “Un saco azul, un vendaval, un corazón y un plan fugaz. Es todo lo que tengo y es todo lo que hay.” Con sus anteojos de marco negro a lo Jarvis Cocker, Lisandro Aristimuño entona los versos de una de sus nuevas canciones y planta bandera. “Un piano al sol, un celular, un grabador en el placard. Es todo lo que tengo y es todo lo que hay.” Detrás suenan cacerolas, pavas, manojos de llaves y tapas de ollas, un teclado familiar, un par de samplers, ruidos y ruiditos, una guitarra, una batería, un chelo y un clarinete. El músico abre la presentación de su último álbum, el doble CD Las crónicas del viento, con todo lo que tiene –en esta ocasión eso también implica un pianista de lujo como Claudio Cardone– y una propuesta tan conceptual como ambiciosa para estos días: un show en un teatro porteño, dividido en tres actos, de los cuales los dos primeros estarán dedicados exclusivamente a interpretar por primera vez en público las canciones de su nueva producción. Es todo lo que tiene Aristimuño; es todo lo que hay y quienes colmaron el ND/Ateneo durante las dos primeras noches de este ciclo de cuatro conciertos (el viernes y sábado próximos se repetirá el doblete) se lo agradeció con frescura y, también, cierta dosis de adoración que se ha ganado este joven patagónico a lo largo de la última década. Primero, entonces, con su banda todoterreno, apoyada en ese cruce de brit-pop con rock nacional y folklore freak que pinta para marca registrada; después, un poco más solo, más acústico que nunca, para los temas del segundo capítulo de Las crónicas..., ese más despojado y melancólico; y en el cierre, sí, un puñado de esas canciones con las que Aristimuño se hizo un lugar en la escena. Es todo lo que tiene y, por ahora, parece ser suficiente.
Sebastián Ramos
FERNANDO MASSOBRIO
El panameño dice que a partir de ahora se dedicará a escribir
Rubén Blades, de visita en su última gran gira El cantante ofrecerá su recital hoy, en el Luna Park Tras 17 años de ausencia en la Argentina, el cantante panameño, actor y ex ministro de Turismo Rubén Blades, que había prometido volver a la música tras su experiencia política, presentará hoy su último trabajo, lanzado a través de www.rubenblades.com, Cantares del subdesarrollo. El creador de “Pedro Navaja” anticipó a LA NACION cómo será su última gira de estadios y multitudes. Y expresó su deseo de escribir “varias cosas que necesitan explicarse”. De Blades, a sus 61 años, se puede decir que es un artista en permanente creación. Su género musical es complejo de encasillar. Términos como salsa intelectual, cronista barrial o música urbana, como a él más le gusta, son los utilizados cotidianamente para nombrar su estilo. –En 1979 hablabas de “sembrar”. ¿Qué cosechaste? –Mi propuesta artística en aquel tiempo fue bien recibida y lo continúa siendo para las nuevas generaciones. Y ése sí es un aporte que considero satisfactorio. –¿Y en la política? –Cuando la gente sale de un gobierno lo hace muy decepcionada. Yo no. Observé que el sistema puede funcionar. Eso es más importante que si me fue bien o mal. Y eso es un descubrimiento personal que me llena de mucha ilusión. –¿Cómo será tu show de hoy? –Se van a encontrar básicamente con algunos temas de la orquesta Seis del Solar y Son del Solar; añadimos algunas canciones de los tiem-
pos de Willie Colón y La Fania All Star, porque la gente las pidió. Y obviamente las canciones de Cantares del subdesarrollo. Es un programa muy bueno, de dos horas, con una banda de una calidad tremenda. –¿Qué te queda por hacer? –Ahora le voy a poner mucha más atención a la escritura. Cuando tienes cierta edad te das cuenta de que tienes que administrar tu tiempo mejor. Voy a escribir para contar ciertas cosas que son importantes de explicar. –Lamentaste mucho la muerte de Mercedes Sosa. Contanos alguna de tus anécdotas con ella. –Mercedes tenía un gran sentido del humor. En 2002 o 2001, hicimos un trabajo en Panamá que tenía que ver con Unicef. Ella había estado llamando a varias personas para que asistieran al show y alguien le escribió: “Tenemos el gusto de decirle que no podemos asistir”. ¡¿El gusto?! (Risas). Entonces, Mercedes me llamó y me dijo: “Mira esto, ¿crees que se están burlando de nosotros?”. No, le dije, creo que se trata de alguien que no sabe escribir (risas). Con ella el trabajo era de una gran dulzura.
Diana Salinas Plaza PARA AGENDAR
Rubén Blades. Presenta su trabajo Cantares del subdesarrollo. Luna Park. Bouchard y Corrientes. Hoy, a las 21. Entradas desde 90 pesos.