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POLÍTICA
| Sábado 15 de marzo de 2014
Tras una tregua, el PJ porteño acordó su nueva cúpula interna. Con Santa María como jefe, los
gremios se impusieron ante La Cámpora Jesica Bossi LA NACioN
Después de tironeos y amagos, el peronismo porteño arribó a un acuerdo para renovar la cúpula partidaria. Si se cumple lo pactado, hoy se plasmará en papeles el triunfo de los gremios que retendrán el manejo del sello capitalino bajo la jefatura del sindicalista Víctor Santa María, que pujó hasta último minuto para mantener en pie su postulación para conducir el PJ, sillón ambicionado por La Cámpora. Las negociaciones para armar una lista de unidad y eludir una competencia interna entre los distintos sectores K se extendieron toda la semana y se espera que limen detalles hasta este mediodía, a pocas horas de que venza el plazo para la presentación de nóminas que participarán de las elecciones partidarias, convocadas para el 6 de abril. El consenso en el oficialismo terminó de amasarse ayer, pero tuvo como punto decisivo un encuentro, realizado un día antes, en el séptimo piso del Sindicato Único de Trabajadores de Edificios de Renta y Horizontal (Suterh), capitaneado por Santa María. Allí, La Cámpora relegó su intención de liderar el PJ a través de la figura de Mariano Recalde, presidente de Aerolíneas Argentinas. La organización juvenil apostaba a conducir el peronismo porteño y, de hecho, movilizó parte de su militancia para conseguir los avales requeridos para respaldar la postulación, gesto que algunos interpretaron como una amenaza para conseguir cargos. “Se intentó un reparto salomónico, que todos estuvieran representados”, dijo a la nacion una fuente involucrada en las conversaciones. El planteo que esbozaron los camporistas el martes pasado era compartir la presidencia por turnos: un año Recalde, otro Santa María. La propuesta, no contemplada en las reglas, fue desechada y la comunicación entre los principales actores quedó cortada, lo que tensó la posibilidad de un pacto. El diálogo se retomó el jueves y, al menos hasta ayer a la tarde, el esquema de autoridades designaba vicepresidente al gremialista Andrés Rodríguez, de Unión Per-
sonal Civil de la Nación (UPCN), y a Recalde, como presidente del congreso partidario. Ese bosquejo, hilvanado de palabra, pareció languidecer anoche ante una versión que posicionaba al joven funcionario como segundo. El resto de los casilleros fueron para otros referentes territoriales: el ex senador y actual funcionario de Cancillería, Daniel Filmus, se quedó con el instituto de Capacitación, y el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, fue nominado congresal, además de capturar otras posiciones, como la vicepresidencia segunda mediante la joven legisladora Lorena Pokoik. La batalla por el partido toma relevancia rumbo a 2015. Es más: los que resistían la unción de Santa María, que posee estructura propia anclada en su gremio de encargados de edificios, lo hacían con el pretexto de ubicar allí a un dirigente sin ambición de competir por la jefatura de gobierno porteño, un deseo que el sindicalista no manifestó, al menos en público. En la carrera por controlar el partido quedó en el camino Tomada, que debió renunciar a su candidatura por pedido de Cristina Kirchner. La Presidenta expuso como motivo que lo quería enfocado exclusivamente en la turbulenta discusión paritaria. Ya como único aspirante kirchnerista lanzado, Santa María se dedicó a la caza de voluntades, que, en una estrategia para visibilizarse, implicó una sucesión de fotos con los apoyos logrados. En el álbum incluyó imágenes con el gobernador salteño, Juan Manuel Urtubey; el presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez; el ex secretario de Comercio Guillermo Moreno, y un puñado de dirigentes porteños. Cuenta, además, con el respaldo de Daniel Scioli, que como muestra más evidente mandó a sus funcionarios de pertenencia porteña – como el jefe de Gabinete bonaerense, Alberto Pérez, y el presidente del Banco Provincia, Gustavo Marangoni– a un acto de posicionamiento del sindicalista en el ND Ateneo. La única opción opositora que iba a anotarse era Julio Bárbaro, cercano actualmente al cordobés José Manuel de la Sota, pero anoche desistió.ß
Romero se lanzó como candidato a gobernador en salta. Aliado al
massismo, el senador va por su cuarto mandato
El senador nacional Juan Carlos Romero –tres veces gobernador de Salta (entre 1995 y 2007) y hoy aliado del Frente Renovador, que lidera Sergio Massa– lanzó ayer su candidatura para pelear otra vez por la gobernación de esa provincia en 2015. “Para que no queden dudas: seré candidato a gobernador. No vengo a pelearme con nadie, ni a criticar al gobierno [de Juan Manuel Urtubey]”, explicó el legislador al formular el anuncio. Agregó que, por el contrario, vuelve para “aportar experiencia, hacer un diagnóstico de la provincia y presentar un proyecto de futuro para mejorar la calidad de vida de los salteños”. Fuentes del massismo consultadas por DyN definieron a Romero como un “aliado”, aunque aclararon que se mantiene una buena relación con Urtubey. “Está con nosotros”, afirmaron, al respecto, algunos dirigentes del Frente Renovador. Aunque nunca oficializó su pase al Frente Renovador, el ex gobernador Romero colabora desde fines de diciembre del año pasado con el armado nacional que impulsa Massa y participó de distintos encuentros de ese espacio. “Convoco a todas las compañeras y compañeros a que, más allá de las diferencias coyunturales, demos un ejemplo de unidad y solidaridad para todos los militantes peronistas”, dijo el senador, quien fue uno de los dirigentes que viajaron a Roma en noviembre para visitar al papa Francisco. Como primera medida, el senador anunció que convocará “a todos los sectores políticos, sociales, empresariales y productores agropecuarios”. Y agregó: “Abriré una ronda de encuentros con todos los intendentes de nuestra provincia. Además, los sindicatos y los trabajadores tendrán una atención especial en mi agenda de trabajo”. Para Romero no será fácil. Enfrente estará el gobernador Urtubey, que tiene posibilidades de otra reelección en la provincia. En su entorno explicaron que para sumarse al lote de los presidenciables deberá mostrar un contundente triunfo electoral en su territorio. Las elecciones para renovar la gobernación están previstas para abril, la primaria, y mayo, la general, según la modificación que se aprobó en noviembre del año pasado a la ley electoral provincial.ß