Exterior
Lunes 10 de septiembre de 2007
La crisis en Bolivia
LA NACION/Página 3
El canje humanitario
Elecciones presidenciales tras una campaña violenta
Marcha de campesinos en apoyo de Evo Morales
Chávez se reuniría en la selva con las FARC
Sucre espera hasta 30.000 indígenas
Ante una oferta del líder de la guerrilla
LA PAZ.– Acosado por una crisis política y regional que tiene paralizada a la Asamblea Constituyente, uno de los ejes de su proyecto de gobierno, el presidente boliviano, Evo Morales, intentará hoy dar una demostración de fuerza al convocar una concentración masiva de campesinos e indígenas en la convulsionada Sucre. Luego de tres semanas de protestas regionales contra el gobierno, miles de campesinos e indígenas llegaron ayer a Sucre para asistir a la autodenominada “cumbre social”, en la que estos grupos ratificarán el apoyo a Morales y a la Asamblea Constituyente, que debate en Sucre en nuevo proyecto de la Carta Magna boliviana, que incluye la reelección presidencial indefinida. La Asamblea, que se encuentra agonizante luego de 13 meses en los que no aprobó un solo artículo, fue cerrada oficialmente el viernes pasado por un mes. Sin embargo, ya llevaba dos semanas clausurada por los disturbios, muchos de ellos violentos, ocurridos en Sucre, que cesaron anteayer luego de que esta ciudad reclamara la inclusión en el debate constitucional de la posibilidad de volver a ser la capital plena del país. La tensión se redujo en Sucre anteayer con la decisión de una corte judicial local de ordenar a la Asamblea que reincorporara el debate sobre la capital en su agenda. Sin embargo, el Movimiento al Socialismo (MAS), el partido de Morales, aduce que los constituyentes son plenipotenciarios y no están sometidos a otros órganos del Estado. Fuentes sindicales afirmaban que llegarían a Sucre entre 10.000 y 30.000 indígenas. Para evitar susceptibilidades en los sucrenses, el movimiento social se abstendrá de realizar marchas o mítines. “No venimos a tomar instituciones ni a atacar a nadie, sino a dar nuestro respaldo a la Asamblea Constituyente”, anunció ayer Isaac Avalos, el principal dirigente campesino de Bolivia.
CARACAS.– Cada vez más comprometido con su papel de mediador entre el gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) para lograr el canje humanitario de rehenes por rebeldes encarcelados, el presidente venezolano, Hugo Chávez, afirmó ayer estar dispuesto a reunirse con los líderes de la guerrilla en la selva del país vecino, previa autorización de Bogotá. Durante su programa dominical Aló presidente, en el que estuvo acompañado por su par boliviano, Evo Morales, que enfrenta por una profunda crisis política (ver aparte), Chávez anunció que recibió una carta de Manuel Marulanda, jefe de la guerrilla colombiana, en la que le ratificó el pedido de las FARC para que el gobierno autorice la creación de una zona de despeje. “Estoy dispuesto a irme a lo más profundo de la selva más grande que haya para reunirme con Marulanda”, exageró Chávez, al explicar que el líder de las FARC le había planteado su imposibilidad, por el momento, de viajar a Venezuela. A cambio, lo invitó por segunda vez a visitarlo en la selva. El gobierno de Alvaro Uribe le pidió a Chávez, que goza de la simpatía de las FARC, que intentara facilitar las negociaciones con la guerrilla para lograr la liberación de unos 45 rehenes, incluida la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt, a cambio de unos 500 rebeldes encarcelados. Mientras Chávez hacía su anuncio, la Cruz Roja entregaba ayer a la morgue de Cali los cuerpos de los 11 ex diputados secuestrados por las FARC que murieron en cautiverio en junio pasado. Los legisladores, secuestrados en 2002, murieron en circunstancias aún no determinadas. Después de un operativo que comenzó el lunes pasado para recuperar los cuerpos, el Comité Internacional de la Cruz Roja había anunciado anteayer que recuperó los 11 cadáveres en la zona señalada por las FARC.
Agencias EFE y AFP
FOTOS DE AFP
El socialdemócrata Alvaro Colom cuenta con el apoyo indígena
Otto Pérez Molina, ayer, luego de votar en la capital
Prevén un ballottage entre Colom y Pérez Medina en Guatemala En un lento escrutinio, ninguno de los candidatos superaba el 50% de los votos GUATEMALA.– El candidato socialdemócrata Alvaro Colom y el derechista Otto Pérez Medina encabezaban anoche el lento escrutinio de las elecciones presidenciales de Guatemala, con la única certeza de que la definición de la contienda será en un ballottage, ya que ninguno de los postulantes superaba el 50 por ciento de los votos. Una encuesta en boca de urna realizada por el matutino El Periódico y difundida al cierre de esta edición otorgaba el triunfo a Colom, con el 36 por ciento de los votos frente al 29 por ciento de Pérez Molina. Sin embargo, las primeras mesas escrutadas le daban la ventaja a Pérez Molina, seguido por Colom, y, en tercer lugar, el candidato oficialista Alejandro Giammattei, de Gran Alianza Nacional. La encuesta de El Periódico consignaba que Giammattei lograba el tercer lugar con 17,89 por ciento de los votos. La candidata más conocida en el nivel internacional, la ganadora del Premio Nobel de la Paz Rigoberta Menchú, quedó relegada a un lejano sexto puesto, con el 2,9 por ciento.
La votación se celebró con relativa normalidad, bajo la vigilancia de 18.000 policías y militares, tras una violenta campaña en la que murieron unos 50 políticos y activistas. Se presentaron 14 candidatos presidenciales y 21 partidos políticos, en unas elecciones en las que también se renovaron los 158 diputados del Parlamento y 332 alcaldes. Poco después del mediodía, el Tribunal Superior Electoral (TSE) anunció que más 60 por ciento de los votantes habían acudido a las urnas. Los últimos sondeos habían pronosticado un empate técnico entre Colom y el general retirado Pérez Molina. Todo parece indicar que ambos deberán enfrentarse en un ballottage el 4 de noviembre. La fórmula ganadora tomará posesión de la presidencia el 14 de enero de 2008. Tras emitir su voto, el presidente de Guatemala, Oscar Berger, afirmó que la democracia de su país está “madurando” y que muy pronto será “un modelo para el mundo”. “El que va a ganar [con estas elecciones] es la democracia y los guatemaltecos”, agregó Berger, que estaba imposibilitado
de presentarse para la reeleción porque la Constitución lo impide. Por su parte, Colom, un empresario de 56 años, candidato por la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), expresó su satisfacción por el transcurso de las votación y se declaró convencido de triunfar. Pese a que tiene fama de indeciso, Colom se convirtió en uno de los principales líderes políticos de Guatemala; se hizo conocido por su impecable gestión en el Fondo Nacional para la Paz, iniciativa del Fondo Monetario Internacional para promover la inversión en una zona devastada por la guerra civil (1960-1996) y en la que se concentra el 42 por ciento de la población indígena. Este es su tercer intento de llegar a la presidencia. Pérez Molina, de 58 años, candidato presidencial por el Partido Patriota (PP), también expresó su confianza en la victoria. “Esperamos lo mejor para el partido, creo que el trabajo que hicimos fue muy bueno”, declaró el militar retirado. Con su propuesta para terminar con la delincuencia y la violencia, Pérez Molina intentó posicionarse
en la campaña presidencial como el hombre duro de la política de Guatemala. Sus críticos denuncian su supuesta participación en violaciones de los derechos humanos. En jefe de la misión de observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA), el peruano Diego García Sayán, afirmó que las elecciones se desarrollaron “en un ambiente de tranquilidad y normalidad ejemplar”. Sin embargo, tras el cierre de la votación, la policía informó sobre la quema de nueve urnas en un centro de votación en la costa del Pacífico. Los comicios de ayer fueron precedidos por una violenta campaña de cuatro meses en los que fueron asesinados por lo menos medio centenar de candidatos, activistas políticos o familiares suyos. Muchos de los centros de votación en estas elecciones, especialmente en la capital, están situados en barrios controlados por las “maras” (pandillas juveniles), el narcotráfico u otra forma de crimen organizado, según las autoridades. Agencias EFE, AP y DPA
Agencias Reuters, AFP y ANSA