S. PELLIZZARO . J. ARNALOT . S. BROSEGHINI
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ABYA.YAI,A
La X/IUERTE
y los EIVTIERROS S€rie
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No. 13
mililililfiilM n80026218
llustraciones de
F. ROVERE T. CLEMENTE
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v pubricaciones
PRESENTACION
La manera con que un hombre (o un pueblo) mira a la muerte no revela solamente 'su manera de entender Ia vida, sino su visión total de los valrtres espiritualesLas tumbas nos dicen cuan difícilmente los seres humaruts se resignan a desaparecer. Algunas de las obras mós imponentes que nos han legado los siglos son monumentos sepulcrales, como los pimmides de Egipto. Una civilización tan refinada como Ia de los Etruscos nos ha deiado casi exclusivamen' te restos de arte funerario. Se sabe que los Incas habían logrado procedimientos muy compleios para momificar y conservar a sus muertos... En firc no es necesario multiplicar los ejemplos para demostrar la importancia que tiene este tema, si se quiere comprender el alma de un pueblo. A los muer' tos se los puede mirar con terror, cgn cariño o con nostalgia; en el fondo son todas maneras para indicar que ellos, o algo de ellos, sobreviveMUNDO SHUAR no podía deiar de Profundizar un aspecto tan fundamental de la cultura del grupo. A decir verdad, los fascículos dedicados al tema son mós de uno. El presente busca describir cómo los shuar ven el fenómeno de la muerte y habla de los entierros, pero casi exclusivamentedesde el punto de vista técnico. En la serie "F" hay un tomo, el primero, que contiene los mitos y los ritos dé los espiritus (Arutam). El núntero 12 de la misma serie se ocupa de los "lwianch", es decir de los mitos y narraciones referentes a los muerto* De esta manera se cubren varios aspectos del tema. Queda por investigar el sitio que ocu' pa la muerte para formar y deshacer las estructuras socinles y las tensiones entre los grupos.
El Dr. Antonio Colaianni, de la Universidad de Bari. Italia, ha estudiado por varios años el problema de los conflictos entre los achuar y ha vivido entre ellos en cuatro ocasiones distintas, por temporadas de. varios meses. El ha llegado a la conclusion, que una de las principales causas de sus tensio' ,rri y guerr'as deiiva del hecho que para los shuir i achuar la muerte se debe a la intervención directa de otro hombreHay Puebbs que la muerte la atibuven a b¡ót, otros a los espíritus: para los thro, se trata de la interJ'erencia de otro homUr:r... Esta temática merece ser profundizada. De otra parte se conecta con la del brul;, qr; ,',o o'ru obieto de otra publicación'
Lo que salta a la vista es que el difunto resulta peligroso y puede molestar a los t'ivos: ritos ¡; "anent" tienden a ahuyentarlo y a alejar su recuerdo. El presente Jascículo consta de tres par' tes: riios del entierro shuar -"anent" del entierro shuar- la muerte y el entierro entre los achu,ar.
El material de la primera parte se debe at P. Siro Pellizzaro, con alguras añadiduras
det P. Sitvio Broseghini, que ha investigado en la zona de Tsuirini, con Juan Arcos y Amalia Tuits de Arcos.
La segrnda parte es íntegrantente del P.
Pellizzaro.
tercera Parte se comqone de des' cripciones de muertes v entierros por parte de testigos oculares en la región achuar de lilichiml. Mientras que esta última se relíe' re a la actualidad ( 197-l-1975), la primera es ntás bien de índole histórica-
La
Los achuar pertenecen al grupo etno-lingüístico iíbaru.
En la zona donde viven, a lo largo de Pastaztl filukum. Setuch, Tigre y
los ríos
Corrie nt es, corr e lu Jio nt era ecuato riano -p enutna, que parte en dos w territorio, quedando unos dos ¡nil de ellos en Ecuador v otros tantos en Pen).
Su ubicacirin geográfica y el aislamiento, han tenido como consecuencia una conservación más fiel d.e las costumbres tradicionales. Sólo en estos años comienzan a entrar seriamente en crisis por los contactos cada día mayores y por la introducción del
sistema escolar.
Esta circunstancia ha permitido lograr una descripción de sus costumbres referentes a ln muerte y los entierros mucho más
viva, realista y circunstanciada, acudiendo al testimonio muy reciente de observadores absolutantente dignos de conftanza. Para el efecto se ha podido disponer de las notas de dos diarios de persorws que han vivido largo tiempo en plena zona achuar en
los ultímos
años.
Estos datos tienen un interés doble- Por
un lado porque un mayor conocimiento de las costumbres actuales de los achuar nos puede ayudar a documentar las costumbres de los shuar de antafto. Al mismo tiempo
porque muchos detalles de estos relatos ponen de relieve las peculiaridades y dikrencias del grupo achuar, dentro de la gran l'amilia jíbara. Juan Bottasso Mayo, 1978
ritos y anenü del enüienFct
RITOS
Y
ANENT DE ENTIERRO
Actualmente los shuar entierran a sus muertos en los cementerios de sus y, por lo tanto, casi nadie pract¡ca los ritos tradicionales.
res-
pectivos caserlos
Es bastante diffcil reconstruir los ritos de entierros¡lfpicos, por falta de informantes. Muchos de los vieios shuar recuerdan algo,-pero en forma confusa, porque han abandonado esos ritos desde hace mucho tiempo.
Parece que hay dos ritos de entierro, uno ordinario, que se utiliza
en
todos
los entierros y uno más largo, llamado YUPINK, que se utiliza cuando muere alguien poco después de haber lallecido otro pariente.
Todos los ri.tos de entieno tienen como fin enseñar el camino de la Cascada Sagrada (Tuna) a los difuntos, para que no anden rondando cerca de la casa, causando nuevas desgracias. Buscaremos de ordenar los datos recogidos para que podamos tener una visión ordenada de estos ritos.
DIA DE LA
MUERTE.
Cuando los familiares presentes se dan cuenta que el enfermo entra en agonfa, comienzan a llorar en alt¿ voz, llamándolo por el nombre propio y por el nombre de parentezco de esta manera:
-Já, uchfchirua, uchfchirua (ay hijito mfo, hijito mfol )-. -lá, ekéntrua, ia ekéntrua (ay esposa mla querida! )-. -Já áishrua, ja áishrua: winitiá, luf pujájai; urukámrai ikiúrkiniam? Wáítiájai; já áishrua winitiá (oh esposo mfo adorado: ven, aquf estoy; por qué me has dejado? Estoy sufriendo; ay, sesposo mfo, ven a mf! )*. -la nukúchirua,jaja nukúchirua (ay mamacita mfa querida! )-Ja apáchirua, apáchirua (ay papacito mlo queridol )Apenas el enfermo espira, uno de los adultos se acerca al gran tambor tuntuf para tocar el "pakfnmamu" o anuncio de la muerte. Se tocan primero tres golpes lentos, luego de una breve interrupción se tocan dos golpes lentos, luego se agre gan¡muchos golpes rápidos y seguidos. Se repite el mismo toque por mucho tiem-
po: tun tun tun; tun tun; tuntuntuntuntuntuntun...
Mientras los parientes más fntimos se entregan a un llanto desesperado, recorriendo los lugares frecuentadoq por el recién fallecido y rogándole que vuelva a su cuerpo, los otros parientes adultos visten el cadáver con sus vestidos v adornos
E
y
le pintan la cara con achiote para hacerlo simpático a los ojos de los vivos y de los muertos. Los parientes más fntimos, o sea, el padre, la madre del difunto y el cónyuge, pasan toda la noche llorando delante del cadáver. En el llanto de la noche imprecan
contra todos los que han causado algún mal al fallecido y contra los posibles brujos causantes de su muerte, animando a los familiares a la venganza (presencié este llanto en Shamkáim en 1975).
DIA DEL
ENTIERRO.
Si el difunto no ha dicho otra cosa, desde la madrugada se comienza a cavar
un hueco en la parte central de la casa, entre el "pau" y los t'untsuríri", si se trata del dueño de casa. Los demás parientes se entierran a la derecha y a la izquierda de este sitio, más cerca de las paredes (tanísh).
El hueco debe tener siquiera un metro y medio de profundidad. Otras perel ataúd, excavando un tronco de shimiút a manera de canoa sin punta. Luego colocan adentro el cadáver, y colocan junto a él los obietos de su
sonas trabajan
pertenencia, como telas, peinillas, pues el difunto pudiera venir a reclamar sus cosas. Si se trata de cosas de valor, como una carabina, la negocia con los enemigos, para que el muerto vaya a reclamar donde ellos. Luego se tapa el ataúd con la corteza del mismo árbol, se la clava con clavos y se amarra con beiucos siquiera en las dos extremidades y en el medio.
de chonta
En el fondo del hoyo se colocan unas tiras y se coloca sobre ellas el ataud, de manera que no llegue a contacto con la t¡erra. Unos treinta centfmetros encima del ataúd se colocan otras tiras y sobre estas unas tablas de guadúa o chonta, de manera que el ataúd quede en un cuarto oscuro. Sobre las tablas se tapa con tierra, se pisa bien y se esparce ceniza, barriendo la casa para que no quede ninguna señal del entierro. Este es el entierro de los adultos y de los muchachos ya crecidos. Lo llaman IWIARSAMU Si se trata de una persona matada, o si no hay tiempo para exc{var un ataúd, se entierra de la misma manera, envolviéndola con unas quinchas"de guadúa. Cuando sepultan de esta manera a un hombre matado en la guerra fuera de casa, siembran sobre la tumba una estaca de maikiúa (floripondio). Si est¿ estaca retoña y vuelve a secarse, es señal que los enemigos han de morirse pronto. También siembran sobre estas tumbas un poco de maní o la enredadera wámpakur, que son plantas que no duran ni un año, para que los enemigos tengan vidabreve.
la
t0
Si el hombre sueña el boa, o algo relacionado con el río, expresa la voluntad que lo sepulten cerca del mismo, haciendo una choza en la orilla. Generalmente no sofl los parientes más cercanos los encargados de esta tareaUn padre no entierra al hiio, ni viceversa.l El marido no entierra a la mujer, ni viceversa. Estos parientes cercanos hacen el ademán de oponerse al entierro.
lo
Hay la creencia que si el difunto está pensando en los parientes, estos seguirán.
Al sepultar a un pariente, los familiares echan en el hoyo un pedacito tierra, para que sus almas no entren en el hoyo.
de
Antes de adornarlo suelen también bañ¿rlo. Si el difunto era casado, la mujer queda sentada al pie del cadáver y a veces Para velarlo lo tienden en el "peak". Mientras otros par¡entes están preparando la fosa y el ataúd, lo tienen tapado con una tela o un "tarach"'.
lo abraza.
Cuando llegan los parientes lo destapan. Los parientes lloran y a veces lo tocan. Lo velan casi siempre en silencio, pero suelen también contar cómo muríó, contestando a las preguntas de los que llegan. Hablan en tono lloroso, mientras el pariente los anima y asegura su apoyo: "No estás solo (amel(chaitme, amekchaitme, wi eketjai, iai, iai..-)".
A la muier la lava el marido, la hermana ellas tienen la precedencia.
o la mamá. Cuando hay
mujeres,
A los bebés los meten en una vasija de barro, llamada ichfnkian, en cuclillas, o en posición fetal, tapan con otra olla o con una taza yukúnt y los sepulan debajo de la cama de su madre. Probablemente se cree en la reencarnación, porque la madre pone al hiio que nace después del entierro el mismo nombre del hiio fallecido. A los que nacen, se les pone siempre el nombre de algrin pariente fallecido. Probablemente se cree que es el difunto que regresa, pues un anent de entierros dice expresamente que el rnuerto sepultado en la tierra ha de brotar, asf como retoña la guadúa podrida. Después de algún tiempo (y a veces también enseguida) se guarda esa olla funeraria llena de huesos humanos, en la repisa "píik" iunto a las demás ollas de uso doméstico. Probablemente hacen lo mismo con los huesos de los adultos, exhumándolos después de algrln tiempo. Una referencia a esto lo tiene el mito de lpiák y Sua, que mataron a Katarkáp y lo guardaron en una olla dentro de la misma casa.
tl
Los muertos se sepultan con los pies hacia la puesta del sol, para que puedan seguír con Etsa (el sol) al reino de lu sombras, sin perderse. En la fiesta de la tsantsa, después del wáimchi (ronda) de la tarde, los tsánkram (iniciados) soplan hacia el sol del ocaso diciéndole: aímin juájai (llevo a tu compañero; el alma del matado la llevo conmigo para que no llegue al reino de los muertos)- Se com-
prende claramente que Etsa es el conductor de las almas a su destino eterno.
Por voluntad del difunto, expresada antes de morir o en sueño, hay otros tipos de sepulturas y otros sitios de entierro.
Si el difunto expresó que no quiere estar solo, sino junto a su madre su cónyuge, lo sepultan debajo de la cama de estos.
o
a
Si el difunto manifestó: -Tsápninium pulústatjai, kirítniunam pujústinian nakitiájai (estaré a la luz, no quiero estar en las tinieblas) entonces optan por los siguientes tipos de sepulturas.
NENASMA (colgado) : Se clava una esraca a unos dos metros del pau (pilar) de la casa y se cuelga de ella el ataúd, de manera que la parte de los pies esté amarrada al pau y la parte de la cabeza esté más alzada, amarrada a la estaca en dirección de los untsuríri. Es de saber que la casa shuar está siempre hubicada de este a oeste. El pau señala el Poniente y los Untsuríri,el Oriente. O sea, la cama matrimonial, y cuarto de las mujeres está a Este y el cuarto de los hombres en donde está el cementerio, está a Oeste. Está clara en la casa shuar la oposición vida-muerte, nacimiento-muerte, levante*pon iente...
AWASMA (sobrepuesto): el mismo ataúd se coloca sobre un andamio cerca de la pared en el espacio de la casa comprendido entre el pau y los untsuríri. Los pies del difunto están siempre hacia el ocaso. En este lugar se colocan generalmente los hijos adultos
o una esposa.
NUMINIAM IKIUSMA (guardado en un tronco)
:
se excava el ataúd en un
tronco caído de la huerta. Generalmente un tronco incorruptible. Se coloca adentro el cadáver con sus cosas y se tapa con corteza de balsa. Luego se amarran sobre la tapa unas quinchas de guadúa. Sobre la parte de la sepultura se levanta un techo, una media agua inclinada, al estilo del Ayámtai.
A los más ancianos, sobre todo si han sido famosos guerreros, los colocan en una sepultura llamada UPUJSAMU. Apenas muere el anciano, lo sientan en su trono chimpí cerca del pau y lo amarran o envuelven en trapos con las manos en
la cara y los codos arrimados a las rodillas hasta que se enfrfe y su cuerpo quede rfgido. Luego abren en medio de la casa un hoyo circular de poco más de un metro de profundidad. Meten en el hoyo al difunto sentado en su chimpf y
cierran alrededor con estacas de chonta formando una especie de cono sobre
t2
el
Entierro de un niño.
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Awasma (el ataud se püre sobre un andamio).
En el "chankfn" hay comida.
i
muerto. Por fin tapan con tierra el vértice del cono de la sepultura,
N)'D
manera que queda asomando a la superficie
Generalmente en estos casos se abandona la casa. Los hombres más valientes vienen de vez en cuando a pasar la noche, tomando tabaco y maikiúa (floripondio), para que el espíritu del muerto le pase su poder y su longevidad-
Cerca de las sepulturas se deia el fogón prendido del lado de los pies del muerto. De la parte de la cabeza se coloca una estaca y se cuelga de ella un chankín con adentro un pinínk (plato) lleno de yuca cocinada y carne de gallina' Al pie de la estaca se coloca un umámuk (taza) llena de chicha. El difunto necesita comida en su largo viale hacia el ocaso y, si no le deian comida, reclama en sueño, trayendo sus desgracias. A un lado de la sepultura, colocan su chimpí o kután'k (asiento), con el huso y un atado de algodón para que hile, o un atado de piola con una shíkiar comenzada (lo que él había comenzado), pues en su viaie pueda que necesite de una bolsa.
El mismo dfa del ent¡eno, por la tarde, después de haber terminado el trabajo del sepelio, todos van al baño para limpiarse del páusak o contagio de la muerte. Así habla Uwijínt de Santiago, hombre de unos cincuenta años de edad: t6
1- liniu LJn
2- Jiianchian Los trapos 3-
jakámtaikia,
entsá río
de bañarse
mash toda
es
túsar,,
turutáinti.
nuestro (pariente) muriéndose mismo, en el
Nuka
páusak
-Ese mismo contagio
4- Nu Eso
pushísha y la ropa
asákartai_ borramos_ turáchrikia,
matáinti. es.
nijiatáinti.
de
lavar.
diciendo nosotros, asf es ¿e hac.r.
finiun nuestros familiares
ajáku ajáku haciendo morir v morir
i3"r1;r,
l]'j|l.,
asf si no hacemos, a
awájtai.
de hacer (es él).
5- Tuma, máir, Asf háciendo, bañándonos, iata asáktáinti. el morir de borrar es.
1-
Cuando muere uno de la familia, debemos bañarnos en el río.
2-
Debemos lavar también los rrapos
3-
Debemos hacer eso para borrar todo contagio.
y
los
vescidos.
4- Si no hacemos así, los familiares morirán uno tras orro. 5-
Pero si nos bañamos
y
lavamos la ropa, borramos la muerre.
tl
Después del baño, todos confeccíonan paquetes de hojas, amarrados a manera de tamales y los dejan a lo largo del camíno, para que se entretenga durante
la noche el alma del finado y no logre llegar a la Asf nos informa Uwiiínt al respecto:
1-
Tura,
Así siendo, wakétkur' regresándonos
nukásha también
hojas
iintiá
por el
camino
casa antes
yunkúnkar',
del
amanecer-
máir',
empaquetando,
después de bañarnos,
ankánt ankánt
tepétar que estén echados
poco a poco
maitáinti. es de hacer.
2-
Entsá
maimiúnmaya
aépsamuk,
ieá
En el río
desde donde
sólt¡ deiados,
hasta la
nos
casa
bañ¿mos
waniákur', entrando,
3-
-Nuka,
-Esa
misma,
4-
Nu Eso
casa
.
nu jakán
wakan í,
de ese
su alma,
wárik sólo rapidamente
que no llegue
túsar', diciendo
turutáinti. así es de hacer.
turamka,
wakan f
jéan
así mismo hecho, el alma
a la
muerto
táink-
ieán
a la
iniaitiáinti. es de hacer caer (tamales)
casa
t-
Después de bañarnos, anrarrando tamales de hojas, debemos dejarlos caer a lo largo del camino Poco a poco, mientras estamos regresando a la casa.
2*
Debemos dejarlos esparcidos por el camino, desde el lugar del baño, hasta la Puerta de la casa.
3-
Debe¡nos hacer eso para que el alma del difu¡rto no llegue Pronto a la casa.
4_
Si hacemos eso, aunque el alma del muerto quiera llegar a Ia
t8
casa,
winiáksha,
nuna,
viniendo tambíén, a
iki sólo
esos,
winiák,
mirando
viniendo,
5- Antsu, Mas bien,
nu
takákmawáiti. que suele palpar
wau
tacháiti.
rápidamente
que no llega
turáchmaka,
wárik
es.
no hecho mismo, sólo pronto
eso
wakanf su alma
nuka yunkúnkamun tisl¡ fs,
a esos mismos tamales abriendo,
ieán
ta,
kashi
a la casa
llegando,
de noche
es.
no puede llegar pronto, porque se queda deshaciendo los
paquetes
para mirar qué contienen.
5- Pero si no hacemos así, el alma del difunto
'llega
muy pronro
a
la casa y pasa la noche agarrando a uno o a otro de los familiares. En el día del entierro
y
los días siguientes es tabú toda comida que se la sal, los dulces... pues quien los come va a tener una vida corta. .Antes de entrar a la casa, de regreso del baño, se talan unas chontas y se cogen sus cogollos o palmitos, como comida para los dfas de luto. Se come esto porque la chonta tiene vida larga y comunica su misma vida a la familia amenazada por la muerte. deshace fácilmente, como
Luego, todos se ponen en fila de a uno delante de la puerta del tankamash'. La anciana o el anciano, llamado tsáankmin, recoge unos canastos viejos y los amontona cerca del dintel de la puerta. Coge un tizón prendido del fogón y prende fuego a los canastos. Entonces todos entran en la casa saltando sobre el fuego. Hacen esto para que el alma del muerto, si está en la fila, no entre en la casa por miedo del fuego. De este rito da testimonio Utsúm de Paiának, muler de unos cincuenta años.
l9
lkiúsar' máur' Después del después de ir a entierro, bañarnos, chikiartáintl, tsekentáinti. es de hacer un paso, es de echar
chfrip canastos
viejos
ekémakar', quemando,
un brinco.
(Después del baño realizado con ocasión del enrierro, se deben quemar unos canastos inservibles, y echar un brinco sobre el fuego para enffar en la casa). cuando todos están en la casa, el tsánkmín se sienta en su chimpí y los familiares se sientan alrededor de él en sus kutánk. Una mujer le acerca una taza de agua en donde están unas hojas de tabaco a remojo, se mete en la boca un úago de esa agua y la va soplando en los ojos de todos los presentes, mientras estos se tienen abiertos los oios con las manos
Así habla Uwii fnt de Santiago de este rito:
1- Tura, Así siendo, ajápenk en la mitad (de la
mash' todos kutánkan un asiento
irúntrar reuniéndose, apúitusar, poniéndole,
ekéntsar, sentándose ellos,
tiránki, sus nietos,
nli shuarf
téntakar,
sus
rodeándole,
úntan
al mayor
casa)
uchirf, hiios, nuf entonces nfi
sus
k, cogiéndose
ach fntsan
familiares nu únt tsánkiai ese anciano con el tabaco kusu I kusu f usúkrín css css (soplando) que les ercupe
jiin sus ojos ainiáwai. es a ellos.
(abriendo cada uno)
1- colocando un asiento a la mitad de la casa y sentándose sobre él el anciano rodeacio d.c sus hijos, nietos y familiares, mienrras estos sc ticnen abierios los ojos con las manos, el viejo sopla en los ojos de rodos zu¡rro dc tabaco. 20
2- Nunasha áintsank, asf, haciendo también -Aesos aiákrainkque no haga
atriksha
túsar,
-Nuna
ese
hacen son.
que se
ifnia ojos
usúkniufti.
el anciano (anciana) a los
-A
suyos
nutsúratitusa, pierdan- diciendo,
3- -Nea wari -Las Lágrimas pronto
4-
fniurin
túrin ainiáwai.
morir- diciendo ellos, asf que
unt
n
de nuevo también a los
que suele escupir
es.
mesékranam wáinkiaii'iakín que no encontremosmuerto en sueñc¡
tírsar,
dicier¡dolellos,
túrin ainiáwai. así que hacen son.
2'
Hacen así para que no vuelva
a morir otro dq la familia.
3- El
anciano sopla tabaco en los ojos, para que se sequen pronto las lágrimas (olvidando la pena).
4-
Hacen eso para que nadie sueñe al muerto (que se presenta para llevar consigo el alma del soñador).
Luego comienzan las plegarias para que el alma del difunto se separc de los familiares y comience su largo viaje hacia la Cascada Sagrada, lugar de su descanso eterno. A estos cantos y a todo lo que hace alejar a los espíritus maléficos los llaman YUPINK que significa "ser arisco", pues los familiares se hacen ariscos a las insinuaciones del alma del difunto.
Antes de cada ánent ojos de los familiares
o
plegaria,
el
anciano vuelve
a soplar
tabaco en los
2l
A
veces,
en lugar del "kanu" se envuelve el cadáver en latillas de caña picada.
VZ
4--. r.-á.
ii-ñ ,
r,,
=. I
,\
l.
4 de Junio de 1975. Tsnimp hace unos dfas llq$ con una niña moribunda por bichos: al intentar darlg el remedio apropiado se me negó. "Son bichos" le diie. "Es bruieq Chuint". 'Te digo que son bichos, probemos tan solo con un poco de Padrax". Efsctivamente botó a las pocas horas bastantss bichos-
Al
la llevaron de nuevo al brujo, afirmando que, ya que había botado la enfermdad, aun le quedaba el maleficio. Ouise atenderla bien. sentirse mejor, se
Fue inútil. Estos días donde el brujo no le han dado nada de comer y parece que la debilidad se ha apoderado tanto de ella, que anteayer me la traieron de nuevo, con los oios virados y los pies fríos. Ambos, padre y madre, lloraban desconsolados y ya hacían planes e investigaciones sobre quién podría ser la causa del bruleo...
Cómo me cuesta aguantarles sus razonamientos, aceptar sus creencias teóricas,
y
sobre todo prácticas!
95
5 de Junio de 1975. Nuestro Pichik estos últimos días ha esbdo prsocupadfsimo, porqus
$ mu-
jer se queiaba de fuertes dolores en las caderas, La ha ctupado sl bru¡o trss noches... la cuarta ha dado a luz. Cesaron los dolores y, claro, ceS el brujeo. Pichik es un tipo muy inteligente, pero, por ser hijo del mismísimo brujo, es lógico que las creencias de su padre le hayan calado hasta los huesos. Es por eso que ni se pone la duda. Este caso de su muier hasta era cómico, ya que un hecho tan rsal como el embarazo en el último'mes n0 consiguió inquietarlo, 0n c¿mbio las flechas invisibles le han tenido medio loco y ya hablaba de llevarla a otro, brujo, si su propio papá no hubiera consEuido curarla...
En este pueblo no se da casi importancia a la persona que nace. No es un acontecimiento de la tr¡bu, así como lo es el matrimonio. El niño parece gue no pertenezca al grupo, hasta que empieza a crecer... También la muerte de un niño recién nacido difícilmente ses motivo de guerra, como lo puede ser cuando comienza a ser crecido. Si uno nace defectuoso es lógico matarlo. "Vuelven a nacer", dicen. Si uno muere muy pequeñ0, fuera de la desesperación del primer día, pronto parece que lo olvidan. Parece, digo, pero no sé hasta qué punto. éCómo saberlo? También ante la enfermedad de un infante se consuelan de st muerte cuando aun está vivo. Caso claro el de Wáakiach y el de Tsanimp con $¡ hija. "Me voy, Chuint, me voy, porque ya se muere, para qué quedarme? Esta noche morirá". La niña, que tenía los ojos virados, los pies fríos y calambres en las extremidades, era tratada por su madre como si fuera muerta. Así se la cargó detrás, medio con iras, medio con despecho, porque ya no había solución. En fin: no sé qué lugr ocupa un infante, fuera del afecto desus padres, en el grupo tr¡bal... creo que para la comunidad muy poco. Lo que sí es claro es que uno es considerado totalmente con deberes y derechos el día que se
casa.
12 de Junio de 1975.
A las l0 ha aparecido Kamij¡" para pedir ayuda y cargar a $ hermana des de Setuch' a Wichim'. Han ido todos los mayores. Como la tenían a medio camino, han llegado pronto. Entonces ha surgido el problema más ridículo del añ0. La han visitado to dos los brujos de la zona, incluso el ltitiaj fue expresamente al Setuch'y tampoco
pudo curarla.
00
"Vengo para que
tú la cure,
Chuint, pero debo primero pedir la opinión del
brujo".
La mujer está muy mal, a paar de eso se han ido al otro lado, pa$ndose tres horas, han hecho todos los discursosroficiales y finalmente so me han presontado de nuevo, trayendo al brujo, para que se consultara conmigo. Delante de todos hemos tenido una "cons¡lta de médicos"... algo cómico, pero al firtal ha accedido a que le inyectara en la vena. La mujer luchaba entre la vida y la muerte y, al querer darle unas gotas para el corazón, me han parado en seco. De nuevo otra "consulta", dónde he tenido que dar explicación "sui géneris" sgbre tal remedio. No les he convencido mucho, pero el brujo, que sabe muy bien que es impotente en este caso, ha improvisado una perorata sobre las gotas al corazón. Concluída esta operacién he intentado darle otro remedio oral y de nuwo discusión... El brujo lt¡t¡ai se ha puesto totalmente de mi parte y ha sido él que ha deci' dido que le inyectáramos suero en la vena. Todos a mi alrededor, y con oios de desconfianza, han ido siguiendo todos m¡s movimientos, hasta el momento de in' yectar. De nuevo he sido frenado. Kamijru ha querido nuevas explicaciones... Concedido de nuevo el sí, entre nervios y ya casi totaknente oscuro, no he conseguido hacerlo funcionar. He sentido miedo, al verme rodeado por esos oios des' confiados al extremo. Por un momento he querido esfumarme, yo y el botsllón ¡untos. Mientras gest¡onaba tubos y agujas, se ha enterado'de que el suero debía soportarlo la enferma por mucho rato, y clavándome sus oiazos, me ha mandado retirarlo todo inmediatamente. Se ve que él creía que se lo íbamos a meter en la vena todo de un plumazo. Ya había clar¡ado la aguia y empezaba a gotear. Con iras y rabia lo he desarmado y, cogiendo todos mis remedios y botellas, me he
rfo. Es el único suero que teníamos en Wichím'. (dos días abundantes de camino) por si llegáTaisha Anita lo había cargado dede plasma Era sanguíneo. Así lo hemos desperdiciado. bamos a un caso extrcmo. y La enferma dió a luz hace una stmana no se ha recuperado. Van cargÚndola de brujo en brulo... No sé si le quedan muchas horas de vida. No sé tampoco si ha sido meior que me hayan prohibido ponérselo. No sé nada. Con esta enferma acabarán con toda mi paciencia. ido deprimido a t¡rar el botellón al
Hace poco rato ha venido el brujo
a decirme que si yo no quería que la
chupara, se abstendría. He preferido eso y se lo he indicado claramente. Se ve que el Kami¡iu le ha obligado apsnas me he encerrado baio mi toldo, creyóndome dormido, ha empezado a chuparle. Además sbe que, de curarla, ls toca una
y
flamante carabina...
A esta mujer, si siguen sin dejarme intervenir, le va la vida. Es diffcil curarla, pero pienso que sí es posible. Tengo pocas esperanzas de que la dejen a este lado. Seguramente buscarán a
otro brujo. Ya viensn del Chumap', después pasaron por
el Awananch', ahora por segunda voz con el ltitial. N0 snt¡ondo en quó F¡edon fundar s.l conf¡anza! Aun fes queda el Shiki. Es una locura. Está de$idraada. Ha perdido mucha sarqre. 0e poder intervenir, pienso que sí se salvaría. Esto me dosarma, me destruye a mí mismo y debo sin embargo callarrne.
l3
ds Junio de t975.
He dormido muy poco esta noche. La enferma quejándose ha cantado en cuatro ocasiones diferentes...
y el bruio
que
Durante la chicha Kami¡i" ha vuelto a mencionar mis remedios y mi actua' ción de ayer. Se ha reído con gusto y solemnes carcajadas de mis insistencias y súplicas para dejarme poner remedios. Los de aquí no le han acompañado dema' siado, pero, por ser huésped, debían seguirle la corriente. Ya ayer el Pichik dijo a su padre: "Si no le ponen remedios, morirá".
Al aparecer sta mañana más débil y con algo de fiebre ol Kamiiiu aun ha tenido la barra para afirmar que la fiebre era por culpa de esas gotas al corazón, pero le han frenado diciendo que eso no podía ser... Los remedios son poco más que una mercancía de lujo, que sirve de adorno. Se estila decir: "Ya hemos probado con remedios"... No tengo mot¡vos para resentirme, aunqus' por dentro todo clame...
A peur de lo que ha disfrutado Kamijiu con mi actuación de ayer. ssta mañanita al amanecer he hecho un segundo intento. Su marido hoy ya quería, pero
Kamijiu ha seguido rehusando toda ayuda. También el brujo ha dicho que le inyectáramos, pero la personalidad de Kamiji' es demasiado granítica para permitirse aflojar. Me ha dicho que primero debe chuparle mucho más el brulo. "Tus remedios le dan fiebre y le hacen mal". Con eso he vuelto a coger mis bártulos, jerings, past¡llas, gotas y me he regresado por enésima vez, ya del todo vencido. Hace unos mgmentgs la han cargdo y llevado a otro lado a casa del bruio. irse su marido me ha dicho: "Chuint, si mi muier se pone para morir del todo, te la traeré para que la cures". Naturalmente le he dicho: "Comg no, amigo, faltaba más". Y se han ido...
Al
Ya totalmente de noche ha aparecido el Kunamp al otro lado del rí0, gritando que la enferma se moría y que me llamaban. Cogiendo de nuevo unas pocas medicinas de urgencia, aunque ya sin ninguna esperanza, con linterna y Candil nos hemOS aventurado
al rí0,
y
expuestOs
a la suerte de una
cásCara
de nuez, la
canOa
de Ramu, a oscuras con e[ río crecido... tras descalzarnos, por si debíamos salir a nado, hemos alcanzado la otra orilla con éxito. Habíamos cOmenzado a andar, cuando ya se han oído los lloros desgarradores de las muieres. Al llegar a la casa 9t
dd bruio, ol Kanii¡" lloraba a li¡rima viva, así misno todas las mujeres de la casa ltitiáj y Rump¡li. A lo l{oc se oían los llantos de las de la ca¡a Mukuink¡". En la¡ nm-bras de ia noche guggía una mancha de aceite ose llsn6 triste. d¡spa rramándo¡e y confundióndoss sn un conc¡erto único con el canto do los il¡s¡ctos. E¡taba todavla caliente. Acababa de fallecer. Inmediatamenb comonzaron a envolverla con tdas nuovas. El Kamijiu staba totalments ds¡contolado, 0n cam' bio, el marido de la difunta, Yuma, parecla algo más tranquilo. Tanto hombres cUno mujerC, llOraban sn Yoz alta, rrpitieldo lrgos versos de los cuales no enticrdo ca¡i mda, Al regrerarnos. Jimpikit ha inten6do con¡olar al lGmiii" u¡licárdols qrr por faror nó maton a otro por cusst¡orrs de bruierla. P¡ro oe difícil. A la larga o a la c¡rta ¡o vet¡arán, pu6s cr¡m firmemsme que 93 otr¡ pss¡na qus lo ha ma¡rdado e¡to malgficio. Voo en ol Karnijr" un hombro muy dcidido y sobro todo, ol m& convencido on als crsencbs Está musrte sá la cau¡a ds otra pgr lo menos. Kamiii' ¡s ,co firme en r¡'deci¡ión, y em mismo er lo gue le ha traicionado. En rsalidad, a-urque ¡e crudo admitirlo, lia sido el mismo quiür ha matado a ¡l hermana, neg$ndose
a lo¡ remediú y
I drle crynb.
t
Es de admirar que est¡r rm¡ilr hma sl último momsnto se la ha visto fuerto y corpulenta físicamente. Aunquo muy pálida, no ostaba flaca. Su debilitamionto era el resultado de un mos sntero de divagar de brujo m brujo, pasr dlas sin comer y el hecho de dar a luz ¡in ningún cuidado. Talvez lo único que tuvo fue por motivo de parto. Pero, como enloquocen tan fácilmenu,,acúan ellos mismos con sus enfermo& Pienso que de deiarla tranquila y de h¡berla alimentado bien, n0
hubiera teü¡do este f¡nal. Les ha preocupado más la brujería que el alimentarla. 0ué duro ¿ceptarl$ como sonl S¡ento esto y de que, pudiéndolos ayudar, no m0 lo han p*m¡t¡do. Ayudar y n0 ser impositivo e inoportuno, quorerles sin obligarles... no fácil.
a
No se tratá de inteligench, sino de una visión totalm¡nto,d¡st¡nta del cosmos montalidad han obrado muy la vida, con rg¡prcto'a la nuestrg. Dentro de correctamente y pieno que es por eso que se quedan tranquilos El más deprimido y daanimado esta mañana he sido yo, al verme negada ya toda intervención...
$
y
Cada vez voy vierdo que ante estos rpueblos es necerio estar dispuestos todo, pero sóls hasta el punto que ellos deseen:¡.acepten.
a
14 de Junio,Oe fg?$. Me encudñtro rendido, pues apenas ha amanecido, ho ido al otro lado con Antunistt para ayudar a enterrar a em mujer. Apenas llegados lsl Kamijiu ha repar. tido el trabajo a los pocos que Bstaban presentes. A mí, que sEún vú, me considera "blanco", no me ha dicho nada, hasta que el Muku¡¡ftru, lnut finamente, le ha soplado algo, después de lo cual me ha invitado enseguida Kunamp, Jimpikit y Petsain se han ido a labrar el shimiut para hacer la caChumpí y yo hemos sido encrrgdos de hacer la fos, junto con Yuma de la difunta). A este último pronto le hemos deiado,' üescansr, pues no tenia ni una remota idea del uso de la pala, y ya bastante tenía con el
Yampk', l.oa. (marido
dolor de ser viudo. Este trabajo de tan sólo hacer la fos, nos ha costado cinco horas justas. 0e los tres, Chumpí usaba la barreta, turnándose con Uampik' y, como el más di¡s tro con la pala era y0, me ha tocado sacar toda la t¡erra. Hoy ha sido la primerat vez que me escuchan a la hora de hacer la fosa- Tenía 2,50 de hrgo, uno de ancho y dos de alto. Ha resultado una fosa enorms y, desde luego, es la primera vsz gue ellos ven un trabaio así. Normalments los sntierran casi a flor de tierra y, siendo debajo de la cama, no sé cómo no se intoxican todos Es bien comprensi. ble, teniendo en cuenta qus para cavar usan un palo y botan la tierra con las man0!. Hacer la fosa resulta una obra de titanes. Esto explica por quó a veces 0mpiuan antes de morir la persona. Hoy en Wichím'teníamos una pala y una barreta, pero no es así en la mayoría de los casos. Pienso que, tras todas las batallas que he ido perdiendo ostos dfas, os unsxi-
ül
que me dejaran cavar al menos bíen hondo pot utn vez. El mismO Mukuink¡" decía que me d{aran cavar cuanto quísiera, para ev¡tar sn "sunkur (enfermedad)".. En realidad he tenido esta suerte porqus los del fóretro no acababan nunca de llegar, de lo contrario nos hubióramos quedado a flor de tO haber
COnSAguidO
tierra.
Al Kamili, no se le puede decir ni aconsejar nada. Qurants todo el dfa ha demostrado su personalidad con una serie de detalles quo nos han llenado la cabe za. Para empezar han tenido qug hacgr tr¡s canoas. La primera se les ha roto. porque Kamij'' ha afirmado que alll no cabfa su herma' La segunda -que fúe descartada él quería colocaila É¡en cóm-oda. La tercera, cuando todos tenfan ya na y los herv¡os a iope, ha resultado un monstruo de canoa. Sólo para traerla vacía han estado: kamij¡", Yuma, Petsain, Jimpikit, Antunish, Kunamp, Chumpí, Mukucham y yo y aún nos hemos visto apurados. No ha entrado en la fom y me ha tocado rótocarla toda de nugvo. Dede el mgmento que se ha hablado de traer la difunta dese la casa del bruio, varios ya no han colaborado más, entre ellos Petsain, Jimpikit y Tuits, afirmando que, de ver y tocar el muerto, morirían después sus hijos. Les es tabú y les hemos deiado en paz. Colocada la difunta y cerrada la canoa con la corteza de un árbol, tras atarlo con bejucos, hemos hecho descender el lÉretro. tirando todos dg las lianas, con la ayuda incluso de algunas mujeres, pues todo e_l coniunto cra pesadísimo y el Kamijiv se ha puesto tajante, diciendo que la bajáramos con toda la suavidad po' sible... Todo muy comprensible, pero aquí una utopia. A pesar de oso, lo hemos logrado, a base de sudar todos, t¡rando y halando beiucos. Hemos colocado enc¡ma la quincha de una cama haciendo así un vací0. Al poco rato ha llegado una fuerte tormsnta y hemos acabado lo meior quo hsmos sabido con prisas y verdadero cansncio.
y larguísimo, tinte dramático de otras ocasionss. Sólo han llorado a largo interválos, pero durante el trabajo han salido las conversaciones, más dispares. Es claro que la muerte de uno tiene efectos comunitarios: cuando En comparación con otras
aunque
el ambiente no tenía
veces, ha resultado todo muy ps$ado
ese
una mujer empezaba a llorar, seguían todas, incluso las de Mukuink¡" Y de Chumpí,
a pesar de que sean de un clan diferente y lejano... En el féretro se han colocado todos los enseres de la difunta. Se le ha vuelto a envolver 0n una cobda nueva a pesar de que estaba ya stper envuelta en una colcha y otras telas. Pero, como que lo ha dicho Mukuink¡u, nadie ha dudado. Por mi parte pienso que es un rito u obligación que van imponióndose ellos mismos a fuerza de repetirlo, pues hoy la última cobija era por demás innecesaria.
$
asiento, sn gesCuando han traído la canoa, Mukuink¡" levantándose de puesto participación por familiareq ha a se dar pequetios retolos to de e interés ques a la canoa. Lo he considerado como un signo de finura y de participación en nuestro trabaio.
r0t
Tambián el dsscsnsg del féretro-canoa lo ha d'nigido ól y despuós de ¡¡o ¡o ha vuelto a senbr en el centro de la casa, hasta el final. Entre otras cosas ha lnan' rcn¡Oo una conversación continua con el viudo y ha alabado el buen gusto d0 los que saben enterrar bien a $ gento, criticando duramente a una familia, n0 lriana de aquí, que al morir uno de srampión, huyeron todos ds la casa, deiando podrir el cadáver en la misma cama. A este punto ha habido una solemne carcajada de todos, a lo cual he tenido que esforzarme para adherirme tambián, para solidarizarme con el grupo. He visto que es bastante normal qus sntrolloros y lamentos, de pronto suelten a reír ante algo insólito o por motivos de conversaciÓn.
... No sé si por mis méritos en hacer la fosa, a partir de med'ra mañana Ka' miiiu ¡. comenzado a considerarme algo más que un pelagotos Estaba admirado de por qué los demás me daban órdenes o conversaban conmigo usndo los térmi-
cuñado, hermano, hijo. Mientras seguía haciendo la fosa me estuvo obser' vando un buen rato cgn cara de admiración, entre la incredulidad y la sorpresa y al mediodía me pidió ayuda para atar bejucos. Después ha empezado a insistir con los otros a que me dejaran a mí solo la lampa (nekawai, él sabe) y al final ya me insitaba y mandaba que me diera más prisas para acabar pronto. Cuando pidió ayuda a lgs otros, para cargar a la difunta desde la casa del bruio y al negársele algunos por tabú, me he ofrecido yo. Medio admirado me ha dicho: "Bien ami' go, ayúdame tú". Yendo de una casa para otra ngs hemos cruzadO en mediO dcl camino, los dos solos. Se ha parado y le he puesto mi mano sobre el hombro animándolo. A eso ha explotado a lágrima viva, como rompiendo ese hielo frío de nuestras relaciones desde el primer día que nos vimos.
nos:
Es un hombre muy decidido, firme, de personalidad fuerte e impositiva, ducreído, seguro de sí, líder. Verle llorar significaba que estaba herido muy adentro. Ha llorado un buen rato delante de mí, y al decirle: "Vamos", se ha secado con fuerza las lágrimas, se ha sonado con los dedos y hemos aparecido de nuevo en la casa. El de nuevo frío y estático aunque con los oioshinchadosyclaras huellas en la cara de st dolor.
ro y
No sé qué pensará. No ahora, pero sí más tarde. No cabe duda que ha dc acordarse de mis palabras: "Si vas de bruio en brujo, acabarás matando tú mismo a tu hermana". Es un tipo inteligente y su aspecto testarudo es sÓlo seguridad en su mundo espiritual. Y es que aún es un hombre íntegro en su cultura, no pgr eso p0c0 inteligente...
Es tremendo y tristísimo lo lelos de donde viene, sufriendo lo indecible por estos caminos, con la ospsfanza, el alma y todas sus fuerzas puestas en salvar a s¡ hermana. Pienso que después de todos estos trotes y con este final ha de qued¡r deprimido. Subletivamente lo ha dado todo, se ha lanzado a todo y soportado
rt2
días entre fangos, lluvias
y
angustia, cargando a la hermana enferma de un lugar pa-
ra otro, con la ilusión y el amor por
salvarla...
Toda la epopeya de este viaie y el final fatal, me hace sentir triste. Casi le vienen a uno ganas de creer que todo se musve bajo un destino negat¡vo. Sf siento esta tentac¡ón, y Slo pensando y esforzándome de veras puedo creer en algo eterno. Algo que no se podrá ya escapar de las manos, algo a que valdró aferrarse, sin temor a perderlo, algo que necdsariamente nos habrá de saciar de sste vacío tan inmenso que nos d{a la naturaleza humana. Sólo si hay ese sterno,vale de veras vivir esta vida.
r13
Apuntes de D. Bottaso
30 de Septiembre de
'
1975
Entierro de Maritiu, una niña de 6-7 años. Vino gravfsima, inconsciente, con espuma en la boca, de una visita al Tmnimp, con el tío Pichik. No fue posible salvarla. La mamá misma se opuso a que se suministraran remedios. Algunos detalles,
con ocasión de esta muerte.
La pinink (recipiente para la chicha) puesta por la mamá en 0l camino, para que el "wakán" (espíritu) de la niña tome. Todos los muchachos que pasaron por allí aseguran que sí habÍa tomado, pues el nivel estaba más bajo. La mamá iba por todos los lados, en las chacras, por los caminos y en el pelo en el rostro, llorando: "Nawantchirua".
la
casa, con
Se hace una fosa grande para la sepultura, debajo del peák (cama) de la mapara encerrar el "kanu" (es. pecie de canoa, tronco cavado, en el cual colocan el cadáver), y la otra para poner
má. El "peak fue" desbaratado. Una parte la usaron
sobre la misma, para que la tierra no toque el ataúd.
El cadáver es colocado en el tronco huequeado (kanu), tapado con "shinki" (quincha) del "peak" y con la propia c0rteza del árbol "shimiut".
El cadáver es envuelto completamente en una él también los vestidos que tenía.
especie
de cobija. Van con
Debajo del ataúd ponen dos troncos de chonta, para que quede un poco elevad o.
La posición en la fosa es la siguiente: la cabeza hacia el Orientc y los pies hacia donde se pone
el
sol
Ví sólo a una mujer llorar en la manera ritual, por un momento. La lloró continuamente.
mamá
Itit¡a¡, el brulo, tomó el natén (planta narcótica) para sber quien mandó este maleficio. "Hubiera sido en otro tiempo no estaría ahora llorando, ya estaría en guefra"...
De noche dicen que oyeron, las flechas del brujo que la mató, pasar silbando sobre la casa, para ver si había muerto. Parece ser un pájaro especial.
t0l
28 de Enero de
1976
Por la tarde Tiwi trae a su hiio Anoel qravísimo. No s¡pe como hacer. como nlvarlo. El Sh¡k¡ y el ltitiaj (dos Urú¡oi muy famosos) que habían llegado, autor¡zaron inyectarle, pero la criatura a las 4:30 p.m. murió en mi presencia, en los brazos de la madre.
y
Canto desgrrador del papá,la mamá Wáakiach lesatendió
con comida
No permitió que durmiuan en
y
$
de
José.
chicha.
casa, porqus t¡sns una niña tisrna.
Al
al
rezar proclamé la Palabra de Dios, pero poniendoso a un lado, paranover cadáver, por el mismo motivo de antes.
El Tiw¡, pagano, pidió varias veces que rezaran por su hijo. Fueron
a entenarlo en su
casa.
4 de Abril de 1976. Hace unos días murió la muler de Joú, hijo de Chumpik, en Yásnunka. Salió a la chacra para dar a luz, y, a agarrarse a un arbusto, una culebra verde la pi có en una mano. 0ió a luz Y murió.
Ayer, de fegreso de una pssca, uR¡ makanch' (culebra venenosísima) picó a la Nusep. Esperamos que se salve. Ellos crcen que los que 0stá0 casadgs no la pueden atender, de otra manera muere más pronto. El papá y la Naiaraip (la mamá) prohibiergn a su hermano Mastrutak tocar el machete. Hicimos lo quese pu' do. Oue Dios ayude.
l3
de Abril de 1976.
Al calmarse un poco las lluvias, salimos con el Ramu y el Yampik'. Nos llwamos de una forma muy amistosa; ya puedo hacerme entender algo en achuar. Encontramos los ríos bastante crecidos, especialmente el Kurintsa. Se ofrecen para ayudarme a pasar. Cruzamos el Makúm crecido, en canoa, hasta la entrada del camino del Shiki (el brujo más famoso de la zona). Al llegar a la casa del Shiki una impresión de tranquilidad; él teiiendo "uyunt" (bolsa de malla), la muier y las hijas mascando la chonta y atendiendo a los perros. Nos ofrecen chicha muy buena, chonta grande de comer y yuca con pescado disecado. Al llegar a Yásnunka r0¡
csntro stuaf. se nota 0tr0 amb¡ente...
Al regreso, donde el shiki, encontramos al Rumpik; vino en plena noche des. de wichfm' (se trata de varias horas de camino) y cruzó er Makúm crecido a nado, para llamar al brujo. Apenas escampe un poco s¿limos con el Shiki hacia Wichím'. Al cruzar el río encontramos al otro lado un atravesado sobre dos horquetas, señal convencional de que ha muerto una persona. Rumpik deia el pitiak (canasto impermeable con tapa) del Shiki en el suelo, romps a llorar y sale corriendo hacia Wichím'. No le podemos seguir atrás. Encontramos los ríos crecidos. Ramu dice: "Es porque murió una per¡ona que los ríos crscen. Es siempre así".
A la¡ 12,il1 estamos
en
Wichím'. No se oye llorar: ya ha sido enterrada.
Había sido el Kunampe que por la noche había puesto la señal a orillas del río.
|
6 de Abril de 197 6. Esta mañana el Wáakiach (el catequista) me cuenta que ha soñado dice que ha de llegar algún visitante.
noa y
l8
una
ca-
de Abril de 1976.
Vino el Rumpik a llorar $¡s enfermedades y la mujer muerta. Afirma con una fe única: "El Shiki es una gran ctrandero: v0 con clarldad lo que es brujería y lo qus ss enfermodad. Ahora está donde el Saris con otros del Máki para abajo (unos 4 días de canoa) con un enfermo que se hincha, otro que le dueh el corazón y otro a quien el diablo lo llama y lo llwa al monte.
r06
t0,
INDICE Páe.
PRESENTACION
3
RITOS DEL ENTIERRO DÍa de la muerte Día del entíerro ANENT
7
I 10 31
Para alejar al padre difunto
33
A
36
la madle difunta
Para alejar a la esposa difunta
37
Al
39
esposo
difunto ......
Para alejar a un hijo difunto
40
A un hijo difunto A una hija adulta difunta ................. Al nieto difunto Para que el difunto no busque a sus familias Para gue el difunto no busque a los familiares ................
42
44 45 46
48
Para olvidar al dif unto
50
Para que cl alnra no se presente en sueños Para que el difunto no se presente en sueños
51
Para no llorar más al difunto
56
Para que no se acerque el alma del difunto Para aleiar los malos agüeros ..
61
Para un nuevo nacimiento del difunto
63
54 58
Para que la muerte no aniquile a la familia
65
DIA DE LOS PINCAZOS IWIANCH'NAMPERI DIA DEL YUPINK
69 70
LA MUERTE ENTRE LOS ACHUAR Apuntes de José Arnalot ( Chuint')
79
Apuntes de Domingo Bottasso ( Antuash
73
81 )
104