LOS OLVIDADOS DEL PLAN NACIONAL DE DESARROLLO Macaria España 16 de julio 2013. Celaya, Guanajuato.

A pesar de que México es uno de los principales receptores de remesas provenientes de Estados Unidos,

equivalentes a 23.000 millones de dólares

según el Banco Mundial, los inmigrantes mexicanos radicados en ese país, son prácticamente invisibles para el Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018. El PND, según el gobierno, se elaboró a través de propuestas ciudadanas, mesas de trabajo y foros, dando como resultado un documento de 183 páginas de las cuales en sólo seis párrafos esbozan el fenómeno migratorio sin ahondar en una solución real para el problema. “El fenómeno migratorio representa un reto de creciente importancia para el Estado Mexicano”, dice el PND, asumiendo que al Estado Mexicano no le interesaba hasta ahora este fenómeno social, ya que la migración de mexicanos a Estados Unidos se ha dado desde el Siglo XIX y la primera gran etapa de trascendencia socioeconómica fue de 1900 a 1929, según el investigador Adolfo Albo. Las remesas representan el 2% del PIB y el sostén de miles de familias que se han visto afectadas por la caída de los ingresos de sus familiares en Estados Unidos, según indicadores del Banco de México. Ante este fenómeno el PND no contempla nada, simplemente señala que: “la política pública debe atender las particularidades del fenómeno migratorio en sus múltiples dimensiones”. Más de 11 millones de mexicanos indocumentados viven en Estados Unidos, arrojados en su mayoría por la falta de empleo en nuestro país. Sin embargo, dentro de las políticas incluyentes y de responsabilidad global que menciona el PND, se encuentra “fortalecer el papel de la asistencia y protección en salvaguardar los derechos de los mexicanos en el exterior, mejorarles los servicios de documentación”, cuando lo principal debería ser garantizarles el derecho a la Artículo editorial

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no emigración, basado en empleo digno y bien remunerado, así como oportunidades para un desarrollo humano pleno. Esto indicaría destinar mayor recursos para los consulados, que son instituciones que no tienen una interacción real con los indocumentados, quienes son los más vulnerables en el vecino país del norte, pues las violaciones a sus derechos comienzan justamente por parte del mismo estado mexicano, como lo asegura el Frente de Mexicanos en el Exterior. ¿Cómo pretenden garantizar algo que ellos mismos les niegan? Las deportaciones que ha realizado el gobierno de Barack Obama desde su pasado período han alcanzado una cifra récord que bordea los 500 mil connacionales repatriados, lo que genera grandes costos para nuestro país, así como problemas sociales. Pero para el PND pareciera no ser grave el tema, puesto que sólo “obliga al Estado Mexicano a diseñar programas y acciones que garanticen su reintegración al país con dignidad y oportunidades para su desarrollo económico y social”. En ningún momento se menciona una política bilateral, ni presionar al gobierno estadounidense con la reforma migratoria integral, dejando al aire los intereses y derechos de los mexicanos en Estados Unidos. El Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018 ha dejado fuera de sus metas y prácticamente ignorado, a 11 millones de mexicanos que no viven en “un México donde cada quien pueda escribir su propia historia de éxito y sea feliz”, como dice Enrique Peña Nieto.

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