INFORMACION GENERAL
Lunes 12 de diciembre de 2011
I
Una invasión desde el aire | La producción agrícola, en jaque
11
Nota II y última
Las palomas, el nuevo flagelo del campo Hay productores que decidieron no sembrar más girasol porque se comen los granos; se calculan daños por 282 millones de dólares FERNANDO BERTELLO LA NACION Ya no es la sequía, una inundación ni, muchos menos, las retenciones a la exportaciones: es la superpoblación de palomas, que, según los expertos, explotó en los últimos cinco años. Aunque parece increíble, estas aves están poniendo en jaque a la producción agrícola de girasol en siete provincias: el noroeste de La Pampa, el este de San Luis, Entre Ríos, el sudoeste chaqueño, el extremo sur de Córdoba, el norte de Santa Fe y el este de Santiago del Estero. Y también ya vienen haciendo estragos en partidos de la costa bonaerense. En cambio, no se advierte como un problema grave en la zona núcleo sojera, del norte bonaerense y sur de Santa Fe. Por culpa de las palomas ya se estiman pérdidas del 21% en el negocio del girasol, lo que representa unos US$ 282 millones. Al menos 200.000 hectáreas ya no se siembran por miedo a la paloma. Alrededor de 15 a 20 días antes de la cosecha, cuando el girasol ya está casi listo para la recolección, hacen un ataque mortal: se posan sobre la parte más alta del cultivo y picotean incesantemente todos los granos que encuentran. ¿Por qué el girasol? El girasol es, tal vez, el cultivo que tiene más expuesto su grano cuando está en la planta. Es una presa fácil para ellas. Además, como se trata de un grano aceitoso, les resulta todo un manjar. No se trata de la paloma grande que se ve en las calles de Buenos Aires, sino de una paloma torcaza, más chica, que no obstante tiene un alto poder de fuego. Es que no son decenas las que atacan: son miles y miles. Y acá está la clave de su superpoblación: gracias al proceso de agriculturización, estas aves, tradicionalmente “especializadas” en comer granos y semillas, se encontraron con que tienen todo el tiempo alimento para vivir y reproducirse. “Entre el 40 y el 50% de estos individuos debería morirse durante el invierno por falta de alimento, pero no se mueren porque hay alimento disponible. Comen granos de los caminos, de las áreas de almacenamiento y de los rastrojos. Se reproducen todo el año y sobreviven más individuos porque hay granos todo el año”, dijo María Elena Zaccagnini, coordinadora nacional del Area Estratégica Gestión Ambiental, del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA). A nivel nacional no hay un plan para controlar a las palomas. “Hay ideas, proyectos, pero no una acción diseñada para resolver este problema”, expresó Carlos Freoli, de la Asociación Argentina de Girasol (Asagir). Para peor, con la siembra directa, que consiste en sembrar sin remover el suelo, las semillas que antes eran enterradas con el arado, ahora, quedan en la superficie a merced de las palomas. Se estima que con sólo los granos que quedan en el campo como pérdida después del paso de las cosechadoras podrían alimentarse más de 20 millones de palomas. Sin contar lo que encuentran como alimento en los cultivos y en caminos y zonas aledañas donde hay depósitos de granos. Pueden viajar entre 150 y 200 kilómetros por día para buscar alimento. “La población de palomas crece 3,6 veces por año”, dijo Ulises Forte,
GENTILEZA LA VOZ DEL PUEBLO
En la zona girasolera de Tres Arroyos, las palomas provocan estragos al alimentarse con los granos a punto de cosechar
!$
#!! # !
"" "
#% %% #% %%
" "
" " " %%
" " " " " #
" "
% % % %
" "
" "
"
diputado (UCR-La Pampa), autor de un proyecto de ley para declararla plaga. Además del girasol, también está afectando al trigo, la cebada y el sorgo, cultivo este último que creció mucho en superficie en los últimos años. Otro factor que explicaría la avanzada de la paloma está relacionado con el desmonte. Al eliminarse áreas donde se concentraban para vivir, han migrado a otros sitios. Además se observa, según los expertos, una disminución de sus enemigos naturales, como los caranchos.
A la defensiva En esta historia, los productores de las zonas afectadas están jugando a la defensiva. En general, las pérdidas para el girasol atacado van del 5
MEDIDA DEL BANCO CENTRAL
al 40%. Agrupados en el Consorcio Regional de Experimentación Agrícola (CREA) Huinca-Renancó, en el sur de Córdoba, los productores midieron pérdidas del 39% del rendimiento potencial del girasol. Ricardo Maglione es un productor de Rancul, en el norte de La Pampa, una zona donde el girasol siempre fue sinónimo de un buen ingreso como cosecha de verano. “Llegamos a sembrar entre 3000 y 4000 hectáreas, pero el año pasado hicimos 1500 y por el daño de la paloma ya decidí no sembrar más”, afirmó. Lo que ocurrió en Rancul con la suerte del girasol es sorprendente. En 2006/07 allí se hacían 33.700 hectáreas. En la última campaña fueron 8900 hectáreas. “Hoy se siembra en-
tre 20 y 25% de lo que se hacía cinco años atrás”, señaló Luis Rodríguez, asesor de productores. Precisó que se han registrado pérdidas por las palomas que llegan a 70 u 80, y hasta 100% en los lotes. Soja o maíz son las alternativas para aquellos que no siembran más girasol, aunque no son cultivos tan estables para esa zona. En la zona de Doblas, en el sudeste de Santa Rosa, Mauricio Bagliani tampoco siembra más girasol desde hace dos años. Hacía entre 150 y 200 hectáreas. “Había entre un 40 y un 50% de daño”, dijo. Jorge Ingaramo, asesor de la Asociación Argentina de Girasol (Asagir), tiene estimaciones, muy preliminares, pero estimaciones al fin, del impacto de la paloma. Según Ingaramo, “200.000 hectáreas no se siembran por miedo a la paloma”. Con rindes de 18 quintales y un precio FOB (valor de exportación, antes de las retenciones) de US$ 450 la tonelada, eso significa una pérdida estimada de 162 millones de dólares. Además, se podría calcular que por esta ave se pierde el 8% del área sembrada, lo que significa otros US$ 120 millones. “La pérdida total estimada equivale al 21% del negocio del girasol, o sea, unos US$ 282 millones”, redondeó Ingaramo. Según Guillermo Alonso, técnico de la firma Nidera, proveedora de semillas de girasol, sin el efecto de la paloma “podrían sumarse entre 25 y 30% más de hectáreas que hoy no están y que 10 años atrás pertenecían al cultivo”. Para esta campaña habrá 1,86 millones de hectáreas, una cifra levemente superior a las 1,73 millones del año pasado. Como en La Pampa, productores de la zona cercana al vivero dunícola de Claromecó, en la costa de Tres Arroyos, también dejaron de sembrar el cultivo. Como Jorge Cristofensen. “Hace dos años, cuando atacó la paloma, fue terrible”, recordó con amargura. En un informe del movimiento CREA a nivel nacional, Cristofensen indicó que junto con sus vecinos estimaron que las bandadas de palomas torcazas “comían entre 50 y 60 kilos por día” de granos.
La caza, un negocio rentable y de control Un frigorífico compra carne de las aves para exportar a Europa; también hay cotos turísticos Detrás de la abundancia de palomas en el campo, donde ya son casi una plaga, apareció un negocio rentable: cazarlas y exportar su carne. Alberto Peñalba ya no siembra más girasol en la zona de Rancul, en el norte de La Pampa. Ahora, en cambio, está metido en la caza de esta ave que antes se comía su siembra. Utiliza unas 20 trampas, de 1,50 por 1,50 metros para atraparlas. “Llegamos a agarrar 1300 palomas en un día”, señaló. En esa zona llegaron a registrarse, en 60 días de caza, un promedio de 400 palomas por día. La caza de la paloma tiene que ver, en realidad, con un proyecto que impulsó el gobierno de La Pampa. De hecho, el Estado provincial financia el material de construcción de las jaulas. Por otra parte, en las localidades de Rancul, Embajador Martini e Ingeniero Luiggi hay cámaras frigoríficas de acopio. Allí se almacenan y luego se las envía al frigorífico Infriba de Batán, Buenos Aires, donde se procesa su carne y exporta a Europa. “El año pasado se cazaron y exportaron 250.000 palomas”, dijo Enrique Schmidt, saliente subsecretario de Asuntos Agrarios de La Pampa. Peñalba contó que por cada pieza o paloma se pagan 27 centavos que, tras descontar ciertos gastos, quedan en 23 centavos. En este contexto, Mauricio Bagliani, productor de La Pampa, contó otra situación insólita. “Hay productores que desarrollaron un coto de caza a partir de la gran cantidad de palomas”, dijo. Son productores que le dieron una vuelta a este problema con el desarrollo de lugares exclusivos
para cazar deportivamente a esta especie que abunda en los campos. Los cazadores son fundamentalmente norteamericanos, ingleses y españoles que pagan entre 300 y 400 dólares por día, entre alojamiento, comida y acompañamiento para disparar con escopetas a los blancos voladores que por su velocidad son muy cotizados. “El cazador por excelencia es el norteamericano”, indicó. Al margen de estos detalles, hay una serie de medidas que los productores están tratando de implementar para reducir el impacto de la paloma. Entre otras, sincronizar fechas de siembra para evitar que las aves se posen sobre un solo campo o lugar en particular; elegir híbridos cuya inclinación de la torta (copa del girasol) no sea tan accesible a la paloma; también usar repelentes químicos y emplear desecantes para adelantar la cosecha, reduciendo la exposición del cultivo a los ataques. A todo esto, hay productores que pasan a cada rato con un vehículo por los lotes procurando hacer ruido para espantar a las aves, pero no es un método eficaz. Ni el famoso espantapájaros, dado que los lotes sembrados son muy grandes. Por otra parte, no se recomienda el uso de cebos tóxicos, no están permitidos y pueden provocar un alto impacto ambiental. En cambio, se aconseja reducir los desperdicios de la cosecha para evitar que quede alimento disponible en el campo. “La solución no es matar, sino controlar la reproducción, con el alimento disponible y algún sistema que frene la reproducción”, dijo Carlos Feoli, de la Asociación Argentina de Girasol (Asagir).
Por la calle
COMPETENCIA EN PALERMO
Desde hoy, circulan monedas de 2 pesos
Los lectores pueden enviar información para esta columna a
[email protected]
Desde hoy, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) pondrá en circulación una moneda de 2 pesos conmemorativa del Bicentenario de la Revolución de Mayo. La primera serie será de 100 millones de unidades y llegará al público a través de los bancos, según informó la entidad. La nueva moneda coexistirá con los billetes del mismo valor y serán parte del circulante monetario. Es decir, que podrán ser utilizadas como medio de pago para cualquier operación de compra o venta cotidiana. Al revés que las monedas de 1 peso, estas nuevas piezas tendrán núcleo plateado y anillo dorado. Su diámetro es de 24,5 milímetros y su composición metálica consta de una aleación de cobre (92%), aluminio (6%) y níquel (2%), en el anillo, y de cobre (75%) y níquel (25%), en el núcleo. En su diseño, la nueva moneda lleva en el núcleo del anverso la identidad visual del Bicentenario Argentino, creado para la conmemoración por la Presidencia de
La vecina Raquel Amalia Freire contó a esta sección que la plaza Miserere, en Rivadavia y Pueyrredón, en la zona de Once, está totalmente abandonada. “El mausoleo, en la parte central, se encuentra con grafiti, abandonado, sucio, sin cuidado y con muy poca iluminación”, afirmó. Y agregó: “Me pregunto quién debe cuidar nuestro patrimonio histórico y por qué la Ciudad no lo hace. También se podaron árboles de la plaza y hace días que las ramas están allí tiradas”.
la Nación, con la inclusión en su centro del Sol. Esta nueva serie de monedas aumentará considerablemente la disponibilidad de instrumentos de valor facial de $ 2 en la economía. De acuerdo con el último comunicado sobre la circulación de billetes del Banco Central, al 30 de noviembre pasado había 439,4 millones de unidades de billetes en poder de entidades y el público, que representan 7,27% más que hace doce meses. Con esta inyección de 100 millones de monedas, la cantidad de instrumentos con valor de dos pesos crecerá 18,53 por ciento. Por otra parte, el monto de la emisión de unidades de esta serie representa el 22,75% de la cantidad de billetes de dos pesos que circulan en la actualidad. Lo llamativo es que en los últimos 12 meses, el BCRA insertó en la calle sólo 39 millones de billetes de $ 2, mientras que en un día colocará 100 millones de monedas del mismo valor.
EL ABANDONO DE LA PLAZA MISERERE
UNA LUMINARIA QUE NO FUNCIONA GENTILEZA ENERGIZER
Una carrera bajo la luz de las linternas Anteanoche, Palermo se iluminó con luz propia: miles de atletas participaron y disfrutaron de la 5a. edición de Energizer Night Race, en el Hipódromo de Palermo. Se trata de una carrera nocturna en la que los corredores iluminan su
camino con linternas, y que se realiza también en países de Europa, Asia y en Estados Unidos. El encuentro tiene, además, un costado benéfico: la donación de 11.000.000 de horas de luz a familias alrededor del mundo.
“Desde el 7 de septiembre pasado funciona mal una luminaria –se enciende y se apaga constantemente– en la calle Nicolás Repetto 885, en el barrio de Caballito. Desde entonces, he llamado al número 147, pero nadie resolvió mi reclamo”, se quejó la vecina Laura Lorenzo.