Iván Heyn, el economista estrella de los jóvenes ultra K

puentes con los hombres de ne- gocios, con promesas de reforzar el rol de la ... la pólvora y que todos los demás, sobre todo las generaciones mayores, eran ...
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ENFOQUES

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Domingo 24 de julio de 2011

El perfil

::::

Viejos y nuevos medios, en combinación

Iván Heyn, el economista estrella de los jóvenes ultra K Miembro de La Cámpora y fiel exponente del ideario económico del kirchnerismo, a los 33 años Heyn preside la Corporación Puerto Madero e integra, en nombre del Estado, el directorio de la metalúrgica Aluar. “Soldado del proyecto K”, como él mismo se define, formó parte de la derrotada lista porteña del oficialismo y está furioso con los intelectuales de Carta Abierta, que cuestionaron la campaña: “No se puede criticar a los generales en medio de la guerra”

LAURA DI MARCO PARA LA NACION

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u nombre empezó a sonar últimamente en ciertos sectores del establishment empresarial, por eso algunos lo bautizaron “el De Vido de La Cámpora”, ya que, como el ministro, desde la muerte de Néstor Kirchner se dedica a tender puentes con los hombres de negocios, con promesas de reforzar el rol de la burguesía nacional en un eventual segundo mandato de Cristina Kirchner. Pero, en tren de comparaciones, bien podría ser el Ber Gelbard de los jóvenes ultra K que hoy rodean a la Presidenta: como el ministro de Economía setentista de Héctor Cámpora, que era polaco judío, también Iván Heyn, actual presidente de la Corporación Puerto Madero S.A. y director estatal de Aluar, nació en el seno de una familia judía, hace 33 años. Paradojas de la historia, y salvando enormes distancias entre ambos, también Heyn, como en su momento Gelbard, fue incorporado a la principal productora de aluminio del país, propiedad de la familia Madanes. Es que, además de comandar la entidad que controla el desarrollo del barrio más caro de la Capital, integra el directorio de la metalúrgica en representación de la Anses, donde las estatizadas AFJP tenían participación. Claro que no tejió ese lazo solo: ocupa ambos sillones, en representación del Estado Nacional, con el aval de la Presidenta, en el caso de Aluar, y del ex presidente, que decidió su designación al frente de la Corporación, un organismo descentralizado de la ciudad. Pero más allá de cualquier comparación, lo cierto es que este joven que en 2002 fue presidente de la FUBA es el economista estrella de La Cámpora y el asesor económico de Máximo Kirchner, fundador de la agrupación juvenil. Fiel exponente del pensamiento económico K, que promete profundizar el “modelo” si la Presidenta gana en octubre, no son pocos quienes auguran para Heyn un cargo relevante en un gabinete futuro. Ese es su sueño más anhelado, mientras que los empresarios vinculados a empresas de transporte y energía, con quienes se reúne regularmente, suponen que el joven economista podría convertirse en un nexo con la Presidenta. “Somos soldados de este proceso y no pedimos lugares para nosotros, pero sí participar y que nos abran las puertas”, explica Heyn,

Quién es Nombre y apellido: IVAN HEYN

Edad: 33 De la UBA con honores: Nacido en una familia de buen pasar, la crisis de 2001 marcó un punto de inflexión en la economía familiar. Estudió Economía en la UBA, donde se recibió con honores, y luego hizo un posgrado. En 2002 presidió la FUBA. De Miceli a Filmus y Cabandié: Se incorporó a La Cámpora desde sus inicios y, en 2008, al Gobierno, de la mano de Felisa Miceli. Participó en la campaña de Daniel Filmus e integró la lista de Juan Cabandié.

quien, además, viene de formar parte del equipo de asesores de la campaña porteña de Daniel Filmus, a quien acompañó a los debates. Incluso fue candidato en la lista que encabezó Juan Cabandié, aunque en un lugar testimonial –el puesto número 25– de la nómina que definió la Presidenta, con la intervención de su hijo Máximo. Después de la dura derrota en las recientes elecciones capitalinas, de una magnitud que él no esperaba, y mientras cenaba con kirchneristas porteños, según uno de los militantes que lo escuchó, Heyn evaluó el resultado porteño así: “Equivocamos la estrategia y creímos en nuestro propio microclima. A Filmus le pedimos todo el tiempo el ADN kirchnerista, cuando sabemos que no es un puro, y para competir en la ciudad, está bien que no lo sea: ése era su activo y por eso medía bien en las encuestas. Lo peor fue que él entró en ese juego, recargando su kirchnerismo,

cuando había que hacer lo contrario. Los porteños tuvieron miedo de la hegemonía, por eso fue desacertado dar el mensaje de que, si Filmus ganaba, la Nación y la Ciudad iban a trabajar juntas”. Quienes lo frecuentan aseguran que Heyn está furioso, además, con los intelectuales de Carta Abierta, que cuestionaron públicamente la campaña: “No se puede criticar a los generales en medio de la guerra”. Se define como un peronista K, de ideología Nac&Pop y economista heterodoxo. “Es un industrialista. Hay pocos, como él, que se hayan interesado tanto en un modelo de desarrollo industrial”, describe uno de sus voceros. Desde ese lugar, integra una usina donde se construye el relato económico kirchnerista, la Asociación Económica para el Desarrollo Argentino (AEDA). Un think tank de jóvenes economistas –liderado por Matías Kulfas, director del Banco Nación– que apoyan el modelo y cuyo objetivo es darle sustento intelectual a la segunda etapa del “proyecto”. Heyn es de tez morena, alto, de padre paraguayo y madre argentina, y tiene dos hermanos. Usa riguroso traje y parece un ejecutivo del establishment, aunque para reunirse con amigos prefiere los bares viejos de Constitución. Es discutidor, verborrágico y está convencido de que tiene la razón histórica. “A los treinta años yo también era así, creía que había descubierto la pólvora y que todos los demás, sobre todo las generaciones mayores, eran idiotas”, lo describe un peronista cuarentón, vinculado al armado político bonaerense. Tolerancia y pragmatismo Pero ni su pensamiento progresista ni la heterodoxia económica le impidieron, en la última interna por la conducción de la UIA, siguiendo la estrategia del oficialismo –que peleaba entonces con Techint–, aliarse con las familias Madanes y Blaquier, dueños de un imperio azucarero y, posiblemente, representantes del sector más conservador del empresariado argentino. También muestra su dosis de pragmatismo en su relación con los medios. A diferencia de la mayoría de sus colegas de La Cámpora, que perciben al periodismo no oficialista como una especie de mancha venenosa, Heyn suele compartir encuentros y almuerzos con los periodistas especializados en economía, como hace la mayoría de los funcionarios y políticos en casi todas las democracias del mundo. Y esta tolerancia comunicacional de Heyn parece convivir sin mayores traumas con sus elogios a Hugo Chávez, que cerró 34 radios en Venezuela porque no simpatizaban con su gobierno. “Chávez es muy democrático y tolerante”, aseguró Heyn cuando la Universidad de La Plata galardonó al caribeño con el premio periodístico Rodolfo Walsh. Dentro del Gobierno, se alinea con el influyente secretario de Legal y Técnica, Carlos Zanini, como el resto de los jóvenes K, mientras que en la intimidad considera al obediente Amado Boudou como “el mejor alumno” del modelo. Ivan Heyn es licenciado en Economía por la

GASTON ROITBERG LA NACION

UBA, donde se recibió con honores. Además, tiene un máster en Economía y Desarrollo Industrial de la Universidad General Sarmiento. En 2002 fue presidente de la FUBA, aunque su gran golpe como militante lo dio en 2000, cuando su agrupación independiente Tontos pero no Tanto (TNT) le arrebató el centro de estudiantes a Franja Morada en su facultad. TNT había sido creada unos años antes por otro joven economista de formación marxista: Axel Kicilloff, cuyo nombre sonó fuerte en los últimos meses cuando el Gobierno lo impulsó para ocupar un asiento en representación de la Anses en el directorio de Siderar. El estallido del 19 y 20 de diciembre lo encontró en la Plaza de Mayo juntos a otros amigos que hoy integran también La Cámpora: el directivo de Aerolíneas y candidato a diputado por el FPV bonaerense Eduardo Wado de Pedro (entonces era militante de Hijos y es íntimo de Heyn); Andrés “El Cuervo” Larroque, hoy funcionario ultra K y también candidato, y Mariano Recalde, CEO de la aerolínea estatal. Ese fin de año marcaba el corolario de una década que había sido desastrosa para la familia Heyn, tanto que el padre de Iván, dueño de una fábrica de correas industriales que quebró con la crisis, estuvo a punto de suicidarse. “De un día para el otro pasamos de ser clase media acomodada, con dos meses de vacaciones, a no tener nada, y a tener que salir a buscar una casa para alquilar. Yo tenía 16 años, y ver derrotada la imagen fuerte de mi viejo, que es el tipo que lleva adelante la familia, fue tremendo”, recuerda. Ese estigma, al parecer, lo llevó a ampliar su conciencia política y, finalmente, a militar. Al gobierno K entró a los 28, como asesor de Felisa Miceli, a quien había conocido en reuniones post 2001 y a las que la ex ministra asistía con su pareja, Pacha Velasco, ligado en los años 70 a Montoneros. Cuando la ministra renunció, en medio del escándalo por la bolsa de dinero, Heyn ya había construido un lazo con Miguel Peirano, y así fue como se convirtió en Secretario de Industria en 2008 (cargo que ocupó hasta 2009), durante la gestión del silencioso ministro Carlos Fernández. Como otros en el Gobierno, Heyn confrontó con su colega Martín Lousteau. “No entiende nada de qué se trata un modelo de desarrollo industrial”, desliza aún hoy en reuniones íntimas. Pero no siente esa incomodidad con Boudou: “Cristina ya lo dejó en claro en Huracán: no preguntemos de dónde venimos sino si estamos de acuerdo con el programa político. A mí me interesa lo que se hace. No tengo idea de lo que Amado hacía en su juventud. Además, él no fue funcionario”. En la Corporación Puerto Madero, donde ejerce la presidencia rotativa, aseguran que impone sus criterios sin rodeos. “Es muy del estilo K, autoritario y exigente. Cuando se hizo cargo de la presidencia, algunos tuvieron que deshacer sus vacaciones ya acordadas porque Heyn se los exigió”, relata un empleado de jerarquía intermedia. Con la zona prácticamente urbanizada, hay quienes aseguran que la Corporación “está perdiendo su razón de ser”, como opina el macrista Bruno Screnci, ex vicepresidente del organismo. Para otra fuente consultada, el ente “es una especie de triángulo de las Bermudas, un lugar donde se ocupan cargos a modo de pago político”. A Heyn, que vive en San Telmo, le gusta trotar por las mañanas. Es obsesivo, hiperquinético y, según sus amigos, “discutidor como un trosko” cuando de política se trata. Para desenchufarse, baila tango y, dicen, es buen bailarín. Vive en pareja con una politóloga llamada Luanda, que aparece en su facebook, en varias postales de su vida cotidiana y política. Hay una foto particularmente descriptiva en la que Heyn aparece en las escalinatas del think tank liberal Cema, haciendo la V de la Victoria mientras un título irónico enmarca la toma: “La heterodoxia se adapta a los nuevos tiempos”. ©

Conectados

En julio de 2005, Keith Rupert Murdoch vio lo que muy pocos en aquel momento: compró una red social (MySpace) en 580 millones de dólares, pero apuntó al lugar equivocado. Un año después se lanzaron Facebook y Twitter, que hoy son las plataformas colaborativas favoritas de los usuarios. MySpace, en cambio, se derrumbó como servicio y hace pocos días News Corp. se habría desprendido de ella por apenas 35 millones de dólares. Hasta aquí parece una historia típica de malos negocios en la era digital. Sin embargo, el escándalo de las escuchas ilegales en Gran Bretaña, que provocó el derrumbe del diario News of the World después de 168 años de publicación, pone en el centro de la escena cómo las cuestiones del ámbito corporativo se socializan y se someten al debate en las mismas redes sociales que Murdoch identificó con potencial de futuro a mediados de esta década. Arianna Huffington le atribuyó a los nuevos medios sociales –quizá exageradamente– un rol clave en la caída del imperio Murdoch. “Fue increíble ver lo que estaba pasando en Twitter. El hashtag #NOTW (por el nombre del diario) en un momento comenzó a recibir miles de mensajes para que los anunciantes dejaran de apoyar a la publicación. Anunciante tras anunciante que se iban cayendo, lo decían por este medio. Dejé de contar en el número 39 porque sabía que probablemente iba a ser suficiente, y así fue”, contó la fundadora del Huffington Post. Para Huffington, la persistencia en el tiempo de la investigación original de The Guardian y el entendimiento de los nuevos hábitos de consumo de información potenciaron la repercusión. Es un ejemplo de un viejo grupo de medios que le agrega a su alto valor profesional una clara y bien orientada estrategia digital. “Muchas publicaciones hubiesen abandonado la historia, pero The Guardian la mantuvo bien alto en todas las plataformas posibles”, detalló Huffington. Una fórmula (de prueba, claro) para trabajar estos casos resonantes podría apuntar a una combinación de los “antiguos” medios (con sus atributos de calidad, análisis, interpretación, exactitud y transparencia) con lo mejor de los nuevos: interactividad, conversación horizontal con los usuarios y distribución de información en tiempo real.

@grmadryn

Más información. Enlaces, videos y otros contenidos multimedia www.lanacion.com.ar/diario-dehoy/ suplementos/enfoques

Recomendados

1

www.guardian.co.uk/media/phonehacking Todo el seguimiento del escándalo de las escuchas, en tiempo real.

2

http://bit.ly/nak3my Alan Rusbridger, Editor Jefe de The Guardian, cuenta cómo se hizo la investigación del momento.

3

http://bit.ly/o6QwQ1 El impacto del escándalo Murdoch en las redes sociales.

LA NACION

Terapia (arriba también se sufre)

Hoy, Daniel Filmus DIEGO SEHINKMAN PARA LA NACION

Filmus: (Con su clásico parpadeo, que de los nervios se hace tic.) ¡Así es muy difícil, viejo! No le digo debatir, ¡pero al menos intercambiar algunas ideas sobre esta segunda vuelta! Pero no. No quiere cruzarse conmigo y mucho menos que aparezcamos juntos en televisión... Como sabe que al lado mío pierde, me huye... Terapeuta: ¿Macri? F: No, Cristina... T: ... F: (Con los codos sobre las rodillas, deja colgar su cabeza, abatido.) El otro día me llama Randazzo y me dice: “Para vos tengo dos noticias. Una buena y una mala. Empecemos por la mala: según las encuestas, en esta segunda vuelta podrías sufrir una paliza histórica”. ¿Y la buena?, le pregunto. “La Presidenta manda a decir que ahora te deja hablar a vos. Es más, solo vas a hablar vos”. T: ...

F: (Acerca la silla, como para contar una infidencia.) ¿Le cuento algo que se dice sotto voce? Parece que las peleas conyugales siguen. Alguien en Olivos dice haber escuchado un diálogo muy raro desde adentro de la suite presidencial. Dicen que “El”, desde el cielo le gritaba enfurecido: “¿Juancito Cabandié, que sale de Canal 7 y no lo conoce nadie? ¿Tomada, que fue durante 18 años abogado de la Unión Ferroviaria liderada por José Pedraza? ¿Te acordás cuando me decías: ‘Kirchner, ¡qué vicepresidente me pusiste!’ Ahora yo te pregunto: ‘Cristina, ¿vos qué candidatos a la Ciudad me pusiste?’” T: ¿Y no lo mencionaría Néstor a usted, que ya perdió una vez con Macri? F: (Tose, incómodo, y cambia de tema.) ¡Qué quiere que le diga! Mire que uno ha visto aberraciones y curiosidades en política. Pero gracias a Fito, Carta Abierta y Braga Menéndez, en la República Argentina un candidato está obligado a hacer campaña con un eslogan insólito: “No me das asco”. T: Insisto, Filmus. ¿Y usted dónde está en toda esta escena? ¿Algo se le puede cargar

a su cuenta en esta derrota? F: (Se rasca la cabeza, pensativo.) ¿Qué? ¿Usted dice que fue una boludez lo de salir a acusar al asesor de Macri de armar el call center? T: ¿Usted me sigue hablando de la estrategia. Yo le pido que me hable de usted? F: ¿Quiere que le diga la verdad? Me sobreestimé: jamás pensé que iba a funcionar de pararrayos donde los porteños harían tronar el escarmiento anti K... T: ... F: (Mira el consultorio, paranoico con que alguien escuche lo que está por decir.) Denuncié a Durán Barba de haber organizado una campaña para desprestigiarme. ¿Pero sabe qué? Lo que más me desprestigió fue la falta de campaña de la Presidenta en la Ciudad. T: ¿Con qué asocia si yo le digo “31 de Julio”?

F: (Parpadea más ligero, angustiado por el recordatorio de la fecha de la batalla a la que lo mandan –y él acepta ir– desarmado) T: ... F: (Serio, tenso.) ¿Le puedo contar un sueño raro? Yo lo iba a ver a Alberto Fernández, que para mí en una época fue un gurú. Alberto me recibía en su templo de Puerto Madero, vestido con una túnica, en un living lleno de almohadones en el piso. Yo le contaba cómo me habían abandonado a mi suerte. Entonces él me decía: “No tienes que tomártelo personal, Daniel. Ahora Cristina se desprende de ti, como tú te desprendiste de tu responsabilidad por la escuela shopping durante Grosso. O como te desprendiste de tu responsabilidad en la ley Federal de Educación de Susana Decibe y Menem. ¿Puedes ver el ciclo?

En política, tú siempre te desprendes de alguien o algo... y alguien se desprende de ti”. Entonces yo le decía: “Pero maestro, yo tengo mucho miedo al ballotage del 31. Si pierdo por mucho, es mi muerte política. Entonces Alberto levantaba el mentón, me miraba con sus ojos de búho sabio y me decía: “En política nunca mueres, Daniel, pues tu codicia reencarna en otro puesto. O en otro partido. A veces tarda un poquito. Mi codicia todavía está esperando cuerpo. Perdón, puesto”. T: Pero mientras “muda”, deberá tolerar el frío de la batalla en soledad... F: (Resignado.) Alguien decía con malicia: “Qué cruel es la política. Cristina firmó el decreto 1088, creando el Programa Nacional de Tenencia Responsable para mascotas, y en varios tuits hasta se animó a presentar en sociedad a Martita, su bóxer, a Cleo, su Caniche Mini Toy, y a Vito, el Pug de Florencia...” T: ... F: ... “Mientras, Filmus caminaba sin rumbo, abandonado en la banquina”...